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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MÉXICO

CENTRO UNIVERSITARIO DE INVESTIGACIONES BIBLIOTECOLÓGICAS

“ADMINISTRACIÓN DE BIBLIOTECAS UNIVERSTARIAS”

Prof. José Orozco Tenorio


Marzo, 2006

Escuelas Administrativas

Algunos estudiosos de la Administración hablan de movimientos


administrativos y otros se refieren a escuelas administrativas, pero ambos
pretenden tratar sobre las teorías que se han desarrollado para aproximarse a
la Administración, con sus principios bien definidos.

En términos generales, podemos decir que hay tres escuelas claramente


identificadas y donde hay coincidencia de los autores, es decir, aquellas que
tiene su propia personalidad. Sin embargo, hay autores que señalan otras
teorías, pero en las cuales no hay consenso de que hayan logrado plena
madurez; a éstos les llamamos movimientos administrativos.

Las tres Escuelas son la Clásica o “Científica”; Relaciones Humanas y la


Situacional o de Contingencia. Aún y cuando llevan una secuencia histórica, no
significa que una destruyó los principios de la anterior; más bien los
complementaron.

En cuanto a los movimientos son: Teoría de Sistemas y la Cuantitativa.

1. Escuelas
1.1 Características de la Escuela Clásica

La Escuela Clásica fue la primera corriente que intenta estudiar e interpretar a


la Administración. Hoy en día, los principios de tal corriente se estudian como
algo histórico, aunque varias de las técnicas y métodos que aportaron se
siguen utilizando y están vigentes, como por ejemplo el diseño de la planta
física, el flujo del trabajo en las plantas fabriles, los estudios de tiempos y
movimientos, entre otros. Fue también en este período que se detectaron las
funciones de planeación, organización y control, como parte del proceso
administrativo.

A principios del siglo XX varios administradores estaban interesados en mejorar


las prácticas de la administración y, para ello, empezaron a plasmar por escrito
sus experiencias y observaciones. Particularmente estaban interesados en:

a) Incrementar la productividad de los trabajadores (principal finalidad)


b) Mejorar la organización en la que dichos individuos se desempeñaban.
Para ello, intentaron canales o medios de realizar mejor el trabajo a fin
de que la producción se incrementara, manteniendo los bajos costos.

Sus escritos sobre los resultados conformaron la literatura administrativa de


aquella época, la cual se le ha conocido como “Clásica”. Pero el mote de
“Clásica” se le ha conferido porque muchos de los problemas que afrontaban
han perdurado con el paso de los años, en cuanto a su importancia, así como –
lo más importante- que muchos de los principios que se originaron, técnicas y
métodos de trabajo siguen vigentes.

Un motivo de confusión es que el uso de análisis y métodos racionales y


“científicos” para recopilar información e interpretarla trajeron como
consecuencia que se hablara de una “Administración Científica”; de esta
manera es común que a esta Escuela se le conoce como Científica o Clásica.
Sin embargo, nosotros nos quedaremos con la denominación de clásica,
dejando lo de “científico” para otro movimiento más reciente.

La característica (vigente hoy en día) de toda esta escuela es que partían de la


base de que siempre habrá una mejor manera de hacer el trabajo y para ello
utilizaban prácticas de observación, recolección de información y análisis de las
mismas, a fin de que posteriormente se diseñara e implementara- de
conformidad a principios y prácticas- un nuevo método de trabajar, buscando la
eficiencia y productividad.

De acuerdo a esta escuela, todo trabajador se debe especializar en alguna(s)


tarea(s) siguiendo determinadas reglas y procedimientos específicos (los
cuales fueron formulados del resultado del análisis de las observaciones),
tomando en consideración las características técnicas y requerimientos
humanos del puesto.

Frederick W. Taylor (un supervisor que trabajaba en la Philadelphia Steel Co., a


fines de 1800) empezó a recopilar datos y a utilizar el análisis racional para
estudiar la manera en que las tareas de ciertos trabajos se hacían,
introduciendo técnicas de medición de tiempos y movimientos. Lo que
pretendía Taylor era “descubrir” lo que sería el prototipo de actividades a
realizar en esos trabajos, eliminando tareas inútiles. Como producto de su
trabajo, Taylor formuló cuatro principios:

1. Para cada actividad en el trabajo habrá una manera ‘científica’ de


hacerla mejor.

2. Utilizando métodos ‘científicos’, hay que seleccionar, adiestrar, enseñar


y desarrollar al trabajador

3. Hay que cooperar con el trabajador a fin de asegurar que el trabajo se


efectue de acuerdo a los principios ‘científicos’.

4. Hay que reconocer que hay división equitativa de la responsabilidad del


trabajo entre los trabajadores y los administradores.
Como parte del legado de Taylor, podemos citar también las técnicas (que aún
siguen vigentes hoy en día) de estudios de tiempos y movimientos.

Los esposos Gilbreth (Frank y Lillian), por su parte, basaron su trabajo en


estudiar la manera de colocar ladrillos, intentando simplificar las tareas, con el
objetivo de incrementar la productividad. El trabajo de los Gilbreth seguía la
metodología utilizada por Taylor y tenía- como podemos ver- los mismos
propósitos.

Henry Gantt contribuyó a la Administración diseñando como fruto de las


observaciones y estudios, una gráfica (conocida ahora como la ‘Gráfica de
Gantt’) mediante la cual se podía controlar ‘científicamente’ el trabajo planeado.
También, al igual que los anteriores pioneros, el diseño de Gantt se sigue
utilizando.

Harrington Emerson (inicios del siglo XX). Desarrolló una serie de principios
sobre la manera en que los recursos se deben utilizar eficientemente. En
síntesis, señalan: que un administrador debe: 1) usar análisis científico, objetivo
y factual. 2) precisar los recursos que se requieren 3) relacionar cada unidad
con su todo 4) establecer procedimientos y técnicas estandarizadas 5)
compensar a los trabajadores al lograr metas exitosas de su trabajo.

Sin embargo, la contribución más destacada de todo este grupo es el


reconocimiento que hicieron sobre la responsabilidad que tenía todo
administrador en:

PLANEACION.- consistente en especificar el trabajo- en calidad y cantidad-


que se espera realizar.

ORGANIZACIÓN.- la división y asignación de responsabilidades de las tareas a


desarrollar.

CONTROL.- verificar que el trabajo efectuado cumpla en calidad y cantidad con


lo predeterminado.

Henry Fayol tenía ya preocupaciones más profundas que no se concentraban


solamente a mejorar la productividad en algún lugar de trabajo, sino que él ya
se interesaba en la formulación de un marco (principios) que sirvieran de base
para la práctica general del trabajo. Fayol le agregó dos funciones a la lista
que enumeramos en el párrafo anterior (MANDO y COORDINACION) y
desarrolló 14 principios administrativos para guiar a los administradores a
desempeñar su trabajo. (Véase ANEXO 1)

James Money (1931), vislumbraba a la administración como el arte o técnica de


dirigir a personas, y la tarea principal de un administrador consistía en diseñar
la organización adecuada, en la que ésta (la organización) consistía en una
técnica para la distribución y coordinación necesarias para la realización del
trabajo. Y, para él, las funciones administrativas estaban concentradas en la
Coordinación, Autoridad, Liderazgo y en la Especialización.
1.2 Escuela de las Relaciones Humanas y del Comportamiento

Queda claro, en síntesis, que la primera escuela reconocida como tal se


concentraba en aumentar la productividad mediante mejores esquemas de
organización, simplificación, planeación y de control de la manera de realizar el
trabajo.

Como respuesta a dicha ‘concentración’, surgió otra corriente que atendía la


administración de personal en dos vertientes: una de Relaciones Humanas y,
otra en cuanto al comportamiento. La primera cobró auge a principios de los
40’s y, la segunda en los 50’s. Ambas, reciben aún atención y cierta preferencia
de algunos grupos de administradores. Inclusive, hoy en día se dice que los
líderes exitosos son aquellos que tienen la habilidad de comunicar, de tomar
decisiones, de crear un ambiente propicio y de motivar a los trabajadores.

1.2.1 Relaciones Humanas

La aportación de este movimiento fue el de captar la atención sobre la


importancia de los recursos humanos en toda organización en la que puede ser
determinante para el logro de los objetivos. El foco de estudio se centró en el
medio social que permea cada trabajo y en el cual se desempeñan los recursos
humanos y en el que debe de haber el ambiente adecuado para respetar al
dignidad humana, el reconocimiento profesional y de interrelaciones entre sus
miembros.

Los Estudios de Hawthorne (1924).- La Academia Nacional de las Ciencias


(E.U.) al través de su Consejo Nacional para la Investigación, impulsó un
estudio para determinar como la iluminación influía en el rendimiento de la
eficiencia de los trabajadores. Dicho estudio se llevó a cabo en la Planta de la
Western Electric, de Hawthorne, incluyendo también el análisis e impacto de
otras condiciones físicas.

La investigación comprendía 4 aspectos:

a) los efectos del cambio de iluminación en la productividad


b) los efectos de los cambios de horario del trabajo (y descansos)
c) las actitudes y sentimientos de los trabajadores hacia la organización
d) el análisis del medio social en un ambiente de trabajo

El estudio concluyó después de diversos experimentos, observaciones y


entrevistas que el cambio de iluminación no afectaba los índices de
productividad, así como tampoco el cambio de las condiciones físicas, ni de
horarios ni descansos. Sin embargo, por las entrevistas, se determinó que
había cambios positivos en al productividad cuando había mayor atención
hacia los trabajadores y a sus grupos que formaban. Sorpresivamente se tuvo
que reconocer que el grupo llegaba a imponer sus propias normas de
comportamiento y de desempeño laboral a los miembros del mismo y que los
incentivos económicos llegaban a ser de menor importancia ante el sentimiento
de aceptación y seguridad.

Aunque se ha criticado la pobre metodología ‘científica’ con que se efectuaron


los Estudios de Hawthorne, de todas maneras sus conclusiones atrajeron la
atención de los estudiosos.

1.2.2 Corriente del Comportamiento

La Corriente del Comportamiento forma parte de ese movimiento administrativo


que se dedica a estudiar el comportamiento humano en las organizaciones,
mediante procedimientos científicos, tomados principalmente de la psicología,
sociología y antropología.

Esta corriente postula que si bien los administradores planean, organizan y


controlan, estas funciones solo ofrecen una aproximación para saber lo que
hacen, pero no ayudan a entenderlas, y que para ello habrá que abordarlas
utilizando otras ‘herramientas’ como la psicología, que se encarga de estudiar
el comportamiento humano; la psicología social, que está en relación a las
actitudes del hombre dentro de una organización ( los efectos de una
organización en el individuo y viceversa); la sociología, para describir el
comportamiento de los individuos en grupo; la antropología, que estudia el rol
de las personas como parte de las culturas.

Desde diversas aproximaciones y técnicas, la Escuela de Relaciones Humanas


y el Movimiento del Comportamiento contribuyeron a conocer y entender el rol
y actitudes de los trabajadores dentro de las organizaciones, pero sobretodo,
aportó un nuevo elemento indispensable en el proceso administrativo: la
dirección (o liderazgo, para algunos).

1.3 Escuela de Contingencia o Situacional

El fondo principal de esta teoría –que data apenas de los últimos 30 años- es la
idea de que no hay una manera definitiva de planear, organizar, dirigir y
controlar. Más bien, de que los administradores deben de encontrar y adoptar
el mejor método o estilo de acuerdo a la situación que se quiera afrontar. Es
fácil de comprender que un método que puede ser efectivo para resolver una
situación no lo sea para otras.

La Escuela de Contingencia pretende encontrar diferentes métodos


administrativos para las diversas situaciones; así, una planeación rígida;
puestos de trabajo fijos; liderazgos autocráticos, pueden originar, en ocasiones,
una alta productividad y satisfacción en los trabajadores, pero en otras pueden
desencadenar tensiones y conflictos.

Los factores situacionales que todo administrador se enfrenta son: a) el medio


ambiente directo a la institución. b) objetivos particulares c) el tipo de
tecnología d) estructura vigente de la organización e) establecimiento de
políticas, procedimientos y reglamentaciones internas f) tipo de liderazgo del
director en turno g) nivel de preparación del personal
El principio de esta Escuela es muy simple: no hay un estilo definitivo de
administrar y, por lo tanto, siempre habrá una mejor manera de hacer las
cosas. Esta flexibilidad imprime un atractivo muy interesante para el
administrador moderno, porque le permite darle énfasis en el momento
oportuno a alguna de las funciones administrativas que ya revisamos. Pero
también implica que el administrador debe conocer las otras escuelas y /o
movimientos administrativos.

Todo parece indicar que el administrador de hoy en día debe manejar este
movimiento si quiere sobrevivir. Las organizaciones actuales requieren tener la
movilidad necesaria para adaptarse a los rápidos cambios que estamos
viviendo; para ello- y aquí reside el principio de la escuela de Contingencia- es
imprescindible que se conozca con profundidad el medio ambiente nacional e
internacional.

En innegable que hay otros “pequeños” movimientos administrativos, pero los


cinco que hemos descrito en lo general son los más citados y reconocidos;
quizás, con el tiempo algunos logren madurar lo suficiente como para tener un
lugar aparte.

2. Movimientos Integradores

Durante los últimos 30 años han surgido otras corrientes que han intentado
integrar a las tres ‘grandes’ escuelas y movimientos. Uno de ellos es la Teoría
de Sistemas, que aunque no se desarrolló específicamente para la
administración, ha tenido un gran impacto en la misma.

El Enfoque de Sistemas postula, en términos generales, que la administración


se tiene que contemplar como un todo, en donde sus partes están
interconectadas entre sí.

Otro de los movimientos integradores es el de Contingencia o Situacional, que


plantea la necesidad de que todo administrador debe seguir el estilo o corriente
de acuerdo a la situación en particular; es decir, defiende la flexibilidad del
administrador.

2.1 Teoría o Enfoque de Sistemas

A Ludwig von Bertlanffy se le atribuye la creación de la Teoría de Sistemas, la


cual la relacionaba con un organismo biológico. Definía un ‘sistema’ como el
‘conjunto de elementos interrelacionados entre ellos y con su medio. Lo más
importante es el aspecto de interacción entre los elementos para dar lugar a un
sistema completo y dinámico. Este sistema es abierto e interactúa con el
medio.” ( )

Según esta concepción, el sistema surge del medio y se retroalimenta de él;


desde este punto de vista, la organización es un sistema, pero a la vez es un
subsistema de otro mayor. Así, las sociedades son sistemas, los aviones,
animales, personas, en fin, cualquier organismo. El éxito de todo sistema
depende de saber interactuar con su medio ambiente.

La tarea de todo administrador es asegurar que todas las partes de una


organización estén coordinadas correctamente de tal forma que contribuyen
entre todos al logro de los objetivos globales. Todo ello presupone un
armonioso equilibrio entre los departamentos encuadrados en una organización
en donde cada uno debe de desempeñar su parte que le corresponda. En el
momento en que se presentas fallas en uno, repercutirá en los otros, debido a
la interacción que hay entre todas las partes.

Es importante señalar que para este movimiento las organizaciones no son


autosuficientes, necesitan del medio ambiente para obtener sus insumos, así
como para colocar sus productos o servicios. Este dinamismo de las
organizaciones aclara ese doble papel de las mismas: como una parte y como
un todo, en el cual sus materias primas son productos terminados para otros
subsistemas. Ante esta noción resulta difícil imaginarse la existencia de
organizaciones cerradas que sean autosuficientes.

En vista de que la teoría de sistemas no solo es aplicable a la administración


(ni su origen-repetimos- fue en esta área) ha sido más común referirse a ella
como “Enfoque de Sistemas”.

2.2 Administración Científica (Teoría Cuantitativa)

El punto central de este movimiento es el de proveer a los administradores de


herramientas cuantitativas para racionalizar la toma de decisiones, sobretodo
en lo concerniente a la producción, operación y control.

De muy reciente conformación, este movimiento se le conoce también por


haber incorporado la investigación de operaciones a la administración, donde
predomina el uso de modelos y simulaciones matemáticas. Los elementos
característicos son:

a) atención sobre la toma de decisiones


b) criterios de eficiencia económica, los cuales deben de estar basados en
valores medibles
c) incorporación de modelos matemáticos
d) incorporación de la tecnología computacional, a fin de manipular los
datos y construcción de modelos
e) simulación de la realidad mediante juegos económicos

Por las características del movimiento, sus métodos y técnicas que utiliza, se
centra en los sistemas de producción y operación, por lo que en una primera
instancia se podría pensar que no está muy relacionada con aquellas
organizaciones de servicios, sino tan solo para los que producen bienes, pero
no es así puesto que sus técnicas contribuyen enormemente a una mejor toma
de decisiones.
Algunas de las aplicaciones donde ha influido son:

a) para el diseño y distribución de recursos (usando técnicas de


programación lineal)
b) redes muy útiles para la planeación y control de proyectos simples y
complejos (como PERT y CPM)
c) inventarios que auxilian en decisiones como las de cuanto y cuando y
donde deben de estar los insumos y materiales de operación.

El enfoque cuantitativo de la administración (aportación de este movimiento) ha


contribuído directamente en la racionalización en la manera de tomar
decisiones.

Es de notar que no hay que confundir este movimiento administrativo con la


Escuela Clásica, a la que en su tiempo se le denominaba como ‘científica’ por
la incorporación de técnicas y métodos.

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