Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Son normas de Auditoría todas aquellas medidas establecidas por la profesión y por
la Ley, que fijan la calidad, la manera como se deben ejecutar los procedimientos y
los objetivos que se deben alcanzar en el examen. Se refieren a las calidades del
Contador Público como profesional y lo ejercitado por él en el desarrollo de su trabajo
y en la redacción de su informe. Las normas de Auditoría se definen como aquellos
requisitos mínimos, de orden general, que deben observarse en la realización de un
trabajo de auditoría de calidad profesional.
Para llegar a dictaminar sobre la razonabilidad de los estados financieros y opinar sobre la
gestión, la aplicabilidad de las normas, la calidad del control interno; requiere de una alta
capacidad profesional y sobre todo, de un conocimiento integral de la organización.
No es fácil escribir en auditoria y mucho menos cuando los destinatarios son directivos con
alto nivel de conocimientos, dueños de los procesos y expertos en la misión de la entidad, a
quienes en muchas ocasiones, hay que concientizar acerca de los errores y las desviaciones
que su entidad presenta; también, sobre la causa / efecto que se genera de los hallazgos.
El informe ejecutivo de auditoría, con resultados contundentes expresados en hallazgos
materiales; refleja la experiencia del grupo auditor y concibe especial atención de los
gerentes o representantes legales, quienes consideran éste examen como un mecanismo
retro-alimentador de mejoramiento en la organización, que proporciona confianza sobre su
labor y responsabilidad.
Igualmente, se puede afirmar que la opinión presentada en un informe de auditoría, es el
resultado de un examen técnico, concienzudo, profesional, estudiado y desarrollado sobre
información ajena pero con conocimientos propios del quehacer profesional, que de acuerdo
con lo informado, conlleve a decisiones administrativas, financieras, legales y en ocasiones
hasta penales. Es el informe de auditoría, el que manifiesta a la organización y a sus
representantes de manera concisa pero soportada, el estado de arte de la entidad en su
conjunto, área, proceso o actividad en relación con el alcance y el objetivo de lo evaluado.
Es claro, que la calidad del informe no es producto de aplicar la última etapa del proceso
auditor (comunicación de resultados); por el contrario, es la consecuencia de un proceso
integrador mediante una acertada planeación ejecutada de manera laboriosa, profunda y
objetiva por los integrantes del equipo; quienes son especializados, entrenados y
conocedores de los temas y los procesos. Por tanto, mediante técnicas y normas de
auditoría, éstos recogen las evidencias suficientes que permiten hacer un juicio sobre lo
evaluado, para así incorporar el informe final, no antes de incansables discusiones en
relación a lo que se va a plantear de manera responsable en dicho informe.
Hay que tener en cuenta que ante la ligereza del actuar y producir resultados, se plasman
juicios peyorativos, no propios del actuar profesional, que hacen proyectar hacía el auditor
una mala imagen de la empresa; generando así, falta de confianza y en alguno de los casos
un proceso judicial por injuria o calumnia, por la ligereza de escribir sin aplicar una norma
de auditoría desde el cuidado profesional.
Pero ese cuidado, no se limita solamente a los informes de auditoría; sino también, a la
correspondencia enviada a la organización, cuya presentación dependerá de su
destinatario, siempre de manera respetuosa pero concebida en relación con la envestidura
del respectivo cargo.
Por lo anterior, recuerde: