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1212, UN AÑO,

UN REINADO,
UN TIEMPO
DE DESPEGUE

XXIII SEMANA DE
ESTUDIOS MEDIEVALES

NÁJERA, DEL 30 DE JULIO


AL 3 DE AGOSTO DE 2012

ESTHER LÓPEZ OJEDA


(COORDINADORA)

ACTAS
1212, UN AÑO, UN REINADO,
UN TIEMPO DE DESPEGUE

XXIII Semana de Estudios Medievales


Nájera, del 30 de julio al 3 de agosto de 2012
ORGANIZADOR
Asociación «Amigos de la Historia Najerillense»

ASESORES ACADÉMICOS
Ignacio Álvarez Borge
José Ángel García de Cortázar
Francisco Javier García Turza

DIRECTOR DEL CURSO


Blas Casado Quintanilla

COORDINADORA
Esther López Ojeda
1212, UN AÑO, UN REINADO,
UN TIEMPO DE DESPEGUE

XXIII SEMANA DE ESTUDIOS MEDIEVALES


NÁJERA, DEL 30 DE JULIO AL 3 DE AGOSTO DE 2012

COORDINADORA DE LA EDICIÓN
Esther López Ojeda

Logroño, 2013
Semana de Estudios Medievales (23ª. 2012. Nájera)
1212, un año, un reinado, un tiempo de despegue/ XXIII Semana de Estudios Medievales, Nájera, del 30 de julio
al 3 de agosto de 2012; Esther López Ojeda (coordinadora de la edición); organizador Asociación “Amigos de
la Historia Najerillense”. – Logroño: Instituto de Estudios Riojanos, 2013
377 p.: il. ; 24 cm. – (Actas)
D.L. LR 171-2013. – ISBN 978-84-9960-045-1
1. Alfonso VIII - Rey de Castilla. 2. Castilla (Reino)- Historia 1158-1214 (Alfonso VIII). 3. España – Historia -
711-1492 (Reconquista). I. López Ojeda, Esther. II. Asociación “Amigos de la Historia Najerillense”.
III. Instituto de Estudios Riojanos. IV. Título. V. Actas (Instituto de Estudios Riojanos)
929 Alfonso (460.18) VIII
94(460.18)”1158/1214”
94(460)”0711/1492”

Reservados todos los derechos. Ni la totalidad ni parte de esta publicación pueden reproducirse, registrarse
o transmitirse, por un sistema de recuperación de información, en ninguna forma ni por ningún medio, sea
electrónico, mecánico, fotoquímico, magnético o electroóptico, por fotocopia, grabación o cualquier otro, sin
permiso previo por escrito de los titulares del copyright.

Primera edición: mayo, 2013

© Esther López Ojeda (coord.)

© Instituto de Estudios Riojanos, 2013


C/ Portales, 2 - 26001 Logroño
www.larioja.org/ier

Imagen de cubierta: Torre fuerte de Torremontalvo, La Rioja.


(Gloria Moreno del Pozo. Amigos de la Historia Najerillense)

Depósito Legal: LR 171-2013

ISBN: 978-84-9960-045-1

Diseño gráfico de la colección: Ice comunicación

Producción gráfica: Riocar

Impreso en España - Printed in Spain


Índice

9 Prólogo
Esther López Ojeda
15 Las limitaciones del poder universal: el imperio y
las monarquías feudales (1152-1220)
Carlos Estepa Díez
39 Un tiempo de cambio en la vida de la Iglesia: fortalecimiento
de la monarquía papal y control de los fieles
José Ángel García de Cortázar
77 La construcción de la memoria regia castellana:
el ejemplo de Alfonso VIII
Javier García Turza
103 El panorama político de la Península ibérica en 1200
(ca. 1150-1230)
Inés Calderón Medina
139 La dimensión bélico-territorial del reinado de Alfonso VIII
de Castilla (1158-1214)
Francisco Ruiz Gómez
171 El año de la batalla de Las Navas de Tolosa
Francisco García Fitz
201 La Rioja en el reino y el reinado de Alfonso VIII
Ignacio Álvarez Borge
237 Alfonso VIII y la Iglesia de su reino
Carlos de Ayala Martínez

7
297 La reorganización del espacio político y constitucional de
Castilla bajo Alfonso VIII
Pascual Martínez Sopena
325 Cambios y transformaciones en el mundo agrario a
lo largo del reinado de Alfonso VIII
José María Santamarta Luengos
349 La memoria de Alfonso VIII de Castilla en Las Huelgas de
Burgos: arquitectura y liturgia funeraria
Raquel Alonso Álvarez

8
171

El año de la batalla de
Las Navas de Tolosa
Francisco García Fitz
Universidad de Extremadura

Es posible que el año 1212 tenga poco o ningún significado para muchos es-
pañoles jóvenes, especialmente si son menores de veinticinco o treinta años,
pero hasta hace tres décadas los escolares estudiaban, repetían en voz alta y
memorizaban aquella fecha asociándola siempre al nombre de una famosa ba-
talla, Las Navas de Tolosa.

En realidad, el estrecho vínculo existente entre la data y el acontecimiento, la


casi instintiva familiaridad con la que se realizaba aquella asociación, no había
sido creada por los viejos sistemas educativos, sino que responde a una reali-
dad historiográfica que se remonta al siglo XIII: en decenas de anales y crónicas
escritas en el siglo y medio que siguió a la batalla y lo largo y ancho de toda
Europa y del Magreb, lo ocurrido en 1212 en Las Navas de Tolosa aparece
consignado como el principal o como uno de los principales hechos ocurridos
aquel año, y muchas veces como el único digno de ser retenido en la memoria
de las generaciones posteriores.

Sin duda este fue uno de los factores que contribuyeron a crear una “memoria”
del acontecimiento, un “registro mental” del hecho y de la fecha que ha perdu-
rado, por lo que al gran público se refiere, casi hasta nuestros días, y que entre

*
Este trabajo se ha realizado en el marco de los proyectos de investigación FFI2012-31813 y HAR2012-32790 del
Ministerio de Economía y Competitividad y forma parte de las actividades del Grupo de Investigación HUM023
del catálogo de Grupos de Investigación de la Junta de Extremadura.
Abreviaturas empleadas en el texto: AM: Annales Monastici, ed. H.R. Luard, 4 vols., Londres: Longman y otros,
1864-69; ES: España Sagrada, ed. Enrique Flórez; MGHSS: Monumenta Germaniae Historica. Scriptores (in Folio),
Hannover: Societas Aperiendis Fontibus Rerum Germanicarum Medii Aevi; RHGF: Recueil des historiens des
Gaules et de la France, París: Victor Palmé.

Esther López Ojeda (Coord.) 171


EL AÑO DE LA BATALLA DE LAS NAVAS DE TOLOSA

los especialistas ha servido muchas veces para marcar un hito en las dinámicas
políticas hispánicas y europeas1.

No es ajeno a esta creación el impacto que aquel suceso extraordinario tuvo


sobre los analistas y cronistas de la época que se hicieron eco, de un extremo a
otro de Occidente y de buena parte del mundo mediterráneo, de lo que allí ha-
bía ocurrido, a veces dando un simple trazo de la noticia, otras amplificándola
notablemente. Hemos tenido ocasión de estudiar en otro lugar las razones que
explican aquel impacto2, así que nos limitaremos ahora a analizar el tratamien-
to dado al año 1212 y a la batalla de Las Navas de Tolosa por la historiografía
contemporánea o inmediatamente posterior, tanto la ibérica y magrebí como la
europea, no solo porque creemos que tal análisis contribuye a poner de relieve
la importancia que aquellos –los analistas y los cronistas– le confirieron dentro
del marco histórico peninsular y universal –entendido este como “universo
cristiano”–, sino también para justificar, si todavía fuera necesario, porqué 1212
fue “el año de Las Navas”.

1. EL AÑO 1212 Y LA BATALLA EN LA MEMORIA


HISTORIOGRÁFICA DE LOS PROTAGONISTAS
HISPANO-MAGREBÍES Y DE SUS SUCESORES

1.1. ENTRE LOS VENCEDORES Y SUS HEREDEROS


1.1.1. LA CRONÍSTICA CASTELLANO-LEONESA
Lógicamente, el empeño en dar un especial relieve a la fecha y al acontecimien-
to es fácilmente entendible entre aquellos cronistas que pertenecieron a las filas
de los triunfadores o entre quienes años más tarde quisieron resaltar con letras
gruesas la victoria de sus correligionarios o de sus antepasados.

Algún caso es, a este respecto, verdaderamente llamativo, aunque perfectamen-


te explicable: como es bien sabido, el arzobispo Rodrigo Jiménez de Rada no

1. GARCÍA FITZ, F., “Las Navas de Tolosa, ¿un punto de inflexión en las dinámicas históricas peninsulares? Entre el
mito y la realidad”, XXXVII Semana de Estudios Medievales: 1212-1214. El trienio que hizo a Europa, Pamplona:
Gobierno de Navarra, 2011, pp. 47-84.
2. GARCÍA FITZ, F., “La batalla de Las Navas de Tolosa: el impacto de un acontecimiento extraordinario”, Congreso
Internacional «Miradas Cruzadas: 1212-2012. Las Navas de Tolosa», 9-12 de abril de 2012, Jaén: en prensa.

172 1212, un año, un reinado, un tiempo de despegue. Logroño, 2013, pp. 171-200, ISBN 978-84-9960-045-1
FRANCISCO GARCÍA FITZ

solo estuvo presente en el campo de batalla el 16 de julio de 1212, sino que fue
uno de los grandes protagonistas de la victoria, tanto en su calidad de predica-
dor de la cruzada como en la de organizador de la campaña, consejero cercano
del rey y actor principal de los acontecimientos.

No puede extrañar, pues, que cuando tres décadas más tarde se pusiera a escri-
bir la Historia de los hechos de España, los únicos acontecimientos fechados en
1212 que quedasen registrados en su obra fueran los relacionados con la cam-
paña militar que culminó en la batalla de Las Navas. Como tendremos ocasión
de comprobar, nada hay de particular en la elección hecha por el arzobispo de
Toledo, que en su caso, además resulta bastante natural por evidentes razones
biográficas. La singularidad radica más bien en el tratamiento y la consideración
que reciben aquellos hechos y, en consecuencia, aquel año, en el contexto ge-
neral de la historia de España redactada por Jiménez de Rada.

La Historia de rebus Hispanie pretende relatar, según confiesa su autor, “lo


que viniese a mi memoria de las antigüedades de España y también de lo que
aconteció en los tiempos antiguos y modernos”3, lo cual le lleva a remontarse al
Génesis, a la población de Europa por los descendientes de Noé y de su hijo
Jafet, y a los primeros habitantes de España –los vástagos de Tubal–, para con-
cluir con la conquista de Córdoba en 1236 y la toma de algunos enclaves en el
valle del Guadalquivir en 1241.

En este largo recorrido histórico, al año 1212 –en realidad, a los poco más de
dos meses y medio que transcurren entre mediados de mayo y finales de julio–
le dedica doce capítulos, que son los que necesita para narrar la historia de la
campaña de Las Navas desde que se produjo la concentración de los cruzados
en Toledo, en torno al 20 de mayo, hasta la recepción de la que fueron objeto
los vencedores en aquella misma ciudad, a finales del mes de julio o principios
de agosto del mismo año. Para comprender la importancia que el autor le con-
fiere al año y al acontecimiento, es necesario realizar algunas comparaciones:
estos doce capítulos representan aproximadamente el 6% del total de la obra; al
resto de la historia de España, desde el Génesis hasta 1212, le dedica el 85%; la
historia de España comprendida entre 1213 y 1241 solo abarca el 8% de la obra.

3. JIMÉNEZ DE RADA, Rodrigo, Historia de los hechos de España, trad. Juan Fernández Valverde, Madrid: Alianza
Editorial, 1989, Prólogo, p. 56.

Esther López Ojeda (Coord.) 173


EL AÑO DE LA BATALLA DE LAS NAVAS DE TOLOSA

Sin entrar en mayores consideraciones, resulta evidente la desproporción en el


tratamiento que hace el autor de unos acontecimientos y de otros: los menos de
tres meses que duró la campaña de Las Navas le merecen casi tanta atención,
medida en páginas, que los 348 que transcurren entre 1213 y 1241, siendo así
que el autor también fue contemporáneo y muchas veces testigo y aún protago-
nista de esta última etapa, y por tanto disponía de un caudal de informaciones
similar al que tenía sobre la campaña del verano de 12124.

Es evidente, pues, que para el más importante de los cronistas castellanos del
siglo XIII 1212 no solo fue el año de Las Navas, sino que además fue verda-
deramente excepcional en el transcurrir de la historia de España. Esta misma
percepción del significado de aquella fecha y de su identificación con la batalla
la encontramos en los demás cronistas castellanos y leoneses que escribieron
poco después de aquellos hechos: para Juan de Osma, el autor de la Crónica
Latina de los Reyes de Castilla, los únicos sucesos memorables ocurridos en
1212 fueron los relacionados con la campaña de Las Navas, y lo mismo se ob-
serva en el Chronicon Mundi de Lucas de Tuy: únicamente las alusiones indi-
rectas a los acuerdos alcanzados a finales de 1212 entre Castilla, León y Portugal
para solucionar algunos pleitos territoriales pendientes rompen el absoluto mo-
nopolio de las noticias sobre Las Navas, pero desde luego no consiguen hacerle
competencia en cuanto a extensión e interés de los cronistas5.

Como podrá adivinarse, unas décadas más tarde la historiografía alfonsí no ha-
ría sino consolidar este punto de vista: los doce capítulos de la Primera Crónica
General y los diez de la Crónica de Veinte Reyes que hacen referencia a 1212
son los dedicados a la narración de la campaña. Nada fuera de esta es digno
de ser historiado6.

4. La campaña de Las Navas ocupa 12 de los 15 capítulos en los que está dividido el Libro VIII de esta obra. Los
acontecimientos que transcurren entre 1213 y 1241 son narrados en los tres últimos capítulos del Libro VIII y en
los 18 del Libro IX. A lo largo de estas páginas remitiremos, siempre que hablemos de la batalla de Las Navas
o de otros acontecimientos, a las ediciones de las fuentes que hemos utilizado. No obstante, y específicamente
para las noticias referidas a Las Navas, el lector puede acudir al monumental trabajo de recopilación realizado por
el profesor Alvira Cabrer, donde se recogen de manera unificada todos los testimonios sobre la batalla, ALVIRA
CABRER, M., Pedro el Católico, Rey de Aragón y Conde de Barcelona (1196-1213). Documentos, Testimonios y
Memoria Histórica, Zaragoza: Institución Fernando el Católico, 2010, especialmente los volúmenes III y IV.
5. Crónica Latina de los Reyes de Castilla, ed. y trad. Luis Charlo Brea, Cádiz: Universidad de Cádiz, 1984, pp. 27-36;
LUCAS DE TUY, Chronicon Mundi, en Lvcae Tvdensi Opera Omnia, Tomvs I, Corpvs Christianorum. Cotinuatio
Medieualis LXXIV, cura et studio Emma Falqué, Turnhout: Brepols Publishers, 2003, 89-91, pp. 329-331.
6. Primera Crónica General, ed. Ramón Menéndez Pidal, Madrid: Gredos, 1977, caps. 1010-1021; Crónica de Veinte
Reyes, ed. César Hernández Alonso, Burgos: Ayuntamiento de Burgos, 1991, Lib. XIII, caps. XXVIII-XXXVII.

174 1212, un año, un reinado, un tiempo de despegue. Logroño, 2013, pp. 171-200, ISBN 978-84-9960-045-1
FRANCISCO GARCÍA FITZ

Este fenómeno es particularmente visible en los pequeños anales o cronicones,


donde los autores realizan una selección de acontecimientos que consideran
muy relevantes, de modo que no todos los años aparecen consignados y, cuan-
do lo son, rara vez se indica más de una noticia. Pues bien 1212 es una de
esas fechas a las que se le presta atención en la mayoría de ellos, y en todos la
noticia elegida siempre alude a la campaña de Las Navas.

Así, en el llamado Chronicon Burgense aquel año es el último consignado en


una serie que comienza con la noticia del nacimiento de Cristo, y por supuesto
lo hace dando cuenta de la victoria campal de Alfonso VIII en Las Navas de
Tolosa y de la consiguiente masacre de musulmanes:

Era MCCL. Alfonsus strenuissimus Rex Castelle vicit Almiramolinum, Re-


gem Sarracenorum, in Campo, in loco qui vocatur las Navas de Tolosa,
& caesa est ibi maxima multitudo Sarracenorum. Almiramamolinus Rex
itaque cum paucis fugam iniit, regnante in caelis, & in terris Domino
nostro Jesu Christo qui dedit victoriam Christianis7.

Y de la misma forma o a veces más ampliada aún, aparece en otras obras de la


misma naturaleza, tales como el Chronicon Complutense8 o los Anales Compos-
telanos donde, además de la derrota almohade, de la fecha y de su localización
geográfica, se ofrece una cuantificación de bajas y el listado de castillos y villas
conquistadas o destruidas:

In quo sequenti anno –al de la pérdida de Salvatierra en 1211– Rex Al-


defonsus devicit Miramomelinun potentiorem Regem Sarracenorum, in
loco qui dicitur Navas de Tolosa, ex illa parte portus de Muladar, XV Ka-
lendas Augusti, ubi mortui sunt plusquam M. militem Sarracenorum, &
pauci Christiani. Tunc penitus destructae fuerunt Baños, & Tolosa, Ube-
da,& Baeza, & captum fuit castrum quod dicitur Vilches, & retentum.
Tunc & recuperata fuit Calatrava & Alarcos, cum circunstantibus castris,
& ista fuerunt retenta antea a Sarracenis per XVI annos9.

7. ES, tomo XXIII (1767), pp. 309-310.


8. HUICI MIRANDA, Ambrosio, Las crónicas latinas de la Reconquista, Valencia: Hijos de F. Vives Mora, 1913,
tomo I, p. 76.
9. ES, tomo XXIII (1767), p. 323.

Esther López Ojeda (Coord.) 175


EL AÑO DE LA BATALLA DE LAS NAVAS DE TOLOSA

En el ámbito castellano, sólo los Anales Toledanos I se separan, al relatar los


hechos ocurridos en 1212, de esta visión “monopolística” de la campaña de Las
Navas que ofrece la historiografía de la época y recoge, tras ella, otras dos no-
ticias, ambas referidas a acontecimientos desarrollados en las fronteras meridio-
nales durante el otoño de aquel año: en los dos casos se trata de anotaciones
en las que se detalla la reacción de los gobernadores almohades tras la derrota
en Las Navas, en una ocasión intentando en vano retomar los castillos que los
cristianos habían conquistado durante el verano –Baños, Tolosa y Ferral– y en
la otra asolando algunos territorios al sur de Toledo y anexionándose determi-
nados castillos –Las Cuevas de Garaudén y Alcalá del Júcar–. De todas formas,
es evidente que a ninguna le otorga el analista toledano la misma atención que
a la campaña de Las Navas. No en vano, la noticia sobre esta es, con diferencia,
la más extensa y detallada de estos Anales10.

1.1.2. LA CRONÍSTICA ARAGONESA


Para la historiografía aragonesa la situación es muy similar, de manera que
también entre estos vencedores –o entre sus herederos inmediatos, aquellos
que forjarían la primitiva memoria del acontecimiento– el año 1212 no solo
era digno de aparecer por méritos propios en las historias, sino que la fecha se
identifica plena y únicamente con la batalla de Las Navas y otros acontecimien-
tos relacionados con dicha campaña, como la toma de Calatrava o la de Úbeda.

Como ya ocurría en la historiografía castellana, también en la aragonesa el fe-


nómeno resulta especialmente revelador cuando nos acercamos al panorama
histórico ofrecido en los anales o cronicones: en ellos 1212 es una entrada
constante que siempre alude a la campaña de Las Navas, dándose la circuns-
tancia de que la noticia va “creciendo” progresivamente, de una composición
a otra, con diversos detalles del suceso. Merece la pena reproducir algunos de
estos textos como testimonio de la amplitud que va adquiriendo el relato del
acontecimiento en algunas tradiciones cronísticas.

Por ejemplo, entre los que pertenecen a la familia barcinonense, los Annals de
1239 (también llamados Cronicó Mallorquí o del rei Robert), recogen la noticia
de la conquista de Úbeda en julio de 1212: “Capta fuit Ubeda XVII kalendas

10. Anales Toledanos I, en Anales Toledanos I y II, ed. Julio Porres Martín-Cleto, Toledo: Diputación Provincial de
Toledo, 1993, pp. 172-176.

176 1212, un año, un reinado, un tiempo de despegue. Logroño, 2013, pp. 171-200, ISBN 978-84-9960-045-1
FRANCISCO GARCÍA FITZ

augusti, anno Domini MºCCºXIIº”, o bien en otra versión, “Anno Domini mi-
llesimo CCºXIIº capta fuit Ubeda, XVIIº kalendas Augusti”, mientras que los
Annals de Barcelona de 1270 y la Cronica Comunia de Barcelona amplían la in-
formación para aludir también a la batalla campal que había tenido lugar unos
días antes de aquella: “Anno Domini Millesimo ducentesimo XIIº, XVIIº kalen-
das augusti, factum fuit prelium inter paganos et christianos apud Ubedam, et
eodem anno, XIIº kalendas augusti, fuit capta civitas Ubede”.

Algo más detallistas, los Annals de 1285 indican ya el nombre de algunos pro-
tagonistas y algunas variantes toponímicas: “En l’any de MCCXII ffo (B om. Ffo)
lo rey Miramamolí de Marrochs fo vengut al Port de Moradal e fo vençut e des-
baratat per lo rey N’Amfós (A fo vençut al port de Muredal per lo rey N’Amffós)
de Castella e per lo rey En Pere d’Aragó e per lo rey don Sanxo de Navarra, e
puys anaren pendre Úbeda” , y los Annals de Tortosa I incluyen la noticia, junto
a las anteriores, de la toma de Calatrava: “En l’any mil ·CCXII· fo la bataya en-
tre Miramamolin e·l rey de Castela e·l rey de Navarra, et fo desbaratat, et presa
Calatrava et Úbeda”. Completando el cuadro, los Annals de Barcelona de 1311
también aluden a la captura de Baeza11.

Por su parte, en los Annals de Ripoll II, que forman parte de otra familia ana-
lística distinta, se consigna el año y la noticia, esto es, la batalla campal y la
captura de Úbeda –“Era MCCL, anno Domini MCCXII. Anno domini MºCCºXIIª
capta fuit Ubeda per regem Castelle, Aragonie et Navarre, et rex de Marrocas
devictus cum omni exercitu suo in campali bell[um], et facta strages ipsorum
magna. Per totam illam die lune, que fuit in augusto, in hore gladii fugerunt”–.
Este contenido se amplía con algunos detalles –el nombre de los protagonistas,
el número de muertos musulmanes– en los Annals de Marsella, pertenecientes
a esta misma familia de textos:

MCCXII. Omnibus qui hoc scriptum legerint vel audierint manifestum


fieri volumus quod anno Dominice incarnacionis MºCCºXIIº Ildefonsus
rex Castelle et Petrus rex Aragonum et Sancius rex Navarre, cum mul-
titudine nobilium virorum de diversis mundi partibus congregatorum,

11. Annals de la família barcinonense, i de la lenguadociana, edició crítica de Stefano Maria Cingolani,
Monuments d’Història de la Corona d’Aragó, 5 (en prensa). Quiero agradecer a Stefano Maria Cingolani su
amabilidad por facilitarme los textos de los volúmenes 3, 4 y 5 de los Monuments d’Història de la Corona d’Aragó,
de los que es editor y que actualmente están en prensa.

Esther López Ojeda (Coord.) 177


EL AÑO DE LA BATALLA DE LAS NAVAS DE TOLOSA

pugnaverunt contra Maomelino rege Marroc, et gente eius innumerabili


in Hispaniis, et, potenti virtute Dei, vicerunt illum et de exercitu eius in-
terfecerunt plus quam centum milia sarracenorum12.

A su vez, la Gesta Comitum Barcinonensium no solo recoge la noticia con un


contenido similar a lo que lo hacen los analistas anteriores, sino que da un paso
más y aprovecha para ofrecer una imagen positiva de la actuación de Pedro II
y de los aragoneses, así como un juicio de valor implícito sobre las actitudes
de otros participantes:

Deinde negociis expeditus, contra Miramomelinum regem cum Castella-


no rege Alfonso et Navarrensi ad bellum campale procedens, castrum de
Calatrava cum multis aliis a sarracenis recuperavit. Et sic, ultra portus de
Muredals cum omni virtute sua progrediens, in loco ubi dicitur Landes
de Tolosa regem Maurorum in campo devicit, et sic, sarracenorum inesti-
mabili strage facta, per totam illam diem ipsos fugavit. Et dum rex noster
ipsos persequeretur, Castellani regis gentes predam campi rapiunt. Et in
hoc mandatum regum et pontificum ibi existencium sunt transgresse, set
rex Aragonensis de preda in campo non curavit. Et sic accepta victoria,
in Hispaniam ultra progrediens, cepit Ubedam et Bagenzam et multa
alia fortissima castra, multis sarracenis ibi gladio occisis et omnibus aliis
per totum mundum captivatis. Et sic cum magna et inaudita victoria
quisque regum, Deo grates refferens, remeavit ad propria.

Si, como sostienen los especialistas, la Gesta es una historia oficial de la corte
aragonesa, no cabe duda de que en este círculo el año 1212 también fue el año
de Las Navas13.

Y siguiendo esta línea de ampliación de relato y de su trascendencia histórica,


de enaltecimiento de la participación y del papel de Pedro II, el cronista Bernat
Desclot aprovecha aquel momento histórico para subrayar con trazo grueso la
aportación aragonesa, entendida ahora como decisiva para el resultado final
de la batalla, inventando para ello una narración original y creativa que, entre

12. Els Annals de la família rivipullense i les Genealogies de Pallars-Ribagorça, edició a cura de Stefano Maria
Cingolani, Monuments d’Història de la Corona d’Aragó, 3 (en prensa).
13. Les Gesta Comitum Barchinonesium (versió primitiva), la Brevis Historia i altres textos de Ripoll, edició a cura
de Stefano Maria Cingolani, Monuments d’Història de la Corona d’Aragó, 4 (en prensa).

178 1212, un año, un reinado, un tiempo de despegue. Logroño, 2013, pp. 171-200, ISBN 978-84-9960-045-1
FRANCISCO GARCÍA FITZ

otras cosas, servía para dar resonancia e iluminar al año 1212 y a los sucesos
de Las Navas dentro del largo y complicado entramado de hechos historiados
por el autor14.

1.1.3. LA CRONÍSTICA PORTUGUESA


En el vecino reino de Portugal, cuyo monarca no había participado directa-
mente en la contienda pero sí lo habían hecho muchos de sus naturales, un
pequeño cronicón elaborado en Coimbra y conocido como Chronicon Conim-
bricense dedica una de sus entradas más amplias a consignar lo ocurrido en
1212, que por supuesto no era otra cosa que los acontecimientos relacionados
con Las Navas de Tolosa, ofreciendo no solo los datos habituales sobre los pro-
tagonistas, la victoria campal y las conquistas realizadas, sino también algunos
otros sobre la participación de personajes portugueses, como la de los templa-
rios, con el maestre Gómez Ramírez a la cabeza, de cuya muerte se da cuenta15.

También de procedencia lusa, el canonista Juan de Deus, que una o dos dé-
cadas después de la batalla escribía una crónica centrada en los principales
acontecimientos relacionados con los papas romanos, dedicaba casi un tercio
de la entrada referida al pontificado de Inocencio III a detallar lo ocurrido en
Las Navas, y por supuesto tampoco olvidaba señalar la presencia portuguesa y
leonesa en el suceso:

Eo tempore bellum magnum factum est in Spania, quando aput Mura-


dal imperator Sarracenorum devictus fuit, qui quinquaginta reges ha-
bebat, a tribus regibus Yspanis, scilicet Castelle, Navarre et Aragonen-
sium, cum auditorio Portugalensium. De quibus undecim milia prima
acie mortui fuerunt, et ideo Christicole obtinuerunt, et cum auditorio
regni Legionensium16.

14. DESCLOT, B., Crónica o Llibre del rei En Pere, en Jaume I, Bernat Desclot, Ramón Muntaner, Pere III. Les
Quatre Grans Cròniques, ed. Ferran Soldevilla, Barcelona: ed. Selecta, 1971, cap. V, pp. 410-413. Sobre el
tratamiento que Desclot hace de este episodio véase CINGOLANI, Stefano María, Historiografía, propaganda
i comunicació al segle XIII: Bernat Desclot i les dues redaccions de la seva crònica, Barcelona: Institut d’Estudis
Catalans, 2006, pp. 107-114.
15. ES, tomo XXIII (1767), p. 334.
16. IOHANNIS DE DEO, Crónica Romana, en MGHSS, XXXI, 1903, pp. 323-324.

Esther López Ojeda (Coord.) 179


EL AÑO DE LA BATALLA DE LAS NAVAS DE TOLOSA

1.2. ENTRE LOS VENCIDOS Y SUS HEREDEROS


Puesto que, en general, las derrotas son mucho menos dadas a las conme-
moraciones y los recuerdos públicos que las victorias, cabría pensar que los
cronistas musulmanes, correligionarios de los vencidos, habrían sido discretos
en sus apuntes sobre el año 1212. Sin embargo, no lo fueron: ya fuera porque
atribuyesen a la derrota unas consecuencias de enorme magnitud –el fin del
imperio almohade, la ruina de al-Andalus, la decadencia del Magreb…– que
no podían obviar si querían explicar el retroceso del Islam en Occidente, ya
fuera por el interés político que algunos de ellos tenían al exagerar la respon-
sabilidad de los almohades en las desgracias de los musulmanes frente a los
éxitos de los meriníes, lo cierto es que también en la cronística musulmana del
siglo XIII y primeras décadas del XIV –elaborada por autores contemporáneos
o pertenecientes a las generaciones que vivieron inmediatamente después de
los acontecimientos que aquí interesan–, 1212 se presenta como un año crucial
en la historia del Islam occidental, marcado por una gran derrota militar. En
consecuencia, también para ellos 1212 es el año de Las Navas.

Así, Abū Muhammad `Abd al-Wāhid al-Marrākušī, que escribía en el Magreb


apenas una década después de los hechos, narra la campaña con cierto detalle
para concluir de manera lapidaria: “fue esta gran derrota de los musulmanes
el lunes, a mediados de ̒afar del año 609 -16 de julio de 1212”. Ninguna otra
noticia, ni de al-Andalus ni del Magreb, es mencionada en este año17.

Un siglo más tarde, Ibn ‘Idārī completaba el relato de los acontecimientos repro-
duciendo la carta del califa al-Nasir, escrita dos semanas después de la batalla, en
la que daba cuenta del choque y de su resultado. Aunque en la narración de los
hechos ocurridos en 1212 se desliza una noticia procedente del norte de África –la
ejecución de los gobernadores de Ceuta y de Fez-, no puede ocultarse que ésta está
relacionada con el resultado de la batalla de Las Navas, puesto que la muerte de es-
tos jeques serviría posteriormente de excusa para explicar el descontento y la falta
de convicción con que lucharon los almohades. Concluye este autor que “este año
fue la batalla de al-‘Uqāb –Las Navas de Tolosa– causa de la ruina de al-Andalus”18.

17. ABŪ MUHAMMAD `ABD AL-WĀHID AL-MARRĀKUŠĪ, Kităb al-mu’ŷib fī taljīsDž ajbaăr al-Magrib, trad.
Ambrosio Huici Miranda, Tetuán: editora Marroquí, 1955, pp. 265-268.
18. IBN ‘IDĂRĥ AL-MARRĂKUŠĥ, Al-Bayân al-mugrib fl ijtisar ajbar muluk al-Andalus wa al-Magrib, Tomo I: Los
almohades, trad. Ambrosio Huici Miranda, Tetuán: Editora Marroquí, 1953, pp. 269-273.

180 1212, un año, un reinado, un tiempo de despegue. Logroño, 2013, pp. 171-200, ISBN 978-84-9960-045-1
FRANCISCO GARCÍA FITZ

Ibn Jaldún, por su parte, ofrece una breve síntesis de los hechos que apenas
le merece una docena de líneas, pero también para él lo único destacable de
1212 fue la “défaite totale” que sufrieron los musulmanes19. Por el contrario, el
relato de Ibn Abī Zar es muy extenso y detallado, abarca más de siete páginas,
aunque presenta evidentes errores y muchos datos originales de los que no
siempre se puede determinar si se trata de informaciones exclusivas e inéditas
aportadas por el autor o simples invenciones. Se da el caso, además, de que
el recuerdo del desastre de 1212 le sirve en repetidas ocasiones para subrayar
la incapacidad de los almohades y hacer resaltar el mérito de los enemigos de
aquellos, los sultanes meriníes, a quienes el cronista servía20.

Indudablemente, para este cronista lo que ocurrió el año 1212 tuvo una im-
portancia extraordinaria para la historia de al-Andalus, y todo se resume en un
único hecho histórico, que no es otro que la derrota de los almohades en Las
Navas: significativamente, en la Relación de los sucesos que ocurrieron en sus
días [los de los almohades] desde el primero hasta el último, que es una especie
de colofón o resumen de la historia de los almohades compuesta a modo de
anales en la que el autor ofrece únicamente una o varias noticias de casi todos
los años entre 1121 y 1269, puede leerse la siguiente entrada:

El año 609 (3 de julio del 1212 a 22 de mayo de 1213) fue la derrota del
Castillo de la Cuesta –Las Navas–, en la que perecieron los ejércitos mu-
sulmanes de al-Magrib y de al-Andalus21.

En fin, está claro que para todos estos cronistas musulmanes, el año 1212 repre-
senta una fecha fatídica en el calendario, una fecha que necesariamente tenía
que ser consignada y en la que toda historia de al-Andalus y del Mabreb gira,
como ocurría en la cronística hispano cristiana, en torno a Las Navas.

19. IBN JALDÚN, Histoire des Berbères et des Dynasties Musulmanes de L’Afrique Septentrionale, trad. Le Baron de
Slane, París: ed. P. Casanova, 1969, tomo II, pp. 224-226.
20. IBN ABĥ ZARc, Rawd al-qir̝ăs, trad. Ambrosio Huici Miranda, Valencia: Anubar, 1964, pp. 461-468, 537-538,
568, 593.
21. Ibidem, p. 522.

Esther López Ojeda (Coord.) 181


EL AÑO DE LA BATALLA DE LAS NAVAS DE TOLOSA

2. EL AÑO 1212 Y LA BATALLA DE LAS NAVAS EN LA


MEMORIA HISTORIOGRÁFICA EUROPEA

Después de todo, dada la trascendencia que le concedieron a la batalla las


partes más directamente implicadas –los reinos y poderes ibéricos y magrebíes,
cualquiera que fuese su religión-, parece lógico que los cronistas que dejaron
memoria del pasado de aquellas comunidades resaltaran la fecha hasta conver-
tirla en el año de Las Navas. Pero el eco de aquellos acontecimientos tuvo tal
resonancia que su huella historiográfica sobrepasó el marco hispánico y nortea-
fricano, de modo que su reflejo también se encuentra en crónicas y anales de
toda Europa occidental y central, así como en algunas de procedencia oriental,
tanto cristianas y musulmanas, y ello independiente del grado de implicación
que los distintos reinos pudieran tener en los acontecimientos. A este respecto,
no podemos dejar de reproducir las palabras de Martín Alvira con las que abre
el primer capítulo de la imprescindible monografía sobre estos temas que acaba
de publicar:

Pocos acontecimientos del siglo XIIII alcanzaron una difusión tan amplia
como la batalla de Las Navas de Tolosa. Unos 117 autores cristianos,
entre cronistas, analistas y trovadores, se hicieron eco de lo ocurrido. El
61% de estas noticias se escribieron fuera de la península ibérica, lo que
debería llevarnos a abandonar la tradicional idea según la cual la jornada
de 1212 fue un acontecimiento exclusivo de la Historia de España. No es
cierto. Las Navas fue un episodio de cristiandad con unas dimensiones
plenamente europeas. Así fue sentido en el Occidente cristiano de prin-
cipios del siglo XIII22.

El fenómeno es subrayable, porque viene a demostrar que, en virtud de la ex-


traordinaria importancia que los cronistas concedieron al acontecimiento, 1212
también fue el año de Las Navas en toda la Europa cristiana23.

22. ALVIRA CABRER, M., Las Navas de Tolosa, 1212. Idea, liturgia y memoria de la batalla, Madrid: Sílex, 2012,
p. 27.
23. Debemos hacer notar que algunas crónicas europeas equivocan la fecha de Las Navas y la adelantan a
1211, o bien yerran al datar acontecimientos que son anteriores o posteriores a la batalla y los hacen coincidir
cronológicamente con ella. Dado que lo que aquí se estudia es la percepción que los cronistas y analistas
europeos tuvieron del “año de Las Navas”, para aquilatar así la trascendencia histórica que estos le concedieron,

182 1212, un año, un reinado, un tiempo de despegue. Logroño, 2013, pp. 171-200, ISBN 978-84-9960-045-1
FRANCISCO GARCÍA FITZ

2.1. ACONTECIMIENTOS MEMORABLES EN “LA EUROPA DEL AÑO


DE LAS NAVAS”
Son muchos los anales y crónicas europeas en las que, sin ofrecer un relato
pormenorizado de los acontecimientos ocurridos en España –Hispania es el
topónimo que suelen emplear– en 1212, se da cuenta de la campaña de Las
Navas, si bien no de manera exclusiva, como suele ocurrir en el caso de las
crónicas ibéricas. Sin duda el alejamiento físico, político e incluso emocional
respecto al acontecimiento permitía a sus redactores ampliar la perspectiva de
sus intereses, dando cabida a otras noticias que en ocasiones reciben tanta o
mayor atención como las hispánicas. Sin ánimo de exhaustividad, nos hemos
servido de una veintena de textos que creemos que ilustran suficientemente
esta realidad historiográfica.

2.1.1. LA PERSPECTIVA LOCAL


En estos casos en los que los cronistas europeos, al referirse al año 1212, alu-
den a la campaña de Las Navas sin concederle una relevancia mayor o una
atención prioritaria, se suele dar cuenta de acontecimientos de carácter local,
regional, “nacional” o “regnícola” que, lógicamente, varían de un lugar a otro
expresando las preocupaciones particulares de cada área geopolítica. Eso da
lugar a lo podríamos denominar como “la perspectiva local” de aquel año, esto
es, el elenco de temas tratados o de hechos ocurridos o datados en la misma
fecha que la batalla de Las Navas y que, en los diferentes ámbitos, centraban
el interés específico de sus respectivas historiografías. Creemos que conviene
indicar, siquiera de forma genérica, cuáles fueron aquellas “preocupaciones lo-
cales” que atrajeron el interés de estos autores, porque de esta forma se puede
conocer el espectro de asuntos cercanos a los cronistas que “compitieron” con
la –para ellos– lejana noticia sobre Las Navas.

En el mundo británico, las crónicas y anales que mencionan los acontecimien-


tos hispánicos de 1212 de manera tangencial o secundaria, prestan atención
principalmente a los sucesos relacionados con los problemas del gobierno de
Juan Sin Tierra. Independientemente de que estas fuentes procedan de Ingla-
terra –caso de los Anales del Monasterio de Tewkesbury (Gloucester), de los

hemos recogido los hechos con los que “compite” la noticia de la batalla a la hora de hacerse un hueco en dichas
obras, y ello independientemente de la inexactitud cronológica de aquellas informaciones.

Esther López Ojeda (Coord.) 183


EL AÑO DE LA BATALLA DE LAS NAVAS DE TOLOSA

Anales del monasterio de Osney (cerca de Oxford), de los Anales del priorato de
Wigornia (Worcester) o de la continuación anónima de los anales de Roger de
Hoveden-, de Escocia –como la Crónica del monasterio de Mailros (Melrose)– o
de Gales –The Chronicle of the Princes of Wales–, buena parte del interés de sus
autores, a la hora de relatar los acontecimientos de aquel año24, se vuelca en la
narración de la conflictiva relación existente entre el rey y la iglesia.

De ahí derivan los detalles relacionados con la excomunión del gobernante


inglés, el interdicto al que estaba sometido el reino o la llegada de nuncios
papales para negociar un acuerdo con el monarca. No son ajenas a esta proble-
mática y al contexto de inquietud y descontento contra Juan Sin Tierra que se
vivía en el reino, las noticias sobre rebeliones de nobles galeses –especialmente
la de Llywelyn, que lógicamente encuentran mayor eco en las crónicas galesas–
e ingleses, sobre la exigencia de nuevas demandas fiscales o incluso sobre las
profecías difundidas en torno a la próxima deposición del rey. A ello habría
que unir otra media docena de entradas temáticas referidas a cuestiones más
locales, como los problemas sucesorios en Escocia, la muerte de varios obispos
ingleses, la destrucción de una parte de Londres a causa de un gran incendio,
la construcción de diversas iglesias o monasterios, las donaciones de bienes a
varias instituciones eclesiásticas y algún que otro milagro25.

En una parte significativa de la cronística de procedencia francesa se aprecia


un fenómeno similar: como es natural, su interés se centra principalmente en
las cuestiones relacionadas con la actividad del monarca reinante, Felipe Au-
gusto, a las que da la máxima importancia y desarrolla con mayor extensión.
Desde luego así ocurre en la serie de crónicas redactadas en el monasterio de
Saint Denis, en lo que puede ser considerado como el relato histórico oficial
de la monarquía capeta –por ejemplo la Gesta de Felipe Augusto de Guillermo
el Bretón, las Gestas de Felipe Augusto llamadas Crónicas de Saint Denis, o el
Chronicon de Guillermo de Nangis, monje de Saint Denis-: en ellas, la de Las

24. Hay que advertir de nuevo que a veces los autores confunden el año de la batalla de Las Navas y lo adelantan
a 1211.
25. Annales monasterii de Theokesberia, en AM, vol. I, 1864, p. 60; Annales monasterii de Oseneia, en AM, vol.
IV, 1869, p. 55; Annales prioratus de Wigornia, en AM, IV, 1869, pp. 400-401; Ex Rogeri de Hoveden Annalibus
per Anonymun Continuatis, en RHGF, XVIII, 1879, p. 167; Chronica de Mailros inchoata per Abbatem de
DUNDRAINAND ab An. 735. Continuata per varios ad Annum Domini 1275, en Rerum Anglicarum Scriptorem
Veterum, tomo I, Oxford: 1684, pp. 184-185; Brut Y Tywysogion or The Chronicle of the Princes of Wales, ed. John
Williams ab Ithel, Londres: Longman y otros, 1860, p. 273.

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FRANCISCO GARCÍA FITZ

Navas es la última noticia de las tres incluidas en el año 1211 –los autores equi-
vocan la fecha del suceso, de modo que estos casos „el año de Las Navas“ no
es 1212-, en el que los acontecimientos más importantes para los cronistas son
los referidos a las relaciones entre el rey Felipe Augusto y Federico II, elegido
emperador por los barones alemanes con el apoyo del capeto. Sin duda este
es el hecho tratado con mayor detalle, pero también hay lugar para otra noticia
de corte más local, como la construcción de una parte de la muralla de París, si
bien Guillermo de Nangis completa las informaciones de este año con alusio-
nes a la boda de la condesa de Flandes y a algún milagro relacionado con un
párroco abarraganado26. La gran obra de Vicente de Beauvais, sin pertenecer
al scriptorium de Saint Denis, repite la serie de noticias „nacionales“ y locales
fechadas en 1211 (también recoge el error de datación de Las Navas) contenida
en la historiografía oficial capeta27.

En otras crónicas francesas redactadas al margen de la historiografía oficial de


la monarquía elaborada en Saint Denis, las noticias particulares de orden dinás-
tico tienden a desaparecer y encuentran sitio otras de diferente naturaleza: en
la Crónica del Monasterio de Savigni –Normandía–, por ejemplo, se da cuenta
de varios fallecimientos de diversos señores ocurridos en 1212, mientras que en
la crónica del monasterio de Ardres –en el norte de Francia, cerca de Calais–,
se consigna el matrimonio del hijo del rey de Portugal, Fernando, con la hija
del emperador de Constantinopla y conde de Flandes, así como la entrega de
algunos castillos y villas al primogénito del rey de Francia28.

Por razones de cercanía física y política, la „perspectiva local“ de la historio-


grafía flamenca, referida al año 1212, repite algunos temas que ya hemos visto
en la francesa, tales como la boda de la hija primogénita del conde Balduino
de Flandes con el hijo del monarca luso o el milagro del clérigo amancebado,
pero también desarrolla noticias importantes para la historia local de Flandes,
especialmente algunas relacionadas con su particular conflictividad interna, ta-

26. GUILLERMO EL BRETÓN, Gesta Philippe Augusti, Francorum Regis, en RHGF, XVII, 1878, pp. 85-86; Les Gestes
de Philippe-Auguste, Extraits des grandes Chroniques de France, dites de Saint-Denis, en Ibidem, pp. 397-398;
GUILLELMIS DE NANGIS, Chronicon, en RHGF, vol. XX, París: Imprimerie Royale, 1840, p. 755.
27. VINCENT DE BEAUVAIS, Bibliotheca Mundi sev Speculi Maioris, tomo IV (Speculum Historiale), Douai: Ex
Officina Typographica Baltazaris Belleri, 1624, Lib. 30, caps. I-II, p. 1237.
28. Crónica del Monasterio de Savigni, en RHGF, XVIII, 1879, p. 351; Crónica del monasterio de Ardres, en Ibidem,
p. 574.

Esther López Ojeda (Coord.) 185


EL AÑO DE LA BATALLA DE LAS NAVAS DE TOLOSA

les como la guerra de la ciudad de Lieja contra el duque Enrique de Brabante, el


sitio y saqueo de la aquella ciudad, el asedio de Bruselas y otros enfrentamien-
tos en los que se vieron implicadas diversas ciudades y nobles de la región, así
como el rey de Francia, a quien además se le atribuye, en este año, un proyecto
para invadir Inglaterra. La Crónica del monasterio de Santiago de Lieja, escrita
por el monje Reinerus y el Chronicon de Balduino de Ninove pueden servir
como ejemplos de esta historiografía, que también deja hueco para consignar
las muertes de diversos nobles y eclesiásticos locales ocurridas en este año29.

Las crónicas de origen italiano que dan noticia de lo sucedido en la Península


Ibérica en el año 1212 prestan también mucha atención a otras noticias locales.
Por ejemplo, en los anales de Génova redactados por Ogerio Pane, junto a las
quince líneas que dedica a Las Navas, también se informa de los cónsules nom-
brados por la ciudad para ese año, se da cuenta de la firma de diversos acuer-
dos de paz de Génova con el marqués de Malaspina a propósito del castillo de
Corvaria, con la ciudad de Pisa y con la de Venecia, de la guerra contra Niza,
de la llegada de Federico de Apulia –el futuro emperador– a la ciudad, de los
conflictos entre varias ciudades italianas y de la recuperación de las cruces que
habían sido robadas de la iglesia de San Lorenzo30.

Como podrá imaginarse, para los cronistas alemanes –así, por ejemplo, para el
autor de la Chronica Regia Coloniense y para el analista Hermann de Altaha–
las principales noticias de este año 1212 son las relacionadas con las vicisitudes
internas del Imperio, pero como veremos estos acontecimientos trascienden el
marco estrictamente germánico. Los temas locales que desarrollan se refieren al
saqueo de Lieja por Enrique de Brabante –una noticia flamenca pero cercana a
los intereses renanos-, y a la destrucción de algún monasterio o alguna iglesia
como consecuencia del enfrentamiento entre poderosos31.

En fin, la “perspectiva local” del año en que se consigna la batalla de Las Na-
vas en el área austríaca enriquece el panorama de preocupaciones regionales
dando cuenta de un eclipse de luna, del asesinato de la reina Gertrudis de Hun-

29. REINERUS, Crónica del monasterio de Santiago de Lieja en RHGF, XVIII, 1879, pp. 622-623; BALDUINO DE
NINOVE, Chronicon, en MGHSS, XXV, 1880, p. 539.
30. OGERIO PANE, Annales Genuenses en MGHSS, XVIII, 1863, pp. 132-133.
31. Chronica Regia Coloniense. Primera Continuación, en MGHSS, XXIV, 1879, p. 16; HERMANN DE ALTAHA,
Annales, en MGHSS, XVII, 1861, p. 386.

186 1212, un año, un reinado, un tiempo de despegue. Logroño, 2013, pp. 171-200, ISBN 978-84-9960-045-1
FRANCISCO GARCÍA FITZ

gría –en realidad fechado en 1213-, de la destrucción de iglesias, monasterios


y claustros como consecuencia de diversos enfrentamientos, y de la muerte y
nuevo nombramiento del prepósito de Salzburgo, tal como se desprende de
la lectura de los Anales de Goettweith, de la continuación de los anales del
monasterio de Admont y de los procedentes de la iglesia de San Ruperto de
Salzburgo32.

2.1.2. LOS ACONTECIMIENTOS DE REPERCUSIÓN EUROPEA


Junto a estas noticias locales o “nacionales”, que como hemos visto varían de
un reino o región a otra, los autores de esta veintena de obras que acabamos de
mencionar se ocupan también, al historiar “el año de Las Navas”, de tres series
de hechos que son tratados por buena parte de ellos independientemene de su
procedencia geopolítica. Consecuentemente, creemos que puede afirmarse que
estos tres grandes temas tuvieron una repercusión “internacional” por cuanto
que, de una u otra forma, afectaban al conjunto de la Cristiandad occidental y
representaban una preocupación común extendida por toda Europa.

Atendiendo a la frecuencia con que los autores de todos los ámbitos recogen
la noticia, está claro que algunos de los episodios históricos más resonantes de
1212 fueron los relacionados con la crisis política del Imperio, especialmente la
excomunión del emperador Otón IV por Inocencio III y la entrada en Alemania
del nuevo emperador Federico II, quien aquel año consiguió el reconocimiento
de buena parte de la nobleza y de los eclesiásicos alemanes, contando para ello
con el apoyo del Papa y de Felipe Augusto de Francia. De un extremo a otro de
Occidente, los cronistas y analistas dieron cuenta de lo sucedido y los apuntes
referidos a estas noticias aparecen en la historiografía escocesa –Crónica del
monasterio de Mailros (Melrose)-, en la inglesa –Anales de Tewkesbury y Conti-
nuación anónima de los Anales de Roger de Hoveden-, en la francesa –las tres
crónicas redactadas en el monasterio de Saint Denis que citamos anteriormente
y el Speculum de Vicente de Beauvais-; en la flamenca –Crónica del monasterio
de Santiago de Lieja de Reinerus-, en la italiana –Anales de Génova de Ogerio
Pane– y, naturalmente, en toda la historiografía alemana –Chronica Regia Co-
loniense y Anales de Hermann de Altaha– y austríaca –Anales de Goettweith,
Continuación de los Anales de Admont y Anales de San Ruperto de Salzburgo-.

32. Anales de Goettweith, en MGHSS, IX, 1851, p. 602; Anales de Admont. Continuación, en Ibidem, p. 592; Anales
de San Ruperto de Salzburgo, en Ibidem, p. 780.

Esther López Ojeda (Coord.) 187


EL AÑO DE LA BATALLA DE LAS NAVAS DE TOLOSA

El segundo gran suceso ocurrido en 1212 que atrajo la atención de toda Eu-
ropa fue la cruzada de los niños y su desastroso final. A tenor de la difusión
de la noticia, cuyos ecos se extendieron desde Austria a Inglaterra, pasando
por Alemania, Flandes, Francia e Italia, parece evidente que aquellos hechos
también conmovieron a Occidente. Hemos podido constatar su presencia en la
Continuación de los Anales de Roger de Hoveden, en la Crónica del Monasterio
de Savigni –Normandía-, en la Crónica del monasterio de Ardres, en la Crónica
del monasterio de Santiago de Lieja de Reinerus, en los Anales de Génova de
Ogerio Pane, en la Chronica Regia de Colonia, en los Anales de Hermann de
Altaha, en la continuación de los Anales del monasterio de Admont y en los
Anales de la iglesia de San Ruperto de Salzburgo, entre otras33.

El tercer conjunto de acontecimientos, entre los fechados en 1212, que presenta


un carácter universal, es el relacionado con el desarrollo de la guerra contra los
albigenses en el sur de Francia, con la consiguiente implicación de cruzados
procedentes de toda Europa. Ciertamente este conflicto no fue especialmente
activo durante este año, pero las crónicas y los anales suelen hacer coincidir
cronológicamente algunas noticias relacionadas con el mismo con la entrada
referida a Las Navas. Así lo hemos podido comprobar, por ejemplo, en los
Anales del monasterio de Osney, en la Crónica del monasterio de Mailros, en el
Chronicon de Guillermo de Nangis, en el Speculum de Vicente de Beauvais, en
la Crónica del monasterio de Ardres, en la del monasterio de Santiago de Lieja
y en los anales del de Admont.

Por supuesto, no estamos en condiciones de asegurar que estas veinte cróni-


cas y anales que venimos utilizando en nuestro análisis tengan un significado
relevante desde el punto de vista estadístico y que su forma de seleccionar y
tratar las noticias sea una fiel representación del conjunto de la historiografía
europea. Pero quizás no sea descabellado pensar, al menos, que los temas
compartidos por autores tan distintos y tan distantes señalan hacia los asuntos
fechados en 1212 que preocuparon o que llamaron la atención en toda Europa.
Si ello es así, cabría recordar que las informaciones sobre la campaña de Las
Navas de Tolosa, la participación de los cruzados y la derrota de los almohades

33. Algunas obras, como la de Vicente de Beauvais, que fechan la batalla de Las Navas en 1211, también aluden a
la cruzada de los niños, pero datándola correctamente en 1212, de modo que en ella ambos hechos no coinciden
en el mismo año.

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FRANCISCO GARCÍA FITZ

aparecen consignadas en todas y cada una de aquellas obras, de donde cabría


inferir, si se acepta que la frecuencia de su aparición en la historiografía es un
indicio significativo de su impacto, que la batalla habría sido el acontecimiento
más importante de aquel año, incluso si, como ocurre en todas estas crónicas y
anales, los hechos sucedidos en el ámbito hispánico en 1212 ni son los únicos
tratados ni los más desarrollados o detallados.

2.2. LAS NAVAS COMO ACONTECIMIENTO ÚNICO O PRINCIPAL


DE 1212
En todo caso, creemos que tan o quizás más significativo que lo anterior, a los
efectos de evaluar la importancia historiográfica que los cronistas medievales
confirieron al acontecimiento, es el hecho de que podamos señalar otro amplio
conjunto de crónicas y anales europeos en el que la noticia sobre la campaña
de Las Navas de Tolosa se presenta no como una más –como ocurría con las
previamente analizadas– sino como el principal o como el único suceso fecha-
do en 1212.

Hemos seleccionado unos veinticinco títulos, procedentes de toda Europa oc-


cidental, en los que puede constatarse el tratamiento privilegiado que recibie-
ron los hechos relacionados con los sucesos ocurridos en el verano de 1212
en la Península Ibérica. Indudablemente la amplia acogida que los cronistas
europeos le dieron a estas noticias está relacionada con la extensa difusión
que alcanzaron las mismas y con el impacto que causó en todo Occidente. Las
razones de este éxito historiográfico, que a la postre es lo que convierte al año
1212 en “el año de Las Navas”, no siempre pueden establecerse con seguridad,
pero sí cabe realizar algunas aproximaciones.

2.2.1. LA DIFUSIÓN DE LOS INFORMES DE LOS TESTIGOS


En primer lugar, no parece ajeno a lo que acabamos de calificar como “éxito
historiográfico” de la noticia sobre Las Navas de Tolosa el hecho de que los
informes sobre la campaña elaborados por dos de los protagonistas principales
de la misma, Alfonso VIII y el arzobispo de Narbona –el cisterciense Arnaldo
Amalarico-, dirigidos a la corte pontificia y al capítulo general del Císter res-
pectivamente, tuviesen una amplia difusión por buena parte de Europa, contri-
buyendo a que la noticia encontrase un extenso eco en las crónicas europeas.

A veces estas cartas aparecen literalmente reproducidas en algunas crónicas y


ampliamente resumidas en otras, de modo que en tales casos los sucesos de Las

Esther López Ojeda (Coord.) 189


EL AÑO DE LA BATALLA DE LAS NAVAS DE TOLOSA

Navas alcanzan una dimensión mayor que el resto de los hechos tratados por
aquellas fuentes y referidos al año 1212.

Por ejemplo, apenas diez años después de la campaña, un monje del monas-
terio premostratense de San Mariano de Auxerre, en Borgoña, citaba expresa-
mente como fuente de su relato a la carta de Alfonso VIII, que le servía de hilo
conductor del mismo a la hora de narrar los acontecimientos de 1212. Y un
poco antes, en el norte de Francia, un canónico anónimo de la iglesia de Laon,
al referirse a los principales hechos ocurridos aquel año, incluía en su crónica
un resumen detallado de la carta del rey de Castilla, a la que aludía de manera
expresa. La difusión por buena parte de Europa de la misiva que Alfonso VIII
le había enviado a Inocencio III es notable: un notario imperial, Ricardo de San
Germano, que escribía en Italia poco después de la batalla, también conocía y
resumía su contenido34.

Por otra parte, mucho más al norte, en Gales, los anales del monasterio cis-
terciense de Margan, escritos hacia los años treinta del siglo XIII, se valían de
la carta enviada por el arzobispo de Narbona al Capítulo General del Císter al
narrar los acontecimientos fechados en 1212 e idéntico proceder encontramos
en los anales del monasterio inglés, también cisterciense, de Waverley35.

A pesar del tratamiento más detallado que en estas crónicas se ofrece de la


campaña hispana, también en estos casos su relato comparte protagonismo con
otras noticias del año 1212. Sin embargo, creemos que es muy destacable que
ahora en todas ellas los sucesos de Las Navas ocupan un lugar de privilegio:
ciertamente, en los anales de Waverley el año 1212 está cargado de noticias
sobre los problemas entre la iglesia de Roma y la de Constantinopla, sobre
cuestiones internas de la iglesia inglesa –muerte y nombramiento de obispos-,
sobre los conflictos entre el rey Juan, los obispos de su reino y el papado, sobre
las guerras en Gales, sobre el asedio de Nottingham, sobre el incendio de Lon-
dres y algunas otras referencias locales relacionadas con el monasterio, pero de
todas ellas solo el relato de la entrevista entre el rey Juan y los embajadores del

34. CONTINUADOR DE ROBERTO DE AUXERRE, Chronologia, en RHGF, XVIII, 1879, p. 280; Ex Chronico
Anonymi Laudunensis Canonici, en Ibidem, p. 715; RICARDO DE SAN GERMANO, Chronica, en MGHSS, XIX,
1866, p. 335.
35. Annales de Margan, en AM, vol. I, 1864, pp. 31-32; Annales de Waverleia, en AM, vol. II, 1865, pp. 271-273.

190 1212, un año, un reinado, un tiempo de despegue. Logroño, 2013, pp. 171-200, ISBN 978-84-9960-045-1
FRANCISCO GARCÍA FITZ

Papa le merece mayor atención, al menos por el espacio que le dedica, que los
sucesos de Las Navas36.

Más gráfico aún: tanto para el canónico de Laon como para el continuador de
la crónica de Roberto de Auxerre, ninguna otra noticia fechada en 1212 –varias
referencias locales de carácter religioso y político y la deposición del empera-
dor Otón en el primero; las malas cosechas, la muerte de Roberto de Auxerre,
la implicación de Inocencio III en el enfrentamiento entre Otón IV y Federico II
por el Imperio alemán, en el segundo– es desarrollada con tanto detalle como
la referida a Las Navas37.

Por su parte, expresa bien la relevancia otorgada a lo ocurrido en Las Navas


el hecho de que en los Anales del monasterio galés de Margan se dediquen
25 líneas a la campaña hispana frente a las tres en las que se da cuenta de las
actividades, mucho más cercanas al citado monasterio, de Llywellyn, o a las dos
líneas en las que se esboza la referencia a Juan Sin Tierra, mientras que Ricardo
de San Germano resume la expedición de Las Navas en siete líneas y necesita
menos de dos para hablar del apoyo de los príncipes alemanes a Federico II en
detrimento de Otón IV38.

En fin, al notable eco que alcanzaron las cartas de Alfonso VIII y del arzobispo
de Narbona, podría añadirse también la difusión de la misiva de la reina Be-
renguela a su hermana Blanca de Castilla y de la enviada por esta a Blanca de
Navarra, que contenían información importante sobre el acontecimiento y que
fueron utilizadas por los autores de algunas crónicas francesas, entre las que
destacan los Anales de la abadía de San Pedro de Jumièges.

Al historiar los sucesos del año 1212, este autor ofrece una breve indicación de
la cruzada de los niños –apenas cuatro líneas–, pero se centra casi exclusiva-
mente y de manera extensa –más de dos páginas– en la narración de los sucesos
ocurridos en España, de los que da una versión, con algunos detalles insólitos o
curiosos, que se aparta de la que habitualmente ofrecen otras fuentes: constata

36. Annales de Waverleia, pp. 266-273.


37. CONTINUADOR DE ROBERTO DE AUXERRE, Chronologia, op. cit., p. 280-281; Ex Chronico Anonymi
Laudunensis Canonici, op. cit., p. 714-716.
38. Annales de Margan, pp. 31-32; RICARDO DE SAN GERMANO, Chronica, op. cit., p. 335.

Esther López Ojeda (Coord.) 191


EL AÑO DE LA BATALLA DE LAS NAVAS DE TOLOSA

la presencia de cruzados ultramontanos –“multi Francorum, Burgondiorum et


Normannorum”–; señala entre los protagonistas de la gesta al abad del Císter
y al rey de Navarra, pero no alude explícitamente ni al monarca castellano ni
al aragonés, que quedan ocultos bajo la categoría de “otros que eran fieles de
Dios”; describe la táctica empleada por los musulmanes –aprovechando que el
viento iba contra los cristianos, prendieron fuego a los matorrales para causar
su desorganización– y explica el éxito de estos gracias a la misericordia de Dios
que provocó un cambio en la dirección del viento; da cuenta de la huida de
los musulmanes y de su persecución “hasta Córdoba”, y no olvida indicar que
los cristianos que sobrevivieron extrajeron de los vientres de sus enemigos el
oro que se habían tragado. Pero lo que realmente confiere un relieve especial
y extensión a la noticia de Las Navas contenida en estos anales es el hecho de
que el autor recoge literalmente la carta enviada por Blanca de Castilla, hija
de Alfonso VIII, a Blanca de Navarra, y además añade datos procedentes de la
carta de Berenguela de Castilla a su hermana Blanca39. Una vez más, la incorpo-
ración de un informe de primera mano permite explicar el amplio tratamiento
historiográfico de la noticia.

2.2.2. LA IMPLICACIÓN DIRECTA DE POBLACIONES DE LA ZONA


En todos estos casos el hecho de que los autores dispusieran de copias de
las cartas de Alfonso VIII, del arzobispo de Narbona o de otros personajes
relativamente cercanos a los hechos puede haber condicionado el especial
tratamiento de la noticia de Las Navas. Pero en otras crónicas quizás influyeran
factores distintos: por ejemplo, en el ámbito francés, las poblaciones de algu-
nos territorios tuvieron una particular relación con la campaña porque en ellos
fue predicada la cruzada y muchas personas participaron en la expedición. No
puede extrañar, en consecuencia, que en los registros históricos de estas tierras
la noticia sobre lo sucedido en España en 1212 tenga un protagonismo central:
así, en unos pequeños anales redactados en Burdeos, la llamada Crónica de
Santa Colomba de Burdeos, si bien no se menciona a la batalla de Las Navas,
se recoge, como acontecimiento único del año 1212, la conquista de Calatrava,
lo cual es lógico si se piensa que la mayoría de los ultramontanos, y entre ellos

39. Annales Gemmeticenses, en Les annales de l’abbaye de Saint-Pierre de Jumièges. Chronique universelle des
origines au XIIIe siècle, ed. y trad. fr. J. Laporte, Ruán: Imp. Lecerf, 1954, pp. 92-97; ALVIRA CABRER, M., Las
Navas de Tolosa, 1212, pp. 30-33. Deseo hacer constar mi agradecimiento a Martín Alvira, que me facilitó una
copia de este interesante texto.

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FRANCISCO GARCÍA FITZ

la gente de Burdeos, abandonaron la expedición justo después de la toma de


este castillo40.

Claro que lo mismo ocurre en otros anales procedentes del Languedoc, en


concreto de Tolosa, un ámbito de influencia aragonesa, donde la entrada del
año 1212 recoge únicamente la noticia de la toma de Calatrava, cuyo mérito en
algún caso se atribuye solo a Pedro II de Aragón41. Otras obras más extensas,
como la del tolosano Guillaume de Puylaurens, tampoco olvida resaltar el pro-
tagonismo del rey de Aragón y del arzobispo de Narbona en la batalla, que de
nuevo es la única noticia referida al citado año42.

La vinculación entre la importancia dada a la campaña de Las Navas y la parti-


cipación de oriundos de los lugares donde se escribe el texto es manifiesta en
el caso de Limoges: en la crónica del monasterio de San Marcial de Limoges,
que recoge una larga lista de hechos –la mayoría de ellos relacionados con la
vida del propio monasterio y con cuestiones religiosas en general, pero tam-
bién algunas de orden político sobre la situación de Francia-, se consignan tres
referencias dentro del mismo año a la campaña de Las Navas: la llegada de una
multitud de sarracenos a Hispania, la toma de Calatrava y Salvatierra (sic) y el
cerco de Sevilla (sic), y la marcha de 400 hombres de Limoges, así como de
cuatro monjes del monasterio, para luchar contra los musulmanes. No parece
que esta última circunstancia –la presencia de cruzados de Limoges y en parti-
cular la de hermanos del cenobio en la campaña– sea ajena a la atención que
se le presta a la campaña hispánica43.

Curioso es el caso de algunos anales austríacos y el tratamiento que ofrecen de


Las Navas, que se presenta completamente condicionado por la participación
de gentes de aquellas regiones en la campaña. El asunto es singular porque,
como se sabe, el duque de Austria, Leopoldo, a la cabeza de un contingente
de cruzados de su tierra, llegó a Castilla después de la batalla de Las Navas,
cuando la expedición estaba de regreso, y por tanto no pudieron participar en

40. Ex Chronica Burdegalensi S. Columbae, en RHGF, XVIII, 1879, p. 245.


41. Ex Chronico Tolosano, en RHGF, XIX, 1880, p. 236; Chronique en languedocien, tirée du Cartulaire du
Raymond le jeune, Compte de Toulouse, en Ibidem, p. 235.
42. GUILLAUME DE PUYLAURENS, Chronique, trad. por Charles Lagarde, Béziers: J. Delpech, 1864, cap. XX, p. 95.
43. Ex Chronico Bernardii Iterii monachi et armarii Sancti Martialis Lemovicensis, en RHGF, XVIII, 1879, pp.
229-230.

Esther López Ojeda (Coord.) 193


EL AÑO DE LA BATALLA DE LAS NAVAS DE TOLOSA

ella. Pues bien, en la segunda continuación de los anales del monasterio de


Kloesterneuburg, se habla de la llegada del duque a la tierra de Santiago para
combatir a los paganos y se da cuenta de la derrota de los musulmanes, en
una redacción que parece atribuir el mérito a los austríacos. A parte de esto,
lo interesante es que este suceso es el único historiado en 1213, año en que
equivocadamente el analista da entrada al acontecimiento44.

2.2.3. RAZONES INDETERMINADAS


Sin embargo también hay otros casos de obras en las que las noticias sobre Las
Navas son las únicas o las principales sin que los autores copiasen o resumiesen
por extenso los informes más cercanos a la batalla ni se constate una relación
especial entre el lugar de redacción de la crónica y la campaña hispana de 1212.
Así, en Inglaterra, los anales del monasterio de Winchester solo recogen dos no-
ticias referidas a 1212: un incendio que tuvo lugar en Londres y la victoria de los
cristianos en Hispania frente a los musulmanes, donde fueron masacrados 60.000
enemigos. Esta entrada es la principal de este año y la cifra de muertos que
ofrece es la misma que apunta el arzobispo de Narbona, así que quizás este sea
su fuente, aunque el autor únicamente justifica el dato con un “según se dice”45.

En Francia, la Crónica del cenobio de Nuestra Señora de Déols solo consigna


en 1210 –año en el que fecha la batalla– una noticia local y la derrota de los
musulmanes en España: 14000 cristianos de diversas partes se congregaron y
mataron en un día a 60000 hombres y 15000 mujeres musulmanas, cifra esta
última que hace pensar en un posible eco de la carta de Berenguela de Castilla.
Y lo mismo ocurre en la Crónica breve de Tours, donde la victoria cristiana solo
comparte protagonismo con la fundación de un monasterio, mientras que en
otra pequeña obra, procedente de Rouen, el enfrentamiento entre cristianos y
musulmanes en Hispania, y la derrota y huida de estos, se complementa con
otra de carácter político: la rebelión del conde de Bolonia contra el rey de Fran-
cia y su expulsión del reino46.

44. Annales Continuatio Claustroneoburgensis Secunda en MGHSS, IX, 1851, p. 622. En la tercera continuación
de estos anales se repite el mismo episodio, pero se completa con una noticia sobre el conflicto por el imperio
entre Otón y Federico, Annales Continuatio Claustroneoburgensis Tertia, en Ibidem, p. 635.
45. Annales de Wintonia, en AM, vol. II, 1865, p. 82.
46. Crónica del cenobio de Nuestra Señora de Déols, en RHGG, XVIII, 1879, p. 246; Crónica breve de Tours en
Ibidem, p. 21; Crónica de Rouen, en Ibidem, p. 360. Idéntico en Crónica del cenobio de Mortui-Maris (Mortemer-
en-Lyons), en Ibidem, p. 355.

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La relevancia del suceso de Las Navas se agudiza todavía más en otras historias:
en un texto procedente de Anjou, la Addenda a la Crónica de San Albino de
Angers, la referencia a la reunión de los cruzados en Toledo, a la conquista
de Calatrava y de otros castillos y a la derrota y huida del califa almohade
es la única noticia del año 1212. Y lo mismo ocurre en los Anales de Saint
Bénigne de Dijon: “1212. Vadit exercitus christianorum in Hispaniam contra
Sarracenos”47.

En general estos anales que tanta notoriedad otorgan a lo sucedido en España


en aquella fecha tratan la noticia de manera muy breve y la resuelven en una
o dos líneas. Pero en otras ocasiones los autores de relatos históricos pudieron
contar con fuentes –algunas de las cuales es posible identificar, pero no así
otras-, de las que se sirvieron para redactar noticias mucho más extensas, lo que
viene a provocar el mismo efecto: convierten a la campaña de Las Navas en el
acontecimiento estelar del año 1212.

Un caso bien conocido por la historiografía española es el de Alberico, abad


del monasterio cisterciense de Trois Fontaines, en Maine (Francia). Su extenso
Chronicon, redactado tres décadas después de Las Navas, es una fuente impor-
tante para el estudio de la época e incluye un amplio informe sobre la campaña
de 1212 que complementa a los aportados por los testigos. Aunque son varios
los acontecimientos de este año que narra por extenso, destacando especial-
mente el relato que presenta de la cruzada de los niños, ninguna otra noticia
oscurece el protagonismo que le otorga a los sucesos hispánicos48.

Más breve, pero bien informada, es la narración ofrecida por Emon, abad del
monasterio de Floridus Hortus, en la actual Holanda, un cronista que escribía
a apenas dos décadas de la batalla y que le dedica un amplio párrafo donde
alude al desafío del califa almohade invitando por carta a todos los cristianos
a un combate, se refiere a la predicación de la cruzada por parte de Inocencio
III y a la movilización de cruzados procedentes de Francia e Inglaterra, que se
concentraron en Toledo, a su retirada antes de la batalla, a la llegada tardía del
duque de Austria, al paso de los puertos por parte de los tres reyes –Castilla,

47. Addenda a la Crónica de San Albino de Angers, en RHFG, XVIII, 1879, p. 327; Annales S. Beningni Divionensis,
en MGHSS, V, 1844, p. 48.
48. ALBERICO, ABAD DEL MONASTERIO DE TRIUM FONTIUM, Chronica, en RHGF, XVIII, 1879, pp. 779-780.

Esther López Ojeda (Coord.) 195


EL AÑO DE LA BATALLA DE LAS NAVAS DE TOLOSA

Aragón y Navarra-, a la ocupación de las partes altas de la sierra por parte de


los musulmanes, a la superioridad numérica de estos, a su derrota y al día
exacto de la batalla: el 16 de julio de 1212. Como decimos su informe no es
comparable en extensión y detalle al de Alberico de Trois Fontaine, pero en
contrapartida hay que subrayar que la de Las Navas es la única noticia de este
año glosada por el cronista49.

En fin, otra narración relativamente amplia, esta vez de procedencia italiana,


es la aportada por el franciscano Salimbene de Adam y por el notario Alberto
Milioli, que ofrecen una síntesis coherente de la campaña a partir de diversas
fuentes, entre las que se identifica expresamente a Sicardo de Cremona y pa-
rece inferirse de algunos datos la influencia de la carta de Alfonso VIII al papa
y el informe de Arnaldo Amaralico al capítulo general del Císter, aunque no se
trata de una copia literal de las mismas50.

2.2.4. LAS RAZONES DEL PROTAGONISMO HISTÓRICO E


HISTORIOGRÁFICO DE LAS NAVAS: LA DIMENSIÓN UNIVERSAL
DEL DRAMA
Los autores de estos relatos, ya sean las brevísimas noticias de los anales y
cronicones o las más extensas de algunas crónicas, no explicitan la razón o las
razones por las cuales la campaña de Las Navas de Tolosa adquiere un protago-
nismo tan notable en sus obras, pero creemos que el contenido de algunas na-
rraciones permite entrever las causas de la atención prioritaria que se le confirió
a aquel acontecimiento. Nos valdremos para ello de cuatro o cinco ejemplos,
elaborados a partir de fuentes desconocidas para nosotros, que entendemos
que ofrecen pistas significativas sobre esta cuestión.

En primer lugar, nos acercaremos al relato aportado por Mateo de París, uno
de los más importantes cronistas ingleses de la Edad Media, y seguramente
la fuente mejor informada para el estudio del siglo XIII inglés. La abadía de
Saint Albans, a la que pertenecía Mateo de París, situada a una jornada al
norte de Londres, no solo se beneficiaba de los relatos aportados por la gen-
te que se alojaba en sus instalaciones, sino también de la existencia de una

49. Emonis et Menkonis Werumensium Chronica, en MGHSS, XXIII, 1874, p. 475.


50. SALIMBENE DE ADAM, Chronica, en MGHSS, XXXII, 1905-1913. El mismo relato lo reproduce ALBERTO
MILIOLI DE REGGIO, Chronica Imperatorum en MGHSS, XXXI, 1903, pp. 656-657.

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FRANCISCO GARCÍA FITZ

larga tradición historiográfica, lo que le permitía aprovechar las narraciones


de los viajeros. Aunque, como es natural, sus informaciones hacen referencia
principalmente a Inglaterra, también tienen cabida historias de otros lugares
más lejanos.

No es de extrañar, pues, que Mateo de París, aun equivocando el año –la sitúa
en 1213– incluyera una breve noticia sobre la actuación del ejército almohade
en 1212, la respuesta de los Reges Hispaniae christiani, y la derrota de los mu-
sulmanes. Desde luego, no es esta ni mucho menos la información más deta-
llada ni el autor le concede, por sí misma, un relieve especial51. Su predecesor
como cronista del monasterio de Saint Albans, Roger de Wendover ni siquiera
la había mencionado52. Después de todo, la lejana Hispania no era el centro
de su atención.

Sin embargo, hay una circunstancia que hace especial, desde la perspectiva
inglesa, los sucesos de Las Navas: según Mateo de París, cuando el califa al-
mohade decidió intervenir en las fronteras de Hispania contaba para ello con
la connivencia del rey de Inglaterra, Juan Sin Tierra. El asunto puede resultar
sorprendente, pero justo antes de ofrecer la corta información sobre Las Na-
vas que hemos comentado, el autor se extiende largamente (le dedica más de
cuatro páginas) en la descripción de una embajada secreta enviada por el rey
de Inglaterra a la corte almohade, en la que solicitaba el apoyo del califa en
los asuntos internos de Inglaterra, a cambio de la entrega de su reino a los
almohades, de gobernarlo en nombre del califa, pagándole un tributo, y de su
conversión al Islam53. De forma indirecta, pues, Las Navas y las circunstancias
políticas que la rodearon ocupan, una vez más y ahora por motivos ajenos al
ámbito hispánico, un lugar principal entre los acontecimientos del año 1212
narrados por un cronista.

Apenas una década después de los acontecimientos que estamos comentando,


uno de los más conocidos autores de la literatura hagiográfica medieval, el
monje cisterciense Cesario de Heisterbach, escribía en su lejano monasterio
renano su famoso Dialogus Miraculorum. Al explicar a su discípulo los errores

51. MATEO DE PARÍS, Chronica majora, Londres: ed. H.R. Luard, vol. II, Londres, 1874, pp. 565-566.
52. ROGER OF WENDOVER, Flowers of History, trad. J. A. Giles, Londres: Henry G. Bohn, 1849, II, pp. 257-260.
53. MATEO DE PARÍS, Chronica majora, pp. 559-564.

Esther López Ojeda (Coord.) 197


EL AÑO DE LA BATALLA DE LAS NAVAS DE TOLOSA

de la herejía albigense, hacía también referencia al desarrollo del conflicto y


de la cruzada anticátara. En este contexto recoge una noticia realmente alar-
mante para la Cristiandad: los albigenses habían llamado en su ayuda al califa
almohade, el cual se había trasladado de África a Hispania acompañado de un
enorme ejército. Además, el califa había advertido al papa Inocencio III que,
cuando los almohades llegaran a Roma, el pontífice tendría que “estabular a
sus caballos [los del califa] en el pórtico de la iglesia de San Pedro y colocar su
bandera sobre ella”54.

Según esta versión, pues, los acontecimientos que ocurrieron en Las Navas eran
ni más ni menos que el resultado de una conspiración forjada por los mayores
enemigos internos y externos que la Cristiandad tenía en esas décadas: los he-
rejes albigenses y los infieles del norte de África. Y quizás haya que advertir que
dicha conspiración no estaba sólo en la cabeza de un monje aislado, sino que
fue igualmente difundida por otras crónicas alemanas tan importantes como los
Anales de Colonia55. Por su parte, la redacción de algunos anales austríacos,
que vinculan directamente la expedición del duque Leopoldo de Austria “que
fue a España contra los herejes” y la conquista de Calatrava, no haría sino ex-
tender la idea del complot islamo-herético: “Leopoldus… hoc postea quam de
expeditione quam in Yspanias contra heréticos moverat, et a Kalatra redierat”56.

Se comprende, pues, que el año 1212 y la confrontación que tuvo lugar en Las
Navas entraran por méritos propios en la historia del pueblo cristiano. Para
quienes percibieron de esta manera los hechos que se desarrollaron en His-
pania durante el verano de 1212, está claro que la amenaza almohade no se
había limitado al ámbito ibérico, sino que, de haberse materializado, sus con-
secuencias habrían alcanzado a toda Europa: “Aquel año de 1212 [escribió un
cronista italiano, Sicardo de Cremona, al año siguiente de los acontecimientos],
Almeramomeley, rey de Mauritania, vino a Hispanias con infinita multitud de
sarracenos amenazando con conquistar no solo a Hispania, sino a Roma y a
toda Europa”. Pero con el auxilio de la gracia y la misericordia de Nuestro Se-

54. CESARIUS DE HEISTERBACH, Dialogus Miraculorum, ed. J. Strange, Colonia: J.M. Herbele, 1851, Lib. 5, cap.
XXI, p. 303.
55. Chronica regia Coloniensis (Anales Maximi Colonienses). Continuatio III, en MGH. Scriptores rerum
Germanicarum in usum scholarum separatim editi, XVIII, 1880, pp. 231-234; Annales Colonienses Maximi, en
MGHSS, XVII, 1861, pp. 825-826.
56. Anales de Admont. Continuación, en MGHSS, IX, 1851, p. 592.

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FRANCISCO GARCÍA FITZ

ñor Jesucristo y la iniciativa del Papa Inocencio III, continúa diciendo, los reyes
de Aragón, de Navarra y de Castilla combatieron a los paganos y estos huyeron
de las fronteras de Esperia57.

Por último, una curiosa información, procedente de unos pequeños anales del
monasterio benedictino de San José de Lambach, en Austria, nos confirma la
extensión que alcanzó esta idea: la continuación del titulado Auctarium Lam-
bacese no hace referencia a Las Navas, que de hecho ni siquiera se cita, sino a
los acontecimientos previos, fechados en el año 1211, entre los que se detalla
la campaña almohade de aquel año y la pérdida de Salvatierra. Lo interesante
de esta noticia radica en que su autor inserta literalmente una supuesta carta del
califa en la que, comprobada la superioridad del Islam –visible en las recientes
conquistas de Jerusalén y de Salvatierra-, exhorta a los reyes hispano-cristianos,
y especialmente al rey de Aragón, a aceptar el Islam, retándoles, en caso de que
obstinadamente rechazaran la oferta, a que congregasen a todos los adoradores
de la cruz y se enfrentasen a los musulmanes. La amenaza no estaba dirigida
solo a los monarcas hispanos, sino que se extendía a toda la Cristiandad, es-
pecialmente al papa de Roma: los almohades, decía, no circunscribirían sus
ataques a la Península Ibérica, sino que prometían llegar hasta Roma y llevar la
miseria y la ofensa al Papa58.

La expresa mención a la caída de Jerusalén en manos de Saladino, que había


ocurrido en 1187, puesta en paralelo con la pérdida de Salvatierra, que había
tenido lugar en 1211 y que había provocado la respuesta cristiana que des-
embocó en Las Navas, nos coloca ante la verdadera dimensión del drama que
los hombres de principios del siglo XIII creían estar viviendo: veinticinco años
atrás las fronteras de la Cristiandad se habían derrumbado en Oriente después
de la derrota de Hattin y de la pérdida de Jerusalén... ahora eran las fronteras
hispanas, las fronteras occidentales de la Cristiandad, las que parecía que iban
a caer con el concurso de almohades, herejes y quizás algún excomulgado y
mal rey cristiano, como Juan Sin Tierra… pero el éxito campal de los cristianos
en Sierra Morena evitó la hecatombe.

57. SICARDO DE CREMONA, Chronica, en MGHSS, XXXI, 1903, p. 180.


58. Auctarium Lambacese. Continuatio, en MGHSS, IX, 1851, pp. 557-558. Para el interesante tema del
supuesto duelo lanzado por el califa almohade a los reyes cristianos, véase ALVIRA CABRER, M., “El desafío
del Miramamolín antes de la batalla de Las Navas de Tolosa (1212). Fuentes, datación y posibles orígenes”, Al-
Qantara, XVIII (1997), pp. 463-490, donde también se transcribe el texto de la carta de desafío del califa.

Esther López Ojeda (Coord.) 199


EL AÑO DE LA BATALLA DE LAS NAVAS DE TOLOSA

Aquel año, en aquella batalla, la Cristiandad se había salvado. Así lo entendie-


ron los cronistas de la época. Tal como ellos lo vivieron 1212 fue un año me-
morable para España, para Europa y para el Islam occidental, y lo fue porque
fue “el año de Las Navas”.

200 1212, un año, un reinado, un tiempo de despegue. Logroño, 2013, pp. 171-200, ISBN 978-84-9960-045-1
Este libro se terminó de imprimir
en mayo de 2013, año en el que
la Asociación Amigos de la Historia Najerillense
celebra su 40 aniversario,
tras cuatro décadas de actividades
con la cultura
Si quiere comprar este libro, puede hacerlo directa-
mente a través de la Librería del Instituto de Estudios
Riojanos, a través de su librero habitual, o cumpli-
mentando el formulario de pedidos que encontrará
en la página web del IER y que le facilitamos en el
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http://www.larioja.org/
npRioja/default/defaultpage.jsp?idtab=488335
ISBN: 978-84-9960-045-1

9 788499 600451

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