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CURSO DE ETICA EN LAS

ACTIVIDADES INMOBILIARIAS
TEMA: CLUB DE LA
CONSTRUCCION
PROFESOR:DANIEL ZEVALLOS
CHAVEZ

ALUMNA: NATIVIDAD MACEDO


MONGE

2019
INTRODUCCION

El Club de la Construcción en el Perú ante una presunta concertación de


construcción ilícita que se dio en nuestro país, involucrados entre empresas
nacionales y extranjeras con el fin de adjudicarse obras por el Ministerio de
Transportes y Comunicaciones (MTC), el cual está siendo investigada por la
Fiscalía anticorrupción desde año 2017 gracias a los aportes de aspirantes a
colaboradores eficaces.

Los delitos investigados son por tráfico de influencias, lavado de activos y


asociación ilícita para delinquir.

Se vera que empresas estuvieron involucradas, antigüedad del Club de la


Construcción, quienes son los promotores, cual fue el modus operandi, estructura
de este club, que autoridades involucradas, que empresa se acoge a la
colaboración eficaz, que acciones judiciales se han tomado.
EMPRESAS INVOLUCRADAS.
Las empresas en cuestión aproximadamente serían más de 25, entre las que
cuentan las peruanas Obrainsa, Graña y Montero, OCCGSA, JOHESA, Grupo
Plaza, Cosapi, Constructora San Martín, Málaga Hermanos, H&H Casa y las
brasileñas Odebrecht, OAS, Andrade Gutierrez Queiroz Galvao, Mota Engil.

Odebrecht, así como Graña y Montero, no se adjudicaron muchas obras, ya que


estaban interesados más en los megaproyectos como el Metro de Lima y el
Gasoducto del Sur, el Club de la Construcción tenía sus preferencias por las
obras menos vistosas.
OAS al igual que Odebrecht se acogió a la colaboración eficaz con la Fiscalía
Peruana, al haber reconocido haber pagado US$ 25 millones al Club de la
Construcción, con el fin de ser incorporado como miembro del mismo.

ANTIGÜEDAD DEL CLUB DE LA CONSTRUCCION


La Fiscalía presume que el Club de la Construcción habría actuado durante el
Gobierno de Ollanta Humala, entre los meses de agosto 2011 a junio 2014,
aunque se dice que ya existía desde mucho antes y solo se reactivó en dicho
gobierno.

Raymundo Trindade Serra ex apoderado de Odebrecht y Testigo del Caso Lava


Jato, al ser interrogado por los Fiscales peruanos en febrero de 2019, declaro que
el club de la construcción existía en el Perú desde la segunda mitad de la década
de los 90, y que su formación se dio a un cambio de legislación durante el
gobierno de Alberto Fujimori. Estos cambios habrían facilitado el direccionamiento
de licitaciones a cambio de sobornos de las empresas constructoras.

PROMOTORES DEL CLUB DE LA CONSTRUCCIÓN


Las investigaciones determinaron que los principales promotores y organización
del Club de la Construcción, fueron el lobista Rodolfo Prialé de la Peña y el Ex
asesor del Viceministro de Transportes Carlos Eugenio García Alcázar. Se ordenó
la prisión preventiva de ambos, aunque solo logró ser capturado García.

Los dos se acogieron a la Ley de Colaboración Eficaz y están actualmente en


libertad, negociando así un acuerdo de colaboración eficaz con el Equipo Especial
del caso Lava Jato.
A continuación se puede nombrar otros operadores que habrían sido Elard Pail
Tejeda Moscoso (Gerente de Obrainsa), Felix Erdulfo Málaga Torres (Gerente
General de Constructora Málaga Hermanos), Luis Humberto Prevoo Neira y
Guillermo Reynoso Medina, estos dos últimos ex socios de Priale.

MODUS OPERANDI
De acuerdo a los testimonios de los aspirantes a colaboradores, este habría sido
el procedimiento de la corrupción. Una vez realizada las licitaciones publicadas en
la página de Provías Nacional entidad del MTC, los representantes legales de las
empresas interesadas se reunían con Rodolfo Edgardo Prialé de la Peña, con la
finalidad de acordar cual sería la firma ganadora. Los acuerdos tomados se
informaba a Carlos Eugenio García Alcázar, quién era funcionario del MTC, quien
eral encargado de otorgar la Buena Pro a la empresa designada. Asimismo en
dichas reuniones se determinaba que la compañía ganadora debía realizar un
pago ascendiente del 2.92% a 5% del valor referencial de la obra, que era
entregado a Prialé de la Peña.

Pero tras la aprobación de la Ley contra el Lavado de Activos, se acordó que los
pagos se justifiquen a través de falsos contratos de servicios o suministro de
agregados. Así que cuando una empresa del Club de la construcción “ganaba” la
licitación, firmaba un contrato con alguna de las empresas de Prialé: Lual
Contratistas Generales, P y P Contratistas Generales, RAL Contratistas y
Servicios Generales Granja Juan Diego Vascos, Agronegocios Procam y
Terrapuerto Wan. Luego a través de Garcia Alcazar, Prialé y Prevoo se
encargaban de dar las coimas a los funcionarios del MTC, quienes daban el visto
bueno a los acuerdos.

ESTRUCTURA DEL CLUB DE LA CONSTRUCCION


Según la tesis de la fiscalía el Club de la Construcción era una organización
criminal conformada por tres componentes:

 El primer componente estaría conformado por diversas empresas


nacionales y extranjeras dedicadas al rubro de la construcción.
 El segundo componente era Rodolfo Prialé de la Peña, quién fungía de
representante de las empresas constructoras que se encargaba de
transmitir la decisión del “club” al entonces funcionario del MTC, Carlos
García Alcázar.
 El tercer componente que según la fiscalía estaba constituido por los
funcionarios y/o servidores del MTC Carlos Paredes Rodriguez, Carlos
García Alcázar, Marco Antonio Garmica Arenas (ex Gerente de la Unidad
Gerencial de Provías Nacional) y a los ex miembros del comité de
contratación del MTC. Además de José Guillermo Paredes Rodriguez,
hermano del ex ministro (quién era el intermediario entre éste y el Club).

Autoridades involucradas
Entre las autoridades involucradas esta el ex ministro de Transportes y
Comunicaciones Carlos Paredes Rodriguez, uno de los hombres fuertes del ex
presidente Ollanta Humala, que estuvo en dicho despacho entre los años 2011-
2014, precisamente en la época que funcionó el Club. Según el testimonio de uno
de los colaboradores eficaces, el nexo de Paredes con los promotores del Club
habría sido su hermano José “Pepe” Paredes Rodriguez, a cuyas manos habrían
ido a parar los 17 millones de soles de las coimas.
Según testimonios de uno de los aspirantes a colaborador eficaz, el ex ministro
Paredes era muy exigente en apurar los pagos que debía hacer el Club, luego de
que se adjudicaban las obras a las empresas, pero Carlos García le explicaba que
debía esperar pues era necesario que las empresas justificaran la salida de dinero
El ex ministro tiene impedimento de salida del país por 18 meses por este caso.

Supuesto financiamiento a la campaña electoral de PPK


En febrero de 2019, la prensa dio a conocer el testimonio de uno de los aspirantes
a colaborador eficaz, según el cual, Pedro Pablo Kuczynski  recibió un aporte de
cien mil dólares de parte del Club de la Construcción para financiar su campaña
electoral del 2016 (la misma que lo llevó a la presidencia de la República,
con Martín Vizcarra como primer vicepresidente). En la reunión para el ilícito pago
habrían estado presentes Martín Vizcarra como jefe de campaña, Kuczynski como
presidente del partido y Alfonso Grados Carraro como secretario de economía.13
Consultado el presidente Vizcarra sobre dicha revelación, respondió que se
trataba de una patraña, que su participación en la campaña de 2016 fue solo
política, y que no intervino para nada en las finanzas del partido. Más bien, adujo,
que el había sido el primero en denunciar y combatir al Club de la Construcción,
cuando fue ministro de Transportes y Comunicaciones en el 2016-2017.

Graña y Montero se acoge a la colaboración eficaz


En 2019, la empresa constructora Graña y Montero inició el proceso para
acogerse a la colaboración eficaz con la Fiscalía, siendo la primera empresa
peruana implicada en el caso Odebrecht en hacerlo. La colaboración se ha hecho
a título corporativo y no alcanza a los ex directivos de la empresa.
Como parte de dicho proceso, Graña y Montero empezó a dar información a la
Fiscalía. Admitió que, cuando formó parte del consorcio Vial Quinua, junto con las
empresas ICCGSA y EIVI, pagó una coima de S/ 12.5 millones a manera de
reembolso, por la adjudicación de una obra licitada por Pro Vías Nacional
(dependiente del Ministerio de Transportes y Comunicaciones), bajo el esquema
ilícito del Club de la Construcción. Esa obra era el proyecto de rehabilitación y
mejoramiento de la carretera Quinua-San Francisco, tramo 2 en Ayacucho. La
coima total fue de S/ 35 millones, que fue pagada por ICCGSA. A su vez, Graña y
Montero entregó a esta empresa S/ 12.5 millones, como la parte que le
correspondía en la coima, a manera de reembolso. La obra, valorada en S/ 476.7
millones, terminó costando más. Ello ocurrió en el gobierno de Ollanta Humala.

Acciones judiciales
El caso del ex ministro Carlos Paredes Rodríguez, quedó a cargo de la fiscal de la
Nación Zoraida Ávalos, por tratarse de un ex ministro de Estado.
En febrero de 2019, la Fiscalía de la Nación, a través del área de Enriquecimiento
Ilícito y Altos Funcionarios, a cargo del fiscal supremo Luzgardo Ramiro González
Rodríguez, abrió investigación preliminar al ex ministro Carlos Paredes por
presuntamente haber recibido sobornos del denominado Club de la construcción,
usando como intermediario a su hermano Pepe Paredes.
El 18 de mayo de 2019, el Juzgado de Investigación Preparatoria de la Corte
Suprema de Justicia, a pedido de la fiscal Ávalos, dictó ocho meses de
impedimento de salida del país para Carlos Paredes
La Fiscalía solicitó la prisión preventiva por 18 meses para José Paredes
Rodríguez (hermano del ex ministro Carlos Paredes), así como para José
Fernando Castillo Dibós (ex presidente de la empresa ICCGSA), Edgard Ricardo
Unzueta Zegarra (Gerente Comercial de la constructora brasileña Andrade
Gutierrez) y Javier Lei Siucho (representante de la constructora CyM). En la
audiencia realizada el 21 de mayo de 2019, la jueza María de los Ángeles Álvarez
Camacho aceptó imponer la prisión preventiva a José Paredes Rodríguez, al
considerar que existían graves elementos de convicción sobre la comisión de
presuntos delitos que se le imputaban, además de peligro de fuga y de
obstaculización procesal. Pero rechazó el pedido de prisión preventiva sobre
Javier Lei Siucho, a quien solo aplicó comparecencia restringida. En cuanto a
Castillo Dibós, la misma fiscalía retiró su pedido de prisión preventiva y pidió solo
comparecencia restringida.
Referencias

1.  Club de la construcción: el presunto cartel de firmas peruanas y


extranjeras. Semana Económica (Lima). 2017.
2.  Pedro Francke (8 de febrero de 2019). Club de la
Pudrición. Hildebrandt en sus trece(Lima) (430).
3. Gabriela Villasís Rojas (23 de mayo de 2019). OAS pagó coima de
S/25 millones al 'club de la construcción'. El Comercio (Lima).
4.  Karla Ramírez Camarena (31 de enero de 2019). Testigo afirma que
el ‘club de la construcción’ existe desde los 90. El Comercio (Lima).
5. Gabriela Villasís Rojas (23 de febrero de 2019). Testigo afirma que el
‘club de la construcción’ existe desde los 90. El Comercio (Lima).
OPINION

En nuestro país la justicia y las investigaciones dependen de las olas


mediaticas. Se ha visto allanar locales partidarios y se producen negligencias
judiciales que liberan a dirigentes centrales de terrorismo, dependiendo muchas
veces de las portadas de ocasión. Paralizando de esta forma nuestra economía,
como por ejemplo; los políticos, periodistas y medios hablando de un supuesto
“club de la construcción” que supuestamente comprometerían a 30 empresas
constructoras nacionales que contratan obras públicas con el Estado.
Las consecuencias: el Estado y los bancos han paralizado contratos y
financiamientos para la obra pública. En Brasil y Panamá, por ejemplo, no
obstante los escándalos de corrupción, no se detuvo un solo dólar de inversión
en obra pública.
No vaya a creerse que estamos hablando solo de la construcción. El ministro de
Economía, David Tuesta, ha sostenido que para llegar a crecer por encima del
4% el Perú necesita relanzar la inversión pública, y que el crecimiento de solo
3% causa vergüenza. Bueno, no se relanzará la inversión pública sin la
construcción. Ya se conocen de varias licitaciones en el Ministerio de
Transportes que se han declarado desiertas porque se descalifica a las
compañías del supuesto club.
La cosa es demasiado grave. Se han destinado más de S/ 30,000 millones (que
representa el 4% del PBI) para inversiones en asociaciones público privadas y
obras por impuestos. Se calcula que si las empresas constructoras quiebran
más del 30% del patrimonio de los bancos estaría en peligro. El jueguito
mediático sobre un supuesto club de la construcción, pues, compromete a toda
la economía.
La actual situación del sector construcción es el resultado de la guerra política
Ejecutivo versus Legislativo, alrededor del caso Lava Jato, durante la pasada
administración PPK. Es hora de terminar con esa situación. El famoso Decreto
de Urgencia 003, que pretendía garantizar la continuidad de la inversión pública
y el pago de las reparaciones civiles de las empresas investigadas por
corrupción, finalmente no consiguió ningún objetivo: ni la continuidad de la obra
pública ni el pago de la reparación civil.
Ante el fracaso, el Ejecutivo y el Congreso aprobaron la Ley N° 30737. Pero los
especialistas señalan que se repetirá el fracaso porque la norma se concentra
en “asegurar el pago inmediato de la reparación civil a favor del Estado”, al
margen de la necesidad de garantizar las inversiones. De otro lado, se encarga
casi todo el proceso al Ministerio de Justicia, uno de los principales
responsables del fracaso en la aplicación del DU 003.
Además, la Ley N° 30737 tiene un problema de fondo: define sus objetivos a
partir de falacias. La norma regula tres tipos de casos: a la empresa
Odebrecht, las empresas consorciadas y al “supuesto club de la construcción”,
integrado por 30 empresas. Es decir, prácticamente todas las empresas que se
dedican a la obra pública. Ya sabemos de la “solidez” de la Fiscalía en la
investigación del supuesto club.
En este contexto los bancos no otorgan créditos, los funcionarios se niegan a
contratar obra pública, las licitaciones comienzan a quedar desiertas y se están
perdiendo algunos puntos y fracciones vitales en el crecimiento del PBI,
mientras se pierden miles de empleos y se interrumpen cadenas de pagos.
Es impresionante cómo los políticos, periodistas y medios se suben sobre una
ola mediática ignorando las consecuencias económicas de una acusación sin
fundamento. Y sobre todo, cómo se viola nuestra Carta Política cuando se
acaba
Esto ocurre porque, los actos de corrupción se deben a la falta de importancia
que se le da a la “ética”, ya que, la mayoría de nuestras autoridades no
cumplen de manera eficaz su función dentro de la sociedad, y más aún, siendo
representantes de nuestro país. El sistema político peruano actual, es un
sistema de sobornos, aportes opacos, simplemente es un sistema en el que se
emplea “una corrupción sistémica”, en la que predomina no solo un sistema de
coimas a cambio de obras, proyectos públicos; sino que, al financiar a los
principales líderes políticos a cambio de que una vez que estos se encuentren
en el poder, aquel “cartel” formado por poderosas empresas, se beneficien con
las decisiones. Por lo que, “una corrupción sistémica” es una corrupción
institucionalizada, la cual permite un círculo vicioso, y a la vez, es esta, la que
contamina la democracia. Por último, la corrupción de empresarios y de altos
funcionarios del Estado no es novedad alguna. Sin embargo, la dimensión de
las evidencias y dimensión de la corrupción peruana que fundamentan una
responsabilidad y compromiso de las más altas autoridades tanto públicas
como privadas en actos delictivos y corruptos, exige una seria revisión del
sistema actual de control, al igual que, de su accionar en los distintos
organismos del Estado. En tercer lugar, la corrupción genera pérdidas
económicas y aumento de pobreza en el Perú. Los continuos actos de
corrupción han generado ciertos déficits económicos que no han permitido una
mejora en el desarrollo y crecimiento económico del país, sino que, han influido
en el aumento de la pobreza. Un caso controversial y mencionado
constantemente en nuestra sociedad, es lo siguiente: “Las nuevas revelaciones
de Odebrecht golpearon a los mercados del país.
Y más aún, con la corrupción, que no deja progresar, ya que, se está en un
conflicto constante. En el Perú, la corrupción no solamente denota una ausencia
de sentido de nación, sino que progresivamente pone en riesgo la viabilidad del
país (…) la corrupción empobrece a la nación: la debilita en tanto proyecto y la
empobrece materialmente haciendo más pobres a los pobres. Se puede decir
que, a medida que los actos de corrupción van aumentando, la democracia va
disminuyendo al igual que los recursos que disponemos, y se va generando
mayor demanda en la sociedad, y es por ello, que no se logra erradicar la
pobreza. Además, que, si no se logra erradicar la corrupción, no se logrará una
viabilidad del país, mucho menos, se dará paso a solucionar los problemas que
siguen después de la corrupción, ya que este, es el “lastre” que impide tanto el
progreso del país como la mejora del sistema político peruano. En síntesis, por
un lado, la falta de ética y los actos de corrupción influyen negativamente en
todas las esferas del Estado peruano. Por otro lado, la corrupción genera
pérdidas económicas y aumento de pobreza en el Perú. Por ello, la corrupción
es un “mal terrible” que ocurre en todos los campos, no solo en la política. Por
lo tanto, reafirmo que, la falta de ética y la corrupción son un impedimento para
el progreso, y el “lastre” del sistema político peruano.

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