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La Carta de Punta del Este:

Planeación Económica*
Por el Lic. PLÁCIDO GARCÍA REYNoso

A Carta de Punta del Este es el documento en el que tuando sistemáticamente en el aprovechamiento óptimo de

L los Gobiernos miembros de la Organización de Esta-


dos Americanos formalizaron el día 17 de agosto del
presente año la constitución de una Alianza para el Progre-
los recursos naturales, tecnológicos, financieros y humanos,
y por otra, mantiene una vigilancia que permite corregir
los desequilibrios que se generen en el proceso.
so, siguiendo los principios contenidos en la invitación que La Carta de Punta del Este establece y acentúa la ne-
el Presidente de los Estados Unidos de América había for- cesidad de planear o programar el desarrollo de América La-
mulado en marzo anterior a las Repúblicas de América La- tina, porque la experiencia histórica ha demostrado que, so-
tina, para acometer conjuntamente la empresa de satisfa- bre todo en los casos de los países en desarrollo, la libre
cer las necesidades de los pueblos de las Américas. operación de las fuerzas d el mercado no conduce de modo
Esa invitación reconoció que a través de la América necesario a la óptima utilización de los recursos productivos
Latina millones de hombres y mujeres sufren a diario la y porque esa misma experiencia revela que las políticas gu-
degradación del hambre, la pobreza, la ignorancia y la in- bernamentales en América Latina no han logrado, en la ma-
salubridad; que el aumento de la población sobrepasa el des- yoría de los casos, el uso más racional de sus recursos ni el
arrollo económico y crece el descontento de un pueblo que mejor rendimiento de sus inversiones. De este modo el cre-
sabe que por fin están a la mano la abundancia y los ins- cimiento económico se ha visto retrasado y en algunos casos
trumentos del progreso. ha caído en el estancamiento.

Ante esa situación la Carta de Punta del Este procla- La tarea primordial que se presenta ante nosotros, es
ma la decisión de las Repúblicas Latinoamericanas, para lu- decir lo que precisa que hagamos en América Latina para
char conjuntamente por un crecimiento sustancial y soste- superar el estancamiento o para acelerar el desarrollo, e¡¡ la
nido del ingreso per cápita, a un ritmo que no sea inferior al revisión de las políticas tradicionalmente aplicadas, y como
2.5% anual, que permita alcanzar en el menor tiempo po- resultado de ello programar el desarrollo económico y social
sible un nivel de ingresos que asegure un desarrollo suficiente y aplicar nuevas políticas que determinen o estimulen una
sana y creciente inversión pública y privada, y corrijan, por
para elevar constantemente ese nivel, y que reduzca, de ese
modo, la distancia entre los niveles de vida de América La- otra parte, el desperdicio de los escasos recursos disponibles.
tina y los de los países más desarrollados. Para la conse- D entro del cuadro general de América Latina el caso de
cución de estos fines los Gobiernos firmantes de la Carta México se ha señalado como el de uno de los países de la
convinieron entre otras cosas, en la necesidad de formular región que -gracias a su Revolución y a las políticas se-
programas nacionales a largo plazo para ajustar a ellos el guidas con apego a los principios de ella- ha logrado! desde
desarrollo económico y social, procurando que los recursos hace más de una generación establecer las bases de su inde-
dedicados a la inversión representen la mayor proporción pendencia económica. México representa, de este modo, una
posible del producto nacional. excepción en la tendencia regional hacia el estancamiento: ha
sido un país dinámico en el proceso del crecimiento econó-
¿En qué consiste la programación o planeación del des-
mico sostenido. Mientras que nuestra tasa de expansión eco-
arrollo y por qué la Carta de Punta del Este enfatiza la ne-
nómica fue en la última década de casi el doble de la del
cesidad de programar el desarrollo de América Latina? La
crecimiento demográfico, en América Latina, en su coujun-
planeación consiste en el uso de una técnica mediante la
cual se establece una política racional y consciente en la que, to, el ritmo del desarrollo fue, en el mismo período, escasa-
previa la determinación de las metas que se persiguen y la mente mayor que el del crecimiento de su población.
adopción de criterios de prioridad, se estimula el desarrollo El estancamiento de la economía latinoamericana tiene
económico y social y se prevén sus consecuencias positivas sus orígenes tanto en el sector externo como en el interno.
y negativas. La acción de esta política superior adquiere En cuanto al primero, el problema más grave consiste en que
un doble carácter: por una parte estimula el desarrollo, ac- desde hace varios años los países de América Latina con-
frontan serias dificultades para colocar su creciente produc-
( *) Conferencia pronunciada por el autor du rante el ciclo organizado ción tradicional de exportación. Según el informe sobre el
por la Sociedad de Alumnos del Doctorado en Derecho de la Universidad Comercio Mundial, presentado por el GATT hace tres se-
Nacional Autónoma de México, el dla 6 del presente mes. manas ante la reunión que se celebra actualmente en Gine-

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bra, en el año de 1960 ocurrió nuevamente una declinación tanto en las experiencias de otras regiones como en el pen-
en la importancia relativa de América Latina en el comercio sa'miento propio de los econo'mistas y estadistas latinoame-
mundial. Su participación fue de 7% del valor de ese comer- ricanos en el período posbélico. Hace algunos años los pro-
cio, fr ente a 8% en 1959, 9% en 1953 y a 11% en 1950. gramas o planes económicos a largo plazo eran considerados
En cuanto al sector interno, como acaba de indicarse, como algo completamente contrario y hasta dañino para el
la estructura deficiente de la mayoría de las economías del funcionami ento de las economías no socialistas; sin embargo,
subcontinente representa por sí misma un gran obstáculo pa· nuestra generación asistió a la gran crisis de los años treinta,
ra el uso racional de Jos recursos humanos y naturales dispo- en los regímenes de libre empresa, a las movilizaciones de las
nibles y para la rápida absorción de la tecnología moderna, economías industriales para fines de guerra, a la recons-
que es el factor determinante de la prosperidad de los cen- trucción programada de Europa al terminar la conflagra-
tros industriales del mundo. La industrialización constituye ción y ha presenciado los resultados de la planeación a largo
la puerta de salida para superar el estado de atraso de nues- plazo en las economías socialistas, así como la creciente cri-
tros países; el financiamiento y la ayuda técnica represen- sis en regiones subdesarrolladas, siempre expuestas a las os-
tan dos importantes instrumentos de acción internacional que cilaciones de las llamadas fuerzas del mercado. Como conse-
deben ponerse al servicio de los planes o programas de desa· cuencia de todo esto, y frente a las esperanzas originadas
rrollo económico. en la desaparición de los imperios coloniales y a las presio-
nes suscitadas por ese acontecimiento, las actitudes hacia la
La Carta de Punta del Este reconoce que para lograr programación económica han experimentado, en los últimos
el desarrollo económico sostenido de la región, a un ritmo tiempos, cambios radicales. Como dije a mediados del año pa-
razonable, se requerirán programas nacionales de desarrollo sado en esta misma Ciudad Universitaria "a pesar de las
económico y social, amplios y bien concebidos, apoyados en marcadas diferencias ideológicas que caracterizan el mundo
el principio del esfuerzo propio y ayudados con recursos fi- actual, se admite, en general, que no es posible prescindir de
nancieros de origen externo. Los Estados Unidos convinieron la planeación del desarrollo y que esta tarea corresponde
en ayudar con esta clase de recursos y con asistencia técni- principalmente al Estado. Los debates de nuestro tiempo,
ca a los países cuyos programas de desarrollo reúnan los a diferencia de los de hace un cuarto de siglo, no versan
requisitos establecidos. ya sobre 1& validez general de la planeación y de la progra-
Las R epúblicas Latinoamericanas aceptaron en la Carta mación econó'm.ica, sino sobre la relativa eficacia de los dis-
implantar y fortalecer sistemas para la preparación, ejecu- tintos métodos a través de los cuales se realizan".
ción y revisión periódica de los programas nacionales de des- En las circunstancias actuales la aplicación de las re-
arrollo, y se comprometieron, a la vez, a formular, dentro comendaciones de Punta del Este a los países firmantes de
de los próximos 18 meses -es decir antes de mediados de la Carta pueden revestir varias form as, según el caso de que
1963- programas de desarrollo a largo plazo. Tales progra- se trate. En América Latina existen dentro de cada uno de
mas deberán comprender, entre otros requisitos, los siguien- los países diferencias en el ingreso, en el bienestar y en las
tes: 1) el establecimiento de metas compatibles para distin· estructuras de producción. Además, las diferencias en el ni-
tos sectores de la economía y para distintos tipos de servi- vel de desarrollo entre las distintas repúblicas son de mag-
cios sociales; 2) la asignación de prioridades y la descrip- nitud no siempre fácil de captar. En nuestra región coexis-
ción de métodos para alcanzar los objetivos fijados ; 3) las ten -en términos geográficos- sociedades que sufren de ex-
medidas a adoptar para dirigir las operaciones del sector trema pobreza, al lado de naciones que, como México, Brasil
privado y para estimular la acción privada en apoyo del pro- Y Argentina, pertenecen en la actualidad al grupo de países
grama de desarrollo; 4) el costo estimado en moneda nacio. semidesarrollados, susceptibles de figurar en la etapa/ del
nal y en divisas, del programa de desarrollo, año por año; 5) "despegue hacia la prosperidad industrial".
la estimación de los recursos nacionales disponibles; y, final-
mente, 6) la estimación de los efectos directos del programa En otras palabras, hay actualmente en América Latina
sobre la balanza de pagos y las necesidades del financiamien- países menos desarrollados de lo que era México a fines del
to externo. siglo pasado, los cuales tienen que empezar desde el prin.
cipio. Sus recursos naturales, fuera del sector de exporta-
La idea de que la programación es la condición básica e ción son desconocidos, la mayoría de su población analfa-
imprescindible del desarrollo acelerado v sostenido se exten- beta, su infraestructura casi inexistente y su clase empresa-
dió también -en las resoluciones de la Conferencia- al cam· rial en extremo reducida. Estos países, llamados menores -a
po de la integración económica regional. La Carta de Pun- veces por su reducida extensión territorial y pequeña pobla-
ta d el Este acepta la posición, defendida desde hace algu- ción, y a veces por su extrema debilidad económico-social-
nos años por varias Repúblicas Latinoamericanas, de que es tendrían que tomar al pie de la letra las recomendaciones
necesario ampliar los actuales mercados nacionales para ace- de Punta del Este y -sin olvidarse de la necesidad impera-
lerar el proceso de crecimiento general. En consecuencia, no tiva de los esfuerzos propios- buscar afuera ayuda de toda
solamente se reconoce al Tratado de Montevideo como ins- clase. Necesitarán no sólo ayuda financiera sino también am-
trumento eficaz para la promoción del desarrollo, sino que plia asistencia técnica para iniciar la primera fase de su des-
se acepta la necesidad de que, por una parte, los países la- arroiJo. Es difícil pensar cómo estos países podrían prescin-
tinoamericanos logren "una adecuada coordinación de los pla- dir, por ejemplo, de la asistencia de los grupos de expertos
nes nacionales o bien la programación conjunta de varias internacionales en el campo de la programación, previstos
economías a través de los organismos de integración econó- en la .Carta de 1Punta del Este.
mica existentes en la región" y, por otra, que los organismos
internacionales y los países proveedores de ayuda externa, Hay también otras naciones, que a pesar de sus difi-
den especial atención a proyectos multinacionales que con- cultades actuales, pasaron desde hace tiempo por períodos
tribuyan a fortalecer el proceso ele integración regional. de continuo aunque lento desarrollo. Estos países, estanca-
dos económicamente algunos d e ellos, disponen de los recur-
Las ideas adoptadas en Punta del Este, en lo que se sos humanos n ecesarios para la elaboración de sus progra-
refiere a la programación económica y a la coordinación re- mas nacionales de desarrollo y cuentan con cuadros adminis-
gional de los programas nacionales, tienen sus antecedentes trativos y con elementos empresariales necesarios para su

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reali zación. Algunos de ellos elaboraron s us primeros p lanes ve rsión públi ca e n los cua tro campos impulso res del proce -
de desa rrollo a largo plazo con anterioridad a la reunión so de desa rrollo : el de la energé tica, el transpor te, la irri-
de Punta del Este, como es el caso del plan dec ena! ch ile- gación y la edu cación .
no Y del plan de desarrollo ele Colombia. Este grupo de re-
La mayor parte ele! fi naciam iento d el desa r rollo provie-
públ icas no tendría qu e acudir necesariamente a la asisten-
ne en M éxico de las fuentes intern as. Se es tima que a lre-
cia técn ica externa , siéndo le m ás precisos los recu rsos finan -
dedor d e una quinta parte de la inve rs ión pública está cu-
cieros que los t éc nicos.
bie rta con crédi tos extern os a m ediano y largo pla zo, mien -
Existe finalmente un g rupo r educido de repúblicas, en- tJ·as que a la inversión ex tra nj era priva da corresponde sola-
tre ellas Ivféxico, (jLLe se destacan por su dinamismo y qu e ment e una décima p a rte dentro de la inversión del sector
desde hace varios lustros adoptar·o n políticas económicas y pri va do. D e este m odo, los r ecursos ex ternos cubren - ha-
sociales encaminad as a superar el su bdesa rro llo. E l problema blando en cifras red ondas- no más del 15% de la inver -
pa ra ellas no consiste en cómo iniciar· el proceso de desárro- s ión nacional bruta, cuyo n ivel p rom ed io en r elación con el
llo ni en cómo r ea nuda r el desarrollo in ten ump ido, sino más p rod ucto nacional global es bastan te mayo r que e n muchas
bien en cómo acelerar el crecimiento y acortar el camino otras repú blicas latinoa me rica nas.
hacia la madurez económico-social. En . estos casos, la pla-
neación que la 'Carta de Punta del E s te propone tend rá que N ues tro ritmo ele desa rroll o pa r ece ser el m á s rápido en
entenderse como el perfeccionamiento de lo que va se ha toda la región y se co mpa ra favo ra bl em ente con otros casos
avanzado en ese campo pa r a lograr, ele ese modo. el uso destacados en otras p artes del mu n d o. S in embargo ¿es es te
eficiente de los factores internos y vigorizar los esfu erzos ri tmo de crecimiento de nu es tro desarrollo completamente sa-
hacia el d esa rrollo. A esta situación se refe ría el señor P re- t isfac torio desde el punto de vis ta d e las necesidades inter-
s id<mte de la República cuando en u na r eciente declaración nas y de las m etas fij adas en la Ca rta de Pwlta del Este?
Cabe des taca r que las estim aciones para 1960' revelan que
sobre la Alianza pa ra el Progr eso. form ul ada a requerimien -
n uestro ingr eso per cá pita equiva le a p rox imadamente a una
to de u na conocida revista norteamericana . d ijo lo siguiente:
"El adelanto de Méx ico deb e fincars9 fund amentalmen te en cuarta parte del que se regis tra en Europa y a una sexta
pa rte d el norteam ericano. Esta a preciación no se basa m era-
el esfuerzo de los propios mexican os. Los fondos que M éx ico
m en te en la compa ración ele los r espectivos ingresos mone ta -
requerirá en la próxima década procederán el e la ca pitali-
rios, sino que tom a también en cuenta los distintos niveles de
zación interna y los créditos que el Gobierno obtenga del ex -
precios internos y los patrones de consumo.
terior y las inversiones que procedan del mismo origen t en-
drán sola m ente un valor compl ementa r io." "México - afiR- Ahora bien , si la Lasa global d el crecimiento económi co
dió el señor Presidente- no necesita d ictar nuevas d isposi- anua l de 5.5% y la tasa anu al d e crecimiento en el ingreso
ciones para alcanzar las metas fijadas e n la Alianza pa ra el per cápita de 2.5% r egis trada s en M éxico desd e el fin d e la
Progreso, . . . pero esto no sign ifica q ue, indep endientemen - ú lt ima guerra, det erminaron la duplicación d el producto na-
te ele d ichas m etas, el Gobierno no tenga la obligación de ir cional en 15 años y la d el ingreso p er cápita en 30 ai'ios,
mejorando la legislación cada vez qud as í lo r equiera el pro- eso significa que nuestro pa ís n ecesita rá más de 50 años para
greso de México y el bie nesta r de sus h abitantes." a lcanza r los nive les actuales del ingreso prevalecientes en Eu-
¿Cómo S<:! ha manifestado ese din am ismo en el desa rro- ropa y com o u na gen eración y m ed ia para llegar a la mi·tad
llo de México? La tasa promedio anual d el crecimiento de la ele los n iveles n orteamericanos de la presente década. Po-
econom ía mexica na en el período posbélico fue de 5.5%, lo d ría d ecirse qu e 50 años r epresentan p oco en la vida de una
que eq uivale a un aumen to anual el e! ingreso p er cápita ele nació n y que al ritmo de nuestro cr ecimi ento ya h emos al-
2.5%. Como resultado de este proceso ele crecimiento sos- canzado u na posición relevan te den tro de los pa íses en pro-
tenido, el valor r eal del producto nacional bruto llegó el año ceso ele desarr ollo. S in embargo, f re nte al r econocimiento
pasado al doble del correspondiente a l año de 1947. E l pro- cada vez m a yor, tan to en el campo gubernamental como en
ducto per cápita, medido también e n precios constantes, au- el p riva do, sobre la ur ~enc!::1 ele acelerar nuestro progr eso,
mentó en el mismo p eríodo en a lgo más d e 50%. Durante para eleva r subs tancialmente el ingreso p er cápita y con ello
el m ismo período oc urrieron cambies mu y profu ndos en la el nivel ele vida de las m ayorías, cabe r efl exionar sobre las
estructura productiva y ocupacimw.l del país, des tacándose p osibilidades de que es ta m eta pueda ser alcanzada por nos-
los impul sados por la progresiva industria lización. E n los d os otros a pla zo m en os la rgo. Si la tasa del desarrollo actual se
últimos años la participación del sector indu strial en la pro- ha logrado sin el aprovechamie n to óptim o ele nu estros recur-
ducción total ele bienes v servicios exced ió en ]1,1éx ico Dor sos huma nos, n atural es y financieros, es razonable afirmar
segunda vez en 15 años, -a la correspondiente al se~tor 'agTÍ- que el uso m ás prod uctivo d e esos r ecursos, por sí sólo, po-
cola . Aumentó ele manera significativa en el producto nacio- dría p ermitir u na m ejoría e n la t asa de nuestro crecimiento
nal la participación de las industrias energéti cas (elec tricidad económ ico. S in emba rgo, si a ello se agrega la formulación
~~ p etróleo) y el transporte y comunicaciones. Hubo una de- de un pla n econó mico integra l, como lo ha dis puesto e l Ej e-
clinación en la importancia r elativa d e sector es tales como la cutivo Fed er a l en el Acu e rdo ex pedido el día 7 de julio d e
minería y el comercio. En cambio, dentro del sector inclu.s- 1961, ello constituye una exp ec tativa ele mayor aliento. En
t. ·ial hubo y continúa existiendo, una creciente dive rs ifica- efecto, dich o Acuerdo p ro pug na, según su propio tex to, una
ción: ya desde principios de la década pasada M éxico dejó mejor y más fl úid a coordin ación en t re todas las de p end ~ncias
de ser solamente productor ele bienes manufacturados de con- y organismos fed erales entre s í y con los Gobiernos local es,
sumo, h abiendo entrado a la produ cción de bienes ind ustria- a sí como con los grupos privados, pa ra acelera r el progreso del
les básicos e i nte rmedios y también d P bien es de capita l para país en el m ás breve plazo posible, m ediante la elaboración
uso fina l. d e planes nacionales de desa rroll o económico y social , con
fijación ele m etas concre tas, que h agan posible una creciente
Este progreso no hubiera sido posi ble s in la creciente
mejoría de los niveles ele vida de las m a yoría s populares.
participa~ión d el Estado en la in ve rs ión global y sin la pe r -
manencia, a través de todo este período, de políti cas econó - S i el pla n econ ómi co integral de qu e h abla el Acuerdo
micas con fi nes bien definidos. Hoy en día, la inversión del citado se propus iera elevar el cr ecimiento del producto na-
>:ector público representa alred edor de· las dos quintas par- cional de México de la tasa actua l de 5.5% a la de un pro-
l.es d e la inversión global, destacándose por su cuantía la in- med io anual d e 7 %, parece qu e esa m e ta no sería comple-

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tamente ineal. Ciertamente durante las últimas décadas tu- duci<;l.o ahorro en mill011es de familias campesinas que tienen
vimos algunos a ños, e incluso períodos de cierta duración, ingresos
.
de .:subsistencia:
con una tasa real de expansión de alrédedor de 7%. A esta
tasa del crecimiento global, el ingreso per cápita crecería En cuanto a la disponibilidad de los cuadros téenicos.
a razón de 4% en lugar de 2.5%. La consecución de tal rit- México ha progresado mucho desde el fin de la última guerra
mo promedio crearía la posibilida d de duplicar el producto mundial. Citaré sólo un ejemplo, entre los muchos con que
naeional cada 10 años en lugar de cada 15, y duplicar el· in- contamos. En 1944 se inició formalmente por el Ba nco de
greso per cáp ita cada 18 en lug-_ar de cada 30 años, E n sír¡.- México un programa de becas para especializar en el extran-
tesis, bastaría poco más de una generación y no medio siglo jer~ a ingenieros, economistas, administradores de empresas
para llegar a niveles de vida comparables a los que hoy se y otros profesionistas relacionados con el desarrollo indus-
disfrutan en Europa y bastarían aproximadamente 30 años trial del país. Hasta 1960 el programa había comprendido
para acercarnos a la mitad del ingreso per cápita a ctual de a proximadamente a mil becarios. Conforme a los datos de
!os ..Estados Unidos. l)icho de otra manera, la aceleración una publicación del propio Banco, el 52% de los becarios
del ritmo de ~lUestro desa"rrollo hacia las tasas óptimas ya ·presta actualmente servicios en el sector gubernamenta l y
regis tradas en algunos· períodos recientes, acortaría en unos el 48% en los sectores privados. Sin embargo, mayores esfu er-
15 ó 20 años el camino de nuestra nación hacia la etapa del zos deben ser realizados en este campo.
desarrollo avanzado.
La eliminación o la atenuación de los cuatro p rimeros
Considerando ese ritmo de aceleración del proceso d e obstáculos depende casi totalmente de nuestros esfuerzos in--
crecimiento en México como fa.ctjble, cpr respondería exami- ternos. En lo que respecta a l último - la inseguridad en la
nar ahora cuáles son los obstáculos que lo fr enan. Entre los disponibilidad continua de recursos externos- la solución de-
más importantes .quizá · podlian . señalarse los · siguientes: lo. pende, a su vez, de la cooperación internacional y de la acti-
el volumen limitado de los recursos financieros del sector tud de los países industrializados. S in embargo, estos ú lti-
público; 2o. el t amaño reducido del m ercado nacional; 3o. mos no han parecido dispuestos hasta h oy a colaborar en el
el s ubdesarrollo de la agricultura tradicional, paralelo al di- financiamiento qu e requieren los países en d esarrollo. Aun
namismo de la agricultura de exportación; 4o. la disponibi- aquellos que en Europa disfrutan d e los más a ltos. niveles
lidad 'tÓdilvía limitadá de lÓs cuadros técnicos; y 5o. la inse~ de ingreso, ·adoptan respecto a la ayuda fi nanciera actitudes
guridad respecto a la . disponibilidad continua de recursos ex- puramente bancarias.
ternos.
Al coneluir estas reflexiones sobre la Carta de Punta del
El señor Presidente de la República atrajo la atención Este, no puede menos que reconocerse la gran importancia
a l primero de estos factores limitantes diciendo en su último de ese documento de cooperación económica an1ericana. Con-
informe a l Congreso, al hablar sobre el Presupuesto Federal, tamos ahora con un instrumento de utilidad decisiva para al-
que ··"las necesidads de la Nación son múltiples y desgra - canzar un p rogreso económico y social más r ápido en Amé-
ciadamente los elementos con que se cuenta escasos". Ya rica Latina m ediante la planeación, la integración econónúca
se ha destacado aquí mismo la urgencia de una reforma fis - regional y la cooperación en la solución de los problemas de
cal eu yo objetivo principal sea extender su radio de acción los productos básicos. Ello exige el cumplimiento expedito
a la riqueza ociosa y no productiva y no simplemente aumen- y vigoroso de los compromisos contraídos por los países fir-
tat· la carga de imposición sobre quienes cumplen con sus man tes de la Carta. La incomprensión, las dilaciones o la
obligaciones. inesponsabilidad en la ejecución de los principios de la Carta
En cuanto al reducido tamaño del mercado nacional, es- y las frustaciones que ello llegara a originar en los pueblos
timado en unos 12 millones de consumidores en una población latinoamericanos, podrían conducir a graves consecucencias.
tres veces mayor, es penoso observar el contraste entre esa
Parece haber base suficiente para afirmar que M éxico
demanda potencial y la capacidad ociosa de muchas ramas
está en aptitud de acelerar su crecimiento y de acortar la
industriales productoras de bienes de consumo. Nuestra par-
distancia que separa nuestros niveles de vida de los que ca-
tiCipaciÓn en el programa de integración regional, trazado en
racterizan a las naciones económicamente avanzadas. La ace-
el Tratado de Montevideo, puede ayudarnos, en parte, a re-
solver este serio problema. Sin embargo, sólo la mejor dis- leración d el desarrollo depende en gran medida de nuestra
habilidad y decisión para atacar los problemas con m ejores
tribución del ingreso nacional y el aumento del ingreso real
en las regiones atrasadas de nuestro territorio y en los grupos instrumentos técnicos y administrativos, aprovechando nues-
tras experiencias y las de otros paísesL mejorando nuestros
de bajos ingresos, especialmente en el campo, podrán impulsar
el uso más completo de la capacidad industrial existente en métodos de programación, coordinando en forma más estre-
las industrias de bienes de consumo y fomentar su continuo cha las actividades del sector público y el privado y defi-
crecimiento. La expansión d el mercado nacional depende ob- niendo claramente nuestras metas a mediano y largo plazo.
viamente de las mayores transferencias de los fondos estatales
Hay que insistir, sin embargo, por lo que a México se
para inversión básica y servicios sociales. El volumen de és-
refiere, que en vista del camino que ya h emos recorrido en
tas depende, a su vez, de los ingresos del sector público,
las últimas décadas, al haber partido de una posición de na-
t¡ uedando de esta manera establecida la relación directa en-
ción soeial y políticam ente atrasada a la de otra en la etapa
tre la estructura del sistema fiscal y el tamaño actual y fu-
hacia la madurez, las recomendaciones de Punta del Este no
I uro del mercado nacional.
constituyen para nosotros el inicio de una nueva época. Al
Una relación semejante existe entre el subdesarrollo de comprobar que nuestro camino y nuestras políticas económico-
la agricultura tra dicional y los dos obstáculos acabados de sociales han sido en esencia correctas, la Carta de Punta del
mencionar. Para impulsar este sector es imprescindible au- Este nos permitirá estimular y coordinar nuestros esfuerzos
mentar el volumen de la inversión agrícola, pública y privada. con las demás repúblicas americanas para que, mejor or-
La primera está limitada por las presiones de otras necesi- ganizados, logremos la realización de nuestra m eta común:
dades sobre los recursos del sector público, la segunda no la aceleración del desarrollo y la elevación en el más breve
puede crecer suficientemente, entre otros motivos, por el re- plazo ele los niveles de vida de los pueblos de América Latina.

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