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Proceso de detección y tratamiento de la discapacidad

Dentro del área de Educación Especial la detección y canalización son tareas de vital
importancia. Ya que es necesario reconocer cuáles son las necesidades específicas de
cada alumno, sobre todo de aquellos que presentan alguna discapacidad.

El proceso de detección consta de una valoración previa de los docentes de aula regular y
el docente de apoyo, si ellos detectan ciertas necesidades y que con sólo una atención
específica y plan de trabajo, funciona su integración en aula, esto será suficiente para su
proceso de enseñanza-aprendizaje, sin embargo si el alumno no logra una adaptación a
pesar de las modificaciones hechas se realizará una evaluación psicopedagógica, en la cual
se determinará a través de pruebas de carácter psicológico, neurológicos, de comunicación
y lenguaje, estudios sociales y económicos, así como una valoración médica, que nos
indicará el perfil de las necesidades específicas del alumno, con lo cual se diseñará
entonces un plan de adaptación curricular que cubra dichas necesidades.

El primer paso de la detección es el docente en el aula regular, al momento de la inscripción


y al primer contacto con el alumno, es el docente el que percibe la situación del alumno, a
través de la información proporcionada por los padres o tutores de éste, comienza a
visualizar las necesidades que requiere su estudiante, dependiendo del grado de atención
que el alumno ya esté recibiendo, el docente se encargará de contactar con los equipos de
apoyo para que procesen una valoración profesional del caso. Además de brindar asesoría
de manera continua a los padres. Siempre buscando brindar un servicio integral e inclusivo.

El papel del educador especial ha cambiado con los años ya que su labor no es exclusiva
del campo de la atención de la discapacidad, ahora ya forma parte de la educación regular.
Su trabajo no se enfoca solo en las personas con discapacidad, sino también de aquellas
que tienen alguna necesidad educativa especial, alumnos con problemas de aprendizaje o
aptitudes sobresalientes.

Se encargará de definir la evaluación e instrumentos que se aplicarán para identificar las


necesidades de cada persona, podrá hacer uso de guías, conversaciones, evidencias
tangibles, pruebas estandarizadas y cuestionarios.

Orientará la evaluación con una perspectiva pedagógica. Tendrá el privilegio de realizar una
observación directa del niño dentro del aula y en actividades realizadas en otros espacios
del contexto escolar. Convocará a diferentes especialistas que ayuden a crear un programa
que abarque todas las áreas de desarrollo.

Dentro de la evaluación diagnóstica se deben detectar las necesidades del niño, si presenta
alguna discapacidad es necesario aplicar los instrumentos adecuados y realizar las
modificaciones necesarias. Se debe de tomar en cuenta el desarrollo cognitivo para
observar si cumple con las características esperadas para su edad y grado escolar e
identificar si presenta alguna barrera de aprendizaje y establecer un mecanismo que ayude
a vencerla para promover mejores canales de comunicación con su ambiente.

Se deben de tomar en cuenta los siguientes aspectos al momento de realizar una


evaluación psicopedagógica. el ambiente del aula y de la escuela, así como, el social y
familiar; la manera de aprendizaje del alumno, sus intereses y motivaciones para ello, y su
nivel de competencia curricular en las diferentes asignaturas.

Cuando se realiza una intervención en discapacidad auditiva el maestro debe ubicar al


alumno en un lugar cercano a él, utilizar un lenguaje claro, sencillo, directo y familiar. Utilizar
gestos faciales, corporales, dramatizaciones e ilustraciones. Hablar de frente. Asegurarse
de que comprenda las indicaciones. Realizar actividades que lo ayuden a expresarse.

En la discapacidad visual se debe mostrar la ubicación del salón y de las áreas de la escuela
para que el alumno haga un reconocimiento y comience a familiarizarse. Los objetos se
deben colocar en sitios determinados. Hacer uso de apoyos visuales, permitir que grabe las
clases.

Dentro de la discapacidad intelectual hay que mostrar lo que tiene que hacer utilizando
diversos estímulos. Utilizar un lenguaje sencillo, siempre debemos comprobar que entienda
lo que se le pide. De preferencia utilizar objetos reales. Hay que reducir las distracciones.
Siempre empezar por tareas sencillas. Motivarlo en todo momento y fomentar el trabajo en
equipo.

Las intervenciones en la discapacidad motriz se enfocan en simplificar y acortar los


contenidos. Destinar periodos de Descanso y sobre todo adaptar el ambiente para que
pueda desplazarse de la forma más sencilla.

En las aptitudes sobresalientes debemos realizar actividades en donde los alumnos puedan
experimentar un sentimiento general de éxito. Hay que tener flexibilidad en su horario y
Actividades. Reducir presiones externas cuando se trata de “ser mejor en todo”. Buscar que
en todo momento sientan que son aceptados con el fin de motivarlos a compartir sus ideas.
Ayudarlos a estudiar temas nuevos.

Cuando tenemos un alumno con problemas de aprendizaje dentro de la intervención se


encuentra la entrega de recompensas, hacer las tareas interesantes, dar instrucciones
claras y precisas, determinar las áreas de aprendizaje, tomar en cuenta las emociones.
Motivarlos y establecer límites y brindar una estructura en todo momento.

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