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Teorica 1 Ciudad Latinoamericana PDF
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HORACIO SARDIN
Es muy diferente a la Ciudad Europea, nuestras ciudades son más jóvenes, mientras que en el
viejo mundo muchos núcleos urbanos arrastran 2000 años de existencia, por ejemplo las
fundadas por los romanos, como Paris o Londres y 2500 años las creadas por los griegos. En
América las ciudades más antiguas son por ejemplo Tenochtitlán en el actual México del 1400
y Cuzco del imperio Inca del 1300. También nos diferencia del universo europeo los
abundantes recursos con que ellos cuentan al pertenecer al primer mundo. Vemos en forma
continua como las ciudades europeas se reinventan a partir de intervenciones urbanas que no
solo tienen como objetivo la preservación y revitalización de sus cascos urbanos históricos sino
que además generan enormes inversiones en regenerar sus espacios públicos, en la
construcción de equipamientos públicos y de viviendas colectivas y en la mejora del transporte
público.
También es muy ajeno a nuestra realidad el fenómeno de las ciudades asiáticas, donde se
experimentan procesos de crecimiento urbano y de creación de nuevas ciudades nunca visto
en la historia. La frenética y descontrolada construcción de ciudades repercute en el
medioambiente que lleva a China a tener las 9 de las 10 ciudades más contaminadas del
mundo. Cuando recorremos alguno de estos centros urbanos, por ejemplo Beijing, vemos
como cientos de enormes conjuntos edilicios destruyen los centros históricos y en la periferia
aparecen gigantescas torres entre los arrozales. Esto nos recuerda el lucido texto de Rem
Koolhaas “Ciudad Genérica”, del año 1995. El se refiere a una ciudad sin historia, construida a
partir de torres de vidrio impersonales en cualquier lugar de la ciudad tanto en el centro como
en el arrozal.
Nuestra realidad es bien distinta, con escasos recursos para realizar obras e intervenciones
urbanas en un continente eminentemente urbano. El 80 % de la población vive en ciudades
que equivale a 570 millones de habitantes mientras que en el mundo solo el 55% es urbano.
Tenemos una historia compartida en Latinoamérica a partir de la conquista en manos de los
europeos y el posterior proceso de colonización, las revoluciones de independencia, las
democracias interrumpidas por los golpes militares, etc. Nuestro origen es común más allá de
los matices, la fundación de las ciudades a cargo de los imperios coloniales españoles y
portugueses, con una impronta renacentista (la cuadrícula) a diferencia de los trazados
medievales de las ciudades europeas.
Plano de la ciudad de Guadalajara, México. Típica ciudad en damero de las Leyes de Indias.
Es necesario hacer una revisión histórica de nuestras ciudades para comprender sus
problemáticas y complejidades y así poder intervenir en las próximas décadas. Ustedes serán
los que en un futuro van a trabajar en ella desde el rol que les toque desempeñar, como
proyectistas, docentes, teóricos, funcionarios públicos, periodistas, constructores, etc. Para
esto es necesario concientizar políticas, ser críticos y propositivos. Los graves problemas de
nuestras ciudades aun no están resueltos, la falta de espacios públicos, la carencia de
equipamientos públicos y de transporte público, la pobreza y la falta de viviendas dignas así
como también los problemas medioambientales. Debemos transformar esta realidad que no
nos gusta empleando la creatividad como recurso fundamental y en una región donde los
recursos escasean. Detrás de todo gran político transformador de la ciudad hay un gran
arquitecto transformador de la ciudad. Sin ambos componentes, por un lado el equipo de
grupos interdisciplinarios liderados por arquitectos y por otro, los políticos, el proceso
transformador no se realiza.
1-TIERRA DE UTOPIAS
Desde el primer momento de la conquista, América fue tierra fértil de teorías y utopías
europeas. Para ellos se trataba de un territorio vacío, cuando en realidad estaba habitado por
una enorme cantidad de culturas de una diversidad importante. Veremos en esta teórica como
la Utopía recorre toda nuestra historia hasta llegar al presente.
Como sabemos, 2500 años atrás, Platón planteó las tres primeras ciudades utópicas de la
historia. En “La Republica”, imagina una ciudad ideal llamado Calipolis, con una elite dedicada
al gobierno, otra a la guerra y la población aplicada a la producción. Atlántida, desarrollada en
“Critias”, donde describe los aspectos funcionales y formales de la polis. En “Las Leyes”, su
última obra, plantea una sociedad ideal a partir de una ciudad ideal, circular, centralizada, con
una visión aristocrática y una estructura social rígida y piramidal, limitada en sus posibilidades
de expansión demográfica. Esta era una visión enfrentada a los ideales democráticos de la
polis griega de su época, representada por la trama reticulada.
Más tarde Thomas More, teólogo inglés, escribe “Utopía” (1516), un relato sobre una
sociedad basada en los ideales del mundo clásico y el cristianismo, influenciado por los ideales
de Platón en su obra “La Republica”. Se trata de una comunidad pacifica donde la propiedad
de los bienes son comunes.
Las primeras utopías en América fueron experiencias religiosas. Más tarde, en los siglos XIX y
XX fueron utopías relacionadas con el pensamiento político. Siempre las propuestas de una
sociedad ideal fueron acompañadas de una organización urbana que la sustenta.
Simón Bolívar en su voluntad de construir la patria grande, plantea la fundación de una capital
para el nuevo mundo en el istmo de Panamá, entre dos mares y en el centro del mundo. La
Utopía Bolivariana, se trataba de una capital universal ubicada estratégicamente. La
balcanización del territorio americano definió el fracaso de su propuesta y de sus sueños
utópicos.
Existieron intentos efímeros del Socialismo Utópico en nuestras tierras, como el del arquitecto
Andreoni que imaginaba en Montevideo para el conventillo “Falansterio” o las Colonias
Agrícolas Santsimonianas de Entre Ríos, Santa Fe y Corrientes. En 1917, cuando la revolución
rusa transmitió el entusiasmo por transformaciones sociales, en la Argentina persistía el
espíritu de la generación del 80, vinculado a políticas del capitalismo inglés, con una economía
agroexportadora y una cultura cosmopolita de base eurocéntrica.
En “La Ciudad Anarquista Americana” de 1914, escrita por el francés Joaquín Alejo Malconnet,
bajo el seudónimo de Pierre Quiroule (vivió en la Argentina), imagina una sociedad futura que
negaba la gran ciudad metropolitana como expresión de todos los males. Proyecta pequeños
poblados “autónomos y autosuficientes en lo económico para lograr la libertad y la alegría de
vivir”. Plantea la destrucción de “Las Delicias” (Buenos Aires) y la recomposición del territorio
en multitud de pequeñas comunas autosuficientes de 10.000 habitantes. Inspirado en La
Ciudad Jardín de E. Howard (1902), proyecta un planteo higienista. Las viviendas se
encuentran en la periferia en contacto con la naturaleza y en el centro una plaza cuadrada, 4
avenidas diagonales y 3 edificios: la sala el consejo, el teatro y el gimnasio. En el sector
intermedio se encuentran los talleres industriales rodeados de espacios verdes. Propone la
abolición de la propiedad privada, el dinero y el comercio, en las antípodas de la visión de
Sarmiento. Una regeneración moral a partir de desterrar el individualismo y la explotación. Sin
jefes, se distribuye el trabajo y se desdibuja los límites entre ciudad y campo. Todo un
precursor ecológico, se refiere al uso de la energía solar, hidráulica y eólica. Sin gobierno, ni
administración pública, ni burocracia parasitaria, se organiza gracias al consejo comunal que
se reúne una vez por semana. Se suprimen los ferrocarriles, los tranvías y los autos, por las
cortas distancias. Esta ciudad se caracteriza mas por lo que no tiene que por lo que tiene.
Plano referido a la obra de Pierre Quiroule “La Ciudad Anarquista Americana”, 1914.
Christopher Alexander en su texto “La ciudad no es un árbol” de 1965, refiere a un árbol que
no es verde con hojas, sino un modelo de pensamiento. Habla de ciudades naturales, por
ejemplo Siena, Liverpool, Kioto, Manhattan, que se han levantado más o menos
espontáneamente a lo largo de muchos años; y las ciudades artificiales por ejemplo
Chandigarh, y las New Towns británicas, aquellas ciudades o parte de ellas que han sido
deliberadamente creadas por diseñadores y planificadores). En estas últimas falta algún
ingrediente esencial y no han adquirido la patina del tiempo de las primeras. Se puede
construir un barrio o una ciudad, lo que no se puede construir ex novo es química urbana.
Renzo Piano dice que un barrio se construye en 50 años y una ciudad en 500 años, cuando
explica su propuesta de la gigantesca renovación urbana Postsdamer Plats en Berlín.
La ciudad de Buenos Aires fue fundada como una típica ciudad de la Leyes de Indias, con su
cuadricula típica. Lo diferente es que la ciudad tradicional con la plaza de armas central es
alterada y en este caso se encuentra junto al rio de la Plata, extrovertida. Obviamente la plaza
está en ese lugar porque está el rio y se debe a él la creación de la ciudad en este lugar. Ciudad
y rio están fuertemente articulados.
Uno de los primeros planos de la ciudad de Buenos Aires.
En 1855 se construye frente al rio y detrás de la Casa de Gobierno, la Aduana Taylor, que fue
el primer edificio público de gran volumen construido en Buenos Aires. Este edificio, con su
fachada curva, se convirtió en la fachada de la Plaza de Mayo hacia el rio. Con su muelle,
conformo la primera imagen de un skyline costero destinado a dar una imagen de la ciudad
hacia el rio. Es por ese muelle por donde ingresaban los miles de inmigrantes y viajeros.
En 1884 es demolida la Aduana Taylor para construir Puerto Madero, con la consolidación del
modelo agroexportador liberal, dependiente de la economía británica y del comercio exterior.
En puerto fue ubicado estratégicamente en el área central y muy próximo a la Plaza de Mayo.
Este fue el pecado original de cómo la ciudad quedo separada de su rio, el que le dio origen y
sentido. Las obras de infraestructura portuarias generan barreras físicas que impiden la
conexión con el rio del área central a lo que se suman las barreras arquitectónicas generadas
por la traza del ferrocarril del año 1890. Estas trazas de transporte de forma convergente
concluyen el mismo puerto, condicionando la estructura de Buenos Aires, convertida en
ciudad-puerto, de donde eran embarcadas las materias primas. Apenas terminado e construir
el Puerto Madero, se construye las instalaciones de Puerto Nuevo, resultan insuficientes por
falta de espacio, bloqueando aun más el acceso a la costa.
Podríamos definir 1830 como el momento de cambio entre el Modelo Español (con una
fisonomía de ciudad doméstica) y una nueva era, la de la monumentalidad, del modelo
europeo. Este Modelo Europeo perdura un siglo (1830-1930), en plena relación entre
urbanismo, arquitectura y política, Reemplaza la imagen colonial por otra, la de una gran
capital internacional. En este periodo la arquitectura y las ideas urbanísticas construyeron la
identidad del espacio público y del paisaje de la ciudad, vista desde una estética uniforme y
global. Inspirada en la monumentalidad de las grandes obras urbanas y edilicias francesas, se
aplica al área central de Buenos Aires. La homogeneización edilicia, las grandes veredas
parquizadas, los ensanches de avenidas como Santa Fe, Córdoba, Corrientes, Belgrano,
Independencia, San Juan, Paseo Colón, Avenida de Mayo, las diagonales y el empleo del
paisajismo parisino aplicado a parques y plazas, modifican la escala doméstica de raíz
española. Buenos Aires se convierte en neoclásica, con los rostros urbanos que responden a las
reglas compositivas de La Ecole des Beaux Arts. Grandes instituciones públicas fueron
construidas en esta época (más que en todo el resto de nuestra historia), como el Congreso
Nacional, el Correo, los Tribunales de Justicia, y obras de infraestructura, muchos de ellos con
proyectos de arquitectos franceses que nunca conocieron Buenos Aires.
Concluye este periodo el Plan Noel-Forrestier (1925-1930), que introduce la regulación urbana
realizada desde el estado, aplicada a la construcción de espacios públicos, equipamientos
públicos y viviendas. En un episodio breve, pero muy significativo por su vocación de generar la
“Reconquista del Rio”, a partir de una gran avenida costera desde el puerto hasta el límite de
la ciudad, parques costeros y barrios de viviendas paralelos a dichos parques. Carlos Noel
como intendente de la ciudad, contó con el trabajo del paisajista francés J. N. Forrestier, que
proyecto una cantidad importante de plazas y parques. Desde una visión higienista con una
estética que va del pintoresquismo al eclecticismo, construyen también barrios obreros,
hospitales, hornos incineradores y servicios generales.
Le Corbusier viaja a Buenos Aires en el 1929 y sus propuestas llegaron solo a una pequeña
elite de intelectuales. El urbanismo moderno desde su visión higienista, era crítico de la ciudad
tradicional, creía que se había convertido en un lugar oscuro y poluido. A partir de los grandes
avances tecnológicos, la aeronáutica, la industria automotriz, y las tecnologías aplicadas a la
construcción de edificios en altura, las posibilidades de la estructura independiente, el vidrio y
el desarrollo de los elevadores, se genero un nuevo paradigma en la relación entre la
arquitectura y el suelo.
Nuestra gran capital, admiradora del modelo parisino y del academicismo, con su tejido
cerrado no brindaba espacio para las ideas del maestro suizo. Esta nueva visión, considera a la
ciudad como una hoja en blanco que hay que escribir, buscando el espacio vacío y neutro.
Buenos Aires es todo lo contrario, con una trama abigarrada, con sus “calle corredor”, con
edificios construidos dentro de la cuadricula tradicional, solo tiene ese espacio vacante en el
rio y en las periferias exteriores. En 1938 Le Corbusier realiza su plan urbano para Buenos
Aires, desarrollado por los arquitectos Kurchan y Ferrari Hardoy. Se trataba de un gran collage
estructurado por un sistema vehicular y la extensión sobre el rio, que es su principal apuesta.
El río de la Plata se entiende como una red de circulación, a partir de un eje vertebrador que,
al extenderse se ramifica cociendo todo el territorio. Esta propuesta, sin bien en su momento
no tuvo gran aceptación y quedó en la historia como un proyecto utópico, repercutió
profundamente en las futuras vanguardias locales.
Le Corbusier imagino lo que denominaba “la ciudad de los negocios” frente al río de la Plata.
Plan Director de Buenos Aires (1938), la utopía de Le Corbusier que no llego a construirse.
El Plan Regulador de la ciudad de Buenos Aires de 1962 y toda la década del 60, adopto sus
principios: liberación de suelo urbano para crear espacios verdes de esparcimiento, el rol de
las infraestructuras para la consolidación del espacio público y la zonificación funcional. Estas
ideas llevadas al plano de la realidad desencadenaron procesos negativos, sobre todo en las
periferias, donde podían manifestarse (la ciudad ya estaba muy consolidada). Los barrio-
dormitorio, con la única función de alojar viviendas sin espacios públicos ni equipamientos
públicos, no logran generar química urbana. En este periodo de planes reguladores, sin
contenido arquitectónico, repercute en la indefinición espacial, desdibujando su carácter. Se
trata de un urbanismo burocrático, sin contenido arquitectónico, que ha suprimido la
identidad de lo urbano. La ciudad la construyen los códigos, derivando en una urbanidad
abstracta. Se suma a esto la especulación inmobiliaria que lleva en estos años a una
degradación de la calidad edilicia.
A partir del arribo de la última dictadura militar en el año 1976, comienza el periodo de
realización de obras como la creación del CEAMSE, el proyecto de ensanche del área central y
el plan de autopistas, que atraviesan la trama existente generando terribles heridas en la
ciudad. Esto significo la demolición de sectores importantes de los barrios porteños, así como
también fue una época de desalojos forzados de villas miseria. Él automóvil como
protagonista, primando la lógica de los técnicos viales en la planificación de la ciudad. El
resultado inevitable es que cuanto más lugar se da al automóvil, las congestiones aumentan.
En este periodo se profundiza la extensión de la ciudad como una mancha de aceite en las
periferias generándose suburbias pobres en permanente crecimiento al día de hoy. Estos
barrios-dormitorios carentes vida, sin equipamientos y espacios públicos. Este modelo genera
para sus pobladores, largos y penosos viajes cotidianos en búsqueda del trabajo que se
encuentra en el centro de la ciudad provocando una pérdida de calidad de vida. Al mismo
tiempo se genera el despoblamiento del interior del país. Como explica años atrás Martínez
Estrada en “La cabeza de Goliat” (1957), en un análisis de la cultura argentina: Buenos Aires
como una magnifica cabeza con un cuerpo tullido y escuálido. En otra de sus obras,
“Radiografía de la Pampa” (1942), se refería a un país que prefería mirar hacia el puerto en
lugar de buscar su esencia en el interior.
Así como el periodo anterior (1830-1930), Buenos Aires se convirtió en la gran ciudad capital, a
la manera europea, en las décadas siguientes se impone el modelo latinoamericano, con sus
problemáticas de pobreza y desigualdades sociales. Ambos modelos coexisten al mismo
tiempo en una misma metrópolis.
En la década del 80´ y con el arribo de la democracia (1983), se inicia un período de pocas
realizaciones concretas pero de una gran dinámica intelectual, con la participación de la
comunidad de arquitectos a través de múltiples concursos públicos. Tiempos de debates y
participación colectiva en la construcción del imaginario de la ciudad. El objetivo principal es
recuperar la vida pública de la ciudad por ejemplo con los concursos “20 ideas para Buenos
Aires”, organizados por la Sociedad Central de Arquitectos. La idea era intervenir en la ciudad
por fragmentos. Kevin Lynch en su libro “La imagen de la Ciudad” (1960), explica que ya es
imposible comprender la ciudad contemporánea como una unidad, sino a partir de un mosaico
de fragmentos. A partir de los vacíos urbanos como lugares de oportunidad para actuar, la
recuperación del frente fluvial revalorizando la relación con el rio de la Plata, intervenciones en
el centro de la ciudad y en los barrios. Por ejemplo Mataderos, La Boca, Palermo viejo,
Agronomía, Costanera Norte- Ciudad Universitaria, Retiro, etc. También fue importante la
elaboración de un Código Urbano basado en la ciudad figurativa, en la forma concreta de cada
manzana particular. Los temas ausentes de esta década fueron la vivienda de interés social y la
problemática medioambiental.
El objetivo del Concurso “20 Ideas para Buenos Aires”, recuperar la vida pública de la ciudad.
Concurso “20 Ideas para Buenos Aires”, la idea de intervenir la ciudad por fragmentos.
La recuperación de Puerto Madero, al final de la década, fue una obra importante realizada
también a través de un concurso público. Se trata de la intervención de una de las grandes
infraestructuras en desuso, el puerto, integrándola a la estructura de la ciudad. La
recuperación de los docks ladrilleros y su refuncionalización dieron nueva vida a un área
abandonada por décadas.
También se profundiza aun más y de forma escandalosa la ciudad difusa, extendida, como una
mancha de aceite de crecimiento continuo en el territorio. Se impone el Modelo Americano de
suburbias periféricas y autopistas de conexión con ellas. Se pierden de esta manera aéreas de
de tierra para la producción de alimentos. Se contamina el aire como consecuencia de los
traslados al mismo tiempo que se genera marginalidad, confinando a pobladores a vivir en las
periferias desurbanizadas. Paradójicamente en una nueva era después de la caída del Muro de
Berlín (1989), se generan miles de muros, que separan guetos de pobres (barrios carenciados,
villas miseria) de guetos de ricos (barrios cerrados, countries). Se genera fragmentación y
segregación social y urbana. Las desigualdades sociales se hacen más pronunciadas.
Situaciones complejas como el envió de la basura a distintos sectores periféricos que
contaminan las aguas y el aire, generan enfermedades a los pobladores que allí se alojan en
búsqueda de alimentos para subsistir.
Una delgada línea separa dos guetos. Se genera fragmentación y segregación social y urbana.
Autopistas y Centros comerciales habilitan la ocupación cada vez mayor del territorio.
Los barrios cerrados crecen de una forma ininterrumpida sin ninguna regulación.
Entre el año 1998 y el 2000 se formuló el Plan Urbano Ambiental de Buenos Aires, recién
aprobado por ley de ciudad en el año 2008. Como explica Enrique Garcia Espil, uno de sus
creadores “para aprobarlo, fue necesario despojarlo de muchos de sus contenido, dejándolo
limitado a una enumeración de lineamientos generales”. Lineamientos importantes pero
insuficientes para conformar un plan.
Tal vez los problemas más importantes en los próximos años será resolver la frágil relación
Ciudad-Río, y urbanizar el sur de la ciudad de la ciudad (de la avenida Rivadavia hacia el sur),
donde se encuentra los barrios más carenciados y villas miseria, olvidados por las políticas
públicas.
Buenos Aires se convierte en una compleja superposición del modelo europeo con el
latinoamericano y el americano. Vemos necesaria la intervención a distintas escalas, que no
solo contemple lo urbano (proyectos urbanos de las grandes piezas de infraestructura al
mismo tiempo que intervenciones barriales de mediana y pequeña escala), sino también el
territorio. Esto significa que no solo tenemos que contar con una “idea de ciudad”, sino que
también con una “idea de país”. Esta idea de país es la que ha faltado en las políticas públicas
de las últimas décadas, dejándonos a la deriva, sin propuestas globales, abarcativas de la
verdadera magnitud de nuestras problemáticas.
6-CAMINOS ALTERNATIVOS
Veremos ejemplos de otras ciudades latinoamericanas que en los últimos años han adoptado
el compromiso de transformar sus realidades generando cambios importantes. Los ejes de
acción para disminuir la segregación y la fragmentación urbana social y urbana se apoyan en
cuatro pilares: espacio público, equipamientos culturales, transporte público y vivienda
digna.
Este paisaje urbano de las favelas cariocas (ciudad informal) es el lugar de una serie de
intervenciones del programa denominado Favela-Bairro que tienden a convertirlas (a las más
de 20 favelas) en parte de la ciudad formal. Esto significa aplicar toda la energía en integrarlas
social y espacialmente al resto de la ciudad. Estas aéreas eran espacios en blanco en los mapas
catastrales. Para lograrlo se abrieron calle en las que pudieran acceder los automóviles, se les
asignaron nombres a las arterias y números a las casas, se construyeron espacios públicos
donde no los había, así como equipamientos públicos y en una etapa posterior viviendas
colectivas. Se esponjaron los tejidos cerrados de las favelas para generar espacios de
encuentro cualificados. Uno de los personajes fundamentales en esta tarea fue el arquitecto
argentino Jorge Mario Jáuregui acompañado de grupos interdisciplinarios de sociólogos,
economistas, abogados, etc.
En la periferia pobre de San Pablo, vemos un ejemplo de cómo un equipamiento público que
alberga cultura, ocio y deporte, pudo regenerar todo un barrio. El Sesc Pompeia (1977), se
trata de la intervención de la arquitecta Lina Bo Bardi en una vieja fábrica de tambores,
convertida en una edificio comunal pública abierta a todos. Se conservaron los edificios
ladrilleros, complementándolo con dos sólidos volúmenes de hormigón unidos por pasarelas.
El edificio es ocupado permanentemente por muchas personas de todas las edades realizando
diversas actividades. Por ejemplo, podemos encontrar ancianos leyendo diarios y revistas
mientras escuchan música en vivo a en cualquier memento del día. Es un centro comunal que
parece convertirse en una continuidad de las viviendas, por la forma natural y espontánea de
cómo es empleado.
Visión aérea de Mendoza, los árboles como protagonistas aportan identidad a la ciudad.
Córdoba es una ciudad que experimentó dos intervenciones urbanas importantes con la figura
del arquitecto Miguel Ángel Roca. La primera de los años 1975-1984, plantea la recuperación
del área central, como corazón urbano de apropiación peatonal, a través de peatonalizar
muchas calles, la creación de nuevas plazas y una puesta en valor del patrimonio histórico
monumental. También incluye la rehabilitación, reciclado y puesta en valor de mercados y
conjuntos barriales en los barrios intermedios y la recuperación del río, convertido en parque
lineal como elemento estructurante de la imagen urbana.
La primera estrategia en Córdoba en los 70’, aplicada a la revitalización del centro de la ciudad.
Medellín llego a ser en lo 80`la ciudad más peligrosa del mundo, en manos del narcotráfico, la
guerrilla y la delincuencia. Situada en el valle del rio Medellín que la recorre norte-sur y
rodeada de montañas. Es allí donde se han alojado las villas formando un tejido bajo y denso,
sin infraestructura ni regulación, desconectadas de la ciudad formal. Estos barrios carenciados
están surcados por quebradas que alimentan al rio, que generan lugares aislados que fueron
tomados por grupos de narcotraficantes y la guerrilla.
En 1985 se construye el metro y a mediados de los 90`, se formula el Plan Urbano Ambiental
para consolidar y sanear las laderas de las montañas e imponer un límite al crecimiento hacia
arriba y densificar las aéreas próximas al rio, resolviendo la relación ciudad-rio. Se crearon
redes de transporte elevado, el Metrocable, para integrar los habitantes que viven en lo alto
de las montañas con el centro de la ciudad en pocos minutos.
El espacio público en Medellín. Los niños como protagonistas y el agua como tema recurrente.
Las instituciones siempre localizadas frente a plazas, pueden ser atravesadas a nivel peatonal y
son contenedoras de actividades como bares, museos y bibliotecas abiertos durante el día y
hasta muy tarde. La misma participación de la gente es la que controla la seguridad del lugar.
Se eliminaron cercos y rejas para hacer apropiables a los lugares.
Se ideo un sistema compuesto por un conjunto de “Parques- Biblioteca”, Estos fueron alojados
en los barrios de las laderas de los cerros. Se trata de la conjunción de exitosas plazas-atrio,
que anteceden a la institución y hacen de interfaz entre el barrio y el edificio. La biblioteca, se
trata de un programa compuesto por tres funciones principales: una biblioteca, un auditorio y
talleres, además de las aéreas comunes y lugares de encuentro. Estos equipamientos
culturales de excelentes prestaciones, se convirtieron en un segundo hogar para los
pobladores, especialmente para los chicos que concurren al salir de las escuelas.
Las nuevas plazas de Medellín se caracterizan por una gran participación de la gente.
Tal vez, entre los años 2004 y 2008 fue el periodo de mayor transformación. La estrategia
urbana tuvo como figuras fundamentales al arquitecto Alejandro Echeverri Restrepo y al
intendente Sergio Fajardo. El principal objetivo fue hacer una ciudad socialmente más
equitativa y más integrada, mejorando los barrios más empobrecidos. Este plan tiene como
lema “Medellín la más educada”. Más allá del slogan que nos puede resultar un tanto
propagandístico, es en el plano de la realidad fue una propuesta profundamente
transformadora que logró que la esfera pública sea protagonista de la ciudad. Se trata de un
urbanismo social que convierte a una de las ciudades más pobres y peligrosas del mundo en
una de las mejores y sobre todo, la que más se ha transformado en tan poco tiempo.