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Cinética química
Las reacciones químicas convierten sustancias con propiedades bien definidas en
otros compuestos con propiedades diferentes. Si bien gran parte del estudio de
las reacciones químicas tiene que ver con la formación en si, resulta muy
importante comprender la rapidez con la que ocurren estos cambios. Las
velocidades de las reacciones abarcan un intervalo enorme: algunas se
completan en fracciones de segundo, como ciertas explosiones, y otras toman
miles o incluso millones de años, como la formación de diamantes u otros
minerales de nuestra corteza terrestre.
El campo de la química que estudia las velocidades de las reacciones se llama
cinética química. También estudia el cambio de la composición de los estados
energéticos con respecto al tiempo.
El objetivo de la cinética no es sólo comprender cómo se determinan las
velocidades a las que se llevan a cabo las reacciones, sino además considerar los
factores que las regulan, porque todas las velocidades de reacción se rigen por
los mismos principios básicos.
Velocidad de Reacción
La rapidez de un suceso se define como el cambio que ocurre en un determinado
intervalo de tiempo: siempre que hablamos de rapidez aparece el tiempo como
referencia.
Por ejemplo, la rapidez de un auto se expresa como el cambio de posición del
auto a lo largo de cierto período. Las unidades de esta rapidez son usualmente
kilómetros por hora (km/h): es decir, la cantidad que cambia (la posición, medida
en kilómetros) dividida entre el intervalo de tiempo (horas).
Con el mismo criterio, la rapidez de una reacción química —su velocidad de
reacción— es el cambio de concentración de los reactivos o productos por
unidad de tiempo, es decir, qué cantidad de reactivo se consume o qué cantidad
de producto se forma en un determinado tiempo. Por lo tanto, las unidades de
velocidad de reacción son normalmente de molaridad por segundo (M/s), es
decir, el cambio de concentración (medida en molaridad) dividido en el intervalo
de tiempo (medido en segundos) si son soluciones acuosas. Si son gases, con la
ecuación de gases ideales, conociendo P y T, también puede conocerse la
concentración
Fuente: Brown, T, Le May H., Bursten B., Murphy C. 2013, pag 575.
En esta figura las esferas rojas representan los moles de A, y las azules los moles
de B. El recipiente tiene un volumen de 1 L.
∆[𝐴]
Velocidad Media respecto de A = -
∆[𝑡]
Fuente: Brown, T, Le May H., Bursten B., Murphy C. 2013, pag 580.
Esta energía es la mínima necesaria para que se pueda llevar a cabo la reacción.
Es una barrera energética que deberán superar los reactivos para transformarse
en productos. El hecho de que la velocidad de una reacción aumente con la
temperatura nos indica que la energía cinética de las moléculas juega un papel
muy importante para determinar la rapidez con la que se llevará a cabo la
reacción.
Además de la necesidad de adquirir una determinada cantidad de energía para
que las moléculas colisionen (choquen) de tal manera que la reacción se lleve a
cabo, otro factor muy importante en una reacción es la orientación relativa que
deben adoptar las moléculas para formar nuevos enlaces. En la mayor parte de
las reacciones solo una pequeña parte de los choques entre las moléculas tiene
la suficiente energía y la orientación adecuada para llegar a productos. Para
representar la dependencia de la velocidad de reacción con la temperatura,
Arrhenius encontró una expresión matemática que relaciona ambas magnitudes,
la llamada Ecuación de Arrhenius.
𝐸𝑎
𝑘 = 𝐴. 𝑒 −𝑅.𝑇
Donde:
k es la constante de velocidad,
A es el factor de frecuencia que está relacionado con la frecuencia de las
colisiones entre las moléculas (si la temperatura no varía, permanece
prácticamente constante),
Ea es la energía de activación,
T es la temperatura absoluta (medida en grados Kelvin) y
R es la constante de los gases (que vale 8.314 J/K–mol). En este caso, es
preferible utilizar R medida en otra unidad, la unidad de energía J (Joule)
𝐸𝑎
ln 𝑘 = − + ln 𝐴
𝑅. 𝑇
Constante de Velocidad.
Órdenes de Reacción
Las ecuaciones de velocidad de casi todas las reacciones tienen la forma general:
Ejemplo:
NH4+(ac) + NO2-(ac)N2(g) + 2 H2O(l),
𝑳𝟐
Tercer Orden
𝒎𝒐𝒍𝟐 . 𝒔
Fuente: Elaboración Propia.
La vida media de una reacción se representa por t1/2 y se define como el tiempo
requerido para que la concentración de un reactivo descienda a la mitad de su
valor inicial.
Matemáticamente esto es: [A]t1/2 = ½ [A]0. El concepto de vida media es muy
utilizado en química nuclear para indicar el tiempo de desintegración radiactiva,
tal como pudiste verlo en el video temático del módulo 2 “¿Cómo saber la edad
de un fósil?”.
La ecuación para determinar la vida media de una reacción de primer orden se
determina sustituyendo en:
[𝑨]𝒕𝟏/𝟐
𝐥𝐧 = −𝒌. 𝒕𝟏/𝟐
[𝑨]𝟎
𝟏
𝐥𝐧 𝟐 𝟎, 𝟔𝟗𝟑
𝒕𝟏/𝟐 = − =
𝒌 𝒌
1
𝑡1/2 =
𝑘[𝐴]0
Como podemos observar la vida media para una reacción de primer grado
depende solo de k, mientras que para los demás órdenes, depende también de la
concentración inicial de los reactivos.
Catalizadores
Fuente: adaptado Brown, T, Le May H., Bursten B., Murphy C. 2013, pag 606.
Clasificación de Catalizadores
Tipo Características Ejemplo
El óxido nítrico (NO) utilizado en
la formación de trióxido de azufre
(SO3). Se hace reaccionar el
Se encuentra en el dióxido de azufre (SO2) con
mismo estado que oxígeno (O2), tanto al principio
los reactivos que como al final de la reacción existe
Homogéneo intervienen en la la misma cantidad de óxido
reacción. Muy nítrico. Todo ocurre en fase
selectivo y su gaseosa.
separación es difícil.
Son los lugares donde se realiza la adsorción (donde las moléculas de los
reactivos se adhieren). El número de los sitios activos de un catalizador
dependerá de la naturaleza del catalizador, del método de preparación de éste y
del tratamiento que se le dé antes de utilizarlo.
Fuente: adaptado Brown, T, Le May H., Bursten B., Murphy C. 2013, pag 607.