LICENCIATURA EN CONTADURÍA Tema. PALACIO DE ITURBIDE.
Esta construcción constituye uno de los ejemplares más sobresalientes del
estilo barroco de la arquitectura virreinal del siglo XVIII; fue diseñada y construida en 1779 por el arquitecto de la Nueva España Francisco Guerrero y Torres, y declarada monumento nacional el 9 de febrero de 1931.Ahí se encontraba la casa del Contador Mayor del Reino, Francisco de Córdova. Casa que fue después ocupada por las monjas de Santa Brígida, hasta que fue reclamada por los condes de San Mateo de Valparaíso y que después la vendieron al marqués del Jaral de Berrio, descendientes del conde Fernando de la Campa, quien dispuso su demolición para edificar ahí el palacio actual. Ellos mandaron a construir este palacio del siglo XVIII con motivo de la boda de su única hija Mariana Berrio de la Campa y Cos y su esposo Pedro de Moncada y Branciforte, quien sugirió la forma interior de la casa, inspirándose en el patio del Palacio Real de Palermo en Silicia, Italia ciudad de donde era originario. La obra fue encargada al arquitecto Francisco Guerrero y Torres, quien empezó la construcción en 1779.
En 1780, un año después, luego de su estadía en Italia, regresó a la Nueva
España el Marqués de Villafont, recibiendo la noticia de la muerte de su suegro, quien dejaba en manos de su viuda una de las fortunas más caudalosas de la Nueva España. Ya en el país, el Marqués quiso intervenir en las obras de reconstrucción de la casa principal, a lo que su suegra se opuso; por lo cual Moncada solicitó al Rey la anulación de los dos mayorazgos fundados por su suegro y de los cuales se le excluía. Habiéndose resuelto el litigio a su favor, y siendo otorgados ambos mayorazgos a sus hijos, el Marqués regresa a Sicilia para no volver más a la Nueva España. Juan Nepomuceno de Moncada, su hijo, recibió el mayorazgo de Berrio y como parte de su herencia, la construcción del palacio.
Una vez terminado el movimiento de Independencia de México en 1821,
Juan Nepomuceno de Moncada ofreció el palacio a Agustín de Iturbide, primer jefe del Ejército Trigarante, para que residiera en él, el 15 de mayo de 1822 Iturbide salió al balcón central para ser proclamado como emperador de México por el Congreso Constitucional, ocupando la casa con esta jerarquía hasta el 21 de marzo de 1823, cuando tuvo que abandonar la ciudad. De aquí el nombre de Palacio de Iturbide.
De 1830 a 1834 fue sede del Colegio de Minería, cuando éstos se
trasladaron a su propio inmueble, el palacio fue usado para oficinas públicas; después se convirtió en hotel y también en terminal de las diligencias que se ocupaban del transporte de viajeros al interior del país.
Posteriormente, su fisonomía y distribución interior fueron drásticamente
alteradas para adaptarse al uso de despachos de alquiler. Además, se abrió un nuevo acceso en la parte posterior del inmueble que lo comunicaba con un pasaje comercial, lo que aceleró su deterioro. En 1850, el palacio fue vendido a Anselmo Zurutuza, quien instaló en él el "Hotel Diligencias". Al poco tiempo lo compró el Sr. Germán Landa el cual ejecutó varias obras en su interior para adaptarlo como hotel de lujo; inaugurándolo en marzo de 1885 bajo el nombre de "Hotel Iturbide". Frente a este gran hotel se encontraba la casa de Don Sebastián Lerdo de Tejada, desde 1872 hasta 1876, cuando fue Presidente de la república
En 1890 el inmueble pasó a manos de Francisco Iturbe, dueño también del
hotel San Carlos quien en 1899 contrató al arquitecto Emilio Dondé para que realizara una nueva remodelación y agregara un piso más a la construcción. Hasta 1930 continuó funcionando en el inmueble el Hotel Iturbide y a partir de esa fecha se uso para rentar locales para despachos, comercios y pequeños talleres, principalmente de joyería, lo que le ocasionó un grave deterioro.
En 1964 el edificio fue adquirido por el Banco Nacional de México como
parte de su proyecto de rescate de la arquitectura, que emprendió un proyecto serio de restauración a cargo del arquitecto Ricardo Legorreta Vilchis. Este adaptó el interior del palacio para que se en él se establecieran las oficinas del Banco Nacional de México, quedando concluidas las obras de restauración en marzo de 1972, obras con la que se aprovechó a plenitud la oportunidad para devolver al inmueble gran parte de sus atributos originales.
Desde entonces funciona como sede operativa de Fomento Cultural
Banamex. Entre sus restauraciones más importantes destaca la iniciada en 2002 a cargo del maestro arquitecto Legorreta. Fue reinaugurado como Palacio de Cultura Banamex el 19 de enero de 2004. El estilo del edificio es un ejemplo de la interpretación del barroco español en la Nueva España, que incluye en los detalles decorativos elementos distintivos de las raíces indígenas de México.