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Libertad y

república
en la obra de
Juan Germán
Roscio
Pedro A. Urruchurtu Noselli

Ensayo ganador del primer lugar del


concurso JUAN GERMÁN ROSCIO.
EL TRIUNFO DE LA LIBERTAD SOBRE
EL DESPOTISMO, 200 AÑOS
Libertad y república
en la obra de
Juan Germán Roscio
Pedro A. Urruchurtu Noselli
Libertad y república
en la obra de
Juan Germán Roscio
Pedro A. Urruchurtu Noselli Pedro A. Urruchurtu Noselli
Licenciado magna cum laude en Ciencias Políticas, por la Universidad
Central de Venezuela y profesor en la misma escuela. Vicepresidente
de la Federación Internacional de Juventudes Liberales (IFLRY).
Coordinador de Formación del Movimiento VENTE Venezuela

Ensayo ganador del primer lugar del concurso


JUAN GERMÁN ROSCIO. EL TRIUNFO DE LA LIBERTAD
SOBRE EL DESPOTISMO, 200 AÑOS

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PRESENTACIÓN
José Ignacio Hernández G.

José Ignacio Hernández G. I


Doctor en derecho, profesor en la Universidad Católica Andrés Bello El bicentenario de la publicación de la obra de Juan Germán Roscio, El
y en la Universidad Monte Ávila. Autor de Prodavinci, actualmente triunfo de la libertad sobre el despotismo» (Imprenta de Thomas H. Palmer, Filadel-
profesor visitante del Center for International Development at fia, Estados Unidos de Norteamérica, 1817) llevó a CEDICE a convocar un con-
Harvard University. curso de ensayos sobre la mencionada obra. La iniciativa fue particular-
mente acertada, considerando que no ha sido afortunado el estudio de la
labor de los civiles en nuestro proceso de Independencia1. El culto a Bolívar,
junto al relato invariable de la Independencia como gesta militar, han
eclipsado el fundamento primero del proceso que comenzó a materiali-
zarse el 19 de abril de 1810: la creación de una República centrada en la
libertad general del ciudadano y en la sujeción del Gobierno a un sistema
de pesos y contrapesos2.
La República, en tal sentido, puede definirse como un Estado Consti-
tucional, esto es, la organización política centrada en la defensa de la li-
bertad general del ciudadano, particularmente, frente al Gobierno. A tal
fin, Roscio concibió al Gobierno como un poder limitado por la Constitu-
ción, la cual fue concebida como un pacto de libertad.
Para lograr la instauración de la república, la principal batalla que de-
bía librarse no era, precisamente, en el campo de batalla: era en el pensa-
miento político, esto es, el conjunto de creencias en torno al origen y fun-

1 Este tema es tratado desde diversas perspectivas jurídicas, en los ensayos


recopilados por Allan R. Brewer-Carías, La independencia y el Estado Constitucional en
Venezuela: como obra de civiles (19 de abril de 1811, 5 de julio de 1811, 2 de diciembre
de 1811), Cátedra Mezerhane sobre Democracia, Estado de Derecho y Derechos
Humanos, Colección Anales Nº 2, Ediciones EJV International, Miami, 2018.
2 Cfr.: Germán Carrera Damas, El culto a Bolívar, Editorial Alfa, Caracas, 2003, pp. 85
y ss., e Inés Quintero, «Las causas de la independencia: un esquema único», en El
relato invariable. Independencia, mito y nación, Editorial Alfa, Caracas, 2011, pp. 95 y ss.

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damento del poder político. Las sociedades de las distintas provincias Yo quisiera más bien obrar con las armas en la mano para vengar los agra-
existentes para 1810 eran sociedades en las cuales el orden colonial había vios de la patria, que escribir más de lo que he escrito. Nunca fue esta mi
penetrado sobre la idea del poder político como poder divino: obedecer al profesión; pero ella lo debe ser de todo hombre que ame la libertad y que
rey era obedecer a Dios, con lo cual la Independencia suponía, ni más ni aspira darla a sus semejantes
menos, una ofensa a Dios. De ese Derecho Divino de los reyes derivaban los
vínculos perfectos para el sometimiento absoluto del ciudadano al poder En El triunfo de la libertad sobre el despotismo, Roscio no solo demostró que
ilimitado del Gobierno. Con lo cual la Independencia requería, antes que la Biblia no se oponía a ese nuevo pensamiento político. Además, desarro-
nada, formular un nuevo pensamiento en torno al poder político . 3
lló los primeros fundamentos republicanos del nuevo pensamiento políti-
Así lo explicó Roscio en carta a Martín Tovar, de 16 de junio de 1816 . 4
co venezolano que justificó nuestro proceso de independencia5.
Quienes defendían al tirano en América eran americanos, impulsados
por «las falsas ideas de religión y política que aprendieron desde la cuna, y II
mediante las cuales creen que es un atentado contra Dios, y su santa reli- Como bien concluye Pedro Urruchurtu en el ensayo ganador del con-
gión el levantarse contra el despotismo español, desprenderse de él y fun- curso convocado por CEDICE, la clave de este nuevo pensamiento político
dar el sistema de la independencia». La monarquía, en conocimiento de es la soberanía. En tal sentido, el cambio conceptual aportado por Roscio
este hecho, se afanaba en imprimir y divulgar escritos para «avivar y no se limitó solo al origen de esa soberanía, que del monarca se trasladó
mantener las falsas doctrinas políticorreligiosas que han sostenido por al pueblo. Mucho más importante que ello fue la consecuencia que Ros-
300 años la servidumbre de los americanos. Sabe el Gobierno español que cio extrajo de esa premisa: como la soberanía es de origen popular, en-
ellas son el fundamento de su tiranía y de su duración». tonces, el Gobierno debe quedar limitado por esa soberanía. El Gobierno
Con lo cual, la batalla que Roscio debía librar era la batalla de la pala- no es, así, un centro de poder absoluto e ilimitado; por el contrario, el Go-
bra, a los fines de construir un nuevo pensamiento político. Así lo explicó bierno debe ser un centro limitado de poder. Con lo cual, el primer límite
en la citada carta: del Gobierno es la libertad general del ciudadano, considerada un dere-
cho natural, esto es, previo al propio Estado.
Así puede leerse en el capítulo II de la obra comentada: «por más que
3 Germán Carrera Damas, De la abolición de la monarquía hacia la instauración de la
República, Fundación Rómulo Betancourt, Caracas, 2009, pp. 9 y ss. Véase en general a se afanen los déspotas y sus cortesanos, la soberanía ha sido y será siem-
Guillermo Aveledo Coll, Pro religione et patria República y religión en la crisis de la sociedad pre un atributo natural, e inseparable del pueblo». Al aludir a un «atribu-
colonial venezolana (1810-1834), Universidad Metropolitana-Academia Nacional de la
to natural», Roscio apela al Derecho Natural, o sea, a la existencia de de-
Historia, Caracas, 2011, pp. 63 y ss.; Carolina Guerrero, «Transformaciones en la
concepción de la soberanía: de la tradición monárquica a la aurora republicana», rechos subjetivos inherentes a la persona humana, demostrando así una
en: Una mirada al proceso de independencia de Venezuela, bid. & co. Editor, Caracas, 2011,
pp. 67 y ss.; Elías Pino Iturrieta, La mentalidad venezolana de la emancipación, bid. & co. 5 Luis Ugalde, El pensamiento teológico-político de Juan Germán Roscio, bid & co.
Editor, Caracas, 2007, especialmente, pp. 246 y ss., y Juan Carlos Rey, «Pensamiento Editor-Universidad Católica Andrés Bello, Caracas, 2007, p. 37. Véase igualmente
político en España y sus provincias americanas durante el despotismo ilustrado a Guillermo Emilio Willwoll, «Sesquicentenario de Juan Germán Roscio. Suárez-
(1759-1808)», en: Gual y España. La independencia frustrada, Fundación Empresas Polar, Rousseau y Roscio», Revista de la Facultad de Derecho N° 49, Universidad Central de
Caracas, 2007, pp. 43 y ss. Venezuela, Caracas, 1971, p. 163. Recientemente, vid. Luis Daniel Perrone Galicia,
4 Juan Germán Roscio, Obras, tomo III, Publicaciones de la Secretaría General de la Veredas de libertad e igualdad: expresiones del pensamiento político y social de Juan Germán
Décima Conferencia Interamericana, Caracas, 1953, pp. 44 y ss. Roscio (1797-1818), Fundación Bancaribe, Caracas, 2018.

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influencia importante en los fundamentos constitucionales de la Revo- se desvía de su acción para violar la libertad. Por ello, el ciudadano siem-
lución de Estados Unidos de Norteamérica, inspirados por Locke . 6
pre está facultado para discernir entre la acción legítima del Gobierno
No obstante, y demostrando la influencia de Locke, Roscio se cuidó de –que debe ser obedecida– y la acción ilegítima del Gobierno –que debe
construir un concepto de Ley como expresión soberana de la voluntad ser desconocida.
general, en lo que se conoce como legiscentrismo. Tal concepto entraña-
ba el riesgo de atribuir a la Ley un poder soberano ilimitado, de lo cual III
podría degenerar una tiranía a través de la Ley. Pues para Roscio, el con- Cuando El triunfo de la libertad sobre el despotismo arribó a sus doscientos
cepto de tiranía no se limitó al Gobierno que usurpa la representación años, todos los principios republicanos en los que Roscio se basó habían
popular: incluso el Gobierno que deriva de esa representación puede de- desaparecido. Con particular insistencia desde 2009, se han dictado di-
venir en tiranía, cuando menoscaba la libertad general del ciudadano . 7
versas Leyes cuyo propósito ha sido desmantelar el Estado Constitucio-
Para reforzar esta última idea, Roscio negó que la obediencia al Go- nal que Roscio ideó, para sustituirlo por el llamado Estado Comunal, que
bierno, y a la Ley en especial fuese una obediencia ciega, o sea, irracio- reniega de la separación entre Estado y sociedad. Por el contrario, el Esta-
nal. Por el contrario, el ciudadano solo debe obediencia a la Ley y al Go- do Comunal se basa en el control total de la sociedad por el Gobierno con
bierno cuando estos son legítimos, o sea, cuando son el resultado de la el propósito de imponer el pensamiento único, a saber, el socialismo8.
voluntad popular y, además, cuando respeten la libertad. De acuerdo con El desmontaje del Estado Constitucional permitió implementar con-
Roscio: troles centralizados sobre la economía que destruyeron las instituciones
(La) obediencia ciega no puede ser sino el resultado de una conciencia cie- de la economía de mercado –las cuales son un componente consustan-
ga que sin discernir entre lo bueno y lo malo, ciegamente abraza cuanto se cial del Estado Constitucional, como se desprende de la obra de Roscio9.
le propone (Capítulo XXX). Cuando los efectos devastadores de esos controles comenzaron a ser evi-
dentes en una crisis económica que degeneró en emergencia humanita-
Con lo cual, en el capítulo citado, Roscio afirma que «una obediencia
ciega, una obediencia obscura, bien presto abriría el camino a la tiranía,
8 Sobre el concepto de Estado Comunal y su incompatibilidad con los fundamentos
y destruiría la libertad». Roscio comprende, así, que la libertad debe de-
republicanos de nuestro ordenamiento jurídico, vid.: José Ignacio, Hernández G.,
fenderse no solo frente a quien ha usurpado la representación popular, «La estructura jurídico-estatal del sistema político venezolano en el siglo XXI», en:
sino también frente al representante popular que, pese a tal condición, Desarmando el modelo. Las transformaciones del modelo político venezolano desde 1999,
Universidad Católica Andrés Bello, Caracas, 2017, pp. 151 y ss.
9 Roscio se ocupó de exponer las garantías básicas del derecho de propiedad. Como
6 Sobre esos fundamentos, entre otros, vid. Lois G. Schwoerer, «Locke, Lockean Ideas, se lee en el capítulo XLIX, «y si el disponer de ésta (la propiedad) sin el placer de
and the Glorious Revolution», en: Journal of the History of Ideas, vol. 51, Nº 4, 1990, su dueño, es latrocinio; el atacarla con la fuerza pública destinada al amparo del
pp. 531-548. Véase también a Bernard Schwartz, The roots of freedom, Hill and Wang, propietario, es manifiesta rapiña, tanto más criminal, cuanto que lleva en sí la
Nueva York, 1965, pp. 195 y ss. Para el análisis de Roscio, vid. Luis Castro Leiva, «La circunstancia de perfidia y tiranía». Roscio no analiza en su obra los fundamentos
gramática de la libertad», en: Luis Castro Leiva, Obras, vol. II. Lenguaje republicanos, de la economía de mercado, ni se detiene en análisis económicos. Sin embargo, la
UCAB-Fundación Empresas Polar, Caracas, 2009, p. 226. defensa de la propiedad privada –derecho natural básico para Locke– demuestra
7 Cfr.: José Ignacio Hernández G., «El pensamiento constitucional de Juan Germán que en la obra de Roscio pueden encontrarse los fundamentos constitucionales de
Roscio y Francisco Javier Yanes», en: Documentos constitucionales de la Independencia, la economía de mercado, que no es más que el intercambio de bienes y servicios
Editorial Jurídica Venezolana, Caracas, 2012, pp. 1 y ss. centrado en la libertad general del ciudadano y, por ende, en la propiedad privada.

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ria compleja, el régimen de Nicolás Maduro optó por consolidar el proce- LIBERTAD Y REPÚBLICA EN LA OBRA DE JUAN GERMÁN ROSCIO
so de desmontaje del Estado Constitucional a través de la ilegítima y Pedro Urruchurtu
fraudulenta asamblea nacional constituyente.
Doscientos años después, las preocupaciones que Roscio demostró en
contra de la tiranía tienen plena vigencia. Tal y como concluyó en el capí-
tulo XVI de su obra: «armarse del poder sin el consentimiento espontá-
neo y libre de la nación: abusar de él con detrimento de las altas miras de El triunfo de la libertad sobre el despotismo representa una de las obras
la sociedad, es una usurpación y una tiranía». Esa frase aplica, perfecta- con más poder argumentativo liberal en contra del despotismo monár-
mente, a la tiranía ejercida a través de la ilegítima asamblea nacional quico. Es un referente obligatorio para entender el proceso independen-
constituyente. tista de Venezuela y América, y es fundamental para comenzar a hallar
De allí la especial pertinencia de las reflexiones de Pedro Urruchurtu los orígenes de la Ciencia Política en Venezuela, de la cual Juan Germán
en el ensayo ganador del concurso promovido por CEDICE. Hoy, al igual Roscio es precursor. Este ensayo se propone la revisión de ideas como
que en 1817, es preciso perseverar en el triunfo de la libertad sobre el des- soberanía y república en la obra de Roscio, las cuales engloban un con-
potismo. junto de aspectos y conceptos que conforman una lucha ideológica en-
Boston, julio de 2018 cabezada por este en contra de los abusos del poder divino, pero que,
sobre todo, se enmarcan en los primeros rasgos del liberalismo como
ideología en Venezuela.

Palabras clave: Libertad, República, Soberanía, Despotismo, Juan, Ger-


mán, Roscio, Triunfo, Independencia, Liberalismo, Ideología.

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INTRODUCCIÓN

Desde que en el mundo hispanoamericano se dio la voluntad emanci-


padora, con un anhelo trazado de acabar con la condición de colonia, se
tuvo un impulso provocado por la idea de sacar por completo del ruedo el
llamado derecho divino, el cual permitía que los reyes gobernaran pue-
blos, así fuese en contra; todo esto junto a un clima ideológico surgido en
el siglo XVIII en contra de la monarquía y junto a un liberalismo concilia-
dor entre la religión y la llamada libertad individual.
Venezuela no fue la excepción y su estructuración dentro de ese pe-
ríodo se da justo cuando se conforma la Capitanía General de Venezue-
la en el año 1777. Desde la formación de la Capitanía, con el transcurso
del tiempo, fueron muchos los fenómenos culturales que brindaron una
concepción teológica enmarcada en la filosofía y en la discusión religio-
sa, en la cual se generaría un amplio debate entre aquellos que se afe-
rraban al pensamiento aristotélico y aquellos que se aferraban a la idea
de aprender sobre teología guiados por las ideas de Descartes. De ese
amplio debate entre los enciclopedistas y los escolásticos surgiría, años
más tarde, una generación de ideólogos que sería la que dotaría de peso
teórico y conceptual al proceso emancipador que estaba por venir.
«La defensa de la religión y la monarquía dominaban el panorama»1.
Es precisamente en ese marco, cuando la modernidad se presta como an-
helo y dilema de conciencia, donde nacerá una gran promoción de pensa-
dores y militares que liderarán el proceso independentista venezolano.
Sin embargo, uno de los principales problemas a los que se enfrenta-
ron los ideólogos de la época fue el de cómo unir y conciliar la necesidad

1 Juan G. Roscio, (1996). El triunfo de la libertad sobre el despotismo. Biblioteca Ayacucho:


Caracas, Venezuela, pág., XII (Prólogo).

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de lograr plena autonomía política y económica respecto a España, «sin el Acta de Independencia de la Confederación Americana de Venezue-
caer en desobediencia al monarca, exponente del poder divino sobre la la (…)»4. Y junto a esto, en uno de los partícipes en la elaboración de la
tierra, dogma de fe implantado por los teólogos (…) que identificaban la Constitución de 1811.
obediencia ciega con la virtud y la gracia así como el pecado era gravísi- Tras esta firma, el júbilo estalló en las barras ocupadas por los miem-
mo cuando se incurría en el desacato al rey (…)» . 2
bros del congreso al lado del pueblo asistente, junto a ciudadanos como
Esto originó una batalla ideológica, producto del respeto a la religión Francisco de Miranda y Francisco Espejo, mientras se escuchaban los
católica, que fue notoria en la declaración de la Independencia en el acta gritos de ¡Viva la Patria!», «¡Viva la Libertad! 5.
del 5 de julio de 1811, en la que hubo una polarización entre los católicos Este hecho, sin duda alguna, marca la vida política de Juan Germán
que continuaron obedeciendo ciegamente al rey español y aquellos que Roscio y lo convierte en un luchador ideológico de mucho peso para el
creían en las ideas y en cierta ruptura con la Iglesia y sus pastores. In- proceso emancipador venezolano y realza, a su vez, una recia convicción
clusive en 1816 se mantenía la idea de obediencia ciega al monarca, aun sobre su propósito de brindar a las emancipaciones sociales de Hispa-
cuando ya Venezuela había sido declarada territorio independiente de noamérica los textos fundamentales de la religión católica de la cual era
la Corona española. creyente, pero a la vez duro crítico en lo que a sus opresiones de refiere. Y
Socialmente, el elemento dominante fue el del «criollo», es decir, el es precisamente su lucha ideológica la que se afianza en el documento de
hijo de españoles nacido en América. Esto otorgaba un conjunto de pri- Independencia tras colocar menciones a la lucha de los cristianos por su
vilegios, desde educativos hasta económicos, que se apoyaban además liberación. A partir de ese momento el ideario de Roscio se afianzó en la
en una sociedad absolutista en formación. Todas esas circunstancias refutación del poder divino monárquico y además se encargo de exponer
derivan en aquel gran paso que sería la declaración de Independencia un principio de revocabilidad como derecho de los pueblos «frente a go-
por parte de Venezuela el 19 de abril de 1810. Es justo ese día cuando «en biernos que no cumplen con su obligación de conceder protección, libertad y bienes-
pleno cabildo abierto comenzaba la Revolución de América. Juan Ger- tar (…)»6. Todos estos factores influyeron considerablemente en las obras
mán Roscio y José Félix Sosa, que se titulan diputados y toman parte sin de Juan Germán Roscio, entre las que destacan El patriotismo de Nirgua y el
ningún derecho (…) proponen la formación de una junta gubernativa abuso de los reyes (1811) y El triunfo de la libertad sobre el despotismo (1817), que
presidida por Emparan (…)» 3
serán objeto de análisis en el presente trabajo.
Esta irrupción en el cuerpo municipal, a pesar de los resultados y del Estos escritos marcaban claramente la postura de Roscio ante las mo-
abandono de la autoridad española, inicia la primera etapa pública de narquías, los gobiernos despóticos y el poder divino de estos. El primero de
Juan Germán Roscio y, gracias a su intensa actividad jurista y a su im- ellos se puede definir como el antecedente conceptual del segundo. El do-
placable crítica a la monarquía y al poder divino, lo hace aparecer como cumento El patriotismo de Nirgua y el abuso de los reyes, que data de 1811, circu-
uno de los principales redactores del Acta de Independencia firmada el ló constantemente a pesar de la deportación de Roscio tras la caída de la Pri-
5 de Julio de 1811, tal como lo relata Caracciolo Parra-Pérez: «En la sesión
de la tarde Roscio y el secretario Iznardi recibieron encargo de redactar 4 C. Parra-Pérez (1939). Historia de la Primera República venezolana». Tipografía
Americana: Caracas, Venezuela. Tomo II, pág., 51.
2 Op. cit. pág., XIV (Prólogo). 5 «5 de julio de 1811: La Independencia absoluta de Venezuela» (2009). En: Revista
3 C. Parra-Pérez (1939). Historia de la Primera República venezolana. Tipografía Memorias de Venezuela. Edición Especial Marzo 2009. Caracas: Venezuela, pág., 33.
Americana: Caracas, Venezuela. Tomo I, pág., 273. 6 Juan G.Roscio (1996). El triunfo…, pág., XXI (Prólogo).

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mera República en 1812. La lectura del documento por parte de cualquier ciones sobre virtud, individuo y toca aspectos como el ejercicio del po-
persona podía traer consigo la excomunión, ya que era considerado «here- der. Subyacente a estas ideas se encuentra también la de República, y así
jía», pero sin duda, el pensamiento de Roscio continuaba hablando en nom- un sinfín de aspectos que complementan una obra muy completa esen-
bre del pueblo. Tras su deportación, es prisionero en Ceuta entre los años cialmente liberal y republicana, donde Roscio ataca los abusos del po-
1812 y 1815. Llega en 1817 a Filadelfia, tras pasar por New Orleans, y es allí der eclesiástico en la emancipación americana y busca remedios para el
donde registra los derechos de su libro El triunfo de la libertad sobre el despotis- mundo temporal respecto a esos abusos. Logra contrastar las caras de
mo, en las confesiones de un pecador arrepentido de sus errores políticos, y dedicado a la soberanía popular con la de la soberanía individual propia de los mo-
desagraviar en esta parte a la religión ofendida con el sistema de la tiranía, que había narcas absolutos, lo que trajo consigo su propio instrumento reflexivo y
sido escrito por él mientras estaba preso. Su objetivo con las obras era claro y de cuestionamiento que marcó una época y que hace de la obra un refe-
estaba centrado en un combate ideológico contra quienes usaban la religión rente primordial.
para oprimir pueblos . 7
Y es precisamente de todos los antecedentes referidos anterior-
El triunfo de la libertad sobre el despotismo representa una de las obras mente que surge el interés de este ensayo, donde se enmarcan múlti-
con más poder argumentativo liberal en contra del despotismo monár- ples aspectos dentro de dos ideas fundamentales inmersas en el pen-
quico. Y es que precisamente Roscio nunca renegó de su religión católi- samiento político de Juan Germán Roscio: soberanía y república. A
ca, pero como liberal siempre hubo factores laicos en su pensamiento y través del análisis de algunos de sus escritos, específicamente El pa-
consideraba que la mejor forma de atacar el llamado poder divino era triotismo de Nirgua y el abuso de los reyes y El triunfo de la libertad sobre el des-
a través de los escritos bíblicos, por medio del desmantelamiento de la potismo, se busca hallar rasgos de un pensamiento político que pudo
teología feudal. ser precursor de miles de ideas posteriores. Además, es sumamente
La obra es una lectura política de la Biblia y se manifiesta en contra importante, tras haber presentado el contexto en el que Roscio se des-
de la situación opresiva que vivía América, y esto se refleja a través del envolvió y en el que escribió sus obras, comprender el significado que
liberalismo profesado por un cristiano. Su objetivo se fundaba en co- estos han podido tener para la ciencia y la teoría política, pues bien es
locar por encima de la teología feudal la teología de la emancipación. Roscio sabido que Roscio es uno de los primeros teóricos políticos venezola-
creía que el mayor obstáculo para la Independencia del pueblo venía del nos. Igualmente resulta esencial estudiar las ideas del pensamiento
miedo y la ignorancia y por ello este se dejaba someter bajo los designios político de Roscio, ya que se enmarcan en los primeros rasgos del libe-
del monarca tras el temor de recibir un castigo divino. ralismo como ideología en Venezuela.
El libro fundamental de Roscio maneja conceptos e ideas como el de De esta forma, el objetivo central busca hallar en los escritos polí-
obediencia, el cual refuta y critica y lo anexa a la idea de la soberanía, tico-religiosos de Roscio la idea de soberanía y de república, las cuales
que tiene tres vertientes, obediencia ciega, pasiva o activa. En cuanto a engloban un conjunto de aspectos y conceptos que conforman una lu-
la idea de soberanía, el autor le dedica mucho al término y se encarga de cha ideológica encabezada por el autor en contra de los abusos del po-
aclarar paso a paso lo que él manejaba como soberanía y lo que efecti- der divino.
vamente es (desde el punto de vista bíblico). Igualmente maneja concep- Roscio buscaba la forma idónea de conciliar el término de república
con el cristianismo, es decir, que se pudiera gobernar en una república

7 Op. cit., pág., XXIV (Prólogo). de la mano con la religión. Por ello busca la forma de demostrar que Dios

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nunca quiso una tiranía ni una monarquía para la tierra. Para Roscio, LIBERTAD Y REPÚBLICA EN LA OBRA DE JUAN GERMÁN ROSCIO
efectivamente, se puede ser republicano y cristiano, y es precisamente
la mira que lleva el trabajo que se presenta a continuación y que desta-
ca los ideales políticos de un luchador ideológico muy importante para
la historia de la emancipación hispanoamericana.

1. La idea de soberanía
en el pensamiento político de Juan Germán Roscio

Gran parte la obra El triunfo de la libertad sobre el despotismo hace men-


ción a la idea de soberanía. Roscio se encarga de destacar su concepción
cuando apoyaba la monarquía y cuando se vuelve contra ella. Además,
asocia el término a varios conceptos en donde el pueblo y sus temores
tienen mucho que ver.
En principio, Roscio muestra su falsa idea de soberanía, la cual define así:
Imaginaba yo que la soberanía era una cosa sobrenatural e invisible, reser-
vada desde la eternidad para ciertos individuos y familias, e íntimamente
unida con la palabra Rey, para infundirla a su tiempo en el cuerpo y alma de
aquellos que obtuviesen el título por fas, o por nefas. Otras veces la conside-
raba como una cualidad espiritual y divina, inherente a tu omnipotencia,
de donde se desprendía milagrosamente para identificarse con los monar-
cas y caracterizarlos de vicedioses de la tierra (…) pero el monarca perma-
necía inviolable y sagrado, por más tirano y delincuente que fuese: ni lega-
tarios, ni herederos aparecían en el orden de la gracia, en las virtudes
sacramentales o en la jerarquía eclesiástica; pero en las monarquías abso-
lutas todo era hereditario, todo transmisible a los parientes más inmedia-
tos del último poseedor, por un derecho llamado de sangre (…)8.

Puede observarse entonces cómo Roscio atribuía la soberanía a las


monarquías y como estas obedecían al mandato de Dios. Roscio era cre-
yente de que la soberanía residía en el rey, pues era el enviado directo

8 Op. cit., pág., 25

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de Dios hacia la tierra para gobernar los pueblos. Además, deja ver su ponerla en ejercicio, pero siempre necesitará reunirse con sus semejan-
creencia acerca de que la soberanía era una cualidad individual que no tes, es decir, en sociedad, pues maneja intereses y tiene la necesidad de
todas las personas podían tener, y solo algunos escogidos eran los indi- codearse con otros hombres. Es cuando la soberanía individual de todos
cados para ejercerla. En el capítulo posterior, Roscio habla de su, ahora, y cada uno se une cuando se habla de soberanía popular, es decir, la vo-
verdadera idea de soberanía, definiéndola así: luntad de todos expresadas en una sola voz.
Soberanía es el resultado del poder y de la fuerza moral y física de los En el mismo capítulo, Roscio hace mención a cómo el hombre se rela-
hombres congregados en sociedad: fuera de ella, cada uno es un pequeño ciona mediante un contrato social. Igualmente, el autor deja ver que la
soberano porque se halla dotado de facultades intelectuales y corporales, expresión del voto general, producto de la soberanía popular, es lo que
esenciales constitutivos de la soberanía. A nadie pueden negarse estas se puede llamar ley, procedente de la razón natural reducida a escrito o
dotes, que en el proyecto de la creación entraron como partes integrantes tradición, pues esa soberanía inherente al individuo corresponde a su
de esta imagen y semejanza del creador. Las obras de Dios son perfectas: estado natural. También afirma que «es la más noble parte de la sobe-
como tales él mismo las iba aprobando al paso que su omnipotencia las ranía ese poder legislativo, la más ventajosa facultad que el hombre re-
iba sacando de la nada (…) Llamar soberanía al resultado de la voluntad cibió de su autor»11. Al hablar de poder legislativo, se puede deducir que
general del pueblo, al resumen de sus fuerzas espirituales y corporales, Roscio está hablando desde una perspectiva republicana clásica con la
me parecía un sueño (…). 9
presencia de los tres poderes esenciales: Ejecutivo, Legislativo y Judicial.
También critica lo que él denomina la soberanía del oro, instrumento
Aquí, en cambio, Roscio afirma que la soberanía le compete a los que sirve, según él, de resorte poderoso que ayuda al tirano a mantener
hombres, es decir, son ellos quienes tienen la plena capacidad de ejer- la autoridad del orden político. Roscio afirma que es con el metal que se
cerla, pues están hechos a imagen y semejanza de Dios, quien fue el corrompe y se compra la fuerza y poder de una multitud para coaccio-
creador. Con esto rompe la estructura establecida en la que se piensa nar a los demás y mantener usurpada la majestad del pueblo12. Aquí da
que el monarca es un elegido por Dios para gobernar en la tierra y ejer- una muestra de lo que pudiera ser su concepción de corrupción y sobor-
cer dicha soberanía. Sin embargo, esta concepción de la soberanía es la no. Roscio también responde a esto y afirma que:
popular, aunque también en términos individuales afirma lo siguiente: Ningún usurpador, ningún tirano, aunque sea tan esforzado como un
Dotado de razón y enriquecimiento con el precioso caudal de la libertad, Hércules, puede subyugar a una multitud sin el auxilio de otra multitud
el hombre ya multiplicado en su especie no se habría contentado con su bien armada y capaz de superarla: en este caso la multitud vencedora es
estado solitario. Aunque su individual soberanía nada tuviese que te- la soberana; sin esta soberanía el agresor sería el juguete de la multitud
mer, habría buscado siempre la compañía de sus semejantes; sus incli- invadida, y bien presto cogería el fruto de su empresa quijotesca; a menos
naciones sociales no le permitirían sin mucha dificultad abstenerse de que el defecto de la fuerza efectiva se supliese por la imaginaria, haciendo
esta junta (…)» 10
sucumbir a la multitud por el influjo de las preocupaciones, captándose su creduli-
En tal sentido, el hombre como individuo posee su soberanía y puede dad con el socorro de fábulas religiosas, con la voz y pluma de los más expertos mi-

9 Op. cit., pág., 27 11 Op. cit., pág., 30


10 Op. cit., pág., 28 12 Ídem.

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sioneros del poder quimérico. Entonces conocí yo que ningún conquistador o el último ciudadano, no hay uno que no sea obediente a la expresión de la
magistrado, podía usurpar, ni conservar la usurpación de los derechos voluntad general, única ley del orden civil. Unos obedecen por activa y
sociales sin hacerse de criaturas a quienes interesase, cediéndoles una otros por pasiva. Son obedientes con una obediencia activa todos los fun-
parte del poder usurpado (…)» .
13
cionarios públicos, obrando y mandando según la ley, a quien se someten
por el mismo hecho de encargarse de su cumplimiento, o de ceñirse a ella
Roscio deja ver dos cosas importantes. La primera, la obtención de en su aplicación. El mismo pueblo obedece su propia voluntad general,
la soberanía a través de la dominación y el triunfo sobre otro tras el en- cuando en las funciones correspondientes al primer grado de su sobera-
frentamiento de dos masas bien armadas, donde la más poderosa obtie- nía convencional, procede arreglado a los dictámenes colectivos de su ra-
ne la victoria. Se podría estar hablando entonces de una visión de gue- zón natural. Son obedientes sus representantes cuando ejerciendo a
rra y cámo a través de esta se obtiene la soberanía. La segunda es la que nombre suyo la facultad deliberativa, no se desvían un ápice de lo conte-
hace referencia a que no se usurpa el poder sin criaturas que quieran nido en su Magna Carta. Pasivamente obedecen a la expresión del voto ge-
hacerlo y que a la vez se les ceda una parte del poder. En tal sentido se neral todos los demás individuos que la observan en los mandamientos
habla de alianzas, de coaliciones que bien pueden estar influenciadas del magistrado (…) Pero no serán dignos de esta obediencia pasiva, si no
por sobornos o corrupción que permitirán obtener el poder y, por ende, estuviesen ajustado a la Constitución y las leyes (...)15.
la soberanía a través de la opresión.
Luego de dedicar dos capítulos a concepciones sobre soberanía, Ros- Luego de hacer notar su fuerte influencia republicana, Roscio deja
cio consagra parte de los capítulos siguientes a ejemplos bíblicos en clara la diferencia entre la obediencia pasiva y activa y además advier-
donde esta se manifiesta tanto individual como popular. te que la obediencia ciega y la pasiva sólo pueden ser diferenciadas con
Asimismo, destaca y coloca como características afines a la de la so- el ojo de la tiranía, pues la ciega es característica de los gobiernos tiráni-
beranía, ya sea para su ausencia o su presencia, tres tipos de obediencia: cos. Roscio no profundiza mucho en cuanto a la obediencia pasiva y ac-
la ciega, la pasiva y la activa. A las tres les dedica algunos capítulos pos- tiva, pero si crítica duramente la obediencia ciega, la cual para él con-
teriores y las ejemplifica a través de situaciones bíblicas. La obediencia duce a la ignorancia y a la esclavitud. Además, entra en juego el término
ciega es definida por el autor como «el resultado de una conciencia ciega de usurpación como forma de sustentar la tiranía, pues a través de di-
que sin discernir entre lo bueno y lo malo, ciegamente abraza cuanto se cha obediencia ciega se usurpa la soberanía popular y cae en manos de
le propone» . En cuanto a los otros dos tipos de obediencia, la pasiva y la
14
un tirano. Para Roscio la usurpación se genera cuando la soberanía re-
activa, el autor hace mención a la primera cuando la deja ver como aque- side en un solo gobernante, ya sea monarca o no, y la ejerce a espaldas
lla donde los ciudadanos de una república acatan sus leyes y a la activa del pueblo y no en la búsqueda del beneficio de todos. Cuando el pueblo
como las autoridades y magistrados administran la sociedad. Roscio es- acepta esto y se vuelve sumiso, están acatando la obediencia ciega. Acá
tá de acuerdo con ambos tipos de obediencia y afirma lo siguiente: se observa la doble condición del miembro de la comunidad política a
En una República todos obedecen, desde los primeros magistrados hasta quien le corresponde una doble obediencia.
Cada uno de esos planteamientos impulsó a Roscio a proponer «la

13 Op. cit., pág., 31


14 Op. cit., pág., 125. 15 Ídem.

P22 P23
abolición de los fueros y privilegios de los ministros vicarios de Dios, su ejercicio, pues es aquella que pertenece al pueblo y siempre queda
que terminan convertidos en acólitos de las tiranías absolutistas (…)» . 16
con él. Un tirano, por ejemplo, puede encargarse y adueñarse exclusi-
Asimismo, Roscio apoya la idea de que cuando la soberanía delegada en vamente del ejercicio de la soberanía popular, pero no de su esencia que
un gobernante es atropellada o mal utilizada, el pueblo pueda utilizar queda siempre con el pueblo, pues el ejercicio de esa soberanía es lo úni-
su derecho natural a la insurrección, por lo que considera que un tirani- co que puede darse a los administradores.
cidio o un regicidio en contra de un mandatario tiránico y déspota, más También afirma que el pueblo o el individuo no obedecen propia-
que un crimen, se convierte en un acto de justicia. Por supuesto que es- mente a la persona que ejerce la soberanía de cualquier grado que sea,
to debe llevarse a cabo solo cuando la revocabilidad ejercida por el poder sino tan solo a su propia razón, a la ley, a la voluntad general. Con ello
nacional, a través de la soberanía popular, no surte efecto. Igualmente puede deducirse que la nación nunca es súbdita de sus mandatarios,
apoya la aplicación de justicia contra un gobernante católico en caso de que ella misma elige y autoriza para administrar sus derechos. Esto lo
que atente contra la soberanía, pues más que un derecho lo percibe co- que da a entender es que si la nación se sujeta a la voluntad de los man-
mo un deber. datarios y no a su propia razón y obediencia a la ley, deja de ser sobera-
Estas observaciones corresponden a un concepto de soberanía afín a na. Una vez más se muestran rastros del pensamiento clásico, sobre to-
la ideología liberal del siglo XIX. Roscio hace un desplazamiento concep- do en la idea del pueblo como soberano al obedecer a su razón y no a la
tual propio del pensamiento liberal, adjudicando la soberanía al indivi- autoridad.
duo dotado de razón y a la sociedad en tanto que sea de una congrega- Partiendo de lo anterior, puede decirse entonces que la concepción de
ción de hombres con las mismas características. También la aparta del soberanía de Juan Germán Roscio, además de ser amplia, refleja la pre-
entorno teológico donde él consideraba que entraba el pensamiento ab- sencia de ciertos criterios y conceptos que definen el pensamiento ideo-
solutista, desvinculándolo de la divinidad y del monarca para «hacerla lógico del autor, como por ejemplo su inclinación republicana. De igual
descansar en la asociación de los hombres para fines comunes donde re- forma, Roscio no se sujeta solo de un concepto en específico, sino que
side la sociedad» . 17
abarca un sinfín de elementos clave para entender cómo la soberanía
Cabe acotar que Roscio no aplica un modelo racional de lo que él en- reside en el pueblo y es ejercida por un magistrado electo por esa masa
tiende como soberanía, a una situación histórica concreta, sino, por el mediante la voluntad popular. Es ese el eje central de la idea de sobera-
contrario, lo elabora desde el mismo contexto histórico a través de un nía que maneja Roscio en su texto y que puede ser ampliada y estudiada
razonamiento . Roscio considera la soberanía popular como un dogma
18
profundamente, con mayor detenimiento, en trabajos posteriores.
político cuasi-religioso, que los absolutistas manipulaban cuando sos-
tenían que Dios transmitía su poder a los monarcas directamente y de 1. La idea de república
manera inmediata. La esencia de la soberanía popular se distingue de en el pensamiento político de Juan Germán Roscio

16 Op. cit., pág., XXIX (Prólogo). Según Montesquieu, la república y su división de poderes expresa ju-
17 N. Ruiz (1995). Las confesiones de un pecador arrepentido. Fondo Editorial Tropykos: rídicamente la forma mixta; y por eso es garantía de Gobierno limitado
Caracas, Venezuela, pág., 86.
y libertad personal: porque los tres poderes encargados respectivamen-
18 G. Willwoll (1974). Sesquicentenario de Juan Germán Roscio. Revista Facultad de
Derecho UCV: Caracas, Venezuela, pág., 149. te de hacer las leyes, de obligar a todos a cumplirlas, y de juzgar acer-

P24 P25
ca de su aplicación en pleitos y casos concretos, se contienen y equili- Dios no crió ni reyes ni emperadores, sino a hombres hechos a imagen y
bran unos con otros, a diferencia de lo que vemos en la democracia. Ese semejanza suya (…) Aunque pecó el hombre quedó siempre ilesa su vo-
es el concepto estrecho de la división o contención y equilibrio entre po- luntad y libre albedrío para establecer el gobierno que fuese más conve-
deres por separación rigurosa de los órganos de Gobierno en el Estado. niente a su felicidad, y de esta fuente nace el derecho que tienen los pue-
Partiendo de esta visión es notoria en muchas partes de El triunfo de la li- blos para quitar, alterar o reformar el gobierno establecido cuando así lo
bertad sobre el despotismo la presencia del término República y el uso que exige la salud pública, y el convencimiento de ser establecido para servir y
Roscio le da. Son muchos los ejemplos y por ello solo se tomarán algu- no para dominar a los hombres (…) El gobierno republicano fue el prime-
nos, pero en todos se exaltan y se comparan las monarquías absolutas y ro porque es el más conforme a la naturaleza del hombre. Antes del dilu-
las tiranías con las repúblicas, como por ejemplo la romana. vio y mucho tiempo después se conservó el gobierno popular, se conser-
Roscio intenta justificar que Dios quiso para el mundo una forma de varon las repúblicas y no se conocían ni monarquías ni aristocracias. Aún
gobierno basada en la república y no en la monarquía. También en va- no había llegado a tanto grado la codicia y la ambición, que un solo hom-
rias partes de la obra se habla de poderes. Estos poderes dan a entender bre aspirase a enseñorearse de sus semejantes, a esclavizarlos y vender-
una concepción republicana de Roscio respecto a la forma ideal de go- los como ganado o mercancía (…) La uniformidad de color y otros acciden-
bierno, partiendo de los tres poderes esenciales en todo sistema republi- tes sostenían el sistema republicano entre los descendientes de Adán y
cano, según Montesquieu, a saber: Ejecutivo, Legislativo y Judicial. Noé (…)»20. (Negritas del autor)
Roscio desde un primer momento siempre consideró el cambio de
una mentalidad servil a una ciudadana y como parte fundamental pa- Lo primero que demuestra el texto citado es que Dios creó seres a
ra lograr esto se debe consolidar una República . Roscio, Bolívar, Rodrí-
19
su imagen y semejanza, con las mismas virtudes y capacidades, por
guez y todo un conjunto de patriotas consideraron la formación de una lo que todos los hombres tienen derecho a escoger el sistema de go-
nueva opinión republicana articulada sobre la naturaleza e imagen de bierno que más les favorezca de acuerdo a sus intereses, y esto se lo-
la realidad americana, lo cual formaba parte del proyecto por el cual lu- gra a través de la soberanía que reside en ellos y no en quien la ejerce.
charon entre ideas y armas. Roscio destaca que el gobierno republicano fue el primero ya que es el
Todo esto sirve para comprobar que no solo había una fuerte influen- más conforme a la naturaleza humana, considerando los valores co-
cia del pensamiento de Montesquieu en la obra de Roscio, sino también mo igualdad, libertad, derecho al voto, entre otros. Culpa a la ambición
una fuerte presencia del pensamiento liberal clásico. y a la codicia de haber sido causantes de la aparición del despotismo y
Antes de hacer mención a la obra fundamental de Roscio, es impor- la tiranía donde se usurpa la soberanía del pueblo, se viola la voluntad
tante ir a los antecedentes y observar la concepción que tiene el autor general y se somete. Una vez más aquí destaca la idea de soberanía po-
sobre la República en su escrito El patriotismo de Nirgua y el abuso de los re- pular planteada con anterioridad, proveniente de la de república plas-
yes, publicado en 1811: mada por Montesquieu.

20 «El patriotismo de Nirgua y el abuso de los reyes» (1971). En: «Juan Germán
19 R. Hernández (2002). Libertad de opinión y educación. Facultad de Humanidades Roscio: Escritos representativos». Ediciones de la Presidencia de la República: Caracas,
UCV: Caracas, Venezuela, pPág., 193. Venezuela. Pág. 87.

P26 P27
En otro apartado del mismo escrito, Roscio plantea lo siguiente consi- do y hacían cumplir su voluntad. Era un llamado a esos que aún seguían
derando el mismo orden de ideas: confiando ciegamente en el poder divino que conducía a la tiranía.
Viene al mundo el Mesías prometido, no con la idea de fundar monar- Igualmente en el apartado anterior referido a la soberanía, se vio una
quías, sino una república de salud eterna, cuando casi todos gemían bajo cita en la cual exalta a la república y en la cual destaca que la obediencia
la tiranía del demonio y de sus vicarios los reyes y emperadores (…) Pagó ciega no es una virtud dentro del sistema republicano y que la diferen-
tributo al César; pero su contribución no denotaba otra cosa que aquella cia entre esta y la obediencia pasiva es solo observable a través del ojo de
obediencia pasiva que exige de los individuos la autoridad establecida la tiranía. Afirma que en la república todos cumplen la ley, todos están
constituida, salvo siempre el derecho de las sociedades para recobrar sus al margen del cumplimiento de las normas, hay un respeto y se garanti-
poderes usurpados (…) La doctrina de Jesucristo era una declaración de zan derechos esenciales en el hombre.
los derechos del hombre y de los pueblos. Sin cesar les hablaba de su igual- Es por ello que respecto al ejercicio del poder delegado en un indivi-
dad primitiva; los consolaba de los horrores de la tiranía, los exhortaba en duo él se refiere a que debe ser una administración controlada y no una
términos muy expresos a que no tomasen la cualidad de señor porque dependencia incontrolable.
sólo tenían uno que era el mismo Jesucristo y todos los demás hombres Ahora, dentro del marco de El triunfo de la libertad sobre el despotismo, Ros-
eran hermanos. Recomendaba la obediencia a los superiores aunque fue- cio introduce un concepto importante dentro de la obra y es el de sabidu-
sen díscolos, pero su recomendación jamás se dirigía a los pueblos sobe- ría. El autor dice que «sin sus luces no puede haber acierto en los gobier-
ranos. Hablaba a los particulares, no a las sociedades políticas, de quienes nos, en la legislatura y en la administración de justicia. Sea cual fuese
es el deber de formar sus gobiernos. Obediencia pasiva e individual que la forma gobernativa, titúlense como quieran los magistrados y legisla-
no podía imponerse a la majestad y soberanía de los pueblos superiores a dores, ninguno de ellos desempeña bien sus funciones si carece de sabi-
los monarcas; sumisión racional y no ciega (…)» .
21
duría (…)»22. (Negritas del autor). Aquí se observan dos cosas. La primera
parte del hecho de que es necesaria la sabiduría, ejemplificada en Salo-
El mesías, es decir, el salvador viene al mundo con la idea de fundar món, para poder hacer un buen gobierno. Esto puede ser comparado con
una república. Así lo plantea Roscio afirmando que dicha república go- la llamada «Virtù» de Maquiavelo, junto a la fortuna. La sabiduría es una
zará de salud eterna. Al hablar de salud eterna, se refiere a la salud pú- virtud intelectual, pero esta a la vez debe ser general. Es decir, debe po-
blica, esa determinada por principios y valores éticos donde no existe seerla tanto el que gobierna y ejerce la soberanía como el pueblo donde
corrupción, usurpación y donde hay un respeto de poderes y un respeto reside la soberanía a través de la voluntad popular. El segundo elemen-
al pueblo que es donde reside la soberanía popular, esa garantizada solo to importante que se observa en la cita, y que está en negrita, es la estruc-
por una república. Explica que la doctrina de Jesús hablaba de la libertad tura republicana clásica en cuanto a la división de poderes planteada por
primitiva, esa del estado natural, y donde se recomienda aceptar como Montesquieu. Son notoriamente visibles los tres poderes: Ejecutivo, Le-
único señor a Jesucristo, pues en la tierra todos son hermanos. Esa «ad- gislativo y Judicial, los cuales deben ser administrados con sabiduría y
vertencia» iba específicamente para aquellos que eran obedientes cie- lo que además reafirma el pensamiento republicano de Roscio. Otra evi-
gos, pues quienes eran obedientes activos y pasivos ya habían desperta- dencia de republicanismo en él queda patente en la siguiente cita:

21 Ibídem, pág., 92. 22 Juan G. Roscio (1996). «El triunfo…, pág., 13.

P28 P29
«El hombre es naturalmente libre; no puede ser privado de su libertad sin se de una ley positiva del orden social, que no tiene un sufragio, ni el de la
justa causa; ni la resigna ni la disminuye, sino por la consideración de un comunidad (…) No es ley el acto de voluntad de un individuo (…) No puede
bien más grande que él se propone al entrar en sociedad; todo poder que ser derecho, ni ley, lo que carece de justicia y equidad (…) De un contrato
no se deriva de ella es tiránico e ilegítimo: a beneficio de los gobernados, torpe no puede resaltar ninguna acción ni derecho (…)26.
no de los gobernantes fueron instituidos los gobiernos fuera de los debe-
res que el hombre tiene para consigo mismo, no reconoce otros que aque- Aquí destaca una vez más el aspecto del contrato y cuáles son las
llos que proceden del beneficio recibido, del contrato, o casi contrato, del condiciones óptimas para que pueda haber derechos y leyes. La libertad
delito, o cuasi delito (…)» . 23
se ve entendida como la capacidad de un individuo de rechazar una ley
que no haya sido aprobada por la voluntad popular, es decir, por la sobe-
Una vez más se observa el principio republicano de la voluntad gene- ranía del pueblo, de donde precisamente él es miembro. Roscio conside-
ral. Todo poder que no derive de la sociedad, en donde reside la sobera- ra que ni la anarquía ni la democracia son monstruos y que es precisa-
nía popular, es considerado no solo como ilegítimo, sino también como mente la libertad, como madre de las virtudes sociales, la que se hace
tiránico, es decir, usurpador de la voluntad del pueblo. Roscio posterior- irreconciliable con el despotismo, debido a la ignorancia, la esclavitud y
mente también hace una crítica a los aduladores, quienes además de te- otros vicios consecuentes propios del despotismo.
ner vicios, carecen de sabiduría. En uno de los capítulos siguientes exalta el ejemplo bíblico de la Re-
Roscio también dice en el texto, refiriéndose a Dios, que «Entre las le- pública de Esparta y su confederación con los hebreos, donde deja ver
yes que tú sancionaste (…) ninguna prescribía la forma de gobierno que una vez más su inclinación hacia el sistema republicano:
a la sazón les convenía» . Y un poco más adelante destaca la presencia
24
«Nos alegramos de vuestra gloria», es la primera expresión con que és-
de lo que conoce como monarquía limitada, afirmando que «Los reyes tos les saludan, cuando les dirigen las segundas letras para renovar su
delineados en este capítulo eran constitucionales, que no habían de go- amistad y alianza, felicitándoles por la gloria y poder de la República (…)
bernar a su arbitrio y voluntad, sino ceñidos a la Constitución y leyes he- Tal era la pureza de costumbres de ésta célebre República, tal la probi-
breas (…)» . Estos enunciados muestran que Roscio se da un paseo por
25
dad de estos republicanos, que los vicios eran desconocidos en ella (…)27.
distintos tipos y formas de gobierno, quizá para así poder hacer resal-
tar la forma republicana como la mejor, guiándose por su pensamiento. Posterior a esta cita, dos capítulos después, Roscio afirma lo siguiente:
Asimismo, introduce los términos libertad, derecho y ley, a los que se «Todo poder viene de Dios, y los que existen están ordenados por Dios».
refiere de la siguiente forma: Esta es la base de su exhortación, y una verdad notoria a todo el mundo.
El derecho que el hombre tiene para no someterse a una ley que no sea el De ti venía el poder y la soberanía de las Repúblicas mencionadas en las
resultado de la voluntad del pueblo de quien él es individuo, y para no de- Escrituras; porque de ti lo habían adquirido los individuos que las forma-
pender de una autoridad que no se derive del mismo pueblo, es lo que aho- ban. De ti procedía el talento con el que organizaron su gobierno y balan-
ra entiendo por libertad (…) Usa de ella el ciudadano que procura eximir- cearon bien los poderes. De ti fueron derivadas las virtudes con que flore-

23 Ibídem. 15.
24 Op. cit., pág., 40. 26 Ibidem, pág. 67.
25 Ibidem, pág. 49. 27 Ibídem, pág. 99.

P30 P31
cieron porque de ti viene al hombre toda dádiva excelente y todo don per- cuando este estaba obrando mal a través de la tiranía, la concepción se de-
fecto. (…) Así que, cuantas autoridades han existido y existen constitui- rrumbaba. Roscio reconoce más adelante en el texto que el desconoció a
das por el hombre en sociedad, son originalmente ordenadas por ti, que os las repúblicas porque pensaba que las monarquías y el despotismo eran la
complacéis de aprobar las instituciones saludables que hacen para su feli- voluntad de Dios y por ellos era fiel a los ideales que profesaban.
cidad los pueblos libres (…) .
28
También, maneja dos conceptos de conciencia. Una orientada ha-
cia el individuo en términos generales, y la otra como una especie de
Con lo mencionado anteriormente, una vez más se evidencian va- conciencia política. La primera era referida al convencimiento inter-
rios aspectos propios de la idea de república y de soberanía. En princi- no que experimentaba el hombre guiado por la razón natural cuan-
pio, Roscio da a entender que Dios siempre estuvo a favor de una repú- do, a la luz de su entendimiento, concebía la idea del bien y del mal,
blica, por ello, en la Biblia hay ejemplos que así lo relatan. La soberanía, a distinguía lo verdadero y lo falso. Esto devenía en conciencia políti-
su vez, proviene de él mismo, quien la otorga a todos los individuos crea- ca cuando combinada su razón en los pactos sociales, por medio de
dos a su imagen y semejanza para que a través de su unión en socieda- la voluntad general producto de la soberanía que reside en el pueblo,
des, puedan hacer uso de la voluntad popular producto de la soberanía adquiría el carácter y nombre de «ley». La conciencia iba ligada a la
que reside en ellos. Eso conduce a la perfección de la organización del acción cuando despertaba en los hombres la obediencia racional e
gobierno y al balance de sus poderes (de nuevo, con base en la estructu- ilustrada. La razón, como emanación divina, no podía menos que ser
ra clásica de república). De esta manera, las ideas de república y sobe- buena y estar conforme a la verdad. Por ello era constitutiva de la na-
ranía se resumen como virtudes y voluntad de Dios para con el mundo turaleza humana y guiaba a los hombres a la hora de manifestarse
a través de quienes viven en la tierra. Las autoridades que derivan de la por medio de la voluntad general, y más cuando esa razón proviene de
soberanía popular son aquellas enviadas por Dios y representan la per- Dios, de donde el hombre fue creado a su imagen y semejanza.
fección que conducirá a la felicidad. Sin embargo, cuando esta conciencia formaba parte de la realidad ab-
Posterior a esto, destaca las cartas de los apóstoles y las diferenciacio- solutista, Roscio la denominaba «conciencia errónea», que se traduce en
nes pertinentes de acuerdo a emperadores, reyes y príncipes, todos como «obediencia ciega», y que más que ser un producto de la razón, venía siendo
figuras del despotismo y de la monarquía. Roscio explica que quizá en al- un fruto de la preocupación, es decir, pervertía a la razón. Este es otro fac-
gunas ocasiones los términos no fueron referidos como tal, pero tras un tor influyente en el pensamiento de Roscio y su crítica a la monarquía, en
análisis extenso, se concluye que los tres corresponden a gobiernos tirá- especial, porque hacía un mal uso de la conciencia y, por ende, de la razón.
nicos, pues se había cambiado la forma original de estos tipos de gober- Por último, y para culminar los enunciados conceptuales que maneja Ros-
nantes y derivaron en tiranos, aun cuando anteriormente los términos cio, está el de propiedad, considerado por él mismo como uno de los derechos
pudieron haberse usado para resaltar las cualidades, por ejemplo, de los del hombre y además constituye un fundamento principal del liberalismo eco-
príncipes, como dice Roscio, «porque los Príncipes no son temibles, sino nómico. Este concepto, si bien es cierto que corresponde al ámbito económi-
para los que obran mal (…)» . Esa era la visión original del Príncipe, pero
29
co, se convierte en el soporte censitario del ámbito político y que se consagra
en la Constitución republicana de 1811, en la que Roscio participa activamen-
te. Así, solo quienes tuvieran propiedades podrían ser elegidos en cargos repre-
28 Ibídem, pág., 105.
29 Ibídem, pág., 109. sentativos. Aunque no es muy clara aún la posición de Roscio ante tal princi-

P32 P33
pio, se deduce que estuvo de acuerdo al participar como coautor de la referida pues, sin duda, representa el cuerpo de su ideología y de las ideas que
Carta Magna. defendió en la búsqueda del derrumbe de un poder divino que era con-
De esta forma, el libro El triunfo de la libertad sobre el despotismo y su an- trario a la idea de una República soberana.
tecedente, El patriotismo de Nirgua y el abuso de los reyes, dejan ver una for- Con esto se cierra un estudio amplio de las ideas políticas de Juan
tísima influencia republicana clásica en el pensamiento de Juan Ger- Germán Roscio, haciendo hincapié en las de soberanía y república, pues
mán Roscio. Dentro de los escritos se manejan miles de ejemplos y dentro de ellas se aglutinan y aglomeran gran cantidad de ideas y térmi-
metáforas que demuestran cómo Roscio era un fiel defensor de la repú- nos que caracterizan uno de los pensamientos más críticos del siglo XIX
blica, de la soberanía y de la división de poderes. Hay elementos clave no solo venezolano, sino hispanoamericano. Aun así, esto no debe dete-
del republicanismo como el equilibrio del poder, el derecho al sufragio, nerse, puesto que son muchos los aspectos por estudiar con profundi-
la libertad, entre otros. Entre la influencia de Montesquieu, se presen- dad sobre un pensamiento cargado de contenido liberal y cristiano que
ta un Roscio con una meta clara: mostrar que Dios siempre estuvo de buscaba demostrar cómo Dios quería algo distinto a lo que los tiranos
acuerdo y quiso repúblicas para la tierra, tal como lo ejemplifica la Bi- decían y que influyó notoriamente en los procesos emancipadores lleva-
blia. Esto, unido a términos como la sabiduría, la razón, la conciencia, dos a cabo en toda América.
los cuales conforman una nube ideológica con la que Roscio se enfrentó
a un mundo que estaba en una era de cambios, por lo que sin duda, ha-
cen de la obra un referente obligatorio en lo que a la emancipación his-
panoamericana se refiere.
Roscio logra unir un conjunto de ideas importantes para armar una
concepción republicana con la cual el orden y la felicidad a través de
la búsqueda del beneficio para todos, traería la felicidad a los pueblos,
pues esas virtudes vendrían directamente de Dios, quien funge como
garante de la estabilidad y la felicidad en la tierra.
En su pensamiento político dejó transparentar que alude a la típica
ideología liberal bajo una concepción individualista, donde los valores
personales estan por encima de los colectivos y donde el individuo pue-
de hacer su propia historia30. Esto como producto de su pensamiento li-
beral y su posición republicana, donde el individuo, unido a otros, por
medio de la soberanía que reside en ellos, conforman la voluntad ge-
neral mediante la cual se organizan para tener el gobierno que más les
convenga.
Es notoria la influencia de los pensamientos clásicos sobre Roscio,

30 G. Willwoll (1974). «Sesquicentenario…»., pág., 139.

P34 P35
REFLEXIONES FINALES que, de hecho, Dios en todo momento lo pensó así para la tierra, y quizás
por manipulaciones, engaños y cualquier clase de artimañas, esa vo-
luntad del Creador se vio truncada por intereses ambiciosos que logran
coaccionar a miles de personas, quienes a través del miedo no se atre-
vían a ponerse en contra del rey por miedo a recibir un castigo divino.
Esa lucha incesante por desenmascarar la tiranía y el despotismo
Sin duda alguna, Roscio concibió y escribió libros de los más demo- sirvió de referente para todos los procesos emancipadores de Hispa-
ledores acerca de los abusos de poder eclesiástico en la emancipación noamérica, comenzando por Venezuela, donde él inició sus primeros
americana. Con sus escritos permitió darle un uso a los textos bíblicos pasos en el ruedo político.
más allá de la represión social. Logró transformarlos en instrumentos Afortunadamente, luego de una serie de hechos que lo marcan sin
revolucionarios dentro de doctrina de luchas que trajo múltiples en- duda alguna, y recibir la influencia de autores clásicos como Montes-
frentamientos ideológicos. quie, Roscio cambia su perspectiva y decide colocarse en contra de lo
Juan Germán Roscio, lo primero que demuestra en sus obras es un que siempre había apoyado, pues había entendido que la mejor forma
discurso liberal que va directamente tomado de la mano con la idea de de gobierno, inclusive impuesta por Dios, era la de la república y no la de
República. Su fundamento para el conocimiento del mundo fue la ra- la monarquía. Arrepentido por haber creído en los déspotas y sus falsas
zón, el origen de la sociedad se dio a través de un pacto social o contrato voluntades, escribe su mayor obra, la cual sin duda transformó el sen-
social. El poder se origina por medio de la soberanía del pueblo, quien la dero y el camino de la ciencia política del continente.
posee. Los principios básicos de la sociedad para Roscio se basan en la li- Su idea de soberanía apoyada en el pueblo, de república ejercida bajo
bertad, en la igualdad ante la ley, el derecho a la insurrección y el dere- la voluntad popular bien organizada y sus perspectivas emancipadoras
cho a la propiedad. La mejor forma de ejercer la soberanía se da a través que quisieron transformar un mundo de opresión, hacen de Juan Ger-
de la clásica estructura republicana conformada por tres poderes: Eje- mán Roscio, si no el precursor más importante, uno de los pioneros en lo
cutivo, Legislativo y Judicial, como órganos de la voluntad general y que que a teoría política se refiere.
legitima el poder a través del voto. Todas estas ideas son las que se en- Su legado conforma un conjunto de escritos que deben ser estudia-
cuentran en el texto El triunfo de la libertad sobre el despotismo y su obra an- dos tajantemente por los historiadores y estudiantes de ciencias polí-
tecedente El patriotismo de Nirgua y el abuso de los reyes. ticas, pues leerlo implica empezar a comprender lo que realmente ocu-
Roscio logra confrontar dos realidades latentes para la época: un po- rría con las ideas políticas en Venezuela.
der divino que, a través de la monarquía, oprimía a los pueblos, y un de- Resulta increíble la forma en la que Roscio relaciona términos y ele-
seo de revolución y cambio que le diese plena soberanía al pueblo. El au- mentos para conformar una teoría laica en contra del poder divino. Eso
tor nunca deja de lado su fe cristiana, pero critica abiertamente que el solo fue posible gracias a la lectura de grandes clásicos que le permitie-
Reino de Dios en la tierra sea utilizado como instrumento para usurpar ron crear una ideología firme y clara contra un sistema totalmente dés-
un derecho natural de todos y cada uno de los habitantes de la tierra. pota e injusto para quienes eran súbditos.
Efectivamente, logra demostrar que sí puede haber una república pa- Juan Germán Roscio, pues, con sus ideales y sus propósitos logró
ralela a la idea de la religión, que puede haber una república cristiana y efectivamente demostrar la verdadera intención de Dios para con la tie-

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rra, y esto trajo consigo el despertar de cientos de personas que apoya- REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
ron los intentos emancipadores que culminaron con éxito y de los cua-
les fue precursor. Como ideólogo y como pensador político del siglo XIX,
debe ser recordado como un luchador perenne ante los constantes abu-
sos de la Iglesia. Es un referente obligatorio para entender el proceso in-
dependentista de Venezuela y América, y es fundamental para comen-
zar a hallar los orígenes de la Ciencia Política en Venezuela, de la cual es «5 de julio de 1811: La Independencia absoluta de Venezuela» (2009).
precursor. Sin duda, Roscio representa uno de los pensadores más im- En: Revista Memorias de Venezuela. Edición especial marzo 2009. Caracas:
portantes de la historia venezolana e hispanoamericana y su legado de- Venezuela.
be ser recordado como la firme muestra de lucha ante aquello que pudo
oprimir y truncar la felicidad de los pueblos. El patriotismo de Nirgua y el abuso de los reyes (1971). En: Juan Germán Ros-
cio: Escritos representativos. Ediciones de la Presidencia de la República:
Caracas, Venezuela.

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manidades UCV: Caracas, Venezuela.

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vista Facultad de Derecho UCV: Caracas, Venezuela.

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Libertad y república en la obra de Juan Germán Roscio
Pedro A. Urruchurtu Noselli

1ª edición

Coordinación editorial
Rocío Guijarro
Corrección
Alberto Márquez
Diseño
ABV Taller de Diseño
Waleska Belisario
Impresión
Tipografía Artetip
Tiraje
500 ejemplares
© Centro de Divulgación
del Conocimiento Económico
«CEDICE»

Deposito Legal: DC2018001537


ISBN: 978-980-7118-55-2

Caracas, Venezuela, 2018

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en el mes de septiembre
en los talleres de XXXXX
se usó para su composición tipográfica
Caecilia LT Std

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«Cuando El triunfo de la libertad sobre el despotismo arribó a sus doscientos años,
todos los principios republicanos en los que Roscio se basó habían desaparecido.
Con particular insistencia desde 2009, se han dictado diversas Leyes cuyo propó-
sito ha sido desmantelar el Estado Constitucional que Roscio ideó, para sustituir-
lo por el llamado Estado Comunal, que reniega de la separación entre Estado y
sociedad. Por el contrario, el Estado Comunal se basa en el control total de la so-
ciedad por el Gobierno con el propósito de imponer el pensamiento único, a sa-
ber, el socialismo.
El desmontaje del Estado Constitucional permitió implementar controles cen-
tralizados sobre la economía que destruyeron las instituciones de la economía
de mercado –las cuales son un componente consustancial del Estado Constitu-
cional, como se desprende de la obra de Roscio Doscientos años después, las pre-
ocupaciones que Roscio demostró en contra de la tiranía tienen plena vigencia.
Tal y como concluyó en el capítulo XVI de su obra: «armarse del poder sin el con-
sentimiento espontáneo y libre de la nación: abusar de él con detrimento de las
altas miras de la sociedad, es una usurpación y una tiranía». Esa frase aplica,
perfectamente, a la tiranía ejercida a través de la ilegítima asamblea nacional
constituyente.
De allí la especial pertinencia de las reflexiones de Pedro Urruchurtu en el en-
sayo ganador del concurso promovido por CEDICE. Hoy, al igual que en 1817, es
preciso perseverar en el triunfo de la libertad sobre el despotismo.»
José Ignacio Hernández G.

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