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La salud pública como una constante renovación

A través de la historia de la raza humana como conglomerado de comunidades que se han


asentado en los diferentes territorios del planeta es posible observar como se ha ido dando mayor
importancia a temas de salud que en principio se podrían considerar como cuidados personales o
de completa responsabilidad del individuo antes que del resto de la comunidad, pero a medida
que la humanidad avanza nos damos cuenta de la importancia que toman todos aquellos aspectos
que benefician a la población en general.(Dr. José María Maya Mejía, 2005)

De acuerdo a lo anterior podemos decir que se ha ido dejando de lado la responsabilidad absoluta
de la salud en el individuo pues la sociedad ha visto como hay aspectos de su responsabilidad en
los que el ciudadano está a merced de la naturaleza en muchos casos y otras veces a merced del
avance desmesurado del desarrollo y la industrialización, al observar esto el estado y las
organizaciones han tomado cartas en el asunto en la mayoría de los casos pero aún hay otros
aspectos en los que deben hacerse más presentes si tenemos ahora en cuenta una de las grandes
pandemias de los últimos siglos como la desigualdad de clase que afecta la mayoría de la
población que en muchas oportunidades no tienen ni siquiera la opción de evitar o paliar algunas
enfermedades o lesiones.

Organizaciones como la ONU y la OMS han trabajo de forma conjunta para remediar estas
falencias y sin embargo parece que la crisis crece a diario ante nuestros ojos, no solo por la brecha
social que cada día se ensancha más sino por la corrupción de la rama política en países de la
región latinoamericana o africana por ejemplo, en las que los ciudadanos deben confiar las riendas
del funcionamiento de sus instituciones a personas que solo buscan el lucro particular y
abandonan a su suerte las posibilidades de mejoramiento en salud, educación, alimentación y
otros aspectos elementales de la existencia de la humanidad.(Francisco Polledo, 1993)

Es por esto que se deben tomar medidas en las que la ciudadanía tenga más peso para manifestar
sus necesidades a través de líderes políticos de la comunidad y que se lleve el mensaje
directamente a los dirigentes más relevantes y que no solo se vuelva una elección en la que la
ciudadanía elija a una persona y esta administre las necesidades y su cubrimiento por
conveniencia o la de los empresarios que patrocinaron sus campañas, solo desde la política pública
con responsabilidad y transparencia se podrán sanar las heridas tanto de memoria que tiene el
pueblo como de sistemas de salud, vivienda, deporte y cultura entre otros.

Y se habla precisamente de aspectos culturales porque hoy en día representan no solo los
momentos de ocio de la especie humana sino un instrumento por medio del cual también
podemos ver mejoras y cambios en la salud pública y toda la innovación que puede tener ella, una
transformación en la que como en otras épocas podemos ver qué aspectos que creíamos que no
tenían ninguna relación con la salud de la persona o de la comunidad han dado un giro para
convertir la salud publica en un asunto de vital importancia para el desarrollo tanto de los
individuos como de la humanidad.(Francisco Polledo, 1993)

Este es uno de los aspectos de más importancia en el manejo de la vida en sociedad y más
importante aún si hablamos de una sociedad como la colombiana en la que es descuidada en
muchas ocasiones el componente individual y social de la salud y en la que la salud como atención
a caído desgraciadamente en un sistema que premia la poca o nula atención a la prevención y que
además busca el lucro antes que el bienestar de la población, este es un tema que a lo largo de los
años se ha ido encrudeciendo y deja grietas en las posibilidades que pueden tener los ciudadanos
pues se hace más difícil que una persona logre vencer obstáculos como la brecha social, la
desigualdad y además de esto una desventaja total en la salud, la educación, la alimentación, el
acceso al deporte y la cultura con las cuales podría tener las herramientas tanto para crecer como
individuo dentro de la sociedad como para proponer y establecer medidas para la participación en
la planeación y ejecución de las políticas públicas con las que se pueda ver beneficiado él y su
comunidad.

Gracias a lo anterior podemos entender que no solo se trata de establecer propuestas y generar
papel que se puede quedar solo impreso y olvidado en un archivador sino que si hacemos
consientes a todos los profesionales del sector de la estrecha relación que tiene el conocimiento
de estas situaciones con la posibilidad de darlas a conocer a toda la población e ir acatando sus
recomendaciones y necesidades para mejorar todos los planes de desarrollo en los que
seguramente en algún momento como profesionales vamos a estar integrados y en los que más
adelante vamos a tener la posibilidad de tomar decisiones que beneficien al colectivo y traigan
nueva luz al futuro de la salud pública.
Bibliografía

Dr. José María Maya Mejía, D. Y. T. de G. (2005). Historia de la Salud Pública. Fundamentos de
Salud Pública., 9–29.
Francisco Polledo, J. J. (1993). La salud pública. Revista de Sanidad e Higiene Publica, 67(6), 417–
418.

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