PRACTICE
BULLETIN
CLINICAL MANAGEMENT GUIDELINES FOR OBSTETRICIAN–GYNECOLOGISTS
This Practice Bulletin was devel-
oped by the ACOG Committee on
Practice Bulletins—Obstetrics with
the assistance of Maureen Malee,
PhD, MD. The information is
designed to aid practitioners in
making decisions about appropriate
obstetric and gynecologic care. These
guidelines should not be con- strued
as dictating an exclusive course of
treatment or procedure. Variations
in practice may be war- ranted based
on the needs of the individual
patient, resources, and limitations
unique to the institution or type of
practice.
Reaffirmed 2019
THE AMERICAN COLLEGE OF
OBSTETRICIANS AND
GYNECOLOGISTS
WOMEN’S HEALTH CARE PHYSICIANS
ACOG Practice Bulletin No. 95; TRAD: A. PALLO
NUMERO 95, JULIO 2008
Anemia en el Embarazo
La anemia, la anormalidad hematológica más común, es una reducción en la
concentración de eritrocitos o hemoglobina en la sangre. Las dos causas más
comunes de anemia en el embarazo y el puerperio son la deficiencia de hierro y la
pérdida de sangre aguda. Los requerimientos de hierro aumentan durante el
embarazo, y el hecho de no mantener niveles suficientes de hierro puede tener
consecuencias adversas materno-fetales. El propósito de este documento es
proporcionar una breve descripción de las causas de anemia en el embarazo,
revisar los requisitos de hierro y proporcionar recomendaciones para el cribado y
el manejo clínico de la anemia durante el embarazo.
Antecedentes
Clasificación
La definición de anemia recomendada por los Centros para el Control
y la Prevención de Enfermedades es un valor de hemoglobina (Hgb) o
hematocrito (Hct) menor que el quinto percentil de la distribución de Hgb
o Hct en una población de referencia saludable según la etapa del
embarazo. La clasificación derivada de una población suplementada con
hierro enumera los siguientes niveles como anémicos: niveles de Hgb (g /
dL) y Hct (porcentaje) por debajo de 11 g / dL y 33%, respectivamente,
en el primer trimestre; 10.5 g/dL y 32%, respectivamente, en el segundo
trimestre; y 11 g/dL y 33%, respectivamente, en el tercer trimestre.
Las anemias pueden clasificarse por el mecanismo causal subyacente,
la morfología de los glóbulos rojos o por si son heredadas o adquiridas
(ver los recuadros). Un enfoque mecanicista clasifica las anemias
causadas por la disminución de la producción de glóbulos rojos, el
aumento de la destrucción de los glóbulos rojos y la pérdida de sangre. La
producción disminuida puede ser el resultado de la falta de nutrientes,
como hierro, vitamina B12 o ácido fólico. Esta falta puede ser el resultado
de una deficiencia dietética, malabsorción o sangrado. Los trastornos o la
supresión de la médula ósea, las deficiencias hormonales y las
enfermedades o infecciones crónicas también pueden conducir a una
disminución de la producción. Las anemias hemolíticas están asociadas
con una mayor destrucción.
 Clasificación de la Anemia
Adquirida
• Anemia por deficiencia (p. Ej., Hierro, vitamina B12,
ácido fólico)
• Anemia Hemorragica
• Anemia de Enfermedades cronicas
• Anemia Hemolitica Adquirida
• Anemia aplásica
Hereditarias
• Talasemias
• Anemia falciforme
• Hemoglobinopatias (que no sea anemia falciforme)
• Anemia hemolítica hereditaria
Anemia caracterizada por el mecanismo
Disminución en la producción de glóbulos rojos
• Anemia por deficiencia de hierro
• Anemia asociada a la deficiencia de vitamin B12
• Anemia por deficiencia de ácido fólico
• Anemia asociada con trastornos de médula ósea
• Anemia asociada con la supresión de la médula ósea
• Anemia asociada con niveles bajos de eritropoyetina
• Anemia asociada con hipotiroidismo
Aumento de la destrución de los glóbulos rojos
• Anemia hemolíticas hereditarias
— Anemia falciforme
— Talasemia Mayor
— Esferocitosis hereditaria
• Anemia hemolítica adquirida
— Anemia hemolítica autoinmune
— Anemia hemolítica asociada con purpura
trombocitopénica trombótica
— Anemia hemolítica asociada con el síndrome
urémico hemolítico
— Anemia hemolítica asociada con la malaria
• Anemia hemorrágica
Las anemias también pueden clasificarse por tamaño de
célula. En la práctica contemporánea, esto normalmente
lo realiza un contador celular automatizado. Las
anemias macrocíticas están asociadas con un volumen
corpuscular medio (MCV) mayor de 100 fL. La
reticulocitosis también puede causar un aumento de
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Anemias clasificadas por volumen
corpuscular medio
Microcítico (MCV menos de 80 fL)
• La anemia por deficiencia de hierro
• Talasemias
• Anemia de enfermedad crónica.
• Anemia sideroblástica
• Anemia asociada con deficiencia de cobre.
• Anemia asociada con envenenamiento por plomo.
Normocítico (MCV 80–100 fL)
• Anemia hemorrágica
• Anemia por deficiencia de hierro temprana
• Anemia de enfermedad crónica.
• Anemia asociada con la supresión de la médula ósea.
• Anemia asociada con insuficiencia renal crónica.
• Anemia asociada con disfunción endocrina.
• Anemia hemolítica autoinmune
• Anemia asociada con hipotiroidismo o
hipopituitarismo.
• Esferocitosis hereditaria
• Anemia hemolítica asociada con hemoglobinuria
paroxística nocturna.
Macrocítico (MCV mayor de 100 fL)
• Anemia por deficiencia de ácido fólico
• Anemia asociada con deficiencia de vitamina B12.
• Anemia hemolítica inducida por fármacos (p. Ej.,
Zidovudina)
• Anemia asociada con reticulocitosis.
• Anemia asociada con enfermedad hepática.
• Anemia asociada con el abuso de etanol.
• Anemia asociada con el síndrome mielodisplásico
agudo.
Abreviación: MCV, volume corpuscular medio
MCV. Una causa común de anemia macrocítica es la
deficiencia de folato. Las anemias microcíticas están
asociadas con un MCV menor de 80 fL. La causa más
común de anemia microcítica es la deficiencia de
hierro. Otra causa común de anemia microcítica en
ciertos grupos étnicos es la hemoglobinopatía.
Anemia en Embarazadas
El embarazo se asocia con cambios fisiológicos que
pueden complicar el diagnóstico de trastornos
hematológicos. Hay un mayor requerimiento de hierro
durante el embarazo porque el volumen sanguíneo se
expande aproximadamente un 50% (1,000 ml), y la
masa total de glóbulos rojos se expande
aproximadamente un 25% (300 ml) durante una
gestación única. La mayor expansión en plasma
típicamente se refleja por disminuciones en los niveles
de Hgb y Hct. La cantidad total de hierro en el cuerpo
está determinada por la ingesta, la pérdida y el
almacenamiento. Hay aproximadamente 2.3 g de hierro
corporal total en las mujeres. Las reservas adicionales
de hierro durante el embarazo (aproximadamente 1 g)
apoyan este aumento de la masa de glóbulos rojos, el
feto y la placenta, y la pérdida de sangre anticipada que
acompaña a un parto vaginal. Cuando hay hierro
adecuado para satisfacer las necesidades, más del 70%
se clasifica como hierro funcional, y el resto como
hierro de almacenamiento. Del hierro funcional, más
del 80% se encuentra en la masa de glóbulos rojos
como hemoglobina, y el resto en mioglobina y enzimas
respiratorias.
La anemia por deficiencia de hierro
La deficiencia de hierro se puede definir como valores
anormales en los resultados de las pruebas bioquímicas,
aumentos en las concentraciones de hemoglobina de
más de 1 g / dL después del tratamiento con hierro o
ausencia de depósitos de hierro en la médula ósea según
lo determinado por un frotis de médula ósea. El
espectro de la deficiencia de hierro varía desde el
agotamiento del hierro, cuando el hierro almacenado es
bajo, hasta la eritropoyesis deficiente en hierro, cuando
el hierro almacenado y el transporte son bajos, hasta la
anemia por deficiencia de hierro, cuando se almacena,
el transporte y el hierro funcional son bajos.
Tabla 1. Índices normales de hierro en el embarazo
Prueba Valor normal
Nivel de hierro en plasma 40 -175 microgramos/dl
Capacidad de unión total al 216–400 microgramos/dl
hierro en plasma
Nivel de ferritina sérica 16-60%
Saturación de transferrina Más de 10 microgramos/dl
Nivel de protoporfirina Menos de 3 microgramos/g
eritrocitaria libre
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Las mediciones de la concentración sérica de Hgb o Hct
son las pruebas de detección primarias para identificar
la anemia, pero no son específicas para identificar la
deficiencia de hierro. Los índices normales de hierro se
enumeran en la Tabla 1. Los resultados de los análisis
de laboratorio característicos de la anemia por
deficiencia de hierro son una anemia microcítica
hipocrómica con evidencia de depósitos de hierro
agotados, niveles bajos de hierro en plasma, alta
capacidad de unión al hierro total, niveles bajos de
ferritina sérica y niveles elevados. de protoporfirina
eritrocitaria libre.
La medición de los niveles de ferritina tiene la mayor
sensibilidad y especificidad para diagnosticar la
deficiencia de hierro en pacientes anémicos. Los niveles
de menos de 10-15 microgramos / L confirman la
anemia por deficiencia de hierro. Los Centros para el
Control y la Prevención de Enfermedades recomiendan
la detección de anemia por deficiencia de hierro en
mujeres embarazadas y suplementos de hierro
universales para cumplir con los requisitos de hierro del
embarazo, excepto en presencia de ciertos trastornos
genéticos, como la hemocromatosis. La razón es que el
tratamiento mantiene las reservas maternas de hierro y
puede ser beneficioso para las reservas neonatales de
hierro. La dieta típica contiene 15 mg de hierro
elemental por día. La cantidad diaria recomendada de
hierro ferroso durante el embarazo es de 27 mg, que
está presente en la mayoría de las vitaminas prenatales.
Los suplementos de hierro disponibles se enumeran en
la Tabla 2. La suplementación con hierro perinatal es
importante porque la dieta estadounidense típica y las
reservas endógenas son fuentes insuficientes para los
mayores requerimientos de hierro durante el embarazo.
La liberación sostenida o las preparaciones con
recubrimiento entérico se disuelven poco y pueden ser
menos efectivas.
Tabla 2. Suplementos de hierro
Preparación Dosis
Fumarato ferroso 106 mg de hierro elemental por tableta
de 325 mg
Sulfato ferroso 65mg de hierro elemental por tableta de
325 mg
Gluconato ferroso 34mg de hierro elemental por tableta de
300 mg
Dextrano de 50 mg de hierro elemental por mililitro,
hierro intramuscular o intravenoso
Gluconato férrico 12,5 mg de hierro por mililitro, solo por
vía intravenosa
Sacarosa de 20 mg de hierro por mililitro, solo por vía
hierro intravenosa
Prevalencia, etiologías y factores de riesgo
Un estudio nacional de anemia en el embarazo en los
Estados Unidos encontró una prevalencia de 21.55 por
cada 1,000 mujeres cuando la anemia se definió como
una concentración de hemoglobina menor a 10 g / dL.
La prevalencia de anemia en el embarazo en mujeres
negras no hispanas (35.38 por 1,000 mujeres) fue dos
veces mayor que la de las mujeres blancas no hispanas
(18.02 por 1,000 mujeres). Las madres adolescentes
tuvieron la mayor prevalencia de anemia en el
embarazo de todas las razas. Los datos de prevalencia
específicos de la anemia por deficiencia de hierro en el
embarazo son limitados. Un informe reciente estima
que en una población de bajos ingresos, en su mayoría
minoritaria, las tasas de anemia por deficiencia de
hierro son 1.8% en el primer trimestre, 8.2% en el
segundo trimestre y 27.4% en el tercer trimestre.
En mujeres en edad reproductiva de todas las razas, los
factores de riesgo para la anemia por deficiencia de
hierro incluyen una dieta pobre en alimentos ricos en
hierro, como almejas, ostras, hígado, carne de res,
camarones, pavo, cereales para el desayuno
enriquecidos, frijoles y lentejas; una dieta pobre en
potenciadores de la absorción de hierro, como jugo de
naranja, toronja, fresas, brócoli y pimienta; una dieta
rica en alimentos que disminuyen la absorción de
hierro, como productos lácteos, productos de soya,
espinacas, café y té; pica (comer sustancias no
alimentarias como arcilla o almidón de lavandería);
enfermedad gastrointestinal que afecta la absorción;
menstruaciones pesadas; intervalo corto de embarazo; y
pérdida de sangre en el parto superior a la de un parto
vaginal sin complicaciones.
La anemia por deficiencia de hierro durante el
embarazo se ha asociado con un mayor riesgo de bajo
peso al nacer, parto prematuro y mortalidad perinatal.
Además, puede haber una asociación entre la anemia
materna por deficiencia de hierro y la depresión
posparto, con malos resultados en las pruebas de
rendimiento mental y psicomotor en la descendencia.
Anemia macrocítica
La anemia macrocítica puede ser megaloblástica o no
megaloblástica. Las causas de anemia megaloblástica
incluyen deficiencia de folato y vitamina B12 y anemia
perniciosa. Las causas de anemia no megaloblástica
incluyen alcoholismo, enfermedad hepática,
mielodisplasia, anemia aplásica, hipotiroidismo y un
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aumento en el recuento de reticulocitos. La anemia
macrocítica se caracteriza por un MCV mayor de 100
fL. Niveles superiores a 115 fL se ven casi
exclusivamente en pacientes con deficiencias de ácido
fólico o vitamina B12. El diagnóstico puede
confirmarse mediante la medición de los niveles séricos
de ácido fólico o vitamina B12. También se ha
propuesto la medición del folato de glóbulos rojos (16).
En los Estados Unidos, la anemia macrocítica que
comienza durante el embarazo es abrumadoramente
causada por la deficiencia de ácido fólico. Se asocia con
dietas que carecen de vegetales de hojas frescas,
legumbres o proteínas animales. Durante el embarazo,
los requerimientos de ácido fólico aumentan de 50
microgramos a 400 microgramos por día. El tratamiento
de la deficiencia de ácido fólico inducida por el
embarazo debe incluir una dieta nutritiva y suplementos
de hierro y ácido fólico. El tratamiento con 1 mg de
ácido fólico, administrado por vía oral, cada día
generalmente produce una respuesta adecuada. La
anemia macrocítica en el embarazo causada por
deficiencia de vitamina B12 (cianocobalamina) puede
encontrarse en mujeres que han tenido una resección
gástrica parcial o total o en mujeres con enfermedad de
Crohn. Las mujeres que han tenido una gastrectomía
total requieren 1,000 microgramos de vitamina B12, por
vía intramuscular, a intervalos mensuales.
CONSIDERACIONES CLÍNICAS Y
RECOMENDACIONES
 ¿A quién se le debe hacer un examen de
anemia durante el embarazo?
Todas las mujeres embarazadas deben someterse a
pruebas de detección de anemia durante el embarazo.
Las personas con anemia por deficiencia de hierro
deben ser tratadas con hierro suplementario, además de
vitaminas prenatales. Los pacientes con anemia que no
sea anemia por deficiencia de hierro deben ser
evaluados más a fondo.
 ¿Cuándo debe considerarse la evaluación de
un paciente asintomático con anemia leve?
Las mujeres asintomáticas que cumplen con los
criterios de anemia (niveles de Hct inferiores al 33% en
el primer y tercer trimestre y menos del 32% en el
segundo trimestre) deben ser evaluadas. Vivir a gran
altitud y el abuso del tabaco provocan un cambio
generalizado hacia arriba en los niveles de Hgb y Hct, y
los ajustes para estos posibles factores de confusión
Tabla 3. Pruebas bioquímicas para el diagnóstico de anemia.
Resultados que indican
Resultados que indican
Prueba anemia por deficiencia de
hierro
Nivel de hierro Nivel disminuido
Capacidad total de
Mayor capacidad
unión al hierro
Nivel de ferritina Nivel disminuido
Hierro / capacidad total
Menos de 18%
de unión al hierro
pueden ser apropiados. Los niveles de hemoglobina y
Hct son más bajos en las mujeres afroamericanas en
comparación con las mujeres blancas, incluso después
de la corrección de ingresos. Por lo tanto, la aplicación
de los mismos criterios a todas las mujeres podría
clasificar inapropiadamente a casi el 30% de las
mujeres afroamericanas como deficientes en hierro.
Para los adultos afroamericanos, el Instituto de
Medicina recomienda reducir los niveles de corte para
Hgb y Hct en 0.8 g / dL y 2%, respectivamente.
 ¿Cómo deben evaluarse las mujeres
embarazadas asintomáticas con anemia leve a
moderada?
La evaluación inicial de las mujeres embarazadas con
anemia leve a moderada puede incluir un historial
médico, un examen físico y mediciones del conteo
sanguíneo completo, los índices de glóbulos rojos, los
niveles de hierro en suero y los niveles de ferritina. El
examen de un frotis periférico es útil para el diagnóstico
de enfermedad hemolítica o parasitaria. En ciertos
grupos étnicos, se indica una electroforesis de Hgb.
Usando pruebas bioquímicas, la anemia por deficiencia
de hierro se define por los resultados de valores
anormales de los niveles de ferritina sérica, saturación
de transferrina y niveles de protoporfirina eritrocitaria
libre, junto con niveles bajos de Hgb o Hct (ver Tabla 1
y Tabla 3). En la práctica, el diagnóstico de anemia por
deficiencia de hierro leve a moderada es a menudo
presuntivo. En pacientes sin evidencia de causas de
anemia distintas de la deficiencia de hierro, puede ser
razonable iniciar empíricamente la terapia con hierro
sin obtener primero los resultados de la prueba de
hierro. Cuando las mujeres embarazadas con anemia
por deficiencia moderada de hierro reciben terapia de
hierro adecuada, se puede observar reticulocitosis 7-10
días después de la terapia de hierro, seguido de un
aumento en los niveles de Hgb y Hct en las semanas
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Resultados que indican
anemia de enfermedades
talasemia
crónicas
Normal Nivel disminuido
Normal Capacidad disminuida
Normal Mayor nivel
Normal Más de 18%
posteriores. La falta de respuesta a la terapia con hierro
debe provocar una mayor investigación y puede sugerir
un diagnóstico incorrecto, una enfermedad coexistente,
malabsorción (a veces causada por el uso de tabletas
con recubrimiento entérico o el uso concomitante de
antiácidos), incumplimiento o pérdida de sangre.
 ¿Hay beneficios de la suplementación con
hierro para los pacientes que no tienen
anemia?
La suplementación con hierro disminuye la prevalencia
de anemia materna en el parto. Sin embargo, no está
claro si la suplementación con hierro en mujeres
embarazadas bien alimentadas que no están anémicas
afecta los resultados perinatales. Hay poca evidencia de
que los suplementos de hierro provoquen morbilidad
más allá de los síntomas gastrointestinales, excepto en
pacientes con hemocromatosis o ciertos otros trastornos
genéticos.
 ¿Cuándo se debe considerar la transfusión en
el paciente preparto o preoperatorio?
Las transfusiones de glóbulos rojos rara vez están
indicadas, a menos que la hipovolemia por pérdida de
sangre coexista o se deba realizar un parto quirúrgico en
un paciente con anemia. La necesidad de transfusiones
en mujeres con complicaciones anteparto puede
predecirse en solo el 24% de las que finalmente
requieren productos sanguíneos. Los diagnósticos más
comunes asociados con la transfusión incluyen
traumatismos causados por parto instrumentado, atonía
uterina, placenta previa, productos retenidos de la
concepción, desprendimiento de plantas y coagulopatía
(p. Ej., Síndrome de hemólisis, enzimas hepáticas
elevadas y bajo recuento de plaquetas [HELLP]). La
presencia de estos diagnósticos en un paciente con
anemia debe provocar la consideración de transfusión,
particularmente en presencia de signos vitales
inestables.
La anemia severa con niveles de Hgb maternos
inferiores a 6 g / dL se ha asociado con una oxigenación
fetal anormal, lo que resulta en patrones de frecuencia
cardíaca fetal no seguros, volumen de líquido amniótico
reducido, vasodilatación cerebral fetal y muerte fetal.
Por lo tanto, la transfusión materna debe considerarse
para indicaciones fetales en casos de anemia severa.
 ¿Cuándo se debe usar hierro parenteral en
pacientes embarazadas? ¿Hay un papel para
la eritropoyetina?
El hierro parenteral se usa en pacientes raros que no
pueden tolerar o no tomarán dosis moderadas de hierro
oral. Los pacientes con un síndrome de malabsorción y
anemia severa por deficiencia de hierro pueden
beneficiarse de la terapia parenteral. Se han informado
reacciones anafilácticas en el 1% de los pacientes que
reciben dextrano de hierro parenteral. En comparación
con los pacientes que toman hierro dextrano, los
pacientes que toman sacarosa ferrosa tienen menos
reacciones alérgicas (8,7 versus 3,3 eventos alérgicos
por 1,000,000 de dosis) y una tasa de mortalidad
significativamente menor (31 versus 0, P <.001). En un
ensayo aleatorizado reciente sobre el uso de sacarosa de
hierro oral versus intravenosa para la anemia posparto,
las mujeres tratadas con hierro intravenoso tuvieron
niveles de Hgb significativamente más altos en los días
5 y 14 que las mujeres tratadas con un suplemento oral.
Sin embargo, para el día 40, no hubo diferencias
significativas entre los niveles de Hgb de los dos
grupos. Por lo tanto, en la mayoría de las circunstancias
clínicas, las preparaciones orales son apropiadas y
suficientes.
Pocos estudios han examinado el papel de la
eritropoyetina en pacientes embarazadas con anemia.
En un ensayo aleatorizado y controlado que examinó el
tiempo para alcanzar el valor objetivo de Hgb y los
cambios en las mediciones de eficacia, incluidos el
recuento de reticulocitos y los niveles de Hct, el uso de
hierro parenteral y hierro parenteral más eritropoyetina
mejoró los parámetros medidos. Sin embargo, el uso de
eritropoyetina adyuvante solo se asoció con un tiempo
significativamente más corto hasta el nivel de
hemoglobina objetivo y con índices mejorados
(recuento de reticulocitos, niveles de Hct) en menos de
2 semanas después del inicio del tratamiento. No se
informaron diferencias en los parámetros de seguridad
materno-fetales. En contraste, un ensayo aleatorizado de
mujeres con anemia posparto no mostró ningún
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beneficio adicional del uso de eritropoyetina y hierro
versus hierro solo.
 ¿Existe un papel para la transfusión
autóloga?
Los informes de casos sugieren un papel para la
transfusión autóloga en pacientes con diagnósticos que
los colocan en alto riesgo de pérdida de sangre
sintomática, como la placenta previa. Los criterios
sugeridos para considerar la donación autóloga incluyen
un nivel de Hct superior al 32% a las 32 semanas de
gestación. Sin embargo, rara vez se realizan
transfusiones autólogas, y la incapacidad de predecir la
eventual necesidad de transfusión ha llevado a la
conclusión de que no son rentables.
RESUMEN DE RECOMENDACIONES Y
CONCLUSIONES
La siguiente conclusión se basa en evidencia científica
buena y consistente (Nivel A):
 La suplementación con hierro disminuye la
prevalencia de anemia materna en el parto.
Las siguientes recomendaciones y conclusiones se
basan en datos científicos limitados o inconsistentes
(Nivel B):
 La anemia por deficiencia de hierro durante el
embarazo se ha asociado con un mayor riesgo de
bajo peso al nacer, parto prematuro y mortalidad
perinatal.
 La anemia severa con niveles maternos de Hgb
inferiores a 6 g / dL se ha asociado con oxigenación
fetal anormal, lo que resulta en patrones de
frecuencia cardíaca fetal no seguros, volumen de
líquido amniótico reducido, vasodilatación cerebral
fetal y muerte fetal. Por lo tanto, la transfusión
materna debe considerarse para las indicaciones
fetales.
Las siguientes recomendaciones se basan
principalmente en el consenso y la opinión de expertos
(Nivel C):
 Todas las mujeres embarazadas deben someterse a
pruebas de detección de anemia, y aquellas con
anemia por deficiencia de hierro deben ser tratadas
con hierro suplementario, además de vitaminas
prenatales.
  Los pacientes con anemia que no sea anemia por
deficiencia de hierro deben ser evaluados más a
fondo.
 La falta de respuesta a la terapia con hierro debe
provocar una investigación adicional y puede sugerir
un diagnóstico incorrecto, enfermedad coexistente,
malabsorción (a veces causada por el uso de tabletas
con recubrimiento entérico o el uso concomitante de
antiácidos), incumplimiento o pérdida de sangre.

MEDIDA DE RENDIMIENTO PROPUESTA

Porcentaje de pacientes embarazadas con anemia por

deficiencia de hierro tratadas con hierro suplementario
además de vitaminas prenatales

Referencias

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