Perdona:

Una vida vivida sin perdón es una prisión

William Arthur Ward

Por Abi González Ugalde

"El perdón cae como lluvia suave desde el cielo a la tierra. Es dos veces bendito; bendice
al que lo da y al que lo recibe" William Shakespeare.

Colosenses 3:13 (NTV)

“Sean comprensivos con las faltas de los demás y perdonen a todo el que los ofenda.
Recuerden que el Señor los perdonó a ustedes, así que ustedes deben perdonar a otros.”

¿Quién no se ha sufrido por las acciones o las palabras de otra persona?

Quizás uno de tus padres te criticó constantemente durante tu crecimiento, un
compañero de trabajo saboteó un proyecto o tu pareja te engañó. O quizás
hayas vivido una experiencia traumática, como abuso físico o emocional por
parte de una persona cercana a ti.
Estas heridas pueden dejarte sentimientos duraderos de ira y amargura, incluso
venganza. El perdón forma parte fundamental de nuestras relaciones,
incluyendo la que llevamos con nosotras mismas, siempre en algún momento
de nuestra vida nos vemos expuestas a perdonar o a ser perdonadas, el no
saber utilizarla nos hace vulnerables ante la vida, cargándonos de sufrimiento,
de culpa, de resentimiento, de ira y un sinfín de sentimientos y emociones que
para nada resultan beneficiosos para nosotras.
Según los investigadores, ¿qué les sucede a quienes no saben perdonar?
 Permiten que la ira y la amargura dañen su relación con los demás, lo
que hace que se aíslen y se sientan solos.
 Se ofenden con facilidad y sufren ansiedad o hasta depresión grave.
 Se centran tanto en la ofensa que no disfrutan de la vida.
 Sienten que están traicionando sus principios.
  Sufren más estrés y tienen más probabilidades de padecer presión alta,
enfermedades cardíacas y otras afecciones dolorosas como la artritis y
la migraña.
Y cómo se inicia esto, en qué momento llegamos a este punto. Cuando nos
ofenden sentimos que la persona que nos agredió en la manera que sea queda
en deuda con nosotros, y utilizamos la falta de perdón para mantener esa
cuenta vigente. No nos damos cuenta de que la falta de perdón sólo tiene un
resultado: que estemos cada vez más amargadas y que todo nuestro ser se
contamine. Mientras que la otra persona sigue con su vida, nosotros apretamos
los dientes con enojo, pensando en cómo puede ser que la otra persona no
venga a remediar el mal que nos hizo. La amargura crece con el paso del
tiempo, afecta todas nuestras relaciones interpersonales y perdemos el gozo de
vivir.
1. ¿Qué significa perdonar?
Perdonar es ante todo una decisión. A veces solemos usar una excusa basada
en las emociones para no perdonar: “No lo siento. Si perdono sin sentirlo voy
a ser hipócrita”. El problema con este razonamiento es que cuando uno está
ofendido y deja pasar el tiempo, la amargura crece, y nunca sentimos deseos
de perdonar. Por eso es importante entender que el perdón es una decisión que
yo tomo a pesar de lo que siento y a pesar de que el otro actuó mal.
Por otro lado, el perdón es un proceso. Es decir, que el perdón no es una
decisión que tomó una vez y para siempre sino la acción reiterada y constante
de perdonar a la misma persona por la misma cosa hasta que se cierre la herida
que me causó. Cada decisión de perdonar un hecho puntual en particular es
aplicar una curación a la herida hasta que esta cicatrice.
2. ¿Cómo sé que todavía necesito perdonar?
Las ofensas nos dejan heridas que se manifiestan de muchas maneras: con
enojo, tristeza, angustia, vergüenza, dolor, etc. Sé que una herida está abierta
porque cuando me acuerdo de algo que me pasó mis emociones reaccionan.
De repente me cambia el humor. Es decir, el recuerdo no me resulta
indiferente, sino que vuelvo a sentir lo que sentí en ese momento o me pongo
a pensar qué tendría que haber hecho o dicho y cómo voy a reaccionar la
próxima vez que vea a esa persona. Si hay una reacción emocional, entonces
hay una herida abierta que requiere perdón.
El perdonar libera al ofendido, sin duda es real que existirán acciones que nos
lastimen eso es real, pero es mas real que si dejas que eso tenga raíces en tu
alma habrá consecuencias no gratas para ti. Y al contrario cuando dejas pasar
la ofensa, cuando perdonas no te atas a sentimientos, adquieres libertad.

3. Beneficios de perdonar.
Según la Clínica Mayo, ¿qué beneficios obtiene quien sabe perdonar?
 Disfruta de relaciones más saludables, que evidencian empatía,
comprensión y compasión por las personas que le ofenden.
 Mejora su salud mental y se siente en paz con Dios.
 Sufre menos ansiedad, estrés y agresividad.
 Tiene menos síntomas de depresión
Un estudio de la Universidad de Wisconsin, llamado "Forgiveness and
Physical Health", comprobó científicamente que aprender a perdonar y a pedir
perdón puede ayudar a prevenir las enfermedades del corazón en personas de
edad madura. Según los resultados de la investigación, cuanto mayor es la
capacidad de perdonar de las personas, existen menos probabilidades de
encontrar problemas en torno a la salud coronaria. De manera contraria,
cuanto menor es el grado de desarrollo de esta capacidad son mayores las
probabilidades de trastornos cardiovasculares. Visualizar la salud desde esta
perspectiva nos permitirá entender que el perdón nos permite estar mejor:
sanar las emociones es ayudar a sanar el cuerpo; por ello, tantos psicólogos
recomiendan el remedio más barato, pero más costoso de todos: reflexionar,
meditar y PERDONAR.
El mejor de los beneficios que puedes adquirir al perdonar es que honras y
glorificas a Dios y así tu vida muestra el carácter de Cristo, somos llamados a
reflejar a Cristo en nuestro diario vivir. Sigamos los principios bíblicos como
el que encontramos en Efesios 4:32 “Sean bondadosos y compasivos unos con
otros, y perdónense mutuamente, así como Dios los perdonó a ustedes en
Cristo”
Como se menciono mas arriba. Perdonar es una decisión, que decidirás, como
quieres vivir.
¡Tú decides!
Referencias
-Sitio web de la Clínica Mayo. https://www.mayoclinic.org/es-es/healthy-
lifestyle/adult-health/in-depth/forgiveness/art-20047692
-Diccionario Enciclopédico de Biblia y Teología recuperado en
https://www.biblia.work/diccionarios/perdon/
-EL TIEMPO. Perdonar tiene su ciencia. 12 de abril 2009 recuperado de
https://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-3395755