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Violencia Cultural en Las Favelas
Violencia Cultural en Las Favelas
Trabajo de Grado
Violencia cultural en las favelas: Una aproximación al problema de las milicias y sus
alianzas con agentes del Estado en Rio de Janeiro 1995-2008
1
A la profesora luna
2
Tabla de contenido
Introducción....................................................................................................................................... 5
Marco teórico ..................................................................................................................................... 9
Cap. 1 ¿Qué sucede en Brasil y Rio de Janeiro? ......................................................................... 11
1.1 Posibles causas que fomentan la violencia ........................................................................ 11
1.2 La violencia en números ................................................................................................... 18
Cap. 2 Proceso histórico en la formación de los grupos ilegales ................................................. 21
2.1 Grupos armados de narcotraficantes 80 y 90 .......................................................................... 21
2.1.1 Década de los 90 .............................................................................................................. 25
2.2 ¿Qué son las milicias? ............................................................................................................. 28
2.2.1 ¿Cómo operan las milicias?.............................................................................................. 32
2.2.2 ¿Cómo se financian las milicias? ..................................................................................... 35
Cap. 3 Violencia Cultural en las favelas: La transición del dominio territorial en las favelas 39
3.1 ¿Se puede hablar de guerra en Rio de Janeiro? ....................................................................... 40
3.3 Medidas para justificar la violencia cultural: políticas de Estado y alianzas entre milicias y
policías .......................................................................................................................................... 46
3.4 Violencia cultural como técnica de represión ¿Autos de Resistencia = violencia cultural=
alianzas milicias - policía? ............................................................................................................ 56
Conclusiones .................................................................................................................................... 66
Bibliografía ...................................................................................................................................... 70
3
Tablas y Gráficas
Tabla 1 Delitos que involucran jóvenes de 18 años en la ciudad de Rio de Janeiro, 1980-
2001 ...................................................................................................................................... 15
Gráfico 3 Tasa de muertes por 100.000 habitantes según raza en Rio de Janeiro................ 20
Gráfico 5 Asesinatos cometidos por la policía por cada policía muerto .............................. 55
Gráfico 7 Muertes producidas por la Policía por cada 100,000 habitantes .......................... 56
Gráfico 8 Arrestos hechos por la Policía por cada persona asesinada por la Policía ........... 57
4
Introducción
En una ocasión, en la clase de Historia Política Hoy, leímos un texto de Medófilo Medina
que trataba de la producción de trabajos realizados por los historiadores, tomando en cuenta
las tesis de los estudiantes que aspiraban a conseguir el título de doctorado en la
Universidad Nacional. El autor era muy crítico en relación con la forma y objeto de estudio
que elegían los historiadores colombianos, en general, y de las tesis de los estudiantes en
particular. Entre las críticas se encontraba, por un lado, que los estudios solamente se
centraban en Colombia, no existía interés por estudiar otros contextos y salir de muestro
espacio. El profesor Medina también criticaba el número reducido de trabajos comparados,
él privilegiaba este método de investigación ya que permitía sustraer de allí elementos de
análisis que, de otra forma, no se podían encontrar.
Haciendo caso al profesor Medina y al debate que ese día tuvimos en la clase, decidí
aceptar el reto de salir de mi zona de comodidad y estudiar otro país, otro contexto; en este
caso Brasil y más específicamente Rio de Janeiro, aunque cabe decir que le quedé debiendo
el trabajo comparado.
El reto de embarcarme en este trabajo y de intentar salir de la burbuja de estudios que solo
se centraban en Colombia, debo decir, no fue nada fácil. La información en las bibliotecas
colombianas es muy escasa, es increíble que a pesar de que Brasil es nuestro vecino
sepamos tan poco de ellos. Además en nuestro idioma hay muy pocos estudios, lo que
implicó una juiciosa lectura tanto en Portugués como en Inglés.
No obstante, a pesar de las dificultades, considero que gracias a este trabajo mis habilidades
como historiador se pulieron, porque cada obstáculo fue una nueva experiencia que me hizo
crecer como investigador. El reto y las ganas por hacer algo diferente prevalecieron y se
vieron manifestadas en este trabajo.
5
Rojo) que fue el primer grupo en formarse y el que ha tenido mayor poder e influencia
territorial. El “Terceiro Comando” (Tercer Comando), “Amigos dos Amigos” (Amigos de
los Amigos) y el “Comando VermelhoJovem”, son los otros grupos que nacieron debido a
la fragmentación que vivió el Comando Vermelho a partir de 1986. Los enfrentamientos
entre grupos son frecuentes luchando por la prevalencia territorial y del negocio
(Dowdney, 2003).
La ubicación de los grupos armados en las zonas urbanas se da en lugares donde la pobreza
y la poca presencia del Estado son la constante. La mayoría de las personas que se
involucran en dichos grupos son hombres jóvenes entre 13 y 25 años. La incursión de los
jóvenes en los grupos armados ocurre por distintos factores, el principal de ellos es por la
falta de oportunidades y alternativas de trabajo digno, los grupos armados ofrecen a los
jóvenes en ocasiones salarios fijos por hacer parte de la organización lo que les brinda
cierta estabilidad. Sin embargo, aunque la falta de empleo y de oportunidades es un
elemento fundamental, no es el único.
Los problemas intrafamiliares en los que se encuentran, por ejemplo, familias mono
parentales y violencia en los hogares, hacen que los jóvenes vean en los grupos a los que
pertenecen, a su verdadera familia, lo que genera un alto grado de pertenecía que lo
involucra de una forma activa con el grupo armado; la venta de droga y las comisiones
fruto del negocio también son un aliciente para involucrarse. Relacionado con lo anterior
se encuentra la posesión de armas, dado que, adquirir un arma significa tener el poder, los
jóvenes involucrados en estos entornos sienten la obtención de un arma como un
mecanismo de ascensión y de reconocimiento social.
El nacimiento de dichos grupos fue resultado del creciente poder de los narcotraficantes en
las ciudades, sumado a limitada presencia estatal. Estos grupos que también son conocidos
6
como “Justiceiros” (Justicieros) o “Polícia Mineira” (Policía Minera), están conformados
por policías armados y bomberos retirados que, con el argumento de frenar la invasión del
narcotráfico en sus territorios, han convertido a las favelas en uno más de sus negocios. Las
milicias se caracterizan por tener un discurso que se basa en la protección a los habitantes
de la violencia de los traficantes, lo que les brida legitimidad frente a la población. También
cuentan con control territorial y de la gente que habita en sus lugares de influencia. El
control que ejercen nace de la coacción física por medio de las armas, teniendo entre sus
principales motivaciones el interés económico y, por tales motivos, sus acciones están
encaminadas a explotar las favelas para sustraer de ellas grandes sumas de dinero.
Finalmente, una de las características más preocupantes es el apoyo reconocido de agentes
del Estado (Cano, 2008: 59).
Las milicias han sido muy activas desde su aparición, la relación cercana que tienen con las
entidades del Estado, entre las que se encuentra la Policía, ha llevado a un aumento en los
enfrentamientos con los traficantes por el dominio de ciertas zona clave como, por ejemplo,
la zona oeste de Rio de Janeiro. También han creado fuertes lazos con la política, una
investigación realizada por el periódico O Globo en 2007 concluyó que de las 92 áreas que
hasta ese momento estaban dominadas por las milicias, 73 de ellas tenían por lo menos un
representante policía, bombero o militar retirado entre los candidatos más votados en las
últimas elecciones O Globo 11 Fevereiro 2007 (ctd en de Souza e Silva, Lannes Fernandes,
& Willardino Braga, 2008: 16).
7
armas muy poderosas. Ambas fuerzas se encuentran subordinadas bajo las órdenes de cada
uno de los Gobernadores de los Estados. Cabe anotar, que la Policía Militar aunque tenga a
su disposición armas que cualquier Ejército envidiaría y lleve el nombre militar, no
depende del Ejército, es una fuerza independiente que sigue las órdenes de los
Gobernadores. (Husain, 2007: 74)
Las técnicas represivas de los agentes estatales en Rio de Janeiro ha generado el asesinato
sistemático de pobladores de las favelas que no tienen nada que ver con el conflicto entre
traficantes, policías y milicias. El uso de técnicas de guerra en espacios donde la presencia
de civiles es la constante ha fomentado la muerte de inocentes, deslegitimando ante la
población las medidas usadas para contrarrestar el tráfico de drogas.
El proceso del conflicto armado urbano en Rio de Janeiro, caracterizado por el dominio
territorial de grupos armados de narcotraficantes, ha tenido una transformación importante.
Las políticas represivas de los agentes policiales en las favelas, sumado a la limitada
8
presencia de entidades estatales en los lugares de ocupación y a las alianzas del Estado con
grupos de milicias, ha permitido el crecimiento de estos grupos donde tradicionalmente
han dominado los traficantes, consolidando un escenario de violencia nuevo.
Marco teórico
Los participantes en esos grupos son, en su mayoría, niños y jóvenes que cumplen una
función determinada en el grupo, recibiendo una remuneración por el trabajo realizado. La
motivación principal está condicionada principalmente al ánimo de lucro individual,
aunque es claro que los que participan en los grupos de narcotraficantes tienen otras
motivaciones importantes como la pertenencia a un grupo, reconocimiento y poder.
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La segunda categoría que se utilizará es Violencia. La violencia se puede entender como “el
uso o amenaza de uso de la fuerza o potencia, abierta u oculta, con la finalidad de obtener
de uno o varios individuos algo que no consienten libremente, o de hacerles algún tipo de
mal (físico, psíquico o moral). La violencia, por tanto, no es solamente un determinado tipo
de acto, sino también una determinada potencialidad. No se refiere sólo a una forma de
“hacer”, sino también de “no dejar hacer”, de negar potencialidad” (Fisas, 1998: 29).
Al hablar de violencia se requiere hablar de conflicto ya que siempre, cuando hay episodios
de violencia, está presente un conflicto anterior. La categoría Conflicto es fundamental para
entender las dinámicas de la violencia en Rio de Janeiro y, para efectos del presente escrito,
la definición de VincençFisas de conflicto resulta ser bastante acertada, “El conflicto, […],
es un proceso interactivo” que se da en un contexto determinado. Es una construcción
social, una creación humana, diferenciada de la violencia (puede haber conflictos sin
violencia, aunque no violencia sin conflicto), que puede ser positivo o negativo según como
se aborde y termine, con posibilidades de ser conducido, transformado y superado (puede
convertirse en paz) por las mismas partes, con o sin ayuda de terceros, que afecta a las
actitudes y comportamientos de las partes, en el que como resultado se dan disputas, suele
ser producto de un antagonismo o una incompatibilidad (inicial pero superable) entre dos o
10
más partes, el resultado complejo de valoraciones, pulsiones instintivas, afectos, creencia y
que expresa una insatisfacción o desacuerdo sobre cosas diversas.” (Fisas, 1998: 29-30)
El presente capítulo busca ilustrar de forma general algunas explicaciones en relación con
el incremento de la violencia en la ciudad de Rio de Janeiro a partir de los años 90. Para
ello se presentarán dos acápites, el primero titulado “Posibles causas que fomentan la
violencia” y el segundo “La violencia en números”. A lo largo del capítulo se busca
exponer algunas hipótesis que expliquen el crecimiento acelerado de la violencia que,
durante los años 90, se dio en la ciudad de Rio de Janeiro, presentando algunos datos
estadísticos que brinden un panorama general al lector sobre lo que sucede en esta ciudad
brasileña.
Aunque hay múltiples autores que han estudiado la situación brasileña, presentando
diferentes hipótesis sobre el crecimiento acelerado de la violencia en el territorio brasileño
de forma general y del estado de Rio de Janeiro en particular, en esta investigación se
defiende la idea que sostiene que la elevada tasa de homicidios está asociada a los niveles
elevados de urbanización sumado a niveles altos de pobreza y desigualdad. Para que exista
un elevado nivel de violencia, es necesaria la presencia de dichas variables, siendo el
contexto de Rio de Janeiro un ejemplo sobresaliente de estos fenómenos (Briceño-León,
2008: 108).
11
el centro de Rio de Janeiro. Como consecuencia, los pobres iniciaron la construcción de
chozas irregulares en territorios baldíos, donde la presión estatal era baja y podrían, de
cierta manera, vivir en paz.
La expansión de las favelas pasó de la parte central de la ciudad a las zonas industrializadas
del norte, consolidándose posteriormente favelas en las zonas cercanas a las playas, donde
habitaban personas de la clase media alta, lo que se convirtió en un aliciente debido a la
gran cantidad de turistas que visitaban la ciudad, abriendo la posibilidad para obtener un
empleo informal que garantizara la subsistencia de la familia.
Para 1980, el crecimiento de las favelas llegó a un punto muy alto, en la ciudad había cerca
de 500 que agrupaban 630.000 habitantes, que para la época constituían algo más del 12%
de la población total de Rio de Janeiro (Koonings & Veenstra, 2007: 619). A pesar de estos
elevados números la situación no terminó ahí, la grave crisis económica que vivió el
continente americano en los 80, afectó de una forma importante a Brasil. Con la crisis el
desempleo aumentó, llegando la inflación a niveles muy altos, lo que generó el aumento de
la desigualdad produciendo la expansión de las favelas debido a la pobreza creciente. En
los 90 el número de favelas llegó a 600, compuestas por algo más de un millón de personas,
pasando para el año 2000 a 1.100.000 representando el 18,6% de los habitantes de la zona
metropolitana de Rio de Janeiro.
12
En el avance y crecimiento de las favelas, se inicia el proceso de división social de la
ciudad de Rio de Janeiro. Por un lado, se encuentran los barrios y zonas donde las clases
medias y altas viven con una prestación de servicios y atención del Estado en constante
desarrollo y, por otro lado, grandes grupos poblacionales ubicados en tierras sin atención
del Estado con múltiples necesidades y sumidos en la pobreza. Al permitir la separación
radical, con una clara diferencia de atención, se genera el proceso de exclusión que inicia
una situación de diferenciación racial, social y espacial. Racial porque en las zonas donde
se encontraban las favelas la gran mayoría de los habitantes eran negros; social porque los
pobres ocupaban estas zonas y, espacial porque la favela era el sitio donde las clases menos
favorecidas y sin presencia estatal convivían en medio de la pobreza (Kruijt & Koonings,
2009: 13).
A partir de 1964 cuando se estableció la dictadura militar, la Policía y los agentes estatales
empezaron a ver las favelas como territorio enemigo, considerando a las comunidades que
vivían allí como criminales. La represión y los señalamientos, sumado a la poca presencia
del Estado proveyendo los servicios básicos, fue una constante a lo largo del régimen
militar. Después de que terminó la dictadura, en 1985 es elegido democráticamente como
gobernador de Rio de Janeiro Leonel Brizola. Entre sus propuestas el Gobernador ordenó a
la Policía no entrar a las favelas, no es claro si para proteger a los favelados de la brutalidad
policial o para que la Policía tuviera un énfasis de protección en las áreas ricas de Rio. Sin
importar las motivaciones del Gobernador, las favelas quedaron a la deriva convirtiéndose
en espacios fértiles para que se cometieran todo tipo de actividades ilícitas, siendo el tráfico
el más común de ellas. La decisión de dejar olvidadas las favelas coincidió con el
crecimiento del negocio del narcotráfico, lo que permitió la incubación del germen que
después explotó. (Perlman, 2009: 57)
Además de los señalamientos considerando a las favelas como los nidos del crimen, el
Estado las dejó en el completo olvido, la posicion de Brizola es sólo un ejemplo de lo que
tradicionalmente han hecho los gobernantes de Rio de Janeiro. Al no existir una presencia
fuerte del Estado no se pueden implementar políticas públicas que estén dirigidas a reducir
la brecha de desigualdad que viven, cerrando las posibilidades para la generacion de
13
oportunidades. Simplemente las medidas represivas y violentas son las que perduran
(Dreyfus, 2009: 2)
Los episodios de violencia en Rio de Janeiro se caracterizan por ser producidos en su gran
mayoría por jóvenes entre 13 y 25 años, que por falta de oportunidades y alternativas de
trabajo digno, son susceptibles a que los grupos armados les ofrezcan en ocasiones,
oportunidades laborales con salarios fijos por hacer parte de la organización; la venta de
droga y las comisiones, fruto del negocio, también son un aliciente para involucrarse en los
grupos armados.
A partir de finales de los 80 hay un gran crecimiento en el número de jóvenes que hacen
parte de los grupos de narcotraficantes obteniendo posiciones importantes en el negocio,
elemento diferente de las décadas pasadas donde la posición de los jóvenes era marginal, su
papel no iba más allá de ser campanero o avioncito 1 . Después de las luchas entre los
diferentes grupos, y el encarcelamiento o muerte de muchos de los líderes de las diferentes
1
Los avioncitos son personas que llevan pequeñas cantidades de drogas o llevan mensajes a
traficantes y a clientes. Los campaneros se encargan de dar aviso, son la alarma del grupo cuando
hay alguna amenaza
14
facciones de tráfico, los jóvenes adquirieron en algunas ocasiones papeles protagónicos,
participando activamente en la organización.
Otro factor importante que ha fomentado la creciente participación de los jóvenes en estos
grupos de narcotraficantes, ha sido el elevado nivel de penetración de una cultura de
consumo que día a día se encuentra presente de forma constante en los medios de
comunicación. Las campañas publicitarias están orientadas al público joven, lo que ha
generado un crecimiento en las expectativas de éstos. El anhelo por ciertos bienes
15
materiales, choca con la situación de pobreza a la que están expuestos, lo que se traduce en
la no consecución de estas expectativas comerciales. Al no poder conseguir a lo que
diariamente están expuestos, ven en el negocio del narcotráfico un medio para conseguir lo
que tanto desean, sin importar los peligros que diariamente viven los individuos que hacen
parte de este negocio (Briceño-León, 2002: 40)
El olvido estatal de algunas zonas de Rio de Janeiro sumado a una presencia continua de los
traficantes, ha producido una normalización en las comunidades de la presencia de agentes
armados ilegales. Los grupos de narcotraficantes se han convertido en algunas zonas de Rio
de Janeiro en el mayor grupo de poder, responsables en ocasiones de mantener el orden,
toma de decisiones, resolver disputas y proteger a la comunidad. Los grupos también
estimulan la economía local, ya que dejan porcentajes pequeños de las ganancias en los
diferentes negocios de las zonas en las que hacen presencia, estimulando también proyectos
que la benefician, lo que en ocasiones permite que la comunidad respalde al grupo ilegal
que los ayuda. (Dowdney, 2003: 134)
La aceptación del negocio del narcotráfico ha creado en los niños una imagen positiva del
negocio, lo que alienta a los jóvenes a participar en los grupos de traficantes. De igual
forma a partir de los años 80 se ha considerado a los traficantes como ídolos a seguir, ya
sea por sus características especiales, su valentía al enfrentar a la temida y abusiva Policía o
por luchar en contra de la pobreza que los amenaza constantemente.
16
Aquellos niños que, además de las tareas que cumplen por admiración o respeto,
demuestran un elevado interés por el negocio, se les confieren tareas de más peso como,
por ejemplo, guardar un arma, llevar armas o droga. Después de cierto tiempo cumpliendo
estas “sencillas” tareas, los jóvenes formalmente piden trabajo a la organización. Según la
investigación realizada por (Downey, 2008) los niños nunca son obligados a participar en
dichos grupos, son ellos los que toman la iniciativa. El proceso anteriormente nombrado
según el mismo autor es un factor básico para el involucramiento de los jóvenes en el
trabajo a tiempo completo. Estar cerca de los narcotraficantes y andar con ellos durante un
largo período, constituye un insumo fundamental para entrar de lleno en la organización.
A nivel familiar más de la mitad de los jóvenes entrevistados manifestaron que sus padres
nacieron en Rio de Janeiro, contrastado con el 37,8% que manifestó que sus padres eran
migrantes del nordeste de Brasil. El 59,2% de los jóvenes provienen de hogares que viven
con una renta que no supera los tres salarios mínimos y, de igual forma, el 19,2 % de los
hogares viven con una renta que no supera un salario mínimo 3 . Aunque es claro que
muchos de los familiares de los jóvenes hacen parte del negocio del narcotráfico, muchos
de ellos participan en empleos formales legales, entre los trabajos que ejercen los
familiares, los padres con un 20,4 % trabajan en el área de construcción civil, y las madres
con un 57,9 % tienen trabajos relacionados con actividades domesticas (Observatorio de
Favelas, 2006: 11)
La mayoría de las familias son numerosas, en muchos casos compuestas por hijos de
diferentes padres. Entre los entrevistados solamente el 5,7 % manifestó ser hijo único,
mientras que el 47,4 % manifestó que su familia se componía por más de tres hermanos. Un
2
Es una organización social de investigación encargada de generar propuestas de impacto público
relacionadas con políticas sobre fenómenos urbanos en especial lo referente a las favelas.
3
El salario mínimo para el momento en que se realizó la investigación era de 260,00 reales
17
dato interesante fue que solo el 11,7 % de los entrevistados tiene algún hermano
involucrado en el negocio del narcotráfico esto habla de la diversidad de opciones que
tienen los jóvenes al momento de elegir un camino, desmintiendo la hipótesis que plantea
que la estructura familiar fomenta la participación de los jóvenes en dicho negocio
(Observatorio de Favelas, 2006: 11,12,13).
Son frecuentes las separaciones familiares, siendo común el alejamiento del padre por sus
relaciones con otras mujeres, rompiendo la relación con sus hijos y no asumiendo las
responsabilidades que como padre tiene. Solo el 39,1% de los entrevistados afirmaron que
su padre asumió la responsabilidad de su crianza. El 37.4% de los jóvenes entrevistados
manifestaron que su madre fue la única responsable de su crianza, solo el 2,6% manifestó
que su padre tuvo toda la responsabilidad en la crianza. Los anteriores resultados nos
hablan de una tendencia enfocada a familias monoparentales, lideradas en su gran mayoría
por las madres, siendo evidente la limitada responsabilidad de la figura paterna
(Observatorio de Favelas, 2006: 11,12,13).
Los datos que se presentarán, muestran una radiografía general sobre lo que aconteció en
Rio de Janeiro en el período que se considera en este trabajo, que comprende los años entre
1995 y 2008. Rio de Janeiro vive uno de los momentos más violentos de su historia
reciente, además de los ya tradicionales grupos de narcotraficantes y su contraparte
personificada en la Policía, entra en escena un nuevo actor representado por los grupos de
milicias, los cuales irrumpen fuertemente a partir del 2004 invadiendo un gran número de
favelas. Los índices de homicidios alcanzan niveles muy elevados, superando en ocasiones
18
contextos de conflictos armados internos, como en el caso de Colombia que para el 2005
tenía un índice de 45,4 homicidios por cada 100.000 habitantes.
60
50
40
30
Homicidios T
20
10
0
1997 1999 2001 2003 2005 2007
120
100
80
60
homicidios 15-24
40
años
20
0
19
Gráfico 3 Tasa de muertes por cada 100.000 habitantes según raza en Rio de Janeiro
300
200
Negros
100 Blancos
0
2002 2004 2007
Blancos Negros
2002 2004 2007 2002 2004 2007
65,3 56,2 44,9 208,2 171,1 144,9
De igual forma, la población que más sufre los embates de la violencia son los hombres.
Aunque no hay datos suficientes sobre el período de tiempo que se tiene en cuenta en este
trabajo, sí se compara la situación entre hombre y mujeres en el 2007 en Rio de Janeiro,
que es el año donde tenemos a nuestra disposición datos precisos, se puede dimensionar la
diferencia entre ambos.
20
La creciente participación de los jóvenes en el negocio del tráfico de drogas, es un elemento
que crece fuertemente a partir de los 80 y se consolida en los 90. El crecimiento de zonas
marginales, con múltiples necesidades sin satisfacer, generó la participación de los jóvenes
en los grupos armados ilegales, como una solución para superar la pobreza en la que se
encontraban sumidos, produciendo cientos de muertes de jóvenes.
Los anteriores resultados permiten construir el perfil de las víctimas de la violencia en Rio
de Janeiro. Las tablas constituyen un insumo fundamental para concluir que la población
que más sufre los embates de la violencia son los hombres jóvenes de raza negra. Aunque
estos datos son fundamentales para tener un panorama general sobre lo que acontece en Rio
de Janeiro relacionado con la violencia, es importante decir que hay elementos que no se
tienen en cuenta al momento de la creación de estos datos, como por ejemplo los Autos de
Resistencia 4 al no tener en cuenta los datos en relación con las muertes en dichas
circunstancias, los valores disminuyen claramente, ya que es evidente que la Policía bajo
esta figura ha asesinado a cientos de personas inocentes que en su mayoría son jóvenes
negros que viven en las favelas.
El presente capítulo está compuesto por dos acápites, el primero titulado “Grupos armados
de narcotraficantes 80 y 90” y el segundo “¿Qué son las milicias?” Ambos intentan guiar
al lector sobre los principales actores ilegales que luchan para conseguir el dominio
territorial en las diferentes zonas donde hacen presencia en Rio Janeiro. A lo largo del
capítulo se señala el proceso en la formación de dichos grupos, enunciando las
características particulares de ambos y resaltando sus modos de operación.
4
Término utilizado para registrar los casos de civiles que fallecieron mientras estaban cometiendo
un crimen o fallecieron porque se resistieron al arresto, desobedeciendo las órdenes de la Policía.
Bajo esta justificación se han cometido miles de crímenes por parte de la Policía.
21
60, los cuales enuncian el proceso en la conformación de los grupos dedicados a este
negocio ilegal.
22
crímenes políticos generó la posibilidad de consolidar vínculos. La comunicación constante
y el intercambio de experiencias dieron como resultado que los criminales comunes
copiaran muchas de las nociones que, como organización, tenían los grupos políticos
recluidos. La alianza entre ambos sectores dio origen a la Falange Vermelha que después
fue conocida como el Comando Vermelho (Leeds, 1996: 52).
Inicialmente la Falange Vermelha sólo se preocupó por la protección del grupo y por el
dominio de la población carcelaria. El grupo sólo tomó protagonismo cuando trasladaron la
estructura criminal que ejercían en la cárcel, al exterior. La organización y planeación de
delitos al interior de la cárcel, con el fin de consolidarlos en el exterior, fue una de las
características fundamentales en los inicios del Comando Vermelho. Los dineros fruto de
las diferentes actividades criminales estaban dirigidas en parte, al pago de sobornos a
agentes penitenciarios y de la Policía, para que varios de sus miembros pudieran salir en
libertad. Este tipo de actividades comprometía a los ex prisioneros ya que los convertía en
contactos de la organización para continuar con los diferentes negocios en el exterior (Gay,
2009: 33)
Las buenas relaciones con las comunidades donde hacían presencia fue una característica
inicial del grupo. El Comando se convirtió en una fuerza paralela del Estado que, además
de consolidar sus negocios, les brindaba y proporcionaba los servicios que éste era incapaz
de suministrar debido al olvido institucional en las favelas. El grupo protegía a los
residentes de las favelas de los abusos de la Policía, ayudaba a la comunidad dando dinero
para la construcción de escuelas y clubs de samba, además proporcionaba dinero para el
seguro médico de los menos favorecidos, pagando funerales, ropa, alimentos. La
comunidad pagaba estos servicios con lealtad, que se manifestaba cuando la Policía atacaba
o cuando un grupo rival intentaba conquistar la favela (Husain, 2007: 61).
El grupo, inicialmente continuó con los robos a entidades bancarias produciéndoles grandes
utilidades ya que sus golpes fueron frecuentes y a gran escala. No obstante los fundadores
del grupo fueron capturados y dados de baja, lo que permitió que esta primera etapa del
grupo finalizara. Sin embargo, con la llegada de la cocaína de Colombia, Bolivia y Perú a
Rio, los herederos del grupo se dieron cuenta de las millonarias ganancia que se podían
generar fruto de este negocio, y decidieron financiar la nueva iniciativa con el dinero
23
conseguido con los robos y secuestros, convirtiéndose rápidamente en los principales
microcomercializadores de cocaína en Rio.
Las bocas de fumo5 que tradicionalmente distribuían marihuana en las favelas, fueron los
escenarios ideales para la comercialización de la cocaína. El grupo empezó a crear nuevas
bocas y a tomarse las que se encontraban en funcionamiento. Conseguir armas se convirtió
en una necesidad para consolidar su poder en las diferentes zonas donde tenían presencia,
esto para tener un dominio territorial que les permitiera mayor control, como también
mantener el monopolio del mercado, la rentabilidad fruto de la venta de la cocaína,
potenció la militarización de las zonas de influencia. Las armas cada vez eran de un calibre
mayor, lo que generó índices de violencia altos si se compara con las décadas anteriores.
No obstante, en este período el Comando operaba sin casi competencia, lo que en parte
ayudó a que esa violencia no llegara a los límites alcanzados en los 90 con la aparición de
nuevos grupos debido a la fragmentación que vivieron.
Bajo la etiqueta del Comando Vermelho se crearon las cuadrillas, estos grupos estaban
organizados jerárquicamente y se encontraban ubicados en ciertas zonas estratégicas con el
fin de defender los puntos de venta, protegiendo a las comunidades de los embates de la
Policía o de los neutrales6. En el período entre 1984 y 1986 aparecen los primeros soldados
del tráfico, que se definen así porque empiezan a recibir un salario por la defensa en armas
del negocio (Dowdney, 2003: 33)
5
Son puntos de venta de drogas, el nombre se popularizó porque inicialmente solo se vendía
marihuana
6
Grupos que vivían del narcotráfico pero que no le rendían lealtad al Comando
7
Palabra utilizada por los traficantes para referirse a las personas de rango más alto de una banda
en una favela
24
Aunque no existía una jerarquía al interior del Comando Vermelho con un líder supremo, si
había fuertes liderazgos caracterizados en la figura de un dono respetado, que ayudaba a
resolver las disputas al interior de la colectividad, y en la toma de decisiones que
involucraban a todo el conjunto de donos. Un ejemplo de lo anterior, se encarnó en la figura
de Rogeiro Lengruber que era conocido como bagulhao
(…) no era que bagulhao fuese el dono del Comando Vermelho, sino
que era un gran líder porque era respetado y visto como punto de
referencia, pero incluso entonces no mandaba en todas las favelas del
Comando Vermelho, sino que organizaba y centralizaba algunas
decisiones; a decir verdad no controlaba otras favelas o el dinero
generado en ellas, incluso en este período cada favela ya era
independiente” (Dowdney, 2003: 31)
El proceso en el desarrollo de los grupos de narcotraficantes tuvo una explosión en los años
90. Al final de la década de los 80 muchos de los principales líderes y figuras reconocidas
del Comando Vermelho murieron, esto generó que las cabezas que continuaban y las
nuevas que surgían tuvieran una gran desconfianza y rivalidad entre sí, produciendo
conflictos internos con el fin de dominar el negocio y el territorio, lo que trajo como
principal consecuencia la fragmentación del grupo (Dowdney, 2003: 33)
25
conestrategias represivas y cada vez más violentas en las favelas, generando una espiral de
violencia que no tuvo control (Dowdney, 2003: 34)8
Las bandas de narcotraficantes que dominan un gran porcentaje de las favelas en Rio de
Janeiro, se caracterizan por mantener una estructura jerárquica que permite consolidar
varias de sus principales características como grupo armado. Dominando el territorio y a la
población que habita en sus lugares de influencia, permitiendoel fortalecimiento del tráfico
de drogas.A continuación, se mostrará un gráfico que muestra la estructura y las
características de cada uno de los puestos en dichos grupos. Para ello se tomará el trabajo
de (Dowdney 2003: 34)
8
Para mayor información ver el documental Noticias de una guerra particular, documental de Kátia
Lund y Joao Moreira Salles Brasil 1999; edición en DVD por VideoFilmes en 2005.
26
encarga de proveer de armas a los empleados que viven en las favelas; de las relaciones
públicas con los otros donos y del pago de sobornos a la Policía.
Gerente General: Es responsable de vigilar todas las operaciones relacionadas con la venta
diaria de la droga. También se encarga de defender la favela contrarrestando cualquier
amenaza. Sus ganancias están directamente relacionadas con la venta de la droga en la
comunidad.
Sub-gerentes: Cada uno de los subgerentes, le rinde lealtad directa al Gerente General. El
Gerente de Preto es el encargado de las ventas de marihuana en la comunidad. El Gerente
de Branco es el responsable de las ventas de cocaína y el Gerente de Soldados se encarga
de la seguridad de la favela teniendo a su mando los soldados. Los dos primeros
subgerentes ganan por comisión según la cantidad de droga vendida, y el otro gerente gana
un salario semanal o mensual que es pagado directamente por el Gerente General.
Gerente de Boca: En cada boca de fumo (punto de venta) hay un gerente encargado de
supervisar las ventas tanto de marihuana como de cocaína. En cada favela se pueden
encontrar varias bocas de fumo. Las ganancias que obtienen también son por comisión.
Soldados: Son los encargados de defender las diferentes bocas de fumo, también se
encargan de defender los interés del grupo en la comunidad contra cualquier invasión. Se
encuentran armados. También son usados para invadir otros territorios.
Fiel: Es la guardia personal de los gerentes generales, son hombres de confianza que se
encargan de protegerlo contra cualquier amenaza. Reciben un salario semanal o mensual.
Olheiros: son los encargados de avisar a los demás miembros del grupo de la presencia de
algún agente extraño que amenace la seguridad del grupo. Cuando usan fuegos artificiales
para advertir la presencia de un agente extraño, son conocidos como fogueteiros. Se les
paga un salario semanal o mensual.
27
Endolador: Es el encargado de empaquetar la marihuana y la cocaína. Son controlados por
el Gerente General, el Gerente Petro y el Gerente Branco.
El segundo momento que fue fundamental a la hora de entender la evolución de los grupos
de narcotraficantes fue la fragmentación del Comando Vermelho. Al dividirse el grupo
surgieron otros que, defendiendo intereses particulares, crearon aparte redes de tráfico para
consolidar el negocio de la comercialización de las drogas, siendo el dominio territorial una
necesidad. La fragmentación y consolidación de las diferentes propuestas estuvo enmarcada
en fuertes enfrentamientos, caracterizados por luchas con armas muy poderosas que
produjeron cientos de muertes.
El fenómeno de las milicias tiene sus orígenes a partir de las década de los 70 y 80, bajo el
nombre de grupos de exterminio, eran conocidos en la zona de la Baixada Fluminense
donde tenían una fuerte presencia, defendiendo intereses locales de comerciantes y
políticos, siendo el asesinato el más común de sus crímenes. Aunque los grupos de
28
exterminio y las milicias comparten ciertas características en sus formas de operación, hay
algunas diferencias que las separa claramente. La diversificación de las milicias actuales es
mucho mayor, participando en múltiples negocios que han consolidado en varias zonas a lo
largo de Rio de Janeiro, siendo destacada la participación directa de miembros del Estado,
lo que permite considerar un quiebre en relación con los grupos de exterminio de años
anteriores, donde la diversificación era mínima y los agentes del Estado no participaban
activamente. Por tales motivos, en este trabajo solo se tendrán en cuenta los grupos de
milicias que según autores como (Zaluar y Conceição 2007) aparecen a finales de la década
de los 90, siendo un factor de poder determinante a la hora de enfrentar a los grupos de
narcotraficantes e imponiendo su poder en zonas donde tradicionalmente dominaban grupos
de traficantes.
Las autoras nos dicen que las milicias, como se conocen en la actualidad, tienen sus
orígenes en la población de Rio das Pedras. La declaración de un habitante de dicho
territorio es muy diciente sobre el fenómeno “Isso que você vê aí nos jornais, das milícias...
Isso começou aqui em Rio das Pedras. Surgiu aqui e foi sendo copiado em outros lugares”
(Zaluar & Conceição, 2007: 92).
A medida que el grupo fue creciendo, vieron la necesidad de obtener recursos para
autofinanciarse e iniciaron el proceso de tomar ciertas actividades comerciales en la
comunidad, como el cobro por la seguridad, venta de cilindros de gas, control de transporte
alternativo, televisión por cable, entre otros, todo esto enmarcado bajo la extorción y
amenaza. Lo que en un principio fue una alternativa de autoprotección en contra del
narcotráfico, se convirtió más tarde, en una actividad criminal auspiciado desde algunos
29
agentes estatales. El gran territorio que dominaron y las grandes sumas que obtuvieron
debido a la explotación en la comunidad, les dieron un gran poder, lo que les dio la
posibilidadde intentar replicar el modelo en otras comunidades de Rio(Storani, 2010).
La explosión de las milicias inicia, según (Zaluar y Conceição, 2007), a partir del año 2004
cuando es elegido Nadinho 9 abarcando nuevas áreas de operación diferentes a su zona
tradicional de dominio en Rio das Pedras. La milicias inician dominando Bangu, Penha,
Engenho de Dentro, Pilares e Ramos, entre otras. La presencia en estos sitios se debió, en
parte, a los enfrentamientos armados con los grupos de narcotraficantes, donde salieron
vencedores (Zaluar & Conceição, 2007: 94). La incursión y consolidación del poder de las
milicias en las diferentes zonas donde tradicionalmente dominaron los narcotraficantes se
produjo también en parte por la participación activa de las fuerzas estatales.
El proceso de dominio de las milicias en las zonas con presencia del narcotráfico iniciaba
con una fuerte represión policial que en ocasiones, los derrotaba dejando un vacío de poder
que era llenado más tarde por los milicianos, cuando no eran derrotados los debilitaba,
permitiendo que los milicianos los vencieran posteriormente (Zaluar & Conceição, 2007:
94). A pesar de estos hallazgos, la mayoría de las zonas donde hacen presencia los grupos
de milicias son espacios donde el tráfico no es la constante, de las 171 zonas reconocidas
donde hacen presencia, 119 no pertenecían a ninguna organización criminal asociada con el
tráfico de drogas, representando casi el 70% de las zonas (Comisión parlamentaria de
investigación, 2008: 40).
9
Su nombre es Josinaldo Francisco da Cruz , es un ex concejal acusado de conformar y promocionar
milicias en Rio das Pedras, fue asesinado en junio de 2009, aún se desconoce quiénes fueron los
perpetradores del crimen
30
Al llegar las milicias a las favelas se inicia un proceso en el que se evidencian varias de sus
principales características como grupo armado. Según (Cano, 2008: 60), las milicias se
caracterizan por tener un control territorial y de la población que habita en dicho territorio,
lo anterior se produce en parte por la ausencia del Estado, lo que permite que las normas
establecidas desde el nivel central sean sustituidas por las iniciativas ilegales. Otro punto es
el carácter coercitivo del control que ejercen, este elemento es fundamental ya que si no
fuera de esa forma posiblemente estaríamos hablando de un caso de seguridad privada,
siendo la iniciativa del usuario que solicita y paga la que prevalece. Por el contrario, son los
milicianos los que toman la bandera de la “seguridad” como propia, la cual tiene que ser
izada en todos los rincones de los territorios que dominan.
Cano plantea que la intensidad de la coacción varía. En algunas ocasiones los residentes
sufren amenazas directas si no pagan las tasas establecidas para protegerlos. En otras
ocasiones la coacción es más sutil, esta viene de los mismos residentes que temen por las
consecuencias de no pagar la cuota por la prestación del servicio de seguridad.
A diferencia de los narcotraficantes, las milicias tienen que presentarse ante la comunidad
como una opción viable y legitima frente al crimen organizado fomentado desde los
traficantes. Lo anterior está conectado con el cuarto elemento que es la utilización de un
discurso que las legitima como las encargadas de proteger a los habitantes de la amenaza
del crimen, que se personifica en la figura de los grupos de narcotraficantes. Las milicias
31
intentan presentarse como un mal menor el cual debe prevalecer para vencer a dichos
grupos que por años han golpeado a las comunidades (Cano, 2008: 60).
Al ser los milicianos en la mayoría de los casospolicías activos, si hubiera alguna tentativa
por parte de los narcotraficantes de recuperar o tomar algún territorio ocupado por las
milicias, la comunidad supondría que ellos tendrían la capacidad de pedir ayuda a la
Policía, consolidando una mejor posición en la comunidad. Al promulgar su condición
como policías, sustraen de los miembros de las favelas la posibilidad de denunciar las
actividades ilícitas como por ejemplo la extorsión por la prestación de servicios.
Finalmente, su condición las blindaría en contra de los mismos policías, esto significa que
los enfrentamientos con agentes estatales serían inexistentes.
32
ocupar la zona, inician golpizas, asesinatos y torturas selectivas a los traficantes y sus
familias, con la finalidad de expulsarlos del territorio y así ejercer un dominio sin
preocupaciones. Cuando no hay tráfico en las zonas y la comunidad se resiste, los
milicianos inician ataques en las casas y los comercios de los rebeldes, lo que merma el
ímpetu de dichas personas para no permitir la entrada de las milicias, obligándolos a pagar
las contribuciones por la “seguridad” que ejercen en el territorio (Comisión parlamentaria
de investigación, 2008: 39).
El grado de organización que ejercen las milicias, es mucho mayor que la que ejercen los
narcotraficantes; la necesidad de mantener el control de los principales negocios de la
comunidad (internet, gas, transporte, agua, cable) hace necesario que exista una fuerte
vigilancia coordinadade pagos y entregas para el correcto funcionamiento del grupo. Los
narcotraficantes solo se preocupan por el buen funcionamiento del negocio de las drogas, la
diversificación de funciones y posiciones en las milicias es mucho mayor, por eso la
necesidad de funcionar coordinadamente.
Aunque es evidente la cercanía que tienen las milicias con agentes de seguridad del Estado,
su influencia en las esferas del poder estatal no termina ahí. El trabajo de la Comisión
Parlamentaria de Investigación sobre las milicias,denunciaron ante el Congreso el
crecimiento y los contactos estatales de las milicias. El trabajo incluye un análisis electoral
que demuestra la estrecha relación entre estos grupos y ciertos políticos acusados por tener
vínculos muy cercanos con ellos.
33
Uno de los ejemplos más llamativos fue el caso de Josinaldo Francisco de la Cruz
(Nadinho) en la población de Rio das Pedras. En las elecciones de 2004 Nadinho se
presentó por el Partido del Frente Liberal (PFL) al cargo de Concejal, siendo elegido con
un total de 34.764 votos, de los cuales, el 66,90%provinieron de las zonas 179, 119 y 13
que incluye los territorios de Rio das Pedras, Gardenia Azul, Anil, Jardim Clarisse,
Pechincha, Ciudad de Deus, Jacarepaguá, Freguesia en Jacarepaguá, Barra de la Tijuca,
Alto de la Boa Vista y Itanhangá(Comisión parlamentaria de investigación, 2008: 78)
El candidato obtuvo el 43,84% de sus votos 15.239 votos de la zona 179, lo más
preocupante de este dato es que de esos votos, 13.509 provinieron de Rio das Pedras
obteniendo el 38,86% del total de votos solo en ese territorio, y teniendo en cuenta que Rio
das Pedras es una zona con un claro dominio de los grupos de milicias, el dato es muy
preocupante(Comisión Parlamentaria de Investigación, 2008: 78)
10
Para ver más casos ver Comisión parlamentaria de investigación. (2008). Informe final de la
comision parlamentaria de investigación destinada a investigar la actuación de las milicias en el
ambito del estado de Rio de Janeiro. Rio de Janeiro. Pag 82- 96
34
claramente según las investigaciones realizadas sobre milicias, hay una fuerte presencia de
dichos grupos. El caso de Rio das Pedras y de Nadihno, es solo uno de los múltiples casos
en el que la posible unión entre políticos y milicianos se consolida para. Por un lado,
brindarle mayor legitimidad a las milicias frente a la población civil que dominan, y por
otro lado, contrastar los intereses electorales de los políticos con los intereses de las
milicias. (Zaluar & Conceição, 2007: 91).
Marcelo Freixo, fue una de las primeras figuras reconocidas en el Congreso de Brasil en
identificar el problema de las milicias como un fenómeno sumamente grave que,
involucraba agentes estatales tan importantes como miembros de la Cámara de Diputados y
senadores. En el informe que se presentó ante el congreso (Comisión Parlamentaria de
Investigación, 2008) enuncian varias características de las milicias en cuanto a su origen y
modo de funcionamientos. Entre los elementos que destaca se encuentra su forma de
financiación.
Es claro, que las milicias usaron el discurso de la seguridad como una medida para
extorsionar a los habitantes de la favela, con el fin según ellos de frenar la inseguridad
reinante, debido a la presencia de los traficantes, o para evitar su llegada. Sin embargo,
según el informe, la diversificación a la hora de conseguir recursos fue tan fuerte, que las
rentas obtenidas por la venta de seguridad, se convirtieron en uno de los elementos menos
relevantes. A continuación, se presentarán algunos de los múltiples negocios a los que los
milicianos tienen acceso:
Transporte alternativo
A mediados de la década de los 90, el poder público en la ciudad de Rio de Janeiro dejó un
vacío muy profundo en el área del transporte colectivo. La incapacidad de llegar a ciertas
zonas de la ciudad y cuando lograban llegar cumpliendo de forma insatisfactoria el servicio,
permitieron el surgimiento de una actividad paralela para llenar el vacío dejado por el
Estado. La nueva actividad fue el transporte de pasajeros en furgonetas y automóviles, el
crecimiento fue muy grande, capturando a miles de desempleados que bajo la sombra de la
35
crisis económica de ese momento, vieron en el transporte informal una salida para ganar
dinero.
La expansión fue muy amplia, creciendo vertiginosamente entre el 2000 y 2001. Teniendo
en cuenta los datos suministrados por los sindicatos y cooperativas de trabajadores del
transporte alternativo, para el 2001 había cerca de 20 mil vehículos que funcionaban
prestando el servicio en las calles de Rio de Janeiro. (Comisión parlamentaria de
investigación, 2008: 98)
Después de interrogar a las entidades encargadas de regular el servicio y hablar con los
sindicatos y cooperativas que representan al gremio de trabajadores, el informe concluyó
que el transporte alternativo en Rio de Janeiro se encontraba fuera de control y no existía un
poder real que regulara este tipo de actividades. Las cooperativas estaban tomadas por las
milicias, estando 2/3 partes de los automóviles funcionando sin estar autorizados. Además,
las pocas que contaban con autorización para funcionar no cumplían con los requerimientos
que por ley deben efectuar anualmente. La Secretaria Municipal de Transporte, encargada
de parte de esa responsabilidad no contaba con el poder necesario para llevar a cabo los
procesos necesarios de organización, siendo preocupante la incapacidad de conocer los
responsables de las cooperativas y las ganancias fruto del servicio (Comisión Parlamentaria
de Investigación, 2008: 98)
Las milicias explotan el mercado del transporte de dos maneras. Por un lado, al manejar las
cooperativas son los explotadores directos de las ganancias y, por otro lado, cobran
impuestos por el funcionamiento de los carros, extorsionando a los conductores y
cooperativas diariamente. Según la Comisión, citando el artículo del periódico O Globo en
su edición del 27 de agosto de 2008 el Vicepresidente de Sintral (Sindicato de los
Trabajadores Autónomos del Transporte Alternativo) Guilherme Biserra afirmó que los
conductores tienen que pagar en promedio 50,00 reales por día, que se traducen en pesos
colombianos en más o menos 100.000 pesos. Las ganancias solo por este tipo de impuesto,
llegarían anualmente a 145 millones de reales,eso sin contar las ganancias por el control
directo de las cooperativas. A modo de ejemplo, en la zona oeste donde las milicias tienen
un gran control, hay 15 cooperativas, teniendo cada cooperativa en promedio 8.000
36
vehículos. Aunque es aventurado asegurar el número de cooperativas que controlan las
milicias, el dominio solamente de una significaría una gran suma de dinero.
Venta de gas
La diversificación de las milicias, en relación con los negocios que tienen en los territorios
donde tienen dominio es muy grande. Estos grupos participan activamente en actividades
que a la luz pública parecen legales, la venta de gas es una de ellas. Según la declaración
hecha por el vicepresidente del sindicato de revendedores de gas, del estado de Rio de
Janeiro (Sirgaserj), Mauricio Rodrigues al periódico O globo, demostraba que el 90% del
gas que se vende en las favelas de Rio lo hacen los grupos de milicias(Comisión
parlamentaria de investigación, 2008: 102).
La venta de gas tiene unos precios específicos preestablecidos. No obstante, los grupos
armados aprovechando la limitada presencia del Estado, venden el producto a precios muy
superiores a los precios normales. Además, hay empresas clandestinas que venden
directamente el producto, los habitantes de la favelas son obligados a comprar las pipetas
en empresas dominadas por los grupos de milicias, un ejemplo, de los anterior según las
denuncias hechas, es la RP 2006 Distribuidora de Gas Ltdaque es una empresa que
perteneció al inspector de la Policía Civil Félix Tostes, señalado como uno de los jefes de la
milicia en Rio das Pedras, después de su muerte la empresa estuvo a cargo de su esposa
María do Socorro y dos socios más. La empresa estaría vendiendo 3 mil pipetas por día lo
que significaría 20 mil reales (Comisión parlamentaria de investigación, 2008: 102)
El “gatonet”
El nombre fue puesto por las comunidades, significa la captación ilegal y distribución de la
señal de televisión tanto por satélite, cable y microondas. El servicio legal en Brasil es muy
alto, lo que sumando a la poca presencia de estos productos en las favelas, se les resta a las
capas más pobres de la ciudad, la posibilidad de acceder legalmente a dicho servicio.
Inicialmente los miembros de la comunidad comenzaron a “piratear” la señal, al ver el éxito
de este tipo de prácticas, sumado a la gran demanda del servicio, los grupos de milicias
iniciaron el proceso para hacer suscripciones ilegales, cobrándoles a los residentes de las
favelas una mensualidad por el servicio prestado.
37
“Los valores cobrados por las milicias para el servicio de TV por suscripción, de
acuerdo con las denuncias recibidas por el Disque milicias, varían de R$ 50,00 a
R$ 60,00 la instalación; y de R$ 20,00 a R$ 40,00 la señal. En una comunidad de
4 mil domicilios es posible suponer que la facturación de las milicias sólo con
este servicio estará en torno a R$ 1 millón por año” (Comisión parlamentaria de
investigación, 2008: 108)
Tráfico de drogas
Aunque el argumento principal de las milicias, cuando hacen presencia en las favelas que
ocupan, es la lucha en contra del tráfico siendo la droga el enemigo que deben derrotar. Los
milicianos también lo usan como una fuente de lucro personal, aunque es importante aclarar
que sin las dimensiones de los grupos de narcotraficantes. Según la investigación realizada
por (Zaluar & Conceição, 2007: 96) el 45 % de los entrevistados que viven en zonas donde
el tráfico tiene el control de la comunidad, afirmaron haber visto venta de drogas. Si estos
datos los comparamos con los entrevistados que viven en las comunidades dominadas por
las milicias, los datos son menores 14,9%. Lo anterior, también se relaciona con el
consumo de drogas en la comunidad, siendo clara la diferencia en las zonas dominadas por
los traficantes, en estos contextos la cifra alcanzó un porcentaje de 52,2%, mucho mayor
que las zonas dominadas por las milicias 18,5%. Los datos indican las diferencias en cuanto
al énfasis que tienen ambos grupos. Sin embargo, también demuestran la participación
aunque mucho menor de los grupos de milicias en el negocio del tráfico de drogas.
38
tasa que varía del 10 al 50% del valor de la venta de inmuebles, tasa
para legalización de inmuebles, tasa para permitir construcciones en
la comunidad, control y cobro de tasas de transporte alternativo:
mototaxi, furgonetas y combis, cobro de tasa para funcionamiento de
casetas de caramelos, fiestas y palomitas, Cobro de instalación de
portones y garitas en las comunidades” (Comisión parlamentaria de
investigación, 2008: 110
Cap. 3 Violencia Cultural en las favelas: La transición del dominio territorial en las
favelas
En este capítulo, se busca presentar evidencia que demuestre las prácticas tanto de agentes
del Estado representados en la Policía y del Gobierno, como de miembros ilegales
representados en las milicias, que den cuenta de la violencia cultural dirigida a las capas
más pobres del estado de Rio de Janeiro. Para ello, se presentarán cuatro acápites, el
39
primero titulado“¿se puede hablar de guerra en Rio de Janeiro?”; el segundo“Derechos
humanos ¿la policía los tiene que cumplir?; el tercero“Medidas para justificar la violencia
cultural: políticas de Estado, alianzas entre milicias y policías”; y el cuarto“Violencia
cultural como técnica de represión ¿Autos de resistencia +violencia cultural= alianzas
milicias - Policía?
Brasil en general y Rio de Janeiro en particular, alcanzan unos niveles muy altos en
relación con las cifras que toma la Universidad de Uppsala para medir una guerra civil, lo
que sumado a las definiciones anteriormente presentadas, se podría clasificar la situación de
Rio de Janeiro, como una guerra, con unos niveles de violencia muy altos. A modo de
ejemplo, si tomamos el caso de Colombia que vive un conflicto armado, y analizamos las
cifras entre 1978 y 2000, hubo aproximadamente 39.000 muertes relacionadas con el
conflicto armado (Stockolm Internacional Peace Research Institute – SIPRI) ( ctd en Pérez
& Luz, 2008: 78) En ese mismo período de tiempo en Rio de Janeiro se reportaron 49. 913
40
muertes por armas de fuego, de las cuales el 70% de las muertes se debieron a los
enfrentamientos con las facciones del narcotráfico de la ciudad (Pérez & Luz, 2008: 78)
Aunque las cifras son muy altas y los niveles de violencia que ha alcanzado la ciudad de
Rio son preocupantes, el análisis no puede ser tan simple de tomar unos números,
compararlos con otros y sacar una conclusión afirmando que hay guerra. El contexto
brasileño es especial y los actores que se encuentran insertos en este conflicto, cambian por
completo la caracterización que se le quiera dar a este enfrentamiento entre el Estado y
grupos ilegales. Los actores ilegales en Rio de Janeiro no tienen motivaciones políticas,
ellos lo único que quieren es lucrarse de los diferentes negocios que tienen a su disposición
en las favelas, tampoco cuentan con la voluntad de conquistar el gobierno, lo que los separa
completamente de una definición que busque afirmar que Brasil se encuentra en un guerra
civil (Pérez & Luz, 2008: 76)
Por el contrario, las autoridades en Rio de Janeiro, han considerado el problema del
narcotráfico y la violencia producida por este negocio, como un asunto de guerra, que debe
ser enfrentado como tal. Al exaltar estas iniciativas confrontacionales bajo un rotulo de
guerra, las medidas para enfrentar a los delincuentes se vuelven muy represivas y violentas.
Al izar la bandera de la guerra, se pueden realizar todo tipo de injusticias solo por estar en
dicha situación, cometiendo crímenes, no solo en contra de las personas que se encuentran
del lado de la ilegalidad sino también en contra de los habitantes de las favelas, que no
tienen nada que ver en la mayoría de los casos con los crímenes relacionados con el
negocio del narcotráfico.
Hablar de guerra, significa señalar y culpar a las zonas donde generalmente ha estado
presente el narcotráfico y los grupos que dominan esta actividad. Es señalar al enemigo
basado en un carácter geográfico (favelas), social (pobres), racial (negros). Que en otras
palabras, es atacar a una población específica, afianzando la violencia cultural dirigida a los
favelados.
Este tipo de prácticas, es negar por completo la responsabilidad del Estado, al dejar por
muchos años a la población de las favelas en el completo olvido, lo que permitió la
cooptación de estos espacios por agentes ilegales. Considerar la guerra como la única
41
solución es una medida facilista que, simplifica las múltiples atenciones que necesita la
población que vive en las favelas.
11
La Doctrina de Seguridad es un término utilizado para enunciar las acciones de la política exterior
de Estados Unidos, en relación con el papel que tenían que desempeñar las Fuerzas Armadas en los
países latinoamericanos. La doctrina exigía a las Fuerzas Armadas a prestar sumo cuidado al orden
interno en sus países, esto dirigido a combatir aquellas ideologías, organizaciones y movimientos
que pudieran favorecer al comunismo. Lo anterior, legitimaba a las Fuerzas Armadas para tomar el
poder y violar los derechos humanos si era necesario, con el fin de que dichas ideologías no tocaran
suelo latinoamericano.
42
estuvieran dirigidas en contra del orden público, entre las que se destacaban la delincuencia
común y el crimen organizado. La seguridad ciudadana incluía los derechos de los
pobladores de una sociedad, a poder desenvolverse de una forma tranquila en contra de
amenazas a su integridad personal, defendiendo sus derechos y permitiendo el goce de sus
bienes. (González, 2003: 16)
El anterior ejemplo es una clara muestra de cómo las autoridades brasileñas ven la situación
de la seguridad ciudadana bajo el mando de la seguridad del Estado, y como se debe
enfrentar.
No obstante, a pesar de estas pruebas que confirman como Brasil ve el problema de las
favelas, y es evidente el papel que desempeña las Fuerzas Armadas en escenarios ajenos a
su responsabilidad.Más preocupante aún, es que el perpetrador principal de violaciones a
los derechos humanos sean los miembros de la Policía, los encargados idealmente de
garantizar la seguridad ciudadanasin importar su origen ocondición.
43
3.2 Derechos humanos ¿la Policía los tiene cumplir?
Los derechos humanos, se establecieron para regular ciertos aspectos en la vida de los
hombres y mujeres, con el fin, de que nuestro comportamiento en sociedad fuera lo más
correcto posible. Todos los seres humanos tienen la obligación de cumplir estos valores o
normas a cabalidad. Sin embargo, los miembros de la Policía por estar investidos por la
autoridad del Estado, están obligados a defender los derechos humanos dando ejemplo de
su responsabilidad en todo momento. Además, su comportamiento debe ser impecable ya
que por el poder que les concede el Estado tienen la capacidad de ejercer la fuerza por
medio de las armas cuando consideren que es pertinente hacerlo, de ahí la importancia de
su posición.
Todos los seres humanos tienen derecho a la vida, todos sin excepción se encuentran
investidos jurídicamente bajo la ley que los protege, como consecuencia nadie podrá
arbitrariamente ser privado de su vida. La Policía como uno de los miembros de seguridad
del Estado tiene la obligación de defender la vida en todo momento, protegiendo a todos los
ciudadanos. No ejerciendo, funciones más allá del arresto justificado y el uso de la fuerza
cuando sea necesaria. Los derechos que tienen los ciudadanos, exigen por parte de la
Policía la obligación de garantizar el debido proceso, respetando el camino judicial sin
saltar etapas. Lo que acontece en Rio de Janeiro es la toma de la “justicia” por parte de la
Policía, condenando a muerte cuando consideran necesario, contrariando los derechos que
protegen a los ciudadanos sin importar si son culpables o no.
12
Artículo 3 de Declaración Universal de los Derechos Humanos y articulo 6 y 9 del Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos
44
Nadie sin excepción, será expuesto a tratos inhumanos incluyendo la tortura y actos
degradantes de castigo. La Policía debe proteger la dignidad humana, manteniendo y
defendiendo en todo momento los derechos humanos de la persona. La fuerza solo puede
ser usada, cuando sea estrictamente necesaria y siempre enmarcada en el desempeño de su
deber. Además de proteger estos derechos, la Policía los debe cumplir. En Rio los policías
se encuentran muy alejados del deber ser siguiendo estas normas, por el contrario, cometen
constantemente la más degradante de todas las prácticas, quitarle el derecho a una persona a
vivir solo por el hecho de tener unas ciertas características sociales, raciales y espaciales. Ni
siquiera, el llamado a la guerra manifestado por las autoridades y por algunos medios, es un
argumento para cometer estas infracciones. Los derechos aquí presentados, rechazan
tajantemente la justificación de la guerra para cometer dichas infracciones.
En 1990 las Naciones Unidas modificaron el artículo 3, entre los cambios que hubo, se
agregaron unas provisiones especiales, sobre las situaciones particulares en las que los
agentes encargados de impartir el orden y la protección pueden usar las armas.
13
Artículo 5 de Declaración Universal de Derechos Humanos, articulo 7 del Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos y los artículos 2,3 y 5 del Code of Conduct for Law Enforcement
Officials
14
Punto 9 Basic Principles on the Use of Force and firearms by Law Enforcement Officials
15
Artículo 9 de Code of Conduct for Law Enforcement Officials y artículo 9 de International
Covenant on Civil and Political Rights
45
La Policía no podrá arrestar a nadie arbitrariamente, debe existir un motivo comprobable
para tomar esta acción. Cuando una persona sea arrestada, tiene el derecho a ser informada
porque motivos fue capturada, teniendo el derecho posteriormente a ser juzgada por las
autoridades competentes. En Rio, la Policía no tiene entre sus modos de operación
predilectos el arresto, primero dispara y después pregunta. En el 2008 por cada persona
muerta en operaciones arrestaron a 23, elemento opuesto a lo que ocurrió en Estados
Unidos en el mismo año, donde por cada muerto arrestaron 37.751 personas (Human Right
Watch, 2009: 34)
Todas las personas deben tener igual tratamiento y protección bajo la ley, sin importar su
sexo, etnia, religión, edad, circunstancia socio económica, lengua, raza, opinión política. La
Policía siendo uno de los bastiones en la defensa de estos derechos, debe proteger y exigir
el cumplimiento a cabalidad de posiciones que infrinjan el derecho a la igualdad. No
obstante, en Rio de Janeiro la situación es totalmente contraria, la Policía discrimina y
selecciona las personas que según su criterio merecen ser protegidos por la ley, y cuales por
ciertas características, se convierten automáticamente en objetos sin derechos, auspiciando
la discriminación a algunas capas de la sociedad.
3.3 Medidas para justificar la violencia cultural: políticas de Estado y alianzas entre
milicias y policías
16
Artículo 7 de Declaración Universal de Derechos Humanos y articulo 26 de International
Covenant on Civil and Political Rights
46
ahora los enemigos que debían ser controlados y derrotados no eran los opositores al
régimen, sinolas capas populares que vivían en las favelas las que debían ser controladas a
toda costa. Cecilia Coimbra (ctd en Ribeiro, Dias, & Carvalho, 2008: )
Ese tipo de pensamiento, fue expresado recientemente por Marcus Jardim, Comandante de
la Zona de Policía de comandos primero (CPA) deRio de Janeiro, afirmando que: "la PM
(Policía Militar) es el mejor insecticida social”, en referencia a la acción llevada a cabo el
15 de Abril de 2008, en la favela de Vila Cruzeiro, donde fueron muertas nueve personas y
heridas seis, bajo la justificación de la lucha contra el narcotráfico(Ribeiro, Dias, &
Carvalho, 2008: 7). De esta manera, las autoridades del estado de Rio de Janeiro han
logrado naturalizar acciones inhumanas y represivas, comparando a los seres humanos a
plagas que pueden ser exterminadas sin ningún tipo de investigación. Desde 1980, en el
nombre de la lucha contra el tráfico de drogas, varios gobiernos han aplicado una
política de seguridad, cada vez más represiva en contra los pobres, que lamentablemente en
la mayoría de los casos son poblaciones integradas por negros.
47
injustificados y limpieza social, señalando a toda la población favelada, de los crímenes
cometidos por unos pocos.
Otra declaración que es muy diciente, de las posiciones de muchos de los gobernantes de
Rio de Janeiro, fue la que manifestó el Gobernador Cabral Filho 18 , en relación con la
necesidad de frenar la violencia desde los “motores de la misma” “A questão da interrupção
da gravidez tem tudo a ver com aviolência. Quem diz isso não sou eu, são os autores do
livro“Freakonomics” [Steven Levitt e Stephen J. Dubner]. Elesmostram que a redução da
17
Marcello Alencar Gobernador entre 1995 y 1999
18
Cabral Filho gobernador entre el 2007 -2011 y reelecto en el 2011
48
violência nos EUA na década de 90está intrínsecamente ligada à legalização do aborto em
1975pela Suprema Corte ”(Ribeiro, Dias, & Carvalho, 2008: 10). Esta intervención del
gobernador es increíble, atreverse a hacer este tipo de afirmaciones en una entrevista
pública, que está al alcance de millones de personas, habla muy mal de los gobernantes de
Rio. La anterior declaración agrupa muchos de los puntos que permiten demostrar cómo las
autoridades del estado entienden el fenómeno de la violencia, y como ello se encuentra
directamente ligado a la clase y ubicación social.
49
“Encontrar justificativas para continuar a exercer medidas de
repressão e coerção sem que o Estado seja acusado de injusto,
autoritário ou despótico? A solução, embora pareça complexa, foi
muito simples: criminalizar a pobreza, principalmente aqueles
que moram nos morros e favelas. Mas para que isso ganhasse um
ar de legitimidade e legalidade a estratégia não foi de criminalizar
o pobre pura e simplesmente, mas de associar o local onde ele
habita ao terror imposto por um novo e moderníssimo grupo de
selvagens, assassinos cruéis e sanguinários: os traficantes de
drogas. A figura do traficante nessas localidades é o que permite
que se exerça essa política de invasão e de extermínio, mesmo
quando se sabe que ali funciona apenas uma parte do
tráfico”(Prata Biar, 2007)
El enfoque violento y represivo, auspiciado por las autoridades estatales para organizar la
seguridad pública, recae sobre los hombros de la Policía Militar. Ellos, usan entre sus
tácticas para controlar y traer “paz” a los territorios, operativos de muchos hombres
fuertemente armados, en ocasiones con apoyo aéreo y motorizado. Durante los operativos,
los policías con armas que cualquier ejército envidiaría, entran en la favela con el supuesto
objetivo de arrestar a los delincuentes que operan allí. Sin embargo, la forma de operación
contradice totalmente ese objetivo inicial. La Policía entra a los lugares disparando sin
contemplación en todas las direcciones, sin ocuparse realmente de las zonas donde
posiblemente operan los grupos ilegales. Por el contario, llegan a asesinar inocentes que
sólo por el hecho de ser sospechosos o por ser hombres negros que estaban en el lugar y
hora equivocada, son asesinados impunemente acusados por el crimen de ser pobre y negro,
sin respeto alguno por los derechos humanos(Koonings & Veenstra, 2007: 624).
La Policía Militar que entra en las favelas, funciona bajo una dinámica propia de un
Ejército de asalto, cumpliendo una operación especial. Entran cumplen su objetivo y salen
de la zona.
50
punto, destruye un montón de armas de fuego, una instalación de
empaquetado de droga, arresta a alguien y se retira”(Dowdney,
2003: 82)
51
Caso do Coroa19
Según la familia, Josenildo recibió primero un disparo en la pierna, entre gritos de dolor le
preguntó a los policías si habían visto alguna vez a un bandido con las manos con grasa.
Según su hermano, esta replica no fue suficiente para frenar el ímpetu asesino de los
policías, que posteriormente completamente inmovilizado, dispararon una vez más en
contra de Josenildo, esta vez en su cabeza.
El caso de Josenildo, es solo uno de los casos del total de 6 personas que murieron ese día
en el Morro do Coroa. El accionar de la Policía es muy preocupante ya que además de su
intervención violenta, según algunos testigos, hicieron la operación con los rostros
cubiertos y sin identificación.
Morro da Mineira20
Aparte del niño que cayó por una bala perdida y del joven que fue perseguido y
posteriormente asesinado, murió Aloiso Acosta de 38 años,un respetado residente muy
19
Caso presentado por (Justiça Global, 2009) en el informe Os Muros nas Favelas e o Processo de
Criminalização, pág. 8
20
Caso presentado por Justiça Global, (2009) en el informe Os Muros nas Favelas e o Processo de
Criminalização, pág. 9
52
querido por los residentes del Morro. Según los testigos la escena de crimen fue limpiada
por los policías, recogiendo los cuerpos,una práctica común hecha por ellos, para no dejar
pistas sobre la muerte de las víctimas.
Además, de las intervenciones violentas de los policías con actos represivos asesinando sin
contemplación, los policías buscan encubrir y manipular las posibles pruebas que se pueden
conseguir del cuerpo (como en el caso en el Morro da Mineira). Existen tres principales
formas o técnicas usadas por los policías, para encubrir los actos violentos que traen como
consecuencia el asesinato una persona.
Una de las medidas usadas, es lo que se denomina los falsos “rescates”. Este fenómeno
ocurre cuando los policías toman el cuerpo de una víctima asesinada en una operación de la
Policía, y se la llevan al hospital con el supuesto afán de ser atendido lo más pronto posible
y salvarle la vida. Sin embargo, la aparente buena obra lleva escondido un perverso interés,
porque la víctima generalmente está muerta. En estos casos, la Policía debe acordonar el
lugar para que los especialistas forenses investiguen los hechos que dieron como resultado
la muerte de la persona. Cuando se llevan los cuerpos arbitrariamente del lugar donde cayó
muerta la víctima, destruyen la evidencia que se puede encontrar en la escena del crimen.
El solo hecho de analizar la posición al momento que la víctima muere, puede dar muchas
pistas sobre lo que realmente ocurrió (Human Right Watch, 2009: 52).
53
Analyzed together,the evidence leaves little doubt that
the victims were dead prior to their removal to
thehospital” (Human Right Watch, 2009: 59).
Otra de las técnicas usadas por la Policía, es no prestarle la seguridad a los cuerpos
conservando integralmente todas sus pertenencias al momento de su muerte. Es común, que
la ropa de las víctimas desaparezca, puede ser que los mismos policías retiren estas prendas
o los miembros del hospital lo hagan, el caso es que al desaparecer la ropa, se quita un
elemento fundamental para determinar las causas de su muerte. Los especialistas pueden
comprobar el asesinato a quema ropa, sólo con ver las prendas de vestir, al encontrar
evidencia al respecto se podría estar hablando de una ejecución, debido a la corta distancia.
Siguiendo en la misma línea, los policías en Rio para sustentar de alguna forma los
asesinatos cometidos en nombre de los Autos de Resistencia, ponen armas y drogas en los
cuerpos caídos en las operaciones, convirtiéndolos automáticamente en traficantes, lo que
claramente merma la posible culpa por atacar a un civil inocente, y si se suma un discurso
que hable sobre el no sometimiento al arresto, permite que los policías se laven las manos y
el crimen quede impune(Gay, 2009: 36).
“In the 2002 Rio police killing of Hanry Silva Gomes de Siqueira,
16, there was strong forensic evidence that the victim was shot at
close range, which was incompatible with the shootout story given
by the police. Officers were convicted of the crime of procedural
54
fraud for having planted drugs and a .38 revolver on Siqueira’s
body. One officer was also found guilty of homicide” (Human
Right Watch, 2009: 64)
Lo paradójico, es que el accionar violento que los policías ejercen en las favelas, no tiene
justificación. Según el estudio de(Cano, The use of lethal force by police in rio de Janeiro,
1997: 64-65) teniendo en cuenta los registros de la Policía Militar sobre víctimas fatales en
confrontaciones policiales en Rio de Janeiro. Entre enero de 1993 y julio de 1996, hubo un
policía muerto por cada 75 acciones armadas, con víctimas civiles, y un policía herido por
cada 12 acciones perpetradas por la Policía en las favelas. Fuera de las favelas, un policía es
muerto por cada 35 acciones y uno es herido en cada 8 acciones. Los policías mueren más
y, tienen más posibilidades de ser heridos, en las zonas urbanas fuera de las favelas que en
ellas. Lo que no justifica el accionar violento, asesinando sin contemplación a los
favelados. Afirmando una vez más la violencia cultural dirigida a esta poblaciones.
Adicionalmente, teniendo en cuenta datos del 2008, por cada policía asesinado en
operaciones murieron 43.73 personas, lo que nuevamente habla de los excesos de la Policía
en muchas ocasiones sin justificación.
Gráfico 6 Asesinatos cometidos por la policía por cada policía muerto (2008)
55
3.4 Violencia cultural como técnica de represión¿Autos de Resistencia =violencia
cultural= alianzas milicias- policía?
Antes de presentar los problemas en relación con los Autos de Resistencia, es importante
presentar algunos datos referentes al accionar de la Policía. En Rio de Janeiro los
encargados de imponer el orden a lo largo del territorio, se caracterizan por ser sumamente
letales en sus operaciones.
Gráfico 8 Muertes producidas por la Policía por cada 100,000 habitantes (2008)
56
Otro dato muy diciente del accionar de la Policía en Rio, es el número de arrestos por cada
persona asesinada. En Rio de Janeiro para el 2008, fueron arrestadas 23 personaspor cada
persona muerta en operaciones de la Policía, si lo comparamos con los datos en Estados
Unidos el dato es sumamente preocupante, pues, los policías en Estados Unidos en ese
mismo año arrestaron 37,000 personas por cada persona muerta en operaciones (Human
Right Watch, 2009: 34).
Gráfico 9 Arrestos hechos por cada persona asesinada por miembros de la Policía
57
cuerpos al momento de morir, que permitieron concluir que fueron ejecutadas. Según la
Comisión designada por la Secretaria Especial de Derechos Humanos de la Presidencia de
la Republica, encargados de hacer el estudio de los cuerpos. Las personas que murieron en
la retoma tenían clara evidencia de procedimientos de violencia sin justificación.En 14 de
las 19 víctimas, en total, se encontraron 25 orificios producto de las balas en la parte
posterior del cuerpo. 6 de las 19 víctimas totalizaron 8 orificios entre el cráneo y la cara. 18
de las 19 víctimas recibieron en total 46 disparos, entre el cuello y el tronco. Secretaria
Especial de Direitos Humanos. Relatório Técnico de Visita de Cooperação Técnica – Rio
de Janeiro( ctd en Sousa Alves, 2008: 35)
Lo anterior, son solo algunas pruebas de la violencia ejercida por los policías y de las
posibles ejecuciones. El informe de los peritos también llamó la atención sobre la ausencia
de capturados y de conductas defensivas por parte de las víctimas, lo que permite concluir
que la Policía buscó la muerte de los civiles sin importar la posición ofensiva en la que
estuvieran, asesinando sin justificación (Souza Alves, 2008: 35).
58
Gráfico 10 Autos de Resistencia 1997-2008
1400
1200
1000
800
600 Estado
400 Capital
200
0 1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
Fuente:Centro de Estudos de Segurança e Cidadania, 2008
El crecimiento incipiente de los Autos de Resistencia, desde el 2001 hasta el 2003 llegando
a su puntomás elevado en el 2007,concuerda con la aparición y crecimiento de las milicias.
Según los datos proporcionados por Disque Denuncia 21 (Cano, 2008: 52-53)las milicias
entre el 2006 y 2007 tuvieron un crecimiento muy importante, que se relaciona con el punto
máximo de los Autos de Resistencia.
Lamentablemente no existen datos previos del Disque Denuncia relacionados con las
milicias, para corroborar la hipótesis a partir del 2001. No obstante, con la información
disponible se podría considerar que según la complicidad de algunos miembros de la
Policía con las milicias, manifestada en múltiples escenarios.Las muertes en ese período de
tiempo fueron una estrategia entre ambos, convirtiendo la figura de los Autos de
Resistencia en una herramienta para asesinar civiles, los cuales pudieron ser desde
empleados del narcotráfico hasta personas inocentes que cayeron víctimas de los atropellos
de los agentes del Estado, aliados con grupos ilegales.
21
Es un canal de denuncia anónima, que es usada por la población para señalar los perpetradores de
crímenes en la comunidad, además es una fuente muy útil para las agencias de seguridad del estado
para señalar culpables y hacer capturas. Las informaciones valiosas son recompensadas con
dinero.
59
Gráfico 11 Número de denuncias
Mar-08
Sep-07
Mar-07
número
Sep-06
Mar-06
0 100 200 300 400
Fuente: Cano, Seis por meia dúzia. Um estudo exploratório do fenomeno das chamadas milicias, 2008. p. 59
Otro elemento interesante que habla de las múltiples actividades de algunos miembros de la
policía, fueron los elevados números de muertes fuera de sus funciones como policía. Es
claro que la incursión en trabajos alternativos se debe a los bajos salarios, en promedio
ganan entre US$ 440 y $ 500 dólares por mes, entre $ 5,250 y $ 6.000 dólares al año,
siendo un valor muy bajo para mantener una familia, teniendo en cuenta el elevado costo de
vida en Brasil (Perlman, 2009: 60).
Aprovechando su experiencia en seguridad, los trabajos relacionados con ese tema son
buscados por los miembros de la Policía. Aunque muchos de los trabajos alternativos se
encuentran en el lado de la legalidad, muchos otros, están en el lado de la ilegalidad,
conformando milicias y buscando dinero fruto de los incipientes negocios de estos grupos
(Alston, 2010: 5)
El gráfico que se presenta a continuación, es muy diciente sobre la situación de los policías
en relación con sus trabajos fuera del servicio. Es evidente, la gran diferencia entre el
número de muertos cuando se encuentran en servicio que cuando no lo están, lo que puede
hablar de una clara actividad alternativa sumamente peligrosa, que puede estar dirigida a
hacer parte de grupos de milicias. Si se analiza bajo la lupa de las relaciones milicias-
policías, el dato es preocupante y muy diciente sobre el papel que desempeñan los policías
cuando no están en servicio.
60
Tabla 3Policías Militares que murieron cuando estaban en servicio y fuera de servicio
2000-2008
%
Fuera fuera
En de de
servicio servicio Total servicio
2000 20 118 138 85,5
2001 24 104 128 81,3
2002 33 119 152 78,3
2003 43 133 176 75,6
2004 50 111 161 68,9
2005 24 111 135 82,2
2006 27 117 144 81,3
2007 23 ND 23 ND
2008 22 ND 22 ND
Uno de los casos más emblemáticos sobre los excesos de algunos miembros de la Policía,
cometiendo crímenes y asesinatos, demostrando sus actividades fuera del servicio, fue la
61
masacre en la Baixada Fluminense. El 31 de marzo, un grupo conformado por miembros de
la Policía Militar, asesinaron a 30 personas en Nova Iguaçu y Queimados que son
municipios de la Baixada Fluminense. El ataque fue producto de una retaliación por la
captura de 15 policías acusados de estar aliados con el crimen organizado.
La masacre inició en NovaIguaçua las 8:30 pm, los primeros muertos fueron dos ciclistas y
untranseúnte que se cruzaron por el camino de los asesinos, posteriormente dispararon en
contra de dos travestis, los cuales murieron por el ataque. Después, llegaron a un bar y
dispararon indiscriminadamente a 11 personas que se encontraban adentro del
establecimiento, muriendo en el lugar 9 personas entre ellos 4 adolescentes. Finalmente,
mataron a 4 más, incluyendo dos hombres que se encontraban en la calle y a dos hermanos
que a esa hora estaban en su casa, uno de los hermanos fue asesinado delante de su hija de 4
años.(Folha de S. Paulo, 2005)
Las 30 personas que cayeron víctimas de esta incursión armada, no fueron seleccionadas
como comúnmente hacen los grupos de exterminio, estas personas fueron
injustificablemente asesinadas, sólo por el hecho de encontrarse en la hora y el lugar
equivocados. Las 30 personas eran pobres, negros y en su mayoría hombres, que cayeron
por la retaliación de policías corruptos y asesinos que no piensan más sino en el dinero y el
poder. Afortunadamente los criminales que cometieron esta masacre fueron capturados y
enjuiciados, aspecto alentador ya que el crimen no quedó impune, como muchos otros que
han ocurrido en la Baixada.
62
público sea la constante y previniendo la criminalidad. Por otro lado, los paramilitares y los
escuadrones de la muerte, se identifican por ser fuerzas irregulares,que comparten ciertas
características con el fenómeno de las milicias y puede ser un elemento interesante a tener
en cuenta para comprender el crecimiento de dichos grupos en Rio de Janeiro.
63
Estado de la responsabilidad por los crímenes cometidos, echar el agua sucia a los
paramilitares es una táctica que el Estado usa para lavarse las manos.
Aunque no todos los elementos que identifica el autor concuerdan con el caso de Rio de
Janeiro, hay algunos elementos sobre todo los puntos 1, 3 y 4 que son algunas
características de los grupos de milicias, que se encuentran en consonancia con los intereses
de las fuerzas estatales.
En la dinámica emprendida por los agentes del Estado en contra de las capas menos
favorecidas, acusadas simplemente por vivir en un determinado espacio, y por tener ciertas
características sociales y raciales, y que desafortunadamente conviven en lugares con una
fuerte presencia de narcotraficantes. Entra al juego una alianza preocupante, invadiendo
todos los espacios en la vida diaria de los habitantes de las favelas.
En el caso de Rio de Janeiro, es un poco aventurado afirmar que el Estado haya creado las
milicias, como un tentáculo más en la lucha en contra del tráfico de drogas. Sin embargo, la
alianza es evidente, a lo largo de la investigación se han presentado varios ejemplos y
pruebas que ratifican esta relación, lo que permite poner en duda la no promoción en la
creación de las milicias. Las ventajas que significa tener un grupo paramilitar sin reglas que
cumplir y sin derechos humanos que defender y tener en cuenta, reduce el trabajo de la
Policía, ayudándolos a cumplir la tarea de forma más rápida pero bajo la sombra de estar
promocionando el crimen.
La conformación de las milicias, sus alianzas con algunos agentes del Estado siendo común
la presencia en sus filas de policías y bomberos; su continuidad y el crecimiento acelerado
en las favelas de Rio de Janeiro. Se pueden entender, como una estrategia para consolidar
un poder paralelo, con el fin, de contrarrestar el poder de los grupos de narcotraficantes,
aprovechando un segmento de la población que es muy rentable si se explota de forma
global, como son las favelas.
La alianza entre las milicias y los policías, es una relación muy preocupante ya que los
comprobados nexos entre ambos, prestándose ayuda material, logística y humana, son
argumentos muy fuertes que ayudan a corroborar que las milicias se convirtieron en un
apéndice de la Policía en la lucha en contra del tráfico de drogas. “The rationale is that the
64
state cannot occupy 800 favelas but the militias can” (Perlman, 2009: 61). El crecimiento
fue sumamente rápido, entre el 2004 y 2005 las milicias solo controlaban la favela Rio das
Pedras en el oeste de Rio, solo tres años después llegaron a ocupar algo más de 160
comunidades. Es sorprendente que en tan poco tiempo crecieran de esa forma a los ojos
ciegos de la Policía.
Las milicias están conformadas en su gran mayoría tanto, por policías y bomberos retirados
como activos, lo que los vincula de una forma cercana a los miembros de las instituciones
de las que hicieron parte, blindándolos en la lucha por tomar una favela.
Además del papel detestable de la Policía, ejerciendo violencia directa en contra de los
pobladores de las favelas, asesinando a sangre fría bajo el despreciable rotulo de “Autos de
Resistencia”. Tienen una alianza muy cercana con las milicias, que al mismo tiempo que
asesinan a cualquier persona que se les oponga incluyendo a (narcotraficantes, pobladores
inocentes, periodistas) ejercen una clara coacción física y sicológica en contra de las
comunidad que dominan, amenazándolos y extorsionándolos para que cumplan las cuotas
de los diferentes negocios que tienen, lo que también es una forma violencia.
La Policía y su alianza con las milicias es una relación que somete, explota asesina, sólo
por el hecho de tener ciertas características, geográficas, sociales y raciales. Es una
violencia cultural, que se ejerce sin contemplación en todo nivel, desde las autoridades
máximas del Estado como son los Gobernadores, hasta por la gente del común no favelada,
que consideran que la táctica guerrerista sin reglas es la mejor forma de llegar a una
supuesta pacificación de estos territorio (Cano, Policía, paramilitares y escuadrones de la
muerte en América Latina, 2001: 231).Lo único que están consiguiendo con esta forma de
actuar, es propagar la discriminación, afianzando la desigualdad y fragmentando aún más la
ya desintegrada sociedad de Rio de Janeiro.
65
Conclusiones
Este trabajo de tesis fue un reto importante, las limitaciones que tuve a lo largo de la
investigación para encontrar información confiable y pertinente para el tema,estuvo en todo
momento presente. No obstante, cada obstáculo fue un reto que fui superando con la ayuda
de mi director de tesis y personas muy especiales, que día a día con su apoyo fueron
fundamentales en este reto.
Los aprendizajes fueron muchos, el reto de intentar construir un trabajo fuera del contexto
en el que crecí y en el que vivo fue algo muy especial que siempre estará rondando en mi
cabeza. Salir de Colombia es algo que obligatoriamente debemos realizar todos los que
estudiamos Ciencias Sociales. Sin embargo esta obligatoria apertura, no debe desechar
nuestro contexto, por el contrario, nuestros ojos deben estar dirigidos en todo momento a
nuestro país.Lo que propongo, es que al estudiar otros contextos podemos consolidar
herramientas para comparar la situación a la que diariamente estamos expuestos en
Colombia, abriendo un panorama que definitivamente nos labrará el camino para encontrar
puntos en común y en contra, que nos pueden ayudar a encontrar soluciones a las
limitaciones que encontramos en nuestro presente.
Los puntos de encuentro son muchos, Latinoamérica tiene múltiples problemáticas que
tienen un origen en común, de ahí lo interesante de comparar los diferentes contextos
latinoamericanos y tratar como dije anteriormente de hallar soluciones. La consolidación de
las milicias en Brasil es solo un ejemplo de los muchos países de nuestro continente que
han sufrido este problema, siendo el caso de Colombia sobresaliente al respecto. Los
vínculos entre agentes estatales y los grupos ilegales, es una constante que ha nublado el
papel de la Policía y del Ejército en su función principal, de proteger a todos los ciudadanos
sin importar su origen y condición social.
La posibilidad que brinda un trabajo comparado, teniendo en cuenta los diferentes orígenes
de los grupos paramilitares a lo largo del siglo XX en Latinoamérica, es un estudio que
merece una gran atención ya que solo haciendo un ejercicio superficial teniendo en cuenta
la situación de Brasil y de Colombia, encontramos múltiples puntos en común. Comopor
ejemplo, la participación de la Policía y el Ejército en la conformación y apoyo a grupos
paramilitares; intervención en política consiguiendo puestos por medio del voto popular; la
66
violencia como medio para conseguir sus objetivos; el interés económico, en fin, varios
puntos de encuentro que merecen la pena estudiarlos a profundidad.
Los jóvenes son una fuerza que en el caso de los países latinoamericanos es muy fuerte, la
intervención que los Estados deben hacer es primordial para que esa fuente no se pierda en
la criminalidad. El impulso de políticas dirigidas a repeler la incursión de los jóvenes en los
grupos ilegales, es primordial. El Estado debe proveer incentivos, en relación con el empleo
y educación que permitan que los jóvenes vean una opción viable y alternativa, al lucro que
significa hacer parte del crimen organizado.
La violencia cultural, a la que han estado sometidas ciertas capas de la sociedad de Rio de
Janeiro, en su mayoría favelados, es un fenómeno evidente en el período que se tuvo en
cuenta en este trabajo. Sin embargo, cabe preguntarse teniendo en cuenta la violencia
cultural, si este fenómeno es reciente o lo podemos rastrear en el siglo XIX o XX. Los
resultados al respecto podrían darnos pistas sobre el proceso de exclusión y violencia
dirigida a personas con ciertas característicassociales y físicas.
También, estos fenómenos de violencia selectiva dirigida a la población sobre todo negra,
se encuentran presentes en muchos países latinoamericanos, siendo muy interesante
adelantar un ejercicio de comparación, teniendo en cuenta los parámetros que presenta la
violencia cultural.No deja de sorprender que las poblaciones negras sean las más pobres del
continente, con el mayor número de necesidades sin satisfacer, y que además en el caso
colombiano y brasileño tengan que vivir los episodios de violencia más fuertes.
67
Institucionalmente lo que se haga, afectará para bien o para mal el desempeño de los
ciudadanos y agentes estatales. El ejemplo de la “premiação faroeste”es sobresaliente. En el
diseño institucional cometieron un grave error, premiando a los policías por demostrar su
“bravura” lo que se tradujo en el aumentó en el número de muertes de personas inocentes,
bajo la figura de los Autos de Resistencia. Los cambios institucionales que se hagan
importan, de ahí la necesidad de generar propuestas consecuentes con la realidad de la
Policía y del contexto en el que se encuentran insertos, para no volver a cometer los
mismos errores. Además, como los cambios institucionales pueden cambiar
comportamientos, generar propuestas de políticas públicas es fundamental, para frenar, la
ola de violencia dirigida a los favelados, generando espacios de inclusión y desarrollo en
estas poblaciones que tienen múltiples necesidades.
Las estrategias violentas para frenar el narcotráfico no han tenido el impacto que se
esperaba, replantear la estrategia es un camino fundamental que deben seguir los gobiernos
de los diferentes países que viven este flagelo. Los elevados niveles de violencia ejercidos
por los miembros de la Policía y el Ejército, lo que ha producido es que los procesos de
exclusión social que por tantos años han vivido las comunidades se profundicen. Los
gobiernos tienen que tener en cuenta en la generación de políticas públicas, que los
crímenes y la violencia son producto de la exclusión social, política y económica. Como
consecuencia, es primordial impulsar medidas para revertir la exclusión, con propuestas,
que busquen la participación estatal a nivel social, político y económico, con fuerzas de
68
orden público entrenadas en derechos humanos, protegiendo a todas las comunidades sin
distinción, que es la función principal para la que fueron creadas.
Los grupos ilegales están mutando, el narcotráfico es un negocio sumamente rentable, sin
embargo la persecución de los agentes estatales ha sido tan grande, que ha llevado a que los
grupos ilegales miren en otras direcciones aparte del tráfico de drogas. El ejemplo de las
milicias es sobresaliente, la posibilidad de autofinanciarse y ganar dinero en negocios
“legales” como la venta de gas, internet, seguridad etc. Es un elemento que no sólo el
gobierno de Brasil, sino todos los países que están expuestos a este flagelo deben perseguir
y prestarle mucha atención, ya que en medio de esa legalidad siguen cometiendo crímenes
amparados en la ilegalidad.
69
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