18 Al 22ficha de Trabajolu

FICHA DE TRABAJO
Nombres y apellidos: Ana Alegría Arreaga Alvarado

Fecha: 18 de mayo del 2020
Cargo: Docente
Institución. Blanca García Plaza De Arias
Semana del: 18 de mayo de 2020 al 22 de mayo de 2020
Informe N: 03
ACTIVIDADES A REALIZAR
FICHA DE TRABAJO
LUNES 18 DE MAYO 2020
TEMA: EL DUELO: el duelo es personal cada uno lo vive de

diferente manera, cada uno lo expresa de formas variadas
Observación del video

El duelo y su proceso
Mira el siguiente video: https://www.youtube.com/watch?v=T_qGpSHZedA
TIEMPOS DE REFLEXIÓN
2¿Qué es lo que más te llama la atención de la charla de pilar sordo?
Pilar Sordo nos enseña que tenemos que preguntar no creer que ayudamos con lo que
pensamos que a nosotros nos ayudaría en caso de pasar por un duelo más bien
debemos dejar que la otra persona diga lo que necesita permitir que ella decida más
bien preguntar que necesita.
Dirección: Av. Amazonas N34-451 y Av. Atahualpa.

Código postal: 170507 / Quito-Ecuador
Teléfono: 593-2-396-1300 - www.educacion.gob.ec
3¿Con qué fase te sientes identificado/a?
Etapa de chock o negación
4.- Elabore una pequeña carta, para ti mismo, acerca de lo aprendido en este video.
Aprendí que cuando se pierde a un ser querido esta persona se va para siempre pero
este necesita ser limpiado por dentro es decir no tenemos que aguantarnos las ganas de
llorar más bien llorar así liberamos nuestras preocupaciones y sentimientos.
Se debe permitir que la persona que está pasando por este dolor nos manifieste que es
lo que desea por sí misma no se debe medicar lo que se tiene que hacer es dar
pequeñas palmadas en la espalda para que se sienta acompañado.
Conociendo el duelo y su proceso:

¿Qué es el duelo?
Es duelo es un proceso de adaptación que nos permite restablecer un equilibrio
personal, familiar, social después de una pérdida significativa.
Las pérdidas significativas pueden ser muy variadas, ya que refiere a diversos
momentos, personas, ciclo de vida. En el espacio educativo, se podrían evidenciar
procesos de duelo y en especial en el contexto de emergencia, referentes a:
• Pérdida de contexto normal de vida, por ejemplo: el confinamiento, prohibición de

salir de hogares, pérdida de empleo, dejar de asistir a Institución Educativa.
• Fallecimiento de personas significativas: familiares, amigos, colegas
• Suicidios de algún miembro de la comunidad educativa
• Cambio de casa, ciudad, país
• Separaciones familiares
• Muerte de mascotas
• Cualquier pérdida que afecte significativamente la vida de las personas.
El duelo, es un proceso normal, es un tiempo que permite a nuestra mente procesar las
pérdidas y continuar la vida con los nuevos desafíos que implica.
Es importante considerar que el tiempo de duelo implica un proceso personal, para

entender, sanar y retomar fuerza y, así mismo, es un tiempo para acompañar a otros, ya
que el apoyo social es parte fundamental para avanzar.

En función de nuestra labor en el sistema educativo, es muy importante conocer pautas
para acompañar a nuestros niños, niñas y adolescentes, padres, colegas.
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EL PROCESO DEL DUELO: Brenson (2016)
REACCION INMEDIATA: Cuando recibimos un golpe fuerte, el cuerpo reacciona con un

estado de “choque”, de igual manera reacciona nuestra mente frente a una pérdida o
evento traumático. Esta fase, de incredulidad o negación, inicia de manera inmediata
después de la pérdida y tiene una función protectora ya que permite darnos un tiempo
necesario para prepararnos para afrontar la nueva realidad.
Esta incredulidad usualmente dura unas pocas horas y en esta fase negamos la pérdida y
el impacto de esta en nuestra vida.
REACCIONES INICIALES: Luego de la primera respuesta, cuando empezamos a tomar

consciencia de la pérdida e intentamos integrarlo a nuestra mente, surgen varios
síntomas, que son normales, naturales y necesarios dentro del contexto del trauma que
hemos vivido. Estas conductas son normales durante este tiempo y no tienen una
connotación patológica. En esta fase, es necesaria mucha calidez y comprensión y no
requieren un acompañamiento terapéutico o farmacológico, salvo los casos en los que
se identifique que la persona está en peligro físico o puede causar daño a otros.
Las principales reacciones iniciales son:
• Ansiedad traumática: Un estado psicológico que ocurre en la persona que ha estado

involucrada directamente en un accidente, acto de violencia o tragedia masiva.
Podemos encontrar reacciones que incluyen interrupción del sueño, pesadillas,
ansiedad, angustia, irritabilidad, reflejo exagerado de susto, desconfianza, sentimientos
de impotencia, aislamiento.
• Somatización: En la mayoría de los casos, una de las primeras reacciones es la

conversión del choque emocional es la somatización, es decir pueden presentarse en
síntomas físicos: la somatización. Entre las más frecuentes manifestaciones se
encuentran: dolores generalizados, migrañas, mareos, desmayo, taquicardia, cansancio,
problemas gastrointestinales.
• Desasosiego: También pueden presentarse manifestaciones de apatía, es decir un

desinterés y desmotivación referente a todo lo que le rodea. Otra posibilidad es la
hiperquinesia, es decir, exceso de actividad, agitación psicomotora generales una
hiperactividad y agitación psicomotora general, caracterizada por movimiento
constante, inhabilidad para conciliar el sueño, deseo de estar trabajando o actuando
constantemente.

• Algunas personas también podrían experimentar alucinaciones. En el contexto de una
crisis sanitaria como la actual, en la que hemos experimentado tantos cambios y
pérdidas, este es un proceso común. Se puede creer e incluso estar
Completamente seguros de escuchar o ver a seres queridos que han fallecido. Así
también pueden presentarse ideas suicidas, bajo el peso de todo lo vivido y la dificultad
de encontrar salidas a futuro.
• Emotividad: El cuarto grupo general de reacciones a un trauma es el de las reacciones

emocionales, las cuales son absolutamente necesarias, tanto el sentirlas como el
expresarlas, para poder elaborar y terminar satisfactoriamente el duelo. Las emociones
no elaboradas oportunamente y reprimidas por razones culturales, familiares o sociales
pueden provocar serios problemas posteriores, aun años después del trauma. Las cuatro
emociones que se sienten muy intensamente después de un trauma y hasta pasados
varios meses son:
o Tristeza: Es el profundo pesar por lo perdido y por la situación en la que se quedó el

individuo, la familia y la comunidad; se experimenta en "oleadas" que surgen al pensar o
al hablar acerca de la tragedia, al recibir el pésame o al suceder cualquier otra cosa que
evoque en las personas la memoria de lo perdido.
o Rabia: Ira, a veces muy intensa, que puede estar dirigida contra la naturaleza, el
destino, Dios, los que murieron ("¡me dejaron sola!"), los que sobrevivieron ("¿Por qué
ellos y no mis padres?") y aun contra las personas que quieren ayudar. Debido a una
serie de factores socioculturales, ésta es la emoción más reprimida entre los
damnificados y actualmente se están viendo en las zonas del desastre las secuelas de
esta represión en las crisis secundarias de agresividad y violencia física.
o Miedo: Los temores que tienen las víctimas de una tragedia o de cualquier trauma,
incluyendo el miedo a un futuro sin las personas o los bienes perdidos. Este sentimiento
es agravado por el temor constante a una posible repetición de la tragedia,
especialmente, cuando la tierra sigue temblando por varios días después.
o Culpa: Muy común, aun en el caso de una tragedia natural, los sobrevivientes se
llenan de culpabilidad sin ser culpables de nada. Se pueden sentir culpables de haber
sobrevivido (mientras otros murieron), de no haber rescatado a otros, de tener cosas
que otros sobrevivientes no tienen, de no haber tratado mejor en vida a las personas ya
desaparecidas.
• Desorganización personal: Ante un trauma, los valores y normas organizadoras de la

vida cotidiana de los individuos, de las familias o grupos comunitarios,

Frecuentemente se derrumban y las personas empiezan a operar en un vacío existencial.

A veces abandonan hasta las creencias espirituales más sagradas y las normas morales o
éticas más importantes que tenían antes del trauma. También, a un grado u otro, se
desorganizan en cuanto al cumplimiento de sus actividades y obligaciones rutinarias.
Como aplicamos estos aprendizajes:
Una de nuestras premisas básicas para tiempos de crisis, es reconocer lo que estoy
viviendo, lo que siento, lo que pienso y cuanto me afecta esta situación.
En nuestra función educativa es vital que conozcamos qué es el duelo y su proceso, para
entenderlo, validarlo y acompañarlo en nosotros mismos, en nuestra familia y luego en
nuestra comunidad educativa.
“El duelo, duele”. Nos duele todo lo que hemos perdido en este tiempo: libertad de
circulación, antiguas costumbres, contacto físico con personas queridas, movilidad,
familiares o amigos fallecidos. Y es vital reconocer este dolor ya que nos permitirá
movilizar nuestras fuerzas internas para empezar la recuperación.
5.- ¿Cómo me servirá lo que hemos visto de duelo hasta ahora, para mí mismo/a, mi
familia y mi trabajo?
vvvvvvvvv
Martes 19 de mayo de 2020

EL DUELO EN NIÑOS Y NIÑAS
Mira el siguiente video:
.- MIRA EL SIGUIENTE VIDEO: https://www.youtube.com/watch?v=_RqjTg_kii0
Ana Arreaga A

Tiempo de reflexión:
2.- ¿Qué sientes al ver el video?
Sentimientos encontrados ternura, emoción, y tristeza.
3.- ¿Qué emociones identificas en el cuento?
Tristeza
4.- ¿Cómo crees que los niños y niñas viven los procesos de duelo?
Los niños piensan que esa persona querida va a volver en cualquier
momento tienen una comprensión limitada de la muerte gracias a
sus pensamientos de niños.
Sin embargo, los niños pueden sufrir un retroceso de conductas que
previamente dominaban, como el descontrol de esfínteres o el miedo
a la separación.
El duelo en niños y niñas
Los niños y niñas viven y procesan los duelos, acorde a su ciclo
evolutivo y al contexto en el que vive.
Si bien, cada ser humano reacciona diferente a las situaciones de
pérdida, podemos generalizar las características de la siguiente
manera:
Niños y Niñas de 3 a 6 años:
• Pueden mostrar confusión frente a los cambios o pérdidas. Por su
desarrollo evolutivo, preguntarán varias veces acerca de lo que
perdió o de la persona que ha fallecido.
• Pueden intentar negar lo que ha pasado haciendo preguntas o
afirmaciones totalmente ajenas a lo acontecido.
• En ocasiones, puede parecer que ya los niños/as han comprendido
la situación, y luego de un tiempo vuelven a preguntar. Esta re-
pregunta puede significar que está intentado comprobar si la pérdida
es real.

• Podrían presentarse conductas regresivas, es decir,
comportamientos de un niño más pequeño.
• También podrían mostrarse sumamente sensibles, irascibles o
ausentes.
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Recomendaciones
• Explicar de manera clara y sencilla la situación actual. Si el niño o
niña ha perdido a un familiar, lo mejor es apoyarlos para que
comprendan lo que la muerte tiene de irreversible. El ser concretos y
bondadosos con ellos, permitirá ir elaborando lo que ha sucedido y
generar confianza para que puedan acudir a nosotros cuando sientan
que necesitan preguntar o ser contenidos.
• Si acompañamos una pérdida de un ser querido, es importante
explicarles también como nos sentimos, esto ayuda a que los niños
aprendan a reconocer y validar sus emociones.
• Cuando se presenten conductas regresivas, rabietas, quejas, lo más
aconsejable es actuar con paciencia y respeto. Establecer límites que
impliquen cuidado, hacer pausa, respirar y recordarle al niño que
estamos ahí para acompañarlo y que esas emociones dolorosas
pronto pasarán. Posteriormente, cuando haya calma, se puede
ayudar al niño a “traducir” lo que pasa en su interior. Preguntarle
qué siente cuando tiene conductas disruptivas. Lo vital es apoyarlo a
poner en palabras lo que siente.
• El juego y el dibujo son grandes aliados para procesar pérdidas. A
través de los juegos los niños buscan entender la situación. Podemos
apoyar jugando con ellos y permitir que sus inquietudes sobre
pérdidas o muertes se procesen en el juego. Evitar descalificar o
dirigir el juego.

Niñas y niños de 6 a 12 años:
• Muchos de los niños y niñas, en este rango de edad, comprenden
de mejor manera las situaciones de crisis o de perdidas. Su sistema
nervioso está más desarrollado y eso favorece un mayor
entendimiento de la realidad.
• Ante las nuevas vivencias y posibles pérdidas, pueden mostrarse
más activos de lo que normalmente son. Podrían usar el exceso de
actividad y juego durante la primera fase de un duelo. Es un intento
de alejar el dolor.
• Pueden sentir y expresar temor por más cambios o por la
posibilidad de que otras personas significativas también puedan
fallecer. En este ciclo, ya existe una mayor consciencia de la
irreversibilidad de la muerte y por ellos la angustia
es mayor y el temor de quedarse solo y desprotegido puede ser
abrumador.
• Si existe pérdida de uno de los padres o cuidadores, la sensación se
vulnerabilidad puede sobrepasar la capacidad de manejo. Muchos de
estos niños o niñas desarrollan conductas disruptivas con sus pares
para evitar ser excluidos de sus grupos. Podrían usar conductas
violentas en un esfuerzo por no mostrarse frágiles y vulnerables.
• También podrían pensar que, las pérdidas o la muerte, ocurrieron
por culpa de ellos o por culpa de su mal comportamiento.
• Necesitan saber cómo podría cambiar su vida frente a los cambios
actuales o ante el fallecimiento de alguien significativo.

Recomendaciones
• Es común que los niños y niñas de esta edad (e incluso adolescentes
y adultos) actúen como si no existieran cambios importantes o
busquen de alguna forma a la persona que ha fallecido. Comprenden
perfectamente que la forma de vivir ha cambiado o que la persona
no volverá, pero esta búsqueda ayuda a lidiar con el dolor de las
pérdidas. Es importante no juzgar ni descalificar estas conductas. Lo
más adecuado es ofrecer un espacio de escucha respetuosa, ofrecer
calma y ofrecer certeza de que poco a poco el dolor será menos
intenso.
• Es vital crear un “espacio seguro” para que ellos puedan
expresarse. El contar con adultos respetuosos, favorece un buen
proceso de duelo. En el contexto educativo, este “espacio seguro”
implica que los adultos evitemos juzgar y aconsejar. La misión es
escuchar de manera activa, acoger con respeto y cuidar la
información que recibimos como un tesoro. Todo lo que los
estudiantes nos confíen, debe quedar en ese espacio seguro y no
debe ser divulgado y mucho menos usado en ámbito académico y de
notas.
• Es vital recordar la OBLIGATORIEDAD de denuncia en caso de
conocer un posible caso de violencia o vulneración de derechos. La
normativa del país es sumamente clara respecto a este tema y por
ello, en la comunidad educativa, la persona que conoce un hecho de
violencia o vulneración de derechos debe ingresar a la página de la
Fiscalía General de Estado (www.fiscalía.gob.ec) y realizar el
respectivo reporte a la Autoridad Institucional para la activación de la
ruta y protocolo de actuación frente a situaciones de violencia
detectadas o cometidas en el ámbito educativo. El DECE deberá
inmediatamente realizar el acompañamiento psicológico y elaborará
el Plan de Seguimiento y Restitución.
• La única razón para romper la confidencialidad es el riesgo de daño
a sí mismo o

a otros. En tales circunstancias, es obligatorio, entregar la
información de manera ética a profesionales de los Departamentos
de Consejería Estudiantil y/o a profesionales de la salud.
• El contexto educativo, muchas veces, es el único espacio confiable
que tienen los niños, niñas y adolescentes, por ello se debe garantizar
la continuidad de la educación y que sean espacios libres de
violencia. Los niños necesitan sentir que su mundo no se va a
desmoronar y que cuenta con personas que lo cuidarán y protegerán.
• Si los niños o niñas usan la actividad o conductas disruptivas como
una forma de manejar su dolor, es importante poner límites sanos y
favorecer que hablen de sus emociones.
• En nuestra cultura, no siempre se permite el llanto. En momentos
de incertidumbre y sobre todo cuando se viven pérdidas
significativas, llorar es una de las mejores medicinas con las que el ser
humano cuenta. Es importante permitir la expresión de dolor a
través de las lágrimas. (Aplica también para adultos).

Cómo aplicamos estos aprendizajes:
5.- ¿He identificado alguna de estas conductas en mis estudiantes?
No
6.- ¿Existe alguna conducta que me parezca de riesgo?
7.- ¿He reportado, con información relevante y ética, al DECE y/0 a

MSP?
8.- ¿He detectado o me han informado de un posible caso de

violencia y he realizado la respectiva denuncia en fiscalía?
9.- ¿Algún niño o niña de mi familia, está atravesando un proceso

de duelo muy complejo?
10.- ¿Qué estoy haciendo para ofrecer un espacio seguro y sano

para que pueda procesar sus emociones?
11.- ¿Qué habilidades siento que poseo para acompañar a mis

estudiantes en este tiempo?
12.- ¿Qué habilidades siento que poseo para acompañar a mis


13.- ¿Qué habilidades o conocimientos quisiera desarrollar para
acompañar de mejor manera a mi comunidad educativa en tiempo
de crisis y/o duelos?
MIÉRCOLES 20 DE MAYO 2020

FICHA DE TRABAJO
TEMA: DUELO EN ADOLESCENTES:
Al ser una fase compleja, por los cambios físicos, mentales y
emocionales, el vivir un tiempo lleno de desafíos, de incertidumbres y
cambios drásticos, puede hacer más difícil procesar el duelo.
El duelo en adolescentes
Lee con atención la carta de un docente español a sus estudiantes
adolescentes:
Querido alumno adolescente:
No tengo que ser yo el que te diga que el confinamiento continúa y que parece
que va para largo, ya lo sabes y ya lo sufres. Para nadie es fácil y sé que para ti
menos. Cuando se tiene la vida en los labios, cuando se tienen tantas ganas de
volar, cuando soñabas con ese viaje con todos tus compañeros, cuando se
estrena la libertad cada día y cuando se desean vivir experiencias cada noche,
estar encerrado en casa no es fácil. Solo te puedo decir que lo estás haciendo
muy bien. Realmente bien.
Cuando cada día os oigo en la pantalla del ordenador, cuando recibo vuestras
reflexiones sobre la libertad y cuando cumplís en la entrega de todo lo que los
profesores proponemos solo puedo sentir orgullo de vosotros. Sí, no sé si alguien
te lo está diciendo, si te sirve te lo digo yo: lo estás haciendo muy bien.
Entendiste muy pronto el mensaje repetido de que no estábamos de vacaciones
y que las clases continuaban con normalidad, es verdad, pero que no te engañen,
esto no es normal. Las clases no continúan con normalidad, que los profesores te
mandemos una lista interminable de tareas (sé que te está resultando agobiante)
no quiere decir que estemos enseñando, mucho menos significa que estemos
educando. Sé que las circunstancias de cada uno de vosotros son muy diferentes,
vuestro acceso a la tecnología, vuestras situaciones familiares, vuestros

hogares… no os agobiéis, esta lista de tareas no es ahora lo más importante.
Aceptad cada uno vuestra situación y sacad lo mejor de vosotros mismos como
en tantas ocasiones os he visto hacer.
Es un tiempo privilegiado para aprender, no precisamente matemáticas, física,
literatura o latín sino para aprender grandes lecciones importantes que, tal vez,
pasan desapercibidas en las clases presenciales por el agobio del “temario
oficial”. Es un tiempo privilegiado para educar la paciencia, sé que te cuesta
mucho; admirar la solidaridad del ser humano, todo el mundo está sacando lo
mejor de sí mismo y esta me parece la mejor orientación académico-profesional
que puedes recibir; entender la verdadera libertad; vivir con menos cosas;
pensar mucho; entender lo importante que son las clases, quién te iba a decir a ti
que estabas deseando volver al instinto del que tantas veces dijiste que te
querías ir y no volver; entender y valorar la utilidad de las redes sociales como
herramienta de relación y aprendizaje, no olvides que somos relación… seguro
que tú puedes continuar esta lista de aprendizajes.
Los balcones se han convertido en escenarios improvisados para el mundo
donde se aplaude, se canta, se recita, se interpreta música, se homenajea, se
vibra...y ahí también estás tú. Las calles se llenan de aplausos y ruido de sirenas
que emocionan. ¿No te parece esto una lección magistral?
Al final ha tenido que ser un virus y no un filósofo, como yo pensaba, quien nos
remueve la conciencia y nos enseñe qué es la vida, su significado más profundo y
su verdadera esencia. Cuando salgamos de nuestras casas, que hoy son más que
nunca nuestras "cavernas", será otra la realidad que nos encontremos, más
verdadera, más humana, más real, más viva. De esta saldremos siendo mejores,
sabiendo qué es el bien, la belleza y la verdad.
Un abrazo. Habrá primavera.
Sergio Calleja
¿Qué piensas acerca de esta carta?

Por medio de esta carta el autor le dice a los jóvenes que los comprende por la
situación que están pasando que es tiempo de educar la paciencia, de entender
la verdadera libertad valorar lo importante que son las clases no olvidar que
somos relación y valorar lo importante que son las redes sociales como
herramienta de relación y aprendizaje.

¿Con qué partes de la carta te sientes identificado/a?
Cuando salgamos de esta pandemia vamos a salir siendo más humanos, siendo
mejores y valorando más a las personas y la vida y con un valor muy importante
la solidaridad.
Si fueras uno de tus alumnos adolescentes. ¿Cuál sería tu reacción

frente a esta carta?
Agradecimiento por la carta
Características de duelo en adolescentes

• Durante esta fase del ciclo vital, las vivencias de pérdidas y duelos
pueden ser muy difíciles para los adolescentes.
• Al ser una fase compleja, por los cambios físicos, mentales y
emocionales, el vivir un tiempo lleno de desafíos, de incertidumbres y
cambios drásticos, puede hacer más difícil procesar el duelo.
• Los adolescentes pueden reaccionar ante el fallecimiento de
alguien significativo, incrementado las conductas de rebeldía,
desafío, aislamiento. Existe mayor riesgo de desarrollar conductas de
riesgo, sobre todo, si viven situaciones personales o familiares
difíciles o si se encuentran en situación de
Vulnerabilidad.
• Para los adolescentes las pérdidas son sumamente impactantes, ya
que implican la necesidad de generar nuevas certezas en un tiempo
en el que, cuestionan y desafían todo lo que previamente generaba
seguridad.
• Al ser una fase de búsqueda de identidad, diferenciación familiar,
cuestionamiento social, las crisis y los duelos pueden sobrepasar la

habilidad de afrontamiento adecuado y podrían generarse conductas
de riesgo: consumo de sustancias, deserción escolar, asociación con
grupos violentos, desapariciones voluntarias, etc.
• Por su búsqueda de independencia y autonomía, los adolescentes
pueden enmascarar su dolor y evitar hablar de él con adultos.
Posiblemente hable de sus temores, dudas y dolor con sus pares. Las
amistades son fundamentales en este tiempo, así como la certeza de
contar con adultos confiables e incondicionales.
Recomendaciones
• Los adolescentes necesitan sentirse amados, respetados y
valorados. La etapa de vida es compleja para ellos, existen cambios,
incertidumbre, cuestionamientos.
• Una frase que define el sentir y pensar de los adolescentes, en la
relación con los adultos significativos es: “Ámame cuando menos lo
merezca, porque es cuando más lo necesito”.
• Aunque no lo expresen, es vital para ellos, tener la seguridad del
amor incondicional de sus padres y de los adultos significativos.
• Animar a hablar de emociones y compartirlos con un grupo de
pares y con algún adulto de confianza, favorece que los duelos sean
procesados de manera adecuada.
• Es importante evitar que los adolescentes opten por el aislamiento,
ya que eso podría pasar a conductas de riesgo. Animar a retomar la
vida social, contacto con amigos, clubes, grupos juveniles.
• Detectar factores de riesgo para solicitar ayuda y apoyo
especializado: consumo de sustancias, intentos autolíticos, conductas
antisociales como robo o intimidación. En caso de detectar
conductas de riesgo, activar ruta de ayuda con DECE y MSP.

• Favorecer la participación del adolescente en rituales de despedida,
favorece mucho el superar las fases de manera sana y también
permite el sentirse parte de la familia y/o comunidad, lo que genera
un factor muy grande de protección.
Cómo aplicamos estos aprendizajes:
Piense en 5 estudiantes que han recurrido a usted por ayuda más
allá del contexto académico.
Un estudiante no ayuda en si si no más bien por medio de su mamá
envía audios saludando contando como esta y lo que hacen este
tiempo de cuarentena, etc.
Las mamitas solicitando información sobre canasta solidaria.
¿Qué sentimientos expresaban? ¿Qué hizo usted para apoyarlos?
Tranquilidad que está bien que su papa sale a trabajar y su mamita se
queda con ellos y el la cuida a ella y a su hermanito dice señorita
estamos bien y yo cuido a mi familia.
Confusión buscar información para entregar a las mamitas.
Recuerde un momento de su adolescencia, en el que, algún adulto
lo apoyó… ¿Qué hizo esta persona? ¿Qué no hizo esta persona?
Mi hermana fue una persona que me ayudo bastante en mis
estudios.
Si luego de esta emergencia, uno de sus 5 estudiantes escribiera
algo acerca de usted, ¿qué cree que sería?
Gracias señorita Anita por haber estado pendiente de mí.
¿Existe alguna conducta que me parezca de riesgo? ¿He reportado,
con información relevante y ética, al DECE y/o a MSP?

¿Qué habilidades siento que poseo para acompañar a mis
 Respeto
 Cortesía
 Empatía
 Comunicación
¿Qué habilidades o conocimientos quisiera desarrollar para
acompañar de mejor manera a mi comunidad educativa en tiempo
de crisis y/o duelos?


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FICHA DE TRABAJO

Nombres y apellidos: Ana Alegría Arreaga Alvarado

TEMA: EL DUELO: el duelo es personal cada uno lo vive de

Observación del video

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Conociendo el duelo y su proceso:

• Pérdida de contexto normal de vida, por ejemplo: el confinamiento, prohibición de

• Fallecimiento de personas significativas: familiares, amigos, colegas

• Suicidios de algún miembro de la comunidad educativa

• Cambio de casa, ciudad, país

• Cualquier pérdida que afecte significativamente la vida de las personas.

Es importante considerar que el tiempo de duelo implica un proceso personal, para

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EL PROCESO DEL DUELO: Brenson (2016)

REACCION INMEDIATA: Cuando recibimos un golpe fuerte, el cuerpo reacciona con un

REACCIONES INICIALES: Luego de la primera respuesta, cuando empezamos a tomar

Las principales reacciones iniciales son:

• Ansiedad traumática: Un estado psicológico que ocurre en la persona que ha estado

• Somatización: En la mayoría de los casos, una de las primeras reacciones es la

• Desasosiego: También pueden presentarse manifestaciones de apatía, es decir un

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o Tristeza: Es el profundo pesar por lo perdido y por la situación en la que se quedó el

• Desorganización personal: Ante un trauma, los valores y normas organizadoras de la

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Frecuentemente se derrumban y las personas empiezan a operar en un vacío existencial.

Como aplicamos estos aprendizajes:

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8.- ¿He detectado o me han informado de un posible caso de

9.- ¿Algún niño o niña de mi familia, está atravesando un proceso

10.- ¿Qué estoy haciendo para ofrecer un espacio seguro y sano

11.- ¿Qué habilidades siento que poseo para acompañar a mis

12.- ¿Qué habilidades siento que poseo para acompañar a mis

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MIÉRCOLES 20 DE MAYO 2020

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