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2016;28(Supl 1):1-49
CLÍNICA E INVESTIGACIÓN EN
ARTERIOSCLEROSIS
www.elsevier.es/arterio
SEA-SEACV 2015:
Guía para el diagnóstico y tratamiento del aneurisma
de aorta abdominal
a
Unidad de Lípidos y Riesgo Vascular, Servicio de Medicina Interna, Hospital Carlos III, Madrid, España
b
Servicio de Angiología y Cirugía Vascular, Hospital Universitari Germans Trias i Pujol, Badalona, Barcelona, España
c
Unidad de Lípidos, Centro de Prevención Cardiovascular, Hospital Clínico, Madrid, España
d
Servicio de Angiología y Cirugía Vascular, Hospital de la Santa Creu i Sant Pau, Barcelona, España
e
Unidad de Lípidos, Servicio de Medicina Interna, Hospital San Pedro, Logroño, España
f
Servicio de Angiología y Cirugía Vascular, Hospital Universitario La Paz, Madrid, España
g
Unidad de Lípidos y Riesgo Cardiovascular, Servicio de Medicina Interna, Hospital San Rafael, A Coruña, España
h
Servicio de Angiología y Cirugía Vascular, Hospital de Cabueñes, Gijón, España
Consulta de Riesgo Vascular, Unidad de Medicina Interna, Hospital Universitario Fundación Alcorcón, Alcorcón, Madrid,
i
España
j
Servicio de Angiología y Cirugía Vascular, Hospital Universitario de Basurto, Bilbao, España
k
Unidad de Riesgo Vascular, Servicio de Medicina Interna, Hospital Universitario de Bellvitge, L’ Hospitalet de Llobregat,
Barcelona, España
l
Servicio de Angiología y Cirugía Vascular, Hospital de Galdakao-Usansolo, Vizcaya, España
m
Servicio de Angiología y Cirugía Vascular, Hospital Clínico San Carlos, Madrid, España
0214-9168/ © 2016 Elsevier España, S.L.U. y SEA. Todos los derechos reservados.
2 C. Lahoz et al.
1. Introducción
Tabla 1 Fuerza de las recomendaciones
1.1. Antecedentes. Necesidad de una guía A favor Fuerte
Débil
La presente guía es un proyecto compartido de la Sociedad En contra Débil
Española de Arteriosclerosis (SEA) y la Sociedad Española de Fuerte
Angiología y Cirugía Vascular (SEACV) dirigido a médicos y
cirujanos implicados en el manejo de pacientes con aneuris-
ma de aorta abdominal (AAA). Esta es la primera guía sobre
esta entidad realizada en nuestro país.
Si bien ya existen guías europeas y norteamericanas sobre seño y/o en la ejecución del estudio, los resultados incon-
este tema1-3, hace casi 5 años que se publicaron las últimas. sistentes, la ausencia de evidencia directa, la imprecisión
Además, el incremento progresivo de las publicaciones so- de los resultados y el sesgo de publicación. Asimismo, tam-
bre el AAA en los últimos años, los avances médicos y los bién existen factores que pueden incrementar la calidad de
progresos técnicos en el manejo de estos pacientes hacen la evidencia, como son: la existencia de una asociación
necesario unas recomendaciones basadas en la mejor evi- fuerte o muy fuerte y consistente entre la intervención y el
dencia posible, que desgraciadamente no siempre son ensa- efecto observado o la existencia de un gradiente dosis-res-
yos clínicos aleatorizados. puesta.
El comité de redacción ha estado formado por miembros
1.2. Objetivo del grupo de prevención secundaria de la SEA y del grupo de
medicina vascular de la SEACV. Todos los capítulos han sido
Nuestro objetivo es proponer un conjunto de recomendacio- revisados al menos por 2 personas diferentes del comité y la
nes desarrolladas de manera sistemática, con el objetivo de versión final ha sido revisada y aprobada por todos sus
guiar a los profesionales en el proceso de la toma de deci- miembros.
siones sobre qué intervenciones sanitarias son más adecua-
das en el diagnóstico y tratamiento del AAA. Con ellas
intentamos apoyar a los profesionales para que conozcan, 2. DeÀnición
evalúen e implanten la cada vez mayor cantidad de eviden-
FLDFLHQWtÀFDGLVSRQLEOH\SDUDTXHSXHGDQWRPDUVXVGHFL- Un aneurisma en la terminología médica es una dilatación
siones basadas en la mejor práctica clínica. permanente localizada de un vaso sanguíneo. La dilatación se
Deseamos que esta guía sea una herramienta de ayuda a relaciona con un debilitamiento de la pared aórtica, que ocu-
la hora de tomar decisiones clínicas en la práctica diaria, rre con mayor frecuencia en la aorta abdominal por debajo
pero que, en ningún caso, sustituye al juicio clínico. Dado de las arterias renales y se conoce como un AAA infrarrenal,
que no existen respuestas para todas las cuestiones que se mientras que los AAA del segmento suprarrenal representan
SODQWHDQHQODDFWLYLGDGGLDULDODGHFLVLyQÀQDOVREUHXQ solo el 5% de los casos6. El diámetro normal de la aorta abdo-
procedimiento diagnóstico o terapéutico de un paciente minal varía dependiendo de la edad, el sexo y el peso corpo-
concreto dependerá de las características de este y de las ral, y disminuye progresivamente hasta la bifurcación de las
circunstancias que le rodeen. arterias ilíacas7. En un varón de edad avanzada, el diámetro
de la aorta infrarrenal varía entre 15 y 24 mm8. No existe un
1.3. Niveles de evidencia y grados FRQVHQVRGHÀQLWLYRVREUHODGHÀQLFLyQGHOSURFHVRVLQHP-
de recomendación EDUJRODGHÀQLFLyQPiVDFHSWDGDGHDQHXULVPDHVODGHXQD
dilatación de la aorta con un diámetro > 30 mm, que repre-
La fuerza de las recomendaciones y la calidad de la eviden- senta más de 2 derivaciones estándar sobre el diámetro me-
cia están basadas en el sistema GRADE (Grading of Recom- dio para varones y mujeres6([LVWHQRWUDVGHÀQLFLRQHVQRWDQ
mendations Assessment, Development and Evaluation)4,5. La aceptadas, como la de considerar como AAA una dilatación de
graduación de la fuerza de las recomendaciones en este sis- la aorta infrarrenal al menos 1,5 veces más grande que el
tema solo considera 2 categorías: recomendaciones fuertes diámetro esperado como normal9.
DIDYRURHQFRQWUDFXDQGRORVHIHFWRVEHQHÀFLRVRVVXSHUDQ En un AAA, la dilatación afecta a toda la pared aórtica
claramente a los perjudiciales o viceversa) y recomendacio- incluyendo las 3 láminas, en otros casos de afectación par-
QHVGpELOHVDIDYRURHQFRQWUDFXDQGRORVHIHFWRVEHQHÀ-
ciosos probablemente superan a los perjudiciales o cuando
ORVHIHFWRVDGYHUVRVSUREDEOHPHQWHVXSHUDQDORVEHQHÀFLR-
sos) (tabla 1). A la hora de ponderar la fuerza y dirección de Tabla 2 Calidad de la evidencia
una recomendación hay que considerar: el balance entre los
EHQHÀFLRV\ORVULHVJRVORVYDORUHV\SUHIHUHQFLDVGHODSR- Calidad de Diseño del estudio Factores
blación, la calidad de la evidencia y los costes. la evidencia PRGLÀFDGRUHV
/DFDOLGDGGHODHYLGHQFLDFLHQWtÀFDVHFODVLÀFDHQDOWD Alta Ensayos clínicos
moderada, baja y muy baja (tabla 2). Se valora como cali- Moderada
dad alta a los ensayos clínicos aleatorizados y como calidad Baja Estudios observacionales
baja a los estudios observacionales u otras evidencias. Sin u otras evidencias
Muy baja
embargo hay una serie de factores que pueden disminuir la
calidad de la evidencia, como son: las limitaciones en el di-
SEA-SEACV 2015: Guía para el diagnóstico y tratamiento del aneurisma de aorta abdominal 3
cial de la pared hablaremos de seudoaneurismas. Según la El AAA es una de las enfermedades con más común afecta-
forma se pueden caracterizar como saculares, cuando solo ción familiar. Hay un aumento de incidencia en los familia-
afectan a parte de la circunferencia del vaso, o fusiformes, res de los pacientes con AAA de hasta 4 veces mayor que en
cuando afectan a todo el diámetro del vaso. la población general. La prevalencia de aneurisma en fami-
liares de primer grado es del 15-19% comparado con el 1-3%
en población general36.
3. Epidemiología
pendiente con un incremento del riesgo de ruptura se in- 4.2.4. Aneurismas inÁamatorios
cluían: el sexo femenino (de 2 a 4 veces más que los Existe un pequeño porcentaje de pacientes con AAA, entre
varones), el diámetro inicial del aneurisma, el bajo volumen HO\HOTXHSUHVHQWDXQFXDGURLQÁDPDWRULRJUDYHHQ
espiratorio (FEV1), el hábito tabáquico y la hipertensión ar- el que destaca el marcado engrosamiento de la pared aórti-
terial448QUHFLHQWHPHWDDQiOLVLVKDFRQÀUPDGRTXHHOULHV- FDDFRPSDxDGRGHXQDÀEURVLVEODQTXHFLQDSHULDyUWLFDFRQ
go de ruptura está aumentado en mujeres, fumadores e densas adherencias a las demás estructuras abdominales y
hipertensos42. retroperitoneales75. No se conoce una causa directa de esta
UHDFFLyQLQÁDPDWRULDVLELHQVHDVRFLDFRQXQDJUDQDIHFWD-
4.2. Factores involucrados en la etiopatogenia ción arteriosclerótica en otras arterias del organismo76,77.
del aneurisma de aorta abdominal
4.2.5. Aneurismas infecciosos
4.2.1. Factores bioquímicos Se han descrito 2 mecanismos principales con la presencia
Histológicamente, una alteración constante en la pared aór- de AAA infecciosos: por un lado, la siembra directa de un
tica de los AAA es la destrucción de la capa media y la pér- microorganismo a nivel de la pared aórtica o en una placa
GLGDGHODDUTXLWHFWXUDGHODVÀEUDVGHFROiJHQRTXHDVX ateromatosa y, por otro, la siembra hematógena de un mi-
vez son reemplazadas por matriz extracelular. Este tejido croorganismo en un AAA preexistente. Producen principal-
débil y con poca elasticidad condiciona la situación que lle- mente aneurismas saculares de crecimiento rápido y se
va a la dilatación progresiva de la pared61. aíslan con frecuencia gérmenes como Staphylococcus aureus
En diferentes estudios se ha observado una mayor activi- y Salmonella y, en menor grado, Mycobacterium tuberculo-
dad proteolítica mediada por enzimas como las elastasas y sis78. Hasta en un 30-50% de los casos se han aislado también
metaloproteinasas (MMP-2), así como un aumento en la ac- anticuerpos anti Chlamydia pneumoniae en placas ateros-
tividad macrofágica y de citocinas, que sugieren un compo- cleróticas y aneurismas, sin que se haya podido demostrar
QHQWHLQÁDPDWRULRGHODHQIHUPHGDG62,63. Se ha demostrado que este agente sea el causante de los cambios arteriales
también una importante relación de asociación entre AAA y descritos79,80.
la existencia de EPOC, que se atribuye a la degradación de
la elastina provocada por el tabaco64. Sin embargo, otros 4.2.6. Alteraciones de la pared aórtica
estudios concluyen que la relación entre AAA con EPOC de- /DELRPHFiQLFDGHODDRUWDSUHVHQWDPRGLÀFDFLRQHVHQUHOD-
pende en mayor grado de la medicación utilizada para el ción con los cambios estructurales y de la geometría arte-
tratamiento de los enfermos respiratorios que de los meca- rial. Aunque la ley de Laplace se ha utilizado para explicar
QLVPRVÀVLRSDWROyJLFRVFRPXQHV65. El tratamiento con doxi- la relación entre presión tangencial, radio y presión arte-
ciclina se asocia con el descenso de las concentraciones rial, este modelo solo es aplicable para estructuras cilíndri-
plasmáticas de MMP-9 en pacientes afectados de AAA asinto- cas, mientras que en los AAA, el crecimiento hace adoptar
máticos, por lo que podría ser útil en el control de pequeños una conformación esférica. Este cambio de morfología redu-
aneurismas66. ce la tensión en la pared respecto a la que se obtiene a
partir de dicha ley81. El diámetro máximo y el riesgo de ro-
4.2.2. Factores hereditarios tura, por otro lado, no pueden considerarse como sinónimos
Se ha demostrado en diferentes estudios una predisposición en todos los casos, pues la composición de la pared y la
genética en la frecuencia de aparición del AAA67. En los hijos morfología del aneurisma no son uniformes, y los puntos de
de los pacientes que han sufrido ruptura del AAA encontraron mayor tensión no coinciden con el de mayor diámetro81,82.
dilataciones aórticas > 3 cm en el 21% de los varones y el 4%
de las mujeres68. En parientes de primer grado de consangui- 4.3. Otras patologías asociadas
nidad, la prevalencia de AAA oscila entre un 15 y un 18%68,69.
En varones de primer grado de consanguinidad, el riesgo re- /DFDUGLRSDWtDLVTXpPLFDODLQVXÀFLHQFLDUHQDO,5FUyQLFD
lativo es entre 3 y 4 veces mayor que en la población gene- la EPOC, las enfermedades cerebrovasculares junto con la
ral 70. Por todo ello se propone la existencia de un gen arteriosclerosis generalizada, la hipercolesterolemia y la hi-
dominante responsable del AAA, aunque todavía no se ha pertensión arterial son las patologías más comunes que es-
LGHQWLÀFDGR$SHVDUGHTXHODSUHVHQFLDGH$$$HQIDPLOLD- tán asociadas al desarrollo y complicaciones del AAA24,83,84.
res tiende a presentarse en edades más tempranas, la velo-
cidad de crecimiento es similar a la de los no familiares70.
5. Historia natural
4.2.3. Factores congénitos
Diferentes enfermedades de origen congénito están asocia- 5.1. Progresión del aneurisma
das a la presencia de AAA mediado por una degeneración
quística de la capa media aórtica que causa pérdida de las La historia natural del AAA es expandirse de forma progresi-
ÀEUDVHOiVWLFDVQHFURVLVGHOP~VFXOR\DSDULFLyQGHFDYLGD- va, debido a la degeneración biológica de la pared arterial
des quísticas rellenas de material mucoide. La enfermedad ocasionada por la pérdida de sus proteínas estructurales, lo
que mejor caracteriza estas lesiones es el síndrome de Mar- que conlleva una merma en su resistencia85-88. La celeridad
fán71,72. Si bien en la gran mayoría de estos pacientes los de esta dilatación es variable, en función del diámetro del
aneurismas se presentan en la aorta ascendente. Otras enfer- aneurisma —a mayor diámetro, mayor velocidad de creci-
medades como el síndrome de Ehlers-Danlos y la enfermedad miento— y de los factores de riesgo o patologías concomi-
poliquística renal se asocian también con la presencia de tantes45,47,50,58,89-91. Tres metaanálisis recientes42,92,93, pero
AAA73,74. desarrollados por el mismo grupo —RESCAN collaborators—,
SEA-SEACV 2015: Guía para el diagnóstico y tratamiento del aneurisma de aorta abdominal 5
muestran que los aneurismas pequeños (3-5,4 cm) tienen un mayor de ,5 cm en meses, ya Tue de superarse el ries-
crecimiento medio anual que se sitúa en torno a los 2,2 mm. go de ruptura es máximo.
Dentro de este rango, cada 0,5 cm de tamaño mayor implica – Nivel de recomendación: fuerte.
un crecimiento adicional de 0,5 mm anual y una duplicación – Calidad de la evidencia: alta.
GHOULHVJRGHUXSWXUD(VWRVLJQLÀFDTXHGHSURPHGLRXQ
aneurisma de 3,0, 4,0, 4,5 y 5,0 cm tarda en alcanzar los
5,5 cm 9,6, 4,0, 2,3 y 1,1 años, respectivamente. Los auto- 6. Diagnóstico
res hacen notar que los estudios tiene un alto grado de he-
terogeneidad y que de forma consistente reportan una El diagnóstico de certeza del AAA se establece con los estudios
amplia variación interindividual del crecimiento aneurismá- de imagen. Estos se pueden llevar a cabo como una prueba de
WLFR1RREVWDQWHHVWRVGDWRVMXVWLÀFDQXQVHJXLPLHQWRPiV FULEDGRRELHQFRPRPpWRGRGHFRQÀUPDFLyQGHODVRVSHFKD
estrecho en los pacientes con diámetros de AAA más ele- de su existencia sobre la base de síntomas clínicos, de los ha-
vados. llazgos del examen físico o de la presencia de factores de ries-
go concomitantes. No es infrecuente que su diagnóstico sea
5.2. Ruptura del aneurisma incidental en el transcurso de una técnica radiológica solicita-
da para evaluación de otras patologías. La frecuencia de estos
El diámetro del aneurisma es el factor más importante que hallazgos varía del 0,5 al 3% según el método empleado. Es
predispone a su ruptura50,90,94-97. Cuando un AAA supera los importante señalar que esta información a menudo no pasa al
5,5 cm, el riesgo de ruptura se incrementa dramática y pro- médico de referencia y que hasta un tercio de los pacientes
gresivamente44,94,95,98,99 (tabla 3). Como ocurre cuando se exa- con aneurismas detectados no tiene un seguimiento posterior,
mina el crecimiento aneurismático, los estudios son muy lo que multiplica por 3 el riesgo de morir105.
heterogéneos y sus tasas de ruptura muy variables. Tres me-
taanálisis estiman que en los aneurismas de entre 3,0- *RECOMENDACIÓN SOBRE EL DIAGNÓSTICO INCIDENTAL DEL AAA:
5,4 cm, por cada 0,5 cm más de tamaño, la probabilidad de El diagnóstico incidental de un AAA exige su comunicación
que el AAA se rompa se multiplica por entre 1,6 y 2 ve- al médico de referencia del paciente afectado para su
ces42,92,93. El tiempo necesario para adquirir una probabilidad control y seguimiento.
de ruptura del 1% anual es proporcional al diámetro basal. – Nivel de recomendación: débil.
En los varones con un aneurisma de 3,0-4,5 cm fue de 2 años, – Calidad de la evidencia: baja.
disminuyendo a 1,2 años si medía 5,0 cm. La mujer requiere
entre 2 y 2,5 veces menos tiempo a igualdad de tamaño93. De 6.1. Exploración física. La palpación abdominal
otros estudios previos se puede deducir que si la tasa de di-
latación supera la velocidad de 0,5 cm en 6 meses, el riesgo (O$$$VHKDGHÀQLGRFRPR´XQWXPRUSXOViWLOTXHVHSUH-
de ruptura aneurismática también aumenta99-101, aunque este senta en el hipocondrio izquierdo o la región epigástrica”.
GDWRQRTXHGDUDWLÀFDGRHQORVHVWXGLRVGHVHJXLPLHQWRSR- Aproximadamente, en el 30% de los AAA asintomáticos se
blacional102-104. puede hacer un diagnóstico de presunción cuando se palpa
una masa abdominal pulsátil en el examen físico de ruti-
*RECOMENDACIONES SOBRE PROGRESIÓN Y RUPTURA DEL ANEURISMA BASADAS na106. La exploración clínica puede diagnosticar de forma
EN SU HISTORIA NATURAL: ÀDEOHXQJUDQDQHXULVPD!FPSHURHOGLDJQyVWLFRPH-
La tendencia natural del AAA es al crecimiento continuo. diante la palpación abdominal solo se realiza en el 38% de
La velocidad de progresión y la posibilidad de ruptura de- los pacientes con un AAA107. Por otra parte, los aneurismas
penden fundamentalmente de su diámetro, a mayor ta- TXHVHSDOSDQWLHQHQXQGLiPHWURPHGLRVLJQLÀFDWLYDPHQWH
maño mayor velocidad de crecimiento. Este hecho mayor. Dos revisiones sistemáticas encuentran que la sensi-
justiÀca el seguimiento periódico de los pacientes con bilidad de la palpación abdominal según el diámetro del AAA
AAA. es del 29-61% para los que miden de 3,0 a 3,9 cm, del 50-
– Nivel de recomendación: fuerte. GHDFP\GHOSDUDORVFP106,108. Otra
– Calidad de la evidencia: alta. revisión más reciente y precisa encuentra que la sensibili-
Se recomienda Àjar como dintel de alarma cualTuier diá- dad de la exploración física para diagnosticar un AAA varía
metro del AAA > 5,5 cm, o una velocidad de crecimiento del 33 al 100%, la especificidad del 75 al 100% y el valor
predictivo positivo del 14 al 100%109. Destaca también que
las tasas de detección aumentan en función del tamaño del
aneurisma, de su prevalencia en la población de estudio,
del perímetro de la cintura del paciente —por debajo de los
Tabla 3 Tasa de rotura anual del aneurisma de aorta 100 cm se detectan todos—, de la experiencia del examina-
abdominal según su diámetro GRU\GHVLODH[SORUDFLyQYDGLULJLGDHVSHFtÀFDPHQWHDOD
detección del AAA109.
Tamaño (cm) Riesgo de rotura anual (%)
< 4 cm 0,9% *RECOMENDACIÓN SOBRE LA EXPLORACIÓN FÍSICA
4-5,5 cm 3,8% El diagnóstico del AAA no debe estar basado solo en la
exploración física.
5,5-9,7 cm 27,8%
– Nivel de recomendación: fuerte.
Riesgo de rotura ajustado por cada centímetro, 2,94 (2,49- – Calidad de la evidencia: moderada.
3,48).
6 C. Lahoz et al.
6.2. Marcadores bioquímicos aórtica, y la tasa de crecimiento de los AAA, sin aportar
valor predictivo para discriminar quién requeriría trata-
Los trombos se originan por la hemaglutinación de los eri- miento quirúrgico125. Se necesitan estudios más grandes
WURFLWRV\ODFDSWXUDGHORVQHXWUyÀORVXQSURFHVRTXHOLEH- con técnicas avanzadas (ELISA) para establecer su función
ra hemoglobina al espacio vascular, lo que induce a la exacta.
activación de las plaquetas y la puesta en marcha de la cas- Interleucina 6 (IL-6). Se ha demostrado que los valores
cada de la coagulación, que culmina en la generación de FLUFXODQWHVGH,/VRQVLJQLÀFDWLYDPHQWHPiVDOWRVHQ
WURPELQDFRQIRUPDFLyQ\GHSyVLWRGHÀEULQDFDXVDQGROH- portadores de AAA que en controles126,127, correlacionán-
siones proteolíticas y oxidativas de la pared arterial. La in- GRVHFRQHOWDPDxRGHODQHXULVPDHQDXVHQFLDGHLQÁDPD-
teracción intraluminal trombo-pared arterial conduce a la ción sistémica, determinada por una proteína C reactiva
liberación de marcadores circulantes, cuya actividad podría (PCR) normal128,129, aunque no con la velocidad de creci-
PHGLUVHSHULIpULFDPHQWH(VWRVPDUFDGRUHVUHÁHMDUtDQORV miento130.
FLFORVGHIRUPDFLyQ\ÀEULQyOLVLVGHORVWURPERVPXUDOHVQR PCR. La mayoría de los estudios demuestran su falta de
oclusivos dentro del saco aneurismático, cuya existencia es utilidad en este campo, pues hay datos controvertidos
casi constante110-112. Sin embargo, no se dispone de estudios de su asociación con el tamaño aneurismático, coincidien-
GHODERUDWRULRTXHLGHQWLÀTXHQODSUHVHQFLDGH$$$FRQFHU- GRPD\RULWDULDPHQWHHQTXHQRUHÁHMDODWDVDGHH[SDQ-
teza y que separen con precisión a sus portadores de la po- sión131-134. Por otra parte se cuestiona la modulación de las
blación sana. Esta afirmación es válida tanto para estatinas sobre la PCR y su correlación con el diámetro
marcadores hemostáticos como para otros no hemostáti- del AAA135.
cos113. Lipoproteína (a) [Lp(a)]. Un metaanálisis demostró que
los pacientes con AAA tendrían concentraciones plasmáti-
6.2.1. Marcadores hemostáticos FDVGH/SDVXSHULRUHVDORVFRQWUROHV6LQHPEDUJRUDWLÀ-
Aunque los marcadores hemostáticos pueden estar elevados có la inutilidad de su determinación para establecer una
HQSDFLHQWHVFRQ$$$QRVRQHVSHFtÀFRV\SXHGHQVHUDQRU- probabilidad de ruptura del aneurisma136.
males en una variedad de otras condiciones trombóti- Homocisteína. Un reciente metaanálisis reveló que los va-
cas114,115. Bajo esta premisa, no obstante, un metaanálisis lores de homocisteína circulante multiplican por 3 el ries-
SXVRGHPDQLÀHVWRTXHDQWHXQ$$$ORVYDORUHVGHÀEULQy- go de presentar un AAA. Sin embargo, esta asociación no
JHQR\GHGtPHUR'VHHQFRQWUDEDQVLJQLÀFDWLYDPHQWHHOH- IXHVLJQLÀFDWLYDHQORVYDURQHVDXQTXHVHDWULEX\yDVX
vados116. En una revisión sistemática más reciente, sobre pequeña representación en los estudios analizados137.
22 estudios no aleatorizados que abarcaron un total de
9.862 pacientes, se comparó los marcadores derivados de la Otros marcadores como selenio, factor de crecimiento
coagulación en pacientes con y sin AAA, demostrando una insulin-like-1, peoxiredoxina-1, sTWEAK, podrían jugar al-
DVRFLDFLyQVLJQLÀFDWLYDHQWUHODSUHVHQFLDGHXQDQHXULVPD\ gún papel en el diagnóstico y pronóstico de los AAA, que aún
ORVYDORUHVSODVPiWLFRVHOHYDGRVGHÀEULQyJHQRGtPHUR' no se ha establecido138-141.
y del complejo trombina-antitrombina III117. Además, me-
GLDQWHXQDQiOLVLVGHPHWDUUHJUHVLyQVHSXVRGHPDQLÀHVWR *RECOMENDACIÓN SOBRE MARCADORES BIOQUÍMICOS:
que la concentración de dímero D se correlaciona fuerte y Ni el diagnóstico del AAA, ni su probabilidad de ruptura
VLJQLÀFDWLYDPHQWHFRQHOGLiPHWURGHODQHXULVPD(VWDFRQ- deben estar basados ~nicamente en marcadores bioTuí-
dición, junto al hecho conocido de que los marcadores plas- micos o hemostáticos.
máticos de la coagulación disminuyen drásticamente – Nivel de recomendación: fuerte.
después de la reparación del aneurisma118, sugiere que el – Calidad de la evidencia: moderada.
SURSLRDQHXULVPDLPSXOVDORVFDPELRVREVHUYDGRVDOUHÁH-
jar el tamaño y la remodelación continua del trombo intra- 6.3. Pruebas de imagen
luminal119. Ello podría implicar la potencial utilidad de la
determinación seriada de los valores de dímero D para el 6.3.1. Radiografía simple
seguimiento de los pacientes con un AAA conocido. No obs- La radiografía simple de abdomen tiene poco valor para el
tante, el papel que en el futuro pudiera tener el dímero D GLDJQyVWLFRGHXQ$$$GDGDODGLÀFXOWDGGHVXLGHQWLÀFD-
FRPRELRPDUFDGRUGHO$$$SUHFLVDXQDFRQÀUPDFLyQPH- ción mediante este método. No obstante posee la capacidad
GLDQWHHVWXGLRVGHLQYHVWLJDFLyQHVSHFtÀFRV GHYLVXDOL]DUODVFDOFLÀFDFLRQHVTXHVHSURGXFHQHQHOORV
Aunque en estudios previos se ha encontrado asociación Estas se localizan generalmente en la parte exterior de la
entre los AAA y algunos marcadores de la coagulación — media arterial, delimitando así el lado externo de la dilata-
como el tPA (activador tisular del plasminógeno), el PAI-1 ción aneurismática. Su hallazgo puede alertar sobre la pre-
(inhibidor del activador del plasminógeno 1), los PDF 1+2 VHQFLDGHXQ$$$VLELHQSDUHFHTXHODFDOFLÀFDFLyQHMHUFH
(fragmentos de protombina 1+2); el complejo proteína C un efecto protector en la evolución de los AAA de pequeño
activada-inhibidor de la proteína C y el número de plaque- tamaño, probablemente vinculado a la mayor resistencia
WDV³HVWHPHWDDQiOLVLVQRHQFXHQWUDGLIHUHQFLDVVLJQLÀFDWL- GHOWHMLGRFDOFLÀFDGRDODSURWHyOLVLVWDOFRPRVHKDGHPRV-
vas entre su concentración plasmática y la presencia o no de trado por otras técnicas142. Donde la radiografía abdominal
aneurismas120-124. con proyecciones anteroposterior y lateral se muestra de
utilidad es en la evaluación de la migración, fracturas, de-
6.2.2. Marcadores no hemostáticos formaciones o desconexiones del anclaje de los dispositivos
Elastasa. Se ha encontrado una correlación modesta pero de reparación vascular y de la dilatación progresiva de los
VLJQLÀFDWLYDHQWUHHVWDSURWHDVDTXHURPSHODHODVWLQD vasos nativos —como parte de los protocolos estandariza-
SEA-SEACV 2015: Guía para el diagnóstico y tratamiento del aneurisma de aorta abdominal 7
el tamaño y morfología de la luz aórtica, pero no es posible aneurisma y riesgo de su ruptura. Los parámetros más úti-
la correcta valoración del tamaño real del aneurisma ni de les para evaluar el riesgo de ruptura son la forma, el tama-
su pared170,171. Una ventaja de esta técnica frente a otros ño179, la presencia de trombo intramural181 y el estrés de la
métodos de imagen es que es posible la correcta valoración pared182. Este último parece ser más sensible (el 94 frente
del tamaño de las lesiones y de la morfología de las ramas al 81%) y específico (el 81 frente al 70%) incluso que el
colaterales de la aorta, en particular de las arterias rena- diámetro del aneurisma para predecir el riesgo de ruptu-
les172. ra183.
Una de las principales indicaciones de la arteriografía en Los principales signos radiológicos asociados a inestabili-
los AAA era la medición y planificación del tratamiento dad del aneurisma que se pueden observar con la TC son el
previo a la reparación endovascular. En un estudio obser- signo de la media luna y la discontinuidad del calcio de la
vacional173, que compara la efectividad y precisión de la SDUHGDyUWLFD(O´VLJQRGHODPHGLDOXQDµHVXQDLPDJHQ
angio-TC con reconstrucción tridimensional con la arterio- ELHQGHÀQLGDKLSHUGHQVDFRQIRUPDGHVHPLOXQDTXHUH-
grafía en 196 pacientes consecutivos, ambas técnicas tie- presenta una disección del trombo o pared del aneurisma.
nen resultados equiparables, por lo que parece posible la (VHOVLJQRPiVSUHFR]\HVSHFtÀFRGHODVURWXUDV\DTXH
valoración de los AAA sin necesidad de realizar arteriogra- WLHQHXQDVDOWDVVHQVLELOLGDG\HVSHFLÀFLGDGHQ
fía preoperatoria; así se evitan las posibles complicaciones el diagnóstico de estos pacientes184,185. La discontinuidad
asociadas. del calcio de la pared del aneurisma es otro signo radiológi-
En estudios realizados posteriormente, parece que la an- co relacionado con el riesgo de ruptura, aunque es un ha-
gio-TC es superior respecto a la reproductibilidad de las me- llazgo poco frecuente, presente en menos del 8% de los
didas para realizar la reparación endovascular del aneurisma casos178.
de aorta (EVAR)174 e incluso en la correlación de la medición En la TC también se pueden observar datos de rotura con-
de la longitud y diámetro de los vasos175. tenida como la presencia de hematoma en retroperitoneo o
La angio-TC presenta una buena correlación intra e inter- HO´VLJQRGHODEUD]RDyUWLFRµ(VWHVLJQRFRQVLVWHHQODSpU-
observador y menor sobreestimación que la aortografía de dida del plano entre la aorta y los cuerpos vertebrales, lo
la longitud del aneurisma, especialmente en casos de tor- TXHVXJLHUHLQVXÀFLHQFLDGHODSDUHGDyUWLFD186.
tuosidad ilíaca. Por la posibilidad de visualizar todo el segmento aórtico
La aortografía ha visto muy limitadas sus indicaciones en así como las arterias renales, la relación con el sistema ve-
los últimos años, pudiendo realizarse en los pacientes que noso y la coexistencia de otras patologías, la TC se conside-
presentasen contraindicación para la realización de TC y re- UDHOSULQFLSDOPpWRGRGHLPDJHQSDUDODSODQLÀFDFLyQGHOD
sonancia magnética (RM). cirugía. Quizás, el principal inconveniente de esta técnica
es que precisa radiación ionizante y el uso de contraste yo-
*RECOMENDACIÓN SOBRE LA AORTOGRAFÍA: dado.
La arteriografía no está recomendada como método diag-
nóstico en pacientes con sospecha de AAA. *RECOMENDACIÓN SOBRE LA TC EN EL DIAGNÓSTICO DEL AAA:
– Fuerza de la recomendación: fuerte. La TC es la técnica diagnóstica de elección para la deci-
– Calidad de la evidencia: baja. sión y planificación del tratamiento en pacientes con
AAA.
6.3.4. Tomografía computarizada – Fuerza de la recomendación: fuerte.
La angio-TC es una técnica útil en el diagnóstico del AAA, – Calidad de la evidencia: moderada.
que permite la visualización de toda la longitud aórtica y
una medición bastante exacta del aneurisma 176. Presenta 6.3.5. Resonancia magnética
una alta sensibilidad, cercana al 100%177, para el diagnóstico La RM también se puede utilizar para el diagnóstico del AAA.
y determinación del tamaño del aneurisma. Estas medidas Al igual que la TC, aporta información morfológica del aneu-
son además altamente reproducibles, con una diferencia in- risma y de los tejidos circundantes. Según datos obtenidos
traobservador < 2 mm en el 94% de los casos154. Respecto al de un estudio prospectivo, comparativo de 50 pacientes,
GLDJQyVWLFRHFRJUiÀFRORVUHVXOWDGRVGHOD7&VRQPiVUH- donde se compara TC frente a RM, ambas tienen la misma
productibles, más exactos y, en general, se obtienen unas exactitud en el diagnóstico y medición del diámetro del
medidas 2-4 mm superiores a las mediciones ecográfi- AAA187, y presenta una buena concordancia intra e interob-
cas75,165. servador188. Por este motivo se acepta que la RM es el méto-
Las imágenes obtenidas mediante la angio-TC aportan do de elección cuando la TC no se puede realizar, como en
también información de las estructuras circundantes, de la pacientes con alteración de la función renal187.
DQDWRPtDGHODVUDPDVDyUWLFDV\GHODFDOFLÀFDFLyQGHOD Las principales ventajas que ofrece la RM respecto a la TC
pared, que ayuda al diagnóstico etiológico, como en el caso es que no es preciso usar contraste, aunque este, cuando se
GHORVDQHXULVPDVLQÁDPDWRULRVRPLFyWLFRV(QORVDQHXULV- utiliza, mejora las imágenes. Tampoco utiliza radiación y
PDVLQÁDPDWRULRVHVIUHFXHQWHREVHUYDUDGHOJD]DPLHQWRGH además presenta mejor realce de los tejidos blandos. Con la
ODSDUHG\ÀEURVLVSHULDyUWLFD178. Los aneurismas micóticos RM es posible valorar el movimiento de la pared arterial,
VXHOHQVHUVDFXODUHVLUUHJXODUHVVLQFDOFLÀFDFLyQPXUDO\HV FXDQWLÀFDUHOÁXMR\FRQWURODUWDQWRODOX]FRPRODSDUHG
muy característica la presencia de gas periaórtico en un pa- aneurismática189. El principal inconveniente de la RM, y por
ciente que no ha sido intervenido179. el que en algunos casos no es adecuada, es que no es posible
Otra de las ventajas de esta prueba de imagen es que disponer de ella de forma inmediata, por lo que los pacien-
proporciona información morfológica180 y de las estructuras tes que precisen un diagnóstico urgente deben ser valorados
adyacentes, que se puede relacionar con inestabilidad del con otra prueba de imagen.
SEA-SEACV 2015: Guía para el diagnóstico y tratamiento del aneurisma de aorta abdominal 9
Se puede observar que existen 2 ensayos, Chichester y que es necesario invitar a 240 varones (acudirán unos 192)
Western Australia, en los que la prevalencia de aneurismas para salvar una muerte en 10 años. Por otro lado, de cada
FRQVLGHUDQGRDRUWDVPPHVPD\RUGHO\HQORV 2.080 varones invitados a cribado (acudirán 1.660) se morirá
otros 2 estudios la prevalencia fue menor del 5%. Ello se 1 varón de más debido a la cirugía electiva. Desde otro pun-
puede deber a que en los 2 primeros la edad media de los to de vista, a lo largo de 10 años y cada 10.000 varones cri-
reclutados fue mayor de 70 años y menor en los otros 2. Sin bados, se prevendrán 65 roturas de aneurisma de aorta,
embargo, la prevalencia de aneurismas considerados quirúr- salvando 52 vidas, pero también se provocarán 6 muertes
JLFRVFRQGLiPHWURVPPHVVLPLODUHQWRGRVORVHVWX- adicionales por cirugía electiva de los varones cribados.
dios, alrededor del 0,5%.
Los resultados de cada uno de los programas de cribado 7.4. Coste-efectividad
en términos de disminución de la mortalidad, en varones, se
pueden consultar en la tabla 4. En mujeres, el estudio Chi- Este mismo estudio MASS, con seguimiento a 10 años195, des-
FKHVWHUREWXYRXQDDXVHQFLDGHEHQHÀFLRWDQWRHQODPXHU- glosa datos sobre el coste-efectividad del programa. El cos-
te por todas las causas (OR: 1,06; IC del 95%, 0,93-1,21) te económico global fue de 100 £ (84,7 €) (IC del 95%,
como en la mortalidad debida al aneurisma (OR: 1,99; IC del 82-118) mayor en el grupo de varones cribados respecto al
95%, 0,36-10,88). En una publicación posterior del estudio grupo de no cribados (108 £ en el grupo control respecto a
MASS a 10,1 años de seguimiento (entre 8,9 y 11,2 años), el 208 en el grupo cribado). Por otro lado, la supervivencia en
resultado de muerte debida al aneurisma de los varones cri- días del grupo cribado fue de 2.747,8 respecto a 2.743 en el
bados fue de OR de 0,52 (IC del 95%, 0,43-0,63)41. La morta- grupo control (diferencia de 4,8 días; IC del 95%, 2,9-6,7).
lidad por todas las causas obtuvo una OR de 0,97 (IC del Todos estos datos generan un coste por año de vida gana-
(VWDDXVHQFLDGHEHQHÀFLRHQODPRUWDOLGDG do de 7.600 £ (IC del 95%, 5.100-13.000). Estas cifras han
por todas las causas se debe a que la mortalidad debida al VXIULGRXQDUHGXFFLyQVLJQLÀFDWLYDDORODUJRGHORVDxRV
aneurisma representa solo un 2% de todas las causas de desde 41.000 £ a los 4 años del inicio del programa de criba-
muerte en dicho grupo. do hasta 14.000 £ a los 7. Los autores de dicho estudio des-
Estos datos han sido analizados en una Revisión Sistemáti- tacan que el IC está por debajo de las 25.000 £ que exige el
ca Cochrane publicada en el año 2007169 (tabla 4). La morta- National Health Service para aceptar cualquier tecnología o
lidad debida al AAA en varones (incluyendo muertes por intervención.
rotura de aneurisma y por cirugía de este, tanto electiva Por otro lado, los programas de cribado que ya están en
FRPRXUJHQWHRIUHFHHQHOPHWDDQiOLVLVXQEHQHÀFLRSRVLWL- marcha desde hace años en otros países han observado un
vo del cribado, con una OR de 0,60 (IC del 95%, 0,47-0,78). FDPELRVLJQLÀFDWLYRHQORVUHVXOWDGRVGHWHFWDGRV(OORVH
En referencia a la posibilidad de rotura de aneurisma, el debe a la menor exposición de la población a los factores de
cribado previene este acontecimiento en varones con una riesgo cardiovascular, una estabilización de los resultados
OR de 0,45 (IC del 95%, 0,21-0,99). Finalmente, respecto a de la cirugía de la aorta abdominal y una mejora de la lon-
ODQHFHVLGDGGHFLUXJtDGHO$$$ORVGDWRVFRPELQDGRVUHÁH- gevidad, tanto desde el punto de vista de cantidad de años
jan una mayor proporción en el grupo cribado, como es de vividos como de calidad. Estos datos han llevado a cuestio-
esperar, con una OR de 2,03 (IC del 95%, 1,59-2,59). narse el actual modelo sugiriendo una revaluación201 y algu-
En otro metaanálisis realizado en 2010198 se concluye que nos cambios, como el aumento del diámetro a considerar
es necesario cribar a 238 personas para evitar una muerte para el seguimiento, cribar a población mayor de 65 años o
debida al aneurisma en 10 años de seguimiento. El mismo a poblaciones con mayor prevalencia de aneurismas, como
documento compara estas cifras con un NNC de 1.339 en las por ejemplo fumadores195. Además, algunos estudios han pu-
del cáncer de mama a 13 años199 o de 671 en el cáncer colo- blicado simulaciones de programas de cribado en grupos de
rrectal200, ambos datos basados en revisiones Cochrane. Es alto riesgo (con factores de riesgo cardiovascular), obte-
necesario comentar que el NNC determinado por la revisión niendo como resultado que estas estrategias permiten cri-
Cochrane comentada es de 915. bar a menos pacientes, pero a costa de prevenir menos
Según los datos del estudio MASS a 10 años195, asumiendo muertes202. Cabe destacar que en los análisis de subgrupos
un porcentaje de asistencia del 80% de los varones citados de los programas de cribado, no existen diferencias en los
entre 65 y 74 años y una mortalidad del 5% en la cirugía resultados del cribado en pacientes mayores de 66 años res-
electiva de los aneurismas detectados, podemos afirmar pecto a los más jóvenes (64-65 años)202.
Tabla 4 Resultados de los diferentes estudios en la población de varones cribados respecto a los no cribados
Sobre la base de estos posibles inconvenientes, los datos esencial evaluar el coste-efectividad en nuestro medio, tan-
del programa de cribado del National Health Service han to los recursos que se han de emplear al aplicar el programa
sido recalculados y ajustados tomando como base los datos de cribado, como el proceso que sufrirán los pacientes en
del estudio MASS antes comentado y añadiendo variables de los que se detecta un aneurisma y los resultados de las repa-
la práctica clínica actual, datos de metaanálisis recientes y raciones indicadas.
datos actuales del propio programa nacional de cribado de
aneurisma35/RVGDWRVFRQWLQ~DQUHÁHMDQGRXQFRVWHLQFUH- *RECOMENDACIONES SOBRE EL CRIBADO DEL AAA:
mental por año de vida ganado de 5.758 £ (IC del 95%, Se recomienda la aplicación de un programa de cribado
4.285-7.470) a 10 años del programa. En este mismo senti- poblacional de AAA en varones de entre 65 y 75 años para
do, los responsables del programa sueco de cribado publica- disminuir la mortalidad debida al aneurisma.
ron en 2013 un modelo de Markov con datos de ensayos, – Fuerza de la recomendación: fuerte.
EDVHVGHGDWRVDFWXDOHV\UHVXOWDGRVGHODFLUXJtDDÀUPDQ- – Calidad de la evidencia: alta.
do que el programa de cribado sigue siendo coste-efectivo a No se recomienda la aplicación de un programa de criba-
pesar de la disminución progresiva de la prevalencia de do poblacional de AAA en varones de entre 65 y 75 años
aneurisma en su país (1,7%)203. para disminuir su mortalidad global, sea cual fuere la
causa.
7.5. Situación del cribado del aneurisma de aorta – Fuerza de la recomendación: fuerte.
abdominal en el mundo – Calidad de la evidencia: alta.
No se recomienda la aplicación de un programa de criba-
Varios países, incluidos Inglaterra, Gales, Escocia, Irlanda do poblacional en mujeres.
del Norte, Suecia, Italia y Estados Unidos, han puesto en – Fuerza de la recomendación: débil.
marcha programas de cribado de AAA, aunque no se dispoga – Calidad de la evidencia: moderada.
de datos sobre la evolución de todos ellos204. Finlandia ha
realizado un estudio de coste-efectividad y Dinamarca y No-
ruega están realizando ensayos controlados aleatorizados. 8. Seguimiento del paciente asintomático
En Dinamarca se combina el cribado de aneurismas con el
de hipertensión y arteriopatía de miembros inferiores. To- La descripción y valoración de las diferentes técnicas de
dos estos programas se centran en los varones de 65 o más imagen para el estudio de los AAA ya se ha realizado ante-
años excepto Estados Unidos, Nueva Zelanda e Italia, que riormente. Al plantear el método idóneo de seguimiento de
también criban mujeres de alto riesgo. Nueva Zelanda se aquellos AAA que no alcanzan el rango necesario para su
centra en personas de alto riesgo cardiovascular y Estados UHSDUDFLyQQRHQFRQWUDPRVHYLGHQFLDFLHQWtÀFDVyOLGDTXH
Unidos en varones y mujeres que hayan fumado a lo largo de avale el uso de un método por encima de otro. Sin embargo,
su vida. la ecografía Doppler es la técnica de imagen más utilizada
por la mayoría de autores y en la práctica clínica habitual,
7.6. Situación actual del cribado del aneurisma por ser un método fiable, barato y sin efectos secunda-
de aorta abdominal en España rios176,207.
Dos grandes estudios controlados y aleatorizados en Euro-
En España, según un estudio realizado en Navarra205, existi- pa y Estados Unidos, el UK Small Aneurysm Trial (UK-SAT)208
rían más de 200.000 personas mayores de 65 años portadoras y el estudio ADAM209, realizados en AAA asintomáticos de pe-
de un AAA, que pueden presentar un total de 30.000 roturas. queño tamaño (entre 30 y 54 mm de diámetro máximo) y
Ello supondría unos 25.000 fallecimientos; el 1% de la mor- con más de 1.000 participantes en cada estudio, compara-
talidad en este grupo de personas. El mismo autor publicó ron los resultados de la cirugía electiva inicial frente al se-
HQXQHVWXGLRGHHÀFDFLD\HIHFWLYLGDGGHOFULEDGRGH JXLPLHQWRHFRJUiÀFR\FLUXJtDVRORHQORV$$$TXHDOFDQ]DUDQ
AAA206PHGLDQWHXQDUHYLVLyQGHODHYLGHQFLDFLHQWtÀFD/D los 55 mm de diámetro durante el seguimiento. Ambos tra-
conclusión fue que el programa de cribado en la Comunidad bajos demostraron que los AAA de pequeño tamaño se bene-
de Galicia evitaría en los 4 primeros años de su implantación ÀFLDEDQGHXQPDQHMRFRQVHUYDGRUIUHQWHDODLQWHUYHQFLyQ
un total de 37 muertes por AAA y un total de 263 roturas, lo quirúrgica, ya que la cirugía no mejoraba la supervivencia a
que disminuiría también el número de cirugías urgentes. largo plazo de los pacientes.
Este mismo estudio llegó a la conclusión de que, debido a La llegada y desarrollo de la EVAR se asoció a una disminu-
los costes del programa de cribado, se debe recomendar el ción en la mortalidad precoz respecto a la cirugía abierta
estudio de alternativas que puedan ofrecer mejores expec- convencional210,211. Como los estudios UK-SAT y ADAM compa-
tativas de resultados coste-efectividad, como la posibilidad raron el seguimiento con la cirugía abierta, se plantea la
de aprovechar la ecografía para monitorizar otras enferme- GXGDGHVLORV$$$GHSHTXHxRWDPDxRVtSRGUtDQEHQHÀFLDU-
dades o realizarla en atención primaria. También recomien- se de la EVAR frente al seguimiento. Para despejar esta
da que, previamente a la puesta en marcha de un programa duda encontramos 2 estudios clínicos aleatorizados, aunque
de cribado poblacional de AAA, se ajuste la evidencia dispo- con menor tamaño de muestra que los previos, que compa-
QLEOHDODUHDOLGDGGHPRJUiÀFDFXOWXUDO\GHQXHVWUR6LVWH- UDEDQOD(9$5FRQHOVHJXLPLHQWRHFRJUiÀFRHQORV$$$GH
ma Nacional de Salud, mediante la realización de estudios pequeño tamaño. El estudio PIVOTAL212, que incluyó 728 pa-
piloto previos de factibilidad en áreas sanitarias determina- cientes con AAA de entre 40 y 50 mm, y el estudio CAE-
das. Por lo tanto, la aplicación de un programa de cribado SAR213, que incluyó 360 pacientes con AAA de entre 41 y
estaría condicionada por la realidad local, básicamente la 54 mm. Ambos trabajos llegan a conclusiones similares; al
población a cribar y los recursos empleados. Por ello, sería igual que ocurría con la reparación abierta del AAA, la repa-
12 C. Lahoz et al.
ración endovascular precoz no ofrece ventajas sobre el se- Suecia, y no incluido en el análisis del grupo RESCAN, mues-
guimiento periódico con técnicas de imagen en los AAA tra que a los 5 años, el 50% de los pacientes con un diámetro
asintomáticos de pequeño tamaño. aórtico de entre 25 y 54 mm acaba alcanzando el rango qui-
Aunque está demostrado que los AAA de entre 30 y 54 mm rúrgico y esta cifra se eleva hasta el 83,3% en los pacientes
deben someterse a seguimiento ecográfico periódico, no con AAA de entre 40 y 54 mm 216. Si además tenemos en
existen estudios clínicos aleatorizados que ayuden a esta- FXHQWDTXHHOPpWRGRGHVHJXLPLHQWRHFRJUiÀFRHVEDUDWRH
blecer cuál es el intervalo óptimo entre exploraciones. Los inocuo y la ansiedad que genera en nuestro medio el cono-
intervalos utilizados en los ensayos clínicos de seguimiento, cer que se tiene una enfermedad potencialmente mortal,
aunque varían de unos estudios a otros y dependen del ta- FUHHPRVTXHHVWiMXVWLÀFDGRUHFRPHQGDUXQRVLQWHUYDORVGH
maño del AAA, se sitúan en torno a los 6 meses, pero no seguimiento más reducidos que los propuestos por el grupo
existe un consenso que establezca el intervalo adecuado. La RESCAN, especialmente en los AAA con diámetro de entre 40
tasa de crecimiento debe ser uno de los factores más impor- y 54 mm.
tantes a tener en cuenta para recomendar un intervalo de
seguimiento de los AAA de pequeño tamaño. Varios autores *RECOMENDACIONES:
relacionan claramente el mayor diámetro inicial con una Se recomienda realizar seguimiento periódico con un mé-
tasa de crecimiento más rápida, por lo que los intervalos de todo de imagen de los AAA de entre 30 y 54 mm de diá-
seguimiento varían en función del diámetro máximo del metro.
AAA214-216. – Fuerza de la recomendación: fuerte.
Son múltiples los estudios observacionales que describen – Calidad de la evidencia: alta.
las tasas de crecimiento y de rotura de los AAA, así como los Se recomienda la ecografía como método de imagen de
factores asociados con ellas. Cabe destacar el trabajo de elección para el seguimiento de los AAA 30 mm de diá-
análisis y revisión de todos estos estudios, publicados pre- metro.
viamente a 2010, por parte del grupo RESCAN, que recoge – Fuerza de la recomendación: fuerte.
los datos individuales de 15.471 pacientes (13.728 varones) – Calidad de la evidencia: baja.
con AAA de entre 30 y 54 mm, de 18 estudios observaciona- El intervalo de seguimiento del AAA estará en función de
les con más de 100 pacientes cada uno217. Solo consideran su diámetro máximo. Si está entre 30 y 39 mm se reco-
los AAA de entre 30 y 54 mm y calculan la tasa de crecimien- mienda su seguimiento cada 2-3 años, si está entre 40 y
to y el riesgo de rotura en función del diámetro del AAA 49 mm cada 1-2 años y si está entre 50 y 54 mm cada
mediante un modelo lineal que considera las variaciones 6-12 meses.
aleatorias individuales, analizando por separado varones y – Fuerza de la recomendación: fuerte.
mujeres (tabla 5). En esta revisión se incluye el trabajo de – Calidad de la evidencia: baja.
Vega de Céniga et al, el único de tasas de crecimiento de
AAA realizado en nuestro medio con un número importante
de pacientes2186XVUHVXOWDGRVQRGLÀHUHQGHIRUPDVLJQLÀ- 9. Criterios de derivación
cativa con los del resto de trabajos, por lo que podemos
considerar que las observaciones realizadas en la revisión Las recomendaciones de derivación al cirujano vascular en
del grupo RESCAN podrían ser aplicables también en nuestro los países occidentales, dejando a un lado a nuestro país, se
medio. Con los resultados de su revisión, el grupo RESCAN basan en criterios de indicación quirúrgica, ya que la espe-
propone ampliar los intervalos de seguimiento aceptados cialidad en esos entornos es eminentemente quirúrgica. Sin
actualmente en la mayoría de las guías de práctica clínica; embargo, en nuestro medio, la especialidad en angiología y
extendiéndose hasta 3 años para AAA de entre 30 y 39 mm, cirugía vascular abarca tanto el tratamiento quirúrgico de
2 años para aquellos de entre 40 y 44 mm y anualmente para los AAA como el manejo médico, el control de los factores
los AAA de entre 45 y 54 mm. Con estos intervalos calculan de riesgo y el diagnóstico no invasivo219. Por lo tanto, los
un riesgo de rotura < 1% con un IC del 95%217. Por otro lado, criterios de derivación en España tendrán características di-
el estudio observacional sobre 3.268 pacientes realizado en ferentes a las de los países de nuestro entorno.
Tabla 5 Tasas estimadas de crecimiento y rotura del aneurisma de aorta abdominal (AAA) en varones y mujeres (IC del 95%)
Para establecer criterios de derivación para cirugía, medio219 hace que los criterios de derivación recomendados
como en cualquier intervención, se debe valorar el balance no sean solo para tratamiento quirúrgico, sino también
HQWUHHOULHVJR\HOEHQHÀFLRGHGLFKDDFWXDFLyQWHQLHQGR para el manejo médico y el seguimiento de estos pacientes.
en cuenta que la complicación más grave de los AAA es la Por lo tanto, en España, tras el diagnóstico de un AAA de
rotura. En un reciente análisis retrospectivo de corte trans- cualquier tamaño, el paciente puede ser derivado para va-
versal, que evaluó la mortalidad hospitalaria asociada a la loración y seguimiento a un servicio de angiología y cirugía
reparación de los AAA rotos y no-rotos en 101.978 pacientes vascular.
a lo largo de 11 años (de 2000 a 2010), se describió que la Tiene especial interés marcar pautas en cuanto a los
mortalidad asociada a la reparación de AAA rotos es 13 ve- tiempos de espera para ser atendido por un cirujano vascu-
ces superior que la de los AAA no-rotos220. En este estudio lar en los AAA asintomáticos (tabla 6). Las tasas de creci-
no se consideraron los pacientes con AAA rotos que no lle- PLHQWRDQXDOGHORV$$$FRQXQGLiPHWURPPVRQ
garon a ser intervenidos, por lo que debemos suponer que < 3 mm/año217. Por lo tanto, en estos pacientes, la deriva-
el incremento de mortalidad del AAA roto en relación con la ción al cirujano vascular puede seguir la vía normal, siem-
reparación electiva de AAA no-rotos es aún mayor. En el pre y cuando los pacientes sean vistos en un plazo inferior
ensayo clínico aleatorizado EVAR TRIAL 2 se observó una a 3 meses. A partir de 50 mm, la velocidad de crecimiento y
WDVDGHURWXUDGHOSRUDxRHQSDFLHQWHVFRQ$$$ el riesgo de rotura, especialmente en mujeres, aumenta217,
mm no intervenidos quirúrgicamente221. Otros estudios ob- por lo que recomendamos una derivación más rápida, con
servacionales en pacientes no candidatos a reparación de un tiempo máximo de demora para ser valorado por cirugía
su AAA, como el de Lederle et al en 198 pacientes222 o el de vascular de 4 semanas. Los AAA con diámetro > 60 mm se
Brown et al en 476 pacientes223, aunque con posibles sesgos acompañan de un riesgo relativo de rotura de hasta el
GHLQIRUPDFLyQPRVWUDURQXQDWDVDGHURWXUDSRUDxR 14,3% en varones y del 22,6% en mujeres223, por lo que re-
en AAA > 55 mm de diámetro máximo. Dicho estudio, en el comendamos la valoración por cirugía vascular en un plazo
que se incluye en el mismo intervalo los AAA de 50 a 59 mm, máximo de 4 semanas. Por último, aunque no hay un crite-
describió, para este rango de tamaño, una tasa de rotu- rio estandarizado, en general, en AAA con un diámetro
ra anual de tan solo el 1% en varones, pero 4 veces mayor PPVHUHFRPLHQGDXQPDQHMRKRVSLWDODULRSRUORTXH
(4%) en el grupo de mujeres223. Por otro lado, otro estudio la derivación debe ser inmediata para valoración por ciru-
poblacional realizado en Nueva Inglaterra, detectó, con gía vascular.
VLJQLÀFDFLyQHVWDGtVWLFDTXHHQODVPXMHUHVODURWXUDGHO
AAA se produce con menores diámetros que en los varo- *RECOMENDACIONES:
nes224. Todos estos datos avalan la premisa de que los AAA Los pacientes con diagnóstico de AAA de cualTuier tama-
rotos se deben derivar de forma emergente a cirugía vas- ño pueden ser derivados a un servicio de angiología y ci-
cular. rugía vascular para valoración y seguimiento.
Por otro lado, se puede conocer el riesgo asociado a la – Fuerza de la recomendación: débil.
reparación electiva de los AAA, tanto de cirugía abierta – Calidad de la evidencia: muy baja.
como de EVAR, con los datos obtenidos en los 4 grandes En los AAA con un diámetro 50 mm, se recomienda la
ensayos clínicos aleatorizados que compararon las 2 técni- derivación preferente a cirugía vascular.
cas. En todos ellos, la mortalidad peroperatoria se mantu- – Fuerza de la recomendación: fuerte.
vo por debajo del 5%, en torno al 4% en la reparación – Calidad de la evidencia: moderada.
abierta y al 1-2% en la EVAR210,225-227. Estas tasas de mortali- Los AAA con un diámetro 0 mm y los AAA sintomáticos
GDGSHURSHUDWRULDWDPELpQODVHQFRQWUDPRVHQHO´PXQGR deben derivarse urgentemente para manejo hospitalario.
real”, fuera de los ensayos clínicos. Así, 2 grandes estudios – Fuerza de la recomendación: fuerte.
observacionales de la última década en países occidenta- – Calidad de la evidencia: baja.
les, muestran una mortalidad peroperatoria < 4% tras repa- Se recomienda la derivación emergente de los AAA rotos
ración abierta o endovascular de los AAA220,228. Por lo tanto, o con sospecha de rotura.
se puede concluir que en AAA > 55 mm en varones y, proba- – Fuerza de la recomendación: fuerte.
blemente, > 50 mm en mujeres, el riesgo asociado al AAA – Calidad de la evidencia: alta.
es mayor que el de su reparación electiva, abierta o endo-
vascular.
Por otro lado, 4 estudios aleatorizados ya analizados en
apartados anteriores de esta guía, 2 en cirugía abierta208,209
Tabla 6 Intervalos de derivación recomendados según las
y 2 en EVAR212,213HVWDEOHFLHURQFRQVXÀFLHQWHHYLGHQFLDTXH
características del aneurisma de aorta abdominal (AAA)
en AAA < 55 mm en varones, la reparación precoz no ofrece
ninguna ventaja respecto al seguimiento periódico con téc- Tipo de derivación Características del AAA
nicas de imagen.
Cuando un AAA de cualquier tamaño se acompaña de dolor Normal (< 3 meses) Asintomáticos entre 30 y 49 mm
HQODHVSDOGDRDEGRPLQDOQRMXVWLÀFDGRSRURWUDFDXVDVH Preferente (< 1 mes) Asintomáticos entre 50 y 79 mm
considera sintomático. Aun sin estudios que lo avalen, los Urgente $VLQWRPiWLFRVPP
síntomas en los AAA se consideran un signo de expansión y Sintomáticos
posible rotura, por lo que se deben derivar para valoración
Emergente Rotos
urgente por un cirujano vascular229,230.
Como se comentaba al principio, la peculiaridad de la Sospecha de rotura
especialidad en angiología y cirugía vascular en nuestro
14 C. Lahoz et al.
10. Tratamiento del aneurisma de aorta No obstante, unos pocos estudios han evaluado el efecto del
abdominal asintomático tratamiento médico sobre la evolución natural del AAA (cre-
cimiento y riesgo de rotura)239-241.
10.1. Tratamiento médico
10.1.2.1. Tabaco
10.1.1. Tratamiento general. Reducción del riesgo El tabaquismo tiene una intensa asociación con el desarrollo
cardiovascular y rotura del AAA2,242,2431RH[LVWHQHVWXGLRVHVSHFtÀFRVGH
/RVSRWHQFLDOHVEHQHÀFLRVFDUGLRYDVFXODUHVJHQHUDOHVGHO intervención sobre el efecto del abandono del tabaco en la
control de los factores de riesgo vascular no se han evaluado evolución del AAA, y es improbable que pueda haberlos en
de modo sistemático en pacientes con AAA2,3,231. Las más re- HOIXWXUR/RVEHQHÀFLRVDGLFLRQDOHVGHOFHVHGHOWDEDFRKD-
cientes guías de prevención cardiovascular suplen esta ca- cen que esta sea una recomendación fuerte, si bien la evi-
rencia asimilando la presencia de AAA al resto de patología GHQFLDGHORVEHQHÀFLRVGHODLQWHUYHQFLyQHQHOFDVRGHO
YDVFXODUDWHURVFOHURVDFRPR´HTXLYDOHQWHVFRURQDULRVµ/DV AAA solo se puede considerar como moderada.
guías europeas232VHUHÀHUHQH[SOtFLWDPHQWHDO$$$PLHQ-
tras que las norteamericanas231 mencionan la "patología ate- 10.1.2.2. Ejercicio físico
rosclerosa de la aorta abdominal" en el contexto del El ejercicio moderado no parece aumentar el riesgo de cre-
abordaje general de la enfermedad arterial periférica. Es cimiento o rotura del AAA, mejora la aptitud física de los
notorio que una estricta revisión Cochrane reciente no pudo pacientes y presenta otros efectos saludables244,245. Estudios
realizar un metaanálisis del tratamiento de factores de ries- retrospectivos muestran que los sujetos con mejor situación
go vascular en pacientes con AAA, al detectar un único ensa- física tienen una mejor evolución tras cirugía del AAA246. Fi-
yo que cumpliera criterios de inclusión 233 entre más de QDOPHQWHHOHMHUFLFLRPRGHUDGRQRSDUHFHLQÁXLUHQHOFUH-
3.000 registros evaluados. cimiento del AAA ni en el riesgo de rotura244,245.
Por otro lado, no podemos ignorar que la mortalidad de
los pacientes con AAA es extraordinariamente elevada (> 5% 10.1.2.3. BloTueadores beta
anual)234. Más de dos tercios de las muertes son por causa Los efectos hemodinámicos son el mecanismo principal por
cardiovascular (68%). La mortalidad cardiovascular de cual- el que se ha propuesto el empleo de bloqueadores beta.
quier territorio (47%) duplica ampliamente la mortalidad Diversos estudios experimentales y observacionales retros-
directamente atribuible a la rotura del AAA o a complicacio- SHFWLYRVKDQVXJHULGRXQSRVLEOHHIHFWREHQHÀFLRVR247,248. No
nes asociadas a su cirugía (21%). Por todas estas razones, un obstante, estudios controlados más recientes no han demos-
control estricto de los factores de riesgo vascular es impera- trado que el tratamiento con bloqueadores beta a medio-
tivo. No existen razones que indiquen que el control de los largo plazo reduzca el ritmo de crecimiento o el riesgo de
factores de riesgo vascular deba ser diferente al de otros ruptura del AAA193,240,249, por lo que no se recomienda el uso
pacientes en prevención secundaria231,232,235-237. Por tanto, los de estos con esta indicación. Otro aspecto de interés es el
pacientes deben realizar una dieta cardiosaludable, tipo posible papel del tratamiento con bloqueadores beta en
mediterránea, no fumar, realizar ejercicio físico regular, el perioperatorio del AAA en un intento de reducir el riesgo
controlar la glucemia, la presión arterial y el cLDL (coleste- de complicaciones coronarias. Un estudio evaluó el efec-
rol unido a lipoproteínas de baja densidad) de acuerdo con to del metoprolol frente a placebo en 377 pacientes
las guías correspondientes. La consideración exhaustiva de (227 con AAA) en el perioperatorio de cirugía vascular (AAA
las recomendaciones de prevención secundaria desbordan el o bypass axilofemoral o infrainguinal)250. No hubo diferen-
foco de la presente revisión, por lo que no se detallarán FLDVVLJQLÀFDWLYDVHQODPRUWDOLGDGQLHQHOQ~PHURGHFRP-
aquí. plicaciones cardiovasculares al mes o a los 6 meses de la
No obstante, el tratamiento hipolipemiante merece un intervención. Este estudio se alinea con la revisión crítica
FRPHQWDULRHVSHFtÀFR8QHVWXGLRGHHYDOXyHOHIHFWR reciente del papel del tratamiento con bloqueadores beta
del tratamiento perioperatorio con fluvastatina frente a en pacientes coronarios o de alto riesgo vascular sometidos
placebo en 497 pacientes sometidos a cirugía vascular a cirugía no coronaria251.
(236 cirugías de AAA)238(OWUDWDPLHQWRFRQÁXYDVWDWLQDVH
asoció con una reducción del riesgo de infarto de miocardio 10.1.2.4. BloTueo del sistema renina-angiotensina
(HR: 0,55; IC del 95%, 0,34-0,88; p = 0,01) o de mortalidad Diversos estudios experimentales sugieren que el bloqueo
cardiovascular (HR: 0,47; IC del 95%, 0,24-0,94; p = 0,03) en del sistema renina-angiotensina (SRA) puede reducir el
el mes siguiente a la intervención. Una revisión sistemática crecimiento de los aneurismas por mecanismos relaciona-
de estudios observacionales mostró que el uso crónico de GRVFRQODLQÁDPDFLyQ\SURWHyOLVLVPiVTXHSRUVXDFFLyQ
HVWDWLQDVHQSDFLHQWHVFRQ$$$HQFRQWUyXQULHVJRVLJQLÀFD- hipotensora252. Estudios observacionales han mostrado re-
tivamente menor de mortalidad por cualquier causa 5 años sultados contradictorios respecto del uso de inhibidores de
después de la reparación del AAA en comparación con pa- la enzima de conversión de la angiotensina (IECA) y el de-
cientes que no tomaban estatinas (OR: 0,57; IC del 95%, sarrollo, crecimiento y rotura del AAA253,254. Por otro lado,
0,42-0,79)56. el uso de bloqueadores del SRA es más frecuente en diabé-
ticos, circunstancia que se asocia con menor riesgo de de-
10.1.2. ¢Podemos modiÀcar la historia natural sarrollo de AAA, lo que introduce un claro factor de
de la enfermedad? confusión en estudios observacionales. En el momento ac-
/DPD\RUtDGHODVJXtDVHVSHFtÀFDVVREUHSDFLHQWHVFRQ$$$ tual, diversos ensayos clínicos están evaluando el papel del
han abordado la necesidad de cribado por un lado y las op- bloqueo del SRA per se o en comparación con otros hipo-
ciones de tratamiento quirúrgico/endovascular por otro2,3. tensores.
SEA-SEACV 2015: Guía para el diagnóstico y tratamiento del aneurisma de aorta abdominal 15
El tratamiento con macrólidos podría reducir el creci- Más recientemente se ha publicado un estudio cuyo objetivo
miento y el riesgo de ruptura en los pacientes con AAA. era validar nuevas escalas de riesgo preoperatorio, tanto en
– Fuerza de la recomendación: débil. cirugía abierta como endovascular, que parecen bastante
– Calidad de la evidencia: baja. precisas para determinar el riesgo de mortalidad intrahospi-
No está recomendado el uso de doxiciclina para prevenir talaria de estos pacientes275.
el crecimiento y el riesgo de ruptura del AAA.
– Fuerza de la recomendación: débil. 10.2.1.2. Evaluación cardíaca
– Calidad de la evidencia: baja. 10.2.1.2.1. Evaluación general
La valoración cardíaca en estos pacientes es de especial in-
10.2. Principios generales del abordaje quirúrgico terés, puesto que presentan un alto riesgo de complicacio-
del aneurisma de aorta abdominal nes cardíacas, ya que la arteriosclerosis es un proceso que
asintomático también afecta a las arterias coronarias. La cardiopatía is-
quémica es una causa importante de mortalidad periopera-
10.2.1. Evaluación preoperatoria toria en estos pacientes, que puede ser reducida con la
El estudio preoperatorio de los pacientes que van a ser so- adecuada valoración276.
metidos a una reparación de un AAA debe incluir una recogi- En general hay menor incidencia de complicaciones car-
da de sus antecedentes personales, una exploración física y díacas perioperatorias con EVAR que con cirugía abier-
unos estudios básicos que incluyan la radiografía de tórax en ta277,278, debido a que se evita el pinzamiento aórtico y el
2 proyecciones y una analítica general. En cualquier caso, menor daño tisular evitando el íleo postoperatorio, aunque
las escalas de riesgo publicadas señalan como factores pre- no todos los estudios describen esta diferencia. Según datos
dictivos mayores del resultado de la intervención el estado del estudio DREAM228, la incidencia de complicaciones car-
cardiológico, la función renal y la EPOC, razón por la que se díacas es similar con ambas técnicas. Más importante que la
debe incidir especialmente en la evaluación de estas condi- técnica quirúrgica utilizada, uno de los determinantes más
ciones y patologías. importantes de la supervivencia a largo plazo de estos pa-
Los pacientes que van a ser intervenidos de AAA tienen cientes es la presencia de enfermedad cardíaca subyacen-
que ser adecuadamente valorados, ya que es un procedi- te279.
miento de alto riesgo272 en una población cada vez más en- Todos los pacientes deben tener historia clínica, electro-
vejecida y que presenta numerosas comorbilidades. cardiograma (ECG) y valoración de los síntomas cardíacos.
Se deben recoger los antecedentes de infarto agudo de mio-
10.2.1.1. Escalas de riesgo preoperatorio FDUGLR,$0DQJLQDLQVXÀFLHQFLDFDUGtDFDFRQJHVWLYD,&&
Una de las herramientas más útiles para evaluar el riesgo de diabetes mellitus, IR, accidente cerebrovascular (ACV) y/o
estos pacientes es el uso de escalas de riesgo preoperatorio. accidente isquémico transitorio, ya que afectan al pronósti-
(VWDVHVFDODVVHGLVHxDURQLQLFLDOPHQWHSDUDLGHQWLÀFDUSD- co de estos pacientes.
cientes de alto riesgo para cirugía abierta, siendo la escala
de aneurismas de Glasgow la que ha presentado mejores *RECOMENDACIÓN:
resultados273(1VHGHVDUUROOyXQDHVFDODHVSHFtÀFD Los pacientes con patología cardíaca activa (angina ines-
para tratamiento endovascular de AAA (EE-G)274 (tabla 7). table, insuÀciencia cardíaca descompensada, enfermedad
GAS EE-G
Edad nº Enfermedad renal con diálisis 7
Cardiopatía 7 Isquemia de EEII 5
Enfermedad cerebrovascular 10 Edad > 85 años 4
Enfermedad renal 14 Enfermedad hepática 3
ICC 3
Enfermedad renal sin diálisis 3
Edad 80-84 años 2
Mujer 2
EPOC 2
Experiencia del cirujano < 3 1
Volumen anual del hospital < 7 1
Edad 75-79 1
EE-G: escala de Egorova y Giacovelli; EEII: extremidades inferiores; EPOC: enfermedad pulmonar obstructiva crónica;
*$6HVFDODGH*ODVJRZ,&&LQVXÀFLHQFLDFDUGtDFDFRQJHVWLYD
Cardiopatía: infarto agudo de miocardio, revascularización, angina, enfermedad valvular severa, arritmia.
Enfermedad cerebrovascular: ictus, accidente isquémico transitorio. Enfermedad renal: creatinina > 1,2 mg/dl o aclaramiento
de creatinina < 60 ml/min.
SEA-SEACV 2015: Guía para el diagnóstico y tratamiento del aneurisma de aorta abdominal 17
*RECOMENDACIONES: ,QVXÀFLHQFLDUHQDOFUyQLFD
A todos los pacientes Tue van a ser intervenidos de AAA se En estos pacientes hay que monitorizar la función renal para
les debe valorar la función respiratoria, incluso con valo- determinar si se ha producido deterioro de esta. Durante el
ración por neumólogo si se considera necesaria. período perioperatorio, alteraciones de la volemia pueden
– Fuerza de la recomendación: débil. empeorar aún más la función renal, por lo que en estos ca-
– Calidad de la evidencia: baja. sos mantener la euvolemia es especialmente importante310.
La Àsioterapia respiratoria puede reducir las complica- En los pacientes que reciban previamente tratamiento
ciones postoperatorias. con IECA o antagonistas de los receptores de la angiotensi-
– Fuerza de la recomendación: fuerte. na II (ARA II), estos deben ser suspendidos en la mañana de
– Calidad de la evidencia: moderada. la cirugía y solo se deberán reintroducir una vez que el pa-
ciente recupere su volemia normal, ya que poseen alta ac-
10.2.1.4. Evaluación renal ción vasodilatadora318.
10.2.1.4.1. Evaluación de la función renal
La IR preoperatoria es un factor de riesgo mayor que de- *RECOMENDACIONES:
termina el pronóstico tras reparación abierta o EVAR del Los bloTueadores del SRA no deben administrarse la ma-
AAA307-309. Aunque en algunos casos solo se observa un ligero ñana de la cirugía y solo deben ser reintroducidos tras
empeoramiento de la función renal, los pacientes con IR esta cuando el paciente está euvolémico.
tienen mayor tasa de complicaciones310, incluso con peque- – Fuerza de la recomendación: débil.
ñas alteraciones preoperatorias ya se pueden observar estos – Calidad de la evidencia: baja.
resultados311. La función renal es, además, un factor pronós- La hidratación preoperatoria está recomendada en pa-
tico de mortalidad311-313. Según un estudio reciente, los pa- cientes con IR antes de la cirugía.
cientes con IR grave presentan una tasa de mortalidad – Fuerza de la recomendación: fuerte.
mayor del doble que la de los pacientes con grados modera- – Calidad de la evidencia: moderada.
GRVGHLQVXÀFLHQFLDWDQWRHQFLUXJtDDELHUWDFRPRHQGRYDV-
cular de AAA (EVAR, el 2,6% de mortalidad a 30 días en 10.2.1.5. Evaluación hematológica
pacientes con IR moderada frente al 5,7% en IR grave, Antes de una intervención quirúrgica de AAA se deben valo-
p = 0,0081; cirugía abierta, del 4,1% con IR moderada frente rar, principalmente, 2 aspectos: las alteraciones de la coa-
al 9,9% en IR grave, p < 0,0057)308. gulación y la presencia y manejo de la anemia preoperatoria.
con antecedentes de ICC o de enfermedad cardiovascular tral publicado al respecto, registró un 17,3% de compli-
(ECV) intervenidos de AAA414. caciones perioperatorias y solamente un 0,4% de
Se han realizado 4 grandes estudios aleatorizados que complicaciones relacionadas con el injerto durante el segui-
comparan la cirugía abierta con la endovascular del AAA con miento a largo plazo de pacientes sometidos a reparación
una metodología similar. quirúrgica abierta electiva del AAA345.
En el año 2004 se publicaron los resultados de los 2 prime- El defecto técnico tras la EVAR es cada vez menos fre-
ros, el EVAR1 y el DREAM, que comparaban la reparación cuente debido al desarrollo de dispositivos de última gene-
quirúrgica con la EVAR, en pacientes con AAA > 5-5,5 cm de ración y a la mayor experiencia en este tipo de
diámetro279,416. Ambos obtuvieron una mortalidad a corto procedimiento3. Un metaanálisis llevado a cabo antes del
plazo (a 30 días) menor en pacientes sometidos a EVAR: el año 2003, objetivó una tasa de conversión de EVAR a cirugía
4,8 frente al 1,2% (p < 0,001) en el grupo abierto frente al convencional del 3,8%417. Sin embargo, en los últimos ensa-
endovascular del estudio DREAM, y el 4,7 frente al 1,7% (p = yos y metaanálisis realizados, esta cifra ha disminuido signi-
0,009) en el grupo abierto frente al endovascular del estu- ÀFDWLYDPHQWHUHJLVWUiQGRVHXQDWDVDGHFRQYHUVLyQ
dio EVAR1. Posteriormente, el estudio OVER publicó una a cirugía abierta225,227,416.
mortalidad del 0,5 frente al 3% en EVAR frente a cirugía Debido a que la EVAR es una alternativa menos invasiva
abierta225. Sin embargo, el ensayo ACE es el único que no para la reparación del AAA, algunos autores concluyen que
HQFRQWUyGLIHUHQFLDVVLJQLÀFDWLYDVHQODPRUWDOLGDGSRVW- asocia menor morbilidad que la cirugía convencional279,418-428.
operatoria: el 0,6% en cirugía abierta frente al 1,3% en la Ahora bien, según un metaanálisis publicado en 2014, am-
endovascular. Los propios autores reconocen que estos re- bos tipos de procedimiento presentan incidencias similares
sultados pueden deberse al diseño del estudio y a la pobla- GH(&9\IDOORUHQDOVLQHQFRQWUDUVHGLIHUHQFLDVVLJQLÀFDWL-
ción seleccionada226 (tabla 9). vas en la calidad de vida y la disfunción sexual. Aunque no
Un metaanálisis reciente concluye que la EVAR se asocia VHKDUHJLVWUDGRQLQJXQDGLIHUHQFLDVLJQLÀFDWLYDHQODWDVD
FRQXQDPRUWDOLGDGSUHFR]VLJQLÀFDWLYDPHQWHLQIHULRUTXHOD general de muerte por causa cardíaca entre EVAR y repara-
reparación quirúrgica (OR: 0,33; IC del 95%, 0,20-0,55; ción quirúrgica, los datos del EVAR1 revelan que la EVAR se
p < 0,0001) en los pacientes considerados adecuados para asocia con una menor incidencia de muertes cardiovascula-
cirugía convencional414. La tasa de mortalidad a corto plazo res en los primeros meses de seguimiento, debida al menor
informada para el grupo EVAR en este metaanálisis es simi- estrés cardíaco perioperatorio que sufren estos pacientes.
lar al 1,3% observada en el estudio RETA415. Por lo que res- $GHPiVDSHVDUGHLGHQWLÀFDUVHXQDWDVDPD\RUGHFRPSOL-
pecta a la mortalidad a más largo plazo, aunque la EVAR se caciones respiratorias en el grupo de cirugía convencio-
DVRFLDDXQDPRUWDOLGDGSUHFR]VLJQLÀFDWLYDPHQWHLQIHULRU QDOS QRVHKDHQFRQWUDGRGLIHUHQFLDVLJQLÀFDWLYD
TXHODUHSDUDFLyQTXLU~UJLFDHVWHEHQHÀFLRQRSHUVLVWHHQ (p = 0,08) en la muerte por causas pulmonares entre EVAR y
el seguimiento a medio plazo, debido al número de muertes reparación quirúrgica414.
posteriores registradas secundarias a complicaciones car- Aunque la EVAR tiene como ventajas un menor tiempo
díacas y otras causas no relacionadas414. quirúrgico, menor pérdida sanguínea, menor necesidad de
transfusión sanguínea, menor tiempo de ventilación mecá-
10.2.2.3.2. Complicaciones generales y reintervención nica, menor estancia hospitalaria y menor estancia en uni-
Las complicaciones, tanto de la cirugía abierta como de la dad de cuidados intensivos, requiere exposición a radiación
endovascular, incluyen la ruptura del AAA, el defecto técni- y utilización de contraste414.
co, las complicaciones locales (infección o linforrea de heri- La liberación de citocinas tras la trombosis del saco aneu-
da quirúrgica, seudoaneurisma, rotura arterial, hematoma rismático en EVAR es responsable del síndrome postimplan-
pospunción, isquemia de extremidades o embolización dis- te. Este proceso suele durar alrededor de 10 días, y consiste
tal), las relacionadas con el injerto (infección, oclusión, HQÀHEUHPDOHVWDUJHQHUDOGRORUDEGRPLQDOROXPEDUHOH-
seudoaneurisma anastomótico y endofugas) y la morbilidad vación de PCR y leucocitosis. Se recomienda vigilancia y tra-
(cardíaca, respiratoria, fallo renal, ECV, trombosis venosa tamiento sintomático429.
profunda, embolia pulmonar, isquemia intestinal, disfunción La EVAR asocia una tasa de reintervención precoz
sexual, etc.)3. Uno de los estudios con mayor tamaño mues- (< 30 días) 5 veces mayor que la cirugía convencional: el
9,8% en EVAR1 y el 18% en EVAR2, y de reintervención tardía
DxRVGHVHJXLPLHQWRVLJQLÀFDWLYDPHQWHPD\RUTXHODUH-
paración quirúrgica414,419. La alta tasa de reintervención está
relacionada con la presencia de endofugas, complicación
Tabla 9 Mortalidad a 30 días en los estudios aleatorizados
exclusiva de EVAR. Mientras que la tipo I y la tipo III requie-
que comparan cirugía abierta y endovascular del aneuris-
ren reparación inmediata, para la tipo II se aconseja segui-
ma de aorta abdominal
miento porque es posible su resolución espontánea420-424.
Cirugía abierta (%) EVAR (%) Los resultados sobre el uso de EVAR en pacientes conside-
EVAR1 4,7 1,7 rados inadecuados para la reparación quirúrgica se extraen
del EVAR2. Este estudio concluye Tue en los pacientes con-
DREAM 4,8 1,2
siderados no candidatos a cirugía abierta convencional por
OVER 3,0 0,5 alto riesgo Tuirúrgico, el tratamiento endovascular no me-
ACE 0,6 1,3 jora la supervivencia frente a la no intervención del aneu-
EVAR: reparación endovascular de aneurisma de aorta risma. Sin embargo, este estudio presenta varias
abdominal. limitaciones metodológicas que convierten a los resultados
REWHQLGRVHQ´QRGHÀQLWLYRVµ418.
SEA-SEACV 2015: Guía para el diagnóstico y tratamiento del aneurisma de aorta abdominal 25
*RECOMENDACIONES: *RECOMENDACIÓN:
La EVAR se asocia a una mortalidad precoz signiÀcativa- En la reparación Tuirúrgica de AAA se aconseja realizar
mente inferior Tue la reparación Tuirúrgica sin embar- un injerto recto cuando el paciente presenta un diámetro
go, este beneÀcio no persiste en el seguimiento a medio y de ilíaca primitiva < 25 mm, y un injerto bifurcado si es
a largo plazo. 25 mm.
– Fuerza de la recomendación: fuerte. – Fuerza de la recomendación: fuerte.
– Calidad de la evidencia: moderada. – Calidad de la evidencia: baja.
La EVAR se asocia a una tasa de reintervención mayor Tue
la cirugía convencional.
10.2.2.4.1.3. Infección de injerto. La incidencia de infec-
– Fuerza de la recomendación: fuerte.
ción de injerto protésico oscila entre el 0,3 y el 6% 436-439,
– Calidad de la evidencia: moderada.
< 1% en los injertos aortoaórticos o aortobiilíacos, y del 2-4%
en los aortobifemorales440,441. La infección del injerto puede
10.2.2.4. Seguimiento del tratamiento Tuirúrgico
ser temprana durante el implante, o tardía por disemina-
y endovascular
ción hematógena tras la realización de determinados proce-
10.2.2.4.1. Tratamiento quirúrgico dimientos invasivos como endoscopia o procedimientos
Tras una reparación abierta exitosa de un AAA se pueden dentales. Otros factores de riesgo son la reintervención qui-
desarrollar algunas complicaciones tardías que hay que te- rúrgica o la cirugía urgente.
ner en cuenta a lo largo del seguimiento de estos pacientes. El microorganismo más frecuentemente aislado es
Staphylococcus epidermidis, seguido de S. aureus y de Es-
10.2.2.4.1.1. Aneurisma paraanastomótico. Los aneurismas cherichia coli442.
paraanastomóticos en pacientes intervenidos de AAA inclu- La clínica es diversa y puede incluir signos de sepsis, dre-
yen los seudoaneurismas anastomóticos y los aneurismas naje purulento inguinal, seudoaneurisma y/o fístula entero-
adyacentes a la anastomosis. Su etiología es multifactorial: protésica (FEP)443. La incidencia de FEP es < 1%, y su causa
la rotura de la sutura, el tipo de material protésico, la dege- es mecánica por decúbito de la prótesis en la pared del duo-
neración arterial y la infección3. En un estudio prospectivo deno, que provoca infección secundaria del injerto por con-
de 138 pacientes intervenidos de AAA, controlados anual- tinuidad444-446(OGLDJQyVWLFRGHÀQLWLYRGHOD)(3HVGLItFLO\
mente mediante ecografía Doppler, se objetivó una inciden- tardío, y las pruebas más utilizadas son la TC y la endosco-
cia de aneurismas anastomóticos del 10% a los 10 años de pia. Presentan una sensibilidad del 50%, por lo que un resul-
seguimiento430. tado negativo no excluye la existencia de FEP 447,448. La TC
No existen estudios que valoren la evolución natural de WLHQHXQDVHQVLELOLGDG\HVSHFLÀFLGDGGHOSDUDGLDJ-
este tipo de complicación debido al elevado riesgo de ruptu- nosticar una infección avanzada del injerto449,450. Pero cuan-
ra que asocia430. En la mayor parte de los casos es necesaria do la infección es incipiente o de baja virulencia, esta cifra
su reparación quirúrgica electiva mediante endoprótesis o disminuye hasta el 65%451. La RM puede diferenciar el hema-
injerto protésico431,432. WRPDGHODVFROHFFLRQHV\GHODLQÁDPDFLyQ9DULRVDXWRUHV
han publicado la utilidad de combinar la gammagrafía con
*RECOMENDACIÓN: leucocitos marcados y la TC452, aunque es necesario llevar a
Para detectar el desarrollo de seudoaneurisma anastomó- FDERPiVHVWXGLRVTXHYDORUHQVXHÀFDFLD
tico o de aneurisma paraanastomótico durante el segui- Aunque el tratamiento convencional consiste en la revas-
miento de pacientes intervenidos de AAA, es necesario cularización extraanatómica y la escisión del injerto con
llevar a cabo pruebas de imagen complementarias como desbridamiento del campo infectado, algunas publicaciones
la ecografía Doppler o la TC. recientes han cuestionado esta máxima quirúrgica al tener
– Fuerza de la recomendación: fuerte. en cuenta varios factores: en primer lugar, si el microorga-
– Calidad de la evidencia: baja. nismo aislado es S. epidermidis, de baja virulencia, frente a
S. aureus, de gran virulencia; en segundo lugar, el éxito que
10.2.2.4.1.2. Historia natural de la arteria ilíaca primitiva han obtenido algunos autores que no han realizado escisión
tras la realización de un injerto recto. La elección del tipo completa del injerto infectado; en tercer lugar, la aparición
de injerto (recto o bifurcado) es controvertida. Los autores de la técnica de criopreservado, que permite utilizar in situ
partidarios del injerto bifurcado establecen que su realiza- un injerto de vena femoral o un aloinjerto aortoilíaco, y, por
ción evita el desarrollo de aneurismas de arteria ilíaca pri- último, la disponibilidad de un injerto protésico cubierto
mitiva durante el seguimiento 3. Sin embargo, un estudio con antibiótico, que ofrece prometedores resultados.
retrospectivo con 438 pacientes y 715 aneurismas ilíacos La cirugía convencional asocia una tasa de mortalidad del
publicó que la tasa de crecimiento de un aneurisma ilíaco es 11-44%, de reinfección del injerto del 3-37% y de estallido de
de 0,29 cm/año433. Además, un estudio multicéntrico con muñón aórtico del 3-24%453-455. La mortalidad de la revasculari-
147 casos, concluyó que ningún paciente al que se había zación in situ con aloinjerto aórtico oscila entre el 9 y el 56%,
realizado un injerto recto por AAA y que presentaba aneuris- con una tasa baja de amputación, pero con un riesgo elevado
ma de ilíaca primitiva < 25 mm precisó reparación quirúrgi- de estenosis, dilatación aneurismática y/o ruptura de la anas-
ca posterior tras 4,8 años de seguimiento434. Asimismo, otro tomosis aórtica456-462. Según varios autores, la mortalidad de la
estudio prospectivo, publicado en 2008, estableció que no revascularización in situ con injerto venoso femoral oscila en-
VHREVHUYDXQFUHFLPLHQWRVLJQLÀFDWLYRQLXQDUXSWXUDGH tre el 7 y el 32%, con una tasa baja de reinfección del injer-
aneurisma de ilíaca primitiva < 25 mm durante 7 años de to463-465. Algunos estudios recientes recomiendan restringir el
seguimiento tras la realización de un injerto recto435. uso de la revascularización in situ para pacientes hemodiná-
26 C. Lahoz et al.
micamente estables, con microorganismos poco virulentos, ración quirúrgica de AAA, debido a la lesión del sistema ner-
que no asocien FEP466. Los pacientes inestables, con signos de vioso parasimpático durante la disección aortoilíaca475. En el
VHSVLV\KHPRUUDJLDDFWLYDVHSXHGHQEHQHÀFLDUGHOLPSODQWH estudio ADAM, el 40% de los varones presentaba impotencia
de endoprótesis de forma temporal, como procedimiento previa a la cirugía y menos del 10% desarrolló impotencia
SXHQWHDQWHVGHSODQWHDUXQDUHSDUDFLyQTXLU~UJLFDGHÀQLWL- durante el primer año de seguimiento476. Sin embargo, más
va467. Un metaanálisis reciente, que comparó las diversas al- del 60% de los pacientes presentó impotencia a los 4 años de
ternativas terapéuticas, establece que la revascularización seguimiento, lo que traduce su etiología multifactorial. La
extraanatómica seguida de la escisión del injerto asocia la conservación del sistema nervioso parasimpático periaortoi-
tasa más elevada de complicaciones perioperatorias, seguida líaco izquierdo reduce la incidencia de esta complicación477.
de la revascularización in situ con vena femoral, del aloinjerto Otra causa de impotencia en este grupo de pacientes es la
aórtico y del injerto protésico cubierto con antibiótico468-471. disminución de la circulación pélvica secundaria a la embo-
(VWDDÀUPDFLyQKD\TXHWRPDUODFRQFDXWHODGHELGRDTXHVRQ lización u oclusión de las arterias hipogástricas.
estudios retrospectivos, con algunos factores de confusión y
varios sesgos en la selección de pacientes. 10.2.2.4.1.6. Complicaciones tardías relacionadas con la
herida Tuirúrgica. La reparación quirúrgica de AAA asocia
*RECOMENDACIONES: riesgo de hernia incisional y/u obstrucción intestinal por ad-
En pacientes portadores de injerto protésico es aconseja- herencias. La revisión realizada por Takagi et al encontró
ble pautar proÀlaxis antibiótica previa a la realización de que la tasa de hernia incisional que requiere reparación a
endoscopia y/o procedimiento dental, debido al riesgo los 4 años de seguimiento es mayor en el grupo de pacientes
potencial de infección tardía del injerto por diseminación intervenidos por AAA que por enfermedad oclusiva aortoilía-
hematógena. ca (el 5,8 frente al 2,8%; p < 0,001)478. También se ha obser-
– Fuerza de la recomendación: débil. vado el desarrollo de eventraciones y herniación por
– Calidad de la evidencia: muy baja. hipotonía muscular tras realizar un abordaje retroperito-
Es necesario descartar la existencia de fístula enteropro- neal para reparación de AAA346.
tésica en pacientes portadores de injerto protésico aórti-
co con hemorragia digestiva. 10.2.2.4.1.7. Protocolo de seguimiento. A pesar de todos es-
– Fuerza de la recomendación: fuerte. tos datos, no existe un protocolo de seguimiento consensuado
– Calidad de la evidencia: moderada. tras la reparación electiva abierta del AAA. Son habituales
En los pacientes hemodinámicamente estables con fístula varios controles durante el primer año, con una revisión anual
enteroprotésica o infección extensa del injerto por gér- posterior. Es recomendable completar la anamnesis con una
menes virulentos, se aconseja realizar revascularización exploración física periódica y pruebas complementarias (eco-
extraanatómica seguida de escisión del injerto. grafía, índice tobillo-brazo, TC o ecografía Doppler) en caso
– Fuerza de la recomendación: fuerte. de que los datos clínicos sugieran el desarrollo de alguna de
– Calidad de la evidencia: moderada. las complicaciones mencionadas409,410,473. Algunos grupos acon-
La revascularización in situ utilizando vena femoral o sejan la realización de TC periódicas en pacientes asintomá-
aloinjerto aortoilíaco, debe reservarse para los pacientes ticos, como cribado de complicaciones paraanastomóticas
con infección protésica sin fístula enteroprotésica. silentes. El patrón más habitual de estas TC es cada 5 años433.
– Fuerza de la recomendación: débil.
– Calidad de la evidencia: moderada. *RECOMENDACIÓN:
La utilización de injerto protésico cubierto con antibióti- Se aconseja incluir en el seguimiento de pacientes some-
co en revascularización in situ se reserva para casos se- tidos a reparación Tuirúrgica de AAA la anamnesis, la ex-
leccionados con limitada infección. ploración física, una ecografía Doppler continua con
– Fuerza de la recomendación: débil. índice tobillo-brazo anual, y una ecografía Doppler o una
– Calidad de la evidencia: moderada. TC a los 5, 10 y 15 años del procedimiento Tuirúrgico.
Los pacientes hemodinámicamente inestables con hemo- – Fuerza de la recomendación: débil.
rragia activa por rotura de injerto se pueden beneÀciar – Calidad de la evidencia: baja.
del implante de endoprótesis de forma temporal.
– Fuerza de la recomendación: débil. 10.2.2.4.2. Tratamiento endovascular
– Calidad de la evidencia: muy baja. De forma similar al tratamiento quirúrgico convencional,
tras una reparación endovascular de un AAA se pueden desa-
10.2.2.4.1.4. Oclusión del injerto. Una de las ventajas de la rrollar algunas complicaciones tardías durante el seguimien-
reparación quirúrgica abierta de AAA es su alta permeabili- to de estos pacientes.
dad. Hallett et al registraron una tasa de oclusión del injer-
to del 3% a los 10 años de seguimiento472, Conrad et al del 10.2.2.4.2.1. Endofugas. La incidencia de endofugas tras la
2,6% a los 7 años473 y Biancari et al del 5,3% a los 8 años de EVAR alcanza el 25%479-481. Su existencia implica un aumento
seguimiento, debido a que su serie registraba un 49% de in- de presión en el saco aneurismático, con el consiguiente
jertos aortofemorales474(OWUDWDPLHQWRLQFOX\HODÀEULQyOL- riesgo de ruptura del AAA482. Se han descrito 4 tipos de en-
sis locorregional o la trombectomía quirúrgica, con dofugas y la endotensión420,483,484.
reparación endoluminal o quirúrgica posterior. El desarrollo de endofugas tipo I se debe a un anclaje
inadecuado de la endoprótesis o a una dilatación del cuello
10.2.2.4.1.5. Disfunción sexual. La eyaculación retrógrada del aneurisma durante el seguimiento. En un subgrupo del
o la impotencia son complicaciones frecuentes tras la repa- EVAR1, la tasa de dilatación del cuello del AAA fue mayor en
SEA-SEACV 2015: Guía para el diagnóstico y tratamiento del aneurisma de aorta abdominal 27
pacientes sometidos a EVAR que a reparación quirúrgica Se recomienda tratamiento endovascular o laparoscópico
abierta485. La incidencia de endofugas tipo I aumenta en los de las endofugas tipo II cuando se objetiva un crecimien-
casos con anatomía desfavorable (cuellos cortos o angulados to de saco aneurismático > 10 mm, aconsejando reconver-
\R]RQDVGHDQFODMHFRQHOHYDGDFDOFLÀFDFLyQ-XQWRFRQ tir a cirugía abierta en caso de fracaso del tratamiento.
la tipo III asocia un elevado riesgo de ruptura del AAA486. – Fuerza de la recomendación: fuerte.
Cuando no se objetiva migración del endoinjerto, la endofu- – Calidad de la evidencia: baja.
ga tipo IA se puede tratar mediante dilatación con balón o Se recomienda la reparación de las endofugas tipo III de-
implante de stent tipo Palmaz487. Pero, si se observa migra- bido al elevado riesgo de ruptura aórtica Tue conllevan.
ción, las alternativas son el implante de una extensión en- – Fuerza de la recomendación: fuerte.
doprotésica proximal o de una endoprótesis fenestrada, y la – Calidad de la evidencia: moderada.
conversión a cirugía abierta488. El tratamiento de la endofu- Se recomienda tratamiento conservador y seguimiento de
ga tipo IB consiste en implantar una extensión con anclaje las endofugas tipo IV.
en ilíaca primitiva distal o ilíaca externa, teniendo en cuen- – Fuerza de la recomendación: fuerte.
ta la potencial necesidad de embolizar la hipogástrica ipsi- – Calidad de la evidencia: moderada.
ODWHUDORGHXWLOL]DUXQDUDPLÀFDFLyQLOtDFDVLODKLSRJiVWULFD Se recomienda el implante de una nueva endoprótesis o
contralateral está ocluida) para prevenir una nueva endofu- la conversión a cirugía abierta tras EVAR en caso de creci-
ga. Para evitarla se aconseja extender la endoprótesis al miento del saco aneurismático > 10 mm sin evidencia de
menos 3 cm en ilíaca primitiva o en ilíaca externa. las endofugas convencionales.
La incidencia de endofugas tipo II alcanza el 20%489,490. Son – Fuerza de la recomendación: fuerte.
GHEDMRÁXMR\HQWRUQRDOVHUHVXHOYHQHVSRQWiQHD- – Calidad de la evidencia: moderada.
mente durante los 6 primeros meses postoperatorios, sin
requerir tratamiento491-494. Se aconseja reparar las endofu- 10.2.2.4.2.2. Migración de la endoprótesis durante el segui-
gas tipo II cuando se objetiva crecimiento del saco aneuris- miento. /DPLJUDFLyQGHODHQGRSUyWHVLVWUDV(9$5VHGHÀQH
mático489,495,496. Las alternativas terapéuticas incluyen la como el desplazamiento > 10 mm objetivado con la recons-
embolización con coils de las ramas mediante cateteriza- trucción a través del centerline en la TC503,504. La mayoría de
ción supraselectiva423,497 o mediante punción guiada con TC los autores han observado una mayor prevalencia a los
del saco aneurismático498 y la ligadura de ramas mediante 24 meses del procedimiento y se ha descrito en todos los
laparoscopia retroperitoneal499 o mediante laparotomía. En WLSRVGHHQGRSUyWHVLVDRUWRXQLLOtDFDDRUWRELLOtDFDFRQÀMD-
ocasiones, con la TC convencional su diagnóstico y el de las FLyQLQIUDUUHQDO\FRQÀMDFLyQVXSUDUUHQDO505-507. Puede ser
endofugas tipo IV es difícil y es necesario realizar una RM o DVLQWRPiWLFD\VHPDQLÀHVWDFRPRODSUHVHQFLDGHXQDHQ-
una TC en fase arterial tardía500,501. GRIXJDWLSR,$/RVIDFWRUHVTXHLQÁX\HQHQVXGHVDUUROOR
La desconexión modular en la endofuga tipo III se puede son la anatomía del cuello del aneurisma (longitud, angula-
deber a un escaso solapamiento entre el cuerpo y las exten- ción, diámetro, morfología y trombo), la posible dilatación
siones, que se soluciona mediante el implante de una exten- del cuello tras EVAR, el cálculo erróneo de la sobredimen-
sión o un stent recubierto, o a una migración, angulación o VLyQGHOHQGRLQMHUWRXQIDOORHQODÀMDFLyQSUR[LPDO\ODV
rotura del endoinjerto, en cuyo caso es necesario plantear características específicas de cada tipo de endopróte-
la conversión a cirugía abierta3. sis505-509. Los estudios llevados a cabo para analizar la in-
/DHQGRWHQVLyQVHGHÀQHFRPRODSUHVLyQLQWUDVDFRQHFH- fluencia de la dilatación del cuello aneurismático en la
saria para causar la ruptura del AAA, sin evidencia de las migración de la endoprótesis tienen una metodología pobre,
endofugas descritas. Se acepta que se puede deber a la pre- VLQSRGHUFRQÀUPDUODH[LVWHQFLDGHXQDUHODFLyQHQWUHXQD
VHQFLDGHXQDHQGRIXJDGHEDMRÁXMRLQGHWHFWDEOHFRQORV incorrecta sobredimensión del endoinjerto y la presencia de
métodos de imagen disponibles502. Los métodos de detec- una migración510-516.
FLyQGHODSUHVLyQLQWUDVDFRVRQSRFRÀDEOHVSRUORTXHOD
mayoría de los autores recomiendan el implante de una 10.2.2.4.2.3. Desconexión modular de la endoprótesis du-
nueva endoprótesis, o la conversión a cirugía abierta en rante el seguimiento. Se han descrito casos de desconexión
caso de crecimiento del saco aneurismático sin evidencia de de los endoinjertos modulares, lo que provoca endofugas
las endofugas convencionales. tipo IIIA. Se objetiva en la TC realizada durante el segui-
miento y puede deberse a las presiones que se generan en-
*RECOMENDACIONES: tre el saco aneurismático y los ejes ilíacos, a la migración
Es necesario tratar las endofugas tipo I debido al elevado del endoinjerto, a la fatiga del material o a la fractura de la
riesgo de ruptura aórtica Tue conllevan. endoprótesis516,517.
– Fuerza de la recomendación: fuerte.
– Calidad de la evidencia: moderada. 10.2.2.4.2.4. Oclusión de la endoprótesis. El estudio EVAR1
Para detectar las endofugas tipo II se aconseja realizar establece que las endoprótesis se asocian con una tasa ma-
una TC en fase arterial tardía. yor de oclusión que las prótesis utilizadas en la repara-
– Fuerza de la recomendación: fuerte. ción quirúrgica del AAA (el 2,3 frente al 0,2%; OR: 12,02;
– Calidad de la evidencia: moderada. p = 0,003)416. La plicatura del endoinjerto se describe en un
Se recomienda un manejo conservador y seguimiento 3,7% de los casos y se asocia a endofuga tipo I y tipo III, a
como primera opción ante endofugas tipo II sin creci- trombosis y a migración de la endoprótesis518. Las alternati-
miento de saco aneurismático. vas terapéuticas incluyen el implante de un nuevo endoin-
– Fuerza de la recomendación: fuerte. jerto tras fibrinólisis o la reparación quirúrgica abierta
– Calidad de la evidencia: moderada. anatómica o extraanatómica (injerto femorofemoral o axi-
28 C. Lahoz et al.
lobifemoral), ya que la trombectomía del endoinjerto no es contraste supera a la angio-TC529. Ahora bien, la detección
HÀFD]HQHVWRVFDVRV GHODVHQGRIXJDVSRUDQJLR7&VHYHLQÁXHQFLDGDSRUHO
protocolo establecido. Así, el estudio EUROSTAR sugiere
10.2.2.4.2.5. Infección de la endoprótesis. La tasa de infec- que la angio-TC en fase arterial tardía con cortes a 3 mm
ción del endoinjerto tras EVAR es baja. Tanto el registro es la mejor prueba para detectar endofugas tipo II530. Los
EUROSTAR como el estudio EVAR1 establecen una incidencia inconvenientes de la angio-TC son la posibilidad de desa-
similar, en torno al 0,1-0,2%416,481. Al igual que en la cirugía rrollar nefrotoxidad por contraste, la exposición a un ex-
convencional se puede asociar a la aparición de FAE519. La ceso de radiación ionizante con el riesgo a medio-largo
prevención se realiza utilizando los mismos principios de plazo de favorecer un proceso canceroso y el elevado cos-
asepsia establecidos para la reparación quirúrgica de AAA. te asociado531,532. Por lo tanto puede ser la prueba de elec-
ción, sin precisar ninguna otra prueba complementaria,
10.2.2.4.2.6. InsuÀciencia renal tras reparación endovascu- pero teniendo en cuenta el riesgo de nefrotoxidad y de
lar del aneurisma abdominal. Mientras que algunos autores exposición a la radiación ionizante.
KDQGHVFULWRXQPD\RUGHWHULRURGHOÀOWUDGRJORPHUXODUGX- RM. La RM y la angio-RM son buenas alternativas a la an-
rante el seguimiento tras EVAR que tras cirugía convencio- gio-TC, ya que permiten realizar medidas del diámetro
nal520, otros no han hallado diferencias al respecto 521. Su del saco aneurismático y detectar endofugas, con un me-
etiología es multifactorial y, aunque son necesarios más es- jor análisis de estas, asociando menor posibilidad de ne-
WXGLRVTXHORFRQÀUPHQVHLQFOX\HQODQHIURWR[LFLGDGSRU frotoxicidad y sin exposición a radiación ionizante533. Los
contraste tras las TC de repetición y el daño potencial sobre LQFRQYHQLHQWHVVRQODGLVSRQLELOLGDGKRVSLWDODULDODGLÀ-
ODVDUWHULDVUHQDOHVSRUODÀMDFLyQVXSUDUUHQDOGHODHQGRSUy- cultad para valorar la integridad de la endoprótesis y la
tesis o por la manipulación endoluminal en la zona del cuello contraindicación en pacientes portadores de marcapasos,
del AAA como las principales causas de esta complicación. de determinados componentes metálicos y de algunos en-
doinjertos. Por lo tanto precisa asociar otra prueba com-
10.2.2.4.2.7. Protocolo de seguimiento. Es necesario que a plementaria para llevar a cabo un completo estudio y
todos los pacientes sometidos a EVAR se les aplique un pro- seguimiento tras EVAR.
tocolo de seguimiento para detectar las posibles complica- Métodos de medición de la presión intrasaco. Aunque se
ciones descritas (endofuga, dilatación del cuello aórtico, han descrito métodos invasivos y no invasivos, tienen
migración de la endoprótesis y desconexión modular del en- SRFDÀDELOLGDG\DTXHHOWURPERPXUDODyUWLFRSXHGHLQ-
doinjerto). Se aconseja completar la anamnesis con una ex- ÁXLUHQVXUHVXOWDGR534-537.
ploración física, una ecografía Doppler continua con índice Pruebas complementarias basadas en medicina nuclear.
tobillo-brazo y una prueba de imagen complementaria522,523. 6HKDQUHDOL]DGRHVWXGLRVTXHYDORUDQODHÀFDFLDGHOD7&
Las alternativas incluyen: radiografía simple de abdomen, con tecnecio 99 y con marcadores serológicos (MMP-9,
ecografía Doppler, angio-TC, RM, métodos de medición de la P-plasmina-antiplasmina, etc.), sin poderse establecer in-
presión intrasaco y pruebas basadas en medicina nuclear. dicaciones al respecto538.
Si al año no se identiÀca ninguna complicación tras EVAR, En el año 2004 se publicó un estudio en el que se analiza-
se recomienda control anual con ecografía Doppler y ra- ba el tiempo medio que pasaban los pacientes con un AAA
diografía simple de abdomen en proyecciones anteropos- roto desestimados para cirugía desde que ingresaban en ur-
terior y lateral. Si la anatomía del paciente resta validez gencias hasta que fallecían. La mayoría de los pacientes
a la ecografía Doppler, se recomienda TC sin contraste y (87,5%) estaba más de 2 h en urgencias, con un tiempo me-
radiografía de abdomen de forma anual. dio hasta el fallecimiento de 10 h 45 min. Por tanto, y según
– Fuerza de la recomendación: fuerte. HVWRVUHVXOWDGRVHQODPD\RUtDGHORVFDVRVKD\WLHPSRVXÀ-
– Calidad de la evidencia: moderada. ciente para la realización de una TC preoperatoria544.
Si se identiÀca cualTuier complicación de nueva apari- Por otra parte, el estudio IMPROVE mostró cómo en la ma-
ción, se recomienda angio-TC. yoría de los casos era posible la realización de una TC preope-
– Fuerza de la recomendación: fuerte. ratoria, y solo en el 10% de los casos intervenidos mediante
– Calidad de la evidencia: moderada. reparación convencional no pudo realizarse esta prueba debi-
En pacientes con IR crónica, se recomienda el seguimien- do a inestabilidad hemodinámica del paciente545.
to con ecografía Doppler, TC sin contraste o RM y radio-
grafía simple de abdomen. *RECOMENDACIÓN:
– Fuerza de la recomendación: débil. Se sugiere realizar una TC preoperatoria en los pacientes
– Calidad de la evidencia: baja. con un AAA roto siempre Tue las condiciones hemodiná-
micas así lo permitan.
– Fuerza de la recomendación: débil.
11. Tratamiento quirúrgico abierto – Calidad de la evidencia: baja.
y endovascular del aneurisma de aorta
abdominal sintomático y roto 11.2.2. Hipotensión inducida
Publicaciones recientes recomiendan un manejo con restric-
11.1. Introducción ción de aporte de volumen para mantener una hipotensión
controlada e inducida que disminuya la pérdida sanguínea
La rotura es la principal complicación de los AAA y da lugar a en estos pacientes546.
una hemorragia masiva con shock hipovolémico que amenaza En un estudio retrospectivo se analizaron 248 pacientes
la vida del paciente de forma inmediata. La ruptura de la aor- intervenidos por AAA roto, la mayoría de ellos por medio de
ta dilatada puede darse a la cavidad peritoneal o al retroperi- una intervención quirúrgica convencional547. Los autores di-
toneo. En esta última circunstancia, los diferentes tejidos vidieron la muestra en 2 grupos en función de que se situa-
pueden taponar de forma transitoria la hemorragia permitien- ran por encima o por debajo de la media de volumen de
do una pérdida de volumen sanguíneo menos rápida. líquido administrado durante el preoperatorio. Los autores
Es importante diferenciar un aneurisma roto de un aneurisma encontraron una correlación positiva entre el volumen de
sintomático, ya que este último hace referencia a los aneuris- líquido administrado preoperatoriamente y la mortalidad a
mas que producen dolor pero en los que no existe pérdida san- 30 días. Cada litro de más sobre la media administrado al
guínea. Este dolor se asocia de forma frecuente a aneurismas paciente antes del pinzamiento se asociaba a un aumento
rápidamente expansivos y son un signo de ruptura inminente. de riesgo de muerte a los 30 días del 60%. El nivel de hipo-
Es importante diferenciar entre los estudios que hacen referen- tensión inducida recomendado por Crawford, ya en la déca-
cia a aneurismas rotos exclusivamente y los que hacen referen- da de los noventa, es de 60-70 mmHg 548, aunque no hay
cia a aneurismas rotos y sintomáticos intervenidos de urgencia, estudios aleatorizados dirigidos que puedan mostrar cuáles
ya que estos últimos tienen habitualmente un mejor resultado. son estas cifras ideales.
La mortalidad de la reparación quirúrgica convencional de En cuanto al empleo de coloides o cristaloides para la ad-
los AAA rotos oscila entre un 25-50% en función de las se- ministración preoperatoria de líquidos, no existen estudios
ries539-542. Un metaanálisis publicado en el año 2002 mostró aleatorizados que nos puedan aportar luz en este sentido.
cómo la optimización de los cuidados pre y posquirúrgicos No obstante, en el estudio de Dick et al 547, el empleo de
KDEtDLQÁXLGRSRFRHQODVFLIUDVGHPRUWDOLGDG543. coloides se asocia a una mayor mortalidad que cuando se
/D(9$5VHKDPRVWUDGRFRPRXQPpWRGRGHHÀFDFLDVLPL- emplearon cristaloides.
lar a la cirugía abierta convencional y con una menor morbi-
lidad cuando se emplea en los casos apropiados. Es de *RECOMENDACIÓN:
esperar que la introducción de técnicas endovasculares dis- Se recomienda un empleo restrictivo de aporte preopera-
minuya estas cifras de morbimortalidad también en los ca- torio de volumen, con la Ànalidad de mantener una hipo-
sos de aneurismas rotos y sintomáticos. tensión inducida hasta el momento del pinzamiento. Se
sugiere el empleo de cristaloides frente a coloides para
11.2. Manejo preoperatorio este Àn.
– Fuerza de la recomendación: débil.
11.2.1. Realización de una tomografía computarizada – Calidad de la evidencia: baja.
preoperatoria
La llegada de un paciente a urgencias con signos y síntomas 11.3. Cirugía endovascular de los aneurismas
compatibles con ruptura de un AAA, habitualmente permite de aorta abdominal rotos
realizar una ecografía diagnóstica en la propia sala de ur-
JHQFLDV\ODUHDOL]DFLyQGHXQD7&SDUDXQDFRUUHFWDSODQLÀ- Los pacientes con un aneurisma roto son, a priori, los que
cación de la cirugía. PiVVHGHEHQEHQHÀFLDUGHOHPSOHRGHWpFQLFDVGHUHSDUD-
30 C. Lahoz et al.
ción endovascular. Sin embargo, no se ha producido la dis- Se han realizado estudios que muestran cómo los resulta-
minución esperada de mortalidad cuando se realizan dos a corto y medio plazo de las endoprótesis uniilíacas son
estudios comparativos con la cirugía convencional. peores que los de las prótesis bifurcadas en la cirugía elec-
Las principales causas que imposibilitan el empleo de esta tiva del AAA359,552. A pesar de estos resultados, el empleo de
técnica son la inestabilidad hemodinámica, que impide in- las endoprótesis aortouniilíacas tienen sus indicaciones en
cluso la realización de una TC preoperatoria, y los requeri- casos en los que no es posible el implante de una prótesis
mientos anatómicos, que dificultan la aplicación de esta bifurcada.
técnica en numerosos casos. Desde el punto de vista de la En el estudio IMPROVE, el uso de prótesis bifurcadas se
técnica hay que valorar varios puntos: el empleo de aneste- asoció con mayor frecuencia al empleo de anestesia local
sia local para la reparación, el uso de balón de oclusión aór- que cuando la exclusión del aneurisma se realizó mediante
WLFDODHOHFFLyQGHOWLSRGHÀMDFLyQGHODSUyWHVLVVXSUDR una prótesis aortouniilíaca implantada preferentemente
infrarrenal), así como la disposición aortouniilíaca o aorto- bajo anestesia general. Esto explica la menor mortalidad
biilíaca. que se obtiene con las prótesis bifurcadas (el 21 frente al
33%). Si bien, no existió aleatorización en cuanto al empleo
11.3.1. Empleo de anestesia local de técnica al ajustar estas variables, el estudio concluye
Durante la inducción anestésica se produce una pérdida del que no hay diferencias de mortalidad entre ambos gru-
tono muscular de la pared abdominal, por tanto se pierde ese pos549.
efecto de taponamiento sobre la hemorragia. Por ello se ha En un metaanálisis reciente con 1.397 pacientes, en el
abogado por el uso de la anestesia local en estos procedi- 57% de los casos se empleó una prótesis bifurcada y en
mientos, a pesar de que supone un mayor estrés y un peor el 41% una prótesis aortouniilíaca. De todos los factores que
control del dolor para el paciente. Sin embargo, el empleo de se analizaron en este metaanálisis, solo el empleo de próte-
la anestesia general permite anular los movimientos del pa- VLVELIXUFDGDVVHDVRFLyDXQDGLVPLQXFLyQVLJQLÀFDWLYDGHOD
ciente durante la cirugía; así se consigue una mejor calidad mortalidad553. Por otra parte, en una serie retrospectiva del
ÁXRURVFySLFDGHFDUDDOFRUUHFWRLPSODQWHGHODSUyWHVLV año 2012 con 42 pacientes con AAA se concluyó que el em-
En el estudio IMPROVE, que analizó los resultados de la ci- pleo de una prótesis aortouniilíaca era un factor asociado
rugía abierta frente a la EVAR, el empleo de anestesia general fuertemente a una mayor mortalidad a los 30 días554.
se asoció a una mayor mortalidad a 30 días (33,7%) frente al $ODYLVWDGHHVWRVHVWXGLRVQRH[LVWHVXÀFLHQWHHYLGHQFLD
empleo de anestesia local (13%). Sin embargo, los resultados para recomendar fehacientemente el empleo de una u otra
fueron similares entre los pacientes que recibieron inicial- prótesis para la reparación de estos aneurismas. Se puede
mente anestesia local y luego se reconvirtieron a anestesia recomendar el empleo de las prótesis bifurcadas sobre la
general, que presentaron una mortalidad del 30%. Los auto- base de 2 premisas. Por una parte, los peores resultados
res concluyen que el empleo de anestesia local disminuye la contrastados que tienen en la cirugía electiva las endopró-
mortalidad frente a los pacientes intervenidos bajo anestesia tesis aortouniilíacas y, por otra, los resultados obtenidos en
general (OR ajustada: 0,27; IC del 95%, 0,10-0,70)549. el metaanálisis de Karkos y en series retrospectivas. Sin em-
En una serie retrospectiva publicada en el año 2009 se bargo, las prótesis aortouniilíacas tienen sus indicaciones,
mostraron unos excelentes resultados de un único centro sobre todo en función de las condiciones anatómicas y espe-
tras la reparación endovascular de 102 pacientes con AAA FtÀFDVGHFDGDSDFLHQWH
roto. La mortalidad a 30 días fue de tan solo el 13%, y entre
los factores que se proponían como causantes de esa exce- *RECOMENDACIÓN:
lente tasa de mortalidad estaba el uso casi sistemático de Se sugiere el empleo de endoprótesis bifurcadas en el
anestesia local, que fue empleada en el 70% de los casos546. tratamiento de los AAA rotos, siempre Tue las condicio-
nes anatómicas sean adecuadas para estos dispositivos.
*RECOMENDACIÓN: En caso contrario, las endoprótesis aortouniilíacas son
Se recomienda el uso de anestesia local en la EVAR. una alternativa.
– Fuerza de la recomendación: fuerte. – Fuerza de la recomendación: débil.
– Calidad de la evidencia: moderada. – Calidad de la evidencia: moderada.
Estas maniobras no serían necesarias en caso de endopróte- derá de la experiencia del cirujano y de su familiaridad
sis aortouniilíacas555. con estas.
No existen estudios aleatorizados y controlados que anali- – Fuerza de la recomendación: débil.
cen este aspecto técnico. La mayoría de autores abogan por – Calidad de la evidencia: muy baja.
su uso solo en el caso de inestabilidad hemodinámica grave.
Mehta et al, en un estudio reciente encuentran que en los 11.4. Cirugía abierta de los aneurismas de aorta
AAA rotos hemodinámicamente inestables intervenidos se abdominal rotos
emplea de manera más frecuente el balón de oclusión aórtica
para estabilizar a los pacientes. Este subgrupo presenta una A pesar de que las técnicas endovasculares sean hoy en día
mayor mortalidad a 30 días, pero esto no se puede atribuir al de uso preferente en estos pacientes debido a su menor
empleo del balón, sino a las condiciones del enfermo556. morbimortalidad546, todavía se encuentra vigente la repara-
Se analizaron los resultados de un estudio retrospectivo, ción abierta convencional de estos aneurismas. Esto se debe
pero con datos registrados prospectivamente, en 90 pacien- a que, a pesar de la mejora de los dispositivos, todavía se
tes intervenidos de forma endovascular por AAA roto. El ba- requieren unos parámetros anatómicos estrictos para que el
lón de oclusión solo se empleó en el 26% de los casos por WUDWDPLHQWRHQGRYDVFXODUVHDHÀFD]DODUJRSOD]R$VtHQ
inestabilidad hemodinámica de difícil control (el 61% del los casos en los que hay cuellos cortos, angulados o ambos,
total de pacientes presentó inestabilidad hemodinámica). El el tratamiento endovascular tiene una peor evolución a me-
empleo de balón se asoció a peores resultados a 30 días, dio plazo que los casos en donde se respetan de forma es-
pero de nuevo esto se puede atribuir al estado de los pa- crupulosa los requerimientos descritos en las guías y en las
cientes y no al empleo del balón557. instrucciones de uso de los fabricantes563.
Un estudio multicéntrico y prospectivo mostró cómo solo
*RECOMENDACIÓN: se pudieron aleatorizar el 35,5% de los pacientes a técnicas
Se sugiere el empleo de balón de oclusión aortica de for- endovasculares. Esto se debió a varias razones, entre las
ma selectiva en los casos de inestabilidad hemodinámica que destacan la inestabilidad hemodinámica, que impide
grave. incluso la realización de una TC (21,7%), o anatomía no váli-
– Fuerza de la recomendación: débil. da para el tratamiento endovascular (42,8%)564.
– Calidad de la evidencia: baja.
11.5. Síndrome compartimental abdominal
11.3.4. Empleo de endoprótesis con Àjación postoperatorio
supra o infrarrenal
/DVHQGRSUyWHVLVFRQÀMDFLyQVXSUDUUHQDOWLHQHQODWHyULFD (OVtQGURPHFRPSDUWLPHQWDOVHGHÀQHFRPRHODXPHQWRGH
YHQWDMDGHXQDPD\RUÀMDFLyQHQFXHOORVFRUWRVORTXHSXH- la presión en una cavidad orgánica cerrada que pone en pe-
de ser de interés en el tratamiento endovascular de los AAA ligro la viabilidad de los órganos contenidos en dicha cavi-
rotos, con cuellos frecuentemente en el límite de cumplir dad. Al hablar de síndrome compartimental abdominal se
criterios de tratamiento endovascular. hace referencia a un aumento de la presión intraabdominal
No existen estudios aleatorizados que comparen el em- (PIA) por encima de 20 mmHg (habitualmente medida en la
SOHRGHGLVSRVLWLYRVFRQÀMDFLyQVXSUDRLQIUDUUHQDOHQHVWDV vejiga) junto a una disfunción de órganos intraabdominales.
circunstancias, por lo que lo único que se puede hacer es (VWDGLVIXQFLyQVHPDQLÀHVWDPHGLDQWHSUHVLRQHVFUHFLHQWHV
aplicar lo aprendido del empleo de estos dispositivos en ci- respiratorias, oligoanuria y disminución del gasto cardíaco.
rugía electiva. El síndrome compartimental abdominal es una causa im-
/DVHQGRSUyWHVLVFRQÀMDFLyQVXSUDUUHQDOSUHVHQWDQXQD portante y conocida de morbimortalidad postoperatoria en
mayor tasa de complicaciones renales en forma de infartos las reparaciones abiertas de los AAA rotos. Con el adveni-
o empeoramiento de la función renal respecto a las prótesis miento de las técnicas endovasculares, este síndrome cobra
sin esta fijación558-561. Por otra parte, recientemente han especial importancia, dado que mediante estas técnicas no
aparecido estudios que no encuentran diferencias en la inci- es posible evacuar el hematoma retroperitoneal como se
dencia de endofugas tipo I durante el seguimiento de endo- hace con la cirugía abierta.
SUyWHVLVFRQÀMDFLyQVXSUDRLQIUDUUHQDO$VtHQXQDVHULH La incidencia de este síndrome en los pacientes interveni-
retrospectiva de 1.379 endoprótesis implantadas en aneu- dos mediante abordaje abierto es del 30% y se asocia a una
rismas con cuello corto, no hubo diferencias en términos de mortalidad en torno al 70%565,566. La incidencia en los casos
fuga tipo I ni en términos de crecimiento del saco del aneu- intervenidos mediante un abordaje endovascular es menor y
risma entre los pacientes a los que se implantó una endo- se establece en torno al 8% en un estudio prospectivo y com-
SUyWHVLVFRQÀMDFLyQVXSUDRLQIUDUUHQDO562. parativo con 30 pacientes. En este trabajo, el tratamiento
Por tanto, no se puede recomendar el empleo de un dispo- abierto se asoció, además, a una mayor tasa de fallo orgáni-
VLWLYRXRWURDOQRH[LVWLUVXÀFLHQWHHYLGHQFLDSDUDKDFHUOR/D FR\DXQPD\RUHVWDGRLQÁDPDWRULRTXHORVSDFLHQWHVLQWHU-
prótesis a emplear en cada caso dependerá del cirujano y de venidos mediante abordaje endovascular567.
la familiaridad que tenga con cada dispositivo, ya que en el En los pacientes intervenidos mediante un abordaje endo-
caso de los aneurismas rotos, la rapidez en la colocación de la vascular, la indicación y el momento de la descompresión
prótesis es clave para la evolución del paciente. pueden ser cruciales en la supervivencia. Recientemente se
ha publicado un metaanálisis en el que se objetiva una inci-
*RECOMENDACIÓN: dencia de síndrome compartimental que puede llegar al
La utilización de una endoprótesis con Àjación supra o 20%. Si bien no se produce una asociación estadísticamente
infrarrenal para el tratamiento de los AAA rotos depen- VLJQLÀFDWLYDGHHVWHVtQGURPHFRQODPXHUWHDGtDVGHO
32 C. Lahoz et al.
paciente, sí se observa cómo la mitad de los casos que lo lar frente al 47% en el grupo de cirugía abierta571. Los autores
presentan fallecen568. concluyen que no existen diferencias entre ambas técnicas.
En cuanto al manejo de esta complicación hay que dife- Recientemente se han publicado los resultados del estudio
renciar el manejo en cirugía abierta y en cirugía endovascu- IMPROVE545. Se aleatorizó a 623 pacientes para tratamiento
lar. En cirugía abierta se aboga actualmente por realizar un endovascular o tratamiento quirúrgico convencional. No se
cierre diferido en los casos en los que el cierre se realice a encontraron diferencias en cuanto a mortalidad a los 30 días
tensión. En los casos en los que el cierre se realice sin apa- (el 35,4% en el grupo de cirugía endovascular frente al 37,4%
rente tensión se recomienda la monitorización periódica de en el grupo de cirugía abierta, incluidos los casos de aneuris-
la PIA. Así, Mayer et al publicaron que en cirugía abierta ma sintomático y roto). Si analizamos únicamente los casos
aproximadamente en el 20% de los pacientes se cerraban en de aneurismas rotos se obtienen cifras similares, sin diferen-
un segundo tiempo569. FLDVVLJQLÀFDWLYDVHOHQHOJUXSRGHFLUXJtDHQGRYDVFX-
En el caso de la cirugía endovascular se recomienda la lar frente al 40,6% en el grupo de cirugía convencional). El
medición sistemática de la PIA. En el caso de que la PIA se WUDWDPLHQWRHQGRYDVFXODUIXHPiVHÀFD]FXDQGRVHWUDWDED
establezca de forma permanente entre 12 y 20 mmHg se ins- de pacientes del sexo femenino, con una mortalidad del 37
taurarán medidas para disminuir la administración de albú- frente al 57% en las mujeres que fueron intervenidas me-
PLQDIRU]DUODGLXUHVLVFRQKHPRÀOWUDFLyQVLIXHVHQHFHVDULR diante cirugía convencional. Tampoco hubo diferencias en
o el bloqueo neuromuscular en pacientes intubados. En los cuanto a la mortalidad en las primeras 24 h ni en cuanto a los
casos en los que la PIA esté por encima de 20 mmHg habrá costes repercutidos en los primeros 30 días. El tratamiento
TXHLQWHQVLÀFDUHVWDVPHGLGDV\VLVHSURGXFHFXDOTXLHUVLJ- endovascular sí que se asoció a una menor estancia en la
no de disfunción orgánica o no se consigue reducir esta PIA unidad de cuidados intensivos y hospitalaria545.
se procederá a la laparotomía descompresiva570. Se han publicado series de casos retrospectivas que adju-
dican una menor mortalidad a 30 días para los casos interve-
*RECOMENDACIONES: nidos mediante una técnica endovascular. En un estudio
Se debe medir la PIA en todos los pacientes intervenidos multicéntrico, prospectivo, observacional, no aleatorizado
de AAA roto. hubo una menor mortalidad a los 30 días en el grupo EVAR
– Fuerza de la recomendación: fuerte. (26%) frente a los pacientes intervenidos mediante cirugía
– Calidad de la evidencia: baja. convencional (40%). Es importante considerar que los pa-
Se recomienda la laparotomía descompresiva en los pa- cientes del grupo EVAR estaban estables, lo que permitía la
cientes con un síndrome compartimental abdominal esta- realización de una TC, mientras que en el grupo de cirugía
blecido Tue no responde al tratamiento médico convencional se encontraban todos los pacientes inestables.
optimizado. Si en este grupo se incluyen solo los pacientes estables, la
– Fuerza de la recomendación: fuerte. mortalidad a 30 días fue del 37%542.
– Calidad de la evidencia: baja. En otro estudio retrospectivo publicado en el año 2009
con 567 aneurismas rotos intervenidos, de nuevo se obtuvo
11.6. Cirugía abierta frente a endovascular una menor mortalidad en el grupo de EVAR (24%) frente a
de los aneurismas de aorta abdominal rotos. cirugía convencional (36%)572.
Estado de la evidencia Por tanto, no se puede recomendar ninguna de las 2 téc-
nicas como de elección. Parece lógico recomendar la aplica-
Pocos estudios prospectivos aleatorizados han analizado si ción de técnicas endovasculares cuando el paciente
una de las 2 técnicas (abierta o endovascular) es mejor que presente unos requerimientos anatómicos adecuados para
la otra en el tratamiento de los AAA rotos. En el año 2006 se el tratamiento endovascular y estabilidad hemodinámica.
analizaron de forma prospectiva, controlada y aleatorizada Los casos que tienen peores resultados con estas técnicas
32 pacientes (17 mediante cirugía abierta y 15 mediante son aquellos en los que se aplican, a pesar de no cumplir con
cirugía endovascular). No se encontraron diferencias en unos requerimientos mínimos que han sido claramente des-
cuanto a la mortalidad a 30 días entre ambos grupos (el 43% critos en las guías europeas de manejo de aneurismas3 y que
en cirugía abierta frente al 46% en EVAR), con un nivel simi- vienen incluidos en las instrucciones de uso de las diferen-
lar de complicaciones mayores entre ambos grupos539. En el tes casas comerciales, y especialmente referidos a los casos
año 2007564 se publicó otro estudio prospectivo y aleatoriza- que presentan un cuello corto o una angulación excesiva del
do en el que se incluyeron pacientes hemodinámicamente cuello o ambos a la vez. En estos casos, no estaría indicado
estables. A todos se les realizó una TC preoperatoria. Todos de entrada el tratamiento endoluminal en cirugía programa-
los procedimientos endovasculares se realizaron mediante da y mucho menos en cirugía de urgencia.
el implante de una endoprótesis aortomonoilíaca. En este
estudio, la tasa de aplicabilidad de las técnicas endovascu- *RECOMENDACIÓN:
lares en los AAA rotos fue del 35,5% (38/105) debido a ines- Se recomienda el empleo de técnicas endovasculares para
tabilidad o invalidez anatómica (a pesar de que usaban la el tratamiento de los AAA rotos siempre y cuando el estado
configuración aortomonoilíaca y admitían longitudes del hemodinámico del paciente y las características anatómi-
cuello de hasta 10 mm)564. cas del aneurisma permitan un adecuado tratamiento con
En el año 2013 se publicó un estudio prospectivo y aleatori- esta técnica. En el caso de inestabilidad hemodinámica o
zado con 116 pacientes. No hubo diferencias en cuanto a anatomía desfavorable para el implante de una endopróte-
mortalidad a 30 días, que fue del 21% en el grupo EVAR frente sis se recomienda el tratamiento abierto convencional.
al 25% en el grupo de cirugía abierta, ni en cuanto a morbi- – Fuerza de la recomendación: fuerte.
mortalidad a 30 días, que fue del 42% en el grupo endovascu- – Calidad de la evidencia: moderada.
SEA-SEACV 2015: Guía para el diagnóstico y tratamiento del aneurisma de aorta abdominal 33
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