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gujero blanco es el término propuesto para definir una solución de las ecuaciones

del campo gravitatorio de Einstein, cuya existencia se cree imposible, debido a las
condiciones tan especiales que requiere.

Se trata de una región finita del espacio-tiempo, visible como objeto celeste con
una densidad tal que deforma el espacio pero que, a diferencia del agujero negro,
deja escapar materia y energía en lugar de absorberla. De hecho ningún objeto puede
permanecer en el interior de dicha región durante un tiempo infinito. Por ello se
define un agujero blanco como el reverso temporal de un agujero negro: el agujero
negro absorbe a su interior a la materia. En cambio el agujero blanco la expulsa.

Los más importantes avances en esta teoría son debidos a los trabajos
independientes de los matemáticos Ígor Nóvikov y Yuval Ne'eman en la década de
1960, basados en la solución de Kruskal-Schwarzschild de las ecuaciones de la
relatividad general.

El agujero negro de Schwarzschild es descrito como una singularidad en la cual una


geodésica puede solo ingresar, tal tipo de agujero negro incluye dos tipos de
horizonte: un horizonte "futuro" (es decir, una región de la cual no se puede salir
una vez que se ha ingresado en ella, y en la cual el tiempo -con el espacio- son
curvados hacia el futuro), y un horizonte "pasado", el horizonte pasado tiene por
definición la de una región donde es imposible la estancia y de la cual sólo se
puede salir; el horizonte pasado entonces ya correspondería a un agujero blanco1

En el caso de un agujero negro de Reißner-Nordstrøm el agujero blanco pasa a ser —


por ahora siempre hipotéticamente— la "salida" de un agujero negro en otro
"universo", es decir, otra región asintóticamente plana similar a la región de la
que procede un objeto emergente por ese otro tipo de agujero. La carga eléctrica
del agujero del Reissner-Nordstrøm proporciona un mecanismo físico más razonable
para construir posibles agujeros blancos.

Hipótesis varias
A diferencia de los agujeros negros para los cuales existe un proceso físico bien
estudiado, el colapso gravitatorio (que da lugar a agujeros negros cuando una
estrella algo más masiva que el sol agota su "combustible" nuclear), no hay un
proceso análogo claro que lleve con seguridad a producir agujeros blancos. Aunque
se han apuntado algunas hipótesis:

Los agujeros blancos como una especie de "salida" de los agujeros negros, ambos
tipos de singularidades probablemente estarían conectadas por un agujero de gusano
(notar que, como los agujeros blancos, los agujeros de gusano aún no han sido
encontrados hasta ahora); cuando se descubrieron los cuásares se supuso que estos
eran los buscados agujeros blancos pero en la actualidad tal supuesto ha sido
descartado.2
Otra idea generalizada en la actualidad es que los agujeros blancos serían muy
inestables, durarían muy poco tiempo e incluso tras formarse podrían colapsar y
transformarse en agujeros negros.
Finalmente, se ha postulado que los agujeros blancos podrían ser el inverso
temporal de un agujero negro.34
También se ha llegado a conjeturar que la singularidad inicial del big bang pudo
haber sido una especie de agujero blanco en sus momentos iniciales.5
En la actualidad, muy pocos científicos creen en la existencia de agujeros blancos
y se considera solo un ejercicio matemático sin contrapartida alguna en el mundo
real.6

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