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Índice pág.

Cancer colorectal...............................................................................................................................2
Objetivo general.............................................................................................................................2
Introduccion...................................................................................................................................3
Dieta...............................................................................................................................................6
Factores géneticos.........................................................................................................................8
Prevención...................................................................................................................................12
Pruebas para detectar el cáncer colorrectal.................................................................................16
Diagnostico...................................................................................................................................24
Metástasis en cáncer de colon.....................................................................................................26
Tratamiento.................................................................................................................................31
Conclusiones................................................................................................................................31
Bibliografia...................................................................................................................................31
Objetivo

OBJETIVO GENERAL
 Dar a conocer los factores generales que desencadena el mal
desarrollo para que se produsca una enfermdedad del cancer
colorectal.
 Reducir el numero de pacientes que tienen la enfermedad del cancer
colorectal.
OBJETIVO ESPECIFICOS
 Dar a conocer a las personas como se forma esta enfermedad.
 Incentibar a las personas para que se vayan aser un cheque

Introduccion

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El cáncer colorrectal se origina cuando células sanas del revestimiento
interno del colon o del recto cambian y crecen sin control, y forman una
masa denominada tumor. Un tumor puede ser canceroso o benigno. Un
tumor canceroso es maligno, lo que significa que puede crecer y diseminarse
a otras partes del cuerpo. Un tumor benigno significa que el tumor puede
crecer, pero no se diseminará. Estos cambios generalmente tardan años en
desarrollarse. Los cambios pueden ser consecuencia de factores genéticos y
ambientales. Sin embargo, cuando una persona tiene un síndrome
hereditario poco frecuente (consulte la sección  los cambios pueden
producirse en meses o años.
El colon y el recto conforman el intestino grueso, que tiene un papel
importante en la formación de los excrementos. Los primeros 5 a 6 pies del
intestino grueso corresponden al colon, y las últimas 6 pulgadas, al recto, que
termina en el ano (consulte la sección 
El colon y el recto tienen 5 secciones. El colon ascendente es la porción que
se extiende desde una bolsa denominada ciego. El ciego es el comienzo del
intestino grueso, en el cual se vacía el intestino delgado; se encuentra a la
derecha del abdomen. El colon transversal cruza por la parte superior del
abdomen. El colon descendente lleva los excrementos hacia abajo, a la
izquierda. Finalmente, el colon sigmoide, ubicado en la parte final, conduce
los excrementos unas pulgadas más abajo hacia el recto. El cuerpo elimina los
excrementos a través del ano.

Cancer colorectal

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El cáncer colorrectal es el que se origina en el colon o el recto. A estos
cánceres también se les puede llamar cáncer de colon o cáncer de recto
(rectal) dependiendo del lugar donde se originen. El cáncer de colon y el
cáncer de recto a menudo se agrupan porque tienen muchas características
comunes.
El cáncer se origina cuando las células en el cuerpo comienzan a crecer en
forma descontrolada. Casi cualquier célula del cuerpo puede convertirse en
cáncer y propagarse a otras partes del cuerpo. Para conocer más sobre el
origen y la propagación del cáncer lea ¿Qué es el cáncer?
Pólipos en el colon o en el recto
La mayoría de los cánceres colorrectales comienza como un crecimiento en el
revestimiento interno del colon o del recto. Estos crecimientos son referidos
como pólipos.
Algunos tipos de pólipos pueden convertirse en cáncer con el paso del
tiempo (por lo general muchos años), pero no todos los pólipos se convierten
en cáncer. La probabilidad de que un pólipo se vuelva canceroso depende del
tipo de pólipo. Los dos tipos principales de pólipos son:
Pólipos adenomatosos (adenomas): estos pólipos algunas veces se
transforman en cáncer. Debido a esto, los adenomas se denominan
afecciones precancerosas.
Pólipos inflamatorios y pólipos hiperplásicos: estos pólipos son más
frecuentes, pero en general no son precancerosos.
Entre otros factores que pueden hacer que un pólipo sea propenso a
contener cáncer o que aumenten el riesgo de que una persona llegue a tener
cáncer colorrectal se incluye:
 Si se descubre un pólipo mayor a un centímetro
 Si se descubre que hay más de dos pólipos
 Si después de la extirpación de un pólipo se descubre la presencia de
displasia, la cual es otra afección precancerosa. Esto implica la
existencia de una área del pólipo o del revestimiento del colon o del

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recto en el que las células tienen un aspecto anormal, pero sin llegar a
tener la apariencia de células cancerosas verdaderas.

Cómo se propaga el cáncer colorrectal


Si se forma el cáncer dentro de un pólipo, con el tiempo puede crecer hacia
la pared del colon o del recto. La pared del colon y del recto está compuesta
por muchas capas. El cáncer colorrectal se origina en la capa más interna (la
mucosa) y puede crecer hacia el exterior a través de algunas o de todas las
demás capas.
Cuando las células cancerosas se encuentran en la pared, éstas pueden
crecer hacia los vasos sanguíneos o los vasos linfáticos (canales diminutos
que transportan material de desecho y líquido). Desde allí, las células
cancerosas pueden desplazarse a los ganglios linfáticos cercanos o a partes
distantes del cuerpo.
La etapa (extensión) de un cáncer colorrectal depende de cuán
profundamente crece en la pared y si se ha extendido fuera del colon o del
recto. Para obtener más información sobre las etapas, refiérase a la sección
sobre etapas del cáncer colorrectal.

¿Hacia dónde crece el cáncer colorrectal?

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Para entender el cáncer colorrectal, es útil saber las partes que conforman el
colon y el recto. El colon y el recto conforman el intestino grueso, el cual
forma parte del sistema digestivo, referido también como sistema
gastrointestinal (refiérase a la ilustración a continuación).
La mayor parte del intestino grueso está compuesto por el colon, el cual es
un conducto muscular de aproximadamente 5 pies de longitud. Las partes del
colon reciben sus nombres según la dirección en la que se desplazan los
alimentos a través de ellas.
La primera sección se llama colon ascendente. Comienza con una bolsa
llamada ciego, adonde llega el alimento no digerido desde el intestino
delgado. Se extiende hacia arriba sobre el costado derecho del abdomen.
La segunda sección se llama colon transverso. Se extiende a través del cuerpo
desde el lado derecho hacia el lado izquierdo.
La tercera sección se llama colon descendente, ya que desciende (se dirige
hacia abajo) en el lado izquierdo.
La cuarta sección se conoce como colon sigmoide debido a su forma en "S".
El colon sigmoide se une al recto, el cual conecta con el ano.
Las secciones ascendente y transversa del colon en conjunto son referidas
como colon proximal, mientras que las secciones descendente y sigmoide del
colon en conjunto son referidas como colon distal.
Tipos de cáncer en el colon y el recto
Los adenocarcinomas representan alrededor del 96% de los cánceres
colorrectales. Estos cánceres se originan de las células que producen
mucosidad para lubricar el interior del colon y del recto. Cuando los médicos
hablan de cáncer colorrectal, casi siempre se refieren a este tipo de cáncer.
Algunos subtipos de adenocarcinoma, como el adenocarcinoma con células
en anillo de sello, pueden tener un peor pronóstico (perspectiva).
Otros tipos de tumores mucho menos comunes también pueden comenzar
en el colon y en el recto. Entre estos se incluye:

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Tumores carcinoides. Estos tumores se originan a partir de células
especializadas productoras de hormonas en el intestino. Se describen con
más detalle en el contenido (disponible en inglés) sobre tumores carcinoides
gastrointestinales.
Los tumores estromales gastrointestinales que se originan de células
especializadas de la pared del colon llamadas células intersticiales de Cajal.
Algunos no son cancerosos (benignos). Estos tumores pueden ser
encontrados en cualquier parte del tracto digestivo, aunque no son comunes
en el colon. Se describen con más detalle en el contenido (disponible en
inglés) sobre tumores del estroma gastrointestinal.
Los linfomas son tumores cancerosos en las células del sistema inmunológico.
La mayoría de éstos se originan en los ganglios linfáticos, pero también
pueden comenzar en el colon, el recto u otros órganos. Se incluye
información sobre los linfomas del sistema digestivo en linfoma no Hodgkin.
Los sarcomas pueden originarse de los vasos sanguíneos, así como de las
capas musculares, u otros tejidos conectivos de la pared del colon y del recto.
Los sarcomas del colon o del recto son poco frecuentes, y se detallan en el
contenido sobre sarcomas de tejidos blandos.
Dieta
Somos, en gran medida, lo que comemos, también cómo nos cuidamos en
general en nuestro día a día. Y debemos prestar más atención a nuestros
hábitos si queremos cuidar de nuestra salud. En nuestro país, el cáncer
colorrectal es el que se diagnostica con más frecuencia (el 15% del total, con
más de 34.000 casos detectados en 2017, y el 90% de ellos en personas
mayores de 50 años). Hoy es el Día Mundial del Cáncer de Colon y según
datos de la Asociación Española Contra el Cáncer, el colorrectal es el segundo
tipo de cáncer con mayor prevalencia en los hombres, después del de
próstata, y también el segundo en las mujeres, tras el de mama.
Así las cosas, las investigaciones que relacionan el tipo de alimentación con el
mayor o el menor riesgo de la incidencia de este cáncer se suceden. Dos de
ellas son significativas y muy recientes. La primera se ha realizado en el First
Hospital of China Medical University, la acaba de publicar 'Asia-Pacific Journal
of Clinical Oncology' y ha analizado la importancia del consumo de las
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hortalizas de la familia de las liliáceas (allium en su denominación latina);
esto es, de la cebolla, el ajo, el puerro y la cebolleta, en el desarrollo de esta
enfermedad. Las personas que comen cebolla y ajo en abundancia tienen
menos riesgo de sufrir cáncer de colon Para ello, los investigadores han
comparado los casos de 833 personas con cáncer colorrectal, hombres y
mujeres del noreste de China, con los de otras tantas personas sanas, de la
misma edad y nivel económico, social y cultural similar. Y tras distintas
entrevistas sobre sus hábitos de vida, han comprobado que las
probabilidades de sufrir cáncer colorrectal fueron un 79% menores en
aquellas personas, tanto hombres como mujeres, que consumieron altas
cantidades de estos vegetales, en comparación con quienes no las incluían en
su dieta o lo hacían de forma escasa.
Ojo con pasarnos con las grasas
Un segundo trabajo, realizado este por científicos del Instituto Salk, en
California, y publicado por Cell, incide en la relevancia de la dieta en la
aparición de este cáncer. De acuerdo con la Sociedad Americana del Cáncer,
los fallecimientos por esta enfermedad están aumentando en personas
menores de 55 años, concretamente el 1% entre 2007 y 2016. En un estudio
con ratones de laboratorio, los investigadores del Instituto Salk han
descubierto que las dietas ricas en grasas alteran el equilibrio de los ácidos
biliares en el intestino y desencadenan una señal hormonal que permite que
las células potencialmente cancerosas prosperen. Este tipo de alimentación
es cada vez más habitual entre los jóvenes estadounidenses, lo que explicaría
el incremento de los casos de cáncer. La genética y el estilo de vida, una vez
más, convergen. Como señala Ruth Yu, coautora de este estudio, "nuestro
trabajo indica que si eres genéticamente propenso a padecer cáncer de
colon, una dieta alta en grasas es lo que empuja a que este aparezca".
Factores géneticos
Factores asociados con un mayor riesgo de padecer cáncer colorrectal
• Edad: la transición del pólipo adenomatoso avanzado a cáncer, está
estrechamente relacionada con la edad en ambos sexos. El riesgo acumulado
de progresión en 10 años es de 25% a los 55 años y asciende a 43 % a los 80.

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• Herencia: estarán en mayor riesgo las personas que hayan heredado un gen
de alta penetrancia predisponente o varios genes con pequeños efectos
aditivos o de baja penetrancia.
• Dieta: constituye un factor de riesgo modificable. Al este de Nebraska se
presentaron tasas elevadas de mortalidad por cáncer del colon,
principalmente entre las personas procedentes de Checoslovaquia, en
quienes los factores dietéticos parecían contribuir al riesgo. El consumo de
carne roja, procesada, muy cocinada o en contacto directo con el fuego se
asocian con mayor posibilidad de enfermar; por el contrario, la leche y otros
productos lácteos, el pescado, las frutas y los vegetales podrían tener un
efecto protector. Por otra parte, algunos estudios atribuyen a la fibra de la
dieta una reducción importante del riesgo de cáncer colorrectal; sin
embargo, sus resultados no se confirman con estudios prospectivos amplios,
en especial cuando se controlan otros factores de riesgo. La administración
de suplementos de calcio con vitamina D no modifica la incidencia de este
tipo de tumor, aunque algunos investigadores indican que podrían disminuir
la recurrencia de los pólipos adenomatosos.
• Estilos de vida: agregan otros factores de riesgo como la obesidad, el
sedentarismo, el consumo de tabaco y la ingestión de alcohol.
Vías moleculares para la carcinogénesis
• Vía supresora convencional: es responsable de la poliposis adenomatosa
familiar e implica a los genes Adenomatous polyposis coli (APC) y β-catenina.
Las mutaciones identificadas en el gen APC, cuyas consecuencias en la vía de
señalización WNT y en la formación del huso mitótico, condicionan su
función preponderante como primer paso genético en la producción del
adenoma, pero esta vía también ha sido observada en pacientes con cáncer
colorrectal esporádico por silenciamiento epigenético. De tal modo, esta vía
es la más frecuente (60 % de todos los casos de este tipo de cáncer).
• Vía de inestabilidad hereditaria de microsatélites (MSI) o fenotipo mutador
con ausencia de expresión de las proteínas del sistema de reparación de
errores de replicación del ADN, por mutaciones de los genes de ese sistema
(MLH1, MSH2, PMSL1, PMSL2 y MSH6). La alteración de estos genes
determina la aparición del cáncer de colon hereditario no asociado a
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poliposis (HNPCC), a través de una ruta que media una inestabilidad genética
que alcanza a genes críticos en el control del crecimiento y proliferación
celular, relacionada con la inestabilidad de los microsatélites, vista también
en 15 % de los tumores esporádicos.
• Otras vías que incluyen puntos de entrada alternativos, como el que
suponen las mutaciones en el gen MYH (mutY homólogo); variantes mixtas,
como la que implica a las mutaciones en MSH6; o rutas paralelas, como la
apuntada por los nuevos síndromes de "la vía serrada". Además, están
algunos alelos de baja penetrancia que influyen en el desarrollo del cáncer
colorrectal como enfermedad poligénica.
Poliposis adenomatosa familiar
Al igual que todos los tipos de cáncer, solo una pequeña proporción de
individuos con cáncer colorrectal (1/10 000) es por carácter hereditario (5-10
%). Esto se debe a una mutación heredada, que es causante de una condición
conocida como poliposis adenomatosa familiar (FAP).
En los individuos heterocigóticos se desarrollan múltiples pólipos
adenomatosos benignos en las primeras décadas de la vida, solo uno o 2
sufren transformación maligna. El gen APC es el más frecuentemente
involucrado. Se ha descrito una variante, conocida como síndrome de
Gardner, debida a una heterogeneidad genética en el gen APC. Estos
pacientes, además de los pólipos con transformación maligna, presentan
osteomas y desmoides (tumores originados en la pared abdominal).
Cáncer de colon hereditario no asociado a poliposis
Esta condición constituye entre 2-4 % del cáncer de colon hereditario.
También se conoce con el nombre de síndrome de Lynch por su
delineamiento en 1964 por el doctor HT Lynch, aunque ya en 1913 Alfred
Warthin había publicado lo relacionado con una familia con cáncer gástrico,
de colon y de útero.
Los varones heterocigóticos tienen un riesgo de 90 % de desarrollar cáncer
de colon y las mujeres de 70 %, así como también 40 % de desarrollar cáncer
de endometrio y de 10-20 % cáncer de las vías biliares o urinarias y de
ovario.4 Los adenocarcinomas de colon en el HNPCC tienen tendencia al

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denominado patrón de crecimiento sólido, por lo general son pobremente
diferenciados, de tipo mucoide con células en "anillo de sello", infiltrado
linfocítico y poseen reacción crohn-like tumoral.
Estos tumores tienen una rápida progresión y pasan del microadenoma al
adenocarcinoma en 2-3 años, a diferencia de los 8-10 años con que ocurre
esta transformación en los casos esporádicos. La incidencia de adenomas en
HNPCC parece ser semejante a la población general, aunque los adenomas
aparecen a una edad más temprana, son más grandes, más vellosos y
muestran mayor grado de displasia. Este tipo de cáncer es un grupo de
síndromes (HNPCC1 hasta HNPCC5), que evidencian heterogeneidad genética
de locus, pues están causados por mutaciones en uno de los 5 genes
responsables de la reparación de errores de emparejamiento del ADN, de
modo que los más afectados frecuentemente son MLH1 y MSH2,
responsables de 60-70 % de los tumores de colon hereditarios sin poliposis.
Todos estos genes son considerados supresores tumorales, por lo que el
cáncer se produce cuando hay pérdida de heterocigosidad por una segunda
mutación o silenciamiento epigenético del alelo normal. En las células donde
se produce el segundo "golpe" incrementan las mutaciones puntuales e
inestabilidad de segmentos de ADN que contienen repeticiones de secuencia
simple o polimorfismos de microsatélites; inestabilidad que se conoce como
fenotipo de error de replicación positivo (RER +). Atribuible a ello, se
producen mutaciones en otros genes como APC y el factor de crecimiento
transformante beta II (TGFβII), cuyo producto proteico es una cinasa
serina/treonina, que controla el crecimiento mediante fosforilación de
moléculas de señalización.
Prevención
Las pruebas de detección se realizan como parte del proceso de determinar
la presencia de cáncer o precáncer en las personas que no presentan ningún
síntoma de la enfermedad. Las pruebas de detección del cáncer colorrectal
que se hacen regularmente son una de las armas más poderosas para
prevenir este cáncer.
Desde el momento en que las primeras células anormales comienzan a crecer
para convertirse en pólipos, usualmente transcurren aproximadamente de 10

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a 15 años para que éstas se transformen en cáncer colorrectal. La mayoría de
los pólipos se pueden descubrir con pruebas de detección de forma periódica
y se pueden extirpar antes de que tengan la oportunidad de convertirse en
cáncer. Las pruebas de detección también pueden ayudar a encontrar el
cáncer colorrectal en sus etapas iniciales, cuando es pequeño, no se ha
propagado y es más fácil de tratar.
Si usted tiene 45 años o más, debe comenzar a hacerse las pruebas de
detección para el cáncer colorrectal. Hay varias opciones diferentes de
pruebas de detección. Las personas con un mayor riesgo, como aquellas con
fuertes antecedentes familiares de cáncer colorrectal, podrían beneficiarse
de iniciar las pruebas de detección a una edad más temprana.
Si usted tiene un antecedente familiar significativo de cáncer colorrectal o
pólipos, consulte con su médico sobre su riesgo. Es posible que pueda
servirse de la asesoría genética para revisar su árbol genealógico médico a fin
de ver qué tan probable es que tenga un síndrome de cáncer familiar.
Peso corporal, actividad física y alimentación
Es posible que usted pueda disminuir su riesgo de cáncer colorrectal
haciéndose cargo de algunos de los factores de riesgo que puede controlar,
como por ejemplo su alimentación y actividad física.
Peso: el sobrepeso o la obesidad aumentan el riesgo de cáncer colorrectal
tanto en los hombres como en las mujeres
Actividad física: aumentar su nivel de actividad reduce el riesgo de cáncer
colorrectal y pólipos
Alimentación: En general, una alimentación con un alto contenido de frutas,
verduras y alimentos integrales (y con un bajo contenido de carnes rojas y
procesadas) se ha asociado a una disminución del riesgo de cáncer
colorrectal.
Alcohol: varios estudios han reportado un mayor riesgo de cáncer colorrectal
debido a un aumento en el consumo de bebidas alcohólicas, especialmente
entre los hombres. Evitar el consumo excesivo de alcohol podría reducir su
riesgo.

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No fume
El hábito de fumar por un tiempo prolongado está relacionado con un mayor
riesgo de cáncer colorrectal, así como de muchos otros cánceres y con
problemas de salud.
Vitaminas, calcio y magnesio
Algunos estudios indican que, si se toma diariamente un complejo
multivitamínico que contenga ácido fólico o folato, se puede reducir el riesgo
de padecer cáncer colorrectal. Sin embargo, no todos los estudios indican
esto. De hecho, algunos estudios han sugerido que el ácido fólico podría
contribuir al crecimiento de tumores existentes. Aún se necesita realizar más
investigación al respecto.
Medicamentos antiinflamatorios no esteroideos
Muchos estudios han encontrado que las personas que toman habitualmente
aspirina u otros medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (NSAID, por
sus siglas en inglés), tales como ibuprofeno (Motrin, Advil) y naproxeno
(Aleve), tienen menos riesgo de padecer cáncer colorrectal y pólipos.
Sin embargo, la aspirina y otros NSAID pueden causar efectos secundarios
que pueden ser graves o atentar contra la vida, (tal como sangrado debido a
la irritación del estómago o úlceras estomacales), y que pueden ser
superiores a los beneficios de estos medicamentos en la población general.
Por esta razón, la mayoría de los expertos no recomienda tomar NSAID solo
para disminuir el riesgo de cáncer colorrectal si usted tiene un riesgo
promedio.
No obstante, para algunas personas de entre 50 y 59 años de edad que
tienen un elevado riesgo de enfermedades del corazón, quienes se
beneficiarían de dosis bajas de aspirina, puede que la aspirina también les
ofrezca un beneficio adicional de reducir el riesgo de cáncer colorrectal.

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Debido a que la aspirina y otros medicamentos antiinflamatorios no
esteroides pueden causar graves efectos secundarios, consulte con su
médico antes de comenzar cualquiera de ellos regularmente.

Terapia de reemplazo hormonal para mujeres


Tomar estrógeno y progesterona después de la menopausia (lo que a veces
se le llama terapia hormonal en la menopausia o terapia de restitución
hormonal combinada) puede reducir el riesgo de una mujer de llegar a tener
cáncer colorrectal, aunque los cánceres detectados en las mujeres que
reciben estas hormonas después de la menopausia pueden estar en una
etapa más avanzada.
Pruebas para detectar el cáncer colorrectal
Las pruebas y exámenes de detección se realizan como parte del proceso de
determinar la presencia de cáncer en las personas que no presentan ningún
síntoma. Se pueden usar varias pruebas para detectar el cáncer colorrectal
(consulte Recomendaciones de la Sociedad Americana Contra El Cáncer para
la detección del cáncer colorrectal). Estas pruebas pueden ser divididas en
dos grupos principales:
Pruebas de heces fecales Por medio de estas pruebas se examinan las heces
fecales (excremento) para saber si hay signos de cáncer. Estas pruebas son
menos invasivas y fáciles de realizar, pero necesitan realizarse con más
frecuencia.
Exámenes visuales (estructurales): Con estas pruebas se observa la estructura
del colon y el recto para detectar cualquier área anormal. Se puede hacer con
un endoscopio (un instrumento parecido a un tubo con una cámara diminuta
y una fuente de luz en el extremo) que se inserta en el recto o con estudios
por imágenes especiales (rayos X).
Cada una de estas pruebas tiene ventajas y desventajas diferentes (véase la
tabla a continuación), y algunas de estas pruebas podrían ser mejores
opciones para usted que otras. Pero lo más importante es hacerse la prueba,
independientemente de la prueba que usted elija.

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Si usted decide hacerse una prueba que no sea la colonoscopia, y surge
cualquier resultado anormal, se debe hacer una colonoscopia.
Estas y otras pruebas también se pueden hacer cuando la persona presenta
síntomas de cáncer colorrectal o de otras enfermedades digestivas, tal como
enfermedad inflamatoria intestinal.
Pruebas de heces fecales
Por medio de estas pruebas se examinan las heces fecales (excremento) para
saber si hay posibles signos de cáncer colorrectal (o pólipos). Muchas
personas consideran que estas pruebas son más fáciles de hacer que
exámenes como la colonoscopia. Además, generalmente estas pruebas se
pueden hacer en su casa. Sin embargo, es necesario realizar estas pruebas
con más frecuencia. Además, si el resultado de una de estas pruebas de
heces fecales es positivo (anormal), usted necesitará hacerse una
colonoscopia para saber si tiene cáncer.

Prueba inmunoquímica fecal (FIT)


Una manera de realizar una prueba para el cáncer colorrectal consiste en
detectar sangre oculta en las heces fecales. Este tipo de prueba se hace
porque a menudo los vasos sanguíneos más grandes de los pólipos o los
cánceres colorrectales son frágiles y se lesionan fácilmente durante el paso
del excremento. Por lo general, los vasos dañados liberan sangre en el colon
o el recto, pero sólo en pocas ocasiones hay suficiente sangre visible en el
excremento.
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A la prueba inmunoquímica fecal (fecal immunochemical test, FIT), también
se le llama prueba inmunoquímica de sangre oculta en las heces fecales
(iFOBT). La prueba FIT se hace para saber si hay sangre oculta en la materia
fecal. Esta prueba reacciona con parte de la proteína de la hemoglobina
humana que se encuentra en los glóbulos rojos.
Para esta prueba, se recogen pequeñas cantidades de heces en tarjetas (o en
tubos). Usted puede hacer esta prueba en la privacidad de su hogar.
Prueba de sangre oculta en heces basada en guayacol (gFOBT)
La prueba de sangre oculta en heces basada en guayacol (gFOBT) detecta
sangre oculta en el excremento a través de una reacción química, de una
manera diferencia que la prueba FIT. Pero al igual que la FIT, esta prueba no
puede indicar si la sangre proviene del colon o de otras partes del tracto
digestivo (por ejemplo, el estómago).
Prueba de ADN en las heces fecales
Una prueba de ADN en las heces fecales (también conocida como prueba
multidirigida de ADN en heces fecales o MT-sDNA) identifica ciertas secciones
anormales de ADN provenientes del cáncer o de células de pólipos. A
menudo, las células de los cánceres colorrectales o de los pólipos contienen
mutaciones de ADN (cambios) en ciertos genes. Las células con estas
mutaciones a menudo llegan hasta las heces fecales, y las pruebas pueden
detectarlas. La prueba Cologuard®, la única disponible actualmente, indica si
hay cambios de ADN y sangre en las heces fecales.
Exámenes visuales (estructurales)
Con estas pruebas se observa la estructura del interior del colon y del recto
para detectar cualquier área anormal que pueda ser cáncer o pólipos. Estas
pruebas se pueden hacer con menos frecuencia que las pruebas de heces
fecales, pero requieren más preparación con anticipación. Además, puede
que haya algunos riesgos que no se presentan con las pruebas de heces
fecales.
Colonoscopia

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Para este examen, el médico examina el colon y el recto en toda su extensión
con un colonoscopio, un tubo flexible del grosor aproximado de un dedo que
tiene una luz y una pequeña cámara de video en el extremo. Se introduce por
el ano hacia el recto y el colon. A través del colonoscopio, se pueden pasar
instrumentos especiales para hacer una biopsia (muestra) o extirpar
cualquier área que se vea sospechosa, como pólipos, de ser necesario.
Antes del examen: Asegúrese de informar a su médico sobre cualquier
medicamento que esté tomando (incluyendo aspirina, vitaminas o
suplementos que tome diariamente). Puede que necesite cambiar la manera
en que lo toma antes del examen.
Colonografía por CT (colonoscopia virtual)
Este examen es un tipo avanzado de tomografía computarizada (CT, por sus
siglas en inglés) del colon y del recto. En una tomografía computarizada (CT)
se utilizan rayos X, pero en lugar de tomar una fotografía, como la radiografía
convencional, se toman muchas imágenes al tiempo que un dispositivo rota a
su alrededor mientras usted se encuentra acostado en una camilla. Luego,
una computadora combina estas fotografías en imágenes detalladas de la
parte del cuerpo que se está estudiando.
Sigmoidoscopia flexible
Durante este examen, el médico observa parte del colon y del recto con un
sigmoidoscopio (un tubo flexible del grosor aproximado de un dedo que tiene
una fuente de luz y una pequeña cámara de video en el extremo). El
sigmoidoscopio se introduce por el ano y se dirige al recto para llegar a la
parte inferior del colon. Las imágenes que se obtienen del endoscopio se
observan en una pantalla de video.
Su médico puede usar el sigmoidoscopio para observar el interior del recto y
parte del colon con el fin de detectar (y posiblemente extirpar) cualquier
anomalía. El sigmoidoscopio mide sólo alrededor de 60 centímetros
(aproximadamente 2 pies) de largo de modo que el médico puede observar
todo el recto, pero menos de la mitad del colon con este procedimiento.
Esta prueba no se utiliza ampliamente como una prueba de detección para el
cáncer colorrectal en los Estados Unidos.

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Antes del examen: Asegúrese de informar a su médico sobre cualquier
medicamento que esté tomando. Puede que necesite cambiar la manera en
que lo toma antes del examen.
Durante el examen: Por lo general, la sigmoidoscopia toma
aproximadamente de 10 a 20 minutos. La mayoría de las personas no
necesita recibir un sedante para este examen, aunque esto puede ser una
opción que usted puede dialogar con su médico. El sedante puede provocar
que el examen cause menos molestia, pero usted necesitará tiempo para
recuperarse. Por lo tanto, necesitará que alguien le acompañe para que le
lleve a su casa después de finalizar el examen.
Diagnostico
Examen para la detección del cáncer de colon
Los médicos recomiendan ciertas pruebas de detección para personas sanas
sin signos ni síntomas con el fin de buscar signos de cáncer de colon o pólipos
de colon no cancerosos. Detectar el cáncer de colon en su etapa más
temprana proporciona la mayor posibilidad de curación. Se ha demostrado
que las pruebas de detección reducen el riesgo de morir de cáncer de colon.
Los médicos recomiendan que las personas con un riesgo promedio de
padecer cáncer de colon comiencen a hacerse pruebas de detección de
cáncer de colon alrededor de los 50 años. Pero las personas con un mayor
riesgo, como las que tienen antecedentes familiares de cáncer de colon o
descendencia afroamericana, deben considerar hacerse la prueba de
detección antes.
Existen varias opciones de evaluación, cada una con sus propias ventajas y
desventajas. Habla sobre tus opciones con el médico y juntos podrán decidir
qué pruebas son apropiadas para ti. Si se utiliza una colonoscopia para la
detección, los pólipos se pueden extirpar durante el procedimiento antes de
que se conviertan en cáncer.
Colonoscopia
Si tus signos y síntomas indican que podrías tener cáncer de colon, el médico
puede recomendarte una o más pruebas y procedimientos, que incluyen lo
siguiente:

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Uso de un endoscopio para examinar el interior del colon (colonoscopia).
Para la colonoscopia, se utiliza un tubo largo, flexible y delgado conectado a
una cámara de video y un monitor para ver todo el colon y el recto. Si se
encuentran áreas sospechosas, el médico puede pasar instrumentos
quirúrgicos a través del tubo para tomar muestras de tejido (biopsias) para
analizarlas y extirpar pólipos.
Análisis de sangre. Ningún análisis de sangre puede determinar si tienes
cáncer de colon. Sin embargo, el médico puede realizarte análisis de sangre
para buscar indicios acerca de tu salud en general, como análisis de la
función renal y hepática.

Determinación de la extensión del cáncer


Etapas del cáncer de colon
Si te han diagnosticado cáncer de colon, el médico te puede recomendar
ciertas pruebas para determinar la extensión (etapa) del cáncer. La
clasificación de la etapa ayuda a determinar qué tratamientos son los más
apropiados para ti.
Las pruebas de clasificación de la etapa pueden incluir procedimientos de
diagnóstico por imágenes, como tomografías computarizadas del abdomen,
la pelvis y el tórax. En muchos casos, es posible que la etapa del cáncer no se
determine completamente hasta después de la cirugía de cáncer de colon.

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Las etapas del cáncer de colon se indican mediante números romanos que
van del 0 al IV. En las etapas más bajas, el cáncer se limita al revestimiento
del interior del colon. Cuando alcanza la etapa IV, el cáncer se considera
avanzado y se ha diseminado (ha hecho metástasis) a otras áreas del cuerpo.
El carcinoma colorrectal es el cuarto tipo más frecuente en los EEUU, por
detrás del cáncer de mama, de pulmón y de próstata.
Metástasis en cáncer de colon
La edad media en el momento del diagnóstico es de 68 años, y la tasa de
supervivencia global (incluyendo todos las etapas o estadios) es de 65% a 5
años.
En el momento de ser diagnosticados, el 39% de los pacientes presentan una
fase localizada, el 36% tiene afectación regional (ganglios), y el 25% presenta
metástasis en el hígado (metástasis sincrónicas), lo que representa un factor
que ensombrece el pronóstico si no son tratados adecuadamente, al
enfrentarnos a una enfermedad a distancia.
Tratamiento de las metástasis sincrónicas y del tumor primario.
La secuencia de tratamiento no ha sido definida claramente, y las estrategias
disponibles (abordaje colorrectal inicial (ACI), abordaje colorrectal y hepático
simultáneo (ACHS) ó abordaje hepático inicial (AHI), son motivo aún de
controversia.
Metástasis hepáticas en cáncer de colon
No cabe duda de que los síntomas derivados del tumor primario, en caso de
existir, marcan la pauta de forma clara. Por el contrario, la mayoría de
pacientes no tiene síntomas limitáneas (de colon o recto) en el momento del
diagnóstico.
Abordaje colorrectal inicial (ACI, técnica clásica).
El abordaje tradicional para este tipo de pacientes ha sido el tratamiento
secuencial; primero abordar el tumor de colon y después las metástasis
hepáticas. Pero este modelo presenta la desventaja del crecimiento de las
metástasis que puede convertirlas en irresecables, especialmente en los

20
pacientes que sufren complicaciones tras la cirugía colorrectal, pues así se
retrasan la quimioterapia y la propia resección hepática.
Cirugía para el cáncer de colon
La cirugía es a menudo el principal tratamiento para los cánceres de colon en
etapas más tempranas. El tipo de cirugía depende de la etapa (extensión) del
cáncer, donde está localizado, y el objetivo de la cirugía.
Cualquier tipo de cirugía del colon requiere que el colon se encuentre vacío y
limpio. Será necesario someterse a una dieta especial antes de la cirugía y
puede que se requiera el consumo de bebidas laxantes y la aplicación de
enemas con el fin de expulsar toda la materia fecal de colon. Esta
preparación intestinal es muy similar a la que se hace previamente a una
colonoscopia.
Polipectomía y escisión local
Algunos casos de colon en etapa inicial (tumores en etapa 0 y algunos en
etapa I) y la mayoría de los pólipos pueden extirparse durante un
colonoscopia. En este procedimiento se utiliza un tubo alargado y flexible con
una pequeña videocámara en uno de sus extremos que se introduce por el
recto para ser guiada hacia el interior del colon. Los siguientes
procedimientos quirúrgicos pueden llevarse a cabo durante una
colonoscopia:
En una polipectomía, el cáncer es extirpado como parte del pólipo, el cual se
corta en su tallo (el área que se parece al tallo de un hongo). Por lo general,
esto se hace pasando un bucle o asa de alambre a través del colonoscopio
para cortar el pólipo de la pared del colon mediante una corriente eléctrica.
Una escisión local implica un procedimiento ligeramente más complejo. Se
hace uso de instrumentos a través de un colonoscopio para extirpar
pequeños cánceres dentro del revestimiento del colon junto con una
pequeña cantidad de tejido sano circundante sobre la pared del colon.
Cuando el cáncer o los pólipos son extraídos de esta manera, el médico
cirujano no requiere de hacer un corte sobre el abdomen.
Colectomía

21
Una colectomía es una cirugía para extraer todo o parte del colon. También
se extirpan los ganglios linfáticos cercanos.
Al procedimiento para extirpar solo una parte del colon se le llama
hemicolectomía, colectomía parcial o resección segmentaria. El cirujano
extrae la parte del colon que contiene el cáncer junto con un pequeño
segmento de colon normal en ambos lados. Por lo general, se extirpa de un
cuarto a un tercio del colon, dependiendo de la localización y el tamaño del
cáncer. Luego se reconectan las secciones restantes del colon. Al menos 12
ganglios linfáticos cercanos también son extraídos para que se puedan
analizar y ver si hay cáncer.
Si se extirpa todo el colon, se le llama colectomía total. No se acostumbra
realizar la colectomía total para tratar el cáncer de colon. Principalmente solo
se emplea si hay otro problema en la parte del colon que no tenga cáncer, tal
como cientos de pólipos (en alguien con poliposis adenomatosa familiar) o, a
veces, enfermedad inflamatoria intestinal.
Cómo se hace
La colectomía se puede hacer de dos maneras:
Colectomía abierta: la cirugía se hace a través de una sola incisión realizada
en el abdomen (región del estómago).
Colectomía laparoscópica: La cirugía se realiza a través de incisiones menores
e instrumentos especiales. Un laparoscopio es un tubo delgado con una
fuente de luz y una pequeña videocámara en el extremo que permite al
cirujano observar dentro del abdomen. Se introduce por una de las pequeñas
incisiones, junto con otros instrumentos alargados y delgados que se usan
para extraer parte del colon y ganglios linfáticos.
Debido a que las incisiones de la colectomía laparoscópica son más pequeñas
que las de una colectomía abierta, los pacientes a menudo se recuperan con
más rapidez y la estadía en el hospital puede ser más corta que en una
colectomía abierta. Sin embargo, este tipo de cirugía requiere de un
especialista, además, puede no ser la mejor opción para todos los pacientes.
Si está considerando este tipo de cirugía, asegúrese de buscar un cirujano
adiestrado que haya practicado muchas de estas operaciones.

22
En general, las tasas de supervivencia y las probabilidades de que el cáncer
regrese son en gran parte las mismas entre una colectomía abierta y una
colectomía asistida por laparoscopia.

Si el colon está obstruido


Cuando un tumor canceroso causa una obstrucción en el colon, por lo
general ocurre lentamente provocando con el tiempo que la persona
enferme gravemente. En casos como este, puede que se coloque una
endoprótesis antes de realizar la cirugía. Este dispositivo denominado stent,
consiste de un tubo hueco ya sea de metal o de plástico que el médico puede
introducir en el colon y a través de la obstrucción mediante un colonoscopio.
Este tubo hace que el colon permanezca despejado y alivia el bloqueo para
ayudarle a prepararse para la cirugía.
Si no es posible colocar una endoprótesis en un colon obstruido o si el tumor
ha perforado el colon, puede que se requiera hacer una cirugía
inmediatamente. Por lo general, éste es el mismo tipo de colectomía que se
realiza para extraer el cáncer, pero en lugar de reconectar los segmentos del
colon restante, el extremo superior se adhiere a una abertura (estoma) en la
piel del abdomen. Los residuos fecales son desechados a través de esta
abertura. A este procedimiento se le llama colostomía y por lo general solo se
requiere durante un plazo breve. En lugar del colon, a veces se conecta un
extremo del intestino delgado (íleon) a un estoma en la piel. A esto se le
llama ileostomía. En ambos casos se adhiere una bolsa recolectora al estoma
para almacenar los desechos.
Una vez que el paciente se recupera, se realizará otra operación (conocida
como colostomía inversa o ileostomía inversa) para adherir nuevamente los
extremos del colon o para adherir el íleon al colon. En raras ocasiones, si no
se puede extirpar un tumor o colocar un tubo (stent), es posible que necesite
una colostomía o una ileostomía permanente.
Cirugía contra la propagación del cáncer de colon
Algunos pacientes tienen cáncer de colon que se ha propagado hacia otras
partes del cuerpo, además del tumor que está obstruyendo el colon. En tal

23
caso, puede que se realice una cirugía para aliviar la obstrucción sin extraer la
parte del colon que contiene el cáncer. En lugar de ello, el colon se corta por
encima del tumor y se adhiere a un estoma (una abertura en la piel del
abdomen) para permitir que las heces fecales salgan del cuerpo. Esta
operación se llama colostomía de derivación. A menudo puede ayudar al
paciente a recuperarse lo suficiente como para iniciar otros tratamientos
(como la quimioterapia).
Efectos secundarios de la cirugía del colon
Los posibles riesgos y efectos secundarios de la cirugía dependen de varios
factores, incluyendo la extensión de la operación y su salud general antes de
la cirugía. Los problemas que surgen durante o poco después de la operación
pueden incluir sangrado, infecciones y coágulos en las piernas.
Al despertar tras la cirugía, habrá algo de dolor y probablemente se
necesitará de medicamentos contra el dolor durante varios días. Durante los
primeros días, es posible que usted no pueda comer o tal vez solo le
permitan consumir algo de líquidos, ya que el colon necesita tiempo para
recuperarse. La mayoría de la gente puede volver a comer alimento sólido
después de unos cuantos días.
Después de la cirugía, usted puede presentar tejido cicatricial en el abdomen
que cause que algunos órganos o tejidos se adhieran entre sí. Estos tejidos
cicatriciales son denominados adherencias. Normalmente los intestinos
pueden deslizarse con libertad dentro del cuerpo. En raras ocasiones, las
adherencias pueden ocasionar que los intestinos se tuerzan pudiendo incluso
bloquear los intestinos. Esto provoca dolor e inflamación en el estómago que
a menudo empeora después de comer. Puede que se requiera de otra
operación para eliminar el tejido cicatricial.
Colostomía o ileostomía
Algunas personas necesitan una colostomía (o ileostomía) temporal o
permanente después de la cirugía. Puede que tome tiempo acostumbrarse a
esto y es posible que se requiera hacer algunos ajustes en el estilo de vida. Si
se le hizo una colostomía o una ileostomía, usted necesitará ayuda para
aprender cómo manejarla. Las enfermeras especialmente capacitadas en

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ostomías o los terapeutas enterostomales pueden ayudarle. Por lo general,
estos profesionales de la salud lo visitarán en el hospital antes de la
operación para hablar sobre la ostomía y marcar el lugar de la abertura.
Después de la operación, puede que lo visiten en su casa o que se reúnan en
un centro de atención ambulatoria para proveerle más capacitación.

Conclusiones

Concluimos que devemos evitar subir de peso comiendo comidas


chatarras,para prevenir las enfermedades.
Tambien concluimos que que cualquier dolor que sienta acudir a un doctor
para que se aga los analisis corespondientes.

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Bibliografia
https://medlineplus.gov/spanish/colorectalcancer.html
https://seom.org/info-sobre-el-cancer/colon-recto?showall=1
https://www.cancer.net/es/tipos-de-c%C3%A1ncer/c%C3%A1ncer-
colorrectal/introducci%C3%B3n

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INFORME

"Año de la universalización de la salud”


CAJAMARCA 21DE ENERO 2020

INFORME N.°01-I.E.S.T.P. “S.B”-C. E-IVC.E.-A.E.U. Q-CAJ-2020


A: Profesor Gilmer Tasilla Calua
DE: Sucedo Vasquez, Milgros Noemi

ASUNTO: cancer colorectal

SUMILLA:
Tengo el agrado de dirigirme a usted para saludarle y al mismo tiempo darle sobre
a conocer sobre nuestro trabajo, que consta 26 hojas con un tiempo de exposición
de 3:00 a 5:00 pm aproximadamente.
CUERPO DEL INFORME:
Para dicha exposición necesitare el apoyo de un proyector, USB y una laptop, la
cual lo realizaremos en el Instituto Sergio Bernales el día martes 21 de enero del
2020 a las horas de 3:00 pm a 5:00 pm.
DESPEDIDA:
Sin más que decir me despido expresándole mi cordial consideración y estima
personal.
ATENTAMENTE:

…………………………..
Saucedo Vázquez, Milagros Noemí

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