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Restauración de Ecosistemas
Forestales
EVALUACIÓN EXTERNA
PROCOREF 2005
Septiembre 2006
Programa de Conservación y
Restauración de Ecosistemas
Forestales
EVALUACIÓN EXTERNA
PROCOREF 2005
Septiembre 2006
Directorio
Entidad evaluadora
Directores técnicos
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Índice de contenido
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Índice de cuadros
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Cuadro 28. Índice de calidad de las acciones de sanidad forestal por categoría de daño ... 89
Cuadro 29. Cumplimiento de productores con los compromisos adquiridos
durante la acción sanitaria ................................................................................ 90
Cuadro 30. Correspondencia de las acciones sanitarias realizadas con las reportadas ....... 91
Cuadro 31. Verificación del diagnósticos sanitario en predios ........................................... 92
Cuadro 32. Efectividad de los tratamientos por categoría de daño, dada en función
de los promedios obtenidos .............................................................................. 93
Cuadro 33. Cobertura de la muestra por Gerencia regional ................................................ 95
Cuadro 34. Reemplazos realizados en la evaluación 2005.................................................. 96
Cuadro 35. Condición hidrológica de los suelos en restauración de 2005........................ 102
Cuadro 36. Grado de precisión de la georreferencia de predios en 2005.......................... 106
Cuadro 37. Grado de erosión en los predios evaluados de la Categoría 2005 .................. 109
Cuadro 38. Atención en las RH más afectadas de la República Mexicana....................... 110
Cuadro 39. Muestra y predios evaluados de la categoría de Reforestación ...................... 111
Cuadro 40. Objetivos de la reforestación de los predios evaluados, 2005 ........................ 112
Cuadro 41. Modalidad de apoyo de los predios evaluados en la categoría
de Reforestación ............................................................................................. 113
Cuadro 42. Tamaño de los predios evaluados en la categoría de Reforestación............... 116
Cuadro 43. Topografía de los predios evaluados en la categoría de Reforestación.......... 116
Cuadro 44. Erosión presente en los predios evaluados en la categoría de Reforestación. 117
Cuadro 45. Tipo de propiedad de los predios evaluados en la categoría de Reforestación
........................................................................................................................ 117
Cuadro 46. Superficie total de bosque y pérdida neta a nivel nacional (1993-2002)........ 121
Cuadro 47. Pérdida neta (anual) respecto a superficie total de bosque por estado ........... 123
Cuadro 48. Responsables de entregar las solicitudes para acceder a los apoyos de
Reforestación.................................................................................................. 131
Cuadro 49. Responsables de recoger los cheques correspondientes a los apoyos de
Reforestación.................................................................................................. 132
Cuadro 50. Percepción de los beneficiarios sobre la oportunidad de los apoyos.............. 133
Cuadro 51. Nivel de importancia de la reforestación........................................................ 137
Cuadro 52. Estimación de costos del establecimiento de la plantación
por modalidad de apoyo ................................................................................. 149
Cuadro 53. Estimación de la Captura de Carbono para la categoría de Reforestación..... 152
Cuadro 54. Estimación de la Captación de agua para la categoría de Reforestación........ 152
Cuadro 55. Estimación de Retención de suelo. Categoría de Reforestación..................... 153
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Índice de figuras
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Índice de anexos
Anexo 1 Tamaño de muestra, predios evaluados y reemplazos por categoría de apoyo del
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Siglas
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Resumen ejecutivo
Para las tres categorías se realizó la distribución de la muestra en los estados con mayor
porcentaje de contribución, de acuerdo a los criterios de selección indicados por las
respectivas Gerencias. Dicha proporcionalidad permitió focalizarla en los estados que más
contribuyeron, los cuales tuvieron un mayor tamaño de muestra. La selección de los predios
a evaluar fue totalmente al azar.
2. Principales resultados
Las metas financieras para Sanidad Forestal se cumplieron satisfactoriamente, dado que
se ejerció un monto de $6’394,000, que correspondió a 97.4% de lo programado. Cabe
señalar que existió un presupuesto inicial de $8’568,000, mismo que sufrió una reducción
de dos millones de pesos, quedando finalmente en $6’568,000.
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El cumplimiento de las metas físicas en Sanidad Forestal fue bueno, dado que se
atendieron 32,290 ha, 7.6% más de lo programado.
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Respecto al impacto económico que pudiesen generar los apoyos de Sanidad Forestal,
éstos son considerados mínimos, debido a la baja cantidad de los recursos otorgados para la
realización de las acciones. Con relación al beneficio ambiental, 95% de los productores
apoyados considera que las actividades de saneamiento han contribuido a proteger la
cobertura forestal dañada.
Del total de obras evaluadas, 98.6% fue realizado con la finalidad de captar agua y
disminuir la escorrentía generada por las lluvias que inciden en las áreas de trabajo.
Considerando este tipo de obras, y el hecho de que las presas filtrantes y barreras de piedra
sólo captan 25% del total de su capacidad de retención, se tiene que el volumen total
infiltrado fue de 423,624 m3 para el total de la superficie apoyada por esta Categoría.
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El volumen de azolve retenido (VAR) del total de obras evaluadas fue de 75,696 m3, si se
considera que la superficie total evaluada fue de 3,783 ha, entonces el suelo retenido por
unidad de superficie fue de 20 m3/ha, cantidad que, multiplicada por las 34,441 hectáreas
efectivas de trabajo, implica un total nacional de suelo retenido de 688,820 m3.
No obstante que se tiene una buena cobertura en campo, el Índice de calidad de las
acciones de sanidad forestal (ICASF) obtenido fue de 0.63, lo que denota que las acciones
sanitarias apoyadas fueron efectivas para poco más de la mitad de los predios, considerando
este valor obtenido como regular, ya que aunque se están realizando acciones para
controlar las plagas y enfermedades, la estrategia no ha dado buenos resultados a nivel
general, puesto que las acciones se están efectuando de manera aislada, diluyendo su efecto
en la magnitud del problema que intentan atender.
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El monto del apoyo fue calificado como bueno por la mayoría de los encuestados (62.9%),
mientras que para 31.4% fue de regular suficiencia para cumplir con el compromiso
enmarcado en la carta de adhesión, sólo 5.7% lo consideró bajo, puesto que tuvieron que
sufragar algunos costos con dinero propio.
La publicación tardía de la Convocatoria acortó los plazos para cumplir en tiempo y forma
con todas las actividades que enmarca el establecimiento de las obras. De igual forma causó
un desfase entre las actividades de planeación y ejecución de los proyectos de la Categoría.
El Proceso de Mejora Continua tiene avances importantes, sobre todo en las etapas
iniciales, pero existen otras fases del Proceso que necesitan fortalecerse, como son: el
traslado de planta sin maltrato, la protección a la plantación, el mantenimiento de la
reforestación, seguimiento y evaluación del proceso.
Como recomendación general, y que aplica para las tres categorías que integren el
Programa, se recomienda al Ejecutivo y al Legislativo federales el aumento del
presupuesto del PROCOREF de acuerdo a lo planteado en el capítulo 5 (apartados
5.1.6, 5.2.6 y 5.3.6) del presente estudio de evaluación externa con el fin de que se
incrementen las metas físicas en cada una de las tres Categorías que lo conforman.
Para el caso de la categoría de Sanidad Forestal, dicho aumento se requiere ya que los
montos de apoyo son muy bajos, de acuerdo con la opinión de los beneficiarios, por lo cual
no se pueden ejecutar las acciones sanitarias de calidad y cumplir con la superficie
establecida en la carta de adhesión.
Con el propósito de que se cumplan en tiempo y forma las metas de la Categoría, debe
aumentarse la supervisión y seguimiento de los predios apoyados, con el objeto de evitar la
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Los problemas sanitarios que se encuentran afectando las masas arboladas del país no
obedecen a limites territoriales o de propiedades, por lo cual es recomendable construir una
estrategia de apoyos para atender las zonas afectadas mediante un enfoque regional, por lo
que la atención a demanda libre no es acorde con las acciones sanitarias.
Una necesidad latente, desde hace varios años, es la adquisición de vehículos que permitan
facilitar la toma de datos requeridos para la realización de los dictámenes de factibilidad
técnica y conclusión de la obra, al término de los trabajos, por lo que se deberá buscar los
mecanismos que faciliten la compra de éstos.
Es necesario promover la creación de áreas piloto, donde confluyan todas las obras que
enmarca el “Manual de Obras y Prácticas”, de acuerdo a su pertinencia. Esto se realizaría
con el apoyo del gobierno estatal, municipal y organizaciones de productores, utilizando
dichas áreas para eventos de capacitación masiva a beneficiarios potenciales.
Por otro lado, un aspecto que se debe mejorar es la oportunidad en la publicación de las
Reglas de Operación y su respectiva convocatoria, puesto que de ello dependerá evitar la
premura en los tiempos de asignación de recursos, proporcionando un margen mayor en los
tiempos de entrega de las obras y aumentando la eficiencia en la captación de agua y
retención de sedimentos.
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Se recomienda incrementar las metas físicas, ya que el proceso de deforestación que sufre
el país es vasto, por lo que se requiere acciones más extensas encaminadas a la
recuperación forestal. Asimismo, se recomienda realizar acciones técnicas que permitan
elevar los indicadores de calidad y supervivencia de la reforestación, desde la
modernización de viveros, hasta el seguimiento y mantenimiento de las reforestaciones.
Las fortalezas de la categoría de Sanidad Forestal tienen que ver, en primer lugar, con la
estructura de operación con que cuenta la Comisión, lo que permite atender los problemas
sanitarios en todo el territorio nacional, asimismo, al ser la única instancia que apoya para
este tipo de acciones propicia que los apoyos tengan un alta demanda, sumándole a esto la
amplia disposición por parte de la población objetivo para llevar a cabo los trabajos de
saneamiento.
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que permitan facilitar los recorridos de campo, así como el esquema de contratación de los
técnicos externos que es de forma temporal. Otras debilidades que se tienen son: el limitado
número de personal operativo con que se cuenta para llevar a cabo la consecución de metas,
así como el bajo impacto que se tiene en el problema nacional de áreas forestales con
degradación de suelos en un nivel moderado y severo, dado que las metas son muy bajas
comparadas con éste.
Por otro lado, debe priorizarse la capacitación de los técnicos externos sobre la
determinación de áreas de impacto y el llenado uniforme de los tres componentes técnicos
principales de las actas integradas, es decir, el dictamen de factibilidad técnica, el
expediente técnico y el dictamen de conclusión de obra. Asimismo se deberá promover la
asistencia técnica directa al momento de realizar los trabajos.
Uno de los aspectos que deberá ser más oportuno es la emisión de la Convocatoria para
establecer las obras antes del inicio del periodo de lluvias. De igual forma, la
reglamentación debe prever que el apoyo a superficies compactas sea una prioridad más
elemental.
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iii. La operación del Programa. Los cambios operativos que deberá realizar la
institución tienen que ver con una mejor atención a las reforestaciones realizadas. El
número de predios atendidos debe considerarse con relación a la superficie y a la
colindancia de áreas. Deberá atenderse un menor número de predios, pero una
superficie mayor, la discriminación de predios dispersos y fragmentados beneficiará
la atención técnica.
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Capítulo 1
Antecedentes
Estas preocupaciones han llevado al gobierno mexicano a orientar políticas y acciones para
su resolución, las cuales han sido plasmadas en el Plan Estratégico Forestal para México
2025, en donde se establece, como uno de los objetivos principales, incrementar la calidad
del proceso de la reforestación, como uno de los elementos clave para el combate a la
deforestación, además del desarrollo de los recursos forestales como estrategia para
conservar los recursos y servicios que brindan los bosques.
Un segundo elemento de esta vertiente son las prácticas utilizadas en la agricultura. Esto es,
las prácticas agrícolas en el país no siempre presentan muestras de sustentabilidad, dado
que utilizan procedimientos destructivos como el uso del fuego y sustitución de terrenos de
vocación forestal para usos agrícolas, lo cual provoca impactos negativos que son difíciles
de revertir. Las consecuencias de un mal aprovechamiento o el desmonte para uso
agropecuario son las principales causas que originan las altas tasas de deforestación.
Otro elemento clave para el análisis de las causas de la deforestación es la tala ilegal de los
bosques, la cual constituye un serio problema para las comunidades e instituciones
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Las plagas y enfermedades constituyen otro de los elementos a considerar como una de las
principales causas de deforestación. El abandono, aislamiento y falta de recursos para su
combate han provocado su expansión y la inhabilitación de áreas boscosas para su
aprovechamiento, actualmente se considera que más de 65,000 hectáreas se encuentran
afectadas por algún tipo de plaga (SEMARNAT, 2005).
Parte de la dificultad para estimar las tasas de deforestación provienen de las características
físicas del país, que imponen serias limitantes desde el punto de vista metodológico y
técnico. Esto es, "la gran extensión y la inaccesibilidad de varias partes de México
restringen severamente la realización de estudios directos en el campo; la alta diversidad y
heterogeneidad de la cubierta vegetal hace que métodos de estudio, que se aplican
exitosamente en otros países con condiciones menos complejas, resulten total o
parcialmente inadecuados para el nuestro; la casi continua presencia de una alta cobertura
de nubes en buena parte del sur del país limita el uso de imágenes de satélite o de
fotografías aéreas, que son la fuente básica de información para este tipo de estudios"
(SEMARNAT, 2005).
El principal Programa establecido por el gobierno mexicano para revertir los efectos de la
deforestación es el Programa Nacional de Reforestación (PRONARE), el cual fue creado en
1995 con el objeto de coadyuvar en la solución del problema con una reforestación
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apropiada en sitios estratégicos. Este Programa tuvo sus antecedentes inmediatos en las
acciones que realizaban las organizaciones sociales y académicas a finales de los ochentas,
y que estaban sustentadas más en actividades de educación ambiental que en un frente
sólido al combate a la deforestación.
En los últimos diez años, los objetivos del PRONARE han experimentado cambios en su
orientación, así como en sus directrices operativas y técnicas. De tal forma que para el
2001, año de creación de la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR), también se
registraron cambios encaminados a permitir una mayor transparencia y eficacia en la
operación del Programa.
Entre los cambios estructurales más importantes realizados a este Programa por la
CONAFOR, está la predominancia de la reforestación rural sobre la reforestación urbana y
su reorientación para privilegiar la producción y el uso de especies nativas del país, por
encima de especies exóticas, o de valor económico como los frutales. A partir de 2002, el
Programa ya no incluyó al eucalipto ni a los frutales, y para el 2004 ya contaba con un
banco de germoplasma de casi 150 diferentes especies adecuadas para las distintas
condiciones climáticas y de suelo del país, muchas de ellas consideradas como de uso
potencial para la restauración (CONAFOR, 2005).
Con esto, la CONAFOR trata de generar estrategias a corto y mediano plazos que permitan
el control integral de la deforestación en todo el país. De tal forma que para 2004 el
PRONARE fue integrado, junto con otros programas para la conservación y restauración de
suelos y sanidad forestal, en un nuevo programa general denominado como Programa de
Conservación y Restauración de Ecosistemas Forestales (PROCOREF).
De tal manera que se trata de poner más atención a las prácticas de protección y
mantenimiento de las reforestaciones con objeto de incrementar la supervivencia, así como
la realización de obras de conservación y restauración del suelo, además de acciones de
sanidad forestal, que permitan un espectro más amplio en la cobertura de la atención a las
causas de la deforestación.
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Capítulo 2
Alcances y objetivos
2.1. Alcances
La evaluación del PROCOREF en su ejercicio fiscal 2005 estuvo dividida en dos secciones
complementarias:
La primera parte consistió en hacer un análisis crítico del funcionamiento del Programa, a
la luz del cumplimiento de sus Reglas de Operación y, en el caso de la categoría de
Reforestación, de la implementación de su Programa Interno de Mejora Continua. La
evaluación de gestión verificó el grado de cumplimiento de las metas programadas para el
ejercicio fiscal 2005, el desempeño general de los responsables de operar el PROCOREF y
el grado de satisfacción de los beneficiarios del Programa con el mismo.
Todos los datos que fueron recabados identifican claramente la pertenencia a entidades
federativas, municipios, núcleos agrarios o tipo de empresa, según fuera aplicable.
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Capítulo 3
Metodología
Como se puede apreciar, se utilizaron dos tipos de muestreo diferentes que obedecen a
diversos factores. Para el caso de las categorías de Reforestación y de Conservación y
Restauración de Suelos Forestales se utilizó el Muestreo aleatorio simple, debido a que se
conoce el comportamiento de al menos una variable importante que permitió obtener
estimaciones de varianza (para la Reforestación fue el Establecimiento en Campo y para la
Conservación y Restauración de Suelos fue el apoyo asignado por beneficiario).
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Otro factor que influyó en el tipo de muestreo es la razón económica, ya que el presupuesto
asignado para la evaluación no permitió tener muestras más amplias o con mayores
márgenes de confiabilidad y menores márgenes de error. De alguna manera, los tamaños de
muestra derivados de los diferentes tipos de muestreo permitieron realizar inferencias
confiables a nivel nacional en cada una de las tres categorías.
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Al agregar el puntaje por obra se pudo obtener el puntaje por entidad federativa, para lo
cual se sumaron los porcentajes por proyecto. Ya obtenidos los totales estatales, se
agruparon en forma descendente, es decir, las entidades que obtuvieron los mayores
puntajes ocuparon los primeros lugares.
Es importante indicar que, de acuerdo con las calificaciones sugeridas por la Gerencia de
suelos Forestales, las presas de piedra acomodada, las zanjas trinchera y las zanjas bordo,
fueron las que obtuvieron la mayor ponderación, enfocándose la muestra a revisar este tipo
de obras, relegando aquéllas como: presas de mampostería, zanjas derivadoras, cortinas
rompevientos y cercos, debido a la escasa superficie cubierta o a la menor inversión y
trabajo que implican. En el cuadro 3 se muestra el puntaje estatal obtenido por los 16
estados con mayor relevancia, es decir, los que obtuvieron el mayor puntaje y que
representaron 80.2% del porcentaje acumulado a nivel nacional.
Fuente: UACh, con base en el porcentaje calculado a partir del número de proyectos. Padrón de beneficiarios Suelos, PROCOREF 2005.
En el cuadro 4 se muestra el puntaje acumulado dadas las dos variables propuestas: para el
número de plantas se tuvo una ponderación de 0.7, y para la superficie reforestada de 0.3.
Además se presenta a los estados que concentran casi 80% de la reforestación a nivel
nacional, con lo cual se evitó la dispersión de la muestra en entidades poco significativas
desde el punto de vista de la categoría para el ejercicio 2005.
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Esta selección (al igual que las otras dos categorías del Programa) se concentró en los
estados con mayor presencia (es decir, con mayor número de beneficiarios y tratamientos),
los cuales representaron 81.6% de los tratamientos, lo que también permitió evitar la
dispersión de la muestra, tal y como se presenta en el cuadro 5.
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Todos los predios elegibles fueron tomados de los padrones de beneficiarios 2005, los
cuales fueron elaborados por las Gerencias respectivas y proporcionados a la UACh por la
Gerencia de Planeación y Evaluación. Además, con el fin de contar con estimadores que se
apegaran a la precisión y confiabilidad propuestas, las muestras no sufrieron
modificaciones posteriores ni en tamaño ni en la selección aleatoria de los predios.
Durante la selección al azar pudieron ser elegidos, pero no detectados hasta el momento de
hacer los levantamientos técnicos, por lo que se revisó su condición por dos vías: en la
primera de ellas, dentro de los registros de plantación (padrones) se revisó si se encontraba
señalado como un solo beneficiario con varios predios que completaban la superficie
reglamentaria; la otra vía fue al cotejar los expedientes técnicos, donde se revisaron los
polígonos de plantación. Condición diferente fue la de los predios donde no se tuvo registro
del fraccionamiento, y a pesar de ello la reforestación se realizó en diferentes terrenos.
En el caso de que un beneficiario haya tenido más de un apoyo para la reforestación y haya
sido registrado con apoyos diferentes, se revisó que en cada uno de estos apoyos cumpliera
con la superficie reglamentaria, por lo cual no se consideró como predio fraccionado.
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5. Suficiencia de los apoyos. La verificación de la suficiencia de los apoyos para que los
beneficiarios realizaran los trabajos en cada una de las tres categorías del PROCOREF, se
realizó con el cuestionario a beneficiarios; en éste se incluyeron dos rangos de respuesta de
los que se obtuvieron sus respectivos porcentajes.
i. Suficiente
ii. No suficiente
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Este indicador estima el porcentaje de predios que cuentan con un expediente que los
respalda, desde la solicitud de apoyo hasta el dictamen de conclusión de obra, lo cual
justifica los apoyos entregados.
11. Incidencia del sistema social rural (positiva o negativa) en el desarrollo del
Programa. Se construyó un cuadro con cuatro variables las cuales se compararon con
indicadores técnicos, lo que permitió tener un acercamiento a este indicador.
i. Participación de los beneficiarios en las acciones emprendidas
ii. Tipo de propiedad de los predios
iii. Situación legal de los predios
iv. Otras acciones comunitarias
La valoración del Programa, a su vez, estuvo determinada por cuatro grados de percepción:
i. Muy alta
ii. Alta
iii. Baja
iv. Nula
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Evaluación del PROCOREF
Fuente: UACh, con base en TDR para la evaluación del PROCOREF 2005.
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La superficie afectada fue la referida en los padrones enviados por la Gerencia del
Programa. En campo se evaluó el número de árboles afectados y el número de árboles
tratados. Cuando el número de árboles fue mayor a 100 se realizó una estimación
estadística de acuerdo a sitios de muestreo. Esta estimación fue comparada con los
expedientes técnicos correspondientes.
Las acciones programadas fueron tomadas de los expedientes técnicos, lo que permitió
tener un registro predio por predio, los cuales se sumaron y se ponderaron para obtener un
porcentaje de cumplimiento a nivel nacional.
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Donde las plantas faltantes se calcularon determinando la diferencia entre las plantas
encontradas con respecto a las reportadas en los padrones como entregadas en la plantación.
De otra manera,
Eficiencia de densidad = 100%
Donde la Densidad Real y la Densidad Ideal deben indicarse en número de árboles por
hectárea.
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Lo anterior implicó que las superficies de impacto ambiental fueran verificadas en campo y
en su totalidad, de acuerdo a como se indica a continuación:
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(Cantidad en la unidad de medida de las obras realizadas en campo/ Cantidad en la unidad de medida
reportada en el expediente de la obra) X 100
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Una segunda parte del análisis ambiental fue la revisión del indicador de índice de calidad
de las acciones de sanidad a nivel nacional, es decir, la revisión de la calidad ponderada, lo
cual permitió evaluar cuantitativamente las acciones y además obtener parámetros
cualitativos y técnicos. De esta forma se pudo determinar que las acciones cumplieran con
la oportunidad y efectividad indicados (la aplicación de tratamientos, la utilización de
productos, la dosis y las actividades indicadas).
Para la retención de suelo se determinó el volumen del mismo retenido en las obras de
conservación, se cubicó la cantidad de azolve retenido por obra expresado primero en
volumen y luego, dependiendo de la densidad aparente de los sedimentos, se calculó el peso
expresado en toneladas. La fórmula utilizada y la metodología fue según tipo de obra, por
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ejemplo, para obras con sistemas con zanjas (zanja trinchera, tinas ciegas, zanja bordo
continuo) se utilizó la siguiente fórmula:
(Ancho de sedimentos captados, m) X (Largo de sedimentos captados, m) X
(Altura promedio de sedimentos captados, m) X (Densidad de sedimentos captados, ton/m3)
Para presas (Presas de malla de alambre electro soldada o ciclónica, presas de morillos,
presa de ramas, presas de piedra acomodada, presas de costales, presas de geocostales,
presas de llantas, presas de mampostería, presas de gaviones) se aplicó la siguiente fórmula:
(Ancho de sedimentos captados m) X (Altura promedio de sedimentos captados, m) X
(Longitud de sedimentos captados, m) X (Densidad de azolves captados, ton/m3)/ 2
Para obras lineales (acomodo de material vegetal muerto, cordones de piedra, terrazas de
formación sucesiva y de muro vivo) se utilizó la fórmula siguiente:
(Largo total de las barreras, m) X (Altura promedio de azolves, m) X (Ancho de azolves, m) X
(Densidad de sedimentos, ton/m3)/ 2
Para obras con sistemas con zanjas (zanja trinchera, tinas ciegas, zanja bordo continuo) se
utilizó la fórmula:
(Ancho de zanja, m) X (Largo de zanjas, m) X (Altura de zanja, m)
Para presas (Presas de malla de alambre electro soldada o ciclónica, presas de morillos,
presa de ramas, presas de piedra acomodada, presas de costales, presas de geocostales,
presas de llantas, presas de mampostería, presas de gaviones) su cálculo se basó en:
(Ancho de presa, m) X (Altura efectiva de presa, m) X (Longitud de proyección, m)/2
Para obras en barreras (acomodo de material vegetal muerto, cordones de piedra, terrazas
de formación sucesiva y de muro vivo):
(Largo de barrera, m) X (Altura de barrera o bordo, m) X (Longitud de proyección, m)/2
De esta forma, con las mismas tablas volumétricas por categoría forestal se pudo estimar el
crecimiento en diámetro y altura por especie, lo cual permitió obtener valores
convencionales a diferentes años, lo que a su vez posibilitó estimar la captura de carbono en
reforestaciones a mediano plazo, por supuesto con los descuentos correspondientes de
supervivencia hasta los cinco años de establecida la plantación.
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Cada uno de estos instrumentos permitió captar las particularidades de cada categoría;
además, su procesamiento digital (hoja de captura) permitió identificar y cuantificar las
características de cada una de ellas, de tal forma que se pudieron trasladar inmediatamente
al análisis cuantitativo.
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Capítulo 4
Evaluación de gestión
En este apartado se presenta un análisis crítico del funcionamiento del Programa en sus tres
categorías, revisando el cumplimiento de sus Reglas de Operación, el proceso de gestión,
así como la operación y continuidad (entre otros indicadores) que tienen las acciones del
Programa.
Debe mencionarse que los técnicos responsables del manejo forestal en ejidos y
comunidades silvícolas, fungieron como enlaces en 15.8% de los predios apoyados, y la
participación de los municipios se incrementó con relación al año anterior en 14% del total
de predios apoyados con acciones de saneamiento.
Lo anterior responde a que en 80% de los casos los beneficiarios han sido sujetos de otros
apoyos por parte de la institución, ya sea para reforestación o conservación de suelos, lo
cual permitió que contaran con información mediante los técnicos del Programa sobre la
apertura de la convocatoria y requisitos para participar en las acciones de saneamiento.
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Respecto a la infraestructura con que se cuenta para realizar las acciones sanitarias, ésta es
insuficiente, ya que en las gerencias visitadas se carece de equipo elemental como GPS,
equipo de seguridad para la toma de muestras en partes aéreas, microscopios para
determinación de las especies, entre otros.
De los beneficiarios, 75% consideró que la oportunidad del apoyo fue buena, partiendo del
hecho de que nunca se habían realizado trabajos para atender los problemas sanitarios, tanto
en plantaciones como en el bosque natural; sin embargo, 70% considera muy tardados los
tiempos de liberación de recursos, lo cual, en muchos de los casos, determinó la superficie
y grado de intensidad de algunas acciones.
La inversión económica para el desarrollo de una acción sanitaria comienza con la gestión
por parte de los productores para la obtención del apoyo, que si bien es diferente en cada
uno de los casos, en general ésta absorbe alrededor de 25% de los costos1, entre papelería,
1
De acuerdo con la percepción de los representantes de ejidos y comunidades entrevistados.
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De acuerdo con las consideraciones antes expuestas, los recursos otorgados por unidad de
superficie son insuficientes, pues no permiten desarrollar acciones que contengan como
mínimo un proyecto integral de saneamiento, lo que aunado al costo promedio del jornal de
$100, no satisface al menos 50% de las necesidades de recursos económicos para ejecutar
una acción sanitaria. Como ejemplo, se tiene que para podar muérdago en una hectárea se
requieren por lo menos doce jornales2 en un área moderadamente afectada.
Consecuente con lo anterior, 40.4% de los beneficiarios considera que el monto del apoyo
otorgado es bajo, cuadro 11, asimismo 33.3% califica la cantidad de recursos fijados para
una hectárea como regular, lo que indica que los beneficiarios tuvieron que realizar las
acciones sanitarias ajustándose a dichos montos, lo que se tradujo en una disminución de la
superficie tratada y de la calidad de las actividades realizadas.
Otra de las fortalezas que presentan las Reglas de Operación, es el hecho de contar con
expedientes de las acciones sanitarias, en los cuales se incluyen dictámenes de factibilidad
y conclusión de la obra, incluyendo datos sobre el estatus sanitario de los árboles tratados,
2
Dato dado para el centro del país en bosque de pino encino, de acuerdo con la entrevista a los beneficiarios de la Categoría.
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Evaluación del PROCOREF
De igual forma, las Reglas representan un valioso instrumento de información para los
beneficiarios, quienes pueden tener claridad sobre sus derechos y obligaciones para con el
Programa, asimismo brindan certeza de que la calificación de predios a apoyar y monto de
los apoyos corresponden con los problemas sanitarios que se presentan en sus predios
forestales.
La información contenida en los expedientes técnicos presenta una validez de 94.2% para
los predios beneficiados, lo cual, aunque en apariencia representa un alto valor obtenido, no
debiera ocurrir y su valor debe ser de 100% de manera obligatoria; sin embargo, se
presentan inconsistencias tanto en el padrón de beneficiarios como en la modalidad de
apoyo para algunas categorías de daño apoyadas, lo cual se atribuye, por un lado, a la
insuficiencia de recursos para focalizarlos en áreas severamente afectadas por muérdago y,
por el otro, a la no actualización de los padrones de la Categoría.
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Evaluación del PROCOREF
Los beneficiados con apoyos de Sanidad Forestal en 71.9% de los casos mostraron tener
conocimiento sobre los beneficios del Programa; sin embargo, desconocen en gran parte su
operatividad y Reglas de Operación, pues en su mayoría ignoran las características propias
de la Categoría, como son: modalidades de apoyo, categorías de daño, derechos y
obligaciones para con el Programa, entre otros.
Debe de mencionarse que la totalidad de los productores apoyados conoce las actividades
de reforestación y conservación y restauración de suelos apoyados por la Comisión, pues la
mayoría ha recibido beneficios relacionados con estas actividades en años anteriores.
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Evaluación del PROCOREF
De igual forma, para la región centro su participación fue muy activa, pues en algunos
ejidos se emplearon en la recolección de conos dañados como control cultural, asimismo
realizaron acciones a la par de los hombres en la corta de ramas infestadas por muérdago en
las partes bajas del dosel forestal.
En ese sentido, existen ventajas y desventajas para desarrollar cada una de las acciones
encausadas a la atención de un área afectada; en primer lugar, la gestión de apoyos requiere
de comités específicos para esta actividad, los cuales a través de cuotas o con dinero del
mismo ejido, reúnen los requisitos y participan presentando su solicitud. Lo anterior se
traduce en una desventaja para los ejidos, pues en caso de no ser seleccionados con el
apoyo, enfrentan un desánimo general entre sus compañeros, llegando incluso a decidirse a
no participar en otros años, provocando entre otras cosas pequeños conflictos entre ellos.
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Evaluación del PROCOREF
Cabe destacar que la participación de los ejidos y comunidades permite contar con mano de
obra disponible a realizar las acciones sanitarias, generando conciencia entre todos los
dueños o poseedores de los recursos forestales, asimismo, en muchos de los casos éstos
adquieren conocimientos esenciales sobre el manejo del bosque y la ecología.
En general, la incidencia del sector rural social en las acciones de saneamiento ha permitido
trabajar grandes superficies pertenecientes a ejidos y comunidades forestales, pero es
necesario que los participantes conozcan de manera completa la normatividad a la que están
sujetos los apoyos otorgados, con el propósito de evitar problemas o situaciones que vayan
en desmedro de la participación en las acciones sanitarias apoyadas por la CONAFOR.
Para 85.7% de los beneficiarios encuestados la difusión de la Categoría fue buena, mientras
que para 12.9% resultó regular (debido a que tuvieron que trasladarse a las oficinas de
dependencias públicas para poder acceder a la información necesaria que les permitiera
presentar la solicitud de apoyo), y sólo el restante porcentaje la consideró como mala.
Por otro lado, 98.6% de los encuestados declaró conocer a la CONAFOR como la
dependencia responsable de la instrumentación de los apoyos. El porcentaje restante, a
pesar de recibir el beneficio, no recordó el nombre de la dependencia que se lo otorgó.
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Evaluación del PROCOREF
Con respecto a la pertinencia de los tiempos en que se entregaron los apoyos económicos
para dar inicio a las obras de conservación, se puede establecer que los meses en que las
Reglas de Operación prevén estar otorgando el recurso no corresponden al periodo de
lluvias que se presenta con más frecuencia en las entidades del país.
Lo anterior trae consigo un problema para aquellos terrenos que presentan sinergia de
categorías (Suelos y Reforestación), dado que el dinero correspondiente a las actividades de
reforestación fue entregado cuando ya estaba liberado el apoyo para las acciones de
conservación de suelos, y puesto que éste último se entrega en el último tercio del periodo
de lluvias las plantaciones presentan un porcentaje de supervivencia menor al que tendrían
si los tiempos se ajustaran a los meses donde el suelo presenta mayor humedad.
Bajo el mismo contexto, el tiempo de publicación de la convocatoria fue tardío con relación
a la necesidad de los beneficiarios de realizar la apertura de las obras de conservación de
suelo antes del periodo de lluvias, a fin de aprovecharlo para observar el comportamiento
de las presas filtrantes, zanjas de infiltración o prácticas vegetativas.
a. La publicación tardía de las Reglas de Operación que acortó los plazos para cumplir, en
tiempo y forma, con todas las actividades que enmarca el establecimiento de las obras
de conservación y restauración de suelos.
b. La ministración tardía de recursos que causó un desfase entre las actividades de
planeación y ejecución de los proyectos de la Categoría, lo que a su vez provocó, en
algunos casos, la inaccesibilidad a los predios por la presencia de lluvias.
c. El presupuesto limitado que derivó en la falta de personal técnico de apoyo que
realizara los dictámenes de factibilidad y de conclusión de la obra.
d. Las largas distancias que presentan algunos predios donde se establecieron las obras de
conservación y restauración de suelos, que se traduce en un mayor gasto de combustible
y tiempo de operación.
e. La falta de equipo y herramientas de oficina, así como de vehículos adecuados para
llevar a cabo las distintas actividades de campo que enmarcan las Reglas de Operación
para la Categoría.
f. La carencia de personal técnico para brindar asesoría técnica y capacitación a los
beneficiarios al momento de realizar las obras.
g. La tenencia de la tierra que en algunos estados dificulta o imposibilita a los ejidatarios y
comuneros para acceder al Programa, dado que no cumplen con la superficie mínima
que es de 5 ha.
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Evaluación del PROCOREF
h. La falta de compromiso y la apatía por parte del beneficiario cuando se da cuenta que el
trabajo que tendrá que realizar es mucho mayor al monto con el que es apoyado por la
Comisión para la realización de la obra.
i. La inestabilidad laboral de los técnicos externos que provoca una falta de compromiso
con la institución y con los beneficiarios apoyados.
Uno de los aspectos más importantes del Programa es la oportunidad del apoyo, puesto que
de ella depende, en buena medida, un mayor éxito en la captación de agua de lluvia,
volumen de azolve retenido y disminución de los escurrimientos. Para 28.6% de los
beneficiarios encuestados la oportunidad en la entrega fue muy buena y para 47.1%
buena, dado que el apoyo les llegó en el periodo comprendido de junio a agosto.
El porcentaje restante (24.3) indicó que el apoyo recibido fue regularmente oportuno, dado
que fue otorgado en los meses de septiembre y octubre, periodo donde las lluvias
comienzan a ser menos frecuentes y donde la anegación de las áreas de trabajo dificulta, en
muchos de los casos, el traslado de los materiales y el arribo de los jornaleros. Con base en
lo anterior, se puede afirmar que, no obstante la publicación tardía de las Reglas de
Operación, la entrega oportuna de los recursos fue lograda de manera aceptable.
El monto del apoyo fue calificado como bueno por la mayoría de los encuestados (62.9%),
puesto que les permitió establecer la obra sin la necesidad de desembolsar dinero propio;
sin embargo, para 31.4% de beneficiarios fue de regular suficiencia para cumplir con el
compromiso enmarcado en la carta de adhesión, es decir, que lograron realizar los
proyectos pero con menos jornales de los que se pensaba, lo que implicó un esfuerzo físico
mayor y algunos gastos.
Es conveniente mencionar que 5.7% consideró que el recurso otorgado por la CONAFOR
para llevar a cabo las acciones de conservación y restauración de suelos fue bajo, puesto
que tuvieron que sufragar algunos costos con dinero propio.
Cabe señalar que 21.4% de los beneficiarios que calificaron el recurso como de suficiencia
regular y baja, invirtieron un mayor recurso al establecido en la carta compromiso que se
firmó de acuerdo a las Reglas de Operación, siendo distribuido en los rubros de asistencia
técnica, transporte de materiales, compra de equipo y herramientas.
El rubro de asistencia técnica fue realizado por 1.4% de los beneficiarios, que gastó en
promedio $5,000; con respecto al transporte de materiales, éste fue efectuado por 8.5% de
los encuestados, quienes gastaron una cantidad promedio de $7,812. Es preciso resaltar que
la inversión hecha para la compra de equipo y herramienta, así como la comida de los
jornaleros, fue llevada a cabo por 5.8% de los beneficiarios, quienes erogaron en promedio
$4,750.
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Evaluación del PROCOREF
Es conveniente mencionar que uno de los avances en materia de regulación y control de las
actividades que realiza la Comisión, es la aplicación de las Reglas de Operación como eje
rector de la mecánica operativa de los Programas que administra. Sin embargo, dichas
normas han sido cuestionadas por varios actores del proceso de planeación, otorgamiento y
ejecución de los apoyos que brinda el PROCOREF.
La asignación de metas es más eficiente, de acuerdo con 20.8% del personal operativo,
dado que la programación de actividades es más específica, los objetivos que se proponen
alcanzar son más puntuales, y el conocimiento que se tiene de las áreas prioritarias es
mayor. De acuerdo con las opiniones del personal operativo, 16.7% declaró que el que se
pueda unificar recursos para abarcar una mayor superficie al momento de establecer las
obras es una fortaleza que se ha logrado con las Reglas de Operación.
Por otro lado, en lo que concierne a las principales debilidades que se atribuyen al hecho
de trabajar con las Reglas de Operación, se puede establecer que la exclusión de las
necesidades estatales, al momento de fijar las metas y establecer los montos de apoyo para
cada una de las entidades fue la inconformidad más señalada por el personal operativo
(41.7%), dado que éstos argumentan que los costos de operación, salarios mínimos y
condiciones del terreno, son muy variables a lo largo del país.
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Evaluación del PROCOREF
Otra debilidad de la normativa fue que los tiempos de la asignación de recursos son
inoportunos. Esto debido a que la publicación de la convocatoria fue tardía y el margen de
operación propuesto al interior del Programa fue muy corto, lo que provocó que las obras se
realizaran en el último tercio del período de lluvias o fuera de éste, causando así una
disminución en la eficiencia de dichos trabajos.
En este sentido, cabe enfatizar la necesidad de que la información que se establece en las
actas de factibilidad, conclusión y expediente técnico, sea completamente homogénea, dado
que se observó que se siguen utilizando unidades de suelo tanto de FAO como del USDA.
Asimismo, la información de referencia geográfica en los expedientes se presenta de tres
formas diferentes: en unidades UTM, en la parrilla hdddº mm’ ss.s’’ y en radianes, lo cual
dificultó el cálculo del grado de precisión de los polígonos encontrados en campo.
En adición, las unidades de medida se presentan de distintas formas, ejemplo de ello es que
las presas de piedra acomodada se toman como piezas o m3; las presas de morillos en m, m2
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Evaluación del PROCOREF
o m ; las zanjas de infiltración en piezas, m3, o en ha, y las terrazas individuales en piezas o
3
ha.
Por otra parte, cabe resaltar que con el fin de que en futuras evaluaciones se agilice la
comparación de datos de campo con los establecidos en el expediente, se requiere la
creación de una base de datos que contenga las tablas de los dictámenes de factibilidad y
conclusión de obra, así como el expediente técnico.
Aunado a lo anterior, 12.9% de los encuestados indicó que el dinero recibido se destinó al
pago del transporte de materiales y al costo de operación de los jornaleros encargados de
las acciones de conservación y restauración en sus predios. De igual forma, 2.8% afirmó
haber cubierto los costos de la colocación de cercos de protección, al mismo tiempo que
pagaba las actividades principales de la apertura de terrazas individuales.
La eficiencia en el uso de los subsidios otorgados para realizar las obras a las que fueron
asignados fue buena, ya que 100% de los beneficiaros cumplió con la entrega completa de
las obras de conservación y restauración de suelos contenidas en la carta de adhesión,
aplicando así los recursos que les fueron otorgados para el logro de los objetivos del
Programa.
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Es importante hacer mención que 84.6% de los beneficiarios conoce la diversidad de obras
de apoyo de la Categoría, sin embargo 15.4% de los encuestados mencionó que sólo se
encuentran informados sobre las obras que realizaron, sin tener un panorama general de
todas las que son factibles de ejecutar en sus predios.
Con base en lo anterior, se observó que a pesar de presentar un aumento de 9.6% con
relación al ejercicio 2004 (en cuanto al conocimiento de la diversidad de obras) existe la
necesidad de complementar la difusión de la Categoría hacia los ejidos y comunidades
inmersos en las zonas prioritarias a donde se dirigirán los apoyos en años subsiguientes.
Con base en lo anterior, podría suponerse que algunas de las actas de respaldo estuvieron
incompletas, sin embargo, cabe precisar que 100% de los registros proporcionados por las
Gerencias Estatales para llevar a cabo la evaluación, contó con toda la información
pertinente al tipo de obra, dimensión, impacto, propósito y costo. Esto hace necesario que
en ejercicios futuros la integración de expedientes se dé a conocer completamente al
productor beneficiado y se le proporcione copia de éste.
Los beneficiarios apoyados por la Categoría fueron en 94.3% hombres, que aunado a la
actividad forestal también desempeñan labores agrícolas (71%), siendo importante resaltar
la participación de la mujer con el restante 5.7%. Lo anterior se debe a que la tenencia de la
tierra en el medio rural por razones históricas ha sido predominantemente masculina, y la
mujer, en la mayoría de los casos, sólo accede a los programas cuando el esposo emigra a
los Estados Unidos.
En el ejercicio 2005 la mujer participó, entre otros aspectos, en actividades tales como: la
integración de expedientes, la gestión ante la CONAFOR, el traslado de materiales, el
diseño de la obra, la construcción de ésta, la contratación de jornaleros, la atención a
técnicos externos para realizar los dictámenes enmarcados en el expediente y la visita del
personal de Evaluación Externa.
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Evaluación del PROCOREF
Cabe mencionar que los particulares conciben el recurso como una adición al dinero que ya
está destinado a la recuperación de sus áreas degradadas, mientras que el ejido valora el
apoyo como una fuente de empleo de donde obtendrá una retribución económica por su
trabajo. Debido a lo anterior, los pequeños propietarios desembolsan recurso propio para
establecer un mayor número de presas, zanjas o barreras, cuando los ejidatarios tienen que
buscar la mejor forma de hacer más eficiente el recurso otorgado.
La condición en que se encuentran las obras es un aspecto que reviste gran importancia,
puesto que está estrechamente ligado con la calidad de las mismas. En este rubro la
propiedad privada fue el tipo de tenencia que mejores obras presentó al momento de la
evaluación, pues un mayor número de éstas presentaban un rango de conservación de bueno
a muy bueno. Los ejidos también realizaron trabajos de buena calidad, pero el rango de
conservación fue un poco menor que el encontrado en predios particulares.
Para tener una mejor apreciación del número de jornales generados por la Categoría, se
estimó la cantidad que se empleó para el establecimiento de las obras. Con base en las
3,783 hectáreas evaluadas que utilizaron 60,755 jornales se tiene un promedio de 868
jornales por predio y 16.1 por ha. De tal forma que el número de empleos temporales
generados por el PROCOREF en su categoría de Conservación y Restauración de Suelos
Forestales, considerando la superficie total atendida en 2005 (38,960 ha), fue de 627,256
jornales directos.
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Evaluación del PROCOREF
Bajo este esquema, se puede afirmar que, dado que el dinero que cobra un trabajador por
día presenta variación de una región a otra, el esfuerzo físico de los jornaleros es mayor en
aquellas áreas donde el beneficiario sólo puede contratar algunos trabajadores, debido al
salario mínimo alto. Cabe mencionar que en el norte del país se utilizaron 15 jornales
promedio por ha, mientras que en la zona centro fueron contratados 18 trabajadores por
unidad de superficie, y en la zona sur las obras se establecieron con 31 ejidatarios en
promedio por ha.
La calificación que otorgaron los beneficiarios a la difusión del Programa fue positiva ya
que 64.7% consideró que fue buena y 7.7% muy buena; los beneficiarios que calificaron
de regular la difusión fueron 25.1%, y los de poca difusión fueron 2.4%.
En este sentido, el trabajo que realizaron para su difusión los técnicos y las instituciones
encargadas de la reforestación fue importante, lo cual se vio reflejado en los niveles de
participación de los beneficiarios. De acuerdo con esto, 41.5% de los productores
entrevistados declaró haberse enterado del Programa a través del personal encargado del
mismo, 17.9% fue avisado por medio de técnicos forestales (lo que equivaldría a que casi
60% de los beneficiarios está enterado del Programa por difusión de personal ligado a la
CONAFOR), 29.5% estuvo informado por el personal de las instituciones de la
administración pública o dependencias oficiales. La radio, la televisión y los periódicos
tuvieron una difusión importante, ya que entre los tres medios alcanzaron 9.7%. Otros
medios (internet, comisariados ejidales y familiares) representaron 1.4% de la difusión.
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B 120
e
n
e 100
f
i
80
c
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o
40
s
20
0
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12
Me s de 2005
C onoc imie nt o de la c onvoc a t or ia Ent r e ga de doc ume nt os R e c e pc ión de doc ume nt os
Ent re ga de a poyos Te rmina c ión de la re f ore st a c ión Visit a de los t é c nic os
Este comportamiento sugiere una normalidad, pero es necesario relacionarlo con la especie
y temporada de lluvias, ya que la normalidad administrativa no siempre es la normalidad
biológica. De todas formas, de acuerdo con los beneficiarios, los tiempos de entrega de los
apoyos en 62.8% de los casos fue considerado oportuno.
Conforme a la opinión de los beneficiarios los principales problemas operativos fueron los
relacionados a la calidad de la planta (20.3%), la fecha inadecuada de entrega (17.9%),
así como la falta de seguimiento (12.6%) y el maltrato de las plantas en su
transportación (10.6%). Otras causas importantes fueron: el tipo de especies solicitadas
diferentes a las que fueron entregadas (8.7%), la falta de preparación de terreno para la
reforestación (5.3%) y la calidad del trabajo de reforestación (4.3%). En el renglón de otras
causas se mencionaron: falta de asesoría, falta de recursos para transportación de la planta,
falta de recursos para cercar, sequía y pastoreo de la zona, principalmente (20.3% entre
todas ellas).
Para los técnicos encargados del Programa la falta de equipo (vehículos, de oficina, para
levantamiento técnico, para producción, entre otros) fue el principal problema operativo
(una tercera parte de los entrevistados lo expusieron en la entrevista, a pesar de que los
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Evaluación del PROCOREF
PSTF fueron contratados con equipos incluidos para ciertos trabajos técnicos ); otro de los
problemas con similar porcentaje fue la falta de personal, sobre todo porque al que se le
contrató estuvo de manera temporal y con una evidente falta de compromiso. Un tercer
problema fue el seguimiento y la supervisión de los trabajos, esto como consecuencia de la
falta de equipo y personal. Otros problemas presentados fueron: las distancias e
inaccesibilidad a zonas prioritarias, falta de coordinación para realizar los dictámenes de
factibilidad, la gente a cargo de los dictámenes no fue de la CONAFOR (externos), así
como la falta de participación de los beneficiarios en la operatividad, cuadro 13.
Dado lo anterior, se tiene que 62.8% de los beneficiarios consideró que la entrega del
apoyo fue Oportuna o Muy oportuna, pero una cuarta parte (25.6%) considera que la
oportunidad del apoyo puede calificarse como regular y, finalmente, 10% la considera
como mala y muy mala.
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Evaluación del PROCOREF
Con relación a la suficiencia de apoyos, 42% de los beneficiarios señaló que el apoyo fue
suficiente, una tercera parte (33.3%) lo consideró como regular y 23.2% planteó que el
apoyo no fue suficiente. Por supuesto, esto es declarativo, más adelante en el análisis de
impactos económicos se estiman porcentajes de apoyo institucional y de aportación de los
beneficiarios, lo cual puede ofrecer un parámetro con mayor grado de confiabilidad en
términos de suficiencia de apoyos.
Además, las consideraciones sobre la suficiencia de los apoyos también tienen que ver con
la tipología misma de los beneficiarios, como son: estatus económico, edad, nivel de
educación, entre otros; así como la oportunidad del apoyo y el monto del mismo. Algunas
de estas características pudieron obtenerse en el trabajo de campo, pero por sí mismo este
sería un tema para un análisis detallado a futuro.
Otra debilidad fue la falta de una mayor sensibilidad y difusión en torno a la función y
responsabilidad de todos los miembros del Comité Operativo, es decir, la responsabilidad
de selección y determinación de apoyos, así como de conseguir recursos, ya que sólo recae
en miembros de la CONAFOR y no de todos los representantes de las dependencias
participantes en él. Por último, se consideró (de acuerdo a los entrevistados) que el Comité
Operativo debería tener mayores atribuciones, sobre todo para solicitar apoyo de
autoridades estatales y otras dependencias, lo cual no se vio reflejado en las Reglas de
Operación 2004-2005.
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Evaluación del PROCOREF
Dada la normatividad vigente (Reglas de Operación 2004), para obtener los apoyos los
beneficiarios llenaron los formatos correspondientes con información sobre los datos
generales del solicitante, datos del predio, especie solicitada, coordenadas geográficas,
situación legal del predio, entre otra información, lo cual permitió dar una mayor
certidumbre al proceso. Además, el dictamen de factibilidad y el de finalización de la obra
formalizaron que la información que se registró en las cédulas de plantación fuera válida.
Este es un tema importante para revisar con los técnicos encargados de la divulgación,
debido a que el porcentaje es bajo, entendiendo que todos los beneficiarios llenaron sus
solicitudes y recibieron información sobre sus obligaciones y responsabilidades, y no sólo
del apoyo al que se hicieron acreedores.
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Evaluación del PROCOREF
En 95.6% de los predios evaluados se tuvo acceso a los expedientes técnicos, siendo
elementos importantes los siguientes: la ficha de registro de la solicitud del apoyo, el
dictamen de factibilidad técnica y dictamen de conclusión de obra. La información
contenida en éstos facilitó la identificación de los beneficiarios y de los predios a evaluar,
así como la verificación de los apoyos entregados.
Es importante señalar que en las gerencias estatales se tiene que trabajar en tres aspectos
para mejorar los expedientes: la georreferenciación de los predios, la verificación en campo
de la reforestación (principalmente cuando hay fraccionamiento de predios), y el
seguimiento a las indicaciones técnicas (densidad, especie, fecha de plantación, etc.).
La tipología de los beneficiarios permitió observar que 51.9% de ellos fueron ejidatarios, de
los cuales 17.9% con predios menores a 5 hectáreas, lo cual tuvo implicaciones disímiles
para el logro de los objetivos del Programa.
Por una parte, para los ejidatarios el apoyo del PROCOREF permitió activar tres procesos:
a) la generación y pago de jornales a grupos ejidales, b) la realización de acciones de
reforestación en predios que sin este apoyo no se hubieran realizado debido a la baja
capacidad económica de los propietarios, y c) la sensibilización de los representantes y
grupos ejidales sobre el cuidado de sus recursos forestales.
Por otra parte, el apoyo a la propiedad privada permite también desarrollar acciones, tales
como: a) la revaloración económica y ambiental de los predios reforestados, y b) fomentar
la cultura y sensibilización forestal.
Es importante mencionar que 64.7% de los beneficiarios apoyados (casi dos terceras partes)
ocupó el apoyo del Programa para el pago de jornales. Asimismo, se debe señalar que este
indicador debe ser motivo de un estudio más profundo que permita obtener mayores
evidencias en aspectos trascendentales, como son: tipología de beneficiarios, motivación e
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Evaluación del PROCOREF
Para el cálculo del número de jornales generados por la categoría, se consideraron los
siguientes factores: a) superficie apoyada, b) promedio de jornales por hectárea, y c)
modalidad de apoyo y monto asignado.
Con lo anterior se obtuvieron valores estimados del número de jornales generados por
hectárea y por modalidad de apoyo, al extrapolar estas estimaciones al total de la superficie
reforestada (180,412 ha), se tiene que a nivel nacional se generaron 1’497,420 jornales
directos por la categoría de Reforestación en 2005. En promedio por hectárea se generaron
8.3 jornales para el establecimiento de las reforestaciones; teniendo un mínimo de 4.4
jornales por hectárea en plantaciones de reproducción vegetativa y terrenos planos, y hasta
27 jornales en reforestaciones donde las condiciones de traslado de la planta, tipo de terreno
y especie reforestada ocuparon mayor trabajo.
Por el contrario, hay fases del proceso que no tuvieron aumento porcentual en el
cumplimiento, sobre todo las que tienen que ver con la protección a la plantación,
mantenimiento, seguimiento y evaluación, las cuales estuvieron en promedio por debajo de
35%. La falta de recursos, no sólo económicos sino de personal y de infraestructura, fue la
principal razón para su incumplimiento. La recomendación es la búsqueda de recursos a
través de instituciones académicas, sociales, dependencias estatales y organismos civiles
que puedan coadyuvar a las tareas de mantenimiento, seguimiento y evaluación de los
predios reforestados.
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Evaluación del PROCOREF
Enseguida se presenta el porcentaje promedio obtenido por cada una de las fases del
proceso, a partir de los cierres finales, información de las Gerencias Estatales e información
obtenida en campo, a través de las entrevistas a funcionarios y personal operativo del
Programa; cabe aclarar que no todos los 15 puntos tienen una estimación directa, ya que la
información obtenida no se presenta de manera homogénea. Asimismo, es necesario indicar
que dichos promedios no son comparables con su similar del ejercicio 2004, debido a que
representa una muestra y su construcción parte de fuentes diferentes.
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Evaluación del PROCOREF
Capítulo 5
Cumplimiento de metas
De acuerdo con el informe de avance financiero hasta noviembre de 2005, las metas
financieras de la Categoría fueron fijadas inicialmente en $8’568,000, incrementándose con
respecto al ejercicio 2004 en $1’240,000; sin embargo, durante el desarrollo del Programa
éste sufrió una reducción presupuestal de dos millones de pesos, quedando finalmente en
$6’568,000 destinados a subsidios a los beneficiarios.
Con este último monto presupuestal se llevaron a cabo las acciones sanitarias apoyadas
durante 2005, con un presupuesto ejercido de $6’394,000, cumpliéndose las metas
financieras en 97.4%, lo que denota un buen cumplimiento en este rubro. El recurso no
ejercido se atribuyó a causas originadas por el incumplimiento de acciones en predios, ya
que se retuvo 30% del apoyo correspondiente a los beneficiarios que no concluyeron las
acciones sanitarias.
Otro motivo por el cual no fueron cumplidas las metas financieras en su totalidad, se
encuentra relacionado con la renuncia al apoyo por parte de los beneficiarios, como sucedió
en el estado de Jalisco donde se tenía proyectado realizar un saneamiento en el Nevado de
Colima, que no se llevó a cabo siendo reintegrados a la CONAFOR los recursos otorgados,
ya que se trata de una zona federal, la cual, de acuerdo con las Reglas de Operación, no
debe ser sujeta de apoyo.
Las metas físicas en Sanidad Forestal se encuentran determinadas por los montos
programáticos asignados a las actividades de saneamiento para cada entidad federativa, en
donde el Comité Estatal y la Comisión fueron responsables de la asignación y distribución
de los recursos otorgados.
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Evaluación del PROCOREF
En ese sentido se programó el diagnóstico sanitario para 180,000 ha, lográndose llevar a
cabo estos trabajos en 233,988 ha, por lo que las metas programáticas en este rubro
rebasaron las expectativas en 30% de lo proyectado al inicio del Programa, ya que
existieron apoyos complementarios y del mismo PROCOREF adicionales, para llevar a
cabo estas actividades.
200 233.988
Miles de hectáreas
150 180.000
100
30.000 32.290
50
0
Diagnóstico Tratamiento
Debe mencionarse que los estados en donde fueron rebasadas las expectativas de
saneamiento se ubican en la parte centro y norte del país, sobresaliendo, en primer lugar, el
Distrito Federal con un cumplimiento de 418.5%, lo que fue debido principalmente a los
recursos complementarios que maneja el Gobierno local.
Otras de las entidades federativas con alto cumplimiento en superficie saneada fueron:
Tamaulipas, Chihuahua, Sonora, Querétaro, Nayarit y Veracruz, rebasando sus metas en al
menos 30% de lo programado, situación que se atribuye a la disposición por parte de los
beneficiarios de sanear las áreas afectadas, utilización de aspersiones aéreas y, en algunos
casos, apoyos complementarios de los gobiernos estatales o dependencias.
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Evaluación del PROCOREF
De los predios evaluados, en 3.5% fueron otorgados apoyos para realización de trabajos
que no correspondieron con el estatus sanitario del bosque, asignándoseles una cantidad
mayor de recursos que los autorizados para ejecutar dichas labores. Esta situación se
presentó en predios de los estados de Durango (SAF170) y Chiapas (SAF13).
Lo anterior correspondió a los predios apoyados con acciones de poda de muérdago, los
cuales presentan una incidencia moderada de la plaga y se les apoyó con recursos
correspondientes a la modalidad de áreas severamente afectadas.
Otra de las violaciones a la reglamentación del Programa tiene que ver con la no realización
de acciones por parte de los productores en 1.7% de los predios apoyados, por lo cual los
recursos otorgados no fueron aprovechados en acciones para mejorar el estatus sanitario del
bosque o plantación, en el caso de las reforestaciones apoyadas en el Sureste, propiamente
en el estado de Quintana Roo, pues no se efectuaron los trabajos de saneamiento para el
control de barrenadores de meliáceas en cedro rojo.
Sin embargo, el atender los problemas sanitarios de manera aislada favorece el fracaso de
las acciones instrumentadas, ya que la mayoría de los predios tratados se encuentran
inmersos en zonas forestales que tienen problemas relacionados con plagas y enfermedades,
las cuales requieren de programas sanitarios de manejo a nivel regional.
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Evaluación del PROCOREF
tal manera que las acciones de saneamiento han sido relegadas en cuanto a presupuesto,
contando con techos financieros a nivel nacional similares a proyectos de desarrollo de
comunidades rurales o de grupos de trabajo.
250
234.0
220.3
200
Miles de hectáreas
150 171.6
100 119.9
31.9 32.3
21.3 25.0
50
0
2002 2003 2004 2005
Año
La actividad que más ha dado frutos en cuanto a avances es el diagnóstico sanitario, que
presenta un incremento en la superficie diagnosticada de 95.14% con respecto al año 2002,
lo que ha sido posible mediante el empleo de vuelos e indica que se ha adquirido
experiencia en esta actividad por parte de los técnicos responsables de la sanidad forestal.
De igual forma, las acciones que inciden de manera directa en la reducción de las plagas y
enfermedades, generando impactos en el estatus sanitario de los bosques y selvas, han
incrementado su superficie atendida con respecto a 2002 en 51.6%; sin embargo, este
porcentaje corresponde a menos de la mitad, si se toma en cuenta que durante 2004 la
Comisión diagnosticó la afectación de 65,125 ha por plagas y enfermedades forestales.
En ese sentido, las metas de la Categoría, en los últimos cuatro años, han sido fijadas de
acuerdo con el techo presupuestal, sin tomar en cuenta las necesidades reales de atención
hacia los ecosistemas forestales con problemas serios de salud, lo cual, aunado a la
superficie afectada que se acumula cada año incrementa sustancialmente los problemas
sanitarios.
Consecuente con los puntos tratados en el párrafo anterior, y con base en la distribución
presupuestal contenida en el avance financiero 2005 de la Categoría, en la figura 4 se
presentan las necesidades financieras inmediatas cuyo monto asciende a $34’434,000, lo
que permitiría atender al menos un número equivalente a las 65,125 ha afectadas durante
2004.
70000
60000 65,125
50000
40000 32,290
30000 34,434
17,073
20000
10000
0
Sup. afectada (ha) Sup. tratada (ha) Presupuesto asignado* Presupuesto necesario*
Fuente: UACh, con base en los informes financieros de la Categoría 2005 y resultados 2004.
*Valores nominales dados en miles de pesos, tomados del presupuesto total asignado a Sanidad Forestal en 2005.
Nacional 63
Evaluación del PROCOREF
Si se considera el anexo 12 de las Reglas de Operación emitidas para el ejercicio 2004 del
PROCOREF, y que rigieron también el ejercicio 2005, el presupuesto asignado para su
aplicación directa a actividades de Suelos Forestales fue, en este año, de $40’894,000,
ejerciéndose, de acuerdo al Cierre Nacional de la Categoría 2005, un total de $46’751,900,
es decir, 14.3% más de lo asignado en primera instancia. Lo cual denotaría un buen
cumplimiento de esta meta y la necesidad de habérsele asignado un incremento.
Con base en lo anterior, es conveniente mencionar que existe una apremiante necesidad de
destinar mayor cantidad de recursos para el establecimiento de proyectos futuros, más aún
si se toma en cuenta que la superficie que se atendió en el año 2005 representa una
extensión mucho menor (5.4%) comparada con el área total degradada (nivel ligero,
moderado y severo) en el país. Si bien es cierto que la restauración de áreas degradadas
tiene un alto costo, los beneficios ambientales y sociales que de ella se derivan justifican la
inversión realizada, lo cual sería benéfico para la sociedad en general.
La Gerencia de Suelos Forestales tiene a su cargo dos subprogramas que se avocan a frenar,
revertir y mitigar el deterioro del componente edáfico en los ecosistemas forestales. El
primero es el de protección, el cual se dirige a terrenos que presentan una degradación
ligera, con el fin de prevenir la aparición de cárcavas. El segundo es el de Conservación y
Restauración, que se encamina a predios con un proceso de deterioro moderado o severo,
con el propósito de favorecer las condiciones óptimas para la estabilización de los cauces
con el arribo de plantas pioneras.
Las gerencias regionales que más aportaron para la consecución del objetivo en comento,
fueron: Lerma Santiago, Valle de México, Noroeste y Bravo. Cabe mencionar que algunas
otras como: Balsas, Península de Yucatán, Cuencas Centrales y las del Pacífico, también
presentaron un incremento significativo en las hectáreas atendidas. En total se atendieron
143,428 ha que no estaban dentro de la meta propuesta por las gerencias regionales, aunque
el cumplimiento parcial de dos gerencias (Península de Baja California y Frontera Sur)
significó la desatención de 16,004 ha con algún tipo de degradación (cuadro 15).
El avance presentado por la Gerencia de Suelos Forestales con relación a sus metas físicas
puede calificarse como bueno.
Nacional 65
Evaluación del PROCOREF
Durante la visita de las obras no se observó algún caso de violación a las normas
establecidas para llevar a cabo el ejercicio 2005. Con base en la evaluación de gestión se
pudo establecer que los productores cumplieron con todas sus obligaciones, dentro de las
cuales destacaron:
Uno de los requerimientos técnicos demandado por la Categoría para poder llevar a cabo
las obras, es que el predio en cuestión esté dentro de las áreas prioritarias definidas con
anterioridad y publicadas en las Reglas de Operación, al respecto se puede establecer que
todos los proyectos visitados cumplieron con este requisito.
i) Éxitos
Nacional 66
Evaluación del PROCOREF
ii) Fracasos
• El cumplimiento parcial de la meta en superficie del subprograma de Protección, que se
dio por parte de la Gerencia Regional Península de Baja California (91.5%) y Frontera
Sur (64.4%).
iii) Fortalezas
• La experiencia que se tiene de trabajos anteriores para la consecución de metas que
impacten de manera significativa en la problemática de degradación de suelos en el
país.
• El alto cumplimiento en la meta de Protección de Suelos que se tuvo en 2005 por parte
de la mayoría de las gerencias regionales que operan en todo el país.
• La tendencia que se muestra en todas las gerencias regionales de un aumento paulatino
en la meta a lograr en el subprograma de Conservación y Restauración de Suelos
Forestales
iv) Debilidades
• El bajo impacto que se tiene con la meta propuesta año con año, pues la superficie
degradada del país, según estudios realizados por el Colegio de Posgraduados, es
mucho mayor que él área restaurada en los ejercicios anteriores.
• El número insuficiente de personal técnico con que se cuenta impide establecer metas
más elevadas, y el recurso otorgado para llevar a cabo la Categoría también es inferior a
las necesidades que ésta presenta.
Lo anterior refleja que el mayor avance en superficie atendida se dio en la vertiente de los
predios con degradación moderada a severa, lo cual es un acierto por parte de la Gerencia
responsable, tomando en cuenta la problemática de los suelos del país.
Como se observa en el cuadro 17, la superficie total del país es de 196 millones de ha, de
las cuales 6.3%, que corresponde a 12.5 millones, presenta degradación hídrica en nivel
ligero, moderado y severo. En este caso el nivel extremo no se tomó en cuenta, puesto que
la Gerencia de Suelos no atiende a las áreas forestales que presentan este grado de
afectación. Cabe mencionar que, en promedio, la degradación hídrica se encuentra en 7.5%
de la superficie que tiene a su cargo cada Gerencia Regional.
Con base en lo anterior, se puede establecer que el ejercicio 2005 tuvo una cobertura de
5.4% de la superficie con algún tipo de degradación hídrica en los ecosistemas de México,
lo que correspondió a un total de 666,384 ha atendidas con los dos subprogramas. En
promedio, por Gerencia Regional, se cubrió 7.8% del área degradada de las entidades que
abarcan. Esto exhibe que los resultados alcanzados hasta ahora no son muy significativos,
teniendo en cuenta la magnitud del problema que presenta el componente edáfico.
Nacional 68
Evaluación del PROCOREF
Cuadro 17. Correspondencia de las metas del ejercicio 2005 con la problemática
de los Suelos Forestales por Gerencia Regional (continuación)
Área Degradación Área Área
Gerencia Cobertura
total hídrica afectada atendida
Regional (%)
(ha) (%) (ha) (ha)
Frontera Sur 9’824,000 1.9 185,554 28,446 15.3
Península de Yucatán 13’981,100 15.1 2’109,054 47,282 2.2
Valle de México 557,700 15.6 86,795 12,595 14.5
Totales 195’924,800 7.5 12’409,655 666,384 7.8
Fuente: UACh, con base en la información proporcionada por la Gerencia de Suelos Forestales.
A pesar de que algunas Gerencias Regionales, tales como: Península de Baja California,
Frontera Sur, Valle de México y Pacífico Norte presentaron una mayor cobertura con
respecto a las otras, esto no fue suficiente, puesto que cubrieron solamente 14.4% en
promedio de la superficie total degradada que les corresponde.
Por lo consiguiente, es necesario que la Gerencia de Suelos Forestales pueda fijarse metas
más amplias, que al menos cubran 20% de la superficie total degradada en cada Gerencia
Regional, para que a mediano plazo se logre atender de manera integral y más profunda el
problema.
Para lograr lo anterior, es necesario tomar en cuenta que si con un presupuesto ejercido
de $46’751,900 se logró atender a 666,384 ha, que correspondió a 5.4% del total
degradado, entonces el recurso necesario para tener una cobertura de 20% ascendería
a $173 millones, una cifra que pareciera alta, pero si se consideran los beneficios la
inversión sería socialmente redituable.
De acuerdo con cifras del cierre del ejercicio 2005 del PROCOREF en lo que respecta a las
partidas de la categoría de Reforestación, se tiene que del presupuesto de apoyos federales
asignado se ejerció 99.4%. Se distribuyó el gasto en su mayor proporción en subsidios a
beneficiarios y en menor proporción en gastos para la evaluación y operación del Programa.
Nacional 69
Evaluación del PROCOREF
Tomando como metas financieras para la categoría de Reforestación las estipuladas en las
Reglas de Operación, se tuvo que dichas metas fueron rebasadas en 7 y 16%, en 2004 y
2005, respectivamente. Comparando el ejercicio 2005 con el del año anterior, se registró un
incremento de 8.5% respecto al monto ejercido, al contrario de lo que presentó la superficie
reforestada que tuvo un decremento de 5.4%, lo cual indica que con menor presupuesto se
reforestó mayor superficie en 2004 que en 2005 (cuadro 19). Esto implicó que una hectárea
reforestada en este último año significó un mayor costo para el Programa respecto al año
anterior.
Con relación a los resultados obtenidos por entidad federativa del Cierre Financiero 2005,
se tuvo que en 17 estados no se ejerció el presupuesto asignado en su totalidad en cuanto al
rubro de subsidios. En tanto que en los 14 restantes (45%) sobrepasaron la meta
programada, por lo que se requirió de mayor cantidad de recursos financieros. Por tanto, se
deduce que parte de los apoyos no alcanzaron a cubrir los costos de las labores de
reforestación, entre los que destacan: Baja California Sur (64%), Yucatán (58%), Veracruz
(50%), Guanajuato (48%), Colima (47%) y Coahuila (46%). Los puntos porcentuales
indican en cuánto rebasaron el presupuesto asignado con relación a lo estipulado en las
Reglas de Operación.
Finalmente, se puede deducir que las metas financieras señaladas en las Reglas de
Operación están siendo cumplidas satisfactoriamente en su totalidad, pero frente a la
realidad que muestra el país en que la superficie reforestada es inferior a la superficie
arbolada que se reduce cada año, aunado a lo ya acumulado, el presupuesto programado
para la categoría de Reforestación resulta insuficiente, lo que crea la imperiosa necesidad
de que dicha meta financiera sea incrementada como parte de una estrategia de
preservación y aprovechamiento racional del recurso forestal nacional, la cual deberá de ser
acompañada por una estrategia agropecuaria y de desarrollo urbano que ataque las causas
de la deforestación.
Nacional 70
Evaluación del PROCOREF
Los estados que presentaron mayor aporte en superficie reforestada, fueron: Puebla, Estado
de México, Hidalgo, San Luis Potosí, Guerrero, Veracruz, Morelos, Zacatecas, Tlaxcala y
Michoacán, en los que se obtuvieron mejores resultados, en promedio de 19% sobre la meta
programada de reforestación.
Nacional 71
Evaluación del PROCOREF
Asimismo 17 estados no alcanzaron la meta, entre los que destacan: Baja California Sur,
Tabasco, Sinaloa, Querétaro, Oaxaca y Quintana Roo, siendo este último el que presenta
menor aporte en cuanto a la reforestación.
Aún cuando los estados de Veracruz, Nuevo León, Coahuila y Jalisco fueron los que
tuvieron metas más altas (32% del total de la superficie reforestada), las alcanzaron
satisfactoriamente.
Finalmente, si comparamos las metas físicas con las metas financieras, se tiene como
resultado que los estados de: Veracruz, Coahuila, Michoacán, Jalisco, Chiapas y San Luis
Potosí, mostraron mayor correspondencia en cuanto a presupuesto ejercido y superficie
reforestada, los cuales acumularon 47.2% de lo ejercido y 39% del total de la superficie
atendida.
Otra falta observada en campo fueron los predios que incumplieron con la superficie
mínima de 5 hectáreas (15.9%), la cual respondió a diversas explicaciones dadas por los
técnicos responsables del Programa, estas causas fueron: dimensiones y tipo de propiedad
de la tierra, falta de asistencia técnica oportuna, retraso en la emisión de las mismas Reglas
de Operación y carencia de oportunidad o de información.
Los principales éxitos que se pueden observar en el presente ejercicio, específicamente para
la categoría de Reforestación, son: el cumplimiento de las metas físicas por arriba de las
metas establecidas y la generación de empleo temporal (el número de jornales estimado
está por encima del ejercicio 2004, aún siendo menor la superficie reforestada).
Nacional 72
Evaluación del PROCOREF
Como el principal fracaso de la categoría debe reconocerse el nulo incremento en las metas
físicas con relación al ejercicio inmediato anterior, así como la falta de seguimiento y
mantenimiento de los predios reforestados en los años previos.
La principal fortaleza observada tiene que ver con el grado de aplicación de las Reglas de
Operación, lo cual representa un incremento en la calidad del servicio, además de que éstas
uniformizan los criterios de calificación para dictaminar los apoyos.
Otra debilidad es que los tiempos administrativos pocas veces coinciden con los tiempos
biológicos de la reforestación, o de temporada de lluvias, lo que ocasiona que el
establecimiento en campo se vea alterado.
Por último, se considera como debilidad que el Comité Operativo se encuentre limitado en
sus atribuciones, y no pueda hacerse de apoyos y recursos estatales y de otras dependencias
para el fortalecimiento de la reforestación con acciones complementarias.
De acuerdo con la información del cuadro 21, los resultados registrados, a nivel nacional,
mostraron una disminución en 2005 de 5.4% en la superficie reforestada respecto al año
anterior, siendo que la meta fue la misma en ambos ejercicios. Con relación al porcentaje
de cumplimiento, en 2004 fue superior en 12%, mientras que en 2005 sólo en 6%.
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Evaluación del PROCOREF
Fuente: UACh, con base en los Cierres Nacionales de Reforestación 2004 y 2005. CONAFOR.
Nota: El Distrito Federal no fue considerado dado que las metas físicas fueron cubiertas por la CORENADER.
Respecto a los resultados de las reforestaciones realizadas en 2004 y 2005, los estados que
registraron aumentos en cuanto a la superficie, fueron: Nuevo León (104%), Sonora
(163%), Guanajuato (22%), Puebla (17%), Veracruz (16%), Guerrero (13%), Chiapas (5%),
Tlaxcala (5%) y Sinaloa (4%).
Nacional 74
Evaluación del PROCOREF
20,000
15,000
10,000
5,000
0
Aguascalientes
Baja California N
Baja California S
Campeche
Chiapas
Chihuahua
Coahuila
Colima
Distrito Federal
Durango
Guanajuato
Guerrero
Hidalgo
Jalisco
México
Michoacán
Morelos
Nayarit
Nuevo León
Oaxaca
Puebla
Querétaro
Quintana Roo
San Luis Potosí
Sinaloa
Sonora
Tabasco
Tamaulipas
Tlaxcala
Veracruz
Yucatán
Zacatecas
Fuente: UACh, con base en los Cierres Nacionales de Reforestación 2004 y 2005. CONAFOR.
La CONAFOR en los dos últimos años ha reorientado el PROCOREF para darle mayor
relevancia y aumentar el impacto de las acciones que apoya, asimismo ha promovido la
integración de categorías para la atención complementaria de áreas prioritarias. Aún así las
metas que se cumplen año con año tienen impactos menores a los requeridos.
Dichos impactos se han visto disminuidos debido a factores internos que se identifican con
la falta de recursos de la institución, los cuales no son sólo económicos, sino humanos y su
respectiva formación y compromiso, aunado a la falta de equipo y de infraestructura
institucional.
Por otra parte, los factores externos que limitan los impactos del Programa son derivados de
la corresponsabilidad en el uso de los recursos por parte de los beneficiarios, y se concretan
en la falta de seguimiento de las áreas reforestadas, en el nulo o poco mantenimiento de los
predios, y en el descuido y falta de protección de las superficies recuperadas.
Nacional 75
Evaluación del PROCOREF
físicas y financieras en un 100%, esto es, las metas de la categoría de Reforestación del
PROCOREF se deben incrementar al doble.
Para el cumplimiento de estas metas se estima que las necesidades financieras deberían
estar sobre el orden de los $291.6 millones, lo que permitiría atender, de manera más
decidida, la reforestación en México (figura 6).
400,000
350,000
360,000
300,000
291,619
250,000
200,000
150,000 170,000
135,000
100,000
50,000
0
Pérdida Neta (ha/año) Meta (ha/año) Presupuesto asignado Presupuesto requerido
Se debe señalar que una mayor asignación presupuestal implica un mayor compromiso en
el establecimiento y cumplimiento de metas, el cual debe ser correspondido con un
fortalecimiento institucional y una mayor participación de los beneficiarios.
Nacional 76
Evaluación del PROCOREF
Capítulo 6
Este apartado contiene los resultados obtenidos del estudio de Evaluación Externa de la
categoría de Sanidad Forestal e indicadores técnicos obtenidos del análisis de datos
recabados durante la fase de campo, mediante la obtención de una muestra representativa
de los predios apoyados con acciones de Sanidad Forestal por el PROCOREF 2005.
9000
8000
Muérdago
7000
Plagas y enfermedades
6000
Descortezadores
Barrenadores de las
Hectáreas
5000
de la raíz
Plagas de conos
meliáceas
4000
Otros agentes
Defoliadores
3000
2000
1000
Lo anterior obedece a que las acciones de saneamiento forestal se han abierto a la demanda
libre, por lo que muchas veces los beneficiarios, con el objeto de captar más recursos
económicos para sus comunidades, solicitan apoyo para el saneamiento de rodales
infestados por muérdago dentro de todo el bosque, y debido a que no se cuenta con datos
fehacientes por parte de la CONAFOR sobre los estatus sanitarios reales, el apoyo es
otorgado.
Nacional 78
Evaluación del PROCOREF
Aunque esto pudiese tomarse como un hecho grave que merma el impacto de los apoyos
otorgados, la realidad muestra que no es así, ya que los montos asignados por hectárea para
realizar las tareas de poda de muérdago son muy bajos, lo cual compensa la situación
expuesta en el párrafo anterior.
Debe de mencionarse que algunos de los predios apoyados con este componente en el
centro del país, presentan niveles de infestación muy altos, tratándose incluso de bosques
completamente afectados por la plaga, en donde las acciones sanitarias, más que
contrarrestar un problema sanitario, se enfocaron a la limpia del material muerto para
permitir con esto un mayor desarrollo de la regeneración natural.
Larvas de lepidópteros han afectado seriamente los doseles de masas arboladas en bosque
natural, siendo este el cuarto componente de apoyo en importancia de Sanidad Forestal para
2005, tratándose 715.7 ha para contrarrestar el efecto negativo de la plaga en la fisiología
de especies principalmente de coníferas.
Los tratamientos para barrenadores de las meliáceas continúan apareciendo entre los
principales problemas sanitarios atendidos con 30.3% del total de predios apoyados; sin
embargo, las 679.5 ha tratadas significaron apenas 3.7% del total de la superficie apoyada
por el PROCOREF 2005. Esta modalidad de apoyo se concentró en el Sureste del país,
donde el fenómeno de fragmentación de la propiedad y la naturaleza del problema que se
presenta en las plantaciones de cedro y caoba no permite realizar tratamientos en grandes
áreas, por lo que su impacto se reduce en gran medida, a pesar de los esfuerzos realizados
para controlar la plaga.
Nacional 79
Evaluación del PROCOREF
La principal especie hospedante atendida por la Categoría fue Pinus cembroides, con 28.8%
de la superficie afectada apoyada por el Programa (cuadro 23), el cual se encuentra
distribuido en las zonas semiáridas del centro del país y el noreste, asimismo, se pueden
encontrar algunas variedades en el noroeste. Su importancia radica en que la cosecha del
fruto representa una fuente adicional de ingreso para las comunidades que poseen áreas
boscosas con esta especie.
Esta situación obedece a que muchos de los bosques de piñonero del país se encuentran en
senescencia o fueron expuestos a periodos prolongados de sequía, lo que ha traído como
consecuencia su afectación por plagas de descortezadores y de conos, las cuales han llegado
inclusive a afectar el bosque en su totalidad, como se ha dado en la región del Alto
Mezquital, en Hidalgo.
El objeto de llevar a cabo el saneamiento de esta especie fue conservar la poca cobertura
vegetal con que cuentan los diferentes ranchos y ejidos de la Sierra Juárez, considerada
como el principal pulmón para la región fronteriza de México (Tijuana, Ensenada, Tecate y
Nacional 80
Evaluación del PROCOREF
Mexicali), así como para ciudades colindantes de la Unión Americana (San Diego y
Caléxico, entre otras).
Diversas especies de encino distribuidas en todo el país han sido afectadas por muérdago,
debido a que en zonas forestales perturbadas esta especie es la única que persiste por su
supervivencia, en cambio los pinos fueron afectados casi en su totalidad, como se puede
observar en bosques de Veracruz, Nayarit y Baja California, por ejemplo.
En ese sentido, los trabajos realizados para contrarrestar ese padecimiento en áreas
pobladas con Quercus sp significaron 9.6% de la superficie apoyada con acciones sanitarias
durante 2005; sin embargo, la principal amenaza para esta especie es su explotación con
fines de combustible para las actividades domésticas, ya que representa una buena
alternativa como leña, máxime en aquellas comunidades en donde no se tienen otras
especies para explotarlas con ese fin, principalmente en el centro y sur del país.
Nacional 81
Evaluación del PROCOREF
En ese sentido, y de acuerdo con el tipo de tratamientos utilizados, las acciones realizadas
para contrarrestar el problema de muérdago consistieron en la poda mecánica de los árboles
infestados con estas plantas parásitas, acción llevada a cabo por los mismos ejidatarios y/o
beneficiaros de los ranchos apoyados, significando 79.6% del total de tratamientos
realizados en 2005, figura 8.
Debe mencionarse que en 30% de los predios visitados únicamente se removió la parte
vegetativa del muérdago, dejando la estructura de inserción hacia los vasos de conducción
latente, por lo que existen predios en los cuales se observó el rebrote de la plaga; aunque no
se detectaron rebrotes severos o con una alta incidencia.
Esta situación evidencia que la falta de asistencia técnica para realizar las prácticas de
saneamiento tiene repercusiones en el impacto de las acciones sanitarias apoyadas, por lo
cual, debe reforzarse este aspecto en los años subsiguientes a fin de garantizar que los
trabajos se realicen con el respaldo técnico de la Comisión en campo, para asegurar con ello
un mejor resultado de las prácticas ejecutadas.
Nacional 82
Evaluación del PROCOREF
1600
Mecánico
1400
1200
1000
Hectáreas
800
600
Biológico
Químico
Cultural
400
200
El control químico fue empleado en 7.7% de los predios saneados, básicamente en aquéllos
afectados por barrenadores de las meliáceas, mediante la aplicación de mezclas bordelesas
para controlar la afectación causada por Chrysobotris yucatanensis al fuste de árboles de
cedro y caoba, asimismo, para el control de Hypsiphylla grandella se emplearon diversos
productos, tales como: Paratión metílico, Deltametrina, Lambda cialotrina, entre otros.
Para contrarrestar los problemas causados por los agentes antes mencionados, no basta con
realizar aplicaciones ocasionales de productos, ya que en muchos de los árboles tratados se
observan rebrotes de la plaga, por lo que la estrategia de Sanidad Forestal debe incluir un
manejo integral de los problemas a atender, y reforzar en todo momento con asesoría
técnica en cada una de las aplicaciones realizadas.
Muchos de los productos químicos aplicados son adquiridos por los propios beneficiarios
para realizar la acción sanitaria, principalmente en el Sureste, lo cual no garantiza que sea
el adecuado, o inclusive que se adquiera un producto en óptimas condiciones para su uso,
por lo que la Comisión tiene que incluir dentro de sus modalidades de apoyo alguna que
incluya estos insumos, a fin de garantizar la calidad y el tipo de pesticida a emplearse.
Referente a las acciones de control biológico, éstas fueron empleadas en 6.6% de los
predios apoyados, principalmente para controlar especies de lepidópteros defoliadores en
bosques de coníferas, pero no se ha tenido un seguimiento de estas acciones por parte de la
CONAFOR, y aunque en algunos casos ha resultado benéfico el empleo de agentes
biológicos, no se cuenta con datos reales sobre el impacto causado en la plaga.
Nacional 83
Evaluación del PROCOREF
Con base en la información recabada en campo, se tiene que las actividades realizadas
mediante la aplicación de hongos entomopatógenos (Beauveria bassiana y Metarhizium
anisopliae) han generado cierto desánimo entre los beneficiarios, ya que no aprecian los
resultados de manera inmediata, además de que la cepa del hongo empleado no se adapta en
un corto tiempo a las condiciones ambientales del área tratada.
El control cultural fue empleado en 6.1% de los predios apoyados con acciones de Sanidad
Forestal, llevándose a cabo principalmente en áreas productoras de piñón, donde se realizó
recolección y quema de conos plagados a fin de bajar las poblaciones de Conophthorus sp.
El PCSFC obtenido fue de 84.5, cuadro 25, lo que se considera como bueno, pues en
muchos de los tratamientos las acciones sanitarias abarcaron una superficie considerable, a
pesar de que los montos de los apoyos otorgados fueron considerados bajos por parte de los
beneficiarios, ya que el costo de la mano de obra e insumos con respecto a 2004 se
incrementó en 2005.
La categoría de daño con la superficie tratada más baja fue la de barrenadores de las
meliáceas, la cual presentó un índice de 55.8, situación debida, en gran parte, a que muchas
de las áreas tratadas no abarcaron la superficie contenida en los expedientes técnicos, pues
se trató de reforestaciones de 1 a 5 años de edad, en las cuales el área con cedros y/o caobas
no cubrió la totalidad de los predios declarados para la obtención de los apoyos.
Nacional 84
Evaluación del PROCOREF
Otra categoría de daño con baja cobertura en campo fue la de descortezadores que obtuvo
un PCSFC de 75.2, situación debida a que la superficie beneficiada con los tratamientos
aplicados dependió de la cantidad de metros cúbicos saneados, y no de la superficie, pues el
apoyo se ha venido dando en función de este parámetro, otorgando $100 por metro cúbico,
lo que, desde el punto de vista de los silvicultores, fue insuficiente dada la incidencia de la
plaga en los bosques sujetos del apoyo.
Para muérdago el índice obtenido fue de 88.3, lo cual es satisfactorio si se considera que en
la totalidad de los predios se realizaron acciones de control mecánico de la plaga, lo que
implicó la utilización de una gran cantidad de mano de obra, además de equipo de apoyo
(escaleras, ganchos, machetes y, en algunos casos, arneses para asegurarse al árbol).
Es importante mencionar que las acciones sanitarias para el control de muérdago han
abarcado superficies considerablemente mayores con relación a los demás componentes de
apoyo; sin embargo, los trabajos no han tenido una cobertura total en las áreas tratadas,
llevándose a cabo el saneamiento en aquellos rodales mayormente infestados por la planta
parásita.
Sin perjuicio de lo anterior, debe resaltarse que en muchos de los ranchos y comunidades
visitadas este componente ha generado empleo temporal para las personas que ahí habitan y
cuyas fuentes de empleo escasean, siendo el trabajo proporcionado por el Programa una
fuente adicional para complementar su ingreso anual.
Nacional 85
Evaluación del PROCOREF
Los PCSFC obtenidos para plagas y enfermedades de la raíz así como para conos, se
consideran satisfactorios y, en general, presentan un alto cumplimiento con la superficie
tratada en relación con la afectada, esto es debido a que muchos de los tratamientos se
aplicaron en ejidos forestales que obtienen algún beneficio económico del bosque, tal es el
caso de las áreas productoras de piñón y algunos aprovechamientos forestales.
En general, la superficie tratada con relación al área afectada que se programó en los
expedientes técnicos para sanearse, presentó un buen grado de cumplimiento, aunque debe
considerarse que las acciones apoyadas no garantizan un buen control de la plaga en los
predios apoyados, pues aunque se benefició una zona determinada, los problemas persisten
en las áreas aledañas o vecinas, lo cual significa un foco de contaminación latente.
Este indicador presenta un valor de 79.3, considerado como regular debido a que el padrón
de beneficiarios presenta algunas inconsistencias con respecto a la información contenida
en los expedientes y la superficie encontrada en campo, asimismo, el hecho que no se
hayan llevado a cabo acciones sanitarias en algunos predios disminuyó el valor de este
índice.
Dicha problemática, de acuerdo con las opiniones recabadas en las distintas Gerencias
Estatales visitadas, se encuentra relacionada a la falta de personal para realizar las
verificaciones en campo, por lo que muchas veces se toma el área contenida en el plano del
certificado agrario presentado por el beneficiario.
Otra de las causas que origina el incumplimiento en superficie está relacionada con la
insuficiencia de los apoyos, pues en algunos predios tratados se efectuó el saneamiento de
acuerdo a la disponibilidad de recursos, y como en la mayoría de los ejidos sólo se trabaja
con el apoyo otorgado, únicamente se realizaron los trabajos hasta donde alcanzaron los
recursos del primer pago (70%), según la opinión de los beneficiarios entrevistados.
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Evaluación del PROCOREF
El CAP obtenido fue de 98.2%, lo que refleja una mejoría con respecto al mismo
indicador para 2004; sin embargo, debe mencionarse que los problemas de incumplimiento
de acciones se siguen presentando en la región península de Yucatán, en donde la no
realización de las acciones no correspondió con la devolución de los recursos por parte del
beneficiario.
Debe mencionarse que para el caso de los trabajos efectuados en predios particulares, no se
presentaron incumplimientos, detectándose una mayor participación en cuanto al suministro
de recursos adicionales para la terminación de la acción sanitaria, lo cual es debido, en gran
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Evaluación del PROCOREF
parte, al interés individual que se tiene por aprovechar las áreas saneadas, ya sea para
recreación o conservación de la flora y fauna silvestre que aún persiste en dichas masas
arboladas.
Por tanto, la supervisión y seguimiento del Programa deben fortalecerse con el propósito de
que las acciones de Sanidad Forestal sean llevadas a cabo, pues, a pesar de ser poco el
apoyo que se otorga para realizarlas, actualmente es el único en su clase a nivel nacional
que atiende la problemática relacionada con la pérdida de recursos forestales ocasionados
por plagas y enfermedades en ejidos y comunidades de escasos recursos económicos.
El valor del indicador obtenido es considerado regular, pues a pesar de que se están
realizando acciones para suprimir a las plagas y enfermedades de los ecosistemas
forestales, la estrategia aplicada no ha obtenido buenos impactos a nivel general, debido a
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que los problemas se han atendido de manera aislada en cada uno de los predios, sin que se
tenga una estrategia de control para toda el área afectada, por lo que muchos de los agentes
causales continúan afectando las áreas tratadas.
El cuadro 28 muestra los valores del ICASF obtenidos para cada una de las categorías de
daño apoyadas en 2005, observándose que los problemas sanitarios con los índices más
bajos fueron: descortezadores (0.43) y barrenadores de las meliáceas (0.26), por lo que debe
ponerse especial atención a éstos, ya que para el primer caso se llevaron a cabo tratamientos
en áreas severamente afectadas por la plaga, al grado de que el bosque entero se encontraba
afectado.
Lo anterior, condicionó la calidad de las acciones sanitarias para esta categoría de daño,
pues las acciones efectuadas con relación a la magnitud del problema atendido fueron
mínimas, y no se logró tener un impacto sustancial en el bosque, ya que la plaga se
encontraba presente en las áreas circunvecinas, en las cuales no se llevó a cabo algún
control, ya sea por insuficiencia de recursos o porque pertenecen a otros ejidos,
comunidades o predios particulares.
Consecuente con lo antes expuesto, la Sanidad Forestal debe tomar un enfoque regional de
atención para aquellos bosques cuyos niveles de afectación aún permiten establecer
medidas de control, esto con el propósito de salvaguardar la cobertura vegetal en aquellas
áreas boscosas mediante actividades encausadas a la aplicación de tratamientos. Con esto se
intenta puntualizar que las masas forestales cuyo grado de afectación es alto, no deben ser
sujetas de tratamientos de esta índole, pues en realidad se trata de contingencias sanitarias
que deben ser abordadas de otra manera.
Con relación a los problemas de barrenadores de las meliáceas, la calidad de las acciones
sanitarias deja mucho que desear para 70% de los tratamientos aplicados, ya que como
consecuencia de la insuficiencia de personal en la Comisión que brinde asistencia técnica a
los beneficiarios, éstos aplicaron productos químicos a criterio propio, que si bien en su
mayoría se trata de moléculas que afectan a larvas de lepidópteros, no son las más
adecuadas para el control de la plaga.
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Evaluación del PROCOREF
Con relación a las acciones realizadas para el control de muérdago, éstas deben el valor de
su indicador principalmente a limitaciones en la poda de árboles del bosque natural, los
cuales por su altura no es posible sanearlos en su totalidad, quedando material contaminante
vivo en los rodales; sin embargo, en general, éstas acciones son consideradas satisfactorias
por la disminución de las fuentes de infestación presentes en el área tratada.
Este índice obtuvo un valor general de 6.7, lo que denota que los productores
instrumentaron las acciones sanitarias; sin embargo, factores como la oportunidad,
efectividad y, principalmente, aportes para la terminación de la acción sanitaria, presentan
calificaciones bajas, pues en la mayoría de los predios no se invirtió para completar las
tareas, en tanto se obtenía el 30% restante del apoyo.
El cuadro 29 muestra que las categorías de daño con los valores más bajos siguen siendo
descortezadores y barrenadores de las meliáceas, siendo plagas y enfermedades de la raíz,
así como otros agentes, los que obtuvieron los valores más altos, esto debido a que los
últimos tratamientos fueron efectuados en áreas forestales pertenecientes a ejidos y
comunidades con programas de manejo, los cuales cuentan con asistencia técnica
permanente.
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Evaluación del PROCOREF
Es importante resaltar que los aportes realizados por parte de los beneficiarios fueron en
especie, y en ninguno de los predios se detectó aportación económica, ya sea para la
contratación de mano de obra o compra de insumos, lo que denota que su prioridad en
cuanto a inversión para actividades forestales sigue siendo la reforestación con fines
comerciales, de acuerdo con la opinión de ellos mismos.
Las acciones de saneamiento forestal a apoyar por parte de la Categoría, son dictaminadas
por los Comités Estatales con base en las siguientes herramientas de apoyo: solicitud del
beneficiario, proyecto de saneamiento y dictamen de factibilidad técnica de la acción a
realizarse por parte de los técnicos de la Comisión, lo cual proporciona certeza de que el
área sujeta de apoyo es idónea para llevar a cabo los tratamientos.
De los predios tratados, 1.75% presentó acciones de saneamiento forestal diferentes a las
reportadas en el padrón de beneficiarios, lo que significó la segunda causa del valor
obtenido para CTRR, encontrándose, tanto en campo como en el expediente técnico,
actividades encaminadas a atender otros problemas sanitarios en una misma comunidad o
ejido, que si bien han tenido impacto en la masa arbolada apoyada, no permiten tener una
planeación adecuada de las acciones a efectuarse.
De igual manera, en 10.5% de los predios apoyados con poda de muérdago se encontraron
grados de infestación moderada, recibiendo apoyo para tratamientos de zonas con ataques
severos de la planta parásita, por lo cual estos diagnósticos no correspondieron con lo
establecido en sus respectivos expedientes técnicos.
Referente a las demás categorías de daño, los diagnósticos efectuados por la Comisión sí
correspondieron con los problemas sanitarios detectados en campo, asimismo, el tipo de
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Evaluación del PROCOREF
tratamiento sugerido fue el adecuado para atender el padecimiento que presentaron los
árboles saneados.
De acuerdo con lo anterior, el valor obtenido por este indicador es considerado como
regular y refleja claramente la problemática relacionada con la ejecución de acciones de
manera aislada, pues muchos de los predios tratados presentan rebrotes de plaga o
enfermedad por dos causas, principalmente: la primera, atribuible a su ubicación dentro de
grandes regiones afectadas y, la segunda, a que no se sanearon totalmente los predios.
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Capítulo 7
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Evaluación del PROCOREF
El presente estudio tuvo una cobertura de 3,783.1 ha distribuidas en 17 estados del país. Las
Gerencias regionales con mayor superficie evaluada fueron: Río Bravo (23.6%), Valle de
México (18.2%), Cuencas centrales (16.2%) y Pacífico Norte (12.9%). El porcentaje
restante se distribuyó en las otras entidades. El comportamiento de estas cifras se explica al
considerar que en estas gerencias históricamente se han realizado proyectos de mayor
superficie, pues la tenencia ejidal y los propietarios privados favorecen su ejecución por el
número de hectáreas en su propiedad.
Aunado a lo anterior, cabe señalar que para la evaluación del ejercicio 2005, tanto la
Gerencia regional del Noroeste como la ubicada en la península de Yucatán, no tuvieron
predio alguno dentro de la muestra. Esto se debió a que los proyectos que se llevaron a cabo
en las entidades que conforman dichas gerencias, no calificaron de acuerdo a la
metodología propuesta por la Gerencia de Suelos.
En el ejido Sierra de Juárez del municipio de Ensenada, Baja California, los reemplazos
obedecieron a que al momento de la evaluación los beneficiarios no se encontraron, los
cuales fueron sustituidos por el de Rancho Bajío de Cota y el de Rodeo de Cota, ambos del
mismo ejido.
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Evaluación del PROCOREF
En todos los casos, los predios sustitutos presentaron una superficie mayor que la de los
reemplazados. De igual forma se procuró que los reemplazos se realizaran en terrenos con
condiciones similares de topografía, suelo y tipo de vegetación para no alterar los
levantamientos técnicos de la ficha de campo.
Por citar un ejemplo, se tiene el caso de la Gerencia regional de Río Bravo, donde el
principal grado de afectación es de clave Hc2.45(-)f, lo cual indica que el terreno presenta
una remoción irregular del material del suelo por erosión hídrica, mostrando canales y
cárcavas en 45% de su superficie. El nivel de degradación es moderado, presentando una
disminución significativa y el factor causativo es la deforestación. Al respecto, cabe
precisar que las obras establecidas por dicha gerencia fueron para el control de la erosión en
cárcavas, es decir, presas filtrantes.
Para tener un panorama claro de las condiciones de campo que presentan los predios donde
se establecieron las obras de conservación, de manera sucinta se exhiben algunos factores
que denotan cierta importancia, puesto que de éstos depende el éxito en la eficiencia y la
correspondencia de los proyectos al sitio de restauración.
Es necesario mencionar que es en los ejidos donde se encuentra la mayoría de las áreas
prioritarias de atención definidas en las Reglas de Operación, lo que aunado a la falta de
recursos por parte de sus habitantes, los coloca en primer plano para ser sujetos elegibles de
apoyo en los programas de gobierno ejecutados por la Comisión.
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Evaluación del PROCOREF
Por otro lado, es irrefutable la premisa de que los factores de perturbación afectan más a
estas áreas, por lo que fue un acierto que al igual que en el ejercicio 2004 se destinara más
recursos para revertir los procesos de degradación presentes en ellas.
Uno de los aspectos necesarios para determinar el impacto que están teniendo las obras, es
conocer el tamaño de los predios donde se llevaron a cabo éstas. Con base en el
levantamiento de las áreas de impacto, se puede establecer que el rango de superficie
predominante, con 65.7% de los terrenos restaurados, fluctúo entre 1 y 53 ha. Lo anterior
deja ver que se siguen impactando superficies pequeñas en su mayoría, lo cual denota que
el proceso de gestión en ejidos y comunidades para realizar trabajos de mayores
dimensiones, no se está logrando con éxito.
El siguiente rango de superficie en importancia, con 20% de los predios evaluados, osciló
entre 53.1 y 106 ha, en los terrenos de uso común de los ejidos. El impacto producido por
estas áreas podría considerarse como regular, dado que una superficie de 80 ha presenta
varios escenarios de trabajo, debido a los diferentes tipos de degradación que en ella se
pudieran encontrar. Asimismo, un área de esta dimensión contiene varias cárcavas
susceptibles de restauración y la longitud de las mismas favorece el establecimiento de
varios proyectos.
Cabe destacar que el porcentaje restante (14.3%) se ubicó en los predios que presentaron
áreas que van de 106.1 a 212 ha, lo que indica que en el ejercicio evaluado el número de
predios con superficies que favorecen un manejo más integral del área degradada, a través
de la implementación de proyectos tanto para el control de la erosión en cárcavas como la
mitigación de la erosión laminar, fue mayor al observado durante la evaluación 2004 de la
Categoría.
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Evaluación del PROCOREF
En este contexto, es necesario que la Gerencia de Suelos haga hincapié a los técnicos
externos sobre la importancia que reviste la realización de un dictamen de factibilidad
técnica más completo y congruente con las necesidades específicas que presenta el predio.
Esta aseveración se sustenta en el hecho que en las revisiones de campo se encontraron
obras donde la pendiente del terreno no ameritaba la dimensión de las obras realizadas, y en
otros casos las obras no correspondieron a las requeridas, como por ejemplo cuando se
colocaron presas filtrantes donde era más factible la realización de zanjas de infiltración o
alguna práctica vegetativa.
Es preciso señalar que 20% de las obras visitadas presentaron una pendiente que varió de
41 a 60%, y el porcentaje restante (15.7%) se observó en terrenos con pendientes que
oscilaron entre 61 a 80%. Esto exhibe que no obstante lo indicado sobre las obras que no
correspondían a la inclinación del terreno, la mayoría de los trabajos de conservación y
restauración de suelos de 2005 sí cumplieron con este requisito, dado que la mayoría de
presas filtrantes se encontró reteniendo sedimentos en las zonas altas con pendientes
pronunciadas.
La longitud de la pendiente se define como la distancia que recorre el agua desde el punto
donde se originan los escurrimientos hasta donde la escorrentía encuentra un canal de salida
o derivador, que para este caso sería un cauce o la primera línea de zanjas de infiltración
aguas arriba. La observación en campo indicó que las longitudes de pendiente se dividieron
en 3 rangos, mismos que se analizan a continuación.
El rango predominante, con 80% de los terrenos visitados fue el que osciló entre 4 y 254 m
de longitud, es decir, que el recorrido que hace la escorrentía es poco y de esta forma se
asegura que el daño que pueda causar sea fácilmente minimizado. Además, las áreas por
donde pasan los escurrimientos presentan cobertura arbórea, lo cual reduce el impacto de
las gotas de lluvia y amortigua la caída libre mitigando así la erosión por salpicado.
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Evaluación del PROCOREF
rehabilitar primeramente la parte alta, luego la media y, por último, la baja, cuando los
escurrimientos se han mitigado y por ende el daño es mínimo o nulo.
El siguiente rango, con 17.1% de los predios evaluados, fue el que fluctuó entre los 255 y
381 metros lineales, lo que exhibe que también se estuvo trabajando en la parte media de la
microcuenca, donde en años anteriores ya se habían establecido proyectos en la parte alta.
Por último, se tiene que 2.9% de las obras visitadas presentaron una longitud de pendiente
que varió entre 382 y 508 m, situación que deja entrever que la parte baja también se tomó
en cuenta, aunque en menor medida.
Las ecorregiones en que se divide el país son cuatro, mismas que fueron abarcadas con los
trabajos de conservación y restauración de suelos 2005; de esta forma se tiene que en el
bosque templado se llevó a cabo 80% de las obras enmarcadas en las cartas de adhesión
firmadas por los beneficiarios. Lo anterior se explica si se considera que las entidades que
mayor número de obras realizaron en el ejercicio 2005, tienen como tipos de vegetación
predominantes los bosques de pino, pino-encino, enebro y encino. Con esto también se
puede observar que algunas especies ubicadas en algún estatus de protección por la
NOM-059-ECOL-2001, se ven beneficiadas con este tipo de obras.
Por otro lado, es preciso resaltar que el hecho que un mayor número de obras se hayan
dirigido hacia la restauración de áreas forestales degradadas del clima templado, es
consistente con el hecho de que son los bosques de coníferas y latifoliadas los que
presentan las mayores superficies con algún nivel de afectación. Asimismo, puesto que las
velocidades de crecimiento de las especies presentes en dichos ecosistemas son lentas
comparadas con las de climas cálidos, es un acierto que la ubicación de las obras sea en
estas áreas.
El matorral desértico se encontró en 11.4% de los predios visitados, sobre todo en las
regiones del altiplano mexicano. Los tipos de vegetación presentes en las áreas donde se
situaron las obras corresponden al matorral desértico crasicaule, matorral desértico xerófilo
y matorral desértico rosetófilo. Es conveniente mencionar que la degradación física
producto de la compactación, la desertificación, y la poca cobertura incapaz de frenar los
escurrimientos, han hecho del semidesierto una prioridad para su rehabilitación en el
mediano y largo plazos.
Con base en lo anterior, se puede establecer que existe la necesidad de destinar más obras
hacia esta ecorregión. Es aquí donde se deben ensayar todo tipo de estrategias para revertir
el proceso de la degradación de los suelos secos (Xerosoles), no sólo dirigidas a
contrarrestar la erosión hídrica, sino también los problemas que competen a la erosión
eólica y física.
Otro escenario que carece de trabajos integrales que mitiguen, frenen o reviertan la
degradación hídrica producto de las grandes tasas de deforestación anual que presenta, es él
compuesto por las selvas secas y húmedas que se encuentran a lo largo del litoral pacífico y
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Evaluación del PROCOREF
del golfo. Para el ejercicio 2005 sólo 7.2% de las obras fueron destinadas a la restauración
de las áreas degradadas en el clima cálido, aún cuando el problema es mucho más grande.
Por lo consiguiente, es necesario que en trabajos futuros se incluya un número mayor de
proyectos para hacer frente a los procesos de degradación en las selvas tropicales.
Por último se tiene que las actividades tendientes a rehabilitar las áreas forestales
perturbadas se presentaron en 1.4% de los casos evaluados, lo que indica que habrá que
focalizar aún más los apoyos asignados hacia las áreas prioritarias que presenten terrenos
donde los factores de perturbación, tales como: plagas, incendios, deforestación, pastoreo u
otro, hayan eliminado parte o por completo la vegetación original y haya comenzado el
proceso ecológico de la sucesión temprana.
De acuerdo con los expedientes técnicos que fueron entregados a la entidad evaluadora, los
trabajos se establecieron en 11 unidades de suelo, según la clasificación hecha por la
FAO/UNESCO/ISRIC en 1988.
Los suelos predominantes fueron regosoles en su mayoría (24.3%), recubiertos por una
capa conocida como “ócrica” que, al ser retirada la vegetación, se vuelve dura y costrosa
impidiendo la penetración de agua hacia el subsuelo, un factor adverso para el
establecimiento de las plantas. Esta combinación (poca cubierta vegetal y dificultad de
penetración del agua en el suelo) favorece la escorrentía superficial y con ello la erosión.
Los suelos andosoles fueron encontrados en 18.6% de los predios visitados, estos son
suelos negros de formaciones volcánicas, conformados fundamentalmente por cenizas
volcánicas. Se encuentran en áreas onduladas y montañosas de las regiones húmedas, desde
el clima templado hasta el clima tropical, bajo un amplio abanico de formaciones vegetales
siempre depositados en terrenos de elevada pendiente.
Del total de obras evaluadas, 14.3% se estableció sobre suelos cambisoles, caracterizados
por la diferenciación de horizontes manifestada por cambios en el color, la estructura o el
lavado de carbonatos. Se desarrollan sobre materiales de alteración procedentes de un
amplio grupo de rocas, apareciendo sobre todas las morfologías, climas y tipos de
vegetación. Sus limitaciones están asociadas a la topografía, bajo espesor y pedregosidad y
en zonas de elevada pendiente, por lo cual su uso queda reducido al forestal o pecuario.
Los xerosoles como se comentó en el apartado anterior, son suelos secos que se encuentran
en los matorrales desérticos, sobre lomeríos suaves y algunas llanuras. Son suelos
profundos, de textura migajón-arcillosa o arcillosa, de color amarillento o rojizo; se derivan
de rocas arcillosas y calcáreas y su estructura es en forma de bloques. Son fértiles, poco
susceptibles a la erosión, y se encuentran en regiones áridas y semiáridas. Estos fueron
encontrados en 11.4% de los terrenos evaluados.
El porcentaje restante se distribuyó entre los siete suelos faltantes, es decir, yermosoles
(10%), podzoles (7.1%), litosoles (4.3%), luvisoles (4.3%), leptosoles (2.9%), feozems
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Evaluación del PROCOREF
(1.4%), y vertisoles (1.4%). Con esto se puede establecer que la asignación de recursos
2005 para el desarrollo de la Categoría, se avocó a la restauración de una cantidad
significativa de unidades del componente edáfico.
La condición hidrológica de los terrenos donde se llevaron a cabo las obras dependió de dos
factores intrínsecos, en este caso, la cubierta vegetal y el porcentaje de cobertura que dicha
capa le proveyó al suelo presente en las áreas de restauración.
De esta forma, se tiene que 67.1% de las obras evaluadas presentó una cubierta vegetal
compuesta por elementos arbóreos en su mayoría del bosque primario, 25.7% de los
terrenos están recubiertos por pastos de diferentes especies y 7.1% de los predios se
encontró cerca de áreas de cultivo.
En lo que respecta a los porcentajes de cobertura encontrados, se puede establecer que 40%
de los predios evaluados presentaron una cubierta que osciló entre 51 y 75%, lo que indica
que habían áreas desprovistas de todo tipo de vegetación, lo cual hace que la velocidad de
la escorrentía sea mayor al no encontrar obstáculos en su trayecto.
Por último, es conveniente mencionar que sólo 12.9% de las áreas revisadas se encontró
con una cobertura de 76 a 100%. Lo anterior indica que las obras sí se encaminaron a las
áreas con más necesidades de rehabilitación.
Bajo este esquema, los resultados muestran que la condición hidrológica regular predominó
en 41.4% de los suelos en restauración del ejercicio 2005, seguida por la condición buena
con 34.3% y, por último, la condición mala con 24.3% (cuadro 35). Esto indica que la
variación en las curvas numéricas utilizadas para la valoración de los indicadores de
impacto será amplia.
Al respecto, se puede establecer que 70% de los predios evaluados tuvo un cumplimiento
muy bueno en superficie, dado que éste osciló entre 91 y 170%, es decir, que en promedio
hicieron mucho más de lo que se enmarcó en la carta de adhesión. Aunado a esto, también
es conveniente mencionar que las diferencias se debieron, en parte, a que los técnicos
externos en algunas ocasiones levantaron un área de impacto mucho menor a la que se está
beneficiando con la construcción de las obras.
En el mismo contexto, se observó que 5.7% cumplió de forma regular a buena con la
superficie comprometida para restaurar. Estos beneficiarios realizaron los trabajos en una
superficie que va de 76 a 90% de la que originalmente se había propuesto. Lo que indica
que el interés de los productores por cumplir con el trabajo acordado, motivó el esfuerzo en
un número mayor de días del programado para terminar la obra.
A pesar del buen cumplimiento de la mayoría de los beneficiarios, 12.9% no cumplió con la
superficie que se pretendía restaurar con la inclusión de obras de conservación y
restauración, dado que sólo realizaron el trabajo en un rango que va de 17 a 50% de la
superficie enmarcada en las cartas de adhesión firmadas al inicio de las acciones.
De los predios evaluados, 52.8% se encontró con existencia de reforestación; sin embargo,
sólo en 21.4% del total visitado se presentó el acompañamiento directo en las obras
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Evaluación del PROCOREF
Cabe mencionar que 43.3% de los predios que tuvieron sinergia de componentes, sólo
presentaron dicha complementariedad en 44.1% de su superficie total de trabajo, en
promedio. Esto señala que al igual que el ejercicio 2004, no se está aprovechando al
máximo el agua captada por las obras de conservación, ni se está realizando la restauración
de las áreas a través de un esquema integral que incluya a la reforestación con especies
clave en el inicio de la sucesión temprana, para formar a corto plazo una cubierta vegetal de
compuestas pastos y herbáceas.
Es necesario hacer énfasis en que la selección de las especies a utilizar para establecer la
reforestación, deberá ser acorde con los objetivos enmarcados en los proyectos de
Conservación y Restauración de Suelos. En caso de que lo prioritario sea la restauración de
cuencas, lógicamente deben elegirse especies autóctonas que puedan mantenerse ellas
mismas una vez arraigadas. Pero si el propósito principal es el control de la erosión, se
deben elegir las especies considerando su capacidad de fijación al suelo, además de su
carácter autóctono.
Las especies utilizadas en las reforestaciones acompañantes de las obras establecidas por la
Categoría, fueron en su mayoría del género Pinus (66.7%), que incluyó al Pinus
engelmannii, P. arizonica, P. cembroides y P. patula. Le siguió en importancia el género
Opuntia (26.7%), que a agrupó a las especies Opuntia streptacantha, y O. rastrera. Por
último se encontró el género Agave, representado por una sola especie; Agave atrovirens.
Lo anterior hace ver que la elección fue buena, dada la plasticidad de dichos elementos a
las condiciones donde fueron establecidos.
Las obras en su mayoría (64.3%) fueron calificadas como de muy buena condición, dado
que presentaron una conservación de más de 80% del total de su estructura, y a que la
calidad en la construcción de las mismas fue la requerida. Cabe señalar que 27.1% de los
proyectos de conservación y restauración de suelos fue señalado como de condición
buena, pues ostentaron un rango de conservación que osciló entre 80 y 60% de su
conformación.
La condición regular ocupó 7.1% de las obras visitadas, pues el rango de conservación que
exhibieron durante la revisión de campo presentó una variación entre 20 y 60% del total
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construido. Es notable que sólo 1% del total evaluado se encontró en malas condiciones de
preservación, ya que conservaban menos de 20% del total de su estructura. Lo indicado
anteriormente muestra que hubo atención por parte del personal operativo de la Categoría
en la calidad del trabajo realizado.
Si se considera que la mayoría de las obras presentaron una condición muy buena y buena,
la vida útil de las obras establecidas será favorable, dadas las condiciones de los
escurrimientos en las cuencas atendidas. Asimismo, las características que presentan estos
trabajos favorecen que el proceso de disminución de los factores erosivos sea factible por
más tiempo, en el caso específico de las presas filtrantes.
Por otro lado, es importante hacer mención que durante los recorridos de reconocimiento en
la revisión de campo, se observó que varias de las unidades que componen los proyectos de
Conservación y Restauración requieren mantenimiento, es decir, existen tanto presas
filtrantes como zanjas de infiltración que están completamente colmatadas y a pesar de que
su vida útil es factible por más tiempo, no serán eficientes en la retención de azolves el
próximo año.
Al respecto se tiene que 4.3% de los proyectos establecidos en 2005 cumplió en un rango
que va de 17.5 a 50% con la unidad de medida (m3, m2, piezas, etc.) enmarcada en el
expediente técnico. Este dato indica que los beneficiarios sólo invirtieron una parte del
recurso recibido en el establecimiento de obras de conservación y restauración, y otra parte
probablemente sirvió para ayudar al ingreso familiar, sobre todo en los ejidos y
comunidades participantes.
Del total evaluado, 32.2% cumplió con la unidad de medida en un rango que oscila entre
50.1 a 100%, lo que se puede calificar de regular a bueno, ya que se invirtió la mayor parte
del recurso y las obras se encuentran trabajando en buena forma. No obstante también
significa una desatención a las indicaciones y recomendaciones que dio la Gerencia de
Suelos a través de sus técnicos externos.
Es preciso resaltar que 63.5% de los proyectos establecidos por la Categoría cumplió por
arriba del total de unidades comprometidas en el expediente. De este modo, 53.9% superó
la meta propuesta en un rango que va de 100.1 a 150%, que se explica al considerar que los
ejidatarios, al ver que las obras realizadas no son suficientes para contrarrestar el embate de
la escorrentía, construyeron más presas filtrantes o zanjas de infiltración con materiales del
mismo predio (morillos, piedras, ramas).
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Evaluación del PROCOREF
Bajo el mismo contexto, se encontró que el 9.6% restante realizó tres o cuatro veces más de
lo que se estableció en el dictamen de conclusión de obra, situación que como se verá más
adelante influyó en parte en el incremento de las capacidades de retención y, por ende, en el
volumen de captación de agua, dando una percepción errónea de que la Categoría impulsó
la construcción de obras sobradas, siendo que la mayor parte de estas decisiones fueron
tomadas por los beneficiarios por cuenta propia.
La totalidad de los predios visitados contó con una referencia geográfica que se
estableció en el expediente técnico proporcionado, específicamente en el dictamen de
conclusión de obra. Lo anterior facilitó a la entidad evaluadora el trabajo de revisión a nivel
nacional, puesto que con la utilización de un comando del GPS utilizado, la localización de
las áreas donde se establecieron las obras fue más ágil.
De acuerdo con el cuadro 36, la mayoría de las obras evaluadas presentó una precisión muy
buena de la referencia geográfica establecida en el expediente, con relación a la que se
tomó en campo por las brigadas de la evaluación externa. El error encontrado varió en un
rango que va de 0 a 2 segundos en la parrilla de Latitud/Longitud, es decir, que el punto
levantado en campo, distó de 0 a 60 m del que aparece en el dictamen de conclusión de
obra y que fue tomado por los técnicos externos.
Aunado a lo anterior, 21.2% del total evaluado presentó una precisión que se puede señalar
como buena, dado que la distancia entre uno y otro punto, osciló en un rango que va de 61
a 90 m, es decir, que la variación fue de 2.1 a 3 segundos en la parrilla utilizada. Cabe
mencionar que la distancia disminuye si se toma en cuenta que el margen de error de los
GPS’s utilizados (GARMIN 12XL y GARMIN E-TREX) es de aproximadamente 25 m,
con lo cual el límite superior del rango quedaría en 65m.
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Evaluación del PROCOREF
No obstante el buen grado de precisión obtenido por la mayoría de las obras en comento, es
necesario señalar que 12.1% de las mismas tuvo un margen de error que varió entre 3.1 y 4
segundos, que expresado en metros lineales da una distancia de 91 a 120m, que puede
calificarse, a criterio del evaluador, como de correspondencia regular entre una referencia
y otra. De igual forma, 4.6% de los predios evaluados presentó un nivel de precisión malo
(en la opinión del evaluador) al ser la distancia entre un punto y otro mayor de 120 m, es
decir, de más de 4 segundos en la parrilla correspondiente.
Los grados de precisión regular y malo se pueden explicar si se considera que algunos
técnicos externos no tenían muy clara la metodología para la determinación de las áreas de
impacto, puesto que durante el levantamiento del polígono habían áreas que éstos incluían
dentro de la superficie establecida en el dictamen de conclusión de obra, que no eran
beneficiadas con el establecimiento de las obras de conservación y restauración. Situación
que aumentó la distancia entre el punto tomado por los técnicos y el levantado en campo
por la entidad evaluadora.
Cabe hacer mención que para ejercicios futuros dicha información (georreferenciación)
deberá usarse más para la asignación de recursos, tomando en cuenta la lejanía de los
predios dentro de la misma comunidad y la topografía, pues la mayoría de las veces es esta
última la que influye de manera directa en el incremento del trabajo a realizar.
Dentro de los 70 proyectos que se evaluaron no se presentó alguno que incluyera alguna
práctica vegetativa, tales como: los sistemas agroforestales, las barreras vivas, los cercos
vivos, las terrazas de muro vivo o el enriquecimiento de acahual, por lo consiguiente la
determinación de este indicador no aplica en la valoración de los indicadores técnicos del
ejercicio 2005.
a) Establecimiento en Campo
El Establecimiento en campo ponderado (EC) que lograron las reforestaciones que fueron
complementadas con trabajos de conservación y restauración de suelos fue de 55.9%, lo
que indica que el beneficio que las obras aportan a las plantaciones es significativo, dado
Nacional 107
Evaluación del PROCOREF
que dicho indicador se ubicó por arriba del promedio simple nacional logrado por la
categoría de Reforestación, que fue de 49.0%.
Es necesario señalar que el EC logrado se debió, en gran parte, a las causas de muerte que
predominaron en las plantaciones evaluadas. Al respecto se tiene que 44.2% del total de
predios presentó como principal causa de muerte a la sequía producto de una fecha
inapropiada de plantación (38.5%), seguido de reforestaciones que sufrieron daño por parte
de fauna nociva (12.5%), específicamente de la liebre del desierto (Lepus californicus) en
los terrenos donde se estableció el nopal forrajero. El porcentaje restante (4.8%) se debió a
la calidad de la planta como el principal obstáculo para lograr una mayor supervivencia.
Las acciones de manejo recomendadas para las reforestaciones que fueron evaluadas, se
concentran en 3 puntos principales: la reposición de plantas con 60.7% de los predios, el
control de fauna nociva con 28.1% (que puede llevarse a cabo con la colocación de una
malla ciclónica en los lugares de alta incidencia de la liebre) y el cercado con 11.2% de las
plantaciones. Cabe destacar que la reposición de plantas sólo será factible cuando los
beneficiarios hayan realizado las otras dos recomendaciones.
b) Calificativo de Calidad
El calificativo de calidad (CC) que obtuvieron las plantaciones fue de Excelente. Esta
calificación cualitativa es la resultante de la suma de valores homogéneos de 5 parámetros:
apropiación al sitio, manejo de la reforestación, preparación del terreno, densidad real
establecida y la correspondencia de la especie reforestada con el propósito principal de la
plantación.
Esto deja ver que la selección de sitios para establecer las reforestaciones que
posteriormente fueron acompañadas por las obras de conservación y restauración de suelos,
se realizó tomando en cuenta los parámetros que deben regir dicha actividad, es decir, no
dejando de lado la elección de la especie, dadas las condiciones climáticas, edáficas y
ecológicas que presentaban los terrenos donde se iban a realizar.
Nacional 108
Evaluación del PROCOREF
90%, lo cual corresponde a 49.2 puntos porcentuales por arriba del valor ponderado que
logró la categoría de Reforestación en el ejercicio 2005.
La mayoría de las obras fue establecida en terrenos con topografía accidentada y que
presentan algún grado de erosión, a pesar de tener un porcentaje significativo de cubierta
vegetal, que en el caso de las áreas perturbadas es producto de la sucesión ecológica. Como
se puede observar en el cuadro 37, la mayoría de los predios (51.4%) presentó erosión
laminar, en canalillos y cárcavas, fue aquí donde la prioridad se basó en la inclusión de una
combinación de obras, por un lado las presas filtrantes y, por el otro, las zanjas de
infiltración.
Aunado a lo anterior, 22.9% de las obras evaluadas presentó dos tipos de erosión en
conjunto, que fueron la de tipo laminar y en canalillos; aquí predominaron las obras que
corresponden a las zanjas de infiltración, es decir, zanjas trinchera, zanjas bordo, tinas
ciegas y terrazas individuales. Dichos proyectos fueron encaminados para mitigar la
degradación presente en esas áreas y a su vez captar lo más posible de agua de lluvia para
recargar los mantos acuíferos y en años próximos establecer cultivos o reforestación.
Nacional 109
Evaluación del PROCOREF
De acuerdo con el cuadro 38, las regiones hidrológicas que exhiben los mayores niveles de
erosión hídrica son: Sinaloa, Presidio-San Pedro, Lerma-Santiago, Río Huicicila, Costa de
Jalisco, Armería-Coahuayana, Balsas y Costa Chica-Río Verde. Aunque cabe mencionar
que aunado a este proceso de degradación también se encuentra la erosión eólica, la
degradación física y la degradación química. Es notable que la superficie que abarcan estos
procesos sumados para cada región hidrológica es en promedio de 49.4%.
Cuadro 38. Atención en las RH más afectadas de la República Mexicana
Símbolo Eólica Física Hídrica Química Total Atención
RH-10 1.44 3.20 20.15 21.82 46.61 Sí
RH-11 6.45 2.91 21.87 19.07 50.29 Sí
RH-12 5.07 3.90 24.30 23.41 56.69 Si
RH-13 0.13 4.49 14.30 25.68 44.60 Sí
RH-15 0.06 1.79 24.59 16.49 42.93 Si
RH-16 2.43 2.89 27.29 21.50 54.11 Sí
RH-18 4.96 1.86 26.13 16.94 49.89 Si
RH-20 0.37 3.22 24.95 22.00 50.55 Sí
Fuente: UACh, con base en la evaluación de la degradación del suelo causada por el hombre en la República mexicana, Memoria
Nacional 2001-2002. Colegio de Posgraduados. 2003.
Como se puede observar en el cuadro anterior, todas las regiones hidrológicas mencionadas
con antelación fueron atendidas por la Categoría en el ejercicio 2005 del PROCOREF,
aunque el impacto en cada una de ellas fue mínimo comparado con la dimensión del
problema de degradación que éstas presentan. Por consiguiente, se debe vigilar que los
encargados del ejercicio próximo destinen el recurso necesario para poder impactar más en
estas zonas.
Nacional 110
Evaluación del PROCOREF
Capítulo 8
El tamaño de muestra calculado fue de 207 predios a nivel nacional, los cuales fueron
distribuidos en 16 entidades federativas (cuadro 39): La muestra aseguró que los estados
evaluados fueran los de mayor relevancia en términos de superficie y número de plantas
reforestadas, además de permitir observar el comportamiento de las cinco modalidades de
apoyo que conforman la categoría de Reforestación.
Nacional 111
Evaluación del PROCOREF
Todos los reemplazos fueron acordados con las responsables estatales, y al final de los
levantamientos técnicos quedó establecido en las respectivas minutas de cierre de la
evaluación, esto con la finalidad de darle formalidad a los cambios realizados.
Nacional 112
Evaluación del PROCOREF
De acuerdo con lo anterior, los predios que tienen como objetivo principal la producción
representan 20.7%, destacando la producción de madera dimensionada (10.6%) y la
producción de forraje (6.7%), lo cual explica en parte la reforestación de nopal en las zonas
de Coahuila y Zacatecas.
Los predios reforestados con propósitos de conservación sólo representan 1.0%, lo cual
también puede resultar coherente, ya que el propósito de la reforestación es básicamente la
restauración. El restante 1.0% de la muestra (2 predios) corresponde a la superficie en
donde no se realizó la reforestación, por lo que los objetivos no están definidos.
La modalidad que tuvo una mayor aceptación por parte de los beneficiarios fue la del tipo
01, que corresponde a la reforestación con planta procedente de vivero. Bajo esta
modalidad la CONAFOR apoya con la dotación de la planta y el apoyo económico de
$750.00 por hectárea. Los productores se responsabilizan del transporte de planta, su
plantación y cuidado. Los predios evaluados bajo esta modalidad representaron 82.6%.
Es interesante observar que dentro de la muestra no se evalúo algún predio con el tipo 02,
es decir, siembra directa con semilla, donde la CONAFOR apoya con la dotación de la
Nacional 113
Evaluación del PROCOREF
semilla y su correspondiente apoyo económico por hectárea de $300, tal vez debido al
riesgo que representa para los beneficiarios el sembrar y esperar una buena germinación.
Para el caso de las reforestaciones modalidad 03 realizadas con material vegetativo, fue la
segunda en orden de importancia (9.2%), ya que la CONAFOR apoya con $950 por
hectárea, y el productor se compromete a la adquisición de material vegetativo, su
transporte al terreno y su plantación. A esta modalidad corresponden los predios
reforestados con agaves y nopales en la parte centro-norte del país.
Para la modalidad 04, proceso completo con dotación de planta, se evaluaron 12 predios
(5.8%). Bajo esta modalidad la institución aporta la dotación de la planta y el apoyo de
$3,400 por hectárea; el beneficiario tiene que solventar los gastos de transporte de planta al
terreno, plantación, cercado y protección con brechas cortafuego. El apoyo de la institución
bajo esta modalidad es importante, pero la aportación del beneficiario lo es aún más, por lo
que sólo los que tienen más disponibilidad de recursos pueden cumplir con tal compromiso.
La modalidad de apoyo menos frecuente fue la 05, proceso completo sin dotación de planta,
ya que sólo se evaluaron tres predios. Esta modalidad parecería la más atractiva por el
monto del apoyo ($5,400 por hectárea). Pero su acceso establece una serie de condiciones
que no todos los beneficiarios están en posibilidades de cumplir, ya que el proceso inicia
desde la producción o adquisición de planta, su transporte, la plantación, el cercado y la
protección con brechas cortafuego. Realmente los beneficiarios que pueden acceder deben
contar con la infraestructura adecuada para poder cumplir con lo que implica este
compromiso.
Nacional 114
Evaluación del PROCOREF
45
40
35
30
25
20
15
10
0
Agave Cedrela Cupressus Euphorbia Opuntia Pinus Prosopis Otros
Dichos tres géneros concentran las tres cuartas partes (74.6%) de las especies evaluadas en
el país, lo cual deja un estrecho margen de reforestación para la diversidad de especies con
que cuenta la CONAFOR y/o que se tienen en las diferentes instituciones y áreas que son
atendidas por el Programa en esta Categoría.
Cabe indicar que las especies que predominan en la reforestación tienen características
específicas para su utilización con fines maderables o productivos en un mediano plazo,
además de los propósitos explícitos con los que fueron establecidos.
El tamaño de los predios reforestados, a pesar de tener un incremento con relación a los
anteriores ejercicios, no cubre todavía áreas extensas, esto es, 44.4% de los predios fueron
menores a 10 hectáreas (incluyendo 15.9% que fueron menores a 5 hectáreas y que están
fuera de la norma). Un desglose completo por rangos de extensión se presenta en el cuadro
42.
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Evaluación del PROCOREF
De acuerdo con esto, sólo una cuarta parte de las reforestaciones ocupa áreas mayores a 30
hectáreas, en las cuales los impactos ambientales pueden ser de mayor envergadura. Los
predios con superficies pequeñas diluyen dichos impactos.
Para el caso de la erosión que se presenta en los terrenos, se obtuvo evidencia en campo de
que la mayoría de los predios evaluados (57%) se ubica en terrenos donde la erosión es
moderada, y sólo 4.8% se encuentra en donde existe una severa erosión. Es de llamar la
atención el alto porcentaje de los predios (36.7) ubicado en zonas sin erosión (o al menos
imperceptible), cuadro 44.
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Evaluación del PROCOREF
Estas condiciones de los terrenos reforestados señalan que los beneficiarios prefieren (o
tienen) terrenos en su mayoría con pendiente ondulada, suelos poco profundos y con
problemas de erosión moderada, lo cual les garantiza que la reforestación puede tener
mayores posibilidades para su establecimiento.
A pesar de lo anterior, se observan avances con respecto a ejercicios anteriores, sobre todo
en que los terrenos ya no son sólo planos, profundos o poco profundos y con erosión
imperceptible, sino que cada vez se tiene un mayor porcentaje de predios en donde se
pretende detener la erosión o que se establece en zonas onduladas o accidentadas con el fin
de cuidar el suelo que existe en esas áreas.
Es posible considerar que las Reglas de Operación tienen impacto directo sobre este tema,
ya que una de las condiciones para ser beneficiario es acreditar fehacientemente la
propiedad del predio a reforestar, y los terrenos comunales difícilmente pueden hacerlo.
Nacional 117
Evaluación del PROCOREF
Esto puede tener implicaciones negativas debido a que los terrenos comunales suelen no
tener la acreditación en regla, además de que la administración de sus recursos forestales no
siempre es la más adecuada, por lo que podrían quedar fuera en un corto plazo de los
apoyos del Programa.
Los indicadores técnicos que a continuación se revisan son los propuestos en los TDR y
están basados en las fórmulas y formas expresadas en el capítulo 3, en el apartado 3.4.2.2
del presente documento.
Lo anterior representa un repunte positivo, pero se siguen identificando fases del proceso de
Mejora Continua en donde no existe una mejora cuantitativa y/o cualitativa, como sería: el
traslado de las plantas sin el cuidado adecuado, el establecimiento en campo fuera de
temporada y la falta de mantenimiento en una buena parte de los predios reforestados, lo
cual, aunado a las condiciones climáticas (sequía principalmente) y a la fecha inapropiada
de plantación, causan importantes disminuciones en este indicador.
Podría pensarse que se tuvo un decremento en este indicador, pero es necesario señalar que
para el ejercicio 2004 se excluyeron para su análisis aquellos predios que fueron
fragmentados, lo cual permitió obtener valores menos castigados (o mejor dicho más altos).
Además, la reproducción vegetativa influyó bastante en esta ponderación, ya que los
registros indicaban menos planta que la establecida (para 2004), lo cual impactó
positivamente en este indicador.
El balance de manera general fue positivo comparándolo con el del ejercicio anterior que
fue de 3.1%, lo cual señala que cada vez existe un mayor control en el número de plantas
que son entregadas para la reforestación. Se recomienda extender el control informativo de
los expedientes técnicos hacia los cierres finales, lo cual permitiría tener elementos sólidos
para la toma de decisiones.
Este indicador se estimó en 83.1% y fue el que sufrió la mayor baja de todos los
indicadores técnicos, si lo comparamos con el del ejercicio anterior (99.5% en 2004). Sin
embargo, existen dos consideraciones al respecto: la primera de ellas es que en el ejercicio
2004, para su estimación fueron eliminados todos aquellos predios fraccionados, lo cual
permitió obtener un mayor porcentaje; la segunda consideración está relacionada con los
registros comparativos, ya que mientras en 2004 se comparaba con los cierres finales, en
2005 los datos se obtuvieron de los dictámenes técnicos, lo cual debería ser equivalente,
pero en la práctica existen diferencias.
Al igual que el año anterior, este indicador estuvo determinado por la densidad establecida
y por la fragmentación de los predios evaluados. Se sugiere indicar en los registros
correspondientes el número de predios apoyados por beneficiario (algunos estados así lo
hicieron) y la superficie por predio, para no correr el riesgo de tener valores bajos de este
indicador.
Nacional 119
Evaluación del PROCOREF
El Índice de Calidad de la Reforestación también sufrió una ligera baja (40.8 en 2005
contra 44% en 2004), lo cual señala que a pesar de que las reforestaciones tienen un nivel
de supervivencia mayor, la calidad de éstas no siempre fue buena, lo cual influye
notablemente en la supervivencia para los años posteriores.
El levantamiento técnico mostró que los subindicadores que más influyeron en la calidad de
la reforestación, fueron: el vigor que presentaban las plantas, lo apropiado de las especies
con relación al sitio establecido y el manejo de la plantación, lo cual de forma directa
señala las fases de la reforestación en las cuales se debe poner una mayor atención, tanto
por los técnicos responsables como por parte de los beneficiarios.
Por otra parte, es necesario considerar que la estimación del ICR discrimina a aquellas
reforestaciones que aún teniendo buena calidad en su proceso, la supervivencia fue baja.
Con frecuencia la supervivencia está más determinada por condiciones climáticas que por
las acciones o el trabajo que se realiza.
Las principales causas de muerte identificadas en campo se muestran en la figura 10, siendo
necesario señalar que las evidencias encontradas durante los levantamientos técnicos
permitieron corroborar la información declarada por los beneficiarios.
Anegación
Vandalismo
Plaga y/o enfermedad
Ninguna
Incendio
Otros
Cambio de uso de suelo
Especie no apropiada al sitio
Helada
Fauna nociva
T écnica Inadecuada
Pastoreo
Competencia con vegetación
Fecha inapropiada de la plantación
Calidad de las plantas
Sequía
P orcentaje
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Evaluación del PROCOREF
De acuerdo con los levantamientos técnicos, la principal causa de muerte fue la sequía, lo
cual, aunado a la calidad de las plantas y a la fecha inapropiada de plantación, tienen el
mayor impacto en el establecimiento en campo.
Además, se debe indicar que se siguen presentando problemas, tales como: el pastoreo (lo
cual señala la falta de cercas), la competencia con otro tipo de vegetación (indicador de
descuido) y la presencia de fauna nociva, que son responsabilidad de los beneficiarios y que
implicarían una mayor corresponsabilidad de su parte.
De acuerdo con esto, las respectivas Gerencias estatales tienen que sugerir que en las
Reglas de Operación subsecuentes se puedan tener consideraciones sobre las fechas de
plantación diferenciadas, y el mayor énfasis en las fases del proceso de mejora continua que
más influyen en la supervivencia.
De esta forma, se pudieron estimar las tendencias del período 1993-2002, a fin de llegar a
identificar dos cuantificaciones importantes: por una parte, la pérdida neta a nivel nacional
y, por la otra, las entidades que presentan el estado más crítico con relación a la pérdida
forestal, en este período de análisis.
Cuadro 46. Superficie total de bosque y pérdida neta a nivel nacional (1993-2002)
Superficie Total Superficie Total Pérdida Neta: Pérdida Neta
País
de Bosque 1993 de Bosque 2002 1993-2002 (ha) (ha/año)
Total 89’456,871 85’784,636 3’672,235 367,224
[1]
En los cálculos el Distrito Federal ha sido excluido debido a características propias que presenta dicha entidad respecto a la
reforestación.
Nacional 121
Evaluación del PROCOREF
De los datos que se muestran en el cuadro anterior, destaca que la superficie total de bosque
registrada en 1993 fue de 89’456,871 ha, de las cuales se perdieron 3’672,235 ha para
2002, lo cual equivale a una pérdida estimada de 367,224 ha anualmente a nivel nacional.
Por otra parte, de acuerdo con un análisis realizado para medir la deforestación comparando
cartas de INEGI y del Inventario Nacional Forestal Periódico (SARH, 1994), se llegó a
determinar que la deforestación entre 1980 y 1990, se ubicó en una tasa anual promedio de
370,000 ha. Además, de acuerdo con cifras más recientes avaladas por la FAO, se señala
que la deforestación promedio anual para el período 2000- 2005 se ha estimado en 314,000
ha (FAO/FRA, 2005).
Por otra parte, de acuerdo con lo revisado en la bibliografía el panorama forestal no parece
muy alentador, puesto que el proceso de deforestación no se ve disminuido. De igual forma,
el Inventario 2000 concluye que los recursos forestales del país están disminuyendo
paulatinamente por diversos factores. Las causas varían según región y tipos de bosque. En
general, se menciona que las actividades agropecuarias son las mayormente responsables de
la deforestación, seguidas en importancia por los desmontes ilegales (aunque las cifras
sobre esta actividad son necesariamente incompletas y con grandes diferencias dependiendo
de la fuente que se consulte).
Otra causa que contribuye a la deforestación son los incendios forestales, de los cuales
prácticamente la mitad se relaciona con actividades agropecuarias, tales como: la roza,
tumba y quema o la renovación de pastizales con uso del fuego. A menudo, una zona que
ha sufrido un incendio no se recupera completamente puesto que tarda años en este proceso
o es inmediatamente ocupada para otros usos como el agropecuario o el urbano. Por esta
razón, una fracción importante de los incendios son provocados clandestinamente para
invadir zonas de bosques protegidas por la ley o por las instituciones locales (CONAFOR,
2005).
Respecto a la pérdida del recurso forestal por entidad federativa, se identifica claramente a
los estados que presentan mayores pérdidas, dada la relación entre la superficie de bosque
que han perdido con respecto a la superficie total forestal que poseen en el lapso de análisis.
En el cuadro 47 se puede apreciar los estados que han registrado mayores pérdidas en su
masa boscosa en el período comprendido entre 1993 y 2002, de acuerdo a la información
referida.
Nacional 122
Evaluación del PROCOREF
Cuadro 47. Pérdida neta (anual) respecto a superficie total de bosque por estado
Pérdida Neta Superficie Total Bosque 2002 Pérdida/Superficie Total
Estado
(ha/año) (ha) de Bosque (%)
Veracruz 28,220 1’285,584 2.2
Chiapas 42,466 3’841,018 1.1
Tabasco 2,765 253,636 1.1
Colima 3,084 283,039 1.1
Tlaxcala 609 60,613 1.0
Guerrero 37,892 4’141,813 0.9
Yucatán 23,007 2’708,381 0.8
Campeche 30,968 4’098,296 0.8
Tamaulipas 24,283 3’287,382 0.7
Nuevo León 16,010 2’708,104 0.6
Oaxaca 35,981 6’091,957 0.6
Jalisco 20,827 4’162,467 0.5
La pérdida porcentual de superficie forestal calculada respecto al año 2002 para dichos
estados, representa un rango de valores que varía entre 0.5% y 1.5% de la superficie total
de bosque de los más afectados, a excepción de Veracruz que presenta el valor más alto, lo
cual significa que la pérdida que sufre al año equivale a 2.2% del total de recurso forestal
con que cuenta. El resto de los estados presentan valores inferiores a 0.5%.
De acuerdo con otras fuentes bibliográficas[2], existe concordancia con los resultados del
cuadro anterior, dado que históricamente Veracruz, Chiapas y Tabasco, son los estados que
han sufrido mayores pérdidas de recurso. Principalmente la pérdida ha sido de selvas,
siendo éstos los que poseen mayores superficies de este tipo de vegetación.
Una vez obtenidos los parámetros estatales y a nivel nacional de la deforestación se estimó
la contribución de las reforestaciones en la atención a esta problemática. Existen problemas
metodológicos para hacer una estimación directa, por lo que se partió de algunos supuestos
que se mencionan a continuación.
El primer supuesto es que las reforestaciones se realizan sólo en áreas boscosas, por lo que
la comparación entre superficies deforestadas y reforestadas puede resultar aproximada.
A nivel estatal la recuperación es diferenciada debido a que en cada uno de los estados la
problemática de deforestación (o pérdida de la vegetación) es diferente. Para entidades
como Aguascalientes, Baja California, Estado de México, Morelos, Guanajuato y
Zacatecas, la superficie reforestada es superior a la superficie perdida de vegetación, lo cual
representa una tasa de recuperación positiva.
Los estados más críticos respecto a la recuperación de vegetación, son aquéllos en que no
sobrepasan una tasa de 20%, como es el caso de Oaxaca (7.4%), Campeche (9.1%),
Tamaulipas (11.5%), Guerrero (15.6%), Baja California Sur (15.8%), Yucatán (18.2) y
Quintana Roo (20%), es decir, en éstos la pérdida del recurso supera en gran proporción a
la superficie que se está reforestando al año.
Es importante mencionar el caso de Veracruz y Chiapas, que son los estados que más
superficie forestal han perdido en el periodo de análisis, pero que la atención a su
problemática ha sido importante y presenta niveles de recuperación del orden de 56.2%, a
pesar de esto, los niveles de pérdida forestal estatal en términos de superficie son superiores
a otros estados que tienen tasas menores de recuperación.
Por último, considerando los estados que presentaron mayores pérdidas de recurso forestal
respecto de la superficie de bosque que poseen, y a los índices de recuperación de
vegetación a través de la reforestación, se puede establecer que es en éstos en donde se
debería acentuar la atención e intensificar las labores de reforestación, así como la
implementación de regulaciones más estrictas que permitan la recuperación de las áreas
boscosas.
Nacional 124
Evaluación del PROCOREF
Capítulo 9
En este capítulo se presenta un breve análisis sobre el apego a las Reglas de Operación y la
transparencia con la que se condujo el Programa en 2005, determinando el nivel de
cumplimiento de la normatividad en cada categoría de apoyo, definido por los actores
involucrados. De igual forma, la transparencia del Programa es revisada a través de la
percepción de los beneficiarios y de los funcionarios y técnicos responsables de él.
Las medidas de control fueron desarrolladas para cada uno de los predios; pero 40.3% de
los beneficiarios no se apegó a la normatividad en su totalidad, pues no alcanzaron a sanear
la superficie contenida en el expediente técnico y la carta de adhesión firmada, siendo
apoyados con el pago del 30% restante a pesar de no haber cumplido con la superficie
establecida.
Producto de la situación anterior, hubo retención de pagos de finiquito para 5.2% de los
beneficiarios apoyados, exhortándolos, en primera instancia, a concluir las acciones
sanitarias. Dicha situación se presentó con mayor frecuencia en los estados del Sureste.
Nacional 125
Evaluación del PROCOREF
Las solicitudes para acceder a los apoyos de la Categoría fueron presentadas en su mayoría
por los propios beneficiarios, figura 11., aunque los Prestadores de Servicios Técnicos
Forestales (PSTF), y otros actores entre los que sobresalen los enlaces municipales, jugaron
un papel muy importante en cuanto al acopio de documentación y el proceso de integración
de las solicitudes.
70
60 68.4
50
40
%
30
14.0 15.8
20
10 1.8
0
Beneficiario PSTF CONAFOR Otros
Con relación al conocimiento que tienen los beneficiarios sobre sus derechos y obligaciones
como participantes en las actividades de saneamiento forestal, 43.8% afirmaron no tener
conocimiento de los mismos, por lo que debe de ponerse énfasis en este aspecto
Nacional 126
Evaluación del PROCOREF
De acuerdo con los beneficiarios, en ninguno de los casos el personal de la Comisión les
solicito dinero o cooperaciones a cambio de obtener el apoyo, de igual forma externaron
que no se les condicionó el voto electoral a cambio de los beneficios de la Categoría. El
nivel de confianza que inspira el personal de la CONAFOR a los beneficiarios fue de 8.5 en
promedio, lo cual es considerado bueno, pero puede mejorarse mediante visitas más
frecuentes.
Al igual que en el ejercicio 2004, la emisión de las Reglas de Operación fue tardía, lo que
provocó premura en los tiempos de asignación de recursos. No obstante, los requisitos para
la integración de expedientes se cumplieron en su totalidad, todas las cartas de adhesión
fueron firmadas, y el dictamen de factibilidad técnica y conclusión de obra fueron
realizados sobre el tiempo. Esto permitió que el recurso llegara, aunque un poco fuera de
tiempo, a los beneficiarios apoyados.
Cabe destacar que la instrumentación de la Categoría bajo las Reglas de Operación tuvo
ventajas, tales como: una asignación más eficiente de las metas a realizar, una
programación de actividades más específica y objetivos más puntuales. Por otro lado, se
evitó que el Programa se politizara a nivel estatal, pues la auditoria interna vigiló la
canalización de recursos hacia los rubros de mayor prioridad.
Dentro de las desventajas que se tienen al trabajar con las Reglas, se encontró lo siguiente:
el retraso en la publicación de la normativa 2005, el insuficiente recurso para operar, la
centralización en la asignación de metas y recursos, así como el hecho de que los tiempos
de la erogación de recursos son inoportunos. Otra debilidad, expuesta por los funcionarios
Nacional 127
Evaluación del PROCOREF
Aunado a lo anterior, la mayoría de los funcionarios entrevistados (70%) declaró que las
Reglas de Operación se han estado cumpliendo en un alto grado, puesto que es una
normativa común que no discrimina, y que para la realización de algunas actividades de
campo es más flexible que los Lineamientos Operativos que regían la operación del
Programa en ejercicios pasados. El porcentaje restante indicó un grado de apego muy alto a
la normatividad con la que actualmente se trabaja.
Es conveniente señalar que los funcionarios vinculados declararon que si las Reglas se
regionalizaran el grado de apego sería mucho mayor, pues se estaría trabajando sobre
conceptos y características propias de los estados que conforman las Gerencias regionales.
Durante la visita de las obras no se observó algún caso de violación a las normas
establecidas para llevar a cabo el ejercicio 2005, puesto que con base en la evaluación de
gestión se puede establecer que los productores cumplieron con todas sus obligaciones.
Una de las ventajas que observaron los funcionarios al trabajar con Reglas de Operación,
fue la responsabilidad en el ejercicio de los recursos, pues fue más transparente en
comparación con el uso de los Lineamientos Operativos. Al respecto, se tiene que 75.7% de
las solicitudes de apoyo de Conservación y Restauración de Suelos realizadas ante la
Nacional 128
Evaluación del PROCOREF
CONAFOR fue hecho por los mismos beneficiarios, 17.1% se realizó a través de los PSTF
y 7.1% fue presentado por el personal de la propia Comisión.
64.3% de los beneficiarios encuestados declaró conocer los derechos y obligaciones que
adquirieron al firmar la carta de adhesión. El porcentaje restante (35.7) señaló que no tiene
un conocimiento completo de éstos, pero sí recuerda, aunque vagamente, que se les
mencionaron al momento de comprometerse a realizar un buen uso del subsidio que se les
otorgó.
En este sentido, 57.1% de los beneficiarios que conocen sus derechos y obligaciones,
declaró conocer que debe recibir un pago completo del recurso por concepto de la
conclusión de la obra. Asimismo, 5.7% señaló que la CONAFOR tiene como obligación
brindarles la asesoría técnica necesaria para establecer los proyectos de Conservación y
Restauración de Suelos, el 1.4% restante indicó que la exigencia del finiquito al terminar
los trabajos era otro de sus derechos.
En lo que respecta a las obligaciones que adquirieron, 47.1% dijo que concluir la obra al
cien por ciento era una de ellas. De igual forma, cumplir con lo estipulado en la carta de
adhesión fue una obligación manifestada por 12.9%. Cabe destacar que el hecho de dar un
buen uso al apoyo recibido, así como la supervisión en los trabajos para lograr obras de
calidad, fueron obligaciones que señaló el 4.3% restante de los beneficiarios entrevistados.
Cabe mencionar que 97.1% de los beneficiarios recibió de forma completa el monto
otorgado, con el cual realizaron las acciones pertinentes para el establecimiento de las
obras. El porcentaje restante (dos beneficiarios) manifestó que aunque el recurso llegó
completo, al momento de cobrar el cheque los técnicos externos les pidieron 12 y 15%,
respectivamente, por concepto de gastos extras durante la gestión del apoyo. Esto indica
que el ejercicio 2005 fue transparente, aunque sigue habiendo intermediarios.
Dos aspectos que confirman lo anterior, fueron: por un lado, el hecho de que todos los
beneficiarios apoyados recibieron personalmente el cheque en las oficinas de la Comisión,
y, por el otro, la declaración de todos los encuestados acerca de que no hubo influencia por
parte de los técnicos externos para que votaran por algún candidato o partido político.
Por último, con base en la encuesta realizada a los propietarios de los predios contenidos en
la muestra, se puede establecer que el grado de confianza que inspiró el personal de la
Comisión en la mayoría de los ejidatarios, comuneros y particulares (84.3%) fue muy
bueno. Sin embargo, para futuros ejercicios se debe considerar que 12.9% de los
beneficiarios encuestados señaló un nivel de confianza regular, y 2.8% declaró que la
confianza inspirada por los técnicos externos no fue buena.
Nacional 129
Evaluación del PROCOREF
Durante los dos años de implementación de las Reglas de Operación del PROCOREF
(2004 y 2005) se perciben avances en materia de regulación y control de las actividades que
realizan las Gerencias estatales.
Al quedar claramente establecidos los criterios y las modalidades de apoyo, así como los
requisitos para la obtención del correspondiente monto, tanto los técnicos como los
beneficiarios, trataron de ajustarse totalmente a dicha normatividad.
Tal y como se expuso en el capítulo cuatro del presente estudio, de acuerdo con las
entrevistas con los funcionarios y técnicos encargados de la operación del Programa, el
cumplimiento de las Reglas de Operación estuvo calificado como Alto (77.8%), Muy alto
(18.5%) y Regular (3.7%). Es decir, para los responsables del Programa las Reglas de
Operación fueron cumplidas en un alto porcentaje.
Esto también se puede corroborar a través de los levantamientos técnicos, ya que las
posibles desviaciones a la normatividad se pueden estimar entre 15 y 17 puntos
porcentuales de incumplimiento (como se verá en el apartado siguiente). Lo cual implica
más de 80% de apego a las Reglas de Operación. Es razonable esperar que se dé un
cumplimiento total de la normatividad, pero en el proceso de reforestación existen
dinámicas e inercias que todavía no pueden evitarse.
Una de esas debilidades fue la emisión atrasada de la convocatoria, la cual estuvo desfasada
en tiempo, ya que no en todo el país se puede realizar la reforestación en el mismo período,
por lo que los tiempos administrativos a veces no coinciden con los de temporada de
lluvias, lo que ocasiona que el proceso se vea alterado.
En las Reglas de Operación, en su artículo 8, menciona los requisitos para ser sujeto de
apoyos, en su apartado X se señala que: “Para las acciones de reforestación, será necesario
que: las solicitudes se refieran a uno o más predios que constituyan áreas compactas
mayores a 5 hectáreas”. De esta forma, y de acuerdo con las pruebas obtenidas en campo, la
fragmentación de los predios fue la principal falta a la normatividad, ya que 17.5% de los
predios evaluados no correspondió a predios compactos.
Bajo ese mismo apartado se encuentra otro aspecto que se constituyó en otra falta
observada en campo, dado que 15.9% de los predios revisados incumplen con la superficie
mínima de 5 hectáreas. A este respecto, beneficiarios y técnicos responsables tienen
diversas explicaciones, como son: las dimensiones y tipo de propiedad de la tierra, la falta
de asistencia técnica oportuna para determinar la densidad apropiada y la carencia de
oportunidad o de información.
Nacional 130
Evaluación del PROCOREF
En efecto, estas faltas no parecen graves y están más referidas a condiciones propias de
disponibilidad de terrenos, tenencia de la tierra y densidades de plantación, pero es
necesario poner más atención en ello, ya que esto permite inferir que no en todas las
Gerencias estatales se aplican los mismos criterios para seleccionar los predios a ser
apoyados y que el seguimiento técnico no siempre es el adecuado o el oportuno.
La entrega de las solicitudes para acceder a los apoyos de la Categoría fueron presentadas
en su mayoría por los propios beneficiarios (72.5%), aunque debe destacarse la
participación de los PSTF y del personal de la CONAFOR en la realización de esta
actividad, sobre todo para aquellos beneficiarios que no tienen posibilidades para llenar las
solicitudes o trasladarse a las oficinas de la Comisión por encontrarse en regiones o zonas
alejadas o muy aisladas. Un desglose de los responsables de entregar las solicitudes se
presenta en el cuadro 48.
También se debe resaltar que la aparición de nuevos medios para realizar esta acción, como
es el internet, permite enviar la información requerida sin tener que trasladarse físicamente
a las oficinas de la Comisión. Esta resulta ser una herramienta importante para hacer el
trámite más expedito, lo cual facilita el acopio de documentación y el proceso de
integración de las solicitudes. Desafortunadamente los beneficiarios convencionales del
Programa carecen de estos medios en su mayoría.
Por otra parte, con relación al conocimiento que tienen los beneficiarios sobre sus derechos
y obligaciones como participantes en las actividades de reforestación, 32.9% afirmaron no
tenerlos. Por lo cual se deduce que a pesar de que la mayoría de los beneficiarios
entregaron las solicitudes personalmente, hace falta una mayor difusión en cuanto a las
obligaciones y derechos que otorga el Programa para esta Categoría de apoyo.
En lo que respecta a los montos entregados para la Categoría, 10.1% de los beneficiarios,
no recibió de manera completa el apoyo otorgado. Las razones por las que no se cumplió
con la totalidad del apoyo, fueron: 66.6% (14 predios) por la no conclusión de la
reforestación en el tiempo señalado; 23.8% (5 beneficiarios) por no recibir la visita del
técnico, y 9.6% debido a otras causas (descuento del pago de transporte y por no haber ido
a la Comisión para saber si tenía el dinero restante).
Nacional 131
Evaluación del PROCOREF
Es importante mencionar, que en todos los casos en los cuales no se entregó el monto
completo del apoyo, se cuenta con la transparencia suficiente para determinar las causas por
las cuales las respectivas Gerencias no finiquitaron los adeudos.
Por último, de acuerdo con lo declarado por los beneficiarios, en ninguno de los casos el
personal de la Comisión les solicito dinero o cooperaciones a cambio de obtener el apoyo,
tampoco se encontraron casos que les condicionaran el apoyo a cambio de votos para algún
partido político. De esta forma, el nivel de confianza que inspiró el personal de la
CONAFOR a los beneficiarios de esta Categoría fue de 8.9 en promedio, lo cual fue
considerado bueno.
Nacional 132
Evaluación del PROCOREF
Capítulo 10
Los dueños y poseedores de los terrenos forestales apoyados con acciones de saneamiento,
muestran interés y satisfacción en general con relación a las actividades de Sanidad Forestal
apoyadas por la Comisión, pues mencionaron que nunca antes se habían efectuado estos
trabajos mediante subsidios, por lo que 73.7% consideró la oportunidad del apoyo como
buena, cuadro 50.
No obstante lo anterior, 60% de los productores apoyados consideró que la cantidad del
apoyo otorgado fue baja, y que no permitió llevar a cabo todas las tareas de saneamiento
requeridas, asimismo la cobertura de atención a los predios que se alcanzó a tener con el
apoyo otorgado fue muy baja.
94.7% de los beneficiarios volvería a solicitar apoyo para realizar acciones de Sanidad
Forestal en sus predios, pues los ejidos y comunidades no cuentan con recursos para
efectuar dichas labores, además de que en muchos de los casos el Programa significa una
fuente de empleo para la población rural, permitiendo crear conciencia sobre el cuidado de
los recursos naturales.
Con relación al beneficio social, los productores beneficiados consideran que el Programa
ha permitido a las autoridades de algunos ejidos crear esquemas de trabajo con sus
compañeros, promoviendo un aprovechamiento adecuado de los recursos, creando una
cultura de participación en el cuidado del bosque.
Nacional 133
Evaluación del PROCOREF
Respecto a los beneficios ambientales generados por el Programa, 80% de las personas
involucradas en la instrumentación de acciones sanitarias, consideró que contribuye al
cuidado de los ecosistemas, en los cuales se tienen fuertes problemas de deterioro y pérdida
de fauna silvestre.
Con relación al proceso de asignación de los apoyos, 95% de los beneficiarios desconoce
la totalidad del mismo, refiriéndose a que los técnicos se encargaron de todo el
procedimiento para su obtención, una vez que ellos entregaron la solicitud. Esto se presenta
debido a que la recepción de la documentación se realiza en las Gerencias estatales,
ubicadas en las capitales de los estados, a las cuales con frecuencia los beneficiarios no
pueden asistir, pues les implica costos operativos.
De igual forma, para 90% de los apoyos obtenidos a través de enlaces municipales, los
beneficiarios afirmaron no conocer la manera en la cual fueron asignados, puntualizando
que ellos realizaron, en algunos casos, solicitudes para dos o tres de las categorías del
Programa, resultando beneficiados en una o, en su defecto, dos, sin saber a la fecha cómo
se determinó dicha asignación.
Con base en los puntos anteriores, es indispensable que los técnicos responsables de la
operación del PROCOREF, al momento de realizar las visitas a campo, cuenten con
información impresa de los pasos que tienen que seguir las solicitudes de los beneficiarios,
proporcionando con esto mayor claridad para este proceso.
El desempeño del Comité Operativo Estatal durante el proceso de asignación de los apoyos,
depende en gran parte de la información que la Comisión presente, tanto para la asignación
de los apoyos como para el seguimiento de las acciones en predios, por lo cual su papel
únicamente se limita a dar formalidad a los procesos.
Nacional 134
Evaluación del PROCOREF
En segunda, 97.1% declaró que especies tales como: venados, liebres, zorros, víboras,
correcaminos, ardillas, conejos, mapaches y coyotes, entre otras; además de taxas vegetales
que incluyen: nopales, encinos, manzanita, pinos, cedro rojo, madroño, táscate, magueyes,
caoba y espinos, se ven favorecidos por este tipo de proyectos, algunos de los cuales se
ubican en algún estatus de protección de acuerdo a la NOM-059.
En tercera instancia, se tiene que la totalidad de los entrevistados considera en algún nivel
de importancia (muy importante e importante) el hecho de que su terreno haya sido
aprobado para establecer la obra, señalando aspectos como: la protección del suelo, seguido
de la captación de agua, la protección de flora y fauna, y la generación de un ingreso
económico a futuro, por lo cual fue bueno haber participado en el establecimiento de las
obras de la Categoría.
Con relación al monto asignado, la mayoría de los beneficiarios (62.9%) lo consideró como
bueno. Este calificativo se basa en que a pesar de que dicho recurso no fue suficiente en
algunos casos para cumplir con todas las actividades enmarcadas en el cronograma del
expediente técnico, los beneficiados reconocieron que fue de gran ayuda para solventar
algunos costos inherentes al establecimiento de las obras de la Categoría.
No obstante lo anterior, 31.4% estimó que el recurso otorgado fue de regular suficiencia,
puesto que tuvieron que realizar un pago de jornales que se situó por abajo del salario
mínimo; el restante 5.7% señaló que el monto del recurso recibido fue insuficiente.
La asignación de los apoyos fue realizada con base en una definición clara de la población
objetivo del PROCOREF, que a decir de 60% de los encuestados correspondió a la
orientación de dichos subsidios a aquellas áreas forestales con algún nivel de degradación
dentro de las zonas prioritarias, previamente establecidas por la Comisión en el Anexo 5 de
las Reglas de Operación. El porcentaje restante (40%) declaró que el otorgamiento de los
recursos se realizó considerando la necesidad de conservación y restauración de los
ecosistemas forestales inmersos en ejidos, comunidades y propiedades privadas.
Nacional 135
Evaluación del PROCOREF
Todos los encuestados manifestaron que existe una definición clara de los apoyos del
Programa y del procedimiento que se sigue para la asignación del recurso. De estos, 70%
declaró que la lógica aplicada en el otorgamiento de los subsidios correspondió a un pago
de 70% del dinero al inicio de los trabajos y 30% al final, como finiquito cuanto se presentó
el dictamen de conclusión de la obra.
El rubro de mantenimiento no está previsto por la actual normativa que rige la mecánica
operativa del PROCOREF en las tres categorías. Esto debido al bajo presupuesto que
otorga la Federación para atender las áreas programadas al inicio de los ejercicios, situación
que impide dar seguimiento a las obras construidas en años pasados y con ello parte del
trabajo logrado se pierde.
Otro de los factores que beneficiaron el desarrollo del proceso de asignación de apoyos fue
el desempeño que tuvieron las organizaciones de productores forestales, asociaciones de
silvicultores y unidades de conservación y desarrollo forestal en las entidades del país. En
este sentido, 70% de los funcionarios encuestados consideró que la actuación de estos
actores en el procedimiento que destinó los apoyos en 2005 fue buena, dado el
conocimiento que tienen de las áreas forestales y su experiencia en ejercicios pasados; no
obstante, 30% declaró que dicho cometido fue regular.
Nacional 136
Evaluación del PROCOREF
Con relación a la oportunidad del apoyo, 62.8% de los beneficiarios consideró que la
entrega fue oportuna o muy oportuna, 25.6% como regular y 10% como mala y muy mala.
Con relación a la suficiencia de los apoyos, 42% de los beneficiarios señaló que fue
suficiente, una tercera parte (33.3%) lo consideró regular y 23.2% que no fue suficiente. A
pesar de ello 91.3% tiene la intención de volver a solicitar el apoyo y a participar en el
Programa.
Lo anterior se debe a dos razones: la primera de ellas tiene relación con la generación de
jornales que se promueven a través del proceso de reforestación y, en segundo lugar, debido
a la importancia misma que representa esta actividad. En el cuadro siguiente se presenta un
resumen de la importancia que le dan los beneficiarios a su propio trabajo.
Las diferencias en el comportamiento de los tres indicadores tiene que ver con las
siguientes características, como son: el tipo de productor, la fecha de entrega de los apoyos
y la temporada de lluvias local, entre otras, las cuales determinan la percepción y juicios
ofrecidos en las entrevistas. Lo que debe resaltarse es que los apoyos entregados permiten
la intención de participar nuevamente, así como la valoración que le dan los mismos
beneficiarios al trabajo de reforestación, por la generación de beneficios económicos,
ambientales y sociales.
Nacional 137
Evaluación del PROCOREF
Para los beneficiarios, la transparencia fue observada a través del conocimiento del
Programa y sus beneficios, además de la calificación del proceso de recepción del apoyo.
De esta forma 61.6% de ellos consideró que conoce todos los beneficios de la Categoría, y
su percepción acerca de la transparencia del procedimiento para la asignación de apoyos
fue valorada positivamente.
Estas calificaciones fueron obtenidas a través de las entrevistas con los funcionarios y
técnicos responsables de la operación de la Categoría, y que fueron considerados los más
apropiados para opinar sobre el tema. De esta forma, se considera que la principal
problemática que tienen los Comités operativos es la rotación de sus miembros, lo que
causa una falta de sensibilidad sobre la importancia que tiene la reforestación, asimismo,
hace falta mayor difusión en torno a la función y responsabilidad de cada uno de sus
miembros.
Por último, se considera que los Comités operativos deberían tener mayores atribuciones,
sobre todo para solicitar apoyo y recursos de autoridades estatales y otras instituciones, para
fortalecer el Programa en cada una de las entidades.
Nacional 138
Evaluación del PROCOREF
Capítulo 11
De acuerdo con los resultados 2005, la Categoría logró la protección de 32,290 ha con un
presupuesto asignado de $6’568,000 de subsidio directo a los productores, lo que de
acuerdo con el Porcentaje de Cobertura de Sanidad Forestal en Campo obtenido en la
presente evaluación, arroja una superficie efectiva protegida de 27,446 ha durante 2005.
Con base en la superficie efectiva protegida se calculó el costo promedio para cada acción
sanitaria instrumentada, resultando de $239.30/ha, cifra muy por debajo de la inversión que
tendría que realizarse para recuperar la cubierta forestal perdida, considerando que cada
hectárea reforestada representa un costo para la sociedad de $3,400 (PROCOREF 2005), el
costo total de la reforestación para la superficie atendida sería de $109’786,000.
50000
40000
30000
20000
10000
0
Descortezadores Defoliadores Barrenadores Muérdago Plagas y enf. de Plagas de conos Chupadores
la raíz
Superficie Costo a la sociedad (millones de pesos) Costo del tratamiento (miles de pesos)
Fuente: UACh, con base en los indicadores técnicos de la evaluación y resultados de la categoría en 2005.
Nacional 139
Evaluación del PROCOREF
La figura 12 muestra el costo que tendría la pérdida total de la cubierta forestal afectada por
plagas y enfermedades en un lapso de 10 años, si se considera que en este tiempo muriese
la totalidad de los árboles tratados, por lo cual tendrían que reforestarse de manera
inmediata las zonas afectadas.
Los beneficios económicos que han generado las acciones sanitarias tienen que ver con la
creación de empleo en las comunidades y ejidos forestales apoyados, pues para la
realización de éstas se hizo uso de los recursos económicos otorgados en mano de obra,
principalmente, como se puede apreciar en la figura 13.
Respecto al impacto económico que pudiesen generar los apoyos de Sanidad Forestal, este
se considera mínimo, debido a la baja cantidad de recursos otorgados para la realización de
las actividades, lo cual únicamente ha permitido a las personas empleadas tener un pequeño
ingreso adicional.
1200
1000
800
$ 600
400
200
0
Descortezadores Def oliadores Barrenadores de Muérdago Plagas y Plagas de conos
meliáceas enf ermedades de
la raíz
Transporte al área afectada Equipo Producto biológico o insecticida Jornales
Los montos de apoyo de la Categoría en 24.7% de los predios fue de $300 por hectárea, lo
cual es considerado muy bajo por los productores, pues para sanear un área severamente
afectada por muérdago se necesita contratar el servicio de motosierra, con un costo
aproximado en el centro del país de $200 diarios.
Una situación similar se presenta en 10.6% del total de predios apoyados, cuyas acciones
fueron el saneamiento de árboles infestados por descortezadores, otorgándoseles un apoyo
económico de $100 por metro cúbico, lo que en muchos de los casos no permitió terminar
con las labores o sacar fuera de los predios los productos maderables saneados.
Nacional 140
Evaluación del PROCOREF
En ese sentido, 60% de los productores que accedieron a los apoyos de la Categoría
externó que el monto de éstos fue bajo, en consecuencia ésta no generó beneficios o
impactos económicos a las comunidades apoyadas, de igual forma externaron sus
requerimientos económicos para ejecutar de manera suficiente las actividades de
saneamiento, mismos que se presentan en la figura 14.
Figura 14. Estimación del costo económico por hectárea para efectuar
las acciones sanitarias en 2005 de manera suficiente y satisfactoria
2000
1980
1800
1600
1600
1400
1350
1200 1300
1190 1230
$ 1000
1000 720 700
800
576
800
600
350
400
200
0
Descortezadores* Def oliadores Barrenadores Muérdago Plagas y enf . de raíz Plagas de conos
Los impactos sociales generados por las acciones sanitarias instrumentadas, consisten en la
organización comunitaria que se requirió para ejecutarlas, pues en 80% de las comunidades
se propició un ambiente de trabajo diferente, realizando no sólo faenas colectivas, sino que
con el propósito de cumplir en tiempo y superficie se asignaron tareas a cada uno de los
participantes, maximizando con ello los resultados obtenidos y el aprovechamiento de los
recursos otorgados.
Nacional 141
Evaluación del PROCOREF
Con relación al beneficio ambiental, 95% de los beneficiarios considera que las actividades
de Sanidad Forestal han contribuido a proteger la cobertura forestal dañada, colaborando a
la conservación de la flora y fauna silvestre. Es importante mencionar que en los bosques
de clima templado los beneficiarios afirman que el proteger la cubierta vegetal también
contribuye a la conservación de especies de hongos silvestres que ellos recolectan en
periodo de lluvias, obteniendo con esto un ingreso adicional.
Es conveniente resaltar que el monto anterior sólo cubre el costo de la mano de obra
utilizada en proyectos correspondientes a las zanjas de infiltración y prácticas vegetativas,
en el caso de las presas filtrantes, además de la construcción, existe otra actividad que es la
del acarreo del material, que también debería tomarse en cuenta para elevar el subsidio a
$1,700 y con ello cubrir de manera total el costo del establecimiento de las obras diseñadas
para el control de la erosión en cárcavas.
Además, tomando en cuenta el salario mínimo promedio que se pagó en las tres regiones
más importantes del país, es necesario que el monto de apoyo por unidad de superficie, para
el próximo ejercicio, sea distribuido con equidad de acuerdo con las necesidades
específicas de dichas zonas.
Con base en lo anterior, y considerando que el número de jornales promedio por hectárea
fue de 16.1, y que cada jornal se cubrió en promedio con $117 en la zona norte, el monto
por unidad de superficie para esta región sería de $1,879. Asimismo, dado que el recurso
ejercido en promedio por cada salario diario de los trabajadores en la zona centro fue de
$83, el apoyo para esta región debería ser de $1,333/ha. Por último se tiene que en la zona
sur, el salario mínimo promedio que se pagó fue de $65, por consiguiente el dinero del
apoyo correspondería a una cantidad de $1,044.
Es importante mencionar que si lo anterior se lleva a cabo, el monto del apoyo promedio
por unidad de superficie en todo el país sería de $1,419, que es menor a los $1,700
sugeridos para apoyar de igual forma en las tres regiones. Asimismo, se estaría cubriendo
Nacional 142
Evaluación del PROCOREF
todo el costo del establecimiento de la obra, generando mayor calidad en las mismas. Cabe
destacar que de lo contrario sólo se seguirá sufragando 84.3% del costo total de las acciones
tendientes a conservar y restaurar el suelo.
El beneficio económico que fue señalado como el más importante por todos los
beneficiarios encuestados, fue el recurso recibido para llevar a cabo el pago de jornales que
se utilizaron para poder establecer las obras. Además de sufragar los costos de la
realización de los proyectos tendientes a conservar y restaurar el suelo, el monto del apoyo
también ayudó para cubrir algunos gastos médicos de la familia, así como en el logro de un
mayor poder adquisitivo durante la temporada que estuvieron trabajando en los predios.
El beneficio social más reconocido por buena parte de los beneficiarios encuestados
(35.7%) fue la generación de empleo temporal en las localidades atendidas, que se tradujo,
aunque de manera breve, en una mejora de la calidad de vida de los habitantes. De igual
forma, la integración de grupos de trabajo para llevar a cabo el establecimiento de las obras,
fue señalado por 31.4% de los beneficiados como el dividendo recibido más importante.
Del total de obras evaluadas en la muestra, 98.6% fueron realizadas, entre otros objetivos,
con la finalidad de captar agua y disminuir, en la medida de lo posible, la escorrentía
generada por las lluvias que se presentan año con año en las áreas de conservación y
restauración.
Nacional 143
Evaluación del PROCOREF
Considerando estas obras, y el hecho de que las presas filtrantes y barreras de piedra sólo
infiltran 25% del total de su capacidad de retención, se tiene que el volumen total infiltrado
fue de 46,411 m3, si se toma en cuenta que la superficie total evaluada fue de 3,783 ha,
entonces se puede decir que el volumen infiltrado por unidad de superficie fue de 12.3 m3.
Lo anterior señala que se tuvo un incremento de 6.2 m3/ha con respecto al ejercicio 2004. Si
se multiplica el valor por unidad de superficie por las 34,441 hectáreas efectivas que
restauró la Gerencia de Suelos durante el ejercicio fiscal evaluado, resulta un total de
423,624 m3.
Es importante señalar que el aumento presentado en la captación de agua, por parte de las
obras, se debió en primera instancia a que para el ejercicio evaluado la apertura de los
trabajos de conservación y restauración fue más oportuna, y con ello se aprovechó un poco
más el periodo de lluvias; en segunda instancia, se puede establecer que el año 2004 fue
más seco que 2005, presentándose en este último una precipitación media mucho mayor.
El volumen de azolve retenido (VAR) del total de obras evaluadas que formaron parte de la
muestra fue de 75,696 m3, si nuevamente se considera que la superficie total evaluada fue
de 3,783 ha, entonces se puede afirmar que el suelo retenido por unidad de superficie fue de
20 m3/ha, cantidad que multiplicada por las 34,441 hectáreas efectivas de trabajo realizado
durante el ejercicio fiscal evaluado, implica un total nacional de suelo retenido de
688,820 m3.
Para que la retención de sedimentos sea expresada en toneladas por unidad de superficie, es
necesario multiplicar el VAR por la densidad aparente del mismo. De esta forma, se tiene
que las obras que formaron parte de la muestra retuvieron 112,825 t de sedimentos
producto de la erosión provocada por los escurrimientos superficiales; lo que corresponde a
una retención promedio de 29.8 t/ha/año y un total nacional durante el ejercicio de
1’026,342 t/año.
Con base en lo anterior, se puede establecer que hubo un incremento de 73,222 t de azolve
retenido con relación al ejercicio 2004, donde la retención de suelo fue de 2,474 t en el total
evaluado. Como consecuencia, el volumen de sedimento que se retuvo por unidad de
superficie también aumentó en 28.5 t, dado que en el ejercicio pasado éste fue de 1.3 t/ha.
Este incremento obedeció a dos factores: en primer lugar, la precipitación del año 2005 fue
mayor a la que se presentó en 2004, por lo consiguiente también la cantidad y frecuencia de
Nacional 144
Evaluación del PROCOREF
los escurrimientos fue mayor, favoreciendo que las obras establecidas fueran más eficientes
en la retención de los sedimentos producto del arrastre y salpicado del suelo; en segundo
lugar, como se dijo anteriormente, las obras se realizaron con mayor oportunidad,
aprovechando con ello un lapso mayor del periodo de lluvias.
Por otro lado, dicho aumento en las toneladas de sedimento retenido también se debió a que
en el ejercicio 2004 las 100 obras contenidas en la muestra evaluada abarcaron un total de
3,086 ha. Esta superficie correspondió a 81.6% del total abarcado por la evaluación externa
en 2005, dado que en esta última, el área visitada fue de 3,873 ha. Con esto se puede decir
que aunque el número de obras (70) y proyectos revisados (115) fue menor en 2005, la
cobertura en superficie de éstos fue mayor, por lo consiguiente el VAR aumentó.
La capacidad de retención total de suelo en las obras visitadas fue de 188,720 m3, lo que
exhibe que éstas están trabajando a 40.1% de su capacidad, esto al considerar que el VAR
total evaluado fue de 75,696 m3. Sin embargo, habrá que aclarar que aunque el ejercicio
2005 fue más oportuno y lluvioso que el instrumentado en 2004, se encontraron obras que
fueron construidas en el último tercio del período de lluvias, por lo que la retención de
sedimentos, aunque mayor, no fue la esperada. Para el caso de la capacidad de retención
total de agua en las obras evaluadas, se tiene que fue de 69,184 m3, que comparada con el
ejercicio 2004 es menor en 14%.
Considerando que el total de superficie real atendida fue de 34,441 ha, y que la capacidad
de retención de sedimentos por unidad de superficie fue de 49.9 m3, la capacidad de
retención de suelo a nivel nacional se estimó en 1’718,140 m3. De igual forma, tomando en
cuenta que por hectárea se podía captar 18.3 m3, la capacidad de retención de agua a nivel
nacional se calculó en 629,861 m3.
Nacional 145
Evaluación del PROCOREF
externos les dan de manera somera. Por consiguiente, hacen falta esquemas de trabajo
que permitan al personal de campo estar presentes cuando se establecen las obras,
aunque esto signifique un aumento en el presupuesto anual de la Categoría.
Dado lo anterior, 3.7% de los proyectos considerados presentó una subdimensión alta,
puesto que sólo pueden captar entre 0 y 25% de los escurrimientos presentes en las áreas
donde fueron establecidos. Esto indica que el diseño aplicado en su construcción no fue el
adecuado, pues son trabajos que en poco ayudan a mitigar la erosión hídrica.
Por otro lado, 7.4% de los proyectos considerados presentó una subdimensión media
dadas las necesidades de captación de agua en los sitios de trabajo. Estas obras tienen una
capacidad de retención con la que pueden detener entre 25.1 a 50% del total escurrido
durante las precipitaciones máximas del año, para posteriormente infiltrarlo al manto
freático. Situación que es deficiente puesto que la mitad de agua de lluvia que podría
aprovecharse se escurre y erosiona el suelo de dichas áreas.
Del total de proyectos considerados, 29.6% presentó obras con una subdimensión baja,
puesto que tienen una capacidad de retención de 50.1 a 75% del total escurrido en el año.
Cabe destacar que 11.1% de los proyectos revisados estuvo bien dimensionado, ya que
pueden retener entre 75.1 y 100% de la escorrentía generada por las precipitaciones
máximas anuales, lo que indica que la mayor parte del agua de lluvia es infiltrada al suelo.
Es notable que 37% de los proyectos considerados presentó una sobredimensión alta, al
poder retener más de 180% de los escurrimientos máximos, lo cual exhibe el nulo
seguimiento que se le dio al establecimiento de las obras, aunado a la poca seriedad con que
se tomaron las recomendaciones e indicaciones que los técnicos externos hicieron a los
beneficiarios.
Con base en lo anterior, es urgente que en futuros ejercicios, antes de establecer la obra se
calcule el escurrimiento máximo que se presentará en dichas áreas, utilizando para ello los
promedios de lluvias máximos registrados en el periodo 1961-2001 por la Comisión
Nacional del Agua. Esto con el fin de que no se incurra nuevamente en el error de
establecer una obra sobrada que se traduzca en una “inversión excedida”.
Nacional 146
Evaluación del PROCOREF
Este indicador está muy ligado a la captación de agua y capacidad de retención, al respecto
se tiene que 48.6% de los predios evaluados tuvo una muy buena eficiencia en la
disminución de los escurrimientos, puesto que los proyectos realizados en dichos terrenos
menguaron en un rango que osciló entre 75.1 y 100% el total escurrido en el año.
Aunado a lo anterior, 18.6% de los terrenos evaluados presentó una buena eficiencia en la
disminución de la escorrentía generada por los meses más lluviosos del año, dado que las
obras realizadas en estas áreas lograron restar en un rango que va de 50.1 a 75% los
escurrimientos presentes durante el año. Este porcentaje, sumado al anterior, refleja que la
erosión producto del arrastre de sedimentos se está contrarrestando con éxito, y una
cantidad mayor de agua está siendo infiltrada al manto freático.
No obstante lo antes dicho, el hecho de que 11.4% de los terrenos evaluados haya
presentado una eficiencia regular en la disminución de los escurrimientos, indica que el
diseño de algunas obras, en cuanto a su capacidad de retención, no fue la adecuada, y si lo
fue entonces las recomendaciones hechas por los técnicos externos no se respetaron al
momento de construirlas. Las obras presentes en estos predios sólo lograron restar de 25.1 a
50% de la escorrentía total.
Por otro lado, cabe enfatizar que un porcentaje considerable de los predios visitados durante
la realización del presente estudio (21.4%), presentaron poca eficiencia en la disminución
de la escorrentía generada por incidencia de lluvias máximas. Las obras realizadas en estos
terrenos sólo menguaron en un rango que va de 0 a 25% el total escurrido, lo que señala
que la erosión hídrica no se contrarrestó con éxito en dichas áreas.
Bajo este esquema, es necesario que los técnicos externos, al momento de realizar el
dictamen de factibilidad técnica, recaben los datos requeridos para poder realizar el cálculo
de los escurrimientos máximos, con el método de las curvas numéricas, y utilizar dicha
información para diseñar la obra.
Nacional 147
Evaluación del PROCOREF
Teniendo en cuenta que la superficie total atendida por la Categoría en 2005 fue de 34,441
ha, la pérdida de suelo total a nivel nacional fue de 1’401,202 t. Considerando la superficie
mencionada, el volumen total de azolve retenido expresado en toneladas fue de 1’026,342 t.
De los predios visitados, 48.6% presentó una disminución muy buena al restar la erosión
presente en un rango que va de 75.1 a 100%, lo que indica que la planeación de las obras
resultó eficiente en cuanto a la elección de cada proyecto para las condiciones de
degradación que presentaban las superficies que se programaron atender. Asimismo, 44.3%
del total evaluado tuvo una disminución buena de la pérdida de suelo, porcentaje que,
sumado al anterior, es evidencia de que la erosión hídrica se está contrarrestando con éxito.
La problemática de la erosión hídrica en 7.1% de las obras evaluadas fue resuelta de forma
regular, dado que la disminución presentada en dichas áreas se observó en un rango que va
de 25.1 a 50%, no siendo suficiente para lograr el objetivo completo al que fueron
encaminados los proyectos establecidos en estos terrenos. Lo anterior debe ser un elemento
al que tendrá que ponerse mayor atención en la planeación de ejercicios futuros.
Es notable destacar que durante el cálculo de pérdida de suelo no se encontró algún predio
que hubiera contrarrestado en mala medida la erosión hídrica presente en su área de
impacto. Es decir, que el rango de disminución de la erosión que va de 0 a 25%, no figuró
dentro de los terrenos donde se llevaron a cabo las acciones de conservación y restauración
de suelos del ejercicio 2005.
Es necesario resaltar que las obras estuvieron trabajando a 40.1% de su capacidad, y con
ello disminuyeron en promedio 73.3% de la erosión hídrica presente en las áreas donde se
establecieron. Considerando lo anterior, se puede decir que la capacidad de retención de
suelo de los proyectos encaminados a la conservación y restauración en 2005, excede en
22.6% al total de la pérdida de suelo que se presenta en los predios donde se llevaron a
cabo las obras.
Una consideración muy importante de los datos presentados, radica en que para su cálculo
se utilizaron precipitaciones máximas mensuales, que representan un gran avance con
respecto al cálculo realizado en la evaluación pasada, donde se consideraron medias
mensuales de precipitación. No obstante, lo ideal sería contar con la suma de las lluvias
máximas en 24 horas para cada sitio donde se realizó el proyecto, pero esto requiere el
establecimiento de pluviómetros en cada área susceptible de apoyo un año antes.
Nacional 148
Evaluación del PROCOREF
De acuerdo con ello, se obtuvo el cuadro de estimación de costos por categoría de apoyo,
mismo que se presenta enseguida, mencionando que los costos y el porcentaje de subsidios
son promedios simples.
En el cuadro anterior se presentan, además de los costos promedio por hectárea para cada
una de las modalidades de apoyo, los márgenes de subsidio estimados. Esto es, una vez
obtenidos los costos por hectárea de cada uno de los predios, se comparó con el apoyo
recibido, de tal forma que se pudiera estimar el porcentaje que cubrió dicho apoyo con
relación al costo total (segunda y tercera columnas del cuadro 52).
Una vez calculado el costo por hectárea, se estimó el costo por hectárea agregando el valor
de las plantas establecidas y se recalculó el porcentaje de subsidio (cuarta y quinta
columnas del cuadro 52).
De esta forma, se observa que la modalidad que presenta mayor costo promedio fue la
correspondiente al Proceso completo sin dotación de planta, que a pesar de ello deja un
margen mínimo de "ganancia" en relación con los apoyos que brindó el Programa.
Nacional 149
Evaluación del PROCOREF
Para la modalidad Reforestación con planta procedente de vivero, el apoyo que fue
otorgado cubrió 93% de los costos en que se incurrió, básicamente en mano de obra y
traslado de la planta. Cabe señalar que para cuando se agrega el costo de las plantas en el
cálculo, el apoyo de la CONAFOR se quintuplica, es decir, el valor de las plantas genera
una plusvalía para el beneficiario cuatro veces mayor al apoyo brindado económicamente.
El comportamiento que se observó para la modalidad Reforestación con material vegetativo
es diferente, ya que el apoyo cubrió 124% de los costos que se generaron para el
establecimiento sin tomar en cuenta la adquisición del material. En cambio, para cuando
éste se debió comprar el porcentaje de subsidio disminuyó a 31%, lo cual hace parecer la
reforestación menos atractiva. Se debe considerar que para esta modalidad de apoyo los
beneficiarios deciden el origen de su planta, y en muchas ocasiones ellos mismos son
proveedores de su propio material, lo cual les representaría su "ganancia".
De esta forma, cuando la CONAFOR provee de la planta, además del apoyo económico,
está subsidiando de forma extraordinaria a los beneficiarios, ya que las plantas adquieren
valores que no son considerados a precios de mercado, lo cual disminuye los costos de la
reforestación y en algunos casos proporciona un mayor subsidio al beneficiario.
El promedio estimado de la distribución del monto del apoyo entregado por la CONAFOR
fue de 64.7% en pago de jornales, 24.5% en gastos de transporte de planta y 10.8% restante
en otros gastos, tales como: pago de cercas, compra de alambre, herramientas, limpia de
terreno, entre otros.
De esta forma, el pago de jornales fue el rubro que ocupó el mayor porcentaje del apoyo del
Programa. Este pago no necesariamente se realiza a personas ajenas a la familia, ya que de
manera general, la familia se ocupa de reforestar su predio, por lo que se puede considerar
como un pago familiar.
El valor del jornal es diferenciado por región, tipo de trabajo y época de realización. Para el
caso de la reforestación, el monto mínimo que se pagó por jornal fue de $45.00 en Coahuila
(zona árida), y el monto mayor fue de $150.00 en Jalisco y San Luis Potosí; de esta forma,
el pago promedio estimado fue de $94.20.
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Evaluación del PROCOREF
El número de jornales que se estimó por hectárea fue de 12.2 para la realización de todas
las labores, pero existieron predios donde el número de jornales fue calculado en 127 (en
predios que se encuentran en zonas alejadas y el traslado de las plantas se dificulta, así
como por el desgaste físico para la apertura de las cepas y para la realización de las
plantaciones).
De cualquier forma, el número de jornales que se generó a través del Programa fue de
1’497,420, que pagados a $94.20, generaría un beneficio económico de $ 141’056,964, lo
cual no necesariamente fue cubierto por el PROCOREF. La participación de los
beneficiarios en cubrir los jornales sin apoyo fue muy importante, lo cual debe ser
considerado como la contribución de ellos al bienestar social.
De esta forma, el procedimiento para la estimación fue el siguiente: una vez obtenido el
volumen por especies (diámetro y altura multiplicada por el coeficiente mórfico), se
trasladó al número total de plantas vivas encontradas en campo por predio, con esto se
obtiene el volumen total por predio (biomasa aérea).
El volumen de biomasa aérea fue multiplicado por el coeficiente de biomasa total y por la
fórmula logarítmica para la estimación de biomasa en raíces. Una vez determinada la
Biomasa Total, se multiplicó por los respectivos coeficientes (densidad y carbono) para
obtener el volumen de carbono, de esta forma, la estimación obtenida fue el porcentaje de
CO2 por predio, el cual fue trasladado a las hectáreas totales evaluadas.
La segunda consideración fue que se construyeron tres grupos para la estimación de CO2,
de acuerdo a las categorías anteriores, en donde el cálculo del volumen fue distinto,
utilizándose coeficientes mórficos diferenciados por categoría.
De esta forma, las estimaciones que se presentan en el cuadro 53 son las estimaciones
promedio por hectárea obtenidas de los predios evaluados, y representan los valores
indiferenciados por categoría forestal.
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Evaluación del PROCOREF
Fuente: UACh, con base en los indicadores de impacto de la evaluación y resultados de la Categoría en 2005.
* Descontando la superficie no plantada y la superficie correspondiente a las plantas muertas.
** El producto de la multiplicación simple de superficie total efectiva por t/CO2/ha no corresponde debido a que la hoja de cálculo
considera fracciones no redondeadas.
De forma más específica, las reforestaciones con especies latifoliadas fueron las que
tuvieron en promedio la menor captación de carbono, debido a dos razones principales: el
volumen total por especie y el número total de superficie reforestada (en total estas especies
ocuparon 9.4% del total de la superficie evaluada).
Con esto se pueden tener varias inferencias, la primera de ellas es que en términos de
impacto ambiental, específicamente en captura de carbono, las especies suculentas podrían
ser más eficientes, pero se debe considerar los propósitos de reforestación de estas especies
y su período de vida, el cual puede ser diez veces menor al de las especies forestales.
De otra forma se estimaron los promedios por hectárea de agua captada en los predios
reforestados, el valor obtenido fue de 3.8 m3 por acción de los trabajos de la reforestación
(cuadro 54). Para este cálculo se consideraron las diferencias entre los predios evaluados,
que tienen que ver con: la precipitación total, la textura del suelo, el tipo de vegetación a la
que pertenece la reforestación y la topografía del terreno.
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Evaluación del PROCOREF
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Los 335,828 m que se obtuvieron en esta estimación (cuadro 54), deben tomarse como el
agua que no se perdió en los terrenos por efecto de la reforestación, o como la ganancia de
agua para dichos predios.
Por último, al estimar la retención del suelo de los predios evaluados se modificó la fórmula
del Colegio de Posgraduados y la SARH (1982), esto tiene que ver con los levantamientos
técnicos específicos de cada predio. Dicha modificación fue la construcción de un
coeficiente de retención con base en cinco variables: la textura del suelo, la profundidad, la
pendiente, la topografía y el porcentaje de supervivencia. A cada una de estas variables se
le calificó y se le asignó un valor medio, al final la sumatoria se ponderó para establecer el
coeficiente final.
De acuerdo con estas estimaciones, los predios retuvieron 9.7 toneladas de suelo al año, lo
cual equivaldría a 845,649 toneladas totales (cuadro 55).
Fuente: UACh, con base en los indicadores de impacto de la evaluación y resultados de la Categoría en 2005.
* El producto de la multiplicación simple de superficie total efectiva por t de suelo/ha no corresponde debido a que la hoja de cálculo
considera fracciones no redondeadas.
Por supuesto que estos son valores mínimos, pero representan las estimaciones directas a
partir de una medición única. Valores más completos deben ser tomados a través de
mediciones continuas, donde el monitoreo de la ganancia de suelo en las reforestaciones a
los dos o tres años, permitan construir tablas de acuerdo a variables como: textura del
predio, pendiente, profundidad y especie reforestada.
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Evaluación del PROCOREF
Capítulo 12
Este apartado contiene el análisis sobre la pertinencia de los indicadores utilizados en esta
evaluación, presentando las limitaciones y desviaciones encontradas durante su aplicación,
asimismo se vierten las principales recomendaciones sobre las mejoras o adiciones que
debieran ser consideradas para ejercicios posteriores.
Es por lo anterior que los documentos antes mencionados deben de estar completamente
integrados y actualizados, para permitir con ello una estimación más apegada a la realidad
de las actividades apoyadas por la Categoría.
Los parámetros para calcular este indicador son muy sencillos y únicamente reflejan una
relación porcentual sobre las acciones realizadas con las que no se llevaron a cabo, por lo
3
Como ejemplo, se tiene que en Oaxaca el padrón de beneficiarios contiene una superficie de 176 ha para un predio, mientras que el
expediente contiene 7.6 ha.
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Evaluación del PROCOREF
Los valores otorgados para este indicador se basan en la modalidad de los apoyos dados,
por lo que su verificación en campo está dada por la visita a los predios tomando como
referencia expedientes técnicos, intensidad de los tratamientos y condiciones del lugar, por
lo cual dicha valoración es considerada adecuada.
El principal vacío de este indicador está relacionado con la falta de información sobre las
condiciones y algunas otras características que permitan inferir el estatus sanitario del área
Nacional 156
Evaluación del PROCOREF
En ese sentido, se recomienda contar con tratamientos testigo, que permitan realizar
comparaciones sobre los dos escenarios: con tratamiento y sin tratamiento, a fin de conocer
el avance sanitario con las acciones realizadas.
Es importante mencionar que para lograr más precisión en este indicador se deberá trabajar
con el mismo tipo de posicionadores en todas las Gerencias Estatales, para que la entidad
evaluadora también haga uso de éstos durante el trabajo de campo. Lo anterior se
recomienda con el fin de que la precisión del GPS sea la misma, y de esta forma se pueda
comparar superficies en el mismo plano. Por lo que se requerirá capacitar más a los
técnicos externos, específicamente en la determinación de áreas de impacto.
Para llevar a cabo la determinación de este indicador, fue necesario establecer el número de
hectáreas que fueron plantadas dentro de la superficie donde se llevaron a cabo las acciones
tendientes a conservar y restaurar el suelo. Además, se logró obtener el calificativo de
calidad de dichas plantaciones, así como las principales causas de muerte y acciones de
manejo recomendadas para mejorar las condiciones de las plantas reforestadas.
Es recomendable que para estudios futuros se consideren las plantaciones presentes dentro
de las obras realizadas, y sean evaluadas utilizando la ficha completa de reforestación, para
que el Establecimiento en Campo que éstas logren pueda ser comparado, a través de más
variables, con el obtenido por los predios plantados por la categoría de Reforestación.
Este indicador reviste gran importancia pues es un factor a considerar para determinar la
vida útil de los proyectos establecidos por la Categoría. En el presente estudio se valoró de
acuerdo a los rangos de conservación propuestos por la Gerencia de Suelos, en un grado
muy bueno, bueno, regular y malo.
Para que este indicador sea más objetivo es necesario que se determine a través de la suma
de valores homogéneos de aspectos, tales como: ubicación, calidad de los materiales,
volumen de azolve retenido, conformación de las piezas y el rango de conservación que
Nacional 157
Evaluación del PROCOREF
El cálculo de la superficie reforestada, así como del establecimiento en campo logrado por
las plantaciones, no fue factible de realizar debido a que no se evalúo predio alguno que
contuviera proyecto referido a una práctica vegetativa apoyada con recursos de la
Categoría, es decir, obras correspondientes a los sistemas agroforestales, terrazas de muro
vivo, cercos vivos o cortinas rompevientos no figuraron dentro de la muestra evaluada.
Debido a lo anterior, no se pudo determinar, entre otros aspectos, en qué grado las
plantaciones establecidas en la península de Yucatán están ayudando a disminuir la clase de
degradación, de tipo químico, que presentan los suelos de está región respecto a la pérdida
de productividad. Por consiguiente, se requiere que en futuros ejercicios la muestra incluya
un porcentaje de obras que incorpore prácticas vegetativas en la región XII, con el fin de
contar con dicha información.
Para establecer en qué grado correspondieron las unidades de medida que se incluyeron en
el dictamen de conclusión de obra, con respecto a los encontrados durante la revisión de
campo de los predios contenidos en la muestra, fue necesaria la observación de los
expedientes técnicos integrados por cada Gerencia estatal. No obstante, algunos técnicos
externos no expresaron de manera homogénea la información relativa a las unidades de
medida.
Con base en lo anterior, es urgente que se cree un formato único del dictamen de
conclusión de obra, y que se respete su forma de llenado, sobre todo en lo que respecta a la
referencia geográfica y las unidades de medida de la obra. Asimismo, se deberá determinar
el número total de obras realizadas, los metros cúbicos totales de las presas filtrantes, los
metros cuadrados y lineales totales de las obras que así lo requieran, enfatizando que si el
predio se divide en 4 áreas serán incluidas todas en el dictamen.
No obstante lo anterior, es recomendable que para hacer más preciso el cálculo del volumen
de agua infiltrada en las obras realizadas, se obtenga la información que precise los datos de
Nacional 158
Evaluación del PROCOREF
lluvias máximas diarias, es decir, en 24 horas, de todos los predios contenidos en la muestra
a evaluar. Esto permitiría sumar los valores de la curva numérica para cada evento y, con
ello, la precisión del indicador sería mayor.
Este indicador resulta del cociente del volumen de azolve retenido por las obras, expresado
en toneladas, entre la erosión anual que se presenta en el predio. La utilización de la EUPS
fue muy acertada para determinar la cantidad de suelo que se pierde por unidad de
superficie por año, lo cual permitió obtener mayor precisión en el indicador, dados los datos
recabados por la ficha de campo; no obstante, dos de los seis factores que conforman la
fórmula se calcularon de manera indirecta, al no tener valores determinados en campo que
pudieran facilitar su mayor precisión.
Es necesario mencionar, que otro factor que dificultó la precisión del cálculo de este
indicador, fue la determinación del volumen de azolve retenido por las zanjas de
infiltración (zanjas trinchera, zanjas bordo y tinas ciegas), puesto que el cálculo partió del
supuesto de que todas éstas fueron construidas con 40 cm de profundidad. Por esta razón,
es necesario que dentro del dictamen de conclusión de obra se incluya, con la mayor
claridad posible, la información que establezca las dimensiones promedio de la apertura de
zanjas, para que estos datos sean base de comparación.
Para el ejercicio 2005 es confiable una comparación con el ejercicio 2004, debido a que el
tratamiento realizado para su estimación (ponderación nacional) se realizó de similar forma,
la diferencia entre los dos ejercicios es el tamaño de muestra y sus bondades estadísticas.
La recomendación para las subsecuentes evaluaciones, es diferenciar este indicador para las
cuatro modalidades de reforestaciones que apoya el PROCOREF (siembra directa,
reforestaciones con y sin dotación de planta y reforestaciones vegetativas), lo cual
permitiría obtener un conocimiento mayor del comportamiento de la modalidad de apoyo.
De esta forma, este indicador tiene que estar respaldado con información confiable, lo cual
permitirá una mayor seguridad de que éste pueda resultar útil para la toma de decisiones. La
pertinencia estará relacionada a la necesidad de revisar el grado de cumplimiento de la
Reglas de Operación, y la calidad de la información que se tiene en la Gerencias estatales.
Las plantas faltantes se calcularon determinando la diferencia entre las plantas entregadas a
los beneficiarios, con respecto a las reportadas en expedientes técnicos correspondientes.
Esta diferencia fue complementada con la comparación entre el número de las entregadas y
el número de las establecidas, los cuales son parámetros que indican el grado de dispersión
de las plantas reforestadas.
La estimación de este indicador fue muy importante para revisar el destino final de las
plantas entregadas, su grado de dispersión y el de confiabilidad de la información técnica
contenida en los expedientes técnicos.
Para su cálculo se tienen dos limitantes: la primera de ellas fue considerar que los predios
son compactos en su totalidad, y cuando esto no sucede se tienen disminuciones
importantes; la segunda fue la densidad a la que se establecen las reforestaciones, ya que
cuando éstas son mayores a las indicadas se cubre una menor superficie.
La recomendación es que los expedientes técnicos registren de manera clara las densidades
y la disposición (compactos o fraccionados) de los predios, lo cual permitirá hacer una
comparación más adecuada.
Se recomienda que los técnicos encargados del Programa propongan las densidades de
acuerdo a las características específicas de las reforestaciones por cada predio, ya que
Nacional 160
Evaluación del PROCOREF
Asimismo, se recomienda trabajar con las Gerencias estatales para establecer márgenes de
densidad en los cuales se puedan ubicar las diferentes especies utilizadas en la reforestación
y las respectivas características regionales, de esta forma pasaría de ser un indicador
puntual y podría establecerse como un indicador de rango, lo cual le permitiría ser más
confiable.
Este indicador es uno de los más confiables, ya que para su estimación se utiliza el
porcentaje de establecimiento en campo y el calificativo de calidad obtenido por los
subindicadores (especie apropiada al sitio, manejo de la plantación, preparación del terreno,
densidad de plantación, correspondencia de la especie con el propósito y vigor e integridad
morfológica de las plantas).
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Evaluación del PROCOREF
Capítulo 13
Conclusiones
Los problemas atendidos por la Categoría en 2005, en su mayoría (48.5%), fueron: la poda
de muérdago y los tratamientos aplicados para el control de descortezadores,
principalmente en bosques de clima templado. Las demás modalidades de apoyo
representaron el resto de la superficie y beneficiarios atendidos, presentándose, para el caso
de barrenadores de las meliáceas, fragmentación de la propiedad, por lo que se tuvo que el
número de productores fue elevado, pero no así la superficie atendida.
De la superficie tratada con apoyos de Sanidad Forestal, 59.8% correspondió a especies del
género Pinus, destacando, entre estos, el Pinus cembroides con 28.8% del total de la
superficie atendida; asimismo, el principal agente causal de los padecimientos saneados fue
muérdago del género Arceutobium con 44.7% del total del área atendida.
El tipo de tratamiento que predominó en las acciones de Sanidad Forestal fue el mecánico
(79.6%), el cual correspondió a los problemas atendidos mayoritariamente, sumándosele a
éste aquellos que consistieron en la recolección y quema de piñón en algunos predios
apoyados en la modalidad de plagas de conos. En todos los tratamientos ejecutados se
percibió una deficiencia en cuanto a su aplicación, derivada de la falta de asistencia técnica
periódica a los predios apoyados.
El PCSFC resultó de 84.5% lo cual, con respecto al PCSFRP, presenta cierta diferencia
atribuible a inconsistencias detectadas entre el padrón de beneficiarios, los expedientes
técnicos y la superficie tratada encontrada en campo; sin embargo, se considera buena la
cobertura obtenida por las acciones sanitarias, a pesar de que los montos de apoyo de la
Categoría fueron bajos.
No obstante a que se tuvo una buena cobertura en campo, el ICASF obtenido fue de 0.63, lo
que denota que las acciones sanitarias apoyadas fueron efectivas en poco más de la mitad
de los predios, considerando regular dicho valor, ya que aunque se están realizando
acciones para suprimir las plagas y enfermedades, la estrategia no ha dado buenos
resultados a nivel general, puesto que éstas se están efectuando de manera aislada,
diluyendo su efecto en la magnitud del problema que intentan atender.
Nacional 163
Evaluación del PROCOREF
Los trabajos realizados con los reportados obtuvieron un indicador de 94.2%, siendo la
causa en 1.7% de los predios la no realización de la acción sanitaria, en 7% la no
correspondencia del tipo de apoyo y en 1.7% la realización de acciones diferentes a las
reportadas en el padrón de beneficiarios, situación que denota una debilidad en cuanto a la
supervisión y el seguimiento de los predios apoyados.
De acuerdo con los resultados del monitoreo periódico que realiza la SEMARNAT, en
2004 fueron afectadas 65,124 ha por plagas y enfermedades, lo que evidencia la magnitud
del problema que intenta atender la categoría de Sanidad Forestal.
13.1.3. Contribución para mejorar las condiciones de vida del género femenino
dentro del ámbito de su aplicación
Las fortalezas de la Categoría tienen que ver con la estructura de operación con que cuenta
la Comisión, lo que permite atender los problemas sanitarios en todo el territorio nacional,
asimismo, al ser la única instancia que apoya a los productores para este tipo de acciones,
propicia que los apoyos tengan alta demanda, sumándole a esto la amplia disposición por
parte de la población objetivo para llevar a cabo los trabajos de saneamiento.
Nacional 164
Evaluación del PROCOREF
La difusión de la Categoría fue calificada como buena por la mayoría de los beneficiarios
(85.7%), mientras que 12.9% señaló que fue regular y sólo 2.4% consideró que fue mala.
El monto del apoyo fue calificado como bueno por la mayoría de los encuestados (62.9%),
para 31.4% fue de regular suficiencia para cumplir con el compromiso enmarcado en la
carta de adhesión, y 5.7% lo consideró bajo, puesto que tuvieron que sufragar algunos
costos con dinero propio.
La publicación tardía de las Reglas de Operación acortó los plazos para cumplir en tiempo
y forma con todas las actividades que enmarca el establecimiento de las obras. De igual
forma causó un desfase entre las actividades de planeación y ejecución de los proyectos de
la Categoría.
incompleta, esto provocará que a largo plazo haya una disminución en la vida útil y la
eficiencia para contrarrestar con éxito la erosión hídrica presentada en cada una de las
cuencas, subcuencas y microcuencas que atiende la Gerencia de Suelos. En el mismo
sentido, el cumplimiento de las unidades de medida seguirá siendo regular, dado que se
continuarán construyendo obras sin la presencia del asesor técnico al momento de
establecerlas en los predios.
Respecto a las metas programadas por la Comisión, los puntos donde se tendrá que ajustar
más la mecánica operativa y la visión a largo plazo de la Categoría, incluyen un incremento
en las metas de superficie de ambos subprogramas, pero específicamente en el de
Conservación y Restauración, para que correspondan al problema de la degradación de
suelos que se tiene a nivel nacional, esto sólo se logrará incrementando también los
recursos hacia la Categoría.
Por otro lado, debe priorizarse la capacitación de los técnicos externos sobre la
determinación de áreas de impacto y el llenado uniforme de los tres componentes técnicos
principales de las actas integradas, es decir, el dictamen de factibilidad técnica, el
expediente técnico y el dictamen de conclusión de obra. Asimismo se deberá promover la
asistencia técnica directa al momento de realizar los trabajos.
Uno de los aspectos que deberá ser más oportuno es la emisión de las Reglas de Operación
para establecer las obras antes del inicio del periodo de lluvias. De igual forma, la
normativa vigilará que el apoyo a superficies compactas sea una prioridad más elemental,
buscando una solución a los problemas de tenencia de la tierra, en lo que a superficies
pequeñas se refiere, que presentan algunas entidades del país.
Por último, otro de los puntos donde se tendrá que trabajar más es en la cuantificación de
los escurrimientos máximos, y la pérdida de suelo anual por erosión hídrica de los predios
susceptibles de apoyo, información que deberá integrarse en los dictámenes de factibilidad
técnica o, en su defecto, directamente en el expediente técnico de cada obra.
13.2.3. Contribución para mejorar las condiciones de vida del género femenino
dentro del ámbito de su aplicación
Nacional 166
Evaluación del PROCOREF
Al igual que en el ejercicio anterior, el hecho de contar con un Manual de Obras y Prácticas
de Conservación y Restauración de Suelos ha sido fundamental, lo cual representa una
fortaleza dado los buenos resultados logrados a través del uso de esta herramienta de
trabajo.
Es claro que la experiencia que los funcionarios vinculados han acumulado a través de la
puesta en marcha de la Categoría en varios años, fue una fortaleza más que permitió la
solución de imprevistos y problemas operativos.
Otra debilidad es la falta de vehículos que permitan facilitar los recorridos de campo para
recabar información necesaria en la definición de obras para cada terreno, dado que las
camionetas con que se cuenta no son suficientes para satisfacer las necesidades reales de los
técnicos externos.
Aunado a lo anterior, el limitado número de personal operativo con que se cuenta para
llevar a cabo la consecución de metas que año con año se programan para cada región,
limita la presencia en campo de éste al momento de establecer las obras, con lo que se
genera el cumplimiento de menor superficie.
Nacional 167
Evaluación del PROCOREF
Por último, es necesario mencionar que la mayor debilidad que presenta la Categoría es el
mínimo impacto que se tiene en el problema nacional de áreas forestales con degradación
de suelos en un nivel moderado y severo, dado que las metas son muy bajas comparadas
con éste.
Las metas físicas se cumplieron 16% por encima de lo planeado, lo cual se considera un
logro importante, aunque si se compara la reforestación con el proceso de deforestación que
se tiene actualmente, se reconoce la necesidad de incrementar tanto las metas físicas como
las financieras.
Existen otras fases del Proceso de Mejora Continua que necesitan fortalecerse, como son: el
traslado de planta sin maltrato, la protección a la plantación, el mantenimiento, el
seguimiento y la evaluación.
La evaluación técnica también mostró los niveles de los tres principales beneficios
ambientales (captura de carbono, captación de agua y retención de suelo) siendo la
conservación de suelo el principal impacto ambiental de las reforestaciones.
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Evaluación del PROCOREF
Los impactos sociales fueron estimados con base en el número de jornales generados, los
cuales fueron estimados en 1’497,420 jornales directos, distribuidos durante el proceso de
reforestación, desde el traslado de la planta, la apertura de cepas, la plantación, hasta el
cuidado de las plantas.
De esta forma, se debe dar mayor énfasis a los siguientes aspectos que son medulares para
la Categoría:
Un elemento importante de apoyo es la donación de planta. Por lo cual, cuando los predios
sean destinados eminentemente a la conservación y a la restauración, ésta no tendría
un costo para los beneficiarios, caso contrario si se tratara con fines productivos.
c) La operación del Programa. Los cambios operativos que deberá realizar la institución
tienen que ver con una mejor atención a las reforestaciones realizadas. El número de
predios atendidos debe considerarse en relación a la superficie y a la colindancia de las
áreas. Deberá atenderse un menor número de predios que representen una superficie
mayor, así como la discriminación de predios dispersos y fragmentados, lo que
beneficiará la atención técnica.
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Evaluación del PROCOREF
13.3.3. Contribución para mejorar las condiciones de vida del género femenino
dentro del ámbito de su aplicación
Por último, y de acuerdo a los beneficiarios entrevistados, una fortaleza importante es que
el Programa y la CONAFOR están posicionados como instituciones serias y transparentes.
Por otra parte, la principal debilidad del Programa está referida a la falta de recursos
financieros, humanos y de infraestructura para cubrir metas más amplias y atender de
manera más integral la problemática de la deforestación.
De los aspectos administrativos que fueron observados como debilidades, están: la emisión
de las Reglas de Operación con rezago, lo que provocó deficiencias y/o retrasos en el
proceso administrativo y operativo; el subejercicio en el rubro de activos fijos, lo que
impacta directamente a la operación del Programa.
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Evaluación del PROCOREF
El cumplimiento de metas físicas y financieras para las tres categorías del PROCOREF fue
cubierto totalmente. Esto es un logro importante, pero tiene que revisarse con relación a la
triple problemática en la que pretende incidir: deforestación, control de la erosión y
conservación de suelos, y combate a plagas y enfermedades forestales. Esta triple
problemática rebasa en buena medida las acciones que realiza el Programa, por lo cual es
imperativo se le incremente su presupuesto para así poder incrementar las metas físicas del
mismo.
13.4.2. Gestión
De manera general, la gestión del Programa, para las tres Categorías, fue calificada por los
beneficiarios como buena, tanto en la asignación de recursos como en la transparencia del
proceso. Aún así, se observó que la emisión de la Convocatoria fue tardía, lo cual retrasó la
asignación de los apoyos y los trabajos respectivos.
Es importante resaltar que la experiencia que los funcionarios y personal técnico han
acumulado a través de la puesta en marcha del Programa en los dos años de operación, así
como la participación responsable de los beneficiarios, permitió que en el ejercicio 2005 los
indicadores técnicos centrales tuvieran incrementos.
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Evaluación del PROCOREF
Capítulo 14
Recomendaciones
Es recomendable que exista mayor difusión de la información a los productores sobre las
Reglas de Operación del Programa, pues aún se tienen deficiencias en cuanto a su
conocimiento por parte de los mismos, por lo cual, en algunos casos, los procedimientos de
asignación y forma de pago se prestan a malas interpretaciones por parte de los ejidatarios y
comuneros participantes.
Los dictámenes de conclusión de la obra deben contener información más amplia sobre
las acciones realizadas, por lo cual es importante que se adecuen los formatos, incluyendo
el grado de cumplimiento de las acciones y total de la superficie afectada y tratada, con las
acciones apoyadas.
Con el propósito de que se cumplan en tiempo y forma las metas de la Categoría, debe
aumentarse la supervisión y seguimiento de los predios apoyados, con el objeto de evitar la
no conclusión de los trabajos, asimismo es indispensable que los padrones sean
actualizados con base en los expedientes técnicos, evitándose así inconsistencias en la
información presentada y resultados obtenidos.
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Evaluación del PROCOREF
un impacto mayor con los apoyos otorgados, evitando realizar acciones de manera aislada.
La definición de metas físicas debe ser acorde a las capacidades reales de la Categoría, para
poder así atender de manera integral los problemas sanitarios, por lo cual se recomienda
realizar un análisis previo antes de comprometer la superficie a tratarse, pues no debe
continuar el otorgamiento de apoyos si éstos no van de la mano con la asesoría técnica
adecuada.
Los problemas sanitarios que se encuentran afectando las masas arboladas del país no
obedecen a límites territoriales o de propiedades, por lo cual, es recomendable elaborar una
estrategia de apoyos para atender las zonas afectadas mediante un enfoque regional, por lo
que la atención a demanda libre no es acorde con las acciones sanitarias.
La Comisión debe contar con personal especializado en sanidad forestal en cada una de las
Gerencias estatales, con el propósito de activar los mecanismos de vigilancia, tanto activa
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Evaluación del PROCOREF
como pasiva, permitiendo con ello tener un sistema de monitoreo, involucrando en todo
momento a los ayuntamientos para ampliar más la cobertura.
Es necesario dirigir un número mayor de obras hacia las Áreas Naturales Protegidas, dado
que este escenario ha sido el menos impactado en los ejercicios de años pasados, asimismo,
se debe trabajar más en las Regiones Hidrológicas que presenten niveles altos de erosión
hídrica y degradación de los suelos por otros factores.
Se debe continuar con el establecimiento de obras de calidad aceptable, como hasta ahora
se ha venido haciendo; sin embargo, surge la necesidad de revisar las obras de regular a
mala eficiencia para determinar los factores que influyeron en lo deficiente de su
construcción.
Dado que la participación activa de los núcleos comunales, ejidales y pequeños propietarios
para establecer obras de éxito en terrenos degradados, es una fortaleza importante en el
ejercicio de la Categoría, ésta deberá aprovecharse reforzando la experiencia y el
conocimiento con que se cuenta.
La revisión de los costos netos de establecimiento de las obras es una actividad que
requiere pronta atención, si se toma en cuenta que el salario mínimo presente en el norte,
centro y sur del país es muy variable. Estos deben ser adecuados a las condiciones propias
de cada región, en cuanto a: número de jornales, dificultad de los accesos y acarreo del
material, para que el manejo del subsidio tenga una mayor eficiencia.
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La transparencia en el proceso de asignación de los apoyos fue buena, por lo que se deberán
retomar los aspectos principales que favorecieron la consecución de ésta, así como reforzar
los puntos en donde se cometieron errores, vigilando que la existencia de intermediarios de
los apoyos se minimice en la medida de lo posible.
Es necesario promover la creación de áreas piloto donde confluyan todas las obras que
enmarca el Manual de Obras y Prácticas, de acuerdo a su pertinencia. Esto se realizaría con
el apoyo del gobierno estatal, municipal y organizaciones de productores, utilizando dichas
áreas para eventos de capacitación masiva a beneficiarios potenciales.
Se necesita una participación más activa de las dependencias que integran el Comité de
Operación en las entidades del país. Dicha actuación no sólo debe avocarse a la calificación
de las solicitudes, a la selección de beneficiarios y al otorgamiento de subsidios, sino
también a la conjunción de esfuerzos, recursos financieros, materiales y humanos, con el fin
de que las metas sean logradas o rebasadas en todos sus rubros.
Se debe disponer de información más exacta sobre los suelos de cada predio susceptible de
apoyo, de su adecuado aprovechamiento, así como de sistemas agronómicos mejorados,
que combinen la protección de los recursos con dividendos que convengan a los
beneficiarios, en lo que respecta a rendimientos aceptables.
Es necesario que una condición para aceptar las solicitudes emitidas por los participantes de
próximos ejercicios, sea el compromiso de éstos para llevar a cabo el mantenimiento de la
obra (sólo en zanjas trinchera, zanjas bordo y presas de piedra acomodada), desazolvando
las zanjas y reparando las presas cuando éstas hayan sido derrumbadas.
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Es recomendable que el dictamen de factibilidad técnica refleje con más claridad las
necesidades de conservación y restauración de las áreas donde se realice, para que de esta
forma se puedan seleccionar las obras adecuadas para contrarrestar la problemática de
degradación presente en estos terrenos.
El problema de la conservación del suelo y del agua debe atenderse considerando la cuenca
hidrográfica como unidad base de trabajo, dado que constituye una zona natural que
permite observar todas las consecuencias de la escorrentía en un área determinada, y con
ello favorecer una planeación más estratégica para contenerla y, en su caso, frenarla o
revertirla.
La determinación de las obras a establecer, así como la dimensión y cantidad de piezas que
se han de construir, deben definirse a partir de información exacta, es decir, a partir de los
valores que arrojen el cálculo del escurrimiento máximo y de la pérdida de suelo anual, o
algún otro tipo de degradación que se presenta en las áreas susceptibles de apoyo, y de esta
forma evitar la construcción de obras sobradas.
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restauración de suelos. Esto respondería a la necesidad de contar con un dato más preciso
sobre la proporción en la que ayudan a lograr un EC más exitoso dichas acciones.
Para valorar de mejor manera los impactos socioeconómicos que se tienen con el
establecimiento de obras de conservación de suelo, los instrumentos de evaluación deben
incluir cuestionamientos sobre el número de muebles pequeños y enseres domésticos que
fueron adquiridos a partir del pago de jornales, así como los gastos médicos que fueron
sufragados con la retribución de su trabajo.
Es muy importante que la información sobre la normatividad del Programa sea oportuna y
se encuentre disponible para todos los beneficiarios, por lo que es recomendable la emisión
con toda oportunidad y difusión de las Reglas de Operación, para no provocar retrasos en el
proceso administrativo y operativo del PROCOREF.
Se recomienda incrementar las metas físicas, ya que el proceso de deforestación que sufre
el país es vasto, por lo que se requiere acciones más extensas encaminadas a la
recuperación forestal. Asimismo, se recomienda realizar acciones técnicas que permitan
elevar los indicadores de calidad y supervivencia de la reforestación.
Además, una participación técnica mayor de los Comités operativos y de las instituciones
que convergen en la reforestación, posibilita impactos regionales, por lo que se recomienda
que dichos Comités no sólo sean espacios de dictaminación y distribución de recursos, sino
que sean espacios de análisis técnicos, de promoción de proyectos ambientales y de gestión
de recursos.
Debido a que los principales factores que inciden en la pérdida del recurso forestal, son: el
cambio de uso de suelo, los incendios y la tala clandestina; es necesario que se
intensifiquen medidas preventivas y de control que reduzcan el impacto, lo cual traerá
consigo beneficios de conservación y preservación de los recursos naturales y de la
biodiversidad, aunado a ello los trabajos de reforestación podrán disminuir en intensidad y
recursos
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14.4.2. Gestión
Se recomienda llegar al máximo control de la información que se genera para las tres
categorías, ya que en los expedientes técnicos y el padrón de beneficiarios existen todavía
vacíos informativos que no permiten tomar decisiones oportunas (finiquito de pagos,
cancelación de apoyos, áreas de impacto, zonas de riesgo sanitario, etc.), por lo que la
calidad y oportunidad de información debe ser una labor importante del Programa.
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Bibliografía
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Anexos
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Anexo 1
Tamaño de muestra, predios evaluados y reemplazos
por categoría de apoyo del PROCOREF
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A continuación se presentan los tamaños de muestra calculados y realizados, así como los
reemplazos llevados a cabo por entidad federativa a fin de cubrir la totalidad de la muestra.
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Anexo 2
Nota metodológica sobre el cálculo de Costos e Impactos
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La pretensión es que estos indicadores puedan servir como base de cálculo de indicadores
de mayor grado de complejidad (TIR, VAN, B/C), y que además puedan servir para estimar
la magnitud actual del apoyo por obra y por tratamiento, lo que supondría el impacto
económico para el ejercicio 2005.
Para las tres categorías del PROCOREF se construyeron hojas de cálculo que contuvieran
los diferentes rubros y montos de los factores de costos. Éstos fueron obtenidos a través de
la encuesta a beneficiarios.
De esta manera, para el caso de la categoría de Reforestación, los rubros que fueron
considerados en los costos fueron: compra de planta (modalidad de apoyo 05), preparación
del terreno, colocación de cercas, número y pago de jornales, transportación de planta y
materiales, asistencia técnica, compra de alambre o material de cercado, compra de postes,
instalación de postes, plantación de árboles y otros gastos.
Es necesario indicar que el cálculo de dichos costos estuvo estimado por modalidad de
apoyo, esto es, en cada una de las modalidades de apoyo los beneficiarios contrajeron
compromisos diferentes, por lo que las acciones y sus respectivos costos también fueron
diferentes.
Con esto, una vez identificados los predios evaluados por modalidad de apoyo, se sumaron
los respectivos costos por rubro, teniendo especial cuidado en que los montos estuvieran
indicados como costos por hectárea, ya que por lo general los beneficiarios señalan los
costos totales realizados, en este caso, éstos fueron divididos entre la superficie reforestada
para obtener el costo por hectárea.
Una vez sumados los montos de cada uno de los rubros por predio, se obtuvo el costo total
por predio reforestado. Este costo total fue dividido entre el número de predios de la
modalidad de apoyo, con lo que se obtuvo el costo promedio por hectárea, por modalidad
de apoyo.
De esta manera, se observó que el costo mayor de los diferentes tipos de obras fue el pago
de jornales, en la mayor parte de ellas. Un segundo rubro de costos importantes fue el
acarreo del material, sobre todo en las presas filtrantes. Por lo general, el costo de
materiales de construcción fue mínimo, ya que se utilizan materiales de la zona (ramas,
troncos, piedra, arena, etc.
Es importante señalar que para su análisis se dividió el país en tres zonas (norte, centro y
sur) a fin de regionalizar los costos, ya que el costo de los jornales tiene alta variación
dependiendo de la región-entidad que se revise. De esta forma, además de tener los costos
por tipo de obra, se obtuvieron los costos promedio por región de los jornales empleados
por obra. En el archivo electrónico costos_suelos_2005.xls, se presentan los pormenores de
la estimación de costos para esta Categoría.
Los costos de los tratamientos de la categoría de Sanidad Forestal fueron realizados con
base en la estimación de los gastos efectuados por los beneficiarios para ejecutar las
acciones sanitarias en sus predios, llevándose a cabo su análisis en gabinete y
comparándolo con bibliografía existente, así como algunos estudios sobre costos de
tratamientos para árboles forestales realizados por el CATIE y Aphis-USDA,
respectivamente. En el archivo electrónico costos sf-anexos se presentan los detalles de esta
estimación.
La inversión promedio realizada por hectárea fue estimada con base en la inversión total de
la Categoría en su capítulo 4000, dividida entre la superficie total tratada, de acuerdo con
los resultados obtenidos en 2005, proporcionados por la Gerencia de Sanidad Forestal de la
Comisión.
Con relación a la distribución de los recursos otorgados para ejecutar las acciones, ésta se
llevó a cabo de acuerdo con los datos proporcionados por los beneficiarios y recabados en
los instrumentos de colecta de información en campo.
La estimación de este indicador fue simple, ya que para las tres categorías se obtuvo el
registro de los montos apoyados, por tipo de obra (Suelos), por modalidad (Reforestación)
y por tratamiento (Sanidad) en los expedientes técnicos. Además, en las Reglas de
Operación, en el Anexo 6 “Monto de los apoyos”, se indica el nivel de apoyo
correspondiente a la categoría y tipo.
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Una vez obtenidos los costos por Categoría y el monto de los apoyos otorgados, se realizó
la comparación del costo total de la obra realizada, el tratamiento o la modalidad, con el
monto de apoyo otorgado por la CONAFOR, lo cual permitió obtener un porcentaje de
apoyo diferenciado, lo señala de manera directa el impacto económico actual de los
respectivos apoyos. En los archivos señalados en cada una de las categorías, se presenta una
hoja de cálculo correspondiente a esta comparación.
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De esta forma, la hoja de cálculo construida contiene la estimación realizada por categoría
de especie, y una comparación entre los promedios obtenido por cada una de ellas.
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