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Autoliberacion

Patrul Rimpoché

El famoso maestro de dzogchén del siglo XIX Patrul Rinpoché explicó la


autoliberación de un modo concreto y preciso:

«Quien practica la autoliberación es como una persona corriente en cuanto al


modo en que los pensamientos de placer y dolor, esperanza y miedo, se
manifiestan como energía creativa. Sin embargo, la persona corriente, al
tomarlos realmente en serio y juzgarlos como aceptables o rechazarlos, sigue
quedando atrapada en las situaciones y está condicionada por el apego y la
aversión.

»Al no hacer esto, el practicante, cuando surgen estos pensamientos,


experimenta la libertad: inicialmente, al reconocer el pensamiento por lo que es,
éste es liberado igual que cuando uno se encuentra con alguien a quien ya
conocía; luego es liberado en y de sí mismo, como una serpiente que muda de
piel; y por último, el pensamiento es liberado en el sentido de que no puede
beneficiar o dañar, como un ladrón que entra en una casa vacía […]

»Liberar el pensamiento no significa ignorarlo, dejarlo ir, mostrarse indiferente


ante él, observarlo o incluso no tener pensamientos. Significa estar presentes en
la esperanza y el miedo, el dolor y el placer, no como objetos que están ante
nosotros, sino como la claridad radiante de nuestro estado natural. Así, la ira,
por ejemplo, cuando se experimenta de forma dual, es una irritación que
podemos permitirnos o rechazar, dependiendo de nuestro condicionamiento.
En ambos casos estamos atrapados en ella y actuamos debido a ella. Pero
cuando somos conscientes de la ira como manifestación de la claridad, su
energía es una consciencia muy fresca de los detalles de la situación. Sin
embargo, estos detalles ya no son irritantes.»

De You Are the Eyes of the World (Tú eres los ojos del mundo), de Longchenpa,
traducción al inglés de Kennard Lipman y Merrill Peterson con introducción de
Namkhai Norbu, publicado por Snow Lion Publications.

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