Está en la página 1de 5

1

05.17.15

Programa IBF: embarazo (Octubre 1, 2014 – Junio 28, 2015) 37 semanas

SERIE: Disciplinas espirituales. Lectura Bíblica:

Basado en el libro “El espíritu de las disciplinas de Dallas Willard

“Hacer practica las disciplinas” 30 semana.

Cinco domingos acerca del perdón Mayo 17-24-31-7-14

Perdón divino

Éxodo 34:6-7

5
Y Jehová descendió en la nube, y estuvo allí con él, proclamando el nombre de Jehová. 6Y

pasando Jehová por delante de él, proclamó: ¡Jehová! ¡Jehová! fuerte, misericordioso y piadoso;

tardo para la ira, y grande en misericordia y verdad; 7que guarda misericordia a millares, que

perdona la iniquidad, la rebelión y el pecado, y que de ningún modo tendrá por inocente al

malvado; que visita la iniquidad de los padres sobre los hijos y sobre los hijos de los hijos, hasta

la tercera y cuarta generación.

Perdón

Liberar a una persona de la culpa y sus consecuencias, incluyendo el castigo;

usualmente como un acto de favor, compasión o amor, con el objetivo de

restaurar una relación personal rota. El perdón puede involucrar tanto la

remisión del castigo como la cancelación de deudas.


2

Perdón divino

Dios perdona los pecados de los creyentes sobre la base del sacrificio de

Jesucristo en la cruz ofrecido de una vez y para siempre. Los pecados de los

creyentes ya no cuentan en su contra, debido a la muerte expiatoria de

Jesucristo.

5. Jehová descendió en la nube—El emblema de la nube parece haber

sido escogido para significar que, aunque se complacía en hacer conocer

mucho acerca de sí, había más que estaba velado a la vista mortal. Era para

refrenar la presunción, y engendrar el temor reverencial, y dar un sentido

humilde de las adquisiciones en el conocimiento divino, como el hombre ve

ahora, más obscuramente. 6. Pasando Jehová por delante de él—en esta

escena notable. Dios ejecutó lo que había prometido a Moisés el día anterior.

proclamó: Jehová … misericordioso y piadoso—En un período anterior

Dios se había anunciado a Moisés en la gloria de su majestad auto existente

y eterna, como “Yo soy”; ahora se da a conocer en la gloria de su gracia y

bondad, atributos que habían de ser ostentados esclarecidamente en la

historia y experiencia futuras de la iglesia. Estando por republicar su ley

-estando perdonando el pecado de los israelitas, y estando por ser firmado y

sellado el instrumento del perdón, por la renovación de los términos del

pacto anterior- era el tiempo más propicio para proclamar la extensión de la


3

misericordia divina que había de ser manifestada, no sólo en el caso de

Israel, sino de todos los que cometen ofensas.

(Isaías 55)

INTRODUCCIÓN:Así es en religión: todas las religiones humanas pretenden

hacer ganar la salvación (ej.: faquires indios y devotos católico-romanos);

pero notemos que todos los grandes dones de Dios son gratuitos (ej.: el sol,

el aire, la lluvia, las cosechas). Más, ¿no tenemos que hacer nada para ganar

el privilegio mayor, la vida eterna? ¡Oh, sí! (Ef. 2:8, 9). Hay que hacer algo,

pero diferente de lo que los hombres piensan:

1. Escuchar la palabra de Dios (v. 2): toda obra de salvación empieza

con esto: «La fe viene por el oír». ¿Cómo hay que escucharla? «Inclinad

vuestros oídos». Esto es, poned el corazón. Cuando veis a algunas personas

que escuchan con ansia el Evangelio, tened por seguro que se salvarán. ¿Por

qué? Porque los corazones humanos son, por naturaleza, rebeldes y

escépticos. Que Dios las haga inclinarse hacia Él, a ningún otro lado

podemos inclinar (o sea, acercar) nuestros oídos con más provecho.

2. Ir a Dios en oración (v. 3): cuando alguien os llama, lo primero que

hacemos es escuchar; lo segundo, acompañarle y hablar con él. Debemos

hablar con Dios y decirle lo que sentimos. Si no tenéis fe, decídselo; si tenéis

alguna dificultad, decídsela también a Él. Quizás habéis orado otras veces

pidiendo favores diversos; pero se trata de una entrevista diferente; no


4

favores materiales, ni tampoco el perdón de pecados en la forma ligera de

siempre. Cuando no se conocen las promesas del Evangelio, no se puede

orar del mismo modo que después.

3. Hay que ir con fe en Cristo (v. 4): esta profecía fue escrita 500 años

antes de Cristo. ¿A quién se refería? No ha pasado otro hombre por la Tierra

que pueda ser llamado jefe y maestro de las naciones. Jesús estaba seguro

de su misión cuando dice: «Dondequiera que sea predicado este Evangelio,

en todo el mundo». Si ha salvado a millones, de todas las razas, ¿no lo hará

contigo? Jesús dice: «El que a Mí viene, no le echo fuera».

4. Hay que hacer un pacto moral con Dios (v. 3):

a) Un pacto que abarque toda la vida pasada para que sean borrados sus

malos hechos: es bueno detallar a Dios los pecados que se recuerdan,

aunque Él borrará también los no recordados, si nuestra confesión es

sincera. «Nos limpia de todo pecado» (1 Jn. 1:9).

b) Es un pacto de condiciones muy favorables (v. 3): como el mensaje

era dirigido a los judíos, el profeta pone el ejemplo de las promesas de Dios

a David; pero Jesús, el supremo Hijo de David según la carne, Hijo de Dios,

ofrece promesas muy superiores (Jn. 5:2–25).

5. Es necesario dejar impedimentos (v. 7; He. 12:1):

a) «Sus caminos», en el lenguaje figurado de la Biblia, indica nuestro

viejo modo de andar y proceder; nuestras costumbres y vicios, opuestos a

Dios.
5

b) «Sus pensamientos» significa «propósitos y deseos»: el pensamiento

es el origen y causa del hecho Fil. 4–8 Por lo demás, hermanos, todo lo que es

verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que

es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto

pensad. ¿No vale la pena abandonar estas cosas por tan valioso como es la

salvación eterna de nuestras almas?

6. Cuándo conviene acudir (v. 6): «Mientras pueda ser hallado».

a) Significa en vida, en salud; no esperar a la hora de la muerte, ni a que

Dios esté más lejos de nosotros (o mejor dicho, nosotros de Él). Cuando

Dios se acerca hay que aprovecharlo, porque el diablo vendrá pronto a

ocupar el lugar vacío del corazón.

b) Dios no podrá ser hallado en todo tiempo: recordemos el llanto de

Jesús sobre Jerusalén, porque los judíos no reconocieron «su día». ¡Qué

bueno es que Dios se deje hallar por nosotros! Podría esconderse

eternamente y dejarnos en nuestra profunda ignorancia, sin Cristo ni el

Evangelio. Sería un Ser notorio por sus obras, pero inaccesibles; viviríamos

en eterna añoranza de nuestro Creador y Padre, pero ahora Él nos dice:

«Venid a Mí».

También podría gustarte