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Bogotá D.C 3 de Junio de 2020.

Honorable

MAGISTRADO CONSTITUCIONAL DE TUTELA (reparto)

TRIBUNAL SUPERIOR DE BOGOTÁ

ANA MARÍA MATEUS POVEDA, mayor de edad e identificada civil y


profesionalmente como aparece al pie de mi firma, en representación del señor DANIEL
ARISTIZABAL GÓMEZ, mayor de edad, residente en esta ciudad e identificado con
cédula de ciudadanía 1.123.345.567, por medio del presente escrito interpongo ante los
Honorables Magistrados AACIÓN DE TUTELA en contra del HOSPITAL SAN JOSÉ
ubicado en la ciudad de Bogotá, con el fin de obtener de los Honorables Magistrados el
amparo Constitucional de los derechos fundamentales de la vida, integridad personal, la
dignidad humana y la seguridad social, respecto al señor DANIEL ARISTIZABAL
GÓMEZ, y al no tener otro mecanismo idóneo para restablecer la vulneración a sus
derechos, por los siguientes:

HECHOS:

1. El señor DANIEL ARISTIZABAL GÓMEZ, trabaja como mensajero en la ciudad de


Bogotá y es propietario de una moto Suzuki A x4 110, con su placa BWO 37D, y que usa
para trasladarse y poder entregar sus encomiendas de manera más segura y rápida.

2. El 18 de abril del año en curso, a las diez y media de la mañana, DANIEL


ARISTIZABAL GÓMEZ fue solicitado para una encomienda en la que debía llevar a la
Calle 127 D Bis N° 40-25 barrio Prado Veraniego. DANIEL ARISTIZABAL salió de su
casa que se encuentra ubicada en el barrio Ciudad Jardín norte de la misma ciudad y en el
trayecto de su casa al lugar de la encomienda, atravesó por los lados del terminal, en donde
se resbala por causa al mal clima que estaba asechando la ciudad en ese momento.
3. Al resbalarse, DANIEL ARISTIZABAL choca con un camión que lleva instrumentos de
construcción y por el impacto, se le incrusta una varilla en el pecho.

4. Acto seguido, los obreros de la construcción llamaron a la ambulancia para que


trasladara de madera inmediata a DANIEL ARISTIZABAL que se encontraba herido, al
Hospital San José.

5. Se le impidió el ingreso a la sala de urgencias porque no contaba con los papeles de salud
necesarios para que se le prestara el servicio, y no estando vinculado a EPS, para los riesgos
laborales o servicios de salud la institución de salud se rehúsa a atenderlo; vulnerando
evidentemente el derecho a la vida, en conexidad con el derecho fundamental a la vida, la
integridad personal, la dignidad humana y la seguridad social.

6. Los paramédicos se niegan a trasladarlo nuevamente puesto que esta acción podría poner
en grave peligro la vida de DANIEL ARISTIZABAL y, estando en esta situación, y
también teniendo en cuenta que al pasar el tiempo, menos son las posibilidades para el
joven accidentado, la esposa del mismo presenta acción de tutela para que le resuelvan esta
situación.

PRETENSIONES:

1. Que de manera urgente y en forma inmediata, se ordene al Hospital San José, que
permita el ingreso de DANIEL ARISTIZABAL GÓMEZ a la institución, prestándole el
servicio de salud y el tratamiento necesario para su pronta mejoría a razón de la afectación
que padece por causa del accidente.

MEDIDA CAUTELAR:

Por cuanto con los hechos narrados se evidencia que la entidad accionada vulnera el
derecho fundamental de la vida de DANIEL ARISTIZABAL GÓMEZ pido a ustedes
Honorables Magistrados que como medida previa o proteja y ordene de forma inmediata y
urgente el traslado al centro de salud y el inicio de un tratamiento eficaz para su
recuperación, por cuanto cualquier trámite subsiguiente pone en riesgo la vida del afectado.

ARGUMENTOS JURÍDICOS:
1. Según la jurisprudencia, el derecho a la salud es tutelable en su condición de derecho
derivado a la vida. No es un derecho fundamental autónomo. Frente a ese derecho surge en
principio, el correlativo deber del Estado de organizar, dirigir y reglamentar la prestación
de servicios de la salud a los habitantes y de saneamiento ambiental conforme a los
principios de eficacia, universalidad y solidaridad (art. 49 C.P). Estos tres principios
también están reseñados en el artículo48 de la Constitución Política que establece el
mecanismo instrumental para que el derecho a la salud sea una realidad, ese instrumento es
la SEGURIDAD SOCIAL como un servicio público de carácter obligatorio e irrenunciable
para todos los habitantes de Colombia. Consecuencialmente, la seguridad social se toma
derecho fundamental, cuando se trata de proteger la vida en razón de que existen para las
personas los DERECHOS A ALGO y dentro de estos se ubica el derecho a la seguridad
social, porque ello contribuye a defender la vida, de ahí que pertenezca a los llamados
DERECHOS PRESTACIONALES. El derecho social a la salud y a la seguridad social, lo
mismo que los demás derechos sociales, económicos y culturales, se traducen en
prestaciones a cargo del Estado, que asume como función suya el encargo de procurar las
condiciones materiales sin las cuales el disfrute real tanto de la vida como de la libertad
resultan utópicos o su consagración puramente retórica. No obstante, la afinidad sustancial
teleológica que estos derechos mantienen con la vida y la libertad – como que a través suyo
la Constitución apoya, complementa y prosigue su función de salvaguardar en el máximo
grado tales valores superiores-, las exigencias que de ellos no surgen pueden cumplirse al
margen del proceso democrático y económico. Es decir, el derecho a la salud y el derecho a
la seguridad social, son derechos prestacionales propiamente dichos que para su efectividad
requieren normas presupuestales, procedimiento y organización, que viabilizan y optimizan
la eficacia del servicio público y que sirven además para mantener el equilibrio del sistema.
Son protegidos, se repite, como derechos fundamentales su está de por medio la vida de
quien solicita la tutela (Sentencia SU 480/97). Lo expuesto implica, sin duda, que la
renuencia por parte de la entidad prestadora de salud para la atención que requiere con
urgencia DANIEL ARISTIZABAL GÓMEZ constituye una evidente violación de sus
derechos fundamentales como así lo ha definido invariablemente la jurisprudencia
constitucional, cuando, además de expresar lo previamente citado, ha dicho que de manera
reiterada, esta Corporación ha sostenido que el derecho a la salud es un derecho que se hace
acreedor de la protección constitucional en los eventos en que por concedida, su
perturbación pone en peligro o acarrea la vulneración de la vida u otros derechos
fundamentales de las personas, circunstancia que amerita necesariamente una resolución
oportuna por vía de la acción de tutela y en consecuencia, la protección efectiva de los
derechos invocados. Por consiguiente, la atención idónea y oportuna, los tratamientos
médicos, las cirugías, la entrega de los medicamentos, etc., pueden ser objeto de protección
constitucional, en situaciones en que la salud adquiera el carácter, por conexidad, de
derecho fundamental. (T 231 de 1999).

2. En la protección constitucional que aún en aquellos eventos en los que los afiliados o los
beneficiarios no cumplen con los presupuestos básicos para hacerse acreedores de los
servicios médicos, se les confiere el derecho a recibir todo tipo de tratamiento. Parte la
jurisprudencia de la Corte Constitucional del siguiente principio básico, “pues en tales
eventos prima la prevalencia de los derechos fundamentales a la vida, a la salud y a la
integridad física de las personas” (Sentencia T 28 de agosto de 2000), para concluir que, 1
Al respecto se deben consultar las sentencias SU 111 de 1997; SU 039 de 1998; T-236 de
1998; T-395 de 1998; T-489 de 1998; T-560 de 1998; T- 171 de 1991, entre otras. Y es que
el tema relacionado con la salud, especialmente cuando ésta es de carácter perentorio para
proteger la vida de una persona, escapa a cualquier consideración, por eso en sentencia de
tutela 297 de 2001 de marzo 21m con ponencia de Clara Inés Vargas Hernández, se dijo:
“3.2. La protección y conservación del derecho a la vida escapa a cualquier discusión de
carácter legal o contractual. No es aceptable que en un Estado Social de Derecho, fundado
en el respeto de la dignidad humana (artículo 1 de la Constitución), y en la conservación de
la vida (Preámbulo y art. 11 de la Constitución), se puede tolerar que ante el apremio de un
individuo de recibir un tratamiento médico para conservar su existencia, se antepongan
intereses de carácter económico, o una disposición de carácter legal, (...)”.

Lo expuesto anteriormente sirve como base para demostrar sin duda alguna, que a DANIEL
ARISTIZABAL GÓMEZ, a causa de la omisión por parte de la entidad prestadora de
servicios de salud, se le violan el derecho a la salud, en conexidad con el derecho
fundamental a la vida e integridad personal, así como también la dignidad humana y la
seguridad social.
FUNDAMENTOS DE DERECHO:

El amparo constitucional que acá se requiere, tiene sustento legal en los principios
constitucionales vertidos en el título I de la Carta Política, artículos 11, 48 y 49, y en el
marco legislativo ordinario que reglamentó esos derechos fundamentales.

PRUEBAS

Para que sean tenidos en cuenta al momento de fallar, pido a los Honorables Magistrados
que exija al Hospital San José la historia médica, para que se demuestre que no le fue
permitido el ingreso a DANIEL ARISTIZABAL GÓMEZ.

Como medio de pruebas testimoniales, solicito al juez que tome a consideración, las
declaraciones de los obreros que estuvieron en el lugar exacto en donde sucedieron los
hechos y en particular el testimonio de los paramédicos de la ambulancia, y la esposa del
joven accidentado.

COMPETENCIA

En razón de la calidad jurídica de la entidad accionada, así como por el factor territorial
relacionado con el lugar donde ocurrió el quebranto, son ustedes Honorables Magistrados,
el funcionario con competencia constitucional para conocer de la acción de tutela de que
trata este escrito.

JURAMENTO

Bajo la gravedad del juramento, manifiesto que no he instaurado otra tutela, con
fundamento en los mismo hechos y derechos materia de esta acción, según el artículo 37,
Decreto 2591 de 1991.

NOTIFICACIONES

Accionante: DANIEL ARISTIZABAL GÓMEZ

Apoderado: ANA MARÍA MATEUS POVEDA

Dirección: Carrera 68 D N° 40-53 Bogotá.

Accionado: Hospital San José,  Carrera. 19 ## 8A-32, Bogotá, Cundinamarca.


Atentamente,

ANA MARÍA MATEUS POVEDA

C.C 1.000.349.440 de Bogotá.

T.P 2115896 C.S.J

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