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EJE 1 .

LENGUAJE Y COMUNICACIÓN

LECTURA Y  Programa de la asignatura


ESCRITURA
ACADÉMICA  Fernández, P. (2015) ¿Qué es la comunicación
humana? Mito. Revista cultural. Disponible en
OPTATIVA I
https://www.revistamito.com/que-es-la-
LICENCIATURA comunicacion-humana/
EN
ENFERMERÍA  García Costoya, M. (2005) La comunicación
Programa Nacional de Medicación Escolar.
Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología.

 Rincón Castellanos, C.A. Oralidad y escritura.


Unidad 8. Disponible en
https://www.aprendeenlinea.udea.edu.co/boa/
contenidos.php

 Rincón Castellanos, C.A. Unidad 3 La lectura I


y Unidad 4 La escritura I. Disponible en
https://www.aprendeenlinea.udea.edu.co/boa/
contenidos.php

 Spinelli, E. Los modelos de comunicación.


Disponible en https://www.infoamerica.org/
UNIDAD 8: Oralidad y escritura
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Carlos Alberto Rincón Castellanos

UNIDAD 8: ORALIDAD / ESCRITURA


Por: Carlos Alberto Rincón C.

La oralidad no es un ideal, y nunca lo ha sido.


Enfocarla de manera positiva no significa enaltecerla
como un estado permanente para toda cultura.
El conocimiento de la escritura abre posibilidades
para la palabra y la existencia humana que resultarían
inimaginables sin la escritura. [...]
Asimismo, la oralidad nunca puede eliminarse por completo:
al leer un texto se le “oraliza”. Tanto la oralidad como el
surgimiento de la escritura a partir de la oralidad son necesarias
para la evolución de la conciencia.

Walter Ong

La relación entre oralidad y escritura ha sido abordada desde la antigüedad. Platón


(¿427?-347 a. de C.), en el Fedro y en su Carta VII, expresa severas objeciones
sobre la escritura, pues la consideraba una manera inhumana y mecánica de
procesar el conocimiento, insensible a las dudas y destructora de la memoria. Lo
paradójico de este argumento de Platón es que el filósofo manifestaba por escrito
sus reservas sobre la escritura*. Incluso, algunos estudios lingüísticos aún
comparten la visión de Aristóteles, quien también consideraba la escritura como
un “código de segundo orden” o, para expresarlo en términos más comunes, como
una “transcripción gráfica de la lengua oral”.

Por fortuna, diversas investigaciones han logrado establecer las características


propias tanto de la oralidad como de la escritura, sus ventajas y desventajas en la
práctica comunicativa. Hoy en día, sabemos que unas necesidades comunicativas
sólo pueden ser satisfechas culturalmente por medio del discurso oral, mientras
que otras sólo pueden serlo por medio del discurso escrito. Esto es muy
importante porque pone de relieve que la capacidad de comprender y producir
discursos escritos es diferente, y relativamente independiente, de la de
comprender y producir discursos orales. Asimismo, no es posible tratar de
construir una lógica de la escritura sin investigar a fondo la oralidad de la cual
surgió.

Pues bien, vamos a desarrollar entonces las características que les son propias a la
oralidad y a la escritura.

*
En realidad, la epistemología entera de Platón fue, sin advertirlo, un rechazo programado del antiguo mundo vital oral;
el pensamiento filosófico por el que luchaba dependía por completo de la escritura.
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1. LA ORALIDAD

1.1 Es la primera manifestación del lenguaje verbal humano.


1.2. La adquieren y la desarrollan todos los hablantes por el sólo hecho de
convivir con una determinada comunidad lingüística.
1.3 Se manifiesta por medio de sonidos articulados producidos por el aparato
fonador.
1.4 Utiliza como canal o vía de transmisión el aire.
1.5 El mensaje se codifica, por lo tanto, haciendo uso de las cualidades físicas
del sonido: timbre, tono, intensidad y cantidad.
1.6 Es de mayor uso, práctica y frecuencia que la escritura.
1.7 Es fugaz y, por consiguiente, posee poca duración en el tiempo.
1.8 Tiene un número limitado de receptores.
1.9 Permite una modificación inmediata del mensaje y está sujeta a
interrupciones.
1.10 Debido generalmente a la presencia del interlocutor, permite una interacción
continua y un proceso permanente de feed back (señal retorno o
realimentación): un simple gesto del interlocutor, por ejemplo, le puede
indicar al hablante que debe replantear lo que está diciendo.
1.11 El mensaje se refuerza con recursos adicionales como pausas, cambios de
ritmo, de entonación, de tono. La información se complementa con gestos,
ademanes, movimientos (códigos extralingüísticos).
1.12 Con frecuencia, su planeación y organización son simultáneas con su
producción.
1.13 No demanda una esmerada organización gramatical.
1.14 Es menos refinada, más espontánea y más descuidada que la escritura; esto
conlleva a que los errores cometidos durante su emisión posean poca
censura social.
1.15 Siempre tiene lugar en un contexto situacional y en un contexto físico, es
decir, está enmarcada por un conjunto de circunstancias de carácter social,
discursivo, psicológico, cultural, espacial y temporal. Estos contextos
determinan el acto lingüístico, y es por ello que gran parte de la
significación en la oralidad se encuentra por fuera del texto. En muchas
ocasiones, cuando hablamos no necesitamos ser demasiado explícitos, ya
que parte de la significación de lo que decimos está en el contexto
situacional o en el contexto físico. La oralidad nos permite desarrollar
destrezas comunicativas y cognitivas vinculadas a situaciones de
intercambio oral contextualizado, es decir, la comunicación se asocia a un
contexto espacio-temporal y discursivo concreto, a un interlocutor presente
y, con mucha frecuencia, a una actividad cotidiana.
1.16 Es más dinámica e innovadora que la escritura, debido a que facilita el uso
de palabras nuevas (neologismos) y de expresiones coloquiales.
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1.17 Cuando hablamos, no tenemos la manera de operar una reflexión metódica


sobre lo que decimos. Las psicodinámicas de pensamiento propias de la
oralidad no nos permiten autoanalizar nuestro propio pensamiento.
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LA ESCRITURA

La escritura significa la puerta de entrada


a un paradigma nuevo del conocimiento, a una
forma distinta de relacionarnos con la realidad.
Significa aprender a pensar de otro modo.
Daniel Cassany

1. Aunque aceptamos que no es la primera manifestación del lenguaje verbal humano


sino un “sistema secundario de modelado”, queremos advertir con toda claridad que la
escritura no es un simple sucedáneo de la oralidad.
2. Se adquiere a partir de una instrucción especial. Para aprender a escribir, es necesario
someterse a un largo proceso de formación, de entrenamiento y de práctica. Ese largo
proceso exige dedicación y constancia. En contraste con la oralidad, la escritura es
completamente artificial, no hay manera de escribir “naturalmente”*. Esto se debe a que
la escritura está regida por unas reglas que han sido ideadas conscientemente y que
son, por tanto, definibles.
3. Se manifiesta por medio de signos gráficos: grafemas y signos de puntuación.
4. Normalmente utiliza el papel como canal o medio.
5. Por consiguiente, el mensaje se codifica mediante esos signos gráficos, esos grafemas
y signos de puntuación que se plasman en el papel.
6. Es de menor uso, práctica y frecuencia que la oralidad.
7. Es duradera o estable porque se conserva a través del tiempo y del espacio. Ha
permitido fijar y conservar la información. Sin embargo, la escritura no sólo sirve para
registrar información y transmitirla a otros, sino que también encierra un enorme
potencial epistémico, pues nos permite aprender, adquirir conocimiento, evaluarlo y
transformarlo.
8. Puede tener un número ilimitado de receptores.
9. Si el mensaje ya ha sido emitido, no permite una corrección inmediata.
10. La relación entre el emisor (o enunciador) y el receptor (o enunciatario) es indirecta y
mediata.
11. Los elementos de los que se dispone para construir el mensaje son de carácter
estrictamente lingüístico (grafemas) o paralingüístico (signos de puntuación, espacios,
sangrías, negrilla, subrayado, etc.). La información que se trasmite no se puede
complementar con el recurso de códigos extralingüísticos.
12. Exige una planeación previa y una organización cuidadosa. Su ejecución siempre debe
ser posterior a unas etapas previas de planeación. La planeación debe considerar no
únicamente lo que se va a decir, sino también cómo, para qué y a quién se le va a
decir. Lo anterior nos recuerda que la escritura es un proceso semiótico complejo que
requiere de unas fases o subprocesos cíclicos, de unos momentos creativos que no
siguen una secuencia lineal. Esas fases pueden denominarse: invención, redacción de
borradores, evaluación, revisión y edición.
13. Demanda una esmerada organización gramatical. Está mejor estructurada que la
oralidad. He aquí la explicación de por qué nadie puede pretender escribir de la misma
forma como habla.
*
“Afirmar que la escritura es artificial no significa condenarla sino elogiarla. Como otras creaciones artificiales y, en
efecto, más que cualquier otra, tiene un valor inestimable y de hecho esencial para la realización de aptitudes humanas
más plenas, interiores” (ONG, 1987: 85).
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14. Por ser más refinada y más estructurada que la oralidad, los errores que se cometen
en la elaboración de textos escritos tienen una censura social mucho mayor.
15. Carece de contextos situacional y físico, es preciso crearlos lingüísticamente. La
escritura establece lo que se ha llamado un lenguaje “libre de contextos” o un
discurso “autónomo”*. El escritor sabe que por estar aislado de su lector en el tiempo
y en el espacio, debe ser lo suficientemente explícito, pues la significación de lo que
desea comunicar radicará enteramente en el texto, el cual deberá concentrar,
mediante el código lingüístico, todas las pistas que permitan al lector interpretar
debidamente la finalidad comunicativa del escritor.
16. Es más conservadora y menos dinámica que la oralidad. El hecho de ser más estable y
selectiva en el empleo de palabras y expresiones, hace que la escritura se caracterice
por su discreción para aceptar neologismos y formas coloquiales.
17. Para terminar, vamos a referirnos a dos características de la escritura que
consideramos de trascendental importancia: sólo la escritura nos permite autoanalizar
nuestro propio pensamiento y, por tanto, sólo ella nos conduce a la conquista de
nuestro propio YO. Además, nos proporciona modelos —un conjunto de nuevas
categorías— que nos permiten ver el lenguaje, el mundo y nuestra mente de una nueva
forma.

La escritura ha transformado la conciencia humana, la ha vigorizado. En palabras de


Walter Ong: “Para vivir y comprender totalmente, no necesitamos sólo la proximidad,
sino también la distancia. Y esto es lo que la escritura aporta a la conciencia como
nada más puede hacerlo”.

Cuando pretendamos saber qué tanto hemos comprendido un texto, el mejor reto
será escribir sobre él, porque la escritura nos orienta, nos interroga una y otra vez,
discute y dialoga con nosotros mismos, nos exige retornar al texto. Esta posibilidad
que nos brinda la escritura de problematizar el acto mismo de escribir, está
estrechamente relacionada con la liberación del hombre: función primordial de la
educación en general.

*
La autonomía del discurso escrito radica, precisamente, en que hace explícitas, mediante un proceso de expansión, las
circunstancias del contexto situacional. Además, en su estructura se plasman las condiciones sociales de los participantes
y se tiene en cuenta el nivel de conocimiento de los lectores potenciales.
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COMENTARIO FINAL

En una sociedad alfabetizada hay dos formas de lenguaje


—oral y escrita— que son paralelas entre sí. Ambas son
totalmente capaces de lograr la comunicación.
Kenneth Goodman

La cultura escrita es la competencia requerida para la participación


en dominios privilegiados. Y esto vale tanto para los dominios más
técnicos como para los más sociales. Somos los lenguajes que nos
hablan. Somos los lenguajes que hablamos. Multiplicar nuestra
competencia lingüística es ensanchar nuestra longitud de onda cognitiva
y emocional.
Raffaele Simone

Reconocer que la escritura es una tecnología no significa de ninguna manera que


ella sea sólo un proceso meramente técnico, un simple instrumento de
comunicación, aislado de las relaciones sociales, de condiciones de tipo individual,
de tipo textual e, incluso, de tipo pedagógico. Como técnica, ella ejerce diferentes
funciones en la vida cotidiana, es un instrumento de trabajo que nos permite
desarrollar actividades tanto intrapersonales como interpersonales.

“La escritura va más allá de las circunstancias del mundo cotidiano, vivido con
certeza inmediata, y da cuenta de la acción mediante enunciados problematizables
y racionalmente discutibles, con pretensiones de universalidad”, (Jurado Valencia y
Bustamante Zamudio, 1996: 8). Es decir, la escritura rompe con la inmediatez del
mundo vital, la trasciende para interpretarla mediante significados indirectamente
relacionados con la base material. Cómo negar, además, que la escritura tiene
efectos sobre la conciencia del sujeto y que está íntimamente ligada a su deseo.

Debido a su estabilidad y permanencia, la escritura potencia la acción


comunicativa al permitir afianzar y acumular las indagaciones realizadas.

Es cierto, las tecnologías son artificiales; pero en el caso de la escritura estamos


ante una tecnología que, paradójicamente, se ha vuelto natural (y esencial) para el
ser humano. Al igual que la música, la escritura se ha convertido en atributo
esencial de la condición humana. Porque la escritura ha sido interiorizada por el
hombre tan profundamente como la ejecución de la música instrumental. Esta
tecnología ha enriquecido el psiquismo del ser humano, ha desarrollado su
espíritu y ha intensificado su vida interior. Cualquier tecnología de esta
naturaleza, que no degrade la vida sino que, por el contrario, la enriquezca, por
supuesto siempre será bienvenida.

Carlos Alberto Rincón Castellanos


UNIDAD 8: Oralidad y escritura
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Carlos Alberto Rincón Castellanos

BIBLIOGRAFÍA

CASSANY, Daniel. Describir el escribir. Barcelona: Paidós, 1993.

________. Funciones, representaciones y prácticas de lo escrito. Actas de las IIIas.


Jornadas sobre la Enseñanza de la Lengua Española. Granada: 1997.

DÍAZ, Alvaro. Aproximación al texto escrito. Medellín: Editorial Universidad de Antioquia,


1995.

FRÍAS NAVARRO, Matilde. Procesos creativos para la construcción de textos. Santafé de


Bogotá: Magisterio, 1996.

NIÑO ROJAS, Víctor Miguel. Los procesos de la comunicación y del lenguaje. Santafé de
Bogotá: Ecoe, 1998.

ONG, Walter. Oralidad y escritura. Tecnologías de la palabra. México: Fondo de Cultura


Económica, 1987.

PARRA, Marina. Cómo se produce el texto escrito. Santafé de Bogotá: Magisterio, 1996.

PÉREZ GRAJALES, Héctor. Comunicación escrita. Santafé de Bogotá: Magisterio, 1995.


Unidad 3: La lectura I
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Carlos Alberto Rincón Castellanos

UNIDAD 3: LA LECTURA I
Por: Carlos Alberto Rincón Castellanos

“El hombre que no tiene la costumbre de leer está apresado


en un mundo inmediato, con respecto al tiempo y al espacio.
Su vida cae en una rutina fija; está limitado al contacto
y a la conversación con unos pocos amigos y conocidos,
y sólo ve lo que ocurre en su vecindad inmediata.
No tiene forma de escapar de esa prisión.

En cuanto al sabor del discurso, todo depende de la forma de leer.


Que uno tenga sabor o no cuando habla, depende de su método de lectura.
Si un lector obtiene el sabor de los libros, demostrará ese sabor en sus conversaciones,
y si tiene sabor en sus conversaciones no podrá menos que tener sabor en lo que escribe”.

Lin Yutang

“Leer, pues, atrae los aspectos más elevados y primordiales de la mente, involucra
simultáneamente al id, al ego y al superego, o sea, a toda nuestra personalidad.
Por consiguiente, hay dos maneras radicalmente distintas de experimentar la lectura:
o bien como algo de gran valor práctico, algo importante si uno quiere progresar en la
vida; o como la fuente de un conocimiento ilimitado y de las más conmovedoras
experiencias estéticas”.

Bruno Bettelheim

“A la lectura se le suelen asignar funciones relacionadas con lo cognoscitivo, lo afectivo y


lo activo, es decir, con los tres ámbitos de la realización personal [. . .]
Hay, sin embargo, otra función de la lectura no menos importante que las anteriores: su
función social. Es un hecho que hay una fuerte correlación entre los hábitos de lectura de
un pueblo y su desarrollo material y social. Las personas que no leen tienden a ser
rígidas en sus ideas y acciones, y a guiar sus vidas y su trabajo por lo que se les trasmite
directamente. La persona que lee abre su mundo [. . .]
El hábito de la lectura tiende a formar personas abiertas al cambio, orientadas hacia el
futuro, capaces de valorar la planificación y aceptar principios científicos y técnicos”.

Felipe Alliende y Mabel Condemarín

“La ciencia neuropsicolingüística confirma que leer, que la aparente y simple lectura, pone
en funcionamiento y requiere de la presencia efectiva de un número superior a once
habilidades intelectuales diferentes, once habilidades intelectuales diferentes”.

Miguel de Zubiría
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1. IMPORTANCIA DE LA LECTURA DE TEXTOS ESCRITOS

Podríamos continuar indefinidamente presentando citas de diversos autores para


mostrar la importancia de la lectura1: como factor básico en el desarrollo de la
personalidad y del pensamiento, como elemento indispensable en el proceso de
socialización y como práctica fundamental en la adquisición de conocimientos.
Una importancia que nadie se atrevería a cuestionar.

En esta época del surgimiento de innovadoras propuestas pedagógicas y


didácticas, las contribuciones pretenden mostrar diversas vías para desarrollar
competencias relacionales que lleven a una maduración verdadera de la
competencia comunicativa, en general, y al alcance de una adecuada competencia
discursiva, en particular.

Pues bien, en el centro de esas estrategias para aprender a aprender y para


desarrollar competencias relacionales y comunicativas, se siguen ubicando la
lectura y la escritura, como los principales vehículos para apropiarse de la lengua
materna y de la cultura, enriquecer la enciclopedia cultural de un sujeto, favorecer
los procesos de socialización y producir conocimiento. Estudios psicológicos han
puesto en evidencia que un aumento en la capacidad para leer y escribir, trae
consigo un aumento en la capacidad para aprender, a la vez que la lectura y la
escritura aún siguen siendo los medios más eficaces para el desarrollo sistemático
del pensamiento, del lenguaje y de la personalidad.

Frente a la poderosa irrupción de los medios de comunicación de masas basados


en la imagen y en el lenguaje oral, y frente al singular impacto de la moderna
tecnología informática, la lectura de textos escritos sigue siendo el medio más
eficaz para el desarrollo sistemático del pensamiento, del lenguaje y de la
personalidad. Ella ha sido el principal vehículo para subjetivar la cultura y
enriquecer nuestra enciclopedia cultural. Sin olvidar, desde luego, que numerosos
seres humanos somos, en gran medida, el producto de muchos libros.

Además, la lectura es el eje central de las estrategias para aprender y para


desarrollar unas efectivas competencias relacionales: semióticas, discursivas,
cognitivas y comportamentales. Competencias con las cuales la lectura establece
una interesantísima relación dialéctica.

En la vida académica de un estudiante universitario, la lectura juega un papel


decisivo. En ese ámbito académico, la lectura nos remite, de manera ineludible, al
concepto de leer para aprender, en el cual podemos reconocer un objetivo

1
En la introducción a esta guía, hicimos alusión al concepto de lectura integral para referirnos a un proceso dinámico y
cooperativo de descodificación e interpretación de signos articulados, de símbolos, de imágenes y de relaciones.
Advertimos, entonces, que en esta unidad el concepto de lectura se emplea en su acepción más común y específica:
comprensión e interpretación de textos escritos conformados por una secuencia de signos articulados.
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esencial del proceso lector. Un proceso que, a su vez, nos debe remitir a un
pensamiento reflexivo, analítico, con capacidad de interpretación, de crítica y de
creación. El pensamiento propio de un lector dialógico, autónomo, participativo y,
por lo tanto, agente activo y responsable de su propio aprendizaje 2. Recordemos
que el tipo de lectura elegido determina el tipo de pensamiento, y viceversa: una
lectura activa, multiforme y plural implica un pensamiento con estas mismas
características.

Siempre que se alude a la importancia de la lectura se corre un riesgo muy grande:


incurrir en su sacralización. En su texto Lectura y literatura, Javier Navarro nos
advierte que “a la lectura hay que pensarla en relación con lo que se lee, con la
calidad de las obras leídas. La lectura no es algo por sí mismo bueno, ni una
actividad santificadora. Puede ser incluso un medio de alienación más, como la
televisión o cualquiera de los medios masivos de comunicación”. Una observación
hecha hace más de veinte años, pero que no debemos olvidar.

Si aceptamos que un aumento de la capacidad para leer trae consigo un aumento


de la capacidad para aprender, entonces resulta innegable que existe un vínculo
estrecho entre calidad de lectura y éxito académico.

2. LA PROBLEMÁTICA DE LA LECTURA EN LA UNIVERSIDAD

En las tres últimas décadas, la proliferación de trabajos e investigaciones sobre los


procesos de lectura, constituye un hecho bastante notable que da cuenta de una
problemática ciertamente compleja, en la cual están involucrados múltiples
factores. Ya no sólo se trata de encontrar métodos adecuados para solucionar las
serias deficiencias de comprensión de lectura de textos escritos que presenta la
mayoría de los estudiantes3 sino también, y esto puede ser lo primordial, de
configurar un amplio panorama teórico, con aportes de la psicolingüística, de la
sociolingüística, de la pragmalingüística, de la lingüística del texto, del análisis del
discurso, del constructivismo y de la psicología cognitiva; amplio panorama que
permita una mayor comprensión de los procesos de lectura, y descubrir esa
estrecha relación que estos procesos tienen con el aprendizaje.

Al referirnos a esa relación entre calidad de lectura y éxito académico, abordamos


un asunto bastante problemático y que contrasta con la importancia de la lectura:
los estudiantes universitarios presentan serios problemas relacionados con la
comprensión lectora y con la construcción de textos escritos.
2
Resulta muy preocupante que nuestra educación, como lo anotaba Estanislao Zuleta, se haya caracterizado por ser un
sistema de prohibición del pensamiento, de transmisión del conocimiento como un deber. Sujetos pasivos, indiferentes y
dasapasionados son su producto más representativo.
3
Esta es una queja generalizada entre intelectuales y docentes. Esas deficiencias en la comprensión lectora y en la
construcción de textos escritos tienen consecuencias directas en la formación académica de los estudiantes y,
posteriormente, en la baja calidad de los profesionales.
Unidad 3: La lectura I
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Carlos Alberto Rincón Castellanos

Esta es una queja generalizada entre intelectuales y docentes. Esas deficiencias en


la comprensión lectora y en la construcción de textos escritos tienen
consecuencias directas en la formación académica de los estudiantes y,
posteriormente, en la baja calidad de los profesionales.

Salomón Kalmanovitz (1989: 16) considera que la universidad colombiana no ha


resuelto estas deficiencias de lectura y de escritura, y asegura que “los egresados
que cuentan con estas habilidades de lectura y redacción tienen “éxito” en el
mercado de trabajo, precisamente porque el nivel medio de los profesionales no
cuenta con estas capacidades, con el agravante de que la incultura conduce a la
pasividad, o sea, a la carencia de iniciativa para enfrentar y resolver problemas”.

Atendamos también otras reflexiones más recientes:


Jairo Montoya, profesor de la Universidad Nacional, piensa que “Es función de la
Universidad continuar el proceso de enseñanza de la lengua materna iniciado en
los niveles primario y secundario de educación y asegurarse de que sus
estudiantes la utilicen como instrumento eficaz en la obtención, difusión y creación
de conocimiento científico, técnico, artístico y cultural. Sin embargo, las
deficiencias lingüísticas y comunicativas con que ingresan los bachilleres al
sistema de educación superior entorpecen, en la mayoría de los casos, el
rendimiento académico de los aspirantes a un título universitario y dificultan su
posterior proyección en su respectivo campo profesional” (1991: 3).

“El descuido en el desarrollo de las habilidades comunicativas por parte de la


Universidad, es originado porque se parte del falso supuesto de que el estudiante
universitario está en capacidad de ejercer las actividades comunicativas de
escuchar, hablar, leer y escribir de una manera eficaz. Nuestra experiencia
docente y algunas investigaciones realizadas nos demuestran lo contrario: los
estudiantes presentan serios problemas relacionados con la construcción de textos
y con la comprensión lectora, que la Universidad debe ayudar a resolver, pero no
cuenta con recursos docentes necesarios para solucionar estas deficiencias”
(Marina Parra, 1991: 48).

“Lamentablemente, la mayor parte de los estudiantes de educación superior, e


incluso numerosos profesionales, tienen serios problemas para escribir
argumentos coherentes y convincentes. Así lo confiesan con frecuencia docentes y
profesionales de distintas áreas: abogados, comunicadores sociales, filósofos,
sociólogos. Entre las principales causas de este problema habría que citar la
ausencia de un currículo de lengua materna orientado a desarrollar habilidades
de pensamiento crítico y creativo, y el hecho de que numerosos profesores de esta
área no han sido entrenados adecuadamente para enfocar la enseñanza del
español en tal sentido” (Álvaro Díaz, 1996: 11).
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Finalmente, María Cristina Martínez, profesora de la Universidad del Valle, afirma


que “son muy pocos los estudiantes que a través de su escolaridad han logrado
desarrollar estrategias discursivas que les permitan comprender los textos
generales y menos aún aprender de los académicos” (1997: 22).

Como vemos, el panorama de esta problemática no ha cambiado mucho en los


últimos treinta años. Léase bien: en los últimos treinta años. Ante esta situación
poco alentadora surgen múltiples interrogantes: ¿cuáles son las causas de esas
deficiencias de lectura y de escritura que presentan los estudiantes universitarios?,
¿por qué después de más de treinta años este problema continúa manifestándose
más o menos de la misma manera?, ¿qué preparación, qué entrenamiento deben
recibir los docentes de español como lengua materna para enfrentar esta
problemática en forma adecuada?, ¿cuáles son los mecanismos para lograr que los
estudiantes realicen sus lecturas de estudio como auténticas prácticas semióticas,
como procesos efectivos de exégesis y hermenéutica?, ¿qué estrategias4a corto,
mediano y largo plazo se deben diseñar, entonces, para ayudarles a los
estudiantes a superar esas deficiencias?, ¿qué hacer para poder incidir en el
proceso de conocimiento de los estudiantes y desarrollar en ellos unas eficaces
estrategias que les permitan alcanzar un alto nivel de competencia lectora y
escritural?, ¿qué es lo que consideramos, por lo tanto, una buena competencia
lectora ? Obviamente, ofrecer respuestas satisfactorias a todos estos interrogantes
no es nada fácil.

Nuestra experiencia docente nos ha demostrado, de modo contundente, que las


estrategias encaminadas al mejoramiento de los procesos de lectura y de escritura
no pueden limitarse a la pura competencia lingüística ni al manejo adecuado de
los códigos gramaticales. Es necesario recurrir también al concurso de las ya
varias veces mencionadas competencias semióticas, discursivas, cognitivas y
comportamentales, para que el proceso de lectura se desarrolle a cabalidad.

NOTA: toda la bibliografía de las unidades dedicadas a la lectura aparece al final de la Unidad
13.

4
En términos generales, entendemos por estrategia un plan de acción para lograr un objetivo. Para Ausubel, una
estrategia es un procedimiento específico o una forma de ejecutar una habilidad determinada.
Unidad 4: La escritura I
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UNIDAD 4: LA ESCRITURA I
Por: Carlos Alberto Rincón Castellanos

“La escritura es quizás el mayor de los inventos humanos, un invento que une personas,
ciudadanos de épocas distantes que nunca se conocieron entre sí”.

Carl Sagan

“Sin la escritura, el pensamiento escolarizado no pensaría ni podría pensar cómo lo hace,


no sólo cuando está ocupado en escribir, sino incluso normalmente cuando articula sus
pensamientos de manera oral. Más que cualquier otra invención particular, la escritura
ha transformado la conciencia humana”.

Walter J. Ong

“Escribir es, de alguna manera, poner afuera nuestro pensamiento. La escritura expone
nuestro yo. Cuando escribimos logramos asistir a una puesta en escena de nuestra
subjetividad. Gracias a la escritura, hacemos permanentes actos de reconocimiento, de
agnición. Nos convertimos en actores y espectadores de nuestra propia obra”.

Fernando Vásquez Rodríguez

“Por medio de la especulación oral no es posible el desarrollo de la academia y de la


ciencia. La escritura ha de convertirse en práctica reguladora de la comunicación, pues
sólo así puede instaurarse la interlocución académica y científica, y abrirse el camino
hacia la generación de nuevo conocimiento. Es fundamental propiciar condiciones para
que se asuma la escritura como un compromiso ineludible con el saber, sin caer en la
información enciclopedista, y como un testimonio de la sensibilidad académica y del
espíritu crítico”.

Fabio Jurado Valencia

“La escritura potencia la acción comunicativa discursiva porque facilita el


descentramiento al separar los enunciados de la situación en que nacen [...] La escritura
rompe con la inmediatez de la situación y obliga a una interpretación en términos del
contexto [...] La escritura permite también visualizar la estructura del lenguaje”.

Antanas Mockus

“Escribir es nacer de nuevo. Darse a luz uno mismo. Recrear el goce. Es, en fin, ser doble”.

Louis Timbal-Duclaux

“El aprendizaje de la escritura, a semejanza del aprendizaje del arte musical, debe
provenir de una vocación, un llamado al cuerpo pulsional. [...] La escritura debe ser una
respuesta del cuerpo, emanada de los rasgos de carácter, a la convocatoria de civilidad
Unidad 4: La escritura I
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Carlos Alberto Rincón Castellanos

que le hace la sociedad al sujeto. La escritura no es algo externo, no debe pensarse como
algo que hace parte de los adornos exteriores de una persona. Así como leer no es
simplemente vocalizar lo escrito, escribir debe ir más allá de fraguar frases correctas”.

Rodrigo Navarro Marín

“El habla se genera, principalmente, en relación con una función materna; mientras que la
escritura aparece ligada más con una función paterna”.

Guillermo Bustamante Z.

“Creo que todo el mundo debería escribir, como ejercicio personal, independientemente de
resultados literarios o eventuales publicaciones. Escribir sienta muy bien, es beneficioso
para la salud mental del hombre. De la misma manera que el mutismo intoxica,
expresarse, hablar y escribir, desintoxica”.

Carlos Gumpert

1. IMPORTANCIA DE LA ESCRITURA

Al igual que lo advertimos con la lectura, también aquí podríamos continuar en


forma indefinida presentando citas para referirnos a la importancia de la escritura.
Pero es indispensable que precisemos desde ya este concepto.

Definimos la escritura como el uso consciente, reflexivo y controlado del código


escrito para generar texto en ausencia de contexto situacional. Esto significa que
vamos a incluir en el concepto de escritura tanto el código escrito como el proceso
semiodiscursivo de producción de diversas clases de textos lingüísticos1. Es claro,
entonces, que cuando hablamos de escritura no estamos haciendo alusión
simplemente al sistema semiótico visual y espacial ni a la mera realización de unas
grafías, o a la ancestral rutina académica de copiar en un cuaderno lo que está
escrito en un libro2. Para nosotros, todo acto de escritura auténtica implica
siempre un proceso semiótico, una función semiótica. Sólo esta escritura rompe
con la inmediatez del mundo vital, la trasciende para interpretarla mediante
significados indirectamente relacionados con la base material —cómo negar,
además, que este tipo de escritura tiene efectos sobre la conciencia del sujeto y
que está íntimamente ligada a su deseo—.

Ahora bien, ese uso consciente, reflexivo y controlado del código escrito implica un
conocimiento de la gramática de la lengua (ortografía, aspectos morfosintácticos,
etc.), de los mecanismos de cohesión del texto (conectivos, referencias, elipsis,

1
No conservaremos, por consiguiente, la distinción que algunos autores establecen entre escritura y escribir, para
designar con el primer término al código escrito y, con el segundo, al proceso de la composición.
2
En la academia, suele suceder que las ideas pasan de las notas del profesor al cuaderno del estudiante, sin pasar por la
cabeza de ninguno de los dos.
Unidad 4: La escritura I
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Carlos Alberto Rincón Castellanos

puntuación, etc.), de las diversas formas de coherencia según el tipo de texto, de


factores pragmáticos, estilísticos, retóricos3 e, incluso, de las sutiles convenciones
sobre la disposición espacial del texto (márgenes, espacios en blanco, tamaños de
las letras, etc.).

En la adquisición de todo este conocimiento, la lectura desempeña un papel


preponderante. Las investigaciones han demostrado que la competencia lectora es
la habilidad lingüística que más se relaciona con la escritura. Es decir, nuestra
capacidad para escribir se desarrolla no sólo a partir de una instrucción especial y
de una práctica sistemática y permanente, sino también a partir de la lectura, de la
comprensión e interpretación de textos escritos. En definitiva, parece que antes de
aprender a escribir debemos aprender a leer.

La escritura es una tecnología dinámica y moderna que ejerce múltiples funciones


en nuestra vida cotidiana (funciones intrapersonales e interpersonales)4, está
relacionada con todas las áreas del ejercicio laboral y con las diversas disciplinas
de estudio. Por estar dotada de una dimensión social, cognitiva y discursiva, es un
poderoso instrumento de aprendizaje, de reflexión y de comunicación, que nos
permite desarrollar actividades personales, académicas y profesionales.

La escritura cambia nuestra forma de comprender el mundo y es un excelente


recurso para aprender a pensar de un modo científico. Con una educación
adecuada, sus aspectos técnicos y metodológicos pueden ser enseñados y
aprendidos.

El empleo consciente, reflexivo y sistemático de la escritura desarrolla las


capacidades cognitivas y comunicativas. La escritura potencia la comunicación
porque propicia el descentramiento y objetiva el pensamiento; desvincula los
enunciados de la situación de la que surgen y genera formas de pensamiento más
complejas y sostenidas. Además, la escritura hace posible visualizar la estructura
del lenguaje, almacenar conocimiento y liberar la mente del compromiso de
memorizar.

El sujeto que ha aprendido por medio de la escritura a organizar su pensamiento y


a desvincular sus comunicaciones de la inmediatez de la situación en la que se
producen, posee una mayor autonomía y una superior capacidad de análisis y
reflexión. Desde luego, lo anterior debería ser una característica de todos los
profesionales universitarios.

3
“El problema retórico está formado por todos los elementos de la situación de comunicación: la audiencia, la relación
con el autor, los roles del emisor y del receptor, el tema del que se habla, el canal, el código, etc. También incluye los
propósitos u objetivos que se traza el autor”. Daniel Cassany, Describir el escribir, Barcelona, Paidós, 1993, p. 149.
4
Para ampliar la información sobre estas funciones, ver Daniel Cassany: “Funciones, representaciones y prácticas de lo
escrito. Algunas consideraciones sobre didáctica de la composición”. pp. 17-20.
Unidad 4: La escritura I
41
Carlos Alberto Rincón Castellanos

2. LA PROBLEMÁTICA DE LA ESCRITURA EN LA UNIVERSIDAD

Al exponer la problemática de la escritura podemos resultar redundantes, puesto


que ella marcha paralela y completamente vinculada a la de la lectura: Los
estudiantes universitarios presentan serios problemas relacionados con la
construcción de textos escritos y con la comprensión lectora.

La problemática de la escritura en la universidad se inscribe, obviamente, en una


problemática mucho mayor: en la de los diversos órdenes de la vida sociocultural
y política del país y en la de todo el aparato educativo colombiano.

Un alto índice de analfabetismo funcional ha caracterizado a la comunidad


universitaria. Nos preguntamos: ¿Por qué un enorme porcentaje de estudiantes y
profesionales universitarios no producen textos escritos?

El intento de ofrecer respuestas a este interrogante debe comenzar por un


reconocimiento: en nuestro medio no ha existido, por desgracia, una conciencia
categórica del papel fundamental que la escritura desempeña para el individuo y
para la sociedad. Y obviamente tampoco ha existido esta conciencia de su
importancia en el campo educativo, tanto para el maestro como para el alumno.
Incluso, hay quienes aún se resisten a admitir la trascendencia que el ejercicio de
la escritura tiene en el mundo moderno; ingenuamente continúan creyendo que la
escritura es una simple habilidad lingüística, ignoran que ella es soporte y
herramienta imprescindible para la estructuración y el desarrollo pleno de la
capacidad de pensamiento crítico e independiente de todo sujeto letrado, y
desconocen su función primordial en los procesos de construcción y apropiación
del conocimiento científico. Se ha generalizado la perniciosa creencia de que el
ejercicio de la escritura es un dominio exclusivo de la literatura o de las
humanidades, o de unos pocos privilegiados, sujetos dotados de un talento innato
y de una particular sensibilidad.

En la escritura, es preciso establecer una distinción entre el código escrito y el


proceso de la composición del texto. El código escrito se concibe como una
competencia (el saber), como un conjunto de conocimientos de gramática y de
lengua que posee el escritor, como un sistema semiótico visual y espacial. Por su
parte, la composición del texto se entiende como una actuación (el saber hacer),
como un proceso semiodiscursivo de producción textual; el uso consciente,
reflexivo y controlado del código escrito; el empleo de un conjunto de estrategias
comunicativas con el propósito de generar un texto escrito.
Unidad 4: La escritura I
42
Carlos Alberto Rincón Castellanos

Cassany destaca la importancia de esta distinción, puesto que partiendo de ella se


desarrollan unas estrategias orientadas a “la adquisición del código” y otras
vinculadas con “el proceso de la composición” 5.
Es indudable que la adquisición del código se lleva a cabo por medio de una
instrucción especial, de una entrada de información. Se trata, en realidad, de
aprender un código nuevo que es sustancialmente distinto del código oral. Los
códigos oral y escrito son dos códigos diferentes y autónomos, desarrollan
funciones distintas en una comunidad lingüística; aunque en determinados casos
dichas funciones puedan ser complementarias.

Por eso, nadie debe pretender escribir de la misma manera como habla, pues la
escritura no es un simple sucedáneo de la oralidad. Hablar y escribir son
actividades psicolingüísticas productivas, ambas tienen un proceso productivo y
uno interpretativo. Pero el código escrito posee sus propias características. En la
enseñanza y en el aprendizaje de la lengua, los códigos oral y escrito deben
tratarse de manera equilibrada e independiente.

En cuanto al proceso de la composición del texto escrito, en él podemos identificar


tres grandes etapas: la planeación, la ejecución y la revisión. La planeación puede
ser considerada oralidad, pero también escritura. Cuando se planea, es probable
que ya se está escribiendo, puesto que la planeación debe considerar no sólo el
qué sino también el cómo, el para qué y el a quién se le va a escribir.

¿Quién puede escribir con claridad sobre algo que desconoce? En palabras de
Villarreal Vásquez (1993: 421),“se escribe sólo de aquello que se sabe; más aún, de
aquello que se sabe y se comprende; y mucho más todavía, sólo de aquello que se
sabe, se comprende y se aprecia”.

Como vemos, escribir es una actividad compleja. En la elaboración de un texto


escrito, se emplean variadas estrategias comunicativas y se recurre a múltiples
convenciones. Además, por medio del proceso de la redacción se estructura,
organiza y se expresa con la suficiente claridad el pensamiento. Gracias a la
práctica de la escritura, el hombre puede llegar a analizar su propio pensamiento,
a operar una reflexión directa sobre lo que escribe.

De otro lado, muchos docentes han ignorado con demasiada frecuencia que la
adquisición de la escritura no es un proceso meramente técnico, aislable de las
condiciones en que se da: condiciones de tipo social, individual, textual y
pedagógico.

De tipo social: las condiciones del contexto socioeconómico y cultural colombiano


no han permitido un acceso equitativo al acervo cultural de la humanidad,
estrechamente vinculado con la práctica de la lectura y de la escritura.
5
Daniel Cassany, Describir el escribir, Barcelona, Paidós, 1993,194 p.
Unidad 4: La escritura I
43
Carlos Alberto Rincón Castellanos

De tipo individual: no se contraponen a las anteriores sino que las presuponen. La


escritura es una tecnología que tiene efectos innegables en la conciencia de los
sujetos. Ella nos brinda la posibilidad de reestructurar nuestro pensamiento y de
visualizar la estructura del lenguaje. Además, la escritura está muy ligada al deseo
del sujeto y a su autoestima. Normalmente, una persona con una autoestima baja
no escribe. Cuando en la academia se habla de asumir la escritura como un
compromiso, se corre el grave riesgo de plantearla como un deber, como una
imposición externa al individuo, como un requisito académico más; y no como una
auténtica respuesta emanada del deseo, de los rasgos del carácter y de variadas
necesidades y compromisos del sujeto.

De tipo textual: vinculadas con el contenido, con el propósito, con la estructura y


con la naturaleza de los textos. Estas condiciones han permitido hablar de
exigencias de la escritura relacionadas con operaciones de alto nivel —todos los
subprocesos involucrados en el proceso de la composición de un texto— y con
operaciones de bajo nivel —habilidades secretariales y de redacción—.

De tipo pedagógico: en la enseñanza de la escritura se ha establecido una


distinción entre las técnicas y las estrategias orientadas a la adquisición del código
escrito y las que se vinculan con el proceso de la composición. Sin embargo, tanto
en unas como en otras, en muchos cursos de español como lengua materna se
han cometido desaciertos y excesos, y se han profesado fanatismos de diversa
índole que han contribuido a inhibir aún más el deseo de escribir de los
estudiantes. Y prácticamente todos estos cursos se han desarrollado con una
metodología que ha conducido a programar y a evaluar los escritos de los
alumnos como productos terminados, y no como borradores propios del proceso
de la composición6.

Para no extendernos demasiado en estas condiciones, creemos que basados en un


enfoque dinámico, propio de las didácticas procesales de la composición escrita7, y
desde una perspectiva operativa, pragmática y funcional de la lengua, que
contemple el lenguaje como una forma de actividad humana, con hablantes-
oyentes-lectores-escritores reales, se pueden diseñar estrategias efectivas que
contribuyan a mejorar la capacidad de escribir de los estudiantes, para lo cual el

6
Ernest Hemingway comentaba que la última página de Adiós a las armas la reescribió treinta y nueve veces,
simplemente porque creía que cada vez debía organizar mejor las palabras.
7
Estas didácticas parten de la identificación de cinco componentes: 1. COMPONENTE MOTIVACIONAL Y DE
CONTROL GLOBAL (define la meta de un texto, su audiencia, su estilo, etc.). 2. COMPONENTE CONCEPTUAL
(define la estructura conceptual del texto en términos de unidades significativas, organizadas en torno a tópicos, temas,
marcos, etc.). 3. COMPONENTE LEXICAL (proyecta lo conceptual en las expresiones lexicales adecuadas). 4.
COMPONENTE SINTÁCTICO (0rganiza los componentes anteriores en estructuras sintácticas dotadas de cohesión y
de coherencia). 5. COMPONENTE NOTACIONAL Y ORTOGRÁFICO (permite concretar la expresión escrita del
texto producido).
Unidad 4: La escritura I
44
Carlos Alberto Rincón Castellanos

curso de español como lengua materna debe fijarse los siguientes objetivos
generales:

 Ampliar y consolidar la enciclopedia cultural del estudiante, ya que ésta es el


supremo código de la escritura. Nadie puede escribir sobre aquello que no sabe
ni comprende.

 Mediante la práctica de la escritura, estimular el desarrollo del pensamiento


creativo o divergente, puesto que la creatividad está estrechamente ligada a
dicha práctica.

 Diseñar estrategias que faciliten la producción de textos escritos claros,


precisos, coherentes y adecuados, que sean la demostración de la existencia de
un pensamiento organizado y de una personalidad sólidamente integrada, con
una visión abierta hacia el futuro, capaz de interactuar con su medio y de
servirse de las tecnologías propias del mundo moderno.

 Emplear el lenguaje de manera monogestionada, sostenida e independiente del


contexto de emisión y producción del discurso.

 Desarrollar conductas metacognitivas sobre los usos del lenguaje escrito: “Se
aprende a escribir reflexionando sobre lo que se escribe”.

 Producir un grado de motivación que no sea sólo el despertar del interés por
escribir sino el mantenimiento del gusto por hacerlo8.

Es cierto que los cursos de español no pueden pretender enseñarle a nadie a ser
escritor profesional —y menos aún de textos literarios—. Pero su propósito final sí
debe ser, como lo afirma el profesor Villarreal Vásquez (1993: 418), conseguir que
los estudiantes escriban “como personas sólidamente integradas y partícipes con
su época, con las nuevas técnicas y métodos actuales, y con una visión abierta
hacia el futuro”.

No estamos muy seguros de haber contestado la pregunta inicial; sin embargo,


creemos haber presentado elementos que, sin lugar a dudas, hacen parte de una
respuesta que no es nada simple. A ese primer interrogante, podemos agregar
otro: ¿Quiénes aprenden a escribir? 9

8
“Crear hábitos de lectura y escritura” es un objetivo que nos hemos encontrado consignado en muchos programas de
español. Este objetivo convierte la lectura y la escritura en resultados de una acción instructiva del maestro, ajena a los
deseos e intereses del alumno: se debe leer y escribir, independientemente del sentido y del propósito que estas acciones
tengan, puesto que hábito es también adicción.
9
Las estadísticas de Villarreal Vásquez son muy ilustrativas de la problemática de la escritura: sólo el 5% de los
estudiantes que han pasado por sus cursos aprende a escribir sin un método; el 25% logra aprender mediante algún tipo
de metodología, y el 70% no aprende a escribir en forma aceptable, ni con método ni sin él.
Unidad 4: La escritura I
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Carlos Alberto Rincón Castellanos

Queremos terminar estas reflexiones sobre la problemática de la escritura en la


universidad, con una cita que alude a una situación inquietante:

“Reflexionando sobre la escritura como registro de la cultura de un pueblo, de una


producción que puede favorecer su independencia, su autonomía, no deja uno de
mirar con cierta malicia el mayor estímulo de algunos organismos internacionales
e instituciones nacionales a la promoción de la lectura y a la investigación de la
comprensión de ésta, en relación con el estímulo a la escritura en cuanto
construcción de universos referenciales, emotivos y poéticos; no deja uno de
encontrar en dicho estímulo la voluntad de mantener e incrementar la diferencia entre
pueblos constructores y pueblos consumidores de conocimiento” 10.

NOTA: toda la bibliografía de las unidades dedicadas a la escritura aparece al


final de la Unidad 14.

10
Rubén Arboleda Toro, Lengua escrita y rendimiento escolar, En: Guillermo Bustamante y Fabio Jurado (comp.), Entre
la lectura y la escritura, Santafé de Bogotá, Magisterio, 1997, p. 44.
LOS MODELOS DE COMUNI- • Comunicación que pone énfasis
CACIÓN en los procesos culturales.

Es importante destacar que según


Por Eleonora Spinelli este autor estos modelos
comunicacionales no pueden pensarse
como “puros”, como compartimentos
Comenzar a problematizar el sen- estancos, sino que coexisten y se encuen-
tido de la comunicación nos lleva a pen- tran presentes en distintas instancias de
sar desde que diferentes lugares se puede comunicación (interpersonal, masiva,
entenderla y desde que modelos; asocia- institucional, etc). La diferencia que se
dos a determinados contextos históricos y establece entre unos y otros radica en que
paradigmas de pensamiento, se ha venido acentúan determinados aspectos (conteni-
desarrollando este concepto. dos, efectos procesos) por sobre otros, lo
En este sentido, la importancia del cual no significa que puedan encontrarse
reconocimiento de estos distintos mode- rasgos de otros en diferentes proporcio-
los comunicativos se relaciona con la nes.
posibilidad de hacer visibles procesos
comunicacionales que muchas veces da-
mos por supuestos y naturalizados. En- 1. Énfasis en la transmisión de
tender las concepciones de sujeto (ya sea información
el emisor o el receptor), de mensajes, de
poder, de saber que subyace en cada uno En este modelo la comunicación
de ellos nos da la posibilidad de poder es entendida solo como transmisión de
desandar nuestra mirada y pensar, en información de un emisor (E) que envía
nuestros propios ámbitos de referencia, su mensaje (M) a un receptor (R). Aquí el
como nos comunicamos con los otros, emisor es el único protagonista activo del
nuestros interlocutores. proceso frente a un receptor pasivo.
Para dar cuenta de estos diferentes Es decir que quien emite, es quien
lugares desde los que puede entenderse la posee el saber legítimo del contenido del
comunicación, Mario Kaplún 1 reconoce mensaje; mientras que al receptor, no se
en su análisis tres modelos, a los que le le reconoce otro papel que el de decodifi-
agregamos un cuarto: car correctamente la información que se
le propone.
• Comunicación que pone el énfa- El modo de comunicar que preva-
sis en la transmisión de infor- lece en este caso es el monólogo.
mación. Pensando ahora la relación comu-
• Comunicación que pone el énfa- nicativa que se establece, podemos decir
sis en los efectos. que la misma es vertical y unidireccional;
ya que el emisor domina, es el dueño, el
• Comunicación que pone el énfa-
protagonista.
sis en los procesos intersubjeti-
vos.
“En la medida en que sigamos
asumiendo el clásico rol de emisores, de
poseedores de la verdad que dictamos esa
1
Kaplún, Mario. “El comunicador popular”. Cap verdad a los que ‘no saben’; en la medida
1: Modelos de educación y modelos de comunica- que sigamos depositando informaciones e
ción. Ed. Lumen-Humanitas. Argentina. 1996.

1
ideas ya ‘digeridas’ en la mente de nues- dueño de la comunicación, que envía un
tros destinatarios, por liberadores y pro- mensaje a un receptor que continúa redu-
gresistas que sean los contenidos de cido a un papel subordinado; pero ahora
nuestros mensajes, continuaremos tribu- aparece una respuesta, denominada re-
tarios de una comunicación autoritaria, troalimentación (feedback) la cual es re-
vertical, unidireccional.”2 cogida por el emisor.
A simple vista el modelo puede
ser percibido como alfo mas equilibrado y
Mensaje participativo, ya que aparentemente, le
E R reconoce un papel más activo al receptor
(reacción ante el mensaje recibido). Sin
embargo Se descubre que el feedback
tiene un significado y una función muy
2. Énfasis en los efectos diferentes, porque comunicar se relaciona
con imponer conductas y lograr acata-
Si el primer modelo es de origen miento y en tal contexto la retroalimenta-
europeo, el segundo, nació en los Estados ción es solo la comprobación del efecto
Unidos, en pleno siglo XX durante la previsto, es decir, la reacción del sujeto
segunda guerra mundial. Sin embargo no ante la propuesta de comunicación.
es hasta la década de los sesenta que llega Entonces la comunicación es posi-
a América Latina en la llamada “Década tiva si el sujeto acata la propuesta o nega-
del desarrollismo”, como una respuesta tiva si la rechaza. En este último caso, el
de la alianza para el progreso al problema feedback le sirve al emisor como instru-
del “Subdesarrollo”. mento de verificación y control: puede
Se pensaba que la solución para la ajustar los próximos mensajes, regularlos,
pobreza en que hallaban sumidos nuestros hacerles los cambios formales requeridos
países, era la modernización, es decir, la para obtener el efecto prefijado, la res-
adopción de las características y los mé- puesta deseada.
todos de producción de los países capita-
listas desarrollados.
Las innovaciones tecnológicas,
entre ellas los medios de comunicación, Mensaje
eran vistas como la panacea para todos
nuestros males; ellas por sí solas permiti- E R
rían obtener progresos. En este sentido la
comunicación como herramienta de per- Feedback
suasión será un concepto clave de éste
modelo. Ya no se trata como en el ante-
rior solo de informar sino de convencer,
de manejar, de condicionar al sujeto para 3. El énfasis en el proceso inter-
que adopte la nueva conducta propuesta. subjetivo
El esquema de comunicación per-
suasiva, introduce una diferencia impor- Para entender la comunicación
tante con respecto al modelo anterior. como proceso, es importante reconocer
Sigue habiendo un emisor protagonista, dos acepciones del término, que aun hoy
coexisten.
2
Idem 1. pp26.

2
• Acto de informar, de transmitir, de En esta linea, M. Kaplún, propone
emitir. COMUNICAR. incorporar el término EMIREC, amalga-
• Dialogo, intercambio, relación de ma de emisor y receptor. Todo hombre
compartir. COMUNICARSE. debe ser visto y reconocido, como un
EMIREC y tiene derecho a participar en
Esta última, es la acepción más el proceso de comunicación actuando
antigua y humana que expresa una idea de alternadamente como emisor y receptor.
comunidad y comunión, que ha ido per-
diendo su sentido originario a partir de la
irrupción de los medios masivos. La for-
ma de operar de estos medios se convirtió
en modelo referencial, en paradigma de
comunicación. Una reducción de la co-
municación humana, concepto que impli-
ca reciprocidad a favor de la información
y la comunicación. EMIREC EMIREC
La controversia para recuperar en
sentido original del concepto de comuni-
cación entraña mucho más que una cues-
tión semántica. Ella conlleva una reivin-
dicación humana y sobre todo una reivin-
dicación de los sectores dominados, hasta
ahora excluidos de las grandes redes
transmisoras. La polémica, tiene una di-
mensión social y política. 4. Énfasis en los procesos cultura-
Para los teóricos e investigadores les
latinoamericanos, la verdadera comunica-
ción no esta dada por un emisor que habla Si bien los modelos que plantea
y un receptor que escucha, sino por dos o Mario Kaplún son de mucha utilidad para
mas seres o comunidades humanas que comenzar a mirar la comunicación en
intercambian y comparten experiencias, nuestras propias instituciones, nos resulta
conocimientos, sentimientos. Es a través necesario incorporar nuevas dimensiones
de ese proceso de intercambio como los de análisis que amplían y complejizan la
seres humanos establecen relaciones entre mirada de los procesos comunicacionales.
sí, y pasan de la existencia individual En este sentido, la propuesta que
aislada a la existencia social comunitaria. realiza Kaplún acerca de la idea de EMI-
Desde esta perspectiva podemos REC propone un salto cualitativo respec-
definir la comunicación como: “la rela- to a los modelos previos, pero aún así no
ción comunitaria humana que consiste en incorpora una categoría que creemos fun-
la emisión/ recepción de mensajes entre damental a la hora de pensar a la comuni-
interlocutores en estado total de recipro- cación más allá de la transmisión de in-
cidad” 3 formación, de los medios y de los efectos.
Desde este lugar, pensar la comu-
nicación como producción social de sen-
tidos permite ampliar la mirada hacia el
3
Pasquali, Antonio. Comprender la Comunica- terreno de la cultura. Es decir que, reco-
ción. Monte Avila. Caracas. 1979

3
nocemos los procesos culturales, como
aquellos espacios dentro de los cuales se
produce una lucha por el sentido, donde
los sujetos (individuales o colectivos)
interpelan y se ven interpelados en una
puja constante por la significación.
Aquí comenzamos a ver una nue-
va dimensión, en la que los procesos co-
municacionales ya no pueden pensarse a
partir de roles de emisión y recepción
prefijados y alternados, sino más bien
como un interjuego constante aun en la
diferencia y la asimetría.
Si bien se configura un receptor
activo, que completa el sentido de la co-
municación desde su propia lectura (E.
Verón), este nuevo lugar que se le da al
receptor no debe dejar de lado el papel
que el poder juega en los procesos socio-
culturales y, como parte de ellos, los co-
municacionales, en los procesos hegemó-
nicos.
Reconocer a la cultura como el
espacio de lucha por el sentido, como un
campo de negociaciones y tensiones, co-
mo el lugar desde el cual se configura la
identidad, nos obliga a reconocer a la
comunicación desde una mirada diferente
que implica recuperar el contexto desde el
cual los sujetos le dan sentido a sus prác-
ticas.

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