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Trabajo Práctico
PARCIAL DOMICILIARIO
L.U: 28.081.043
Este 2019 se cumplen 80 años del final de la Guerra Civil Española. Hecho que tiene como
disparador, el intento de golpe de Estado contra el gobierno de la Segunda República, el 17 y 18
de julio de 1936. Desde ese momento, comenzó una guerra civil que concluiría varios años
después: el 1 de abril de 1939. Francisco Franco iniciaba, desde ese momento, una larga
dictadura hasta el día de su muerte en 1975.
El bando sublevado, formado por un sector del ejército, falangistas, y monárquicos; contó
también con la colaboración de la Iglesia y de fuerzas militares de la Alemania nazi y la Italia
fascista. El ascenso y consolidación en el poder de los fascismos europeos pasaba a una etapa
superior: la Guerra Civil Española fue un ensayo general de tácticas y armamentos utilizados
posteriormente en la Segunda Guerra Mundial por el eje nazi fascista.
Mientras algunos lo subestimaban, o preferían sacar redito geopolítico de una efectiva barrera
frente al avance del comunismo; hubo quienes advirtieron de inmediato el peligro que
significaba y lo que estaba en juego: algo más que la suerte del país ibérico. Como lo definiera
Halperin Donghi era “la tormenta sobre el mundo”, de la que ya nadie podría salir sin mojarse.
Así Fascismo / Antifascismo fue prontamente observado como un combate entre dos maneras
de concebir la política, la cultura, la vida misma.
En Argentina la recepción del conflicto tuvo un impacto en la arena política local, que iba más
allá de una toma de posición testimonial. De manera distinta a la primera guerra mundial,
cuando fueron fundamentalmente las colectividades de inmigrantes quienes vivían el día a día
del conflicto, en 1936 la recepción de la Guerra Civil Española involucraba a una mayor porción
de la sociedad. No solo por el peso de la corriente inmigratoria española en Argentina, sino por
la percepción de lo que ocurría del otro lado del Atlántico como una lucha civilizatoria. Actores
políticos, sociales y del campo de la cultura local, tomaron partido por alguno de los dos
términos de la ecuación, al punto de convertir el fascismo – antifascismo en un clivaje que llegó
a movilizar a un sector importante de la ciudadanía.
En conclusión, podemos definir el recorte del tema propuesto, como el impacto de la Guerra
Civil Española en la política argentina; en particular como asimiló el conflicto la Unión Cívica
Radical a través de su presidente y máxima figura durante los años ´30: Marcelo T. de Alvear.
Así definido el recorte, su abordaje conlleva una serie de cuestiones a problematizar, para
encarar la investigación en el archivo. Por ejemplo podemos nombrar entre otras: cómo se
desarrolla el vínculo de Alvear con el bando antifascista, teniendo en cuenta la heterogeneidad
de sus componentes. Como se inserta en la red de solidaridad republicana, devenida en
antifascista. Cuáles son los discursos y prácticas de estas redes de sociabilidad. Si se visualiza un
cambio en la forma de administrar la intensidad de esos vínculos a partir del cambio de
coyuntura local e internacional, cuando en junio de 1940 los nazis ocupan Paris, y asume como
presidente provisional en Argentina el conservador Ramón Castillo. Como Alvear trasmite los
vínculos personales a la orgánica del radicalismo, un partido entonces refractario a cualquier
marco de alianza electoral. Como operaron en este sentido los intentos de formación de Frentes
Populares de parte de un sector de la izquierda. Cual fue la importancia de las relaciones
personales de Alvear con figuras prestigiosas del bando republicano. Cual fue la importancia de
su previa actividad diplomática, para ver a la Argentina situada en el mundo, superando la visión
telúrica de gran parte de la dirigencia política local. Como opero en el marco de la
reorganización de la UCR pos-yrigoyenista de los años ´30 para resignificar y replantear la
tradicional doctrina de neutralidad yrigoyenista. Como lograr el equilibrio para condenar al eje,
haciendo hincapié en la defensa de la República y la democracia contra todo extremismo; sin
caer en posiciones abiertamente aliadófilas. Como manejaba Alvear la tensión entre sus
compañeros de clase y los “compañeros de ruta”.
Para encarar la investigación, usamos el Fondo Marcelo T. de Alvear (FMTA), que se encuentra
depositado en la Biblioteca y Archivo Histórico de la UCR. Este Fondo se compone de tres Series:
Serie libros de recortes periodísticos, Serie discursos y manuscritos y Serie correspondencia.
Cabe destacar que el FMTA reingresó recientemente a la institución -proveniente de otra muy
importante-, y si bien fue trabajado por destacados investigadores, carece de un criterio
archivístico en su descripción y guarda.
La Serie correspondencia fue elegida para la investigación por criterios cronológicos y por las
características particulares del tipo documental, que nos da la posibilidad de establecer redes
de relaciones entre personas y organizaciones, así como acercarnos a los discursos y prácticas
de las mismas. Cartas, esquelas, telegramas, tarjetas postales, etc. que tienen como fechas
límite 1907 y 1942, aunque mayoritariamente se destacan las producidas luego de finalizada su
presidencia (1928).
Un párrafo aparte merece el género epistolar. Más allá de los que creen en su reanimación de
la mano del TIC´s, o los que anuncian su muerte; podemos acordar cuanto menos que las cartas
escritas tradicionalmente a mano son cada vez más una excepción. La carta nació prácticamente
con la escritura. Es quizás la forma discursiva más expandida a la que se ha podido acceder. Por
supuesto, a través de todo este tiempo no ha parado de transformarse, en tanto practica de
escritura, practica material y como practica social.
Armando Petrucci nos recuerda que quien deba investigar epistolarios, debe hacerse una serie
de preguntas básicas: quien escribió, a quien –remitente y destinatario-, como escribió, con que
técnicas, materiales, en que espacio, con que reglas de orden grafico o textual, y con qué
finalidad. Los usos son múltiples, y pueden incluir comunicar información, transmitir ordenes,
denunciar situaciones de aislamiento, desplazamientos, encarcelamientos, exponer un
pensamiento, dar o pedir noticias, mantener contactos, extender la propia influencia y poder,
solicitar un beneficio, subsidio o ayuda.
Nora Bouvet nos previene contra uno de los males del archivo –al decir de Farge-, que se le
presenta al investigador en la correspondencia. Hay que desmitificar a las cartas como
referentes absolutos de verdad y autenticidad, fidelidad y privacidad, quizás por esa sensación
de espontaneidad, que se observa con más fuerza en las que sirven de medio de comunicación
social. En este sentido debemos comprenderlas siempre como un gesto de comunicación y de
escritura.
Los primeros meses de la guerra civil española, lo tienen a Alvear viajando por Europa (Portugal,
Italia, Francia). Más allá de alguna declaración periodística de circunstancia, los temas
importantes de esos días parecen tratar exclusivamente sobre la situación política local. Va a ser
el bombardeo de la Ciudad de Guernica por la aviación alemana, aliada al fascismo, un hecho
que lo conmueve fuertemente, y que va a condenar públicamente expresando su solidaridad
con el pueblo Vasco ante el horror de la masacre de civiles (Doc. N° 1 y 2).
Las practicas que desarrollaban estas asociaciones para efectivizar el apoyo a la causa
republicana podían ser desde actividades de difusión (Doc. N°7), o campañas de ayuda material
y financiera (Doc. N°12).
Cabe destacar como luego de la derrota del bando republicano, las asociaciones continuaron
funcionando orientando su ayuda a que los republicanos puedan ser recibidos en Argentina
(Doc. N° 8), que puedan exiliarse en nuestro país escapando de los campos de refugiados (Doc.
N°10), especialmente la situación de aquellos que militaron en el campo de la cultura (Doc. N°
13).
Una mención especial merece la correspondencia enviada por militares republicanos españoles
presos en un campo de concentración de Tunez a Alvear (Doc. N° 11 y 15), o el caso de las
gestiones realizadas por Alvear para que el General del Ejercito Republicano defensor de Madrid
Vicente Rojo se exilie con su familia en Argentina (Doc. N° 14 y 16).
Una vez en Argentina los exiliados necesitaban resolver problemas económicos, por lo cual se
debía atender la situación laboral de muchos de ellos, que pretendían continuar con sus oficios
(Doc. N° 17) o insertarse en los círculos académicos de nuestro país, continuando con su
actividad científica (Doc. N° 9).
[Documento N° 01]
Nota. Marcelo T. de Alvear opina acerca de la situación del pueblo Vasco luego del
bombardeo de Guernica. Buenos Aires, 1 de mayo 1937. Original. Folios: 1. Biblioteca y
Archivo Histórico UCR. Fondo Marcelo T. de Alvear. Sala 1 Caja N°12 Carpeta N°05.
[Documento N°02]
Halperin Donghi, T. (2004). La Argentina y la tormenta del mundo: ideas e ideologías entre 1930
y 1945. Buenos Aires: Siglo XXI.
Petrucci, A. (2018). Escribir cartas, una historia milenaria. Buenos Aires: Ampersand.
Swiderski, G. (Dir.) (1999). El epistolario de Manuel Ugarte (1896-1951). Buenos Aires: Archivo
General de la Nación.