CIENCIAS DE LA COMUNICACIÓN ESCUELA PROFESIONAL DE RELACIONES INDUSTRIALES CURSO: CONCEPCIONES FILOSOFICAS Y RELACIONES INDUSTRIALES
DOCENTE: JESUS DEL CARPIO NEIRA
ALUMNA: YULI GRACE MAMANI SURCO
TITULO:
AUTORITARISMO, AUTORIDAD Y CONCIENCIA MORAL
Un análisis psico-social El mundo occidental recientemente ha sido testigo del recrudecimiento de la xenofobia y de las luchas étnicas y religiosas, una expansión y fortalecimiento de los movimientos y organizaciones nazi-fascistas, bien como el apoyo electoral de parcelas expresivas de las poblaciones de democracias consolidadas a políticos que defienden posiciones autoritarias. Las cuestiones suscitadas por tales acontecimientos desafían a las ciencias sociales y a los investigadores comprometidos con la democracia. Entre los problemas del ámbito de la Psicología Política, interesa fundamentalmente comprender el pensamiento autoritario, en cuanto fundamento de las relaciones de dominación y sumisión. Autoridad y autoritarismo En la ciencia política una tendencia contemporánea muy habitual es clasificar la autoridad como un caso particular de poder social, como una relación de poder en la que los súbditos prestan una obediencia incondicional basada en la creencia de la legitimidad del poder ejercido. En la Psicología, la concepción de la autoridad como una forma legitima de poder social, presente en la propuesta de French e Raven se caracteriza por prescindir de la vigilancia directa sobre el comportamiento de los subordinados, la legitimidad de la autoridad se fundamenta, en la creencia generalizada de que ella tiene derecho a prescribir el comportamiento de los subordinados. La distinción entre autoritarismo y autoridad ha sido definida, en función de la legitimidad del ejercicio del poder. Puesto que el problema fundamental pasa a ser la relación de dominación basada en las creencias de que la autoridad tiene el derecho a prescribir el comportamiento de los subordinados y estos tienen la obligación moral de obedecer (someterse). El objeto de una psicología del autoritarismo de orientación socio-histórica, critica e prospectiva se define en esa línea de reflexión, como una psicología de las relaciones autoritarias, que corresponden a una determinada representación del mundo social que caracteriza al pensamiento autoritario. El autoritarismo como fascismo, dogmatismo y “control” Existen tres tentativas de construcción de una psicología del autoritarismo, que destacan tanto por su repercusión en el ámbito académico como por la cantidad de investigaciones y publicaciones. Como equivalente subjetivo de la ideología fascista, se caracterizaría por un conjunto de valores, actitudes orientadas por una visión del mundo totalitaria, la sumisión a la autoridad y por la intolerancia en relación a las indiferencias y a las “diferentes” principalmente personas o grupos percibidos como inferiores. Con todo Rokeach no propone una definición satisfactoria del autoritarismo, y tampoco llega a caracterizar el pensamiento autoritario más allá de los límites del dogmatismo y de la psicología individual. En el ámbito de las contribuciones de estos tres autores, por tanto, el autoritarismo fue estudiado como – fascismo o autoritarismo “de derecha” – dogmatismo o – deseo de imponer la propia voluntad sobre la de otros. En realidad, cada una de ellas contribuyó mucho a la comprensión del problema, al explorar algunas de sus dimensiones. Pero la construcción de una psicología del autoritarismo de orientación socio histórica, critica y prospectiva requiere un planteamiento diferente, porque sus presupuestos básicos, concepciones y axiomas no se identifican con las de aquellos autores. Una psicología del autoritarismo socialmente orientada La sociedad es vista como una relación dialéctica entre lo objetivo y los significados subjetivos, esto es, está constituida por la interacción reciproca de lo que es vivenciado como realidad externa y lo que es vivenciado como se estuviese en la consciencia del individuo. A su vez, el individuo solo se forma en la relación dialéctica con la sociedad, tanto a través del proceso de asimilación de la “generalidad”, como de la propia producción del mundo social. A través de la subjetivación el hombre “asimila” el mundo social, a través de la objetivación construye y reconstruye la sociedad, se construye y reconstruye como individuo. En ese proceso que se constituyen las relaciones autoritarias y el pensamiento social que le corresponde, el pensamiento autoritario. El autoritarismo, no está, por tanto, “en el individuo” o “en la sociedad” pero, si, “en el individuo” y “en la sociedad” como una relación dialéctica entre ambos. La base psicosocial de las relaciones autoritarias se constituye en el proceso de humanización, a través del cual el hombre se apropia de los elementos básicos de la “generacidad” para garantizar su supervivencia: debe aprender las leyes de la naturaleza, el uso de las cosas y de las mediaciones sociales imprescindibles para la vida cotidiana. La representación vertical de las relaciones sociales y la “naturalidad” de las relaciones de dominación también son aprendidos como parte del proceso de maduración en lo cotidiano, a partir de los grupos cara-a-cara donde tiene comienzo la construcción de la identidad. Este proceso de humanización, en que el individuo es simultáneamente producto y productor de la sociedad, presenta, por supuesto, variaciones. Sin embargo estas no son ilimitadas. Para Heller, la vida cotidiana requiere una cierta incorporación de rutinas y hábitos, ya que sería prácticamente imposible que las personas sometiesen a una reflexión crítica cada uno de sus actos. Este proceso, con todo, trae consigo el germen de la rebeldía contra los dictámenes de la autoridad. Desde el inicio, en la medida en que el niño intenta afirmar su deseo contra la voluntad de los dos padres y otros adultos, la desobediencia se hace presente, al menos como posibilidad. Sin embargo eso no implica necesariamente cuestionar la orden heterónoma: la crítica a la legitimidad de la autoridad en cuanto principio tiene como requisito el desarrollo de la consciencia moral. Autonomía y consciencia moral La autoridad y las autoridades pueden ser cuestionadas desde diversos puntos de vista: de los intereses contrariados, de las expectativas frustradas, de las emociones, etc. Desde el punto de vita aquí expuesto, el postulado de la existencia de un estadio de desarrollo humano correspondiente a la Autonomía moral establece diferencias importantes en la formulación de la cuestión de la autoridad/autoritarismo. A través del extenso y riguroso trabajo de investigación, Kohlberg y sus colaboradores recogen pruebas que apoyan la teoría de que el desarrollo moral se produce invariablemente, a lo largo de una secuencia de estadios que corresponden a diferentes perspectivas socio-morales. El nivel convencional implica la identificación con las normas y expectativas sociales, o sea, la incorporación de determinados parámetros sociales y históricos. La visión de reciprocidad se vuelve más amplia, abarcando la valoración de las consecuencias inmediatas de los acontecimientos que traspasa el nivel de los intereses personales e incluye la dimensión del interés social. El mantenimiento del sistema normativo y de la autoridad se convierte en un imperativo. En la gran parte de las sociedades la mayoría de los adolescentes y adultos se encuentran en ese nivel de desarrollo socio-moral. En el nivel pos-convencional el individuo comprende el significado y la importancia de las normas sociales, pero es consciente de sus limitaciones frente a los principios morales que se están por encima de ellas. Este es también el nivel de la moralidad heterónoma por excelencia, donde ningún individuo es libre para juzgar moralmente, pues es esclavo de sus propias limitaciones. Esta de la parte de acá de las normas sociales que no incorporo suficientemente. No existe como miembro de la sociedad “para sí” – aunque lo sea desde siempre “en si “– porque no transciende la perspectiva egocéntrica, de la cual es rehén. Es visitada como parte del contrato social, de los usos y costumbres, necesariamente subordinada a los principios del bien común y a la protección de los derechos humanos. De la misma forma, la obediencia pierde su estatuto de valor moral para, en la perspectiva utilitarista, ser valorada según su conveniencia. Comentarios finales (a modo de conclusión) Las reflexiones de este trabajo tienen su origen en la investigación y reflexión sobre la vida social y política contemporánea. Como debe haber quedado claro para el lector que llego hasta aquí, la perspectiva aquí propuesta tiene como horizonte la utopía, no solamente de la comunidad justa, sino también de la sociedad justa. No podría ser otra la perspectiva de una psicología, que se ocupa del pasado para comprender el presente y proyectar un futuro. En este caso, un futuro donde las relaciones de dominación pertenecen al pasado. La aceptación “espontanea” de la autoridad, la obediencia irreflexiva a los imperativos de ella, la aceptación de los argumentos que la sustentan en el plano ideológico, son parte del aprendizaje necesario para la vida social en su forma actual. Construir esa nueva sociedad implica una orientación de las pasiones y de los sentimientos hacia un proyecto colectivo de desarrollo humano y, finalmente, buscar transformar las circunstancias y el hombre, esto es, las relaciones y situaciones socio-humanas, bien como exploración de la “posibilidad de un subsecuente desarrollo de los valores”. UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN AGUSTIN DE AREQUIPA FACULTAD DE PSICOLOGIA, RELACIONES INDUSTRIALES Y CIENCIAS DE LA COMUNICACIÓN ESCUELA PROFESIONAL DE RELACIONES INDUSTRIALES CURSO: CONCEPCIONES FILOSOFICAS Y RELACIONES INDUSTRIALES DOCENTE: JESUS DEL CARPIO NEIRA ALUMNA: YULI GRACE MAMANI SURCO TITULO: CONCEPCIONES TEORICAS SOBRE EL MUNDO DEL TRABAJO EN EL CAPITALISMO CONTEMPORANEO La idea del texto consiste en describir el movimiento del mundo del trabajo en el capitalismo contemporáneo, el cual es verificable por los hechos que se registran en lo social histórico, donde aparecen actores sociales que vehiculan los procesos de acción colectiva. Introducción Acercarse a la dinámica del mundo del trabajo en el capitalismo contemporáneo es de suma importancia para poder comprender con mayor exactitud la cambiante situación laboral de la sociedad moderna. Significado y sentido del trabajo humano A lo largo del tiempo el significado del trabajo ha variado, se está en transición de un trabajo manual/fabril a otro donde los adelantos de la ciencia y la tecnología están modificando las relaciones sociales por su rol protagónico en la estructura productiva “la posibilidad de que el trabajador se aproxime a lo que Marx, llamo; supervisor y regulador del proceso de producción” A este respecto, la anterior cita reafirma: El caso de la fábrica automatizada Fujitsu Fanuc (Japón), ejemplo de avance tecnológico, más de cuatrocientos robots fabrican otros robots, en este ejemplo atípico, el trabajador ya no transforma los objetos materiales directamente, sino que supervisa el proceso productivo con máquinas computarizadas programadas y repara los robots en caso de necesidad. El significado del trabajo hoy deviene condición ambivalente, se plantea el fin del trabajo industrial asalariado como consecuencia de los avances tecnológicos y científicos en la industria donde las maquinas van a sustituir a los seres humanos. Esta concepción plantea lo correcto el paso del trabajo remunerado, propio del capitalismo industrial, al no remunerado, generando en consecuencia nuevas formas sociales de relaciones donde el trabajo no se articule en torno al salario, sino a diversas actividades autónomas con distintas características, donde se da un salario social. No obstante, desde otra perspectiva, se afirma que el trabajo industrial asalariado- remunerado no desaparece. De todos modos, el significado del trabajo muestra el movimiento de la clase social que vive del trabajo asalariado en el mundo social histórico, es decir, cada sentido dado es portador de significado como producto del hacer histórico social que se hace pegamento en lo social histórico. Así, el significado que denota la clase social que vive del trabajo asalariado en sus distintas perspectivas analíticas deviene como antropología del trabajo. Tendencias actuales en la lógica del trabajo y laboral Se expresan entonces básicamente dos cuestiones: por una parte, hay una creciente disminución del trabajo industrial, manual, fabril asalariado como consecuencia de la recesión económica y de los avances científicos y tecnológicos en los procesos de producción que se dan en la industria, así como también por el nuevo modelo de acumulación financiera que se ha venido imponiendo en el mundo, el cual se caracteriza , por un proceso de trabajo flexible, una completa movilidad geografía del capital financiero, la individualización en las relaciones laborales y nuevas formas de funcionamiento de los mercados y posicionamiento de los productos. Todo esto dentro de los paradigmas del trabajo en red, posibilitado por las nuevas tecnologías del conocimiento como la informática y la telemática. Por otra parte, se percibe un aumento de trabajadores de tiempo parcial, temporal en el sector servicios, de ahí que “la actual tendencia de los mercados de trabajo es reducir el número de trabajadores fijos, para emplear cada vez más una fuerza de trabajo que entra fácilmente y es despedida sin costos”. Este aspecto muestra en general la ampliación que el sector servicios ha venido desarrollando en los últimos tiempos para poder explotar la creciente demanda laboral de trabajadores que ofrecen sus servicios en sustitución del sector industrial, así como con las nuevas formas de contratación flexibles provenientes de esta ampliación. Sin embargo, estas dos cuestiones no se pueden explicar por separado ya que una es condición de posibilidad de la otra. Se presenta entonces una situación favorable para el gran capital, la cual tiene que ver con los procesos de reducción de costos en las economías occidentales. Para lograr estos propósitos reducen costos con el recurso humano, cuando disminuyen los puestos fijos de los trabajadores asalariados; con respecto a los directivos o altos ejecutivos, estos no disminuyen sus pagos o ganancias. Esta actitud queda objetivada de formas más específica en la argumentación donde ambos resaltan la importancia que tiene para el mundo laboral la cuestión de los empleos temporales, a este respecto plantean que “los empleos a tiempo parcial y mal remunerados son mejores que nada, porque facilitan la transición del paro al trabajo, y que, el mercado laboral necesita de un sector de salarios reducidos para que los empleos de baja calificación estén disponibles”. Las posturas políticas frente a las tendencias laborales Tanto el trabajador como el gran capital tienen sus posturas políticas sobre la disminución de la jornada laboral. En este sentido se diferencian dos perspectivas que son ambivalentes entre sí. La primera posición sobre la reducción del tiempo de trabajo deviene de manera negativa para los trabajadores en tanto se merma también el salario, sin embargo, se presupone que aceptaran tal reducción de tiempo siempre y cuando no se les disminuyen los ingresos. La segunda posición, por el contrario, plantea que tal reducción es positiva para la sociedad en tanto mecanismo que se usa para incrementar la fuerza laboral en sociedades con altas tasas de desempleo, aumentando de esta forma el empleo; hay pues una multiplicación social del trabajo, es decir, van a trabajar supuestamente menos por el mismo salario. En conclusión, se presenta un cambio estructural en la clase social que vive del trabajo asalariado en el sentido en que se presenta un proceso de complejizarían de esta clase como producto de su fragmentación y heterogeneidad. El mundo del trabajo de América Latina Estos cambios han tenido notables repercusiones en el mundo del trabajo de América Latina. - La política de bajos salarios realzada como ventaja comparativa por el estilo de desarrollo neoliberal ha ocasionado que los ingresos monetarios de los hogares se hayan mermado considerablemente. - En América Latina las nuevas condiciones de contratación flexible se muestra como un factor en el proceso de precarización del empleo - La clase trabajadora se ve cada día más desprotegida debido al adelgazamiento del gasto social (educación, salud, vivienda, servicios públicos), y al persistente deterioro del salario real y el desmonte de la seguridad social - La generación y reproducción de puestos baratos y desprotegidos se utiliza como una estrategia para atraer la inversión extranjera Por su parte, el informe Panorama Laboral 2000, de la Organización Internacional del Trabajo, OIT, muestra los cambios del mundo del trabajo que afectan de forma notable a la clase social asalariada de América Latina. Estas tendencias se expresan a través de la privatización, tercerización, informalización y precarización del empleo. De acuerdo con lo anterior, se acentúa el rol de la empresa privada, pues en la última década este ha generado 95 de cada 100 nuevos empleos, a la vez que el segmento de empleo formal continuo contrayéndose. En particular dentro del empleo formal el sector público disminuyo en 2.8 puntos porcentuales su participación en el total del sector formal y el empleo privado tuvo un aumento del mismo orden en el total. La tercerización de la estructura del empleo es otra de las tendencias que destaca el informe. Por el contrario, se aprecia una disminución de la importancia de los sectores generadores de bienes (que comprende industria manufacturera, minería, electricidad, agua y construcción) y en el empleo no agrícola en casi todos los países durante la década de los noventa. Las excepciones fueron Panamá y Bolivia en donde la participación de dichos sectores aumento. En los demás países, la caída de los sectores generadores de bienes tuvo diferentes intensidades durante los noventa. Al respecto, se destaca que uno de cada tres nuevos puestos de trabajo informales fueron ocupados por microempresas, que corresponde al segmento más moderno del sector informal. El segmento más importante dentro del sector informal, según el informe en su análisis, lo constituyen los trabajadores independientes, quienes representan el 23,9% de los ocupados, a fines de los noventa, 1,7 puntos porcentuales más que en 1999. Le siguen las microempresas (15,8% de los ocupados), que aumentaron en 1,1 puntos porcentuales su participación, y el servicio doméstico, que representa el 6,7% de la fuera laboral empleada. El informe destaca, por último, el avanzado proceso de precarización de los ocupados, dado que la mayor informalidad estuvo acompañada de una disminución en la protección social de los trabajadores asalariados. En consecuencia, en el 2001 el número de empleos temporales aumento en un 9,47%, unos 10.000 puestos de trabajo, mientras que los empleos permanentes continuaron disminuyendo y bajaron en un 3.55%, a unas 11.000 plazas menos. Estos cambios además de tener profundas implicaciones en el mundo del trabajo de América Latina y Colombia, afectan también de manera notable las relaciones laborales que se dan entre gran capital y trabajador. Reformas laborales en América Latina Las transformaciones que se están dando en el mundo del trabajo se ven expuestas en las reformas laborales que los gobiernos proponen a los trabajadores asalariados. Estas ideas aportan los criterios para producir las reformas son las que legitiman y van poniendo en práctica dichos cambios sin importar el contexto sociocultural en que se apliquen, las reformas laborales que se han venido haciendo en América Latina hay que entenderlas dentro de un contexto de transformación en el mundo del trabajo, cuya tendencia hacia la flexibilización del mercado laboral tiene grandes implicaciones contractuales para la clase social que vive del trabajo asalariado. Con estas reformas el poco estado social benefactor existente ha ido perdiendo su rol protagónico en la defensa de los intereses colectivos de los trabajadores. En Colombia En el 2001 se dio el debate sobre la reforma laboral. La controversia se inició por el contenido de la reforma que el Gobierno le propuso a los trabajadores. Por este motivo, las centrales sindicales elaboraron otra propuesta de reforma laboral que se contrapone a la del gobierno. Propuestas del Gobierno Se plantea un salario integral a partir de 4 salarios mínimos, más de 30% de factores prestacionales. La jornada de trabajo diurna se extenderá hasta las 8:00 de la noche, o sea que hasta esa hora no habrá recargo nocturno. La jornada de trabajo no podrá exceder de 8 horas diarias y de 48 semanales y se prohíbe la contratación de horas extras. Propuestas de los trabajadores LA LOGIA DE LA ACCION COLECTIVA Y EL MUNDO DEL TRABAJO MOVIMIENTO SOCIAL: ESTOS ASPCETOS CONSTITUTIVOS DE LA ACCION COLECTIVA SE MANIFIESTA, CONCRETAMENTE, EN LOS MOVIMIENTOS SOCIALES, ACTOR QUE CONDUCE LOS PROCESOS SOCIALES DE ACCION COLECTIVA. MOVIMIENTO SOCIAL OBRERO ORGANIZACIÓN SINDICAL LA ACCION SINDICAL EN EL NEOLIBERALISMO ESTRATEGIAS DE INTERACCION SOCIAL INTERACCION CON OTRAS ORGANIZACIONES SOCIALES OTRAS FORMAS POSIBLES DE ORGANIZACIÓN SOCIAL PERSPECTIVA DEL MOVIMIENTO OBRERO CONCLUSIONES