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ALUMNO: Samuel Moreno Robayo

CARRERA: Maestría en Educación

CATEDRATICO: Dr. Gabriel Tapia Tovar

ASIGNATURA: Economía de la Educación

ACTIVIDAD 2: Financiamiento en la Educación

FECHA DE PRESENTACIÓN: Julio 18 al 20 2019.

Introducción

Muchos países han puesto a la educación como la principal prioridad para


mejorar la prosperidad económica y social del país y prometen más
recursos para este sector que para cualquier otra área de política, ya que
no sólo es prioritario ampliar la cobertura educativa en los niveles educativos,
sino mejorar la calidad de los servicios educativos que se brindan en todos los
niveles del sistema.

El análisis de las políticas públicas y las prácticas de los países de alto


desempeño revela que hay algunos postulados básicos que pueden orientar a
los gobiernos para condiciones exitosas en reformas educativas: objetivos
claros que cuenten con el apoyo y la comprensión de la sociedad; una atención
particular en la contratación, formación y retención de individuos con excelente
desempeño (docentes y líderes) en el sistema; instituciones e infraestructura
para apoyar la mejora educativa; un sistema de rendición de cuentas y de
informes para apoyar los objetivos del gobierno y dar información profesional y
objetiva sobre los resultados; finalmente, un enfoque en el trabajo de cada
escuela, que es donde tiene lugar la enseñanza y el aprendizaje.

Emprender la realización de todos estos puntos es un gran desafío para


cualquier país. Las mejoras de todo un sistema educativo sólo pueden darse si
existe un apoyo político consecuente y un liderazgo continuo durante un cierto
plazo de tiempo. Ciertamente se requieren años de constante esfuerzo para
que la mejora se produzca, pero los ejemplos de otros países muestran que
esto se puede lograr reflexionando y siendo persistente (OCDE, 2010)

El objetivo del artículo se centra en analizar algunos de los principales


problemas relacionados con el financiamiento de la educación en México.
Posteriormente, desde el marco de las políticas educativas, se brinda una serie
de propuestas que el Estado debería impulsar en el corto plazo para contribuir a
su solución. Al examinar estos problemas se discuten algunas opiniones acerca
de que en el país “¿se gasta mucho en educación?”. Se argumenta y concluye
que las necesidades educativas del país son múltiples y necesarias, por lo que
requieren una mayor inversión en educación, pues no sólo es prioritario ampliar
la cobertura educativa en los niveles post-básicos, sino mejorar la calidad de los
servicios educativos que se brinda en todos los niveles del sistema

El siguiente texto se basa en los postulados y análisis que se desarrollan a


partir del tema de la financiación del sector educativo en México contrastándolo
con los análisis que ha llevado a cabo la OCDE.

Desarrollo

La mejora en la calidad educativa es una prioridad política y social en México,


especialmente en años recientes, debido a las altas tasas de pobreza, la fuerte
desigualdad y el aumento de la criminalidad. Aunque ha habido una mejora
educativa y un enfoque cada vez más importante en las políticas educativas en
años recientes, todavía una alta proporción de jóvenes no finalizan la educación
media superior y el desempeño de los estudiantes no es suficiente para
proporcionar las habilidades que México necesita: la mitad de los jóvenes de 15
años de edad no alcanzó el nivel básico 2 de PISA (el promedio de la OCDE fue
de 19.2% en 2006). La jornada escolar es corta, con tiempo de enseñanza
efectiva insuficiente; y en muchas escuelas la enseñanza y el liderazgo son de
baja calidad, y el apoyo con el que se cuentan es débil.

En los antecedentes de esta problemática se encuentra que en México, durante


las últimas décadas el gasto público en educación ha crecido de forma
consistente. Entre 1990 y 2010, el monto de este rubro de gasto casi se triplicó
al pasar, en términos reales, de 232 mil 439 millones de pesos a 696 mil
119millones (PEF, 2011). Aunque este esfuerzo financiero permitió que se
dieran importantes avances en materia educativa, todavía existen múltiples
necesidades en el sistema.

Una de las dificultades  que presenta la educación pública y también privada en


México, contempla los siguientes aspectos, relacionados con la desigualdad
social:

 La ambigüedad que guarda el Estado frente al rezago e inequidad


educativos y los requerimientos financieros que se necesitan para
enfrentarlos.

 El analfabetismo relacionado con la cobertura que se da de la siguiente


manera: en educación preescolar la atención a la población de 3 a 5 años es

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de 80.9%, en secundaría, la cobertura es de 95.9%, en educación media
superior la cobertura es de 66.7% y en educación superior la cobertura es
apenas cercana a 30%
 Los jóvenes de la población de 12 a 29 años, 7.8 millones (21.6% del total)
no estudian ni trabajan.
 La Infraestructura: servicios básicos el promedio nacional es de sólo 66.2%
en primaria y de 69.4% en secundaria.
 Sala de computo En primaria sólo 22.4% de los centros escolares cuenta
con salón de cómputo y 34.7% con biblioteca; y en secundaría los
porcentajes correspondientes son de 59.6 y 57 %. Secundaría sólo 59.4 %
de los centros escolares cuenta con laboratorios de física, química y
biología.
 Estos datos son de regiones pobres. De primaria corresponde a los cursos
comunitarios y la primaria indígena. En secundaria a telesecundaria.

Desigualdad educativa: El Bajo perfil educativo de 8.6 años promedio de


escolaridad respecto de la OCDE que es de 11.3. Chile (9.7 años) y Argentina
(9.3 años), hace de los estudiantes poco competitivos en la economía
globalizada y la sociedad del conocimiento.

La carencia de fuentes de  información confiable, transparente  y oportuna


sobre los recursos que  se destinan en el país a la educación: las fuentes
de gasto público presentan información parcial, bajo distintos tipos de
clasificación y agregación, lo cual impide conocer con precisión cuánto se gasta
en educación en nuestro país, cuál es la estructura de participación de las
entidades de gobierno y cómo se distribuyen entre los distintos niveles y
modalidades educativas (Mendoza, 2011).

Se requiere tener una visión integral y precisa sobre la forma en que participan
los gobiernos federal, estatal y municipal en el gasto educativo, así como sobre
la manera en que se distribuyen los recursos entre los diferentes niveles,
modalidades y programas educativos, hasta llegar al plano de dependencias e
instituciones concretas.

La información confiable y sistematizada es un requisito indispensable para


mejorar la gestión; sin ella no es posible realizar diagnósticos de asuntos
críticos de la educación, ni evaluaciones de las necesidades, ni conocimientos
confiables para planear estrategias de largo plazo (UNESCO, 2004)

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En este sentido, México enfrenta retos importantes 1:

 No hay información disponible desagregada a nivel escuela para


calcular el costo real de su operación.

 Con la información disponible en la actualidad no es posible


identificar que porción del gasto en educación se destina a financiar
las actividades administrativas y que parte se destina a cubrir la
operación de los centros escolares, dificultando el análisis de la
eficiencia del gasto.

 La información que existe se encuentra desintegrada. Cada estado y


nivel de gobierno controla su propia información y no es integrada en
un sistema que permita su valoración y comparación.

La ambivalencia del Estado mexicano ante su responsabilidad financiera 


con la educación (rezago e inequidad): tal ambivalencia se refleja en el
hecho de que, mientras por un lado los gobernantes reconocen el derecho que
todos tienen a la educación y su importancia para el desarrollo social y
económico del país, por el otro tienden a limitar la magnitud de los recursos que
destinan al sector, en los proyectos de egresos de la federación.

Los ingresos presupuestarios en el país ascienden aproximadamente a 21 %


del PIB, pero que sólo 18 % del PIB corresponde al gasto programable, es
decir, los recursos no comprometidos. De dicha cantidad, poco menos de una
tercera parte se destina al gasto público en educación (5.3 por ciento del PIB).
Lo anterior significa que responder al mandato de la Ley General de Educación
de otorgar el 8 por ciento del PIB a la educación, necesariamente repercutiría
en la reducción del gasto de otros rubros

Al respecto, México se ha distinguido por tener una baja capacidad de


recaudación fiscal (17.4 % del PIB), quedando por debajo del promedio de los
países de América Latina (19.2%) y mucho más distante del promedio (33.8%)
de los países de la OCDE (OCDE/CEPAL/CIAT, 2011).

México gasta un porcentaje de su PIB en educación similar al de otros países


de la OCDE, pero el gasto por estudiante es aún bajo en términos absolutos.
(OCDE)

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10 puntos para Entender el gasto educativo en México: Consideraciones sobre su eficiencia.

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La carencia de reglas claras y transparentes para la asignación,
distribución y uso de los recursos públicos destinados al sistema
educativo: un renovado compromiso del Estado con la educación también
implicaría establecer los mecanismos que brindaran mayor claridad,
transparencia y certidumbre sobre los procesos de asignación, distribución y el
uso de los recursos educativos.

Una visión limitada del Estado sobre las implicaciones de lo que


representa el derecho a la educación: asegurar el acceso y brindar apoyos
económicos no es suficiente para garantizar el derecho a la educación. Esto es
así porque los niños y jóvenes no son un todo homogéneo y al ingresar a las
instituciones escolares enfrentan diferentes oportunidades de aprendizaje
dependiendo de las características sociales, económicas y culturales de sus
familias y de los contextos en que se desarrollan; y a esto habría que añadir las
diferencias en la calidad educativa de la oferta que se les brinda. Todos estos
aspectos influyen en las posibilidades de éxito que puedan lograr en el sistema
escolar.

Asegurar el derecho a la educación, por tanto, comprende tres aspectos:


igualdad de condiciones de acceso a una educación de calidad, igualdad para
mantenerse y avanzar en los diferentes grados y niveles del sistema educativo,
e igualdad en los logros de aprendizaje en los ámbitos cognitivo, afectivo y
social que alcancen los niños y jóvenes, independientemente del contexto
familiar y social del que provengan (Blanco y Cusato, s/f)

Los desafíos estructurales permanecen: falta de capacidad, distribución poco


clara de responsabilidades a través del sistema descentralizado, y las
condiciones estructurales y procesos no facilitan que las escuelas estén en el
centro de las políticas educativas. Las escuelas operan con escasos recursos
que necesitan estar mejor distribuidos entre ellas. Esto requiere una mayor
capacidad y la creación de estructuras institucionalizadas que garanticen el
diálogo y la construcción de consenso.

Conclusiones

Para garantizar el derecho a la educación con equidad, se requiere que las


escuelas y programas educativos tengan una calidad similar en todos los
contextos, así como asegurar los apoyos económicos, didácticos y pedagógicos
que posibiliten que los niños y jóvenes adquieran los aprendizajes pretendidos

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en cada nivel y modalidad del sistema escolar, independientemente de su
condición socioeconómica, cultural e individual (Blanco y Cusato, s/f).

Según la OCDE, México necesita desarrollar una estrategia educativa a largo


plazo para garantizar un nivel general de habilidades y conocimiento más alto,
lo que facilitará el crecimiento económico y mejores condiciones de vida para
todos los mexicanos. Una de las primeras condiciones necesarias es establecer
un reducido número de objetivos claros, medibles y de alta prioridad, enfocados
en la mejora el desempeño de los estudiantes, reducir las tasas de deserción,
asegurar el “egreso oportuno” y reducir las desigualdades dentro del sistema
educativo. El primer punto clave de la reforma es la necesidad de poner a las
escuelas mexicanas y a los estudiantes en el centro del diseño de las políticas
educativas. La mejora de las escuelas mexicanas necesitará repensar el
sistema de gobernanza, así como el papel que juegan los líderes escolares y
los docentes, para permitirles enfocarse en el apoyo de todos los niños y
jóvenes para que alcancen su mayor potencial de aprendizaje.

Para garantizar el progreso en el diseño y la implementación de la política


pública, puede ser de gran ayuda: proporcionar espacios para el diálogo y la
comunicación entre todos los actores relevantes; asegurar que los actores y las
políticas públicas estén alineados; revisar las estructuras que propondrán las
reformas; hacer que haya una concordancia entre los siguientes tres elementos:
la atención puesta en la educación, la formación, el desarrollo y el apoyo a la
fuerza laboral de educadores, las decisiones de políticas públicas, y los
recursos; incentivar el desarrollo de la creación de capacidad nacional, regional
y local que permita tanto una mejor gestión de las escuelas, como seguir
produciendo fuentes fiables de información para la evaluación y la mejora.

BIBLIOGRAFIA

Márquez Jiménez, Alejandro. El financiamiento de la educación en México,


Perfiles Educativos, vol. XXXIV, número especial, 2012, IISUE-UNAM.

Mejía Botero, Fernando. Financiamiento de la educación en México. Revista


Latinoamericana de Estudios Educativos (México), vol. XXXVI, núm. 3-4, 3er-
4to trimestre, 2006, pp. 283-291

Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE),


Panorama de la educación 2015. OECD: Publishing, en:
http://www.oecd.org/education/skills-beyond-school/EAG2015CN-Mexico-
Spanish.pdf (consulta: 15 de Julio de 2018)

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Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE),
Panorama de la educación 2017. OECD: Publishing, en:
http://www.oecd.org/education/skills-beyond-school/EAG2017CN-Mexico-
Spanish.pdf (consulta: 15 de Julio de 2018)

México Evalúa, Centro de Análisis de Políticas Públicas, A. C. (2011), 10


puntos para entender el gasto educativo en México: Consideraciones sobre su
eficiencia.

Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Acuerdo


de cooperación México-OCDE para mejorar la calidad de la educación de las
escuelas mexicanas. Publishing, en:
http://www.oecd.org/education/school/46216786.pdf (consulta: 15 de Julio de
2018)

Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE),


Revisiones de la OCDE sobre la Evaluación en Educación. Publishing, en:
http://www.oecd.org/education/school/Revisiones-OCDE-evaluacion-educacion-
Mexico.pdf (consulta: 15 de Julio de 2018)

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