Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Sea lo primero señalar que en esta oportunidad procede la Sala a recoger la tesis
que permite la posibilidad de discutir la legalidad del acto administrativo dentro del
proceso ejecutivo, cuando éste es el título ejecutivo; para en cambio asumir como
tesis, la de la imposibilidad de proponer, en esos eventos, excepciones diferentes
a aquellas señaladas en el inciso 2 del artículo 509 del C. P. Civil.
CONSEJO DE ESTADO
SECCION TERCERA
I. ANTECEDENTES
iii. Que en 1990 ocurrió un siniestro consistente en la rotura de una tubería por
defectos de soldadura, el cual fue comunicado a la sociedad contratista y a la
compañía aseguradora.
iv. Que Ecopetrol profirió la Resolución No. 016 de 1992, por medio de la cual
declaró la ocurrencia del siniestro amparado con la póliza No. 0720982, ordenó
hacerla efectiva, y determinó que los daños causados por la sociedad contratista
ascendían a la suma de $415’624.805.
vi. Que la Sociedad Protexa S.A. presentó demanda contractual ante el Tribunal
Administrativo de Cundinamarca con el fin de que se declarara la nulidad de estas
Resoluciones.
4. El a quo ordenó la corrección de la demanda al considerar que no se habían
aportado ni la copia del contrato No. LEG049-84 y sus adicionales, ni copia de la
póliza No. 0720982, las cuales fueron oportunamente allegadas por el ejecutante.
Afirmó, que la causal de violación del derecho de defensa y del debido proceso se
dirige a atacar la validez del acto administrativo, lo que no puede ser objeto de
debate dentro del proceso ejecutivo. Sin embargo, manifestó que los ejecutados
tuvieron la oportunidad ante la administración de dar las explicaciones necesarias
sobre la ocurrencia del siniestro, sin resultar satisfactorias, lo que conllevó a la
expedición de la Resolución 016 de 1992.
Consideró, que no debe confundirse la prescripción del derecho que emana del
contrato de seguro (artículo 1081 C. Comercio), que hace alusión al plazo que
tiene el asegurado para reclamar la efectividad del seguro, con el término de
prescripción de la acción ejecutiva regulado por el artículo 66 del C.C.
Administrativo.
Sea lo primero señalar que en esta oportunidad procede la Sala a recoger la tesis
que permite la posibilidad de discutir la legalidad del acto administrativo dentro del
proceso ejecutivo, cuando éste es el título ejecutivo; para en cambio asumir como
tesis, la de la imposibilidad de proponer, en esos eventos, excepciones diferentes
a aquellas señaladas en el inciso 2 del artículo 509 del C. P. Civil.
Igualmente se fundó la sentencia en el artículo 510 del C.P. Civil que dispone el
momento para dictar sentencia en el proceso ejecutivo y la consecuencia que se
deriva de la prosperidad de alguna de las excepciones, esto es, que el juez:
“...se abstendrá de fallar sobre las demás, pero en este caso el superior
deberá cumplir lo dispuesto en el inciso 2º del artículo 306;”
Y en la afirmación de que:
1
Sentencia proferida el día 24 de agosto de 2000. Exp. No. 11.318. Actor: Hernando Pinzón Ávila.
“…la sentencia deberá estar en consonancia con los hechos y las
pretensiones y con las excepciones que aparezcan probadas (arts. 304
y 305).”
La Sala recoge esta tesis, para en cambio señalar mayoritariamente, que dentro
de los procesos ejecutivos en los cuales el título de recaudo ejecutivo esté
constituido por un acto administrativo, sólo es posible proponer como excepciones,
las de pago, compensación, confusión, novación, remisión, prescripción o
transacción, siempre que se basen en hechos ocurridos con posterioridad a la
expedición del acto administrativo; la de indebida representación de las partes o
por falta de notificación en legal forma de personas determinadas, o por falta de
emplazamiento en legal forma de las personas indeterminadas que deban ser
citadas como partes y la de pérdida de la cosa debida, con la advertencia de que
tampoco procede la proposición de excepciones previas, conforme a la
modificación que al inciso 2° del artículo 509 del C. P. Civil, introdujo la Ley 794 de
2003.
Para cuando el título ejecutivo esté constituido por una sentencia, laudo de
condena o providencia que conlleve ejecución, la norma proscribe, dentro de ese
proceso, cualquier discusión sobre la legalidad del título, circunscribiendo las
alegaciones por la vía de las excepciones, sólo a los sucesos posteriores al
nacimiento del título, y a partir de los cuales se pueda concluir que la obligación
está satisfecha, se ha extinguido, se ha novado, o ha perdido su exigibilidad.
5
A través del artículo 32 de la ley 446 de 1.998, se adicionó el artículo 87 del C.C.A., norma que se ocupa de
la acción relativa a controversias contractuales, entre otros aspectos, para señalar que “en los procesos
ejecutivos derivados de condenas impuestas por la jurisdicción contencioso administrativa se aplicará la
regulación del proceso ejecutivo singular de mayor cuantía contenida en el Código de Procedimiento Civil.” La
interpretación sistemática de esta disposición ubicada en la acción relativa a controversias contractuales, con
el artículo 75 de la ley 80 de 1.993, que asignó a la jurisdicción contencioso administrativa la competencia
para conocer de los procesos de ejecución derivados de los contratos estatales, permite concluir que ese
también es el trámite a seguir cuando el ejecutivo proviene directamente del contrato estatal, aunque no
medie sentencia de condena.
anulados o suspendidos por la jurisdicción contencioso administrativo,
pero perderán su fuerza ejecutoria en los siguientes casos:
También previó el legislador los términos para intentar tales acciones, sin que el
mismo supere dos años, como quiera que para la primera señaló uno de cuatro
meses contados a partir del día siguiente a la notificación, comunicación,
publicación o ejecución del acto, mientras que para la segunda señaló un plazo de
dos años, contados desde diferentes momentos, según que se trate de contrato
sometido o no a liquidación. 6
6
Artículo136 del C.C.A. numerales 2 y 10.
proceso ejecutivo por prejudicialidad, conforme lo indica el artículo 170 numeral 2°
del C. P. Civil, norma que dispone:
(..)
2. El caso concreto.
En el caso concreto, cabe precisar que el título ejecutivo está conformado, frente
al contratista por un acto administrativo mediante el cual se declaró la ocurrencia
de un siniestro en el contrato de obra LEG-049-84, y frente a la compañía
aseguradora por este acto administrativo y por la póliza de cumplimiento No.
0720982, por lo que solamente podían proponerse las excepciones de fondo que
consagró el C.P. Civil en el artículo 509: pago, compensación, confusión,
novación, remisión, prescripción, transacción provenientes de hechos posteriores
al nacimiento del acto administrativo, la nulidad por indebida representación de las
partes o por falta de práctica en legal forma de la notificación a personas
determinadas, o del emplazamiento de quienes deban ser citados al proceso.
Cualquier cuestionamiento sobre su legalidad, escapa a la órbita de este proceso
ejecutivo.
En este orden de ideas, la Sala se abstendrá de pronunciarse sobre las siguientes
excepciones: no haber demostrado la cuantía de la pérdida, ausencia de amparo,
violación del derecho de defensa y del debido proceso y prescripción por cuanto
todas ellas constituyen un ataque contra la legalidad de los actos administrativos
presentados como título de recaudo ejecutivo, cuyo enjuiciamiento debió hacerse
a través de la acción ordinaria establecida para el efecto, esto es la de nulidad y
restablecimiento del derecho, o la contractual.
Cabe precisar, que la prescripción pasible de ser opuesta como excepción en los
términos del artículo 509 del C. de Procedimiento Civil, es aquella que enerva la
eficacia del título ejecutivo, y que opera por el transcurso del lapso del tiempo
señalado en la ley, frente a la obligación contenida en él, afectando su eficacia, y
no en relación con los hechos que dieron origen al nacimiento del título, esto es al
acto administrativo por el cual está constituido, y que afecta su validez.
“El art 268 del C.P.C. establece que los documentos privados deben ser
aportados por las partes en original, cuando los mismos se encuentren
en su poder. Es decir que si se pretende hacer valer, dentro del
proceso, un documento privado y el mismo se encuentra en poder del
interesado, debe ser aportado en original.
“Así las cosas, es claro que, para iniciar un proceso ejecutivo, con base
en un contrato de seguro, es necesario aportar, entre otros, el original
de la póliza correspondiente.
7
Consejo de Estado, Sección Cuarta, Providencia del 16 de noviembre de 1990, Exp. 2817.
En esta oportunidad se precisa que para cuando el título ejecutivo está constituido
por el acto administrativo a través del cual se declara la ocurrencia del siniestro
amparado en una póliza de seguro, la entidad estatal ejecutante sólo está obligada
a presentar el original de la póliza para integrar el título ejecutivo, cuando ha
actuado como tomadora en el contrato de seguro, o cuando el ejecutado
demuestra que el original de la póliza está en poder de ésta.
El artículo 268 del C.P. Civil regula la forma en que deben ser aportados al
proceso los documentos privados, calidad que ostenta la póliza en la que se
plasma el contrato de seguro, y consagra que deberá anexarse el original cuando
se encuentre en poder de la parte que lo aporta, y de no ser así podrá aportarse
en copia auténtica.
2) En los términos del artículo 1046 del C. Comercio, quien recibe el original de la
póliza es el contratista.
8
Sección tercera, auto de 30 de septiembre de 2004, expediente No. 17.244. En este mismo sentido
expediente No. 27248 auto de 2 de febrero de 2005.
3) La entidad pública es la encargada de la aprobación de la póliza de
cumplimiento del contrato estatal, para que éste pueda ejecutarse. La aprobación
implica la constatación sobre el original de la póliza, de la existencia del contrato
de seguro, para que el contrato amparado pueda ejecutarse, sin que exista norma
que señale que la administración debe conservar el original de la póliza.
La ausencia de norma que lleve a inferir que el original de la póliza que ampara el
cumplimiento del contrato estatal, deba ser conservada por la entidad pública
contratante, impide imponerle la carga de aportar siempre el original de la póliza,
tal exigencia se basa en suposiciones de que el contratista le entregó el original
para que lo conservara, por contera no resulta jurídicamente admisible sancionarla
con la declaración de inexistencia del título ejecutivo simplemente por haber
aportado una copia auténtica de la póliza. Lo anterior, sin perjuicio de lo que
puedan pactar las partes en el contrato en ejercicio de la autonomía de la
voluntad.
Cabe precisar, que estas consideraciones sólo son válidas respecto de pólizas en
las que la entidad estatal no ostenta la calidad de tomadora porque en ese evento
se presumirá que tiene el original de la póliza en sus archivos, con fundamento en
el artículo 1046 del C. Comercio.
En el caso concreto, se allega como título de recaudo ejecutivo copia auténtica del
acto administrativo que declaró la ocurrencia del siniestro y copia auténtica de la
póliza de seguro No. 07-20982 (fl. 36 C. Pruebas).
En este caso, encuentra la Sala que las partes estipularon expresamente no sólo
la constitución de la garantía sino su entrega a la entidad contratante, por lo que
puede determinarse, con fundamento en el contrato y en el principio de buena fe,
que éste se ejecutó tal y como lo pactaron, que en este evento si se encontraba
este original en su poder por lo que debió aportarlo como título de recaudo
ejecutivo contra la compañía aseguradora ejecutada (artículo 268 C. P. Civil).
RESUELVE