trabajo. Los accidentes de trabajo y las enfermedades ocasionan daños y pérdidas. Existen varias metodologías para cuantificarlos. Para que estos cálculos sean válidos, no deben omitir la cuestión de quién soporta éstos costes, identificando personas y colectivos que sufren los daños y sus consecuencias. COSTOS DE ACCIDENTES Y ENFERMEDADES. Estos costes se deben al impacto de los accidentes y enfermedades sobre la actividad habitual de la empresa: disminuye la producción, o las ventas, o empeoran los productos, o los servicios que la empresa da, etc. y esto significa dinero. Aquí la idea es que si la empresa realizara una contabilidad detallada de estos costes, llegaría a la conclusión de que debe prevenir. o Costes visibles:
Son los costes evidentes: Todos aquellos que están en lista de
los ocultos (más abajo) pero se contabilicen pasan por definición a ser costes visibles. Algunas empresas incluyen aquí costes fijos que la empresa tiene en concepto de prevención y seguridad. Entonces incluyen todos los costes de personal, como equipos especiales. Costes invisibles u ocultos: Hablaremos de costes ocultos solamente cuando estos costes se produzcan efectivamente, y cuando la empresa no los contabilice por separado, en una cuenta especial (en cuyo caso serían costes visibles). Estos son costes variables, es decir que se producen sólo y únicamente como resultado de que efectivamente se haya producido un accidente, o enfermedad profesional. (Aunque en un sentido podríamos incluir aquí cualquier enfermedad relacionada con el trabajo).
o Costes "invisibles":
Costes salariales: Lo que el empresario paga pero no se trabaja,
tanto por trabajadores afectados directamente como por compañeras/os que dejan de trabajar hasta que se aclara lo sucedido, o por el malestar producido, o por auxiliarle, etc. Costes derivados de la contratación de un substituto: No sólo salariales, sino también seleccionar y dar de alta, formarle, el tiempo que tarda en ser igualmente productivo/a, etc. Costes por pérdidas o daños de materiales, equipos, etc.: Los equipos dañados, o precintados por investigación, o la elevación de primas de seguros de los equipos, etc. Pérdidas de ventas o clientes, daños a la imagen de la empresa: Los accidentes dañan las funciones más básicas de las empresas por no poder atender a tiempo los pedidos o dar atención a clientes. Complementos por incapacidad temporal : En muchos convenios colectivos se especifica que en caso de accidente, el empresario asumirá, de su cargo, el complemento para que los trabajadores afectados cobren el 100% de lo percibido en el mes anterior a la baja. Esta situación se puede prolongar durante 18 meses. Recargos en prestaciones por omisión de medidas de seguridad: La LGSS (art 123) prevé que la Inspección de Trabajo puede imponer a la empresa que esta incremente en un 30% al 50% la prestación económica que el trabajador o sus deudos reciben de la Seguridad Social. No está permitido que el empresario tome un seguro para esta contingencia. Sanciones administrativas: Las sanciones previstas por infracciones muy graves pueden llegar hasta 100 millones, según la LPRL. Estas se pueden aplicar por incumplimiento de medidas, aun cuando todavía no se haya producido un accidente. También puede ser paralizada la actividad, etc. Costes debidos a demandas por responsabilidad civil: El trabajador, su familia o el sindicato pueden reclamar por la vía civil. Esto generaría, además de la posible sanción civil, costes de representación por abogados, honorarios por peritajes, tiempo para acudir a testificar, etc. Costes por responsabilidad penal: El Código Penal (LO 10/95) prevé un delito de peligro por infracción de normas de prevención de riesgos laborales (arts. 316, 317) o lesiones por imprudencia grave o profesional (art. 152). Esto generaría, además de la posible sanción penal, costes de abogados, honorarios de peritos, tiempo para acudir a testificar, etc. 6.2. Costo directo e indirecto de los accidentes y enfermedades. La mayoría de los accidentes en el trabajo ocurren por una mala organización del mismo, sin ninguna duda los accidentes de trabajo aumentan notablemente los costos de cualquier actividad productiva, representan para las empresas pérdidas de personas (temporal o permanentemente), tiempo, equipos, dinero, etc. Los accidentes de trabajo implican, en lo que se refiere al trabajador, pérdida de su trabajo, atención sanitaria, disminución de los ingresos económicos. Para las empresas supone costos humanos y económicos. El costo humano está formado por las pérdidas de recursos económicos, que se producen cuando los trabajadores son apartados de su actividad por los accidentes de trabajo y las enfermedades profesionales. Los costos económicos derivan de la disminución de beneficios económicos, que se calculan en base al costo de la acción preventiva y de los daños.
– Producción y utilidades perdidas debido a la ausencia del accidentado si no es
posible reemplazarlo. – Tiempo y producción detenida por otros obreros que alteran su trabajo para atender al accidentado. – Menor rendimiento del accidentado luego de su reingreso a su puesto de trabajo. – Tiempo invertido por supervisores y jefes mientras se ayuda al lesionado, se investigan las causas del accidente, preparan informes y ordenan las reparaciones, limpieza y restauración de los procesos de producción. – Gastos extras por trabajos de sobre tiempo debido a retrasos en la producción, ocasionados por el accidente. – Costo del tiempo dedicado a primeros auxilios y otros costos médicos no asegurados. – Costo de los daños materiales, equipos, maquinarias o instalaciones. – Menor producción debido al menor rendimiento del nuevo trabajador. – Pérdidas debidas a entregas retardadas. El problema radica en que estos costos indirectos son muy difíciles de cuantificar. Evaluando la nueva legislación (Ley 24557), nos podemos dar cuenta que las prestaciones dinerarias realizadas por las A.R.T, cubren solamente los costos directos, que frente a un accidente de trabajo grave solo, representaría el 25% o menos del costo total del mismo. Cabe mencionar que las prestaciones en especie son según el Art. 20: 1. Asistencia médica y farmacéutica. 2. Prótesis y ortopedia. 3. Rehabilitación. 4. Recalificación profesional. 5. Servicio funerario. La conclusión que podemos sacar es que la mentalidad general respecto a los accidentes es principalmente correctiva, en vez de preventiva. Generalmente se pone mayor énfasis en los efectos y no en las causas que produjeron ese accidente. Por dicha razón, la implementación de un Programa de Seguridad es sumamente importante para poder, en primera instancia, detectar los posibles riesgos que podrían generar accidentes y, en una segunda instancia, investigar los accidentes e incidentes ocurridos, para poder, de ellos, aprender y evitar su repetición.
6.3. Análisis de costos.
El análisis de costo es simplemente, el proceso de identificación de los recursos necesarios para llevar a cabo la labor o proyecto del voluntario. El análisis de costo determina la calidad y cantidad de recursos necesarios. Entre otros factores, analiza el costo del proyecto en términos de dinero. Con frecuencia, los voluntarios suponen que cuentan con los recursos necesarios y que el costo es tan bajo que no es necesario realizar el análisis. Sin embargo puede ocurrir que, una vez que el proyecto esté marchando los voluntarios se den cuenta de que los utensilios, el equipo, los materiales y la mano de obra especializada que se requiere para completarlo no están disponibles. También puede ocurrir que se haya completado el proyecto, (en este caso un pozo de agua) y todos los participantes han ignorado la necesidad de adquirir los repuestos necesarios para la bomba. Varios meses después de finalizar el proyecto la bomba falla y no se tienen los repuestos adecuados para arreglarla. El análisis de costo no sólo ayuda a determinar el costo del proyecto y su mantenimiento sino que también sirve para determinar si vale o no la pena llevarlo a cabo. GASTOS DE LA SEGURIDAD E HIGIENE. La normatividad vigente, establece las disposiciones mínimas y de carácter general, de seguridad y salud, en los lugares de trabajo y que trata sobre las condiciones generales en los centros de trabajo, que la organización debe cumplir: Condiciones Constructivas (edificio/espacio). Riesgo de incendios. Riesgo eléctrico. Señalización. Condiciones de orden, limpieza y mantenimiento. Temperatura y ventilación. Trabajos sedentarios: 17 - 27 º C. Trabajos ligeros: 14 - 25 º C. Iluminación. Servicios higiénicos y locales de descanso. Material y locales de primeros auxilios. Desde el punto de vista de la higiene laboral, en su conjunto, la epidemiología, en tanto es el “estudio de la frecuencia y distribución de la enfermedad y sus determinantes en la población”, adquiere una importancia fundamental, en la administración de riesgos, bajo una óptica preventiva. Determinantes, para su consideración, son: Los factores de riesgo. Los factores promotores de la salud. Cuando se habla, de manera específica de epidemiología laboral, se trata del “estudio de los efectos de las condiciones de trabajo sobre la frecuencia y la distribución de las enfermedades y accidentes de trabajo en los trabajadores”. PÉRDIDAS POR LOS ACCIDENTES Y ENFERMEDADES. Las estadísticas son una parte esencial de todo análisis sobre la salud y seguridad. Revelan, por ejemplo, que: La tasa de enfermedades laborales, durante el año 2007, fue de 1.9/diez mil trabajadores. En lo concerniente a las defunciones por accidentes y enfermedades de trabajo, la tasa de mortalidad, fue de 0.72/diez mil trabajadores. Los accidentes de trayecto, se elevaron 17.1 por ciento y las incapacidades por igual concepto 3.4 por ciento. En 2006, se registraron 387 mil 827 riesgos de trabajo en todo el país. Se estima que, anualmente, fallecen más de dos millones de personas por riesgos de trabajo, de estas muertes 1.7 millones ocurren por enfermedades profesionales y superan a los accidentes mortales en una proporción de cuatro a uno. El organismo internacional afirma que, por todo lo anterior, cuatro por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) mundial, se pierde en pago de compensaciones y ausencias de trabajo. La política y la práctica, en materia de seguridad y salud, deben adaptarse. Los entornos de trabajo, varían constantemente, debido a la introducción de nuevas tecnologías, los cambios en la organización del trabajo y las variaciones en las condiciones económicas, sociales y demográficas. La población económicamente activa, presenta las características siguientes: La tasa de adultos mayores está incrementándose. Está aumentando el número de mujeres. Está creciendo el número de trabajadores, con contrato temporal y a tiempo parcial. La estadística más reciente, (IMSS, del 2006), indica que: Del total de riesgos en todo el país (387 mil 827): 309,539 (79.8%), ocurrieron dentro de los centros laborales. 73,573 (18.9%), en el trayecto. 4,175 (1.3%), fueron causados por enfermedades relacionadas con actividades laborales. Incapacidades permanentes, fueron 19,327, las cuales son secuelas derivadas de los accidentes y enfermedades de trabajo, mientras que defunciones se registraron mil 328en 2006. En ese año, se registraron 100 riesgos de trabajo en empleados menores de 15 años; en el grupo de 15 a 19 años, fueron 21,525 (5.5%); en el sector de 20 a 24, fueron 69,753 (17.9%) accidentes, y en el de 25 a 29 años, 69,968 (18.04%) riesgos de trabajo. Trabajadores jóvenes: En conjunto, los trabajadores de 18 a 24 años de edad tienen al menos un 50 % más de probabilidades de sufrir lesiones en el trabajo, que los trabajadores con más experiencia.