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Uno de los conceptos más fundamentales que se desarrollan en toda la Escritura

lo constituye el hecho de que Dios está preparando habitación para residir en


medio del hombre. Dios viene. Las religiones en general se centran en ir a Dios.
No obstante, la verdad bíblica nos asegura que Dios es el que viene a nosotros, es
decir, a este mundo. El diseño del tabernáculo nos permite ver aspectos muy
importantes de Su venida.

El Tabernáculo con sus detalles fueron revelados a Moisés en el Monte Sinaí


(Éxodo 25:8-9). Pareciera que lo que Dios mostró a Moisés fue una visión del
trono de Dios y de la "Nueva Jerusalén" para que Moisés hiciera un registro
minucioso de lo observado. Este
registro sirvió posteriormente para
definir las especificaciones mismas
del tabernáculo. El mensaje más
importante arrojado en el estudio del
tabernáculo es que nos habla del
Camino hacia Dios. Esta afirmación
se hará evidente cuando analicemos
los componentes del tabernáculo.

En el diagrama adjunto se muestra la


disposición general del tabernáculo.
El tabernáculo o tienda de reunión se
situaba en medio de las tribus de
Israel. Tres tribus por lado
acampaban alrededor del tabernáculo. Una pared hecha de cortinas separaba el
tabernáculo del pueblo mismo. Dentro del área se encontraba el altar de bronce, el
lavatorio y el "Mikdash". El "Mikdash" se componía de dos recintos: (1) el recinto
más interno denominado: Lugar Santísimo, y (2) el externo llamado: Lugar Santo.
La presencia de Dios descansaba en el Lugar Santísimo o Kadosh HaKadoshin. Al
Lugar Santísimo solo se podía llegar a través de la cámara externa o Lugar Santo.
Para acceder al Mikdash debía primero pasarse por el altar de bronce y el
lavatorio. Más adelante veremos como al aproximarnos a Dios, el altar y el
lavatorio representan la limpieza por medio de la Sangre y la Palabra. Por último,
el compartimiento externo representa al Mesías mientras que el Lugar Santísimo
es en sí mismo el lugar de habitación de Dios.

A. El Lugar Santísimo (Éxodo 25:10-20)

Dentro del Lugar Santísimo se hallaba el Arca del Pacto también llamada Arca de
la Alianza (Éxodo 25:10-22). Descansando sobre el arca el "Jacaporet" o
propiciatorio. Integrados al Jacaporet se hallaban frente a frente dos Querubines.
Cada Querubín miraba hacía abajo significando la manera de acercarse a Dios.
Una referencia anterior al Querubín la encontramos en Génesis capítulo 3 cuando
Dios los situó en el Jardín para resguardar el acceso al Árbol de la Vida, es decir,
para evitar la libre comunión con Dios. Ahora sobre el arca estos Querubines
señalan el único acercamiento posible hacia Dios. En realidad, los Querubines nos
están diciendo que "Dios nos encontrará aquí". Cuando terminó la construcción del
tabernáculo la presencia de Dios descendió sobre esta área específica del
Mikdash.

B. El Lugar Santo (Éxodo 25:23-40 y 30:1-10)

En el Lugar Santo se encontraban tres componentes: (1) La Mesa de los Panes de


la Presencia o Proposición (Éxodo 25:23-30), (2) la Menorah (Éxodo 25:31-40) y el
Altar del Incienso (Éxodo 30:1-10). Estos componentes unidos a la figura de
Moisés y Aarón nos revelan un cuadro perfecto del Mesías.

El significado del Pan es la provisión física de Dios para Su pueblo. La Menorah


representa la luz de Dios presente en Su pueblo y el Altar del Incienso representa
las oraciones de intercesión hechas a Dios en nombre de Su pueblo. Moisés y
Aarón fueron los vasos humanos utilizados por Dios para conectar estos tres
componentes en Israel. El ministerio de provisión y luz vinieron a Israel a través de
Moisés. Las oraciones ante Dios fueron hechas mediante la intercesión de Aarón
en nombre de Israel.

Debido al elemento humano en el Tabernáculo, es decir a Moisés y Aarón, un velo


lograba la separación entre el Lugar Santo y el Lugar Santísimo. El velo indicaba
que un ser humano no podía aproximarse para morar abiertamente en la carne
ante la presencia de Dios. La Biblia nos dice que este velo fue desgarrado de
arriba hacia abajo al morir Jesús. Jesús entró y descansó en la presencia de Dios,
pero no lo hizo en la carne. De hecho, el libro de Hebreos nos enseña que Su
carne era el velo mismo. De manera similar, mientras estemos viviendo en esta
carne solo podremos tener acceso limitado a Dios, no obstante cuando ese velo
se rompa estaremos plenamente ante la presencia del Señor.

C. El Atrio Exterior

En el atrio externo del Mikdash podían observarse otros dos instrumentos: (1) el
altar de bronce (Éxodo 27:1-8), y (2) el lavatorio (Éxodo 30:18-21). Era en el altar
de bronce donde se rociaba la sangre de los sacrificios que cubrían los pecados
del pueblo. Después de la realización del sacrificio y antes de entrar en el
Mikdash, el sacerdote lavaba sus manos y pies en el agua contenida en el
lavatorio. Ambos artefactos representan la limpieza por la sangre y la limpieza por
medio de la palabra (Efesios 5:26) en nuestra aproximación a Dios.

D. Interpretaciones

El trono del Dios se representa por el Lugar Santísimo. El Lugar Santo representa
al Mesías por medio de quien podemos acercarnos a Dios. Este es
verdaderamente el significado de la declaración hecha por Jesús en Juan 14:6
donde El proclama que es el Camino, el único acercamiento al Padre. Jesús
proclamó que El es la Luz el Mundo (Menorah) y el Pan de Vida (Pan de la
Proposición). Adicionalmente, la Biblia nos habla de que El hace continuamente
intercesión ante Dios por nosotros (Altar del Incienso). El velo representa el
acceso restringido a Dios mientras se está en la carne. Por supuesto, Jesús ha
traspasado este velo sentándose a la derecha de Dios. Conocemos a Jesús en el
Espíritu y en consecuencia, vemos al Señor glorificado por el Padre.
Eventualmente, nosotros también atravesaremos este velo para estar ante Dios.

Pablo escribió en Colosenses que "Porque habéis muerto, y vuestra vida está
escondida con Cristo en Dios" (Colosenses 3:3). En lo referente al tabernáculo,
esto significa que vivimos dentro del Mikdash en la presencia de Dios. Es desde
esta posición que debemos ministrar, apoyar y exhortar Israel ofreciendo
reconciliación al mundo entero (Romanos 15:8-9).

El Tabernáculo nos muestra un cuadro del Trono de Dios. Dios se prepara para
establecer entre los hombres Su Trono en la tierra. Los discípulos llenos del
Espíritu del Mesías están siendo preparados para servir directamente en la
presencia del Señor.

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