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LA PERSONALIDAD DEL AUDITOR ES DEFINITIVA PARA EL ÉXITO EN SU

LABOR

La personalidad que tenga un auditor, es definitiva a la hora de realizar una buena


auditoría, puesto que dependiendo de ella, el proceso será más o menos
complejo,  y en esa medida se darán los resultados.

Uno de los trabajos quizás más difíciles que debe realizar un auditor, es la
auditoría, puesto que en este trabajo, por su propia naturaleza, se generan
inquietudes en el personal auditado, se presenta algún tipo de predisposición y o
antipatía.

Es un hecho que a nadie le gusta ser auditado, a nadie le gusta que lo revisen y lo
evalúen, y la reacción natural de la mayoría de las personas, es al menos no
colaborar con el proceso de auditoría, cuando no entorpecerlo.

Es por eso que la personalidad del auditor debe permitir una buena relación con
sus auditados, les genere confianza, o el menos una empatía, consiguiendo así su
comprensión y porque no, su colaboración.

Un auditor que tiene una forma de ser agradable, amistosa, por lo general logra
confianza y colaboración del personal auditado; pero si el auditor no es nada
amigable, no genera confianza, la colaboración será nula, y hasta “le harán la vida
imposible”.

Es por eso que para ser auditor, además de estudiar contaduría y auditoría, es de
gran importancia recibir formación sobre recursos humanos, relaciones públicas o
humanas,  y hasta urbanismo, ética y moral, pues esto permite formar una
personalidad adecuada para desempeñarse como auditor.

Una persona que le cae bien a los demás, es una persona que hará bien su
trabajo, será eficiente, y sólo se consigue caerle bien al personal auditado, si se
tiene la personalidad adecuada, característica indispensable de todo auditor.

Este aspecto se tiene muy poco en cuenta en nuestro medio. De hecho muy pocas
universidades hacen énfasis en desarrollar en el estudiante una personalidad
acorde a las funciones que deberá desarrollar en su vida profesional.
El auditor solo debe observar e informar, no dar órdenes a sus auditados

El auditor en su proceso de auditoría, debe limitarse a observar e informar las


diferentes situaciones encontradas en la auditoría.
En el desarrollo de una auditoria, el auditor, si encuentra anomalías, nunca debe
recriminar, dar órdenes o decir a las personas auditadas cómo se deben hacer las
cosas.

El trabajo del auditor debe limitarse a observar y evaluar los procedimientos, y de


encontrar alguna falla o inconsistencia, hacer las anotaciones y plasmarlo en su
informe.

Las correcciones y observaciones, lo mismo que las estrategias a seguir, serán


responsabilidad de la administración, mas no del auditor. El auditor sólo deberá
realizar su trabajo, y de acuerdo a los resultados, presentar a la administración las
anomalías, irregularidades y las sugerencias y alternativas de solución.

Es muy importante que el auditor siempre tenga esto presente, de lo contario,


causará una ambiente negativo dentro de la empresa o área objeto de auditoría.

Durante el proceso de observación y recopilación de evidencias e información, se


debe tener mucho cuidado de no entrometerse en absoluto en las funciones del
personal auditado. No debe decir al personal auditado si las cosas están bien
hechas o mal hechas. No se debe criticar al personal, y tampoco alabar o felicitar
si los procedimientos se están realizando adecuadamente.

La neutralidad y sutileza del auditor debe ser absoluta. Cualquier intromisión


inadecuada puede conllevar a que el proceso de auditoría no se pueda finalizar
cabalmente, que los empleados se incomoden y decidan no cooperar con el
auditor, o en el peor de los casos, un incorrecto comportamiento del auditor puede
conllevar a que este pierda independencia a la hora de presentar los resultados de
la auditoría.

El auditor debe tener claridad que el objetivo de la auditoria es simplemente


evaluar el estado de los procedimientos de una determinada área o departamento
de la empresa, lo que le llevará a detectar fallas e inconsistencias, pero no es su
objetivo el decirle a un empleado como debe o no hacer un determinado
procedimiento, o que debe hacer x o y procedimientos. Estas órdenes las dará el
encargado del área o departamento con base al informa que el auditor presente.

Debe quedar claro, entonces, que el auditor en ningún momento debe interferir en
el normal desarrollo de una empresa o área auditada, simplemente debe ser un
espectador y observador, que de las acciones se encargará la administración,
quien lo hará con base al informe presentado por el auditor.

Las evidencias en la auditoría


Las evidencias son un elemento clave en una auditoría, razón por la cual el auditor
le debe prestar especial atención en su consecución y tratamiento.

La auditoría tiene como objetivo evaluar los diferentes procesos e identificar las
posibles falencias y errores que estén sucediendo, hallazgos que naturalmente
deben estar soportados con evidencias válidas y suficientes.

Cuando se emite un informe de auditoría, se reseñan los aspectos positivos y


negativos identificados en la auditoría, y cualquiera sea el caso, los hechos  y
situaciones planteados en el informe deben estar soportados.

Las evidencias recobran mayor y especial importancia, cuando lo reportado en el


informe de auditoría trata sobre hechos irregulares encontrados en el proceso de
auditoría, por lo que con mayor razón deben estar suficientemente respaldados
por evidencias, documentos y pruebas que garanticen la veracidad de lo
informado.

No hay que perder de vista que del informe de auditoría puede derivar serias
decisiones por parte de las directivas de la empresa, decisiones que no pueden
estar basadas en hechos que no fueron debidamente comprobados, puesto que
ello podría derivar situaciones negativas para la empresa.

Supongamos que por ejemplo al realizar una auditoría se detecta un posible


fraude,  hecho que se reporta en el informe,  y con base a ello la empresa decide
despedir a los responsables o implicados en posible fraude según el informe de
auditoría, pero luego resulta que el fraude no existió o que quienes lo cometieron
no fueron los despedidos, y en consecuencia se pueda configurar un despido
injustificado que acarrea un costo económico enorme a la empresa por concepto
de indemnizaciones.

Una situación similar pude suceder por no disponer de evidencias contundentes


que respalden el informe de auditoría.

El auditor debe ser muy profesional y responsable a la hora de valorar los hechos
y las evidencias antes de emitir un informe que será la base para la toma de
decisiones.

En la auditoría no se puede cometer el error de informar un hecho irregular que no


existe, u omitir informar un hecho irregular  que si existe, situación que se evita si
el trabajo de auditoría se basa en evidencias claras, contundentes y pertinentes.
Tipos de riesgos de auditoria

Un riesgo de auditoría es aquel  que existe  en todo momento por lo cual genera la
posibilidad de que un auditor emita una información  errada por el hecho de no
haber detectado errores o faltas significativas que podría modificar  por completo
la opinión dada en un informe.

La posibilidad de existencia de errores puede presentarse en distintos niveles, por


lo tanto se debe analizar de la forma más apropiada para observar  la implicación
de cada nivel sobre las auditorias que  vayan a ser realizadas.

Son distintas las situaciones o hechos que conllevan a trabajar de diferentes


formas y que permiten determinar el nivel de riesgo por cada situación en
particular.

Es así como se han determinado tres tipos de riesgos los cuales son: Riesgo
inherente, riesgo de control y riesgo de detección.

Riesgo inherente: Este tipo de riesgo tiene ver exclusivamente con la actividad
económica o negocio de la empresa, independientemente de los sistemas de
control interno que allí se estén aplicando.

Si se trata de una auditoría financiera es la susceptibilidad de los estados


financieros a la existencia de errores significativos; este tipo de riesgo está fuera
del control de un auditor por lo que difícilmente  se puede determinar o tomar
decisiones para desaparecer el riesgo ya que es algo innato de la actividad
realizada por  la empresa.

Entre los factores que llevan a la existencia de este tipo de riesgos esta la
naturaleza  de las actividades económicas, como también la naturaleza de
volumen tanto de transacciones como de productos y/o servicios, además tiene
relevancia la parte gerencial y la calidad de recurso humano con que cuenta la
entidad.

Riesgo de control: Aquí influye de manera muy importante los sistemas de


control interno que estén implementados  en la empresa  y que en circunstancias
lleguen a ser insuficientes o inadecuados para la aplicación y  detección oportuna
de irregularidades. Es por esto la necesidad y  relevancia que una administración
tenga en constante  revisión, verificación y ajustes  los procesos de  control
interno.

Cuando existen bajos niveles de riesgos de control es porque se están efectuando


o están implementados excelentes procedimientos para el buen desarrollo de los
procesos de la organización.
Entre los factores relevantes que determina este tipo de riesgo son los sistemas
de información, contabilidad y control.

Riesgo de detección: Este tipo de riesgo está directamente relacionado con los
procedimientos de auditoría  por lo que se trata de la no detección de la existencia
de erros en el proceso realizado.

La Responsabilidad de llevar a cabo  una auditoria con procedimientos adecuados


es total responsabilidad del grupo auditor, es tan importante este riesgo que bien
trabajado  contribuye a debilitar el riesgo de control y el riesgo inherente de la
compañía.

Es por esto  que un proceso de auditoría que contenga problemas de  detección
muy seguramente  en el momento en que no se analice la información de la forma 
adecuada no va a contribuir a la detección de riesgos inherentes y de control a
que está expuesta la información del ente y además se podría estar dando un
dictamen incorrecto.
EL AUDITOR Y SUS COMPETENCIAS EN EL EJERCICIO DE LA AUDITORÍA
ADMINISTRATIVA

La auditoría entendida como “la revisión analítica total o parcial de una


organización con el propósito de conocer su nivel de desempeño y perfilar
oportunidades de mejora para innovar, generar valor y crear una ventaja
competitiva sustentable”1. Comprendiendo la dialéctica de la actividad de
auditoría es evidente que los actores que intervienen en ésta actuación son el
auditor, como grupo o individuo y la organización a auditar o revisar. En éste
orden de ideas, podemos imaginar la cantidad de clases de auditorías como tantos
tipos de organizaciones existen, así como su tipo de auditoría, bien sea interna o
externa.

Mi objetivo en el presente escrito es establecer las habilidades y competencias del


auditor o grupo de auditoría con el fin de realizar un eficaz y eficiente proceso de
control, donde no solo encontramos manuales, procesos, procedimientos,
formatos y registros; sino que también, examinamos a las personas que realizan
su respectiva gestión en cada una de las actividades para las cuales fueron
contratados con el fin de lograr los objetivos que se acercarían cada vez más a la
visión de la empresa.

En un principio, antes de la auditoría generalmente el auditor presenta una


propuesta de auditoría ante la organización, con el fin de proponer una solución a
las necesidades generales o específicas de la organización; para ello el auditor
debe conocer todos los lineamientos técnicos, administrativos y legales que se
necesiten para la adecuada propuesta de auditoría y la realización de el contrato
que legalice su implementación en caso de que sea aceptada.

Sin embargo, un auditor demuestra su experiencia y responsabilidad profesional


cuando es objetivo, responsable, íntegro, sabe manejar la confidencialidad, tiene
un gran compromiso, sabe equilibrar su determinaciones, cuando es honesto,
cuando ha comprendido los valores institucionales y sus criterios e iniciativas son
creativos y sobre todo imparciales. Igualmente el profesional de auditoría, conoce
cuando se encuentra en impedimento personal, por ejemplo, cuando tenga
vínculos personales, profesionales, financieros u oficiales; o cuando su
impedimento sea a un nivel externo.

1
http://www.powershow.com/view/3b2c57-
YmJkO/Enrique_Benjamín_Franklin_El_gran_reto_acerca_de_crear_e_powerpoint_ppt_pre
sentation. Enrique Benjamín Franklin: El gran reto acerca de crear el cambio. P. 4. 18-08-
2013.
Para que éste agente del control tenga en cuenta su profesionalismo es
indispensable que su personalidad esté dotada de gran disciplina, para que su
continua actividad de autorrealización permita que se mantenga en la sociedad
con una gran independencia mental.

Para lograr que las acciones de auditoría sean efectivas, es necesario que el
personal de auditoría conozca el estado del arte sobre el cual se va a realizar el
control de los procesos y la previsión de posibles eventos que obliguen a las
partes a realizar modificaciones a lo convenido, los cuales, pueden ser en
aumento del tiempo de ejecución y sus implicaciones o la necesidad de programar
una auditoría específica en otro campo de acción diferente a los objetivos
planificados en la auditoría presente. Para ello la experiencia como mínimo del
líder del grupo de auditoría (si es grupal), debe ser adecuada y sobre todo
enfocada en el área, campo de acción o sector económico, al cual, la entidad a
auditar pertenece; por ejemplo, cuando se va auditar un Empresa Social del
Estado, se debe como mínimo tener un médico en el grupo auditor.

La capacidad de negociación del agente auditor debe tener un gran nivel de


experticia, ya que las negociaciones se realizan generalmente con la alta dirección
de las empresas, las cuales, tienen un gran nivel de habilidad social y experiencia
persuasiva y de control emocional, papel determinante para la toma de decisiones.
Ante estos sucesos previstos, la claridad de expresión verbal o escrita, es
imprescindible, para ello se requiere de mucha concentración (para todo el
proceso de auditoría).

El liderazgo es la gran capacidad que debe imperar en los auditores, no solo para
trabajar en grupo, sino también para poder liderar su propia mente, y no salirse de
manera tangencial de los objetivos base del examen. Con base en el liderazgo,
deberemos remitirnos a la estabilidad emocional que necesita un líder; esto le
ayudará a manejar posibles conflictos tanto con el grupo de auditoría como con los
representantes de la organización, sabiendo cómo actuar de la forma que mejor
convenga.

Cuando nos encontramos en el momento inicial del proceso de auditoría, el auditor


es presentado previamente al personal que se va a encargar de asistirlo o
recibirlo. A partir de éste momento la habilidad social y su inteligencia
emocional la cual se ve reflejada en una actitud positiva. Ésta actitud debe
generar un clima organizacional satisfactorio que permita la cooperación de los
integrantes auditados sin perder la imagen de distancia prudencial conveniente
que debe existir entre los mismos agentes.

Durante el proceso de observación y recopilación de evidencias e información, se


debe tener mucho cuidado de no entrometerse en absoluto en las funciones del
personal auditado, ya que la auditoría, debe permitir que las labores de la empresa
se realicen con la regularidad acostumbrada. De la misma forma, no debe decir al
personal auditado si las cosas están bien hechas o mal hechas, porque todas sus
sugerencias deben ser remitidas a los integrantes de la gestión estratégica de la
organización y ello son quienes deben tomar las medidas pertinentes del caso.
Aunque parezca que sobre decirlo, el grupo auditor no debe criticar al personal, y
tampoco alabar o felicitar si los procedimientos se están realizando
adecuadamente, de lo contrario estaría incurriendo en una falta a su imparcialidad
en su actuar.

Por tanto podemos afirmar que la prudencia es el valor más importante en el


desempeño de las actividades de auditoría, un valor que conlleva a pensar antes
de actuar, sobre todo cuando evidencia hallazgos de impacto negativo
importantes, un hecho que demanda capacidad para disimular la respuesta a
estímulos de asombro ante estas eventualidades y una gran inteligencia para
encontrar evidencia sustancial sin ser detectado el fin de las solicitudes que
necesite para conseguir proveerse de pruebas.

Desarrollar la capacidad investigativa, es quizás la más importante de las


competencias de los agentes auditores, ya que es precisamente ésta competencia
la que conlleva realizar un cuestionario específico, para alcanzar las metas
propuestas. Dentro de ésta competencia debe estar desarrollada la habilidad para
conjuntar la razón con la intuición, algo que no es muy común encontrar en los
profesionales actuales. Recordemos que Albert Einstein dijo; “la única cosa
realmente valiosa es la intuición”, lo dijo apreciando que los descubrimientos e
inventos en la historia han comenzado por esa voz interna que nos da la respuesta
antes de iniciar la investigación.

La intuición es tan importante como el profesionalismo, aunque a veces, es


establecida como una idea producto de la imaginación humana que no tiene
validez científica, no obstante, “Gerd Gigerenzer, autor del libro “Decisiones
instintivas” y director del Centro para la Conducta Adaptativa y la Cognición del
Instituto Max Plank, ha sido pionero en atribuir al inconsciente y a la intuición un
papel esencial en la toma de decisiones. Según le explica a Eduard Punset, en
sus experimentos sociales, Gigerenzer ha analizado la intuición y ha descubierto
que tomamos mejores decisiones si tenemos en cuenta una buena razón que si
tenemos en cuenta diez”2.

Cuando la intuición encuentra datos importantes nos los muestra a través de


canales emocionales que con el entrenamiento acertado, se pueden llevar a
racionalizar. Cuando algo huele mal es posible que nuestra inteligencia
inconsciente nos quiera mostrar la dirección hacia la cual enfocar nuestros
esfuerzos, ello nos ahorrará mucho tiempo y nos hará mucho más eficientes.

El auditor debe ser un administrador del cambio, con esta competencia puede
proponer acciones que permitan mejorar los procesos de la empresa aún cuando
ésta, esté en buenas condiciones financieras. Si una organización esta bien, no
quiere decir que no pueda mejorar, consecuente con esto, las organizaciones que

2
http://www.redesparalaciencia.com/62/redes/redes-4-la-intuicion-no-es-irracional. RedesparaCiencia. 18-
08-2013.
se encuentren en la cima de la competencia, deben estar constantemente
innovando, porque deben dirigir la tendencia del sector y poner la visión de su
mercado objetivo. Bajo este marco técnico el auditor debe estar a la vanguardia
en los métodos y estrategias de implementación de mejoramiento continuo.

La capacidad de análisis es una destreza indispensable para el ejercicio de


auditoría; con ésta habilidad aprendemos a realizar comparaciones lógicas,
encontrar relaciones de causa y efecto, relacionar situaciones por medio de
explicaciones analógicas acertadas y de fácil comprensión. En esta actividad los
instrumentos se soportarán en los objetivos, las políticas, las metas, las
estrategias, tácticas y actividades previamente planificadas en la auditoría. No
obstante estas herramientas deben cumplir estándares internacionales que
puedan también ser revisados e interpretados por una posible auditoría de una
auditoría (valga el pleonasmo). Igualmente cada dato susceptible de análisis es
expresado según su naturaleza cuantitativa, cualitativa o cuali-cuantitativa.

La estadística descriptiva y analítica es una herramienta de control y


presentación muy importante para la auditoría, ya que, nuestro cliente principal,
bien sea el gerente, representante legal, junta directiva, junta de socios o
accionistas, disponen de poco tiempo, pero al mismo tiempo requieren que se
informe los hallazgos relevantes de una forma efectiva. Así que las gráficas son
una excelente herramienta de explicación en informe.

El conocimiento de estándares o la metodología para crearlos es una


competencia importante en el quehacer del auditor, ya que, continuamente deberá
realizar mediciones de desempeño y a su vez, estas mediciones, deben acercarse
mucho a la realidad respetando lo capacidad humana promedio y las exigencias
que compete llevar a cabo la actividad que desempeña cada funcionario de alguna
institución.

Durante la presentación del informe de auditoría existen riesgos importantes y a


tener en cuenta. Por ejemplo la posibilidad de que un auditor emita una
información  errada por el hecho de no haber detectado errores o faltas
significativas que podría modificar  por completo la opinión dada en un informe.

La posibilidad de existencia de errores puede presentarse en distintos niveles, por


lo tanto se debe analizar de la forma más apropiada para observar  la implicación
de cada nivel sobre las auditorias que  vayan a ser realizadas. Los riesgos
pueden ser inherentes, de control y de detección, siendo el más importante para el
auditor, el riesgo de detección, ya que no puede existir ningún riesgo de detección
porque si éste llegara a ocurrir, la imagen del grupo auditor se desestimaría
mucho, porque el grupo auditor es el responsable que se realice un buen proceso
de control.

Como conclusión general quiero resaltar que con tantas exigencias sobre
habilidades y competencias que necesita un auditor; es preciso que la vocación
de la persona que quiera perseguir esta actividad debe anteponerse a los
conocimientos necesarios para tal fin, porque, la perseverancia necesaria para
realmente ser competitivo en el sector asesor de los procesos de control es el
mayor ingrediente y a su vez el más difícil de conseguir.

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