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Ingeniería Industrial
2020
“Operaciones seguras para transporte de sustancias peligrosas”
Introducción
En una creación donde la tecnología avanza a pasos gigantescos, nos encontramos con
herramientas que pueden realizar el trabajo que en tiempos anteriores requería nuestra
colaboración directa, un claro ejemplo es el transporte de material radioactivo, este se
encuentra dentro de la clasificación de materias peligrosas debido a sus altos contenidos de
radio nucleídos los cuales al estar expuestos en grandes concentraciones trae consecuencias
negativas para la salud del ser humano, el medio ambiente o daños materiales.
El presente proyecto tiene como fin, establecer un procedimiento seguro para el transporte
de material radioactivo entre dos zonas aisladas de una planta nuclear, en donde se
involucrará un robot LEGO MINDSTORM EV3 como herramienta principal para llevar a
cabo dicho procedimiento.
En esta ocasión vamos a realizar el desarrollo de prototipo LEGO MINSTRORM EV3,
prototipo de robótica que posee diferentes servicios, un punto por resaltar es la sencillez de
armado, programación y su gran utilidad en problemáticas de la vida diaria. Este posee
sensores necesarios y con ayuda de programación que le daremos una orden y él la
cumplirá de acuerdo a las indicaciones, por ejemplo, si se necesita transportar un elemento
químico altamente nocivo y peligroso para el ser humano, este robot nos ayudará a mover
esta sustancia el cual debe evitar tener contacto con algún objeto y detectar obstáculos para
no colisionar con ellos, por una distancia en forma hexagonal de la manera más segura
posible y poner la carga en su destino final.
Planteamiento del problema
¿Cómo se debe usar el robot LEGO MINDSTORM EV3 para trasportar en la empresa la
carga de 100 miligramos del químico altamente nocivo, siguiendo la trayectoria hexagonal?
Objetivo general
Objetivos específicos
La radiactividad no es nada nuevo. Existe desde que se formó la Tierra hace 4500 millones
de años. No se puede percibir por el olfato, el gusto, el tacto, el oído ni la vista. Sólo en los
últimos años se ha aprendido a detectarla, medirla y controlarla. Nuestro cuerpo resiste
unos topes de radiación sin llegar a generar daños a la salud, pero cuando estos límites se
pasan, el cuerpo comienza a presentar daños atómicos y si esta radiación llega a ser de
10.000 Milisieverts, esta causaría la muerte de un ser vivo. Una radiografía de pecho estaría
emitiendo al redero de 0,1 Milisieverts en radiación para hacernos a una idea y una planta
radiactiva puede generar por hora 400 Milisieverts.