palabra francesa étiquette, sencillamente, abarca un conjunto de normas para hacer las cosas en forma correcta y de manera más fácil; ósea es la expresión formal de los buenos modales que son imprescindibles para que todos podamos vivir en sociedad y desenvolvernos de una mejor manera ante todos los demás. El término etiqueta se relaciona con la vestimenta, modales (lenguaje gestual, comunicación oral) y aspectos de comportamiento que conforman la vida social y profesional. Las normas de etiquetas son normas esenciales que deben ser inculcados a todos los seres humanos, ya que estas regulan a las personas de realizar actos inapropiados en un determinado momento, y regulan nuestro comportamiento ante otras personas. Hoy día, la etiqueta equivale a las reglas convencionales de comportamiento, a las costumbres que nos han sido transmitidas y que seguimos al estar en situaciones determinadas. La etiqueta es algo muy fundamental y esencial en todas las personas ya que es como una carta de presentación para los demás. Ya que gracias a esta se propiciará la configuración de una imagen personal que acentúe los atributos de la personalidad interna a través de la proyección de una imagen personal agradable, que facilite una mayor aceptación de los demás. Algunos ejemplos de etiqueta que debemos practicar pueden ser saludar con firmeza, así mismo mirar a los ojos y sonreír. Vestir de forma adecuada a la ocasión Sentarse en una mesa para comer adecuadamente Comer de forma correcta Caminar de forma correcta Saber presentarse Saber hablar Saber escuchar Saber despedir Tener una postura firme Ser respetuoso ante todos Ser puntual Ser cortés Ser amable, etc. Todas las normas de etiqueta las debemos de poner en práctica en todo lugar y con todas las personas Pues nos facilita mucho la convivencia a nivel social y profesional, permitiéndonos una imagen y marca profesional. Las normas de etiqueta se tienen que volver un hábito para saber que estamos haciendo las cosa bien. Mediante la utilización de estas normas y etiquetas podemos mantener buenas relaciones y así damos una buena impresión sobre nuestra personalidad y cultura. Ya que, en nuestra sociedad, y para el logro del crecimiento profesional dentro de las organizaciones, el cuidado de la imagen personal posee suma importancia, pues implica el conocimiento y perfeccionamiento del aspecto exterior, a través del porte, la vestimenta, el habla y las mejores formas para interactuar con nuestro interlocutor Como dicen la primera impresión es la que cuenta” Según los psicólogos sociales, cuando se produce el encuentro con una persona, el período crítico son los primeros 5 minutos y las impresiones que se forman durante ese tiempo persisten y se refuerzan.