Está en la página 1de 209

LAS VACUNAS: peligros y alternativas

© Adolfo Pérez (2015)


edicionesmasters@gmail.com ÍNDICE
CONCLUSIONES PREVIAS

CAPÍTULO UNO
Sobre las vacunas
Médicos opositores
Código de Núremberg
Estadísticas y Propaganda
Las falsas suposiciones sobre la seguridad de la vacuna Los peligros
de la vacunación
¿Son peligrosas las enfermedades infecciosas en la infancia?
¿Complicidad científica?
¿Similitud con la homeopatía?
Programas de vacunación
Teoría de las vacunas
¿Por qué las vacunas no protegen contra las enfermedades? ¿Las
Vacunas son estériles?
Médicos y estudiantes exculpados
Un magnífico negocio
¿Por qué los niños reciben tantas vacunas adicionales? Lo que usted
necesita saber antes y después de la vacunación

SITUACIONES EN LAS QUE NO SE DEBEN ADM NISTRAR VACUNAS


A) Situaciones patológicas
B) Estados fisiológicos
CAPÍTULO DOS
REACCIONES A LAS VACUNAS Reacciones inmediatas
Reacciones de hipersensibilidad Enfermedad autoinmune
Reacciones posteriores
Científicamente incorrecto

CAPÍTULO TRES
SISTEMA INMUNITARIO Los anticuerpos

CAPÍTULO CUATRO DATOS ESTADÍSTICOS

¿Las vacunas son eficaces? Eficacia controvertida


Informes sesgados
¿Las vacunas son completamente seguras? ¿Efecto preventivo?
Casos concretos

CAPÍTULO C NCO
ADITIVOS EN LAS VACUNAS Adjuvantes Tolerancia inmune Otros
problemas autoinmunes Aluminio
Aceites
El escualeno
El AS04
MPL
Adyuvante de FREUND
ISCOM
P40
LPS
MDP
Liposomas
CAPÍTULO SEIS
HOSTIGAM ENTO MÉDICO Coacciones

CAPÍTULO SIETE
ACCIÓN Y EFECTOS NOCIVOS Reacciones de las vacunas
Todas las vacunas son diferentes Las alergias post-vacunales
Efectos secundarios graves

CAPÍTULO OCHO
ACCIONES LEGALES
Exenciones legales
Estar preparado para la confrontación

CAPÍTULO NUEVE TESTIMONIOS


Historias reales
CAPÍTULO NUEVE TESTIMONIOS
Historias reales

CAPÍTULO D EZ
LA ALTERNATIVA NATURAL Vitaminas y minerales
Plantas medicinales
Otros
Homeopatía
Sales de Schüssler

Es posible que algunos médicos piensen que la responsabilidad sobre


la salud de los niños les corresponde esencialmente a ellos, no a los
padres. También piensan que Internet es un mal medio para
asesorarse y buscar otras opiniones. Algunos, incluso, no creen que
los padres sepan diferenciar entre el bien y el mal, el dolor y el
bienestar de sus hijos, creyendo que solamente los médicos pueden
evaluar cuándo los niños están sanos.

Los niños suelen estar atrapados en un fuego cruzado entre padres y


médicos, entre normas sanitarias impuestas por una inquisición
médica que impide la capacidad de los padres para decidir sobre los
hijos, pero se olvidan del principio elemental de que los padres
solamente quieren lo mejor para sus seres queridos.

Sobre el autor
ADOLFO PÉREZ

Dedicado desde hace más de 40 años a la Medicina Natural, este


eterno investigador del cuerpo humano y la mente, buscó en los
tratamientos holísticos el camino para la curación de los enfermos. Con
un recorrido profesional en laboratorios médicos y farmacias, así como
en el estudio de la Medicina Científica, pronto sintió la necesidad de
aportar una vía nueva de conocimientos a través de sus enseñanzas,
sea como profesor, escritor, conferenciante o naturópata.

Diplomado en Naturopatía, Herbodietética, Nutrición Ortomolecular,


Homeopatía y Preparación Física, es autor de docenas de libros que ya
se venden en todos los países del mundo.

Advertencia al lector

Su sangre es inviolable, y nadie puede obligarle a usted o sus hijos a


vacunarse. Si mis padres, mis hijos y yo mismo, hemos evitado las
vacunaciones, usted también puede hacerlo.
Quiero señalar también que este libro no ha sido elaborado como un
ejercicio de opinión exclusivamente mía, sino que está basado en
docenas de comentarios y conclusiones de personas de todo el
mundo, algunas de ellas científicamente irreprochables, y otras por
personas afectadas. Como autor informado he puesto mi guinda, pues
mis conocimientos de la salud y las medicinas alternativas, me otorgan
solvencia para ello.
LAS VACUNAS: peligros y
alternativas
CONCLUSIONES PREVIAS

Cualquier decisión que adopte sobre su vacunación será rebatida, así


que le encomendamos que se informe para que sea usted quién
aporte buenos datos. Tiene ese derecho y responsabilidad. Es un
problema difícil, pero justifica emplear tiempo y energía. La decisión de
vacunarse es suya, pero le pedimos que se informe antes.

Al finalizar la lectura de este libro bien documentado, el lector debe


saber que:

1. No estamos en contra de la vacunación en los casos de pandemias y


epidemias, ni tampoco cuando las personas viajan a países con un alto
riesgo de contagio.
2. Sabido esto, estamos en contra de la vacunación sistemática a todos
los niños desde el momento de su nacimiento, especialmente cuando
no existan riesgos notorios de enfermedades infecciosas transmisibles.
3. Estamos en contra de la manipulación y acoso que se hace a las
personas y en especial a los padres, para que vacunen a sus hijos,
amenazándoles con la exclusión del sistema educativo o con quitarles
la tutela de sus hijos.
4. Estamos en contra que algún juez pueda obligar a introducir a una
persona un fármaco en contra de su voluntad o la de sus tutores.
5. Exigimos a los gobiernos y a las autoridades sanitarias que sometan
a las vacunas a un seguimiento sobre los efectos secundarios a corto,
medio y largo plazo, tal y como se hace con todos los medicamentos.
6. Exigimos que las personas sean debidamente informadas sobre la
posibilidad de los efectos secundarios, algunos de ellos
potencialmente graves.
7. Pedimos que sean retiradas las vacunas responsables de muerte,
aunque haya sido un solo caso.
8. Pedimos que sean retiradas del calendario vacunal aquellas
vacunas cuya efectividad no esté debidamente comprobada. 9.
Advertimos a las personas que no deseen vacunarse ni mucho menos
a sus hijos, que seguramente tendrán que poner su caso en manos de
un abogado competente para hacer valer su derecho a no recibir por
fuerza, presión o coacción, un medicamento. 10. Instamos al lector a
que busque más información en Internet, aunque a su médico le
parezca un medio inadecuado. Lo importante no es el prestigio de la
clase médica, sino la salud de las personas. 11. A los médicos que
están convencidos de la inocuidad de las vacunas les pediría que ellos
mismos se pusieran todas las vacunas, en el mismo orden y tiempo que
hacen con los niños.

Y para que el lector vaya entendiendo la finalidad de este libro, le


recordamos que:
Desde los 0 a 6 meses, el niño habrá recibido –según la región o país)
16-22 dosis de vacunas. 2 al nacer.
Y hasta los 14 años, 29 dosis de vacunas, aproximadamente.

Nota: resulta indignante, sorprendente y apartado de cualquier


razonamiento científico, que se inoculen tal cantidad de virus, toxinas y
bacterias en la etapa más precoz de la vida, la niñez y adolescencia,
cuando el sistema inmunitario apenas si ha conseguido aprender a
defenderse con eficacia. Los graves daños orgánicos que ello causa,
serán motivo de indignación para los científicos del futuro.

CAPÍTULO UNO
SOBRE LAS VACUNAS

Desde su creación por Edward Jenner en 1796, y conservando un


término que se deriva de “ vaca” , por elaborarse entonces a partir de
vacas infectadas de viruela, la vacunación en masa ha pretendido
eliminar del ser humano una larga serie de enfermedades.
Posteriormente, en 1881, Louis Pasteur diseñó un experimento para
comprobar la efectividad de la vacuna contra el ántrax ideada por él,
en la granja de Pouilly-le-Fort.

Pero la masificación y la utilización preferencial en bebés, ha


ocasionado su rechazo en cada vez más científicos y personas
preocupadas por los efectos iatrogénicos, considerándose que actúan
como un arma biológica, socavando la salud, manipulando y
paralizando el sistema inmunológico y los ciclos de la vida, y
ocasionando nuevas enfermedades debilitantes. Aun así, seguimos
oyendo que se trata de la medicina del futuro, asegurándonos que
dentro de poco nos podremos “ vacunar” contra cualquier agresión
exterior. Ya nos hablan de vacunas contra el Alzheimer, todo tipo de
cáncer y hasta para la Hiperactividad infantil, posiblemente una
consecuencia de las vacunas. Y no dejemos al margen a la última
monstruosidad científica: la vacunación en masa de los ancianos. Los
beneficios económicos para sus fabricantes son obvios, pero ¿nos
obligarán mediante la fuerza o la coacción a vacunarnos a todos? De
conseguirlo, la octava plaga de la Humanidad habrá comenzado con
estas nano-bombas químicas.

El precedente para la experimentación médica en masa cada vez


mayor a través de un calendario de vacunas recomendadas, ya está en
marcha. Ahora podemos predecir el sombrío futuro de la humanidad:
una epidemia de trastornos neurológicos y enfermedades autoinmunes
nunca antes imaginados. Espero que usted, amigo lector y yo mismo, el
escritor, podamos resistir estoicamente estos ataques.

Médicos opositores (International Medical Council on Vaccination )

“Si los niños de EE. UU. recibiesen todas las dosis recomendadas de
todas las vacunas recibirían hasta 35 vacunas que contienen: 113
diferentes tipos de gérmenes en partículas, 59 sustancias químicas
diferentes, 4 tipos de células animales y albúmina humana procedente
de tejidos de fetos humanos abortados

“Si creen que no hay que preocuparse de las vacunas debido a que
los hijos ya son mayores se equivoca. Hay más o menos 20 vacunas
actualmente en desarrollo para su puesta en el mercado en los
próximos años. Todas ellas dirigidas a adolescentes e incluso algunas
para adultos

Cuando las vacunas nacieron en los siglos XVIII-XIX, hubo numerosos


profesionales en contra de esta práctica médica. Hasta ahora, las
voces disidentes que cuestionan distintos aspectos de las
vacunaciones (ingredientes, conservantes, número de dosis, edad,
combinaciones, etc.) han estado presentes pero de forma discreta y
haciendo poco ruido.

Sin embargo, en los últimos tiempos, y especialmente a raíz de los


escándalos con la gripe A y la vacuna del virus del papiloma humano,
el movimiento antivacunal ha cobrado protagonismo y es mucho más
fácil acceder a una información crítica, pues la libertad de información
en Internet y redes sociales ha quitado el protagonismo a la prensa
escrita y televisión. Ya no es cuestión de un autor o un estudio
concreto, sino una corriente global. Hay un documento bien elaborado
que bajo el título “ Vaccines: getthe full story” en el cual han participado
80 médicos de distintas especialidades y docentes de Medicina en
EEUU, que nos alertan sobre los riesgos de las vacunas y rechazan las
recomendaciones oficiales al respecto.

Un resumen de este documento está disponible en 9 idiomas, incluido


castellano, y en él se enumeran los efectos secundarios documentados
de las vacunas, no solamente en cuanto al tema del autismo, y en él
explican la razón por las cuales muchos médicos no vacunan a sus
familias, advirtiendo de los ingredientes de las vacunas y su proceso
de fabricación, así como informando de los resultados de un amplio
estudio con niños no vacunados vs vacunados, denunciando
finalmente los conflictos de intereses en este tema y acusando a la
industria farmacéutica de lucrase a expensas de los daños de estos
medicamentos.

A continuación resumimos sus conclusiones sobre el negocio de las


vacunas, exponemos los componentes y los datos de ese estudio
comparativo:
Las compañías farmacéuticas ganan miles de millones de dólares con
las vacunas.

Las compañías farmacéuticas ganan decenas de miles de millones de


dólares por los fármacos administrados para tratar los efectos
colaterales y las enfermedades causadas por las vacunas.

Las vacunas son la columna vertebral del sistema médico. Sin vacunas,
bajarían los costes sanitarios y además tendríamos a la sociedad en
general muy saludable.

Las compañías farmacéuticas, las compañías de seguros y el sistema


médico se enriquecen cuando las personas enferman, especialmente
si tienen enfermedades crónicas.
Las vacunas no dan inmunidad de por vida, por eso hay las vacunas
de refuerzo para los niños.

Cada dosis de refuerzo aumenta el riesgo de efectos secundarios.

Los efectos secundarios de las vacunas pueden causar enfermedades


para el resto de la vida que, a su vez, deberán ser tratadas con otros
medicamentos.

Los sistemas inmune y nervioso son los principales afectados por las
vacunas.

Las nuevas vacunas recombinantes y sintéticas poseen una baja


inmunogenicidad en comparación con las vacunas tradicionales,
consistentes en microorganismos intactos, atenuados o inactivados por
el calor; de ahí el interés por la búsqueda de diferentes
inmunoadyuvantes para incrementar la efectividad de estas nuevas
vacunas para uso humano. En este sentido, el ministro de salud
japonés Tamura y otros, notifican en estudios realizados en ratones, la
utilidad de 2 derivados del dipéptido murámico como adyuvantes para
la vacuna recombinante de la hepatitis B, primera de esta categoría en
ser licenciada para uso en humanos y disponible comercialmente en
forma adsorbida al alumbre. La respuesta de anticuerpos obtenida con
los derivados del MDP resultó similar a la inducida por la vacuna
adsorbida en alumbre y se discute, por los autores, el posible papel de
estos compuestos como su sustituto.

Código de Núremberg

El Código de ética médica de Núremberg recoge una serie de


principios que rigen la experimentación con seres humanos, que
resultó de las deliberaciones de los Juicios de Núremberg al final de la
Segunda Guerra Mundial y que tuvieron su desarrollo por los
experimentos médicos del Dr. Josef Mengele.

Fue publicado el 20 de agosto de 1947, y en él se recogen principios


orientativos de la experimentación médica en seres humanos, entre
cuyos acuerdos se recoge el consentimiento informado y la ausencia
de coerción para experimentar o aplicar un tratamiento médico.

En esencia, el código ético dice:

Es absolutamente esencial el consentimiento voluntario del sujeto


humano. Esto significa que la persona implicada debe tener capacidad
legal para dar consentimiento; su situación debe ser tal que pueda ser
capaz de ejercer una elección libre, sin intervención de cualquier
elemento de fuerza, fraude, engaño, coacción u otra forma de
constreñimiento o coerción; debe tener suficiente conocimiento y
comprensión de los elementos implicados que le capaciten para hacer
una decisión razonable e ilustrada.

El experimento debe ser realizado de tal forma que se evite todo


sufrimiento físico y mental innecesario y todo daño.

No debe realizarse ningún experimento cuando exista una razón a


priori que lleve a creer que pueda sobrevenir muerte o daño que lleve
a una incapacitación, excepto, quizá, en aquellos experimentos en
que los médicos experimentales sirven también como sujetos.

El grado de riesgo que ha de ser tomado no debe exceder nunca el


determinado por la importancia humanitaria del problema que ha de
ser resuelto con el experimento.

Deben realizarse preparaciones propias y proveerse de facilidades


adecuadas para proteger al sujeto de experimentación contra
posibilidades, incluso remotas, de daño, incapacitación o muerte.

Durante el curso del experimento el sujeto humano debe estar en


libertad de interrumpirlo si ha alcanzado un estado físico o mental en
que la continuación del experimento le parezca imposible. Durante el
curso del experimento el científico responsable tiene que estar
preparado para terminarlo en cualquier fase, si tiene una razón para
creer con toda probabilidad, en el ejercicio de la buena fe, que se
requiere de él una destreza mayor y un juicio cuidadoso de modo que
una continuación del experimento traerá probablemente como
resultado daño, discapacidad o muerte del sujeto de experimentación.

¿Por qué, cabe preguntar obviamente, cualquier persona con


conocimiento de cómo se inyecta, puede administrar un medicamento a
un ser humano? ¿Es legal quitar provisionalmente la patria potestad a
unos padres para administrar contra su voluntad un medicamento a un
niño, si sus progenitores están convencidos del posible daño causal?

Estadísticas y Propaganda

¿Cuántos americanos realmente se mueren de gripe cada año? Pues


prepárese para algunas sorpresas. La cifra que se ha publicado es de
30.000 anuales. ¡Tenga cuidado! Vacúnese contra la gripe. Todos los
otoños. No espere. ¡Usted podría caer muerto en la calle!

Pero ahora vamos a repasar las estadísticas reales:


• 1993: 1.044
• 1995: 606
• 1996: 745
• 1997: 720
• 1998: 1.724
• 1999: 1.665
• 2000: 1.765
• 2001: 257

Los médicos rectifican y nos dicen que el peligro está en la neumonía y


que por eso hay que tener cuidado con la gripe, pero luego volvemos
a leer que se mueren 36.000 personas de gripe. Ya han aumentado
más y eso que la gente se vacuna.

Para que nadie se asuste, se compran millones de vacunas de la gripe


y se guardan, sin importar cuántas dosis son dejadas sin usar.

Así que ya sabemos dónde está el problema: La propaganda está


siendo usada para inflar artificialmente las estadísticas de la gripe y así
dirigir a las personas a las clínicas y a los doctores para conseguir sus
vacunas. ¿Y qué hay de las vacunas? ¿Son seguras y eficaces?

Ahora, por primera vez, una persona que trabajó desde dentro de la
industria de la vacuna ha estado de acuerdo en hablar sobre los
peligros de las vacunas.

"Dr Mark Randall" es el seudónimo de un ex-investigador que trabajó


durante muchos años en los laboratorios más importantes y en el
Instituto Nacional de Salud del gobierno americano.

Veamos esta preocupante entrevista:


-Usted estuvo anteriormente seguro que las vacunas eran el sello de la
buena medicina.
- Sí, lo estaba. Yo ayudé a desarrollar algunas vacunas. No diré cuáles.

-¿Por qué no?


-Quiero conservar mi privacidad.

- ¿Así que piensa que pudiera tener problemas si habla públicamente?

-Yo creo que pudiera perder mi pensión.


- ¿En base de qué?
- Estas personas tienen maneras de causarme problemas, pues antes
fui parte del “Club . Conozco a una o dos personas que fueron puestas
bajo vigilancia, que fueron acosados.

-¿Acosados por quien?


-El FBI.
-¿Realmente?
-Efectivamente.

-¿Y la libertad de expresión? ¿Usted cree que deben permitírseles a


las personas escoger si se quieren vacunar?

-A nivel político, sí. A nivel científico, las personas necesitan la


información para que puedan escoger bien. Una cosa es decir que
vacunarse es bueno ¿pero si la atmósfera está llena de mentiras,
cómo puede usted escoger? Las personas discrepantes no trabajan
en Sanidad.

-Hay historiadores médicos que declaran que el declive global de


enfermedades no es debido a las vacunas.

-Lo sé. Durante mucho tiempo ignoré su trabajo.


-¿Por qué?

-Porque tuve miedo de lo que encontraría. Yo estaba en el negocio de


desarrollar las vacunas. Mi sustento dependía de continuar ese
trabajo.

-¿Y entonces?
-Hice mi propia investigación.
P: ¿A qué conclusiones llegó?

-El declive de las enfermedades infecciosas es debido a las


condiciones mejoradas de vivienda y alimentación. El agua más limpia.
Hay sistemas avanzados de alcantarillado. Buena nutrición. Comida
más fresca. Disminución de la pobreza. Los gérmenes pueden estar
por todas partes, pero cuando se está saludable no se contrae
fácilmente enfermedades.

-¿Qué sintió usted al completar su propia investigación?


-Desesperación. Comprendí que yo estaba trabajando en un sector
basado en una colección de mentiras.
-¿Algunas vacunas son más peligrosas que otras?

-Sí. La DPT, por ejemplo, y la MMR. Pero algunos lotes de vacunas son
más peligrosos que otros lotes de la misma vacuna. Hasta donde yo
sé, todas las vacunas son peligrosas.

-¿Por qué?

-Por varias razones. Primero porque involucran al sistema


inmunológico humano en un proceso que tiende a comprometer la
inmunidad. Pueden realmente causar la enfermedad que se supone
que previenen.

-¿Por qué se citan estadísticas que parecen demostrar que las vacunas
han tenido gran éxito en erradicar las enfermedades?

-¿Por qué? Para dar la ilusión que estas vacunas son útiles. Si una
vacuna suprime síntomas visibles de una enfermedad como el
sarampión, todos asumimos que la vacuna es un éxito. Pero, bajo la
superficie, la vacuna puede dañar el propio sistema inmunológico. Y si
causa otras enfermedades —digamos, meningitis— el hecho está
enmascarado, porque nadie cree que la vacuna puede hacer eso. La
conexión se pasa por alto.

-Se dice que la vacuna de la viruela erradicó la enfermedad en


Inglaterra.
-Sí. Pero cuando usted estudia las estadísticas disponibles, consigue
otro cuadro.
-¿Y cuál es?

-Había ciudades en Inglaterra dónde las personas que no fueron


vacunadas no contrajeron la viruela. Había lugares dónde las
personas que fueron vacunadas experimentaron epidemias de
viruela. Y la viruela ya estaba en declive antes de la introducción de la
vacuna.

-Así que usted está diciendo que a nosotros nos han dado una falsa
historia.

-Sí. Eso es exactamente lo que yo estoy diciendo. Ésta es una historia


que se ha cocinado para convencer a las personas que las vacunas
son invariablemente seguras y eficaces.

Contaminación de la vacuna
-Usted trabajó en laboratorios dónde la pureza es importante.

-El público cree que estos laboratorios, estos medios industriales, son
los lugares más limpios en el mundo. Eso no es verdad. La
contaminación ocurre todo el tiempo. Se introduce toda clase de
desperdicios en las vacunas.

-Por ejemplo, el virus SV40 del mono incluido en la vacuna de la polio.

-Bien sí, eso pasó. Pero eso no es lo que quiero decir. El SV40 entró en
la vacuna de la polio porque la vacuna se hacía usando los riñones
del mono. Pero estoy hablando sobre algo más. Las condiciones
reales del laboratorio. Los errores. Los descuidos. El SV40, que
después se encontró en los tumores cancerosos... eso era lo que yo
llamaría un problema estructural. Era una parte aceptada del proceso
industrial. Si usted usa los riñones del mono, usted abre la puerta a
gérmenes que no sabe están en esos riñones.

-De acuerdo, pero ignoremos esa distinción entre los diferentes tipos
de contaminantes por un momento. ¿Qué contaminantes encontró
usted en sus muchos años de trabajo con las vacunas?

-Bien. Yo le daré algunos con los que yo me encontré, y también le


daré lo que otros colegas míos encontraron. Aquí hay una lista parcial.

• En la vacuna Rimavex contra el sarampión, nosotros encontramos


varios virus del pollo.
• En la vacuna de la polio, encontramos acantamoeba que es una
amiba llamada “ come-cerebro".
• En la vacuna de la polio encontramos el cytomegalo virus de los
simios.

• Virus espumante de simio en l a vacuna del rotavirus.


• Virus de cáncer de pájaro en la vacuna de MMR.
• Varios micro-organismos en la vacuna del ántrax.

• Yo he encontrado inhibidores de enzimas, potencialmente peligrosos,


en varias vacunas.

• En la vacuna de la rubeola, virus de pato, perro y virus de conejo.


• El virus de leucosis aviaria en la vacuna de la gripe.
• Virus de la Peste en la vacuna de MMR.

-Permítame poner eso en claro. Todos estos son contaminantes que no


pertenecen en las vacunas.

-Eso es correcto. Y si usted intenta calcular qué daño pueden causar


estos contaminantes, bien, realmente no sabemos porque no se ha
hecho comprobación alguna, o muy poca. Es un juego de ruleta. Usted
se arriesga. Tampoco, la mayoría de las personas saben que algunas
vacunas de la polio, vacunas adenovirus, rubeola, hepatitis A y las
vacunas del sarampión han sido hechas con tejido fetal humano
abortado. De vez en cuando he encontrado lo que creí que eran
fragmentos bacterianos y virus de la polio en estas vacunas de tiempo
en tiempo que pueden haber venido de ese tejido fetal. Cuando
buscamos contaminantes en las vacunas, podemos encontrar material
que es confuso.

Usted sabe que no debe estar allí, pero no sabe exactamente qué es
lo que tiene. Yo he encontrado lo que creí era un “fragmento" muy
pequeño "de cabello humano y también mucosidad humana. Yo he
encontrado lo que sólo podría llamarse "proteína extraña lo que
podría significar casi cualquier cosa. Podría significar proteínas de
virus.

-Suenan por todos lados las campanas de alarma.

-¿Cómo piensa que yo me sentía? Recuerde, este material está


entrando en el torrente sanguíneo sin atravesar algunas de las
defensas inmunes ordinarias.

-¿Cómo fueron recibidos sus resultados?

-Básicamente, era "No se preocupe; esto no puede remediarse.".


Haciendo las vacunas, usted usa varios tejidos de animales, y aquí es
donde entra este tipo de contaminación. Claro, yo no estoy ni siquiera
mencionando los químicos normales como formaldehido, mercurio y
aluminio que son puestos en las vacunas intencionalmente como
preservantes.

-Esta información es bastante asombrosa.

-Sí. Y estoy mencionando solamente algunos de los contaminantes


biológicos. Quién sabe cuántos otros hay. Otros que nosotros no
encontramos porque no pensamos buscarlos. ¿Si el tejido de,
digamos, un pájaro, es usado para hacer una vacuna, cuántos
posibles gérmenes pueden estar en ese tejido? No tenemos idea
alguna. Nosotros no tenemos ninguna idea lo que podrían ser, o qué
efectos podrían tener en los humanos.

Las falsas suposiciones sobre la seguridad de la vacuna


-¿Y más allá del problema de la pureza?
-Usted está tratando con la premisa defectuosa básica sobre las
vacunas: que estimulan el sistema inmunológico intricadamente para
crear condiciones de inmunidad de la enfermedad. Ésa es una mala
premisa. No funciona así. Se supone que una vacuna crea "los
anticuerpos que, indirectamente, ofrecen protección contra la
enfermedad. Sin embargo, el sistema inmunológico es mucho más
grande y más involucrado que los anticuerpos y sus células asesinas
"relacionadas".

-¿El sistema inmunológico es...?

-El cuerpo entero, realmente. Además de la mente. Se podría decir que


todo es sistema inmunológico. Por eso podemos ver, en medio de una
epidemia, esos individuos que permanecen saludables.

-Así que el nivel de salud general es importante.


-Más que importante. Vital.
-¿Cómo es que se presentan falsas estadísticas de la vacuna?

-Hay muchas maneras. Por ejemplo, suponga que 25 personas que


han recibido la vacuna de la hepatitis B enferman de hepatitis. Bien,
hepatitis B es una enfermedad del hígado. Pero usted puede llamar
enfermedad del hígado a muchas cosas y puede cambiar el
diagnóstico. Entonces ha ocultado la causa inicial (raíz) del problema.

Los peligros de la vacunación

En el libro que relacionaba los problemas de salud con las


inmunizaciones, escrito por Coulter y Fisher en 2003, se estima que
entre 12.000 y 15.000 casos de daño neurológico grave son causados
por vacunas infantiles cada año. Coulter llegó a la siguiente
conclusión: “Un niño de cada cinco o seis se ve afectado, en cierto
grado, por la vacunación... aproximadamente el 20 por ciento de la
población .

Tanto los anticuerpos humorales como las células sensibilizadas,


pueden ocasionar una enfermedad autoinmune. Los autoanticuerpos
parecen estar implicados en reacciones con las células que son
fácilmente accesibles, tales como elementos formados de la sangre (en
la anemia hemolítica, trombocitopenia, leucopenia), el endotelio
vascular, la membrana basal vascular, incluyendo el glomérulo
(ocasionando ascitis glomerulonefritis aguda e inmunidad neoplásica).

La producción de lesiones en los tejidos vascularizados sólidos,


parece depender de reacciones de hipersensibilidad retardada con
células linfoides sensibilizadas (como en la encefalomielitis alérgica,
tiroiditis subaguda y glomerulonefritis crónica, orquitis, adrenalitis y
muchas otras enfermedades).

Es bastante obvio que los mismos mecanismos autoinmunes son


responsables de las mismas enfermedades en los seres humanos y
que el alcance de estos daños es enorme y sigue creciendo con más y
más vacunas añadidas.

De hecho, las vacunas, como la vacuna contra la tos ferina, se utilizan


realmente para inducir enfermedades autoinmunes en animales de
laboratorio, el mejor y más publicitado ejemplo de ello es la
denominada encefalomielitis alérgica experimental (EAE). Cuando,
como se esperaba, estos desafortunados animales desarrollan EAE por
la vacuna contra la tos ferina, la relación de causalidad nunca se
discute; sin embargo, cuando los bebés después de la vacunación con
las mismas vacunas desarrollan los mismos síntomas de la EAE como los
animales de laboratorio, el vínculo causal con la vacuna administrada
es siempre controvertida y generalmente se considera "una
coincidencia". Últimamente, los padres y otros cuidadores inocentes
han sido acusados de causar los síntomas de la vacuna por
presuntamente pegar a sus bebés.

La enfermera

En una ocasión, después de todas estas inyecciones, a una enfermera


en prácticas se le dio su primera inyección de escarlatina toxina
estreptococo con "no hay resultados negativos” . Una semana más
tarde, se le dio la segunda inyección de la toxina del estreptococo,
después de lo cual desarrolló dolores en las articulaciones y fiebre.
Ella no comunicó estas reacciones a la oficina de salud. Nueve días
después, volvió y recibió la tercera inyección de una dosis cuatro veces
mayor de estreptococos, después de lo cual desarrolló artralgia grave
en los dedos de manos y rodillas y dolor de garganta.

Fue hospitalizada durante cinco días y dada de alta con el diagnóstico


de "reacción Dick- toxina". Cinco días después se continuaron sus
inoculaciones, primero en dosis bajas y luego en dosis cada vez
mayores, hasta una serie de 10 en lugar de las habituales siete
inyecciones. Se administró epinefrina con cada una de estas
inyecciones para evitar reacciones alérgicas inmediatas.

Dos meses después del último lote, la enfermera en prácticas fue


readmitida en el hospital con hinchazón y dolor en los tobillos y los
dedos de los pies, y calor en las articulaciones de las manos, que
había sido una constante desde la primera inyección. El diagnóstico
fue "artritis reumática". Se le dio aspirina, pero dos semanas después,
el dolor regresó y desarrolló escalofríos y fiebre, dolor de garganta y
tos. Un mes más tarde, la enfermera en prácticas fue readmitida en el
hospital durante dos semanas, y durante esta admisión se inició una
vacuna estreptococo en pequeñas dosis, pero a causa de una
reacción severa ella se negó a que le pusieran nuevas vacunas.

El diagnóstico después de este ingreso fue "artritis reumatoide y


mononucleosis infecciosa". Cuatro meses más tarde, la enfermera notó
erupciones en la piel de la nariz y las mejillas, y su saliva desapareció.
La piel y las mejillas, el labio superior y el puente de la nariz estaban
cubiertos de rojo púrpura, con manchas y erupciones endurecidas.
Dos meses más tarde, las erupciones estaban ya repartidas en gran
parte del cuerpo. Un año más tarde, la enfermera murió, pero no antes
de desarrollar síntomas severos de fiebre alta, taquicardia, diarrea y
mostrar pruebas de toxemia.

Pero no era suficiente que esta enfermera desafortunada muriera;


había otros dos casos denunciados, casi idénticos al primer caso.
Nunca sabremos que fue de las restantes 747 enfermeras en formación
que desarrollaron problemas menos letales, pero aún así hubo
incapacidades.

Si alguien dice que este tipo de "tratamiento médico" había sido dado a
los internos de los campos de concentración nazis, no me
sorprendería. Sin embargo, este tipo de "tratamiento médico" fue y se
está dando con impunidad a millones de bebés, niños, adolescentes y
adultos en los llamados países libres y democráticos, así como en el
Tercer Mundo. Mientras tanto, las autoridades de salud se niegan a
aceptar que las vacunas causan estas reacciones e incluso muertes.

¿Sabía usted que…?

7 vacunas (poliomielitis, la hepatitis A, la varicela, la tos ferina, la


difteria, el tétanos y la haemophilus influenzae tipo b), no se han
"ensayado o evaluado por su potencial carcinogénico, mutagénico
potencial, o de alteraciones de la fertilidad"?

¿3 vacunas (varicela, la hepatitis A, y la rubéola) fueron cultivadas en


células diploides humanas (por ejemplo, células de pulmón de
embriones humanos y cultivos de células diploides humanas WI - 38 y
MRC - 5)?

¿La vacuna contra la varicela contiene "residuos de los componentes


de la MRC -5 células incluyendo ADN y proteínas?"

¿6 vacunas (poliomielitis, la hepatitis B, la hepatitis A, la tos ferina, la


difteria y el tétanos) contienen formaldehído, un cancerígeno altamente
nocivo, y un conservante?

¿5 vacunas (hepatitis B, la tos ferina, la difteria, el tétanos y la


haemophilus influenzae tipo b), contienen timerosal, un derivado del
mercurio conservante prohibido por la Administración de Drogas y
Alimentos (FDA)?

¿5 vacunas (hepatitis B, la hepatitis A, la tos ferina, la difteria y el


tétanos) contienen aluminio como coadyuvante? El aluminio se
acumula en el cerebro, los músculos y los huesos y tejidos y puede
estar vinculado a causar fibrosarcomas (tumores cancerosos) en el
punto de inyección.

¿5 vacunas (sarampión, parotiditis, poliomielitis, varicela y difteria) se


elaboran a partir de ingredientes animales incluyendo cultivos de
células de embriones de pollos, de células de riñón de monos, suero
fetal de bovino, embriones y de cobaya?

Se ha producido una moratoria en los EE.UU. sobre los trasplantes de


órganos de animales en los seres humanos, debido a las
preocupaciones de las personas contratantes por contener virus
animales latentes. A pesar de la historia de los animales portadores de
virus que infectan a los seres humanos a partir de productos como
vacunas inyectables con células de mono, virus SV40, suero de bovino
y la "enfermedad de las vacas locas" (encefalopatía espongiforme
bovina)], esta práctica continúa con las vacunas.

5 vacunas (contra el sarampión, las paperas, la rubéola, la polio y la


varicela) se elaboran de virus vivos. Las vacunas de virus vivos
pueden infectar a veces el destinatario y a veces incluso a los que
están en estrecho contacto con el beneficiario. Estas vacunas son
suministradas a los niños de corta edad, y en ocasiones a los adultos.
Esto puede poner a una madre embarazada en peligro de
inmunodeficiencia, y a los adultos en situación de riesgo, simplemente
por estar en torno a un niño recientemente vacunado con vacunas de
virus vivos.
En el menos 11 vacunas no se han efectuado estudios a largo plazo
sobre el efecto acumulativo en los niños en el sistema inmunitario en
desarrollo, a causa de la combinación de todas estas vacunas. El
mecanismo biológico por el cual algunos niños reaccionan a una
vacuna, no es entendido. Para todas esas 11 vacunas no hay pruebas
realizadas en laboratorios de genética que un médico pueda evaluar.

¿Son peligrosas las enfermedades infecciosas en la infancia?

La mayoría de los niños tienen pocas enfermedades infecciosas graves


en el mundo moderno. La mejor calidad de vida, especialmente en
cuanto a nutrición e higiene, así como en lo relativo al confort y afecto
familiar, han contribuido de manera decisiva a erradicar o al menos
evitar la peligrosidad, de las enfermedades de la infancia. Las
estadísticas publicadas por CDC (Centro para la Prevención y el
Control de Enfermedades) durante 1992-94 indican un 99,8% de tasa
de recuperación. De hecho, cuando cientos de casos de tos ferina se
produjeron en Ohio y Chicago en el otoño de 1993, un experto de
enfermedades infecciosas del Hospital de Niños de Cincinnati, señaló
que "la enfermedad es muy suave, nadie murió, y nadie fue a la unidad
de cuidados intensivos. "

La gran mayoría de las veces, las enfermedades infecciosas infantiles


son benignas y autolimitadas. Si se padece, la inmunidad dura toda la
vida, mientras que si la inmunidad es inducida por la vacuna, es sólo
temporal. De hecho, el carácter temporal de la inmunidad por la vacuna
puede crear una situación más peligrosa en el futuro de un niño. Por
ejemplo, la nueva vacuna contra la varicela tiene una eficacia estimada
en 6 - 10 años. Si es efectiva, se aplaza la vulnerabilidad del niño
hasta la edad adulta, cuando la muerte por la enfermedad es 20 veces
más probable.

Alrededor de la mitad de los casos de sarampión a fines del decenio


de 1980 resurgieron en adolescentes y adultos, la mayoría de los
cuales fueron vacunados cuando eran niños y se les recomendó dosis
de refuerzo para proporcionar una protección de menos de 6 meses.
Por otra parte, a algunos profesionales de la salud les preocupa que el
virus de la varicela se pueda reactivar más tarde en la vida, en forma
de herpes zoster u otros trastornos del sistema inmunitario.

El Dr. A. Lavin del Departamento de Pediatría, del St Luke's Medical


Center en Cleveland, Ohio, se opuso firmemente a la concesión de
licencias de la nueva vacuna, “Hasta que realmente sepamos los
riesgos que implica la inyección de ADN mutado [virus del herpes] en
el Genoma huésped [de los niños]. La verdad es que nadie sabe sus
efectos a largo plazo.

No sólo son peligrosas la mayoría de las enfermedades infecciosas


raras, sino que no sabemos los efectos de las vacunas en el desarrollo
de un fuerte y sano sistema inmunológico. Las personas que no han
tenido sarampión por estar protegidas por las vacunas, tienen una
mayor incidencia de determinadas enfermedades de la piel,
enfermedades degenerativas de los huesos y cartílagos, y ciertos
tumores, mientras que la ausencia de parotiditis se ha relacionado con
un mayor riesgo de cáncer de ovario.

"Los peligros de las enfermedades de la infancia son muy exagerados


con el fin de asustar a los padres en el cumplimiento de un
procedimiento cuestionable, pero rentable económicamente".

¿Complicidad científica?

Los fallos autoinmunes suele llevar años para su diagnóstico porque


los primeros síntomas (por ejemplo, dolores de cabeza, dolor muscular
y de conjunto y fatiga) son muy vagos. Los médicos de atención
primaria a menudo no reconocen que hay un problema autoinmune y
ni siquiera se molestan en analizar una posible reacción a las vacunas
que ellos mismos han prescrito. Al principio, los efectos negativos no
aparecen claramente en los primeros días, y los que se manifiestan
posteriormente ya no se relacionan con las vacunas. Los graves
acontecimientos que obligan a hospitalización y que se declaran
meses después, nunca son considerados como una reacción vacunal.
Si comparasen estos efectos con los detectados en el síndrome de la
guerra del Golfo, verían las mismas manifestaciones: erupciones de la
piel, malestar, fiebre, mialgia, artralgia, debilidad, sudoración y diversas
reacciones autoinmunes y alteraciones neurológicas.

"La cuestión es si los científicos que trabajan para las compañías


farmacéuticas son intencionalmente presionados para sesgar los
datos de su investigación –insiste Matsumoto del Instituto
Metropolitano de Neurociencia de Tokio.

¿Similitud con la homeopatía?

Para quitarle gravedad, muchos médicos ignorantes en homeopatía y,


por supuesto, en física cuántica, tratan de relacionar a las vacunas con
los postulados homeopáticos, insistiendo en que si la homeopatía se
considera inocua y eficaz, las vacunas deben considerarse así del
mismo modo. Para ellos, las vacunas son un perfeccionamiento de la
homeopatía, y ambas están basadas – dicen- en los mismos postulados
básicos, como son la dilución del principio activo hasta hacerlo inocuo,
y en la ley de la similitud, “ lo similar se cura con lo similar” .

Diferenciación con la homeopatía

En efecto, en una vacunación se inocula a un paciente un germen


debilitado o inactivo, -pero no diluido-, buscando la reacción natural
del organismo. Su finalidad es activar preventivamente los mecanismos
de defensa, mientras que la homeopatía lo hará solamente cuando la
enfermedad es un hecho; no actúa como preventivo. Ambos comparten
un problema: puede existir en ocasiones un inicial empeoramiento del
paciente.

Sin embargo, mientras que la vacuna solamente actuará cuando el


individuo se pone en contacto con la bacteria, pero no es adecuada en
caso de contagio manifiesto, la homeopatía desencadena el proceso
curativo en caso de contagio, pero independientemente del germen
causante. No actuaría como preventiva y necesita un síntoma para
poder actuar.

Con la vacuna el sistema inmunológico, previamente sensibilizado,


reconocería el elemento invasor, un antígeno, y puesto que ya ha
elaborado los anticuerpos, lo podría combatir. En principio, parece un
buen sistema cuando existe peligro potencial de contagio, como ocurre
en las epidemias o pandemias. Pero, para lograr esto el antígeno debe
inocularse en cantidades suficientes para ser detectado por el sistema
inmunológico, y ahí está su potencial de peligro, especialmente en
niños y personas debilitadas. La misma enfermedad que se quiere
combatir es posible que se desencadene a partir de la vacuna por un
fallo en el sistema inmunológico.

Puesto que las vacunas no pueden diluirse para eliminar su potencial


tóxico, como ocurre con la homeopatía, dependerá del individuo, hasta
entonces sano, reaccionar bien o mal. La homeopatía, al no
administrarse nunca en individuos sanos, sino solamente en enfermos,
ofrece la posibilidad de curación. Las vacunas, por el contrario, se
administran en individuos hasta entonces sanos y poseen el riesgo de
hacerles enfermar.

Este mecanismo implica que:


1.- Las altas diluciones no tienen sentido en la vacunación. En la
homeopatía, sí.

2.- La vacunación puede ser eficaz como terapia preventiva, pero


normalmente no tiene sentido una vez infectado el individuo -es decir,
como terapia curativa-. En el mejor de los casos, no sirve para nada.
Tan sólo tiene sentido, raras veces, en enfermedades causadas por
microorganismos de desarrollo lento.

3.- Lejos de responder al equilibrio de la ‘fuerza vital’, la vacunación


está basada en principios no holísticos.

Tras un tratamiento homeopático, no se puede detectar la presencia de


ningún anticuerpo ni sustancia alguna que pueda tener una función
inmunitaria directa. La acción de la homeopatía residiría en la
“ memoria” del producto homeopático, y no en su composición. La
homeopatía no actúa contra gérmenes específicos y puede elaborarse
con principios activos no necesariamente biológicos.

Prevenir las enfermedades infecciosas

La mayoría de los padres se sienten responsables de las


enfermedades de sus hijos y quieren prevenirlas.
El problema es que no hay nada, ni nadie, que les garantice la
ausencia de enfermedad. Históricamente, la homeopatía ha sido eficaz
para curar las enfermedades, al igual que la medicina natural. Según
datos reales, en una erupción de cólera en América en 1849, Según
datos reales, en una erupción de cólera en América en 1849, 60%,
mientras los hospitales homeópatas tuvieron una mortalidad
documentada de sólo 3%. Las estadísticas actuales siguen teniendo
cifras similares.

Los recientes estudios epidemiológicos muestran que los remedios


homeópatas pueden igualar o superar las vacunaciones normales
actuando sobre el equilibrio orgánico.

Además, la homeopatía ha sido eficaz invirtiendo los casos de invalidez


causados por las reacciones de la vacuna, así como muchas otras
cronicidades con que la medicina alopática apenas ha tenido éxito.

La homeopatía…
No genera anticuerpos
No es un antígeno
Es individual
A partir de la 4CH no contiene ninguna sustancia detectable

Necesita ser sometida a un proceso de dinamización para ser eficaz


Establece un nuevo campo de vibración en todo nuestro campo
magnético orgánico
No actúa sobre la memoria del cuerpo, posee su propia memoria

Induce al organismo al reajuste general


Nunca puede ser letal
Es empírica, no científica. Se explica mediante la evidencia.

Las contradicciones entre la ciencia médica y la política de


vacunación

Cuando los niños empiezan su serie rutinaria de vacunación nada más


nacer, ningún padre es informado de los posibles riesgos. Con
cualquier otra medicación el médico informa adecuadamente. Sin
embargo, la literatura clínica contiene una contradicción: las
posibilidades de una reacción adversa grave a las vacunas, tomando
como referencia la DPT, fueron 1.750 en EE.UU. en un año, mientras
que las posibilidades de morir debido a contraer la tos ferina es de 1
de varios millones.

Las autoridades sanitarias dan crédito a las vacunas porque las


enfermedades disminuyen, y nos garantizan su seguridad y eficacia.
Sin embargo, estas aparentemente sólidas hipótesis están
directamente en contradicción con estadísticas gubernamentales,
estudios médicos, la Administración de Drogas y Alimentos (FDA) y los
Centros para el Control de Enfermedades (CDC), así como en diversos
estudios elaborados por científicos de renombre de todo el mundo.

De hecho, las enfermedades infecciosas han disminuido de manera


constante durante décadas antes de la vacunación, seguramente por
la mayor higiene y alimentación. Los médicos de EE.UU. informan de
miles de graves reacciones a las vacunas cada año, incluidas cientos
de muertes y discapacidades permanentes, y los investigadores
atribuyen docenas de casos de alteraciones del sistema inmunológico
y neurológico.

Programas de vacunación
MADRID
Calendario de vacunación infantil. Enero de 2015

EDAD VACUNA Recién Nacido Hepatitis B*

Hepatitis B
Difteria - Tétanos- Tos ferina acelular

2 meses
Haemophilus Influenzae b Polio inactivada Meningococo C Neumococo
13V

Difteria - Tétanos- Tos ferina acelular Haemophilus Influenzae b

4 meses Polio inactivada Meningococo C Neumococo 13V

Hepatitis B
6 meses
Difteria - Tétanos- Tos ferina acelular Haemophilus Influenzae b Polio
inactivada

Rubéola-Parotiditis-Sarampión 12 meses Meningococo C Neumococo


13V Difteria-Tétanos-Tos ferina acelular 18 meses Haemophilus
Influenzae b Polio inactivada 4 años Sarampión-Rubéola-Parotiditis 6
años Difteria-Tétanos-Tos ferina (b) Varicela ** 12 años Meningococo C
Virus Papiloma Humano*** Difteria-Tétanos-Tos ferina
(b)
14 años Virus Papiloma Humano ****

* En niños en riesgo se puede adelantar la primera dosis a los 12


meses.

** Esquema vacunal para niños nacidos de madres HbsAG negativo. En


hijos de madre portadora de HbsAG se administrará la pauta 0-1-6 más
gammglobulina y en caso de "screening" no realizado la 0-1-6 sin
gammaglobulina. Actualmente no es necesaria la revacunación en
población inmunocompetente, si se ha recibido tres dosis de hepatitis
B, ni realizar anticuerpos postvacunales.

*** La dosis a los 11 años se mantiene para aquellas personas que


refieran no haber pasado la enfermedad ni haber sido vacunadas con
anterioridad.

16 dosis de 0 a 6 meses
29 dosis hasta los 14 años

Hay cientos de estudios médicos publicados en contra del fracaso de


las vacunaciones sistemáticas, existan o no riesgos notorios de
epidemia. Referente a los efectos adversos hay ya docenas de libros
escritos por médicos e investigadores independientes, que ponen de
manifiesto graves deficiencias en la teoría y la práctica de la
inmunización. Irónicamente, la mayoría de los pediatras y los padres
son completamente ignorantes de estas conclusiones. Sin embargo,
esto ha comenzado a cambiar en los últimos años, cuando un número
creciente de padres y facultativos médicos de todo el mundo están
tomando conciencia de los problemas y comienzan a cuestionar la
generalización de las vacunaciones obligatorias.

Así que creemos que en lugar de asustar a la población con los


peligros de no vacunarse, deberíamos señalar con la mayor urgencia
algunas muy buenas razones por las cuales se deberían examinar la
eficacia de las vacunas y los efectos secundarios a largo plazo. Si
usted acaba de tener un hijo y recaba la legislación sobre las vacunas,
se encontrará que no hay ningún mandato legal o ética profesional de
los pediatras que le obliguen a proporcionar esa información. Si
encuentra algo será incompleto y con errores en la información.

Este libro, por el contrario, contiene elementos de prueba suficientes


como para justificar una investigación más a fondo para todos los
interesados. Se pretende tener una visión objetiva, no alarmista, pero
totalmente clarificante.

Una nota de precaución: Tenga cuidado con mantener una discusión


con su pediatra sobre este tema. La mayoría defenderá sus
conocimientos y su reputación, manteniendo la presunción de la
seguridad y la eficacia de las vacunas, y por lo tanto tendrá dificultades
para que le reconozca las pruebas en contrario. El probable que
levante la voz y hasta que le amenace con demandarle para obligar a
que vacune a su hijo. Y es que los conceptos erróneos tienen raíces
muy profundas y el ego de los científicos es superlativo.

Teoría de las vacunas

La evidencia clínica de las vacunas es su capacidad de estimular la


producción de anticuerpos en el receptor, hecho que no se discute. Lo
que no está claro, sin embargo, si es o no la producción de anticuerpos
lo que constituye la inmunidad. Por ejemplo, los niños muy pequeños
son incapaces de producir anticuerpos específicos tras la
administración de una vacuna. Sin embargo, pueden quedar
vacunados durante un tiempo variable.

En un estudio publicado por el British Medical Council en 1950 durante


una epidemia de difteria, se llegó a la conclusión de que no había
relación entre anticuerpos y la incidencia de la enfermedad, pues
encontraron que personas con muy bajos niveles de anticuerpos
resistían la enfermedad igual que los sanos. La inmunización, por ello,
quizá se deba a otros factores.

La investigación también indica que la vacunación compromete a las


células inmunitarias específicas de los antígenos implicados en la
vacuna, lo que les hace incapaces de reaccionar ante otras
infecciones. Las infecciones posvacunales son frecuentes
especialmente en niños menores de siete años, pues su reserva
inmunológica puede quedar reducida, provocando una disminución de
la resistencia en general.
Otro componente es la teoría de la inmunización "en grupo", que se
establece cuando un número suficiente de personas en una
comunidad están inmunizados, todos protegidos. Cuando un médico,
alertado por mi oposición a que mi hijo fuera vacunado, me dijo que
era insolidario por no vacunar al niño por el peligro de contagiar a los
demás, le dije que si en verdad el resto de los niños estaban
“ adecuadamente vacunados” , no habría peligro. “ En todo caso, sería
mi hijo el que correría peligro” –respondí-, como obviamente no fue así.
“ Pues si todos los padres hicieran lo que usted…” –dijo en un último
esfuerzo por convencerme. “ Pues todos los niños estarían más sanos y
no padecerían tantas enfermedades infecciosas ocasionadas por las
vacunas” –le respondí.

¿Las vacunas realmente previenen las enfermedades?

Esta importante cuestión no parece que se haya estudiado


adecuadamente. Y la razón es solamente económica, pues esos
medicamentos son muy rentables para las compañías farmacéuticas.
Con la legislación reciente en los EE.UU. (y mucho nos tememos que ya
en el resto del mundo), no hay posibilidad de efectuar demandas
contra las empresas farmacéuticas en el caso de las reacciones
adversas a las vacunas, que son muy comunes.

La continuación de la presencia de enfermedades infecciosas en niños


que han recibido vacunas, demuestra que la inmunidad artificial que se
pretende producir con las vacunas es muy inferior a la natural, aquella
que se logra simplemente con una buena alimentación y hábitos de
vida saludables, así como a la ausencia de fármacos. El problema de la
vacunación no es tanto su falta de efectividad, sino en las toxinas
generadas por esas sustancias extrañas que van a permanecer mucho
tiempo en el organismo.

¿Por qué las vacunas no protegen contra las enfermedades?

Walene James, autor de “ Reality Behind The Myth” , establece que la


respuesta inflamatoria es necesaria para crear una verdadera
inmunidad. Antes de la introducción de vacunas contra el sarampión y
la parotiditis los niños afectados las padecían con cierta tranquilidad,
aunque en contados casos “ se complicaba” mortalmente, quizá por
unos malos cuidados sanitarios y no por la virulencia de la propia
enfermedad.

Sus informes son preocupantes, relacionando a las vacunas con el


Síndrome de Muerte Súbita del Lactante, pues este desenlace
dramático ha aumentado un 55% desde que en 1955 se estableció el
calendario de vacunaciones obligatorias. El mayor pico de incidencia
es la edad de 2 a 4 meses, casualmente cuando se ponen la mayor
parte de las vacunas a los niños. Un 85% de los casos se producen en
los primeros 6 meses de lactancia, siendo muy significativo que la
mortandad en niños ha disminuido por otras causas. La mejora en la
higiene y alimentación pudiera haber contribuido a esta mejora,
quedando sin explicar el gran desarrollo de otras enfermedades que
antes apenas si tenían incidencia.

El Dr. W. Torch pudo aportar datos para demostrar que 12 muertes en


recién nacidos habían aparecido apenas 3 ½ y 19 horas después de
la vacunación DPT. Posteriormente se informó de 11 nuevos casos de
muerte súbita 24 horas después de una inyección de DPT. En total
investigó 70 casos de Muerte Súbita acaecidos entre 12 y 3 semanas
después de la vacunación con DPT, aunque nunca las autoridades
sanitarias atribuyeron estas muertes a las vacunas. Las vacunas
parecen disponer de una especie de salvoconducto sanitario para no
atribuirles ningún efecto secundario, lo que no ocurre con ningún otro
medicamento. Esta es la razón por la cual son sumamente rentables
para las empresas farmacéuticas.

¿Las Vacunas son estériles?

El Dr Robert Strecker afirmó que el Departamento de Defensa recibió


10.000.000 de dólares en 1969 para crear el virus del SIDA que
debería ser utilizado como arma química o al menos para evitar la
fertilidad de la raza negra en ciertos países africanos. Una vez que se
dieron cuenta de la barbaridad que habían creado buscaron una
vacuna que pudiera contrarrestar este efecto dominó, lo que hasta
ahora no han podido conseguir.

Respecto a la vacuna contra la viruela, fue administrada desde 1977


en África en un total de 100.000.000 de personas de raza negra,
mientras que más de 2.000 jóvenes blancos homosexuales de la
ciudad de Nueva York recibieron una vacuna contra la hepatitis B y
posteriormente a un grupo de San Francisco, Los Angeles, St. Louis,
Houston y Chicago entre 1978 y 1979. Desde entonces, los estudios
epidemiológicos han revelado que estas ciudades tuvieron la mayor
incidencia de SIDA en comparación con otras ciudades de EE.UU.

Ahora se ha identificado un 43% de los casos de linfoma no Hodgkin y


un 36% de tumores cerebrales, relacionados con la vacuna Salk
(poliomielitis) inyectada a más de 10.000.000 de personas. También se
la relaciona con el Síndrome de Guillan Barre detectado en 38
personas residentes en Brasil, todos ellos vacunados meses antes. La
incidencia del linfoma no-Hodgkin se ha multiplicado misteriosamente
desde el decenio de 1970.

En 1955 el Dr Martin encontró virus atenuados procedentes de


antiguas vacunas en la mayoría de los pacientes afectados del
Síndrome de fatiga crónica. Estos virus carecían de los genes que
permiten al sistema inmunológico reconocerles, lo que indica que
incluso las vacunas ni siquiera fueron efectivas.

Según informes, algunas de las vacunas contra la Polio administradas


a millones de niños americanos entre 1962 y 2000 podrían haber
estado contaminadas con un virus de mono hallado en ciertos tipos de
cáncer, según lo indican los documentos y testimonios que fueron
presentados ante una comisión del Congreso. El fabricante de la
vacuna sostuvo que tales reclamaciones "no tienen ninguna validez," y
que los Centros para el Control y Prevención de las Enfermedades
están de acuerdo con ello.
Entre 10 y 30 millones de americanos pudieron haber recibido una
dosis contaminada de esta vacuna.

Se sospecha que el virus del mono habría producido cáncer en


animales de laboratorio, incluidos los cánceres cerebrales, tumores
óseos y un cáncer generalmente fatal en las membranas que rodean a
los pulmones llamado mesotelioma.
Por otra parte, se asumió de manera generalizada que el reemplazo de
la vacuna Salk, una vacuna oral contra la polio con virus vivos
denominada vacuna Sabin oral, no estaba contaminada con el Virus de
Simio 40, o SV40. Esa vacuna fue utilizada desde el año 1963 hasta el
2000, año en que también fue remplazada. Los fabricantes de la
vacuna Lederle no parecen estar preocupados por estos informes.

La empresa que debía producir la nueva vacuna de la viruela en los


EE.UU. se encontraba en graves problemas en Inglaterra debido a la
calidad insatisfactoria de las operaciones antes de la creación de su
instalación en los EE.UU. Las personas que recibieron estas vacunas
nunca podrían sospechar que la vacuna recibida hace 10 a 15 años
había causado el cáncer que padecen.

Otros peligros de las vacunas

El 4 de marzo de 1977 Darrell Jonas Salk advirtió: “Las vacunas contra


el virus de la gripe o de la poliomielitis pueden, en ciertos casos,
producir la enfermedad que se proponen evitar . También insistió en
que la vacuna contra la gripe porcina se había administrado a los
norteamericanos sin que se hubiera detectado ni un solo caso en
humanos, detectándose desde entonces casos de vacunados con
graves lesiones nerviosas (síndrome de Guillan Barre).

Un artículo en el Washington Post del 26 de enero mencionó que todos


los casos de poliomielitis desde 1979 habían sido causados por la
vacuna y no se encontró ningún caso entre los no vacunados. Esto
podría haber creado una situación perfecta para suspender la vacuna,
pero la vacuna siguió recetándose.

La razón para ello es que las vacunas son una maravillosa fuente de
ganancias, sin riesgos para las compañías farmacéuticas ya que los
efectos secundarios causados por ellas son solucionados por los
servicios de salud. El constante aumento en el número de vacunas
administradas ha sido seguido de un idéntico aumento en la incidencia
de enfermedades autoinmunes (artritis reumatoide, lupus eritematoso,
psoriasis, esclerosis múltiple, asma) observada en los niños. Si bien
hay una transmisión genética de algunas de estas enfermedades,
muchas de ellas probablemente son debidas a lesiones causadas por
la presencia de sustancias como mercurio, aluminio, formaldehído y
otros agentes tóxicos en las vacunas inyectadas.

En 1999, la vacuna contra el rotavirus (causante de gastroenteritis)


fue recomendada por el Centro de Control de Enfermedades para
todos los niños. Cuando la vacunación fue un hecho, aparecieron
numerosos casos de fallecimientos y un aumento de la enfermedad de
un 300 por ciento. Los niños afectados y vacunados no fueron
sometidos a un estudio de toxicidad, limitándose a instaurar el
tratamiento.

Un gran estudio en Australia demostró que el riesgo de desarrollo de


encefalitis por la vacuna contra la tosferina fue 5 veces mayor que el
riesgo de desarrollo de la encefalitis causada por métodos naturales.
La explicación es que la inmunidad adquirida por la enfermedad
evoluciona por propagación de un virus de las vías respiratorias hasta
el hígado, timo, bazo y médula ósea. Cuando los síntomas comienzan,
toda la respuesta inmune se moviliza para rechazar la invasión del
virus. Esta compleja respuesta del sistema inmunológico crea
anticuerpos que confieren inmunidad de por vida contra el virus
invasor y que prepara al niño para responder con prontitud a una
infección por el virus de la misma en el futuro. La vacunación, por el
contrario, es diferente al tratarse de virus atenuados o de otros
antígenos extraños dentro de las células del cuerpo, una situación que
puede provocar reacciones autoinmunes que terminan destruyendo
las propias células infectadas. No es de extrañar que la incidencia de
enfermedades autoinmunes (artritis reumatoide, lupus eritematoso,
esclerosis múltiple, asma, psoriasis, fibromialgia) haya aumentado
enormemente en esta época de múltiples vacunas.

El Dr. John Classen ha publicado 29 artículos sobre cómo las vacunas


inducen a la diabetes. Al menos 8 de 10 niños del tipo 1 (que
requieren insulina) están afectados a causa de la vacunación. Estos
niños quizá pueden haber evitado el sarampión, la parotiditis y la
tosferina, pero que han recibido algo mucho peor: una enfermedad
que reduce la esperanza de vida de 10 a 15 años y los resultados en
una vida que requiere constante atención médica., y además, con
efectos irreversibles. El Dr Classen demostró en Finlandia que la
introducción de la vacuna contra el haemophilus tipo b causa tres
veces más casos de diabetes tipo 1 que las causas genéticas.

Médicos y estudiantes exculpados

La mayoría de las personas probablemente han recibido algún tipo de


vacunación en un momento u otro en su vida, o es posible que por ser
niños están ya en el proceso de recepción de vacunas. Hasta ahora, la
confianza en los médicos en este aspecto ha sido total, siendo habitual
que la mayoría de las personas crean que los médicos saben lo que es
mejor para todos, que todo lo que sale de la industria médica es para
ayudarnos y que manejan todos los medicamentos con cuidado y
conocen perfectamente sus efectos. Y esto abarca especialmente a las
vacunas. Por desgracia, todo forma parte de un engranaje basado en
el comercio y la manipulación, pues los médicos–y especialmente ellos-
no conocen cómo afectan las vacunas a nuestro organismo y las
consecuencias imprevisibles que tendrán a largo plazo. Conocen lo
que les han dejado conocer, aunque posiblemente se trate de una
ignorancia compartida.

Lo que resulta más incomprensible es que en una civilización


enemiga de los alimentos transgénicos, que clama contra la
contaminación electromagnética y el cambio climático, sea tan
fielmente permisiva y crédula ante la administración inyectada de
un medicamento. Y si en un adulto que se mueve con libertad ya
resulta difícil de entender, díganme cómo es posible que se permita
poner tantas vacunas a los niños, casi a partir del nacimiento. Están
recibiendo una medicación para enfermedades que seguramente ni se
darán.

La conclusión es que hemos confiado en médicos con conocimientos


rudimentarios del sistema inmune y nunca hemos dudado de ellos.

Cuando les cuestionamos siempre nos dicen:


Las vacunas son relativamente inofensivas.
Las vacunas son eficaces.

Las vacunas son responsables de la disminución de las enfermedades


infecciosas.
Las vacunas son la única forma práctica y fiable tanto para prevenir las
epidemias, como para enfermedades potencialmente peligrosas.

Tan refutables son estas cuatro aseveraciones, que se nos hace


cansado volver a comentarlas. La teoría de las vacunas establece que
al dar a una persona una leve forma de la enfermedad, mediante el
uso de un agente inmunizante, se producen anticuerpos específicos
que protegerán al organismo durante un tiempo variable cuando el
virus llegue. Suena bastante verosímil, pero es totalmente incorrecto.

Por increíble que parezca, la vacunación no le protegerá con


seguridad de esa enfermedad que quiere evitar y si las circunstancias
son desfavorables podrá coger el sarampión, la viruela, la poliomielitis,
la rubéola, la difteria, la tos ferina, el tétanos y otras enfermedades
comunes, incluso después de que hayan sido vacunados. Si ello
ocurre, le dirán que en ocasiones fallan las estadísticas o que no se
puso la vacuna adecuadamente. La vacuna, por tanto, sigue siendo
válida para el resto de la población, salvo que usted se moleste en
desmentirlo mirando las estadísticas mundiales de entidades
imparciales.

En la historia de la vacunación se habla enigmáticamente con casos


documentados, sobre el engaño que se diseñó para retratar a las
vacunas como conquistadoras de la enfermedad, cuando de hecho
muchas veces han actuado precisamente cuando la enfermedad ya
estaba en un declive natural. El Departamento del Reino Unido de
Salud admitió que los diagnósticos de enfermedades subsecuentes a
la vacunación no eran ciertos. Se dijo que se emplearon diagnósticos
alternados y se falsificaron las actas de defunción. Hoy, muchos
doctores todavía son reticentes para diagnosticar las enfermedades en
los niños vacunados, para que el mito sobre el éxito de las vacunas
continúe.

Sin embargo, no se puede culpar a los médicos de forma individual. Si


no vacunan, tendrán problemas legales y de trabajo, lo mismo que los
tienen los estudiantes de medicina a quienes no se les permite
cuestionar la información enseñada. Irónicamente, la medicina es un
campo que exige conformidad y hay una tolerancia muy pequeña para
manifestar opiniones que se oponen al statu quo.

Los médicos se excusan que ellos siguen las directrices aprendidas, y


que nada más terminar sus estudios se ponen a trabajar. Ellos, en
cierto sentido, se consideran cautivos por un sistema que los
descorazona para adquirir información independientemente y formar
sus propias opiniones. A los pocos que aceptan el reto para cuestionar
el statu quo, frecuentemente se les condena al ostracismo, y en
algunos casos, pueden tener sanciones legales.

Un magnífico negocio

En diciembre de 1994, el médico y autor canadiense del éxito “ Mafia


Médica” , Guylaine Lanctot, declaró, “Las autoridades médicas siguen
negándolo. La vacunación ha sido un desastre en el sistema
inmunológico y causa muchas enfermedades. Las personas estamos
cambiando nuestro código genético realmente a través de la
vacunación y dentro de unos años sabremos que el crimen más
grande contra la humanidad han sido las vacunas.

El Dr. Viera Scheibner concluyó: “Después de un estudio extenso de la


literatura médica sobre la vacunación, se ha demostrado que no hay
ninguna evidencia en absoluto de la habilidad de las vacunas para
prevenir cualquier enfermedad. Al contrario, hay una gran riqueza de
evidencia que detalla los efectos secundarios serios.

John B. Classen, médico, ha declarado, “Mi datos demuestran que los


estudios sobre la inmunización deben revisarse con urgencia, así que
es imposible decir si la vacunación proporciona un beneficio neto a
grupos de personas o a la sociedad en general. Esta pregunta sólo
puede determinarse por estudios apropiados que nunca se han
realizado. La falta de estudios anteriores es preocupante, y a pesar de
ello se han continuado aplicando sin averiguar la toxicidad crónica. La
Sociedad americana de Microbiología ha prometido investigar... y así
reconoce la necesidad de estudios apropiados.

A algunas personas pueden parecerle que los detractores estamos


adoptando posiciones radicales, pero nuestra preocupación no está
infundada. El rechazo continuado a una investigación sobre las
vacunas sólo perpetúa los mitos sobre su eficacia y nos lleva a creer
que ciertamente hay consecuencias negativas para nuestros niños y la
sociedad en general. La investigación científica es agresiva, pero no
garantiza nada con claridad, y vemos que los programas de la
inmunización continúan extendiéndose en ausencia de una
investigación. Se garantizan las ganancias del fabricante, mientras que
la responsabilidad sobre los efectos negativos está visiblemente
ausente. Esto está especialmente triste cuando sabemos otras
alternativas eficaces.

Según el NVIC (National Vaccine Information Center), hay al menos 250


nuevas vacunas que se desarrollan para todo, desde los dolores de
oídos, al control de la natalidad, a la diarrea, y aproximadamente 100
de ellas ya disponen de ensayos clínicos suficientes para su
comercialización. Los investigadores están trabajando en la
administración de vacunas a través de inhaladores nasales, mosquitos
(sí, mosquitos), y frutas transgénicas, así como plantas en donde se han
desarrollado los virus de la vacuna. Nuestro sistema inmunitario está
en serio peligro.

Con cada niño (y adulto) vacunado en el planeta y las dosis múltiples,


todo enfocado a lograr la salud, y convirtiendo a los organismos
estatales de sanidad en compradores fieles, nos encontramos con un
negocio económico de innumerables millones de dólares que llegan a
la industria de las vacunas quienes, a su vez, se encargan de su
publicidad y alertan contra los “ insensatos” que se oponen a ellas. Sin
el grito público, nosotros veremos pronto más y más nuevas vacunas
para adultos, niños y ancianos. Y mientras que las ganancias son
prontamente calculables, los costes humanos reales están
ignorándose.

¿Por qué los niños reciben tantas vacunas adicionales?

Básicamente, porque nadie les consulta y alguien decide por ellos. En


una revisión realizada por investigadores independientes que
buscaron en los datos de la Encuesta Nacional 1999-2003 sobre
Inmunización, encontraron que casi el 10 por ciento de los niños de 19
a 25 meses habían recibido vacunas adicionales, incluyendo la vacuna
antipoliomelítica. Esto es especialmente serio, dado que casi todos los
años una o más "nuevas" vacunas se añaden a la agenda ya
sobrecargada.

En su forma actual, se espera que los niños reciban 48 dosis de 14


vacunas desde que nacen hasta los 6 años -comenzando con la
primera vacuna administrada en el día de su nacimiento en la sala de
recién nacidos.

Para su conocimiento, le recordamos que la vacuna contra la hepatitis


B, se aplica en el músculo del muslo dentro de las primeras 12 horas
de vida durante la internación. Y que dentro de los 7 días del
nacimiento se inyecta la BCG (tuberculosis) en el brazo derecho.

Por si la agresión al cuerpo no fuera suficiente, a los 2 meses se le


aplican la Vacuna conjugada contra el neumococo (meningitis y
neumonía), la Quíntuple o Pentavalente (difteria, tétanos, tosferina,
hepatitis B y Haemophilus influenzae tipo b) y también se incluyen la
vacuna contra la polio y el Rotavirus (diarrea).

A los 18 años, los funcionarios federales de salud pública dicen que


debería haber recibido un total de 69 dosis de 16 vacunas.

Esta "receta" es la misma para todos los niños, a pesar de que es bien
sabido que todos los niños no son los mismos biológicamente como el
reciente informe del Instituto de Medicina señala claramente lo que ya
sabíamos- y algunos niños no va a ser capaces de sobrevivir a la
vacuna actualmente recomendadas sin sufrir daños graves en su
salud. Y si usted lleva a su hijo a múltiples médicos, las probabilidades
de que puedan recibir erróneamente vacunas "extras" son altas.

Para evitar esto, si decide vacunar, asegúrese de mantener un registro


detallado de qué vacunas ya ha recibido. También es una buena idea
tener los antecedentes de vacunación a mano en caso de que haya
una reacción a una vacuna.

Lo que usted necesita saber antes y después de la vacunación

En virtud de la Ley Nacional de Lesiones por Vacunas Infantiles de


1986 (EE.UU.), casi 3 mil millones de dólares han sido otorgados a
niños y adultos para indemnización. Las vacunas son productos
farmacéuticos que llevan riesgos, que pueden ser mayores para unos
que para otros. Se anima a la población a que estén plenamente
informados sobre los riesgos y complicaciones de enfermedades y
vacunas, y hablar con uno o más profesionales de la salud antes de
tomar una decisión de vacunación.

Hágase estas preguntas:


¿Está mi hijo o yo enfermo en este momento?

¿Acaso mi hijo o yo hemos tenido una mala reacción a la vacuna


antes?

¿Tenemos una historia personal o familiar de reacciones a las vacunas,


trastornos neurológicos, alergias graves o problemas del sistema
inmunológico?

¿Conozco las enfermedades que pueden ocasionar las vacunas y sus


riesgos?
¿Tengo una información completa sobre los efectos secundarios de las
vacunas?
¿Sé cómo identificar e informar una reacción a las vacunas? ¿Sé que
necesito tener un registro escrito, incluyendo el nombre y número de
lote del fabricante de la vacuna?

¿Sé que tengo el derecho de tomar una decisión informada? Si usted


contestó sí a las preguntas 1, 2 y 3, o no a las preguntas 4, 5, 6, 7 y 8 y
no entienden el significado de su respuesta, es posible que desee
explorar la información en páginas web no oficiales para entender
mejor la importancia de su respuesta.

Estas preguntas están diseñadas para educar a los consumidores


acerca de la importancia de tomar decisiones de las vacunas después
de estar plenamente informados.

Si decide vacunar, mantenga siempre un registro escrito de


exactamente cuáles vacunas usted o su hijo han recibido, incluyendo
el nombre y número de lote de vacunas del fabricante.

Anote y describa en detalle los graves problemas de salud que se


desarrollan después de la vacunación y mantenga registros de
vacunación en un archivo que se pueda acceder fácilmente.

SITUACIONES EN LAS QUE NO SE DEBEN ADMINISTRAR VACUNAS

A) Situaciones patológicas
Trastornos renales.

Los pacientes renales cursan con importantes trastornos inmunitarios


que los hacen susceptibles a sufrir infecciones graves. Estos pacientes
se caracterizan por presentar una respuesta pobre a las vacunas.
Las vacunas atenuadas (contra la poliomielitis oral, la fiebre amarilla,
contra el sarampión, contra la rubéola, contra la parotiditis y la BCG)
están totalmente contraindicadas.
Pacientes inmunodeprimidos

Podemos afirmar que las vacunas atenuadas, tanto bacterianas como


víricas (sarampión, rubéola, parotiditis, antipoliomielitis oral, antitifoidea
oral, contra la fiebre amarilla y la antituberculosa), están
contraindicadas, porque su aplicación puede producir complicaciones
graves e incluso mortales.

Pacientes alérgicos

Cuando la alergia es debida a algún componente de la vacuna


(huevo, antibióticos, tiomersal, hidróxido de aluminio, etc.) en principio
está contraindicada la administración de cualquier vacuna que
contenga estos componentes.

Afecciones neurológicas
Los individuos afectados de enfermedades neurológicas que cursan
de forma evolutiva no deben ser vacunados de modo sistemático.
Neoplasias

Incluimos en este grupo los pacientes que, además de sufrir trastornos


inmunitarios, reciben tratamiento inmunodepresor. En el transcurso de
su enfermedad son susceptibles de sufrir diversas infecciones, algunas
de las cuales pueden ser prevenidas mediante el uso de reforzadores
naturales de la inmunidad. Por lo general podemos afirmar que las
vacunas atenuadas están contraindicadas, porque su administración
puede producir complicaciones graves e incluso mortales.

Hemofilia
El hemofílico es paciente de riesgo ante la vacuna contra la hepatitis B.

Enfermedades crónicas Los pacientes afectos de enfermedades


crónicas, como las cardiorrespiratorias, hematológicas, metabólicas,
renales, etc., pueden ser muy sensibles a las complicaciones
inherentes a las vacunas.

B) Estados fisiológicos
Lactancia materna.

La lactancia materna no interfiere con ningún tipo de vacuna, pero no


debe administrarse ninguna a la madre.
Prematuridad.

Al respecto del retraso de la vacunación, debe indicarse que hasta que


no se logre un grado óptimo de madurez inmunológica y,
especialmente si hay bajo peso al nacer, las vacunas deben
posponerse.

Tercera edad.

Las personas ancianas presentan una respuesta inmunitaria más


pobre y una mayor susceptibilidad a las infecciones, por lo que les
suelen aplicar las siguientes vacunas: combinada tétanos-difteria tipo
adulto, antineumocócica y antigripal. Sin embargo, y al igual que los
niños pequeños, no es fácil que las soporten sin problemas, por lo que
recomendamos no vacunarles y reforzar el sistema inmunitario
mediante los remedios que aconsejamos más adelante.

Embarazo.
El embarazo es siempre un freno absoluto para la aplicación de
medicamentos.

CAPÍTULO DOS
REACCIONES A LAS VACUNAS

Reacciones inmediatas

Si usted o su hijo sufren alguno de los síntomas enumerados a


continuación en las horas, días o semanas después de la vacunación,
debe informar al médico, aunque no sea el mismo que les recetó el
medicamento.

Algunos síntomas de la reacción de la vacuna incluyen:


Pronunciada hinchazón, enrojecimiento, calor o endurecimiento en el
lugar de la inyección;

Erupciones cutáneas o urticaria;


Colapso;
Gritos agudos o llanto persistente durante horas;
Somnolencia extrema o largos períodos de falta de respuesta;
Movimiento o sacudida del cuerpo, brazos, piernas o la cabeza; Cruce
de los ojos;
Debilidad o parálisis de cualquier parte del cuerpo;

Pérdida de la capacidad para darse vuelta, sentarse o ponerse de pie;


Pérdida de contacto o conciencia, o aislamiento social;
Golpearse la cabeza o movimientos repetitivos (frotarse, balancearse,
girar);

Fiebre alta;
Visión o pérdida de la audición;
Inquietud, hiperactividad o falta de concentración;
Trastornos del sueño que cambian el patrón de vigilia / sueño; Dolor
en las articulaciones o debilidad muscular;
Fatiga;
Pérdida de la memoria;
Inicio de una infección crónica del oído o infecciones respiratorias;
Diarrea violenta o persistente o estreñimiento crónico;
Problemas respiratorios (asma);
Sangrado excesivo (trombocitopenia) o anemia.

Hay otros síntomas, que pueden indicar que usted o su hijo han sufrido
una reacción a la vacuna y aunque no todos se producen después de
la vacunación recibida recientemente, no se puede concluir
automáticamente que los síntomas que ocurren no estén relacionados
con la vacuna. Por lo tanto, es importante para su médico escribir todos
los problemas de salud graves que se producen después de la
vacunación en el registro médico permanente y que informe sobre
todos los síntomas graves o cambio dramático en el comportamiento
físico, mental o emocional que se produce después de la vacunación.
También es importante que la re-vacunación no continúe hasta que se
haya determinado que el problema de salud grave que se desarrolló
después de la vacunación no está causalmente relacionado por la
vacuna. Continuar la vacunación en presencia de deterioro grave de
salud, podría producir lesiones o la muerte.

REACCIONES DE H PERSENS BILIDAD


Hipersensibilidad inmediata

Ésta reacción es una consecuencia secundaria al efecto de la


combinación de un anticuerpo con su antígeno.
Reacción tipo Arthus

Esta reacción es el resultado de la unión de una cantidad grande de


antígeno con un anticuerpo muy reactivo en los vasos sanguíneos, y
ocasiona daño vascular. La cascada de eventos incluye reducción
espástica de las arteriolas, daño endotelial, formación de trombos
leucocitarios, exudación de fluido y células sanguíneas en los tejidos, y
a veces necrosis isquémica.

La Periarteritis es el resultado de una reacción similar al


antígenoanticuerpo y se caracteriza por la inflamación de las arterias
más pequeñas y las estructuras de la periarteria. Se acompaña por la
proliferación de dos tipos de oclusión: (uno) por proliferación o
trombosis; o (dos) por la formación de nódulos que contienen
neutrófilos y eosinófilos.

Anafilaxia

La inyección de antígeno y su combinación con el anticuerpo, puede


causar la descarga de substancias activas como la histamina,
serotonina, acetilcolina y heparina.
Ellas actúan en el músculo liso y los vasos sanguíneos, ocasionando
reacciones de hipersensibilidad, ataque de asma, edema alérgico,
rinitis o fiebre de heno, y acumulación de fluido en las articulaciones.

Atopía

La atopía está causada por la unión del antígeno -normalmente


pólenes, polvo, leche, trigo y pelo de animal caspa- con un tipo
peculiar de anticuerpo. Esta reacción es relativamente sensible al calor
y no puede demostrarse por procedimiento in vitro. Tiene una afinidad
especial por la piel y hay predisposición familiar a la enfermedad. La
reacción es, no obstante, similar a otras sensibilidades del tipo
inmediato, con descargo de histamina y su manifestación asmática (con
parálisis respiratoria), fiebre de heno, urticaria, angioedema y eccema
infantil.

Hipersensibilidad tardía

La patología típica de la hipersensibilidad tardía debida a los agentes


infecciosos infiltrados, ocasiona alteraciones en los linfocitos e
histiocitos. Las manifestaciones visuales pueden variar desde el
eritema ligero y/ o edema, a una reacción violenta con la destrucción
progresiva del tejido y necrosis. Las reacciones locales incluyen las
pápulas, manchas de la fiebre tifoidea, meningitis y una variedad de
enfermedades infecciosas, así como sensibilidad plantar, seguidas de
la formación de vesículas con daño del tejido y descamación. Las
reacciones sistémicas pueden acompañar las reacciones locales
severas o pueden ser el resultado de la inhalación de las substancias
alergénicas. Los anticuerpos humorales no parecen jugar un papel en
la reacción de la hipersensibilidad tardía. La reactividad sólo se
transfiere por las células, y los linfocitos suelen quedar sensibilizados,
y es improbable que histamina u otras sustancias fisiológicamente
activas, jueguen un papel en la reacción que puede extenderse a
cualquiera o todos los tejidos donde el antígeno pueda actuar.

Enfermedad inmunológica

Éste es el resultado de una reacción inmunológica de un miembro de la


misma especie, al tejido de otro miembro de la misma. La reacción por
la transfusión de sangre en una persona dada a un grupo sanguíneo
incompatible, es un ejemplo típico. Otro ejemplo es la eritroblastosis
fetal o enfermedad hemolítica, que es el resultado del traslado de
anticuerpos hacia las células rojas de la sangre. La eritroblastosis fetal
se presenta en un feto cuando la madre y el bebé tienen grupos
sanguíneos diferentes. La madre produce anticuerpos que atacan los
glóbulos rojos del bebé en desarrollo.

La adsorción de substancias extrañas bajo ciertas circunstancias,


como algunos medicamentos, puede combinar con las células para
ocasionar antígenos. La exposición subsecuente a una substancia
extraña ocasiona una actividad celular destructiva. Tal reacción puede
involucrar a las células rojas de la sangre (las anemias inducidas por
drogas), a las plaquetas (como la púrpura), y leucocitosis.

Las bacterias o virus también pueden alterar las superficies celulares


cubriendo o desenmascarando los antígenos a través de actividad
enzimática, que puede hacer que sean vulnerables a la destrucción
inmunológica.
Enfermedad autoinmune

Bajo ciertas circunstancias, el cuerpo puede responder


inmunológicamente a sus propios componentes o a substancias
intrínsecas mediante antígenos relacionados con los propios tejidos
del huésped. El anticuerpo circulante o las células sensibilizadas que
se producen, son entonces activas y causan la lesión celular a los
tejidos u órganos del cuerpo que responden al antígeno
correspondiente.

La eritomatosis del lupus sistémico es uno de los efectos laterales


reconocidos por la suma de vacunaciones. Se describen tres casos de
enfermeras que fueron vacunadas literalmente hasta la muerte. Los
autores inspeccionaron un grupo de 750 enfermeras que trabajaron
en un hospital municipal grande entre 1932 y 1946, y se detalla que
fueron vacunadas durante un período de tiempo con multitud de
vacunas, hasta que desarrollaron y sucumbieron al lupus eritematoso
diseminado.

Test Schick

El test Schick, fue un test de la difteria desarrollado por Bela Schick y


luego prohibido en su Austria natal por la denuncia de padres cuyos
hijos habían muerto a causa del test y posteriormente en Europa.

Schick pudo volver a importarlo a los re-diagnosticadores en Europa.


En Birmingham, el setenta por ciento de los casos fueron re-
diagnosticados y de los 441 casos diagnosticados como difteria en
1933, 285 fueron finalmente diagnosticados como amigdalitis.
Alemania inició la vacunación obligatoria contra la difteria en 1939
y cuando se completó la saturación de la vacuna había ya 150.000
casos con esta enfermedad. La resistencia francesa a la vacuna
terminó con la ocupación alemana, dando como resultado 47.000
casos con esta enfermedad. Noruega rechazó la vacuna y tuvo 50
casos.

Reacciones posteriores

La mayor vigilancia sobre los efectos adversos de las vacunas se


hacen a corto plazo, y nadie se preocupa ni investiga sobre los efectos
a largo plazo. Es por eso que, una vez pasada la primera etapa, y si no
hay reacciones indeseables, padres y médico se quedan tranquilos.

Los efectos a largo plazo documentados incluyen los desórdenes


inmunológicos y neurológicos crónicos como el autismo, la
hiperactividad, síndrome de atención, dislexia, alergias, cáncer, y otras
condiciones que apenas existían hace un siglo, justo antes de los
programas masivos de vacunación.

Los componentes de la vacuna incluyen carcinógenos conocidos como


el thimersol, fosfato de aluminio, y formaldehido (el Centro de
Información de Venenos en Australia considera que no hay ninguna
cantidad segura aceptable de formaldehido que puede inyectarse en
un cuerpo humano viviente. Todas son potencialmente tóxicas).

El historiador médico, investigador y escritor Harris Coulter, explicó que


después de una investigación extensa comprobó que la inmunización
en la niñez puede ser la causa de encefalitis de bajo grado en los
infantes, en una balanza mayor que las que admiten las autoridades
de sanidad públicas, aproximadamente en un 15-20% de todos los
niños. Él señala que las secuelas (condiciones conocidas como
resultado de una enfermedad) de encefalitis (inflamación del cerebro)
son: el autismo, déficit cognitivo de aprendizaje, pequeños daños en el
cerebro, la epilepsia, problemas con el sueño, desórdenes sexuales,
el asma, muerte súbita del lactante, la diabetes, la obesidad, y violencia
impulsiva, la mayoría de ellos ampliamente extendidos en la sociedad
contemporánea.

Muchas de estas condiciones eran anteriormente relativamente raras,


pero se han puesto más comunes cuando se han extendido los
programas de vacunación en la niñez. Coulter también señala que “...
el toxoide de la tosferina se usa para crear la encefalitis en los
animales del laboratorio. “

Un estudio alemán encontró las correlaciones entre las vacunaciones y


22 condiciones neurológicas, incluso el déficit de atención y la
epilepsia. El dilema es que esos elementos virales en las vacunas
pueden persistir y deformarse en el cuerpo humano durante años, con
desconocidas consecuencias. Millones de niños están compartiendo
involuntariamente un experimento enorme, crudo; y no hay ningún
esfuerzo sincero, organizado, que permita a la comunidad médica
rastrear los efectos negativos y determinar las consecuencias a largo
plazo.

La conclusión es que se han ignorado los efectos adversos de las


vacunaciones virtualmente, a pesar de las correlaciones directas con
muchas cronicidades.
No es cierto que…

Las vacunas sean la solución para la gran mayoría de enfermedades


en el mundo y, además, que representen una gran ayuda a la
humanidad.

Estudios recientes y anteriores comprobaron que existe conexión


entre algunas vacunas y ciertas enfermedades que afectan a los
humanos, como: retardo mental, dislexia, autismo, inmunodeficiencia y
otras muchas. El punto es que, al debilitar ciertos virus con vacunas
(con ingredientes que incluyen elementos químicos y tejidos ajenos al
organismo), nuestro sistema inmunológico pierde fortaleza, entra en
caos, y hace que nos volvamos más susceptibles a ciertas
enfermedades.

El siguiente artículo, escrito por Ingrid Cassel, fue extraído del sitio
Web: Liberación de las Vacunas. Este sitio busca generar conciencia y
recaudar la mayor cantidad de información acerca de los efectos
causados en el cuerpo humano por el uso de vacunas.

Ingrid Cassel informa:


1. Las Vacunas son potencialmente tóxicas.

Las Vacunas contienen sustancias tóxicas para el hombre y aunque en


los prospectos que contienen se adjunta información que confirma lo
señalado anteriormente, los doctores ocultan estos datos de sus
pacientes. Hágase esta pregunta: ¿alguna vez ha leído la información
adjunta en los envases?
Las Vacunas son agentes generados y contienen tejidos que han sido
alterados genéticamente usando componentes humanos y animales.

2. La inmunización química puede dañar el cerebro y estropear las


funciones inmunes del cuerpo.

Investigaciones científicas realizadas de forma independiente y veraz


han comprobado que la vacunación es el causante de muchas
enfermedades, como:

Síndrome de Muerte Súbita Infantil (o SIDS), autismo, convulsiones,


retardo mental, hiperactividad, dislexia, trastornos inmunológicos, S DA,
síndrome de Epstein Barr, enfermedades degenerativas, distrofia
muscular, esclerosis múltiple, artritis, cáncer, leucemia, lupus,
fibromialgia etc.

3. El alto índice de reacciones adversas a las vacunas ha sido


ignorado y negado por los practicantes de la medicina convencional.

Antes de 1990, los doctores no eran requeridos por la ley para que
informasen por las reacciones adversas, tal y como se hace hoy al
Centro para el Control de Enfermedades (CDC).

Las reacciones adversas son consideradas "normales" y son


ignoradas o diagnosticadas como alguna otra enfermedad. Pero,
incluso con un sistema poco detallado e incompleto, los informes de
reacciones nocivas son sustanciales.

Y a pesar de la obligación legal impuesta sobre ellos, solo 10% de los


médicos informan sobre los daños causados tras las vacunaciones.
A lo largo de muchos años, gran cantidad de médicos reconocidos han
hecho público su rechazo y oposición a la vacunación, catalogándola
como un fraude científico peligroso.
4. Los programas de vacunación masivos ponen en peligro al público
de una forma sistemática y frívola.

Desde que la vacuna atraviesa la piel es, técnicamente, un acto


quirúrgico y toda cirugía requiere del consentimiento del paciente. Este
protocolo no parece incluir a las vacunas. ¿Se le pide permiso a los
padres para vacunar a su hijo recién nacido?

Los doctores vacunan a sus pacientes sin informarles sobre las


posibles consecuencias negativas; solamente les hablan de los
beneficios. Los productores de vacunas colocan en sus paquetes los
datos parcializados y mínimos requeridos por ley para impedir que sus
consumidores tomen una decisión informada.

Declaraciones de doble sentido y acciones no éticas, como amenazas,


intimidaciones y presiones, son usadas frecuentemente para garantizar
la vacunación.

5. No existe prueba alguna que compruebe que las vacunas son


seguras o efectivas.

No existen estudios para controlar los resultados. Las autoridades


consideran que "obviar la vacunación" no sería ético y se han negado
a hacer estudios a voluntarios sobre quienes no recibieron
vacunación. Si los controles de vacunación fueran hechos siguiendo
los parámetros de una ciencia honesta, la vacunación sería
desechada.

Los estudios que han sido realizados no fueron elaborados para


eliminar los resultados parcializados. Las autoridades encargadas de
llevar a cabo e informar acerca de dichos estudios, trabajan
conjuntamente con las compañías productoras de vacunas y, por ende,
tienen muchos intereses creados. En otras industrias, este tipo de
acciones parcializadas no son toleradas. Las lesiones y muertes
señaladas en estos estudios son atribuidas a todo tipo de causas
menos a la vacunación. De esta forma, manipulan los resultados y
hacen creer que las vacunas podrían tener algún tipo de mérito.

6. Las leyes permiten que las compañías farmacéuticas violen la


confianza pública.
En litigios privados de vacunación se ha comprobado que las vacunas
fueron mortales.

Los productores de vacunas usan "ordenes de mordaza" como una


herramienta de defensa legal para impedir que el demandante haga
públicos los detalles y verdades de la naturaleza nociva de las
vacunas. Los gobiernos han permitido estas tácticas inmorales que
ponen en riesgo la salud pública.

7. El Acta Nacional Infantil de Lesiones de Vacunación de 1987 es un


fraude.

Este programa de compensación, se publicó para dar a conocer el


daño causado por las vacunas, pero se determinaron solamente las
vacunaciones fallidas y los efectos secundarios inmediatos. Nada en
esta acta busca revertir los daños ocurridos hasta el momento.

Esta acta fue aprobada tras la presión de los productores de vacunas


al gobierno, quien los "inmunizó" de juicios y batallas legales que
podrían llegar a costarles $4 millones a cada uno. Los productores de
vacunas se han hecho "inmunes" de toda responsabilidad. En los
últimos años se ha vuelto más difícil compensar a través de de dicho
programa debido a sus parámetros y complejidad que margina de
culpa a las vacunas.

8. El desinterés de las Compañías Aseguradoras Privadas.

Las Compañías Aseguradoras Privadas han abandonado por completo


los casos de daño a la propiedad y la vida (daños a terceros) cuando
son debidos a:
Desastres cósmicos

Guerra Nuclear y accidentes de Plantas Nucleares


Vacunación
9. La Vacunación no es una salida de emergencia.

Quienes las apoyan claman que las vacunas descartan cualquier


riesgo potencial futuro y, aún así, los padres son presionados a tomar
una decisión inmediata. Si los doctores asustan e intimidan a los
padres, están aplicando medidas inmorales. Las vacunas son drogas
que pueden causar secuelas serias a quienes las usan. Tiempo e
información deben ser requisitos indispensables antes de tomar una
decisión final.

10. No existe una ley que obligue la vacunación infantil.


La vacunación se insta en los centros educativos pero no es
obligatoria. Existen excepciones de vacunación que son muy
restringidas. Además, son parte de los programas de salud del Estado y
pueden ser expandidas por presión pública.

Debe saber que no hay ninguna ley que permita a un centro


educativo negar la entrada a un niño no vacunado.

Sabemos que el personal de los departamentos de Salud, Educación y


las asociaciones médicas obtienen ganancias gracias a la venta de
vacunas. Ellos mantienen el control y los detalles de las excepciones.

Significativo es que a la Fundación Rockefeller le preocupa la


longevidad de las personas por encima de los 70 años, pues lo
considera un problema social y económico. Esta fundación apoya la
vacunación masiva.

¿Pruebas médicas fiables?

Historias de horror de vacunas están en todas partes estos días: Las


historias de las jóvenes que se desmayan en las oficinas del médico
después de recibir las vacunas contra el Virus del Papiloma Humano
(VPH), historias de madres que cogen a su hijo sano para ponerle las
vacunas en la consulta del pediatra y regresan a casa con un niño
gravemente enfermo. Historias de niños que recibieron la vacuna
contra la varicela y que experimentan casos graves de varicela meses
más tarde. El aumento del 1 50 en la tasa de autismo en los Estados
Unidos, el aumento de trastornos autoinmunes, convulsiones, alergias
y muchas otras enfermedades y trastornos. A pesar de todo esto, su
pediatra, los funcionarios de salud, los gobiernos y las empresas
farmacéuticas proclaman que las vacunas son muy seguras. ¿Se ha
preguntado alguna vez cómo se ha llegado a tales conclusiones
erróneas?

Científicamente incorrecto
Estudios Seguridad de las Vacunas

Cualquier científico o estadístico capacitado entiende que usted desea


utilizar una hipótesis nula para desmentir una posible relación causal
entre dos eventos correlacionados. La hipótesis nula en este caso
sería: No hay una conexión causal entre las vacunas y sus presuntos
efectos a corto plazo y los efectos secundarios a largo plazo.

Si queremos probar esta hipótesis, habría que disponer de muestras


aleatorias de los sujetos de investigación (aproximadamente 100.000
ayudaría a excluir otros factores) y dividir a los sujetos en dos grupos.
Un grupo recibirá la vacuna, y el otro grupo recibiría una inyección
salina inocua. Ambos grupos entonces serían monitoreados durante al
menos cuatro semanas para observar si los efectos secundarios a corto
plazo fueron más prevalentes en el grupo vacunado que en el grupo
placebo.
Pero determinar si existe o no una relación causal entre las vacunas y
las complicaciones médicas a largo plazo sería un poco más difícil. No
obstante, si un grupo de sujetos ha recibido un placebo y el otro ha
recibido la vacuna, sería posible enviar por correo un cuestionario a
los padres que han elegido vacunar a sus niños seleccionados al azar
y para un grupo de igual tamaño de quienes no lo han hecho. Una
entrevista telefónica también podría tener lugar. Este sería un buen
punto de partida para ver si hay diferencias en la salud y el desarrollo
de los niños vacunados frente a la de los niños no vacunados a largo
plazo. Si no se encuentran diferencias significativas entre los dos
grupos, ya sea en el corto o largo plazo, entonces las facciones pro-
vacunas pueden regocijarse, porque han desvirtuados a los reclamos
de los anti-vacunadores y demostraron que la vacuna en cuestión no
causa complicaciones a corto plazo.

Conclusiones

La mayoría de los estudiantes de secundaria están familiarizados con


la ley de causa-efecto. Las compañías farmacéuticas están insistiendo y
proporcionando sus propios estudios, sobre que no sería ético ni justo,
detener una intervención médica que salva vida, tal como ocurre con
las vacunas. Esto a pesar del hecho de que los estudios a corto plazo
nunca incluyeron un "verdadero" placebo y que los niños vacunados
nunca han sido comparados con los niños no vacunados en estudios a
largo plazo. Es más, no hay ni un solo estudio a largo plazo que
determine los daños causados en el sistema inmunitario de las
personas vacunadas cuando alcanzan la pubertad, adolescencia y
madurez.

Cuando las personas conozcan los diseños de investigación


defectuosos que nos aseguran que las vacunas son seguras para los
niños (nunca hablan de los adultos) y que realmente protegen a los
pequeños de muchas enfermedades, es posible que deseen
cuestionar la necesidad de vacunar a tantos millones de niños.
Cuando se hace una estadística imparcial, se comprueba que los niños
vacunados tienen menos salud que los vacunados. Si se realizaran
estudios grandes y diseñados correctamente, es probable que las
empresas, los pediatras, los funcionarios de salud, los gobiernos y los
farmacéuticos, derivarían a la misma conclusión. El problema es que
quienes eligen vacunar a sus hijos o a ellos mismos, tendrían que
seguir dependiendo de los estudios que demuestran un resultado
predeterminado; estudios manifiestamente sesgados.

CAPÍTULO TRES SISTEMA INMUNITARIO

De nuevo leyendo el libro de James Walene, nos encontramos con


pruebas que demuestran los efectos perjudiciales sobre el sistema
inmunitario, ya que las vacunas no solamente actúan sobre la
formación de anticuerpos (la parte –digamos- positiva), sino que afecta
a la totalidad de la respuesta inmune, disminuyendo su potencial
contra las enfermedades.

El sistema inmunológico está diseñado para prevenir, pero cuando los


virus atenuados de las vacunas entran directamente al torrente
sanguíneo, llegan igualmente a todo el sistema orgánico antes de
poder ser neutralizados. La persistencia a largo plazo de los virus y
otras proteínas extrañas dentro de las células del sistema inmune,
generan no pocas enfermedades crónicas y degenerativas,
consecuencias del caos inmunitario ocasionado a un sistema defensivo
tan precoz como es el de un niño.

Lo que ocurre es que cuando las enfermedades aparecen después de


algunos años, nadie las quiere relacionar con las vacunas. En 1976,
Robert Simpson de la universidad de Rutgers, en un seminario de la
Sociedad Americana contra el Cáncer dirigido a científicos escritores,
señaló lo siguiente: "Las campañas de inmunización contra la gripe,
sarampión, parotiditis, poliomielitis y otras muchas, alteran seriamente
el ARN formando pro-virus latentes en todas las células del cuerpo.
Estos virus pueden favorecer la formación de moléculas alteradas que
produzcan artritis reumatoide, esclerosis múltiple, lupus, enfermedad
de Parkinson, y quizá cáncer. "

El mejor sistema para inmunizar está en la garganta, porque este es el


punto de entrada para la mayoría de los gérmenes y allí es donde se
deberían aplicar. Además, pasarían por el filtro depurador del hígado,
entrando en el sistema inmunitario solamente aquellas sustancias, en
principio, no tóxicas.

Los elementos víricos presentes en las vacunas, que son la principal


materia antigénica de las vacunas, son capaces de permanecer activos
de forma latente durante un tiempo impreciso, generalmente años, en
la célula huésped, sin provocar la enfermedad aguda. Puesto que
poseen su propio material genético, además de otras partículas,
alteran los cromosomas de las células huésped, y se replican junto con
ellas. Esto permite a la célula huésped seguir sus propias funciones
normales en su mayor parte, pero con nuevas instrucciones
adicionales. Esta presencia de material antigénico en la célula
huésped suele ocasionar de forma automática trastornos inmunes, que
se traducirán en herpes, verrugas, tumores benignos y malignos,
enfermedades del sistema nervioso central y diversas formas de
parálisis.

Así que lo que se está tratando de explicar es que las vacunas virales
pueden alterar las células sanas, ocasionando, cuando menos, las
enfermedades autoinmunes. Si los componentes del sistema inmune
fueron diseñados para ayudar al organismo a discriminar los antígenos
buenos de los malos, los virus atenuados latentes desequilibrarían
este equilibrio inteligente. Al no poder reconocer sus propias células
de las extrañas, intentaría eliminar ambas. De la misma manera,
podemos decir que la incapacidad del sistema inmune para distinguir
entre sustancias saludables y aquellas procedentes del exterior, como
las alergias o vacunas, ocasionan no pocos fracasos del sistema
inmunológico. Y si estos datos son graves para un determinado tipo de
vacuna, piensen en lo que ocurre al cuerpo de un bebé que es
pinchado varias veces con vacunas diferentes, cada una con sus
propios activadores, conservantes y virus.
Una conocida autora, profesora y activista de la salud, Betty Lee
Morales, predijo hace 50 años que el cáncer sería la mayor epidemia
de la humanidad como resultado de la vacunación en masa. El Dr
Robert Mendelsohn, una autoridad en vacunaciones, y realmente uno
de los más heroicos en este siglo, dijo “ Creo que la mayoría de las
enfermedades degenerativas están producidas por los rayos X, las
drogas, la contaminación de los alimentos, los aditivos y conservantes,
y las inmunizaciones masivas. Con todos los conocimientos que
poseemos sobre los efectos sobre el cuerpo humano de la ingestión
de sustancias que no se encuentran en la naturaleza, entre ellas las
toxinas alimentarias y las vacunas, me parece increíble que nadie se
prevenga contra ellas de un modo eficaz.

Un informe de una asociación de consumidores alemanes denunció


que encontró un artículo publicado en una revista médica en la cual se
dice que alrededor de 3.000 niños sufren cada año diferentes grados
de daño cerebral como resultado de la vacunación contra la viruela.
Este mismo informe menciona a otra revista médica en la que G. Kotel
alerta sobre los daños en la vista ocasionados por la vacuna contra la
viruela que afectaron a 3.296, mientras que 71 quedaron totalmente
sordos. Y eso solamente en la Alemania de los años 60. Por desgracia,
los posibles casos de fallecimiento nunca han figurado entre los
efectos nocivos de las vacunas.

El asma, por ejemplo, la leucemia linfática aguda, la celulitis


estreptocócica, la meningitis tuberculosa, y la parálisis infantil, son sólo
algunas de las falsas causas de muerte que figuran en el certificado de
defunción de las personas que realmente murieron por los efectos
letales de las vacunas.

Los anticuerpos
¿Por qué esa contradicción entre las promesas y los resultados?

Como se dijo anteriormente, la teoría de la vacunación postula que el


uso de agentes inmunizantes produce una forma leve de la
enfermedad para la cual se forman anticuerpos específicos que
protegen el cuerpo cuando el patógeno aparece. El doctor Alec Burton,
señala lo siguiente:

“Hay niños que padecen lo que se llama una Anemia de Gamma


Globulina (lo que significa que no pueden producir anticuerpos), y, sin
embargo, esos mismos niños se recuperan del sarampión y otras
enfermedades espontáneamente como los demás .

Los anticuerpos son elementos que se supone que las vacunas


estimulan contra las enfermedades; pero, según el Dr Alec Burton,
incluso sin esos anticuerpos, las personas se curan de esta
enfermedad sin vacunación.

Los Dres. Dettman y Kalikerinos de San Jose, California, dicen lo


siguiente:

"Los anticuerpos no son necesarios cuando la principal defensa


inmunológica de los leucocitos, que es el interferón, está funcionando
al máximo de su capacidad .

La disminución en la producción de Interferón parece ocurrir sólo


cuando el nivel de ascorbato (vitamina C) y de los principales
componentes de las defensas están en niveles bajos, lo que permite a
algunos virus sobrevivir al primer ataque de las defensas.

Nos han dicho que los anticuerpos son las tropas de choque del
sistema inmunológico, que salen a matar a todos los gérmenes
desagradables que le están atacando día a día, tal y como hacen los
ángeles guardianes en el Cielo. La realidad, sin embargo, es que la
producción de anticuerpos no es su principal defensa inmunológica, y
que la idea de estimularlos mediante la inyección de venenos (vacunas
y sueros), que flotan libremente en el material genético, junto a todo
tipo de sustancias venenosas y agentes estabilizadores, es totalmente
absurda.
Según afirma Marion Thompson, cuando la inmunidad a una
enfermedad se adquiere naturalmente, la posibilidad de reinfección es
sólo del 3,2%, y si la inmunidad viene de una vacunación, no obstante,
es del 80%.
William Howard ha señalado que, en cualquier epidemia de
enfermedades transmisibles, sólo un pequeño porcentaje de la
población contrae la enfermedad. La mayoría de las personas son
naturalmente inmunes, de modo que si un hombre que ha sido
vacunado no contrae la enfermedad, realmente no demuestra
absolutamente nada. Si no hubiera sido vacunado, lo más probable es
que no contrajera la enfermedad de todos modos. Sólo por el hecho de
dar a alguien una vacuna y que pueda tener una reacción de
anticuerpos, no significa nada. Los únicos anticuerpos verdaderos y
eficaces son los que aparecen naturalmente. Y eso también es también
lo que afirman la Dra Dettman y Robert Mendelsohn.

Sin embargo, quizá la más fuerte declaración en contra de la eficacia


de las inmunizaciones artificiales procede de William Howard Hay: “Es
absurdo pensar que se puede inyectar pus, que es lo que la mayoría
de los sueros contiene, en un niño pequeño, y pretender mejorar su
salud. Eso no es inmunizar, pero se vende bajo ese nombre. Si
pudiéramos, por cualquier medio, construir una resistencia natural a
las enfermedades a través de estos medios artificiales, sería
estupendo, pero no podemos hacerlo.

El cuerpo tiene sus propios métodos de defensa y estos métodos


dependerán de la vitalidad del cuerpo en ese momento. Si es
suficientemente vital, el cuerpo se resistirá a todas las infecciones. Si
no es lo suficientemente importante, y no se puede cambiar la vitalidad
del cuerpo, mejor será evitar la introducción de venenos de ningún
tipo, y ahora estamos hablando de vacunas.
La vacunación son venenos, no nos protegen y debilitan nuestro
sistema inmunológico, y mi investigación indica que las alergias son el
resultado directo de los programas de vacunación a gran escala
impuestos en los últimos cincuenta años. Eso se está haciendo
obligando por la fuerza y la coacción a vacunarse contra todo tipo de
enfermedades. Piense sobre ello, si todos los demás están vacunados,
no deberían tener la enfermedad, ¿no? Entonces, la única persona
que está poniéndose en riesgo por no estar vacunado es usted, pero
es su decisión. Tiene sentido. Entonces, ¿cómo se atreve el gobierno a
justificar la vacunación forzosa?

Les puedo asegurar que, incluso sin ningún tipo de enfermedades


creadas intencionalmente, muchos estadounidenses se morirán en los
próximos diez a quince años por el SIDA y otras enfermedades
infecciosas. Sus hijos tampoco estarán completamente a salvo, ni
aunque las vacunas fueran eficaces, que no lo son.

¿No han leído sobre el material genético que se introduce en nuestra


sangre a partir de las vacunaciones, y la producción de enfermedades
autoinmunes? Ya ve, nadie se atreve a culpar a un gobierno de haber
creado una epidemia masiva de los tipos de fracaso del sistema
inmune .

Todos los organismos vivos, incluyendo las bacterias y virus, contienen


material genético, que es el ADN y el ARN. De hecho, los virus vivos son
ellos mismos los mensajes genéticos. Las bacterias y los virus pueden
transferir su información genética a través de células animales,
incluidas las células humanas, que son recibidos por otras células en
el cuerpo. Aunque el cuerpo en general no producirá anticuerpos
contra sus propios tejidos, parece que las ligeras modificaciones de
carácter antigénico de los tejidos harán que parezcan como extraños
al sistema inmunológico, y por lo tanto un justo objetivo de la
producción de anticuerpos. No olvidemos que las vacunas nos dan
material genético que se puede incorporar en nuestras células.
Así, las vacunas pueden sentar las bases para las enfermedades
autoinmunes como la artritis reumatoide, fiebre reumática, el lupus,
esclerodermia, y otras enfermedades. Es razonable suponer que esa
epidemia de alergias, intolerancias y enfermedades autoinmunes que
ahora nos atacan, tienen por lo menos algunas de sus raíces en la
práctica de la vacunación.

El Dr. James R. Shannon, director del The National Institute of Health,


declaró que "la única vacuna segura es la que no se utiliza."

Durante muchos años se insistió en la necesidad de vacunar a toda la


población mundial contra la viruela, y ahora que parece erradicada se
dice triunfalmente que es gracias a su difusión mundial. Sin embargo,
no se aclara que precisamente cuando se comenzó esa vacunación
masiva fue justo en el momento en que la enfermedad estaba casi
erradicada. Japón, por ejemplo, introdujo la vacunación obligatoria en
1872, pero veinte años más tarde hubo 165.774 casos de viruela con
29.979 muertes a pesar del programa de vacunación. En Inglaterra la
vacunación obligatoria se estableció en 1867 y 4 años más tarde el
97,5% de las personas entre 2 y 50 años ya habían sido vacunados.
Sin embargo, en 1867, un año después del comienzo de la campaña,
Inglaterra sufrió la peor epidemia de viruela de su historia con 44.840
muertes. Entre 1871 y 1880 la incidencia de la viruela alcanzó todavía
a 46 personas vacunadas de cada 100.000. Indudablemente no
funcionaba como protección o quizá fuera la causa de su nuevo
desarrollo.

Gran parte del éxito atribuido a los programas de vacunación


preventiva deben atribuirse a la mejora en la salud pública
relacionados con la calidad del agua y el saneamiento, con menor
grado de hacinamiento de las condiciones de vida, mejor nutrición, y
los niveles de vida más elevados. Es lo mismo que cuando los médicos
dicen triunfalistas que la mayor longevidad de las personas se debe a
los avances de la medicina, olvidando que la especie humana es una
de las mejores dotadas para la supervivencia, y que cada generación
es mucho más fuerte que la anterior. Si comparamos la salud y
longevidad de las personas que no toman ningún tipo de medicación
con quienes sí lo hacen habitualmente, nos encontramos con la
paradoja de que quienes más acuden al médico, son los que están
más tiempo y veces enfermos, y son los menos longevos.

Volviendo a la vacunación, observamos que los programas de


vacunación masiva a una población comienzan siempre cuando la
incidencia de enfermos ha comenzado a disminuir, siendo muy
probable que seguiría esa tendencia si no se hubiera vacunado a
nadie. La vacunación contra la polio es otro ejemplo, ya que antes de
introducirse en 1956 la incidencia había disminuido un 82%. A
principios de 1900 un astuto medico de Indiana, el doctor W.B. WB
Clarke, declaró que "el cáncer era prácticamente desconocido hasta
que se hizo obligatoria la vacunación contra la viruela. Desde
entonces he tenido que tratar doscientos casos de cáncer, y nunca he
visto un caso de cáncer en los no vacunados".
Hay una creencia generalizada de que las vacunas no deben ser
criticadas porque el público las demanda. Esto sería válido sólo si el
público conociera también sus efectos secundarios, tal y como suelen
suceder con los medicamentos. Pero mientras que la mayoría de los
enfermos admiten estar seguros del potencial dañino que tienen los
medicamentos que les recetan, ninguno se cuestiona la inocuidad de
las vacunas. “ Esto es para reforzar sus defensas –les dicen.” Y con
este sesgado argumento no hay quien dude de su veracidad.

CAPÍTULO CUATRO
DATOS ESTADÍSTICOS

¿Las vacunas son eficaces?

La literatura médica tiene un sorprendente número de estudios que


documentan el fracaso de las vacunas, pero aún así, se ven obligados
a administrarlas, quizá por presión de los padres, quizá por miedo a
ser apartados de los servicios de salud estatales. Sarampión, paperas,
viruela, poliomielitis y el Hib (Haemophilus influenzae tipo b), todos los
brotes han ocurrido en las poblaciones vacunadas. “ Mala suerte” , se
disculparon sus promotores cuando en 1989 hubo un informe que
aseguró que: "Entre los niños en edad escolar, y en relación al
sarampión, se han producido brotes en las escuelas con total nivel de
vacunación de más del 98 por ciento, incluso en aquellas zonas en las
cuales no habían informado de sarampión durante años. El CDC
incluso informó de un brote de sarampión en un documentado 100 por
ciento de la población vacunada.
Un estudio sobre este fenómeno llegó a esta conclusión, "La aparente
paradoja es que, cuando las tasas de inmunización contra el
sarampión alcanzan altos niveles en una población, el sarampión se
convierte en una enfermedad habitual entre las personas vacunadas.
Un estudio más reciente encontró que la vacunación contra el
sarampión produce una disminución de la eficacia del sistema inmune,
contribuyendo a un aumento de la susceptibilidad a otras infecciones.
Estos estudios sugieren que el objetivo de completar la inmunización
es en realidad contraproducente, y una de las pruebas es que estas
enfermedades no están radicadas y las epidemias siguen presentes
después de una completa inmunización. Japón experimentó aumentos
anuales de la viruela después de la introducción obligatoria de las
vacunas en 1872. En 1892, hubo 29.979 muertes, y todos habían sido
vacunados.

A principios del siglo XX, Filipinas experimentó su peor epidemia de


viruela después de que 8 millones de personas recibieron 24,5
millones de dosis de vacunas, con una tasa de mortalidad
cuadruplicada. En 1989, el país de Omán experimentó un
generalizado brote de poliomielitis seis meses después de lograr la
vacunación completa. En los EE.UU. en 1986, el 90% de los 1 300
casos de tos ferina en Kansas fueron en personas "adecuadamente
vacunadas” . Un 72% de los casos de tos ferina en 1993 en Chicago
ocurrieron a los pocos días de las vacunas.

Eficacia controvertida

Según la Asociación Británica para el Progreso de la Ciencia, las


enfermedades de la infancia disminuyeron en un 90% entre 1850 y
1940, en forma paralela a la mejora del saneamiento y las prácticas de
higiene, mucho antes de los programas de vacunación obligatoria. Las
muertes provocadas por enfermedades infecciosas en los EE.UU. e
Inglaterra disminuyeron de manera constante en un promedio del 80%
durante ese siglo (la mortalidad por sarampión se redujo más de un
97%) antes de la vacunación.

En Gran Bretaña, la epidemia de poliomielitis alcanzó su punto máximo


en 1950, y había disminuido ya un 82% en el momento en que la
vacuna se introdujo allí en 1956. Así, en el mejor de los casos, la
vacunación puede ser acreditada como un elemento para reducir las
muertes relacionadas con las enfermedades de este siglo. Pero incluso
esta pequeña parte es cuestionable, ya que la tasa de disminución se
mantuvo prácticamente la misma después que se introdujeron las
vacunas.

Además, los países de Europa que se negaron a la inmunización de la


viruela y la poliomielitis tuvieron el mismo número de casos que los
países que sí lo hicieron. De hecho, tanto la viruela como la poliomielitis
tuvieron un rebrote inicialmente significativo durante la campaña de
vacunación contra la viruela, y otras enfermedades infecciosas
continuaron su descenso. En Inglaterra y Gales, la enfermedad y las
tasas de vacunación se redujeron el tiempo simultáneamente durante
un período de varios decenios.

Por lo tanto, es imposible decir si las vacunaciones han contribuido o


no a la continua disminución de la tasa de mortalidad por enfermedad,
o si son otros elementos lo que han llevado a la disminución: la mejora
del saneamiento, la higiene, la mejora de la dieta, la enfermedad de los
ciclos naturales. Esta conclusión fue origen de un reciente informe de
la Organización Mundial de la Salud, que encontró que la enfermedad
y las tasas de mortalidad en los países del tercer mundo no tienen
ninguna relación directa con los procedimientos de vacunación o
los tratamientos médicos, sino que están estrechamente
relacionadas con el nivel de higiene y dieta. Los beneficios de las
vacunas en la actual incidencia de las enfermedades, han sido
enormemente exagerados.

Los defensores de las vacunas hablan simplemente de las estadísticas


de mortalidad, en lugar de aportar pruebas de la eficacia de las
vacunas. Por ejemplo, un reciente estudio realizado en la ciudad de
Nueva York reveló que sólo el 3,2% de los pediatras de presentación
de informes hablan en realidad de casos de sarampión al
departamento de salud. Ellos hablan de que hubo 36 casos de
sarampión en Georgia, mientras que el Sistema de Vigilancia del
Estado de Georgia informó de 660 casos. En 1982, el estado de
Maryland culpó a los funcionarios de salud de una epidemia de tos
ferina en un programa de televisión, al advertir de los peligros de la
DPT; sin embargo, cuando un experto virólogo de los EE.UU. que
trabajó para la División de Normas Biológicas, el Dr J. Anthony Morris,
analizó los 41 casos, sólo 5 fueron confirmados, y todos habían sido
vacunados. Tal como estos casos demuestran, la falacia de las cifras de
incidencia, sin embargo, hace que se abogue por las vacunas y se
tiende a confiar en ellas indiscriminadamente.

Lo que dicen es que no está claro qué impacto tienen las vacunas
contra las enfermedades infecciosas que se produjeron a lo largo del
siglo XX.

Informes sesgados

Como muchos informes aseguran, la vacunación puede ser la causante


del rebrote de una enfermedad, como es el caso del sarampión.

Un epidemiólogo del estado de Minnesota llegó a la conclusión de que


la vacuna contra el Hib (Haemophilus influenzae tipo b) aumenta el
riesgo de enfermedad, tal y como demostró un estudio que reveló que
los niños vacunados tenían cinco veces más probabilidades de
contraer la meningitis que los niños no vacunados.

Un problema es que se seleccionan cuidadosamente los estudios


sobre la vacunación, impidiendo que se divulguen los desfavorables.
Por ejemplo, si 100 personas están vacunadas y 5 contraen la
enfermedad, la vacuna se declara ser 95% eficaz. Pero si sólo 10 de
los 100 estaban expuestos a la enfermedad, la vacuna en realidad era
sólo 50% eficaz. Como nadie está dispuesto a exponer directamente a
toda una población a las enfermedades incluso los plenamente
vacunados-, las tasas de eficacia de vacunas no puede indicar una
verdadera eficacia.
Otra sorprendente preocupación por la práctica de inmunización es la
hipótesis de que todos los niños, independientemente de su edad, son
prácticamente iguales. Un niño de 3 kilos y 2 meses de edad recibe la
misma dosis que otro de 18 kilos y cinco años. Los lactantes con
inmaduros, con un sistema inmunológico subdesarrollado e igualmente
inmaduro, y en proporción reciben cinco o más veces de dosis (en
relación al peso corporal) que los niños mayores.
Además, el número de "unidades" dentro de las dosis, según se ha
encontrado al azar en los ensayos, van desde 1/2 a 3 veces lo que
indica la etiqueta; los controles de calidad parecen tolerar un gran
margen de error. Hay lotes de vacunas con tasas de muerte y
discapacidad desproporcionadamente altas, pero las autoridades se
niegan a intervenir para evitar más muertes y lesiones innecesarias.

Por último, las prácticas de vacunación suponen que todos los


beneficiarios, independientemente de la raza, la cultura, la
alimentación, la zona geográfica, o cualquier otra circunstancia,
responderán a la misma. Esto fue dramáticamente desmentido cuando
hace unos años en el territorio septentrional de Australia, un aumento
de las campañas de inmunización resultó en una increíble 50% de
aumento de la mortalidad infantil en los nativos aborígenes.

El investigador A. Kalokerinos, descubrió que la deficiencia de la


vitamina C, la "comida basura" (impuesta por la sociedad blanca), era
un factor crítico (estudios ya habían demostrado que la vacunación
reduce las reservas de vitamina C), y que los niños en estado de shock
o colapso a menudo se recuperaban en cuestión de minutos cuando
se les administran inyecciones de vitamina C.

Casi tan preocupante fue un estudio muy reciente en el New England


Journal de Medicine, que reveló que un número considerable de niños
rumanos después de la vacunación contraían la poliomielitis, un
fenómeno poco frecuente en la mayoría de los países desarrollados.
La correlación con las inyecciones de antibióticos fueron encontradas:
una única inyección en el plazo de un mes desde la vacunación
aumentaba el riesgo de poliomielitis 8 veces, 2 a 9 inyecciones
aumentaban el riesgo 27 veces, y 10 o más inyecciones 182 veces
(Washington Post, febrero 22, 1995).

¿Qué otros factores, no se contabilizan en la teoría de la vacunación y


los efectos secundarios? No vamos a comenzar a comprender
plenamente el alcance de este peligro hasta que los investigadores
empiecen a buscar en serio y se presenten los informes.

"Muchos de los supuestos en los que se basan la teoría y la práctica de


la inmunización se han demostrado falsos en su aplicación."
¿Las vacunas son completamente seguras?

La FDA y su filial VAERS (Efectos Secundarios Manifestados) recibe


aproximadamente 11.000 informes de reacciones adversas graves a la
vacunación al año, de los cuales un 1% son muertes por las
reacciones a la vacuna.

Pero… la mayoría de estos informes son realizados por médicos, y la


mayoría de las muertes se atribuyen a la vacuna contra la tos ferina
(pertussis). Esta cifra quizá no sea muy alarmante por sí sola, sin
embargo, es sólo la "punta del iceberg". La FDA estima que sólo el 10%
de las reacciones adversas se declaran, al menos esa es la conclusión
de la NVIC (National Vaccine Information Center).

De hecho, la NVIC informó que "En Nueva York, sólo uno de cada 40
médicos confirmó que la muerte o las lesiones graves se habían
producido después de la vacunación". Es posible que el 97,5% de las
muertes relacionadas con las vacunas y las discapacidades, no se
denuncien. Las consecuencias sobre la integridad de los
profesionales de la medicina (los médicos tienen la obligación legal de
informar eventos adversos graves), es que si estos datos no se
publican no se podrán adoptar medidas preventivas para evitar esas
1.000 muertes anuales. Y respecto a la tosferina, es fácil asegurar que
la vacuna es 100 veces más mortal que la enfermedad. Habida cuenta
de los muchos casos en los que las poblaciones altamente vacunadas
han contraído la enfermedad, y el hecho de que la gran mayoría de las
enfermedades han aumentado después de las vacunaciones masivas
indiscriminadas (hasta un 79%), difícilmente puede ser asumible las
continuadas campañas vacunales.

Desafortunadamente, las muertes por la vacunación en la historia no


acaban aquí. Estudios nacionales e internacionales han mostrado que
la vacunación es la responsable mayoritariamente de los casos de
S DS o el "Síndrome de Muerte Súbita del Lactante".

Un estudio encontró que la incidencia máxima se produjo en las


edades de 2 y 4 meses, en los EE.UU., precisamente cuando se
realizaron las dos primeras inmunizaciones de rutina, mientras que otro
encontró una correlación clara tres semanas después de la
inmunización. Otro estudio encontró que 3.000 niños mueren dentro de
los 4 días desde la vacunación cada año en los EE.UU.
(sorprendentemente, los autores no informaron del S DS en relación a
la vacuna), mientras que otro investigador hizo un estudio que llevó a
la conclusión de que la mitad de los casos de mortalidad infantil son
causados por las vacunas.

Hay estudios, sin embargo, que dicen no encontrar ninguna relación


entre las muertes. Sin embargo, muchos de estos trabajos fueron
invalidados por otro estudio que encontró mucha "confusión" sesgada
en los resultados a favor de las vacunas. Aún en el supuesto de que no
existiera correlación entre las vacunas y los casos de mortalidad
infantil súbita, se debería hacer un amplio seguimiento sobre las
vacunas para descartar esa posibilidad. Desafortunadamente, los
jueces son más proclives a ordenar la vacunación forzada de los niños,
aún a costa del deseo de sus padres, que a admitir un pleito para
exigir demandas millonarias. Estos, los jueces, se dejan influir por los
informes médicos mostrados por los laboratorios fabricantes y firmados
por médicos de cierto renombre. Mientras tanto, a las víctimas y sus
familias, se les niega el derecho a elegir.

A pesar de que la cifra de reacciones adversas sugiere que el número


total de las reacciones adversas que ocurren cada año en EE.UU.
puede ser superior a los 100.000 casos, los médicos no notifican
habitualmente las reacciones adversas, ni mucho menos aquellas que
se convierten en permanentes. Siempre existirá un virus a quien culpar
y un médico a quien exculpar porque a “ hecho todo lo que estaba en
su mano” para curar al enfermo.

En los años 70s en Inglaterra realmente se produjo un descenso de la


vacunación contra la tos ferina, cuando las tasas de muertes se
redujeron de 80% a 30%. El epidemiólogo sueco B. Trollfors, quien
estudió la eficacia y la toxicidad de la vacuna en todo el mundo,
consideró que "la mortalidad asociada a la tosferina es actualmente
muy baja en los países industrializados y no hay ninguna diferencia
entre quienes vacunaron a los niños y quienes no lo hicieron.

Pero mientras tanto, las empresas farmacéuticas tienen un mercado


cautivo: las vacunas son aplicadas por ley en los EE.UU. y las
compañías farmacéuticas que las fabrican son "inmunes" de la
rendición de cuentas por las consecuencias de sus productos. Además,
se les advierte a los medios de comunicación de los daños jurídicos
que les ocasionaría alertar “ inconscientemente” al público sobre los
presuntos efectos perjudiciales de las vacunas.

Es interesante observar que las compañías de seguros (que realizan


los mejores estudios de la responsabilidad) se niegan a cubrir las
reacciones adversas de las vacunas.

¿Efecto preventivo?

Estadísticas de todo el mundo demuestran de manera inequívoca que


enfermedades infecciosas como la viruela, difteria, tos ferina,
escarlatina, etc., comenzaron a desaparecer mucho antes de la llegada
de las vacunas. Según el Informe Anual Estadístico de Salud de los
años 1973-1976, Volumen II, “ Ha habido una disminución constante de
las enfermedades infecciosas en la mayoría de los países en desarrollo
con independencia del porcentaje de vacunas administradas en estos
países.”

Las enfermedades infecciosas comenzaron a no constituir una seria


amenaza para las personas justo cuando mejoró la higiene y la
alimentación, no gracias a las vacunas, aunque los antibióticos también
han jugado una buena baza en este sentido. Inyectarse virus
potencialmente mortales para mejorar nuestras defensas es siempre
menos eficaz y más peligroso que mejorar el sistema inmunitario.
En 1981 se conoció el dato de que habían muerto en el mundo un
millón de niños menores de 15 años a causa de la escarlatina, la
difteria, la tos ferina y el sarampión. En el gráfico que va desde 1860 a
1965, la tasa de mortalidad comienza a disminuir, después de haber
llegado a su máximo nivel en 1860 y tocado fondo en 1965. Parece
realmente impresionante, pues todas estas enfermedades parecen
haberse esfumado. Las vacunas, dicen, fueron la causa de ello, pero
es que las vacunas se introdujeron en la década de 1940, cuando el
número de víctimas mortales ya había disminuido hasta empezar a ser
puramente anecdóticas. ¿Cuál fue la verdadera causa de esa mejora
en la población occidental? Puesto que en el Tercer Mundo las cosas
siguieron igualmente de mal, debemos ser sinceros y objetivos y
pensar que el verdadero artífice fue la mejor calidad de vida. Occidente
pasó de tirar sus aguas fecales prácticamente a la calle a tener un
buen alcantarillado; de comer alimentos descompuestos e insuficientes,
a tener un servicio de sanidad que vigilaba lo que se vendía; de no
disponer apenas de agua potable (el tifus hacía estragos) a tener
agua corriente en casi todos los hogares y debidamente depurada.
Esa fue la verdadera causa de la casi erradicación de esas
enfermedades, y no unas peligrosas vacunas que apenas si podían
hacer algo si el cuerpo estaba mal alimentado y las ratas corrían por
los hogares.

Esos mismos datos triunfalistas sobre la eficacia de las vacunas fueron


mostrados refiriéndose a la tuberculosis y la fiebre tifoidea entre 1900 y
1960, dos enfermedades endémicas que ya estaban siendo
erradicadas por los motivos anteriormente expuestos. La industria
médica, por supuesto se ha colgado las medallas sobre este “ éxito” .
Qué difícil resulta admitir que las personas ligadas a sanidad nos
engañan para que consumamos sus medicamentos, nos hagamos
chequeos innecesarios y hasta nos sometamos a operaciones
quirúrgicas solamente por cuestiones de estética. Pero en esta gran
mentira están involucrados todos aquellos que tienen algo que ganar,
poder o dinero, da lo mismo.

CASOS CONCRETOS

La Dra. Tomljenovic dijo: “Los departamentos de sanidad están más


preocupados por proteger la reputación de las vacunas que por
proteger a las personas .

Viruela
Después de la vacunación masiva en 1867 en EE.UU. se declaró una
epidemia intensa que causó 42.000 niños muertos. El grado de
incidencia del S DA en Brasil, Haití, Burundi, Ruanda, Tanzania, Zaire,
Zambia, Uganda y Malawi coincide con el grado de intensidad de
vacunación de la viruela.

IPV (Polio)

Jonas Salk, el descubridor de la vacuna que lleva su nombre, ha sido


llamado el fabricante más milagroso del siglo XX, y el salvador de
innumerables vidas. Nos aseguran que hubo una disminución
espectacular de la poliomielitis gracias a su vacuna Salk. Por ejemplo,
el Departamento de Salud del Estado de Virginia (EE.UU.) distribuyó
una carpeta en la que dice que la vacuna de la poliomielitis redujo la
incidencia de la enfermedad de 18.000 casos en 1954 a menos de 20
en 1973-78. Un reciente artículo en Modern Maturity señala que en
1953 hubo 15.000 casos de poliomielitis en 1957 y debido a la vacuna
de Salk, el número se redujo a 2.499. Sin embargo, durante 1962 el Dr
Bernard Greenberg, jefe del Departamento de Bioestadística en la
Universidad de Carolina del Norte, Escuela de Salud Pública, declaró
que la vacunación obligatoria hizo aumentar considerablemente la
poliomielitis, una enfermedad que ya estaba empezando a disminuir
por sí misma. La enfermedad fue erradicada años después,
coincidiendo con la mejor alimentación e higiene del pueblo
norteamericano. La disminución del 61% de los casos de poliomielitis
en 1954 acreditados a la vacuna de Salk, surgieron cuando aún la
vacuna ni siquiera estaba en el mercado. Cuando en 1957 la
vacunación se generalizó, aumentaron de nuevo los casos.

Antes de la vacunación los médicos diagnosticaban poliomielitis


después de la aparición de la parálisis durante 24 horas, con lo cual el
número de falsas poliomielitis fueron miles. Después de la vacunación
se necesitaban 2 ó 3 semanas de parálisis para confirmar el
diagnóstico de poliomielitis, con lo cual el número de afectados
disminuyó drásticamente. Eso ha sido gracias a la vacuna, dijeron.
Después de la introducción de la vacuna Salk, y para evitar que
alguien pudiera demostrar que mayoría de los afectados de parálisis
era precisamente los vacunados, se establecieron nuevos métodos de
diagnóstico. La meningitis aséptica se diferenció de la poliomielitis
paralítica, lo mismo que los índices de morbilidad y mortalidad de las
enfermedades notificables, no encontrándose entonces en 1966 más
que 5 casos. Bueno, pero nadie quiso tener en cuenta que desde
1955 a 1966 aumentaron los casos de meningitis aséptica de 50 casos
a 256 casos. Simplemente cambiaron el nombre, la misma enfermedad,
y que pensaron o nos hicieron pensar que la poliomielitis fue
aniquilada.

Las enfermedades, como todo lo demás en la naturaleza, tienen sus


ciclos. Alcanzan su punto máximo hagamos lo que hagamos y poco a
poco, gracias a la extraordinaria capacidad que tiene la especie
humana para sobrevivir y adaptarse, termina erradicándolas. Simple
ejercicio de asimilación.

En 1958, Israel tuvo un tipo de epidemia de poliomielitis después de la


inmunización en masa, lo mismo que en Massachusetts, donde el
número de personas afectadas fueron el triple que antes de la
vacunación. Incluso Jonas Salk ha admitido ahora que más de dos
tercios de la poliomielitis en este país vinieron de su vacuna.

Seis estados de Nueva Inglaterra informaron de aumentos de la


poliomielitis un año después de que fuera empleada la vacuna Salk,
más del doble en Vermont y Massachusetts, donde hubo un asombroso
aumento del 642%. En 1959, el 77,5% de los casos de parálisis habían
recibido 3 dosis de IPV (vacuna antipoliomielítica inyectada), pero las
estadísticas fueron manipuladas por el Servicio de Salud Pública para
dar la impresión opuesta.

Según el investigador Dr. Viera Scheibner, el 90% de los casos de


poliomielitis fueron eliminados de las estadísticas de salud por las
autoridades desde que se introdujo la vacuna, mientras que en
realidad la vacuna Salk sigue siendo la causa de la poliomielitis
paralítica en varios países donde no existían las epidemias causadas
por el virus.

Las autoridades americanas están considerando cambiar su política


frente la fuerte evidencia de que el rebrote de los casos de polio está
causado por la vacuna de esta enfermedad.

Desde 2004, en España se acordó el uso exclusivo de la vacuna


inactivada (Salk).

Bernard Reis, profesor inglés de la Universidad de Cornell, se


descorazonó cuando su hijo quedó paralizado por la poliomielitis un
mes después de que fuera vacunado de polio por ley.

En los 50 y 60 fue administrada a millones de niños una vacuna de Salk


contaminada que causó miles de casos de cáncer.

El doctor F. Kliner indicó que la vacuna de Salk y Sabin, hecha con


tejidos de mono, ha sido directamente la responsable del mayor
incremento de leucemia de su país.

El magazine Lancet publicó que en Oman apareció un brote de polio


paralítica en niños completamente vacunados. En Oman se argumentó
que era necesario un incremento de la dosis de la vacuna en el
nacimiento, y a las 6, 10 y 14 semanas, y a veces de otras.

En 1985, el CDC (Centro for Disease Control and Prevention) informó


que el 87% de los casos de polio en el EE.UU. entre 1973 y 1983
fueron causados por la vacuna, y después declaró que todos menos
unos casos importados ocurrieron en individuos totalmente
inmunizados.
Jonas Salk, inventor del PV, testificó ante un subcomité del Senado que
casi todas las erupciones de la polio desde 1961 fueron causadas por
la vacuna de la polio oral. En una conferencia sobre las vacunas de la
polio patrocinada por el Instituto de Medicina y los Centros para el
Mando de la Enfermedad y Prevención, El Dr. Samuel Katz de la
Universidad del Duque citó que se estimaba que anualmente había 8-
10 casos en los EE.UU. de parálisis asociada a la vacunación de la
polio oral, y solamente cuatro casos en donde no se habían vacunado.

Jessica Scheer del Centro Nacional de Rehabilitación en Washington,


DC, advirtió de no informar a los padres sobre los posibles efectos
secundarios de la vacunación de la polio y las muertes acaecidas.
Insistió en que el número real de personas afectadas era más alto que
el admitido. “Las vacunas han sido las causantes de los aumentos
sustanciales de la polio después de los años de declive infeccioso, y
son la única causa de polio en los EE.UU. hoy.

BCG (Tuberculosis)

El mayor ensayo sobre vacunas, realizado en el sur de la India, con la


vacuna BCG, dio lugar a más tuberculosis en el grupo vacunado que
en el grupo control.

DPT (Difteria, tétanos, tosferina)

Esta vacuna se hizo con moco de niños infectados, mezclados con


formaldehido, aluminio y mercurio. En un estudio reciente sobre 540
bebés holandeses, 512 manifestaron reacciones adversas a la vacuna
y 30.000 casos de difteria han aparecido en los últimos años en el
Reino Unido en niños vacunados de esta enfermedad.

Otro estudio de la Universidad de California mostró que 1.000 casos de


muerte súbita anuales son causados por la vacunación de DPT.
El Dr. Mendelsohn, pediatra, dijo, "... alrededor de 10.000 casos
anuales de muerte súbita en EEUU están relacionados con la
vacunación rutinaria que se practica en los niños .

El Dr. Michael Weiner indicó en 1986, "hay más casos de muerte súbita
cada año que el número total de todos los casos de SIDA desde 1981,
y todavía contamos con poco dinero para estudiar la posibilidad de
una relación entre estas muertes y la vacuna DPT".

Según el libro de James Walene: "Un estudio reciente estima que


hasta 1 de cada 13 niños han mantenido episodios prolongados de
lloros y dolor después de la vacunación con DTP. Esto puede ser
indicativo de daño cerebral". Y más adelante dice, "Cuando tenemos
niños sanos antes de vacunarles, debemos estar alertas con las
enfermedades que surjan que pudieran indicar efectos secundarios,
aunque no sabríamos como corregirlos.

Una cifra aún más reciente sobre la reacción a la vacuna DTP indica
que 1 de cada 100 niños reaccionan con convulsiones o colapso o
lloros intensos. A 1 de cada 3, lo que supone 1 de cada 300, le
quedarán los daños de forma irreversible. Si los sumamos, nos
encontraremos con 35.000 niños afectados solamente en los Estados
Unidos cada año. Por supuesto, a los padres no se les advierte sobre
esta posibilidad.
Después de la vacunación de la difteria en Inglaterra y Gales en 1894
el número de muertes por difteria aumentó en un 20% durante los
próximos 15 años. En Alemania la vacunación había sido obligatoria
desde 1939. La tasa de casos llegó hasta 150.000 enfermos, mientras
que ese año, Noruega, que no tenía como obligatoria la vacunación,
sólo registró 50 casos de difteria ese mismo año.

Recientemente, en junio de 2015, un niño residente en Gerona


(España), a quien se le detectó difteria, ha sido noticia en los medios
de difusión, resaltando que no había sido vacunado. Este caso aislado,
el único detectado hacía 30 años, ha sido la excusa para que los
médicos hayan alertado sobre la inconveniencia de no vacunarse de
una enfermedad prácticamente extinta. Miles de padres, asustados,
acudieron en tropel a que revisaren las vacunas que había recibido
sus hijos. El pánico había sido sembrado.

Nadie en ese momento ha recordado a médicos y población, que la


aparición del síndrome de muerte súbita infantil, ha ido asociado con la
vacuna DPT.

Tos ferina

Existe una tendencia incontrolada de los médicos para no


proporcionar informes de casos de tos ferina cuando se producen en
una población vacunada, pero enseguida alertan cuando se trata de
alguien no vacunado. Si usted es uno de los afectados y trabaja
además en un centro sanitario controlado por prestigiosos y millonarios
médicos, nadie se atreverá a llamar tos ferina a su estruendosa tos. Le
diagnosticarán cualquier enfermedad, pero el nombre de tos ferina no
aparecerá por ningún sitio. Lo importante es mantener las estadísticas
y el prestigio de los productores de vacunas y sus recomendadores a
salvo, no vaya a ser que empiecen a pedirse indemnizaciones
millonarias que les arruinen.

En 1975 Alemania dejó de exigir la vacunación obligatoria contra la


tos ferina (pertussis), pero aún hoy son vacunados un 10% de niños.
Puesto que son defensas –insisten- ¿por qué no vacunarles? Y eso
que los casos de tos ferina ya empiezan a ser anecdóticos.

En 1986 hubo 1 300 casos de tos ferina en Kansas y un 90% de estos


casos ocurrieron en niños que habían sido vacunados de manera
adecuada. Fracasos similares se han registrado en Nueva Escocia,
donde la tos ferina continúa siendo frecuente a pesar de la vacunación
universal. Claro que siempre nos queda el recurso de culpar a los
inmigrantes que nos traen enfermedades ya erradicadas. He aquí otra
forma de racismo muy sutil. La tos ferina sigue siendo endémica en los
Países Bajos, donde durante más de 20 años el 96% de los niños han
recibido 3 dosis de “ recuerdo” . ¿De recuerdo para quién? ¿Es que se
creen que el sistema inmunitario es tan ineficaz que necesita que le
recuerden lo que es un agente invasor?

La vacuna contra la tos ferina, que es un componente de la vacuna


DPT, tiene un porcentaje tan alto de complicaciones neurológicas,
incluida la muerte, que varios médicos han decidido no administrarla.
Además, y según el Dr. Edward B. Shaw, un distinguido médico de la
universidad de California, "no creo que la disminución de la tos ferina
se debe a la vacuna, que a su vez es un antígeno muy peligroso, con
muchas complicaciones graves".
Lean esta recomendación de un director del Departamento de Salud
británico. “Se recomienda eliminar todos los datos estadísticos sobre
los riesgos relacionados con la vacuna de la tos ferina .

MMR (Sarampión, paperas y rubéola)


En un periodo de 4 años, en el Reino Unido, el 66% de todos los casos
de sarampión se dieron en niños vacunados.
En un brote de sarampión que se produjo en 1986 en la ciudad de
Corpus Christi, Texas, el 99% de los niños habían sido vacunados. El
26% de los niños vacunados del sarampión desarrollaron artralgia o
artritis (revista US Science).
Ensayos sobre la vacuna del sarampión en EEUU y Australia mostraron
un índice de caída entre el 80 y 93%.

Uno de los problemas es que la gente tiene miedo de pedir información


a su médico o pediatra sobre los daños que pudieran ocasionar las
vacunas, y termina aceptando para sí o sus hijos, la administración de
un medicamento en el cual no confían. Además, la presión publicitaria a
favor de la vacunación masiva le hace dudar de su propio criterio,
llegando a considerarse un insensato por cuestionar la eficacia e
inocuidad de las vacunas. Las empresas farmacéuticas disponen de
inmensas campañas de publicidad apoyadas incluso por las
autoridades sanitarias, que anulan fácilmente a los discrepantes.

Se estable la paradoja, que una sola persona no vacunada que acabe


padeciendo la enfermedad, es más noticia en los medios de
comunicación que los miles de personas afectadas o fallecidas por los
efectos secundarios de las vacunas.
Hay que tener mucho cuidado con vacunar a los niños recién nacidos,
ya que la dosis de mercurio que inyectan a los bebes es hasta 125
veces superior a la considerada segura para un adulto, ¿qué
consecuencias puede tener en eso en un niño? eso no lo dicen.
¿Realmente hay alguien que piensa que es útil vacunar a un bebe de
minutos de vida, por ejemplo, contra la hepatitis si sus padres están
sanos? Póngase en el lugar de un padre que no está de acuerdo con
esta vacunación y que en un acto de valor decide comunicárselo a su
médico. Con probabilidad, además de la gran reprimenda y señales de
advertencia del médico, se encontrará con una orden judicial para que
su hijo sea vacunado contra su voluntad.

Vacuna contra el sarampión

Respecto al sarampión, con una tasa de vacunación de más del 98%


en todas las partes de los EE.UU. incluidas las zonas que no se había
informado de casos de sarampión durante años, nos encontramos que
la enfermedad parece haber rebrotado con fuerza…casualmente en
personas vacunadas. “ Eso es que no se puso las dosis de recuerdo” -
insisten los médicos para justificarse-, ocultándose que antes de la
vacunación masiva la mortalidad había ya descendido un 97%.

De 1958 a 1966, el número de casos de sarampión notificados cada


año se redujo de 800.000 a 200.000, disminución que llevaba
ocurriendo hace 100 años, pero la industria de las vacunas sostuvo
que esto fue debido a las vacunaciones.

Curiosamente, la primera vacuna mantenida hasta 1967 era de virus


vivos (atenuados, decían), pero posteriormente se sustituyó por otra de
virus muertos, más eficaz y segura. La anterior pasó a ser considerada
por la clase médica como algo ineficaz y perjudicial, y eso lo dijeron
después de haber vacunado a miles y miles de niños. ¿Qué nos dirán
dentro de 20 años de las vacunas actuales?

Una encuesta de pediatras en la ciudad de Nueva York reveló que sólo


el 3,2% de ellas eran en realidad casos de sarampión. En 1974 el
Centro de Control de Enfermedades determinó que hubo 36 casos de
sarampión en la totalidad de Georgia, pero el Sistema de Vigilancia del
Estado de Georgia informó de 660 casos de ese mismo año. Un médico
malintencionado atribuyó las alteraciones neurológicas a rabietas de
los niños vacunados.

Haemophilus influenzae tipo B

Los datos son concluyentes: la incidencia anual de diabetes aumentó


drásticamente en Finlandia y Pittsburgh después de la inmunización
con la vacuna del haemophilus. La vacunación se inició en enero de
1986 y se incluyeron 114.000 niños y fue seguido de un aumento del
62% de los casos de diabetes tipo 2, especialmente intenso en el
grupo de niños más pequeños. En EE.UU. se declararon 2.000 casos.

Una epidemia de diabetes en bebés no mayores de 4 años, se produjo


durante los años 1985-1989 en el condado Allegheny (Pensilvania) en
un momento en que la vacuna contra el Haemophilus influenzae se
había incorporado en el calendario de vacunación.

La FDA aprobó la vacuna conjugada contra el Haemophilus influenzae


en 1987 y se constató un aumento del 60% entre los años 1980-1984
y un 33% en el Reino Unido a partir de 1994 tras la introducción de la
vacuna Hib en el Reino Unido en octubre de 1992. La incidencia de
diabetes 2 se espera que aumente aún más, pasados los 4 años
después de la inmunización.

Meninginits

En los EE.UU., se declararon miles de casos de meningitis viral y


aséptica al año, pero se diagnosticaron rutinariamente como polio
antes de la vacuna de Salk; el número de casos necesarios para
declarar una epidemia se aumentó de 20 a 35; y el requisito para la
inclusión en las estadísticas paralíticas se cambió de los síntomas
durante 24 horas a los síntomas durante 60 días; estadísticamente se
consiguió disminuir la polio radicalmente después de las vacunas, por
lo menos en el papel.

Vacuna contra la rubeola

En una gran proporción de los niños se constató seroconversión


negativa (lo que significa que no muestran pruebas de la inmunidad en
los análisis de sangre) después de 4-5 años después de la recepción
de la vacunación contra la rubéola. En otro estudio, el 80% de los
reclutas del ejército que habían sido inmunizados contra la rubéola,
contrajeron la enfermedad, lo mismo que se demostró en un estudio
que tuvo lugar en una institución para retrasados mentales.

Diferencia entre niños vacunados y no vacunados

El proyecto Cal Oregon fue financiado por Generation Rescue y


controlado por padres de niños vacunados y no vacunados. De los
17.674 niños incluidos en la encuesta se demostraron los siguientes
resultados:

Los niños vacunados tenían:


El 120% más de asma
El 317% más de TDAH
El 185% más de trastornos neurológicos
El 146% más de autismo

Es de destacar la web “ US doctors who don’t vaccinate” donde


aparece una lista por estados norteamericanos donde hay médicos
que no vacunan, lo que indica el alcance de la tendencia no
vacunalista en ese país.

Por el contrario, hay otras informaciones, incluso auspiciadas por la


OMS, donde se habla de la conveniencia de las vacunas en los niños.

En 2012 se celebraron unas jornadas en Barcelona sobre el derecho


a la no vacunación, con estos argumentos:

“D esde los poderes en la sombra con interés en vacunar lo máximo


posible, se ha sabido hacer un buen lavado de cerebro universal, un
marketing del miedo, del cual algunas personas ya están despertando,
que intuyen y saben que esta no es una buena práctica y no la desean
para sus hijos. Cada vez más personas buscan apoyo, argumentos,
información, para refrendar aquello que ya saben en su interior, que
las vacunas no hacen ningún bien y tienen muchos riesgos.
Fundamento científico hay mucho “Hay bastantes médicos que nos
cuestionamos las vacunas, cada vez más y que estamos convencidos
de que si eliminamos las vacunas no habrá prácticamente ninguna
diferencia en estas enfermedades. De hecho, periódicamente hay
brotes de sarampión, de paperas, de tosferina en niños o jóvenes
vacunados. Esto nos dice que la vacuna no protege, que si no hay más
casos es porqué tampoco los habría sin vacunas. En mayo del 2012
ya se celebró en Barcelona la Conferencia sobre el sarampión y el
derecho a no vacunarse, hecho que fue ampliado el 27 de octubre del
mismo año en el centro Mare nostrum en unas jornadas denominadas
“ El derecho a no vacunarte” , en el cual se abordaron los aspectos
legales y jurídicos de las vacunas, el dogma vacunal y los efectos
adversos.

Un libro titulado “ Vida sin vacunas” asegura que en los últimos años la
cantidad de niños no vacunados ha aumentado considerablemente en
todo el mundo. Aunque anteriormente era sólo una minoría la que se
manifestaba contra las vacunas (a menudo los motivos eran religiosos
o ideológicos), actualmente en todos los niveles de población se
encuentran padres que no permiten que se vacune a sus hijos. Se
estima, como máximo, entre el 0’5 al 1% de niños en Alemania que no
están vacunados, y en EE.UU la proporción es de menos del 0’5%. No
son cifras altas, pero indica ciertos focos de rebeldía.

A finales del 2010 se realizó una encuesta que finalizó en septiembre


de 2013 en la cual participaron 17.500 personas de todo el mundo,
vacunadas y no vacunadas. En esta encuesta se trataba sobre todo
sobre la aparición de determinadas enfermedades, como por ejemplo:
Alergias, Fiebre del heno, Asma, pero también sobre enfermedades
neurológicas y autoinmunes. Claro está, que esta encuesta se refería a
efectos secundarios inmediatos, pero nadie se cuestionó si al llegar a
la edad adulta, otras enfermedades consecuentes se habían
declarado.

CAPÍTULO CINCO
ADITIVOS EN LAS VACUNAS

Los metales pesados como el mercurio y el aluminio se utilizan en


grandes cantidades, al final del proceso de elaboración de la vacuna.
Estos metales pesados se utilizan para suspender los gérmenes, o
mezclar las partículas de ambos, de modo que no sedimentan en el
fondo de los viales. Es como una leche que mantienen en suspensión a
los virus o bacterias y el resto de las sustancias distribuidas
uniformemente dentro de la vacuna.

Es por eso que los médicos no necesitan agitar los viales antes de la
inyección. Los metales pesados son los que impiden la coagulación.
Ello, probablemente, causa diferentes problemas, y pueden fácilmente
contribuir a daños neurológicos, pesadillas y autismo. Algunos
investigadores han visto diapositivas de bebés autistas con las
dendritas quemadas, rasgo característico del veneno.

Adjuvantes, preservantes y fijadores del tejido en las vacunas Las


vacunas contienen varias substancias que pueden ser divididas en los
grupos siguientes:

1. Los micro-organismos, bacterias o virus, que se piensa que causan


ciertas enfermedades infecciosas y que se supone que la vacuna
previene. Son proteínas entero-celulares o simplemente sobrantes de
proteínas que se llaman antígenos.

2. Substancias químicas que se supone refuerzan la contestación


inmune a la vacuna, llamadas adjuvantes.
3. Substancias químicas que actúan como preservantes y fijadores del
tejido, deteniendo cualquier reacción química extensa y putrefacción
(descomposición o multiplicación) del germen vivo o atenuado.

Todos estos elementos de las vacunas son tóxicos, y su toxicidad


puede variar de un lote de vacuna a otro.

El mercurio, una neuro toxina de la cual hay buena documentación, se


encuentra todavía en las dosis de vacunas múltiples contra la gripe en
todo el mundo. Vestigios de este metal pesado aparecen también en
otras vacunas.

El aluminio, veneno que puede causar patologías de la médula ósea,


en el hueso y degeneración cerebral.
El formaldehido (líquido utilizado para embalsamar) es conocido a nivel
mundial como carcinógeno.
El polisorbato 80, se sabe que causa infertilidad en ratones hembras y
atrofia testicular en ratones machos.

La gelatina de cerdos y vacas, se sabe que causan reacciones


anafilácticas, y la encontramos en grandes cantidades en la vacuna
triple vírica y en las vacunas contra la varicela y el herpes zóster.

El glutamato monosódico (MSG) en vacunas inhaladas contra la gripe.


Se sabe que causa trastornos metabólicos (diabetes, por ejemplo),
convulsiones y trastornos neurológicos, entre otros.
ADJUVANTES

La contestación inmune deseada a las vacunas es la producción de


anticuerpos, y esto se refuerza agregando ciertas substancias a las
vacunas denominadas adjuvantes (del latín adjuvare, queriendo
ayudar).
La naturaleza química de estos elementos, su modo de acción y sus
reacciones (el efecto colateral) es muy inconstante. Según Gupta
(1993), algunos de los efectos pueden atribuirse a un estímulo
involuntario de los diferentes mecanismos del sistema inmunológico,
considerando que otros pueden reflejar reacciones generales
farmacológicas adversas que son menos esperadas.

Hay varios tipos de adjuvantes. Hoy, los más comunes para el uso
humano son el hidróxido de aluminio, fosfato de aluminio y fosfato del
calcio. Hay otros adjuvantes basados en emulsiones de aceite,
productos de las bacterias (sus derivados sintéticos, así como
liposomas) o bacterias gram-negativas, endotoxinas, colesterol, ácidos
grasos, el amino aliphatic, parafínico y aceites vegetales.

Químicamente, los adjuvantes se elaboran de compuestos con sólo una


cosa en común: la posibilidad de reforzar el sistema inmune y obligarle
a responder. Pero son muy inconstantes por lo que se refiere a cómo
afectan el sistema inmunológico y en cuanto a los efectos adversos
debidos a la hiperactivación del sistema inmunológico.

El descubrimiento de los adjuvantes se remonta a 1925 y 1926, cuando


se demostró que la contestación de la antitoxina al tétanos y difteria
aumentaba por la inyección de estas vacunas, junto con otros
compuestos como el agar, la tapioca, lecitina, aceite de almidón,
saponina o incluso las migajas.

El modo de acción de los adjuvantes fue descrito por Chedid (1985)


como: la formación de un depósito de antígeno en el sitio de
inoculación, con descarga lenta; la presentación de células de immuno
competencia del antígeno; y la producción de varias y diferentes
linfoquinas (interleukinas y factor de necrosis tumoral).

La opción de cualquiera de estos adjuvantes, refleja un compromiso


entre su efectividad y un nivel bajo aceptable de reacciones adversas.
El término adjuvante se ha usado pues, para cualquier material que
puede aumentar la contestación inmune celular a un antígeno. En las
vacunas convencionales, se usan los adjuvantes para sacar una
contestación inmune temprana, alta y duradera. Los recientemente
desarrollados o las vacunas sintéticas que usan biosintéticos,
recombinantes y otra tecnología moderna, ocasionan immunogenes
pobres y exigen al adjuvantes evocar la contestación inmune.

La justificación es que el uso de adjuvantes permite emplear menos


antígenos en la contestación inmune deseada, y esto reduce los costos
de producción de la vacuna. Pero, con unas excepciones, los
adjuvantes son extraños al cuerpo y causan reacciones adversas.

Siguiendo los resultados en los animales, Salk (1951) experimentó con


adjuvantes en soldados bajo los auspicios de las Fuerzas Armadas
americanas. Usó un aceite mineral muy refinado, y desarrolló un Arlacel
purificado, un emulsor que estaba libre de substancias tóxicas, como
ácido oleico que antes había causado abscesos estériles en el sitio
inyección, y administró la vacuna por la ruta intramuscular.

En los años sesenta, la emulsión de agua y aceite y preparaciones de


adjuvantes sacadas de mezclar agua con verduras y aceites, fueron
usadas experimentalmente mostrando cierta inmunidad de duración
larga (Hilleman, 1966). El desarrollo de los adjuvantes de Freund
surgió de los estudios de la tuberculosis. Varios investigadores notaron
que las contestaciones inmunológicas en los animales a los diferentes
antígenos, fueron reforzadas por la introducción en el animal afectado
de tuberculosis de la Mycobacterium viviente. En la presencia de la
Mycobacterium, la reacción obtenida era del tipo tardado, el
transferrable con los leucocitos. Freund midió el efecto del aceite
mineral y percibió un aumento notable en la contestación del
anticuerpo, así como en la reacción de la hipersensibilidad tardada.
Los adjuvantes de Freund son dos: incompleto y completo. El adjuvante
de Freund incompleto consiste en una emulsión de agua en aceite sin
agregar la mycobacteria; el adjuvante de Freund completo consiste en
los mismos componentes pero con 5 mg de la bacteria muerta por calor.

Tolerancia inmune

Los adyuvantes pueden romper "la tolerancia", lo que significa que


pueden desactivar el sistema inmune en la medida en que pierde su
capacidad de distinguir lo que es "libre" de lo que es extraño.
Normalmente, el sistema inmunológico ignora lo que no es peligroso.
Los inmunólogos llaman a esto "Tolerancia". Pero si ocurre algo que
rompa "la tolerancia", entonces el sistema inmunológico se vuelve
implacable y destructivo, atacando el órgano que se supone tiene que
defender.

Los científicos teorizan que una base de aceite de adyuvantes tiene la


capacidad de "hiperactivar" el sistema inmune, y al hacerlo, crear el
caos mediante la inducción de una extremadamente potente respuesta
que ocasiona que el sistema inmune comience a atacar a zonas
saludables hasta entonces.

Otra teoría tiene que ver con la "especificidad". Una de las grandes
características distintivas del sistema inmune es algo similar a una
inteligencia innata muy sensible que ha evolucionado a lo largo de los
siglos, para poder responder con mucha precisión a lo que consideran
una amenaza para el cuerpo. Debido a que el cuerpo contiene muchos
tipos de moléculas de grasa y lípidos, puede ser que cuando se inyecta
un aceite, el sistema inmune responde a él, no sólo específicamente,
sino con mayor intensidad, porque el petróleo adyuvante se asemeja a
los aceites naturales encontrados en el cuerpo.
Esta "reacción cruzada", ocasiona que el sistema inmune entre en
caos, destruyendo cualquier aceite encontrado en el cuerpo que se
asemeje al auxiliar con petróleo. Las enfermedades desmielinizantes
como la esclerosis múltiple, son un ejemplo de este proceso de
destrucción autoinmune.

Otros problemas autoinmunes

Otro ejemplo de mimetismo molecular autoinmune, es cuando el sistema


inmunológico se ha sensibilizado para atacar a la mielina, la capa
aislante de grasa alrededor de las fibras nerviosas que asegura el
buen relevo de las señales nerviosas. El organismo seguirá haciendo
mielina con el fin de reponer y reparar la vaina de protección en torno
a sus terminaciones nerviosas. Pero como dice Matsumoto, "En el acto
de hacerlo, el organismo administra una y otra vez lo que equivale a
una dosis de recuerdo de algo que el sistema inmune ahora quiere
deshacerse. Este componente fundamental (mielina) es ahora el
enemigo, y el sistema inmunológico está programado para borrar en
un ciclo interminable de autodestrucción".

La vinculación del mimetismo molecular relacionado con la epidemia de


autismo, se detectó en la complicación del autismo en niños que se
vacunaron con la triple vírica MMR (sarampión, parotiditis, rubéola). El
Dr. Vijendra Singh, investigador en la Universidad Estatal de Utah,
sugiere que los anticuerpos atacan a la mielina en estos niños. Se ha
demostrado que muchos niños autistas tienen anticuerpos a la mielina,
una proteína básica del cerebro, así como niveles elevados de
anticuerpos del virus del sarampión. El Dr. Singh demostró la presencia
de una inusual tasa de mortalidad materna de anticuerpos en el 60%
(75 de 125) de los niños autistas, pero ninguno de los 92 niños
normales tenía este anticuerpo. Además, existe una correlación
positiva (más del 90%) entre la tasa de mortalidad materna y los
anticuerpos, lo que sugiere una asociación causal entre la MMR y el
cerebro. “Este es uno de los hallazgos más importantes hasta la fecha
en el autismo, lo que nos llevó a vincular el virus del sarampión en la
etiología de la enfermedad", escribe el Dr. Singh.

El Dr. Bonnie Dunbar también ha realizado una amplia investigación


sobre los mecanismos de daño infligido por la vacuna contra la
hepatitis B, y ha observado que los procesos autoinmunes ocasionan
un mimetismo molecular en las personas que desarrollaron síndromes
neuroimmunes después de la inyección de esta vacuna.

Este efecto de empleó como arma biológica en la Unión Soviética en


1980 para diseñar una enfermedad que ataque la mielina. Utilizando
un fragmento de la proteína mielina básica en la bacteria legionella,
crearon lo que equivale a una nano bomba que se inyectó en cobayas.
Lo que se encontró es que el sistema inmunológico rápidamente limpió
la bacteria legionella, pero la molécula de mielina, al igual que el
caballo de Troya, inició una segunda fase de la enfermedad creando
una Encefalomielitis alérgica.

Los soviéticos reconocieron esta creación como lo que es, una bomba
de tiempo biológica.
Los adyuvantes ahora

El concepto de estimular una respuesta inmunitaria hiperactiva


mediante el uso de adyuvantes basados en el petróleo ha fracasado
claramente, puesto que ahora sabemos que cuanto más fuerte es la
respuesta antigénica, más perjudicial es el efecto del adyuvante para
el funcionamiento normal del cerebro y el sistema nervioso. Finalmente,
el sistema inmunitario entra en caos.
Los adyuvantes incorporados a las vacunas son fórmulas compuestas,
que cuando se combinan con la vacuna de antígenos intensifican la
respuesta inmunitaria del organismo. Se utilizan para obtener una
solución pronta, alta y duradera en el sistema inmune.

Sin embargo y tal y como escribe el científico australiano Viera


Scheibner Ph.D “La naturaleza química de los adyuvantes, su modo de
acción y sus reacciones (efectos secundarios), son muy diferentes en
la forma en que afectan al sistema inmunitario. La gravedad de sus
efectos adversos se debe a la resultante hiperactivación del sistema
inmunológico. Se emplean para permitir el uso de menos antígenos
para conseguir la deseada respuesta inmunitaria y reducir así los
costos de producción de las vacunas. Con pocas excepciones, los
adyuvantes son elementos extraños al organismo y causan reacciones
adversas .

Según Scheibner: "Hoy en día, los adyuvantes más comunes para uso
humano son el hidróxido de aluminio, el fosfato de aluminio y el fosfato
de calcio. No obstante, hay una serie de otros adyuvantes basados en
emulsiones de aceite, productos de las bacterias gramnegativas (sus
derivados sintéticos, así como liposomas), endotoxinas, colesterol,
ácidos grasos, aminas alifáticas, parafínica y aceites vegetales.
Recientemente, el monofosforil lípido A, el ISCOMs y Quil-A, y el Syntex,
que contiene un derivado de la threonyl o muramyl dipeptide, han
estado bajo examen para su uso en vacunas humanas.

En los estudios relacionados con la evaluación de la efectividad de


diferentes adyuvantes se impone dejar reglamentadas líneas
generales, que permitan solucionar las principales dificultades
existentes en este campo en la actualidad, entre las que pueden
citarse:

No existencia de criterios estandarizados para determinar la eficacia


de los adyuvantes;
la mayoría de los estudios adolecen de formulaciones estandarizadas
como referencias apropiadas;
los niveles de inmunoestimulación alcanzados con los distintos
adyuvantes no se indican de forma explícita en los trabajos publicados;

en general, las condiciones para lograr la eficiencia óptima (tipo de


antígeno, ruta de inmunización, especies animales, etc.) no han sido
establecidas.

He aquí los más usados:


Aluminio

El adyuvante más común para el uso humano es una sal de aluminio


llamada alumbre, hidróxido de aluminio o fosfato. Una rápida lectura
de la literatura científica pone de manifiesto que los efectos
neurotóxicos del aluminio se reconocieron hace 100 años. El aluminio
es un neurotóxico y se ha relacionado con la enfermedad de Alzheimer
y otros trastornos neurológicos. Antes de 1980, los pacientes sometidos
a tratamientos de diálisis de riñón a menudo sufrían el síndrome de la
encefalopatía pos diálisis, el resultado de la intoxicación aguda por el
uso de un dializado que contenía aluminio. Esto se evita ahora
utilizando modernas técnicas de purificación de agua.

En los recién nacidos prematuros, la alimentación prolongada con


soluciones intravenosas que contienen aluminio se asocia con
problemas de desarrollo neurológico. Los científicos especulan que la
neurotoxicidad del aluminio puede estar relacionada con el daño
celular a través de la producción de radicales libres, alteración del
metabolismo de la glucosa, y los efectos sobre la transducción de
señales nerviosas. Las vacunas que contienen adyuvantes de aluminio
y conservantes basados en mercurio, magnifican los efectos
neurotóxicos.

La miofascitis macrofágica (MMF) es una enfermedad del músculo


identificada por primera vez en 1993, y se ha relacionado con las
vacunas que contienen adyuvantes de aluminio. El dolor muscular es el
síntoma más frecuente que se puede localizar en las extremidades o
ser más difuso. Otros síntomas incluyen dolor de las articulaciones,
debilidad muscular, fatiga, fiebre, dolor de los músculos y flacidez. El
trastorno se asocia con un sistema inmunitario alterado en algunos,
pero no en todos los pacientes.

En un estudio publicado en la revista Brain (2001) reveló que un


porcentaje de los 50 pacientes que habían recibido vacunas contra el
virus de la hepatitis B (86%), virus de la hepatitis A (19%) o toxoide
tetánico (58%), padecían la miofascitis.

"Llegamos a la conclusión de que la lesión MMF es secundaria a la


inyección intramuscular del hidróxido de aluminio que contienen las
vacunas, y se detecta en los pacientes con síntomas sistémicos que
aparecieron posteriormente a la vacunación", Escriben los autores del
estudio.

Sin embargo, la neurotoxicidad de aluminio es de menos interés para


la industria de las vacunas que el hecho de que se provoque una
menor respuesta de anticuerpos frente a los llamados antígenos
recombinantes o sintéticos utilizados en las vacunas modernas. "Esto
ha creado una gran necesidad de mejorar y emplear adyuvantes más
potentes para su uso en estas vacunas."
Las vacunas comercializadas en España que contienen sales de
aluminio son: DTPe, DTPa, DT, Td, dTpa, hepatitis (A, B, A-B), las
combinaciones de DTPe y DTPa con las vacunas de Hib y hepatitis B y
los preparados penta y hexavalentes. También las contienen las
vacunas del carbunco y de la enfermedad de Lyme. De su efecto
adyuvante se benefician casi exclusivamente las dosis de
primovacunación, permitiendo reducir su concentración y el número de
dosis requeridas.

Aceites

Durante décadas, los desarrolladores han efectuado retoques en las


vacunas con diversas sustancias para engañar el cuerpo en el
aumento de la respuesta inmune. La forma más eficaz de los
adyuvantes se formula con aceites, pero han sido considerados
demasiado reactivos para su uso en seres humanos. Los inmunólogos
han sabido durante décadas que incluso algunas moléculas
microscópicas incorporadas a los adyuvantes inyectadas en el cuerpo,
puede causar perturbaciones en el sistema inmune, razón por la cual
su uso se ha limitado a los experimentos con animales.

Las emulsiones de aceite mineral, especialmente las del tipo agua en


aceite, si bien inducen una fuerte respuesta inmune, pueden provocar
riesgos y efectos no deseados, a causa posiblemente de su limitada
biodegradabilidad y biocompatibilidad.

El clásico a base de aceite llamado “ adyuvante Freund's” puede


causar daños permanentes e irreversibles o enfermedades
específicamente autoinmunes. Cuando los científicos quieren inducir
una enfermedad autoinmune en animales de laboratorio, emplean este
adyuvante Freund's, que causa gran sufrimiento y es considerado por
algunos incluso demasiado inhumanos para inyectar en animales.

El escualeno

En la historia del escualeno, encontramos que una primera emulsión


era la Triple Mix (sobre la base del adjuvante Freund's) más tarde con
el nombre comercial "Ribi". La Triple Mix es puesta a prueba por
científicos holandeses en conejos y advirtieron de sus graves efectos,
con un mayor número y más graves lesiones, en comparación con los
otros adyuvantes.

Luego, en junio de 1999, la empresa Ribi Immuno Chem fue adquirida


por Corixa Corporation por 56 3 millones de dólares, que
presumiblemente también utilizó la propia formulación Ribi. Si MPL
(AS04) es una fórmula relacionada con Ribi, es, sin duda, "propietaria"
del compuesto, todas basadas en el escualeno. Y no termina aquí, ya
que también será un componente estratégico de las nuevas vacunas
contra la alergia y la autoinmunidad.

El aditivo Escualeno es una especie de detonante y un arma biológica


para el sistema inmunológico. “Cuando el sistema inmune lo detecta,
los anticuerpos empiezan a atacar los tejidos que se supone deben
proteger, y los resultados pueden ser catastróficos", escribe Matsumoto.
Su evaluación es que este compuesto y los aceites adyuvantes, son las
más insidiosas armas químicas jamás ideadas.

Pero el verdadero problema con el uso de escualeno, por supuesto, no


es que imita una molécula que se encuentra en el cuerpo; es la misma
molécula -escribe Matsumoto-. Así que, ¿cómo es posible que científicos
americanos hayan concebido una vacuna de refuerzo como una "nano
bomba", capaz de provocar enfermedades impredecibles y
debilitantes? Cuando el NIH (Instituto Nacional de Salud) sostuvo que
el escualeno era seguro, porque es nativa al cuerpo, lo contrario es
cierto. El escualeno natural se ha convertido en una de las más
peligrosas moléculas jamás inyectadas en el hombre.

La lucha contra el escualeno a causa de los anticuerpos generados en


enfermos americanos y británicos de personal militar, son prueba de
que la experimentación militar ha provocado una catástrofe sanitaria
sin precedentes en decenas de miles de personas a las que la vacuna
fue forzosa y que se les niega el derecho a tomar una decisión
informada sobre base científica. La conclusión es que al añadir una
nueva vacuna contra el ántrax, no han creado una mejor vacuna, sino
que han hecho un arma biológica.

Ciertamente, en términos militares de los EE.UU., se optó por cerrar los


ojos a la ciencia existente, que durante décadas había documentado
las propiedades inmuno destructivas del escualeno. Ellos justifican su
uso, ya que sabían que había una débil e ineficaz vacuna, que
necesitaban de un impulso serio. Además, explica Matsumoto, muchos
científicos de los Estados Unidos ahora están literalmente de revés con
respecto al escualeno.

Él continúa explicando, que el escualeno se ha convertido en quizá el


más ubicuo de los adyuvantes procedentes del petróleo en el planeta,
algo que debe preocupar a todos. Hay escualeno en el prototipo de
vacunas recombinantes para el VIH, el paludismo, el herpes, la gripe, el
citomegalovirus y el virus del papiloma humano. Algunos de estos
prototipos como el V H, la malaria y la gripe, son destinados a la
vacunación masiva en todo el mundo.

Aunque todos los trabajos publicados por Chiron han informado que el
MF59 es seguro, Gary Matsumoto sugiere que un fallo en los estudios
ha impedido que los investigadores pudiesen ver el riesgo real de la
vacuna. La prueba de FLUAD se limitaba a ancianos albergados en
residencias con una media de edad de 71,5, en donde los problemas
autoinmunes quedan oscurecidos por enfermedades típicas de la
vejez.

Si los síntomas del sistema autoinmune perjudicado ocasionaban dolor


de las articulaciones y fatiga, los médicos las relacionaron como
“ normales” .

Para profundizar en el oscuro mundo de las vacunas, el galardonado


periodista de investigación Gary Matsumoto escribió: “ Hay un gran
secreto en los documentos que hablan de los experimentos médicos
realizados por doctores que trabajan para los militares de los EE.UU.
Una de las vacunas se inyectó a miles de soldados desde 1987 para
prevenir el ántrax y ahora sabemos que contenía escualeno, un
adyuvante basado en el petróleo, el cual se conoce desde hace
décadas por causar graves enfermedades autoinmunes en los
animales de laboratorio” .

Según Matsumoto, "Cuando en la Escuela de Medicina de la UCLA


Michael se inyectaron escualeno combinado con otros materiales en
ratas y cobayas en los 1970's, causaron numerosos casos de artritis y
esclerosis múltiple". En 1999, el Dr Johnny Lorentzen, un
immunologista del Instituto Karolinska de Suecia, demostró que “la
inyección de una vacuna con escualeno puede estimular una
respuesta inmune destructiva", a pesar de que se dan de manera
natural en el cuerpo.

“ Hay una estrecha correspondencia entre el escualeno y las


enfermedades observadas en animales y seres humanos inyectados
con este aceite: la artritis reumatoide, la esclerosis múltiple y el lupus
eritematoso sistémico", escribe Matsumoto. Estas tres enfermedades
han demostrado estar causadas por este aceite, y hay una larga lista
de enfermedades autoinmunes relacionadas con la inyección del
escualeno.

Los síntomas que desarrollaron los soldados vacunados incluyen la


artritis, la fibromialgia, linfadenopatía, erupciones de la piel, erupciones
fotosensibles, fatiga crónica, cefaleas crónicas, pérdida de cabello
anormal, no curación de las lesiones en la piel, úlceras aftosas,
mareos, debilidad, pérdida de memoria, convulsiones, cambios de
humor, problemas neuropsiquiátricos, Hay también efectos de tiroides,
anemia, elevación de la VSG (velocidad de sedimentación globular),
lupus eritematoso sistémico, esclerosis múltiple, esclerosis lateral
amiotrófica, también conocida como la enfermedad de Lou Gehrig,
síndrome de Raynaud, síndrome de Sjorgren, diarrea crónica,
sudoración nocturna y fiebre.

La inmunologista Pamela Asa fue la primera persona en reconocer que


las enfermedades autoinmunes que ella estaba viendo reflejadas en el
personal militar, era similar a la ocasionada en los animales de
experimentación. Cuando se encontró a una paciente con síntomas
similares autoinmunes que había participado en una vacuna
experimental contra el herpes, que contenía un “ placebo”
denominado MF59 (escualeno), todo comenzó a caer en su lugar. Pam
Asa contactó con el Dr Robert Garry, uno de las principales virólogos
en la Escuela de Medicina de la Universidad de Tulane, cuya
especialidad es el desarrollo de las pruebas de anticuerpos y le pidió
que desarrollara una prueba para la detección de anticuerpos contra
el escualeno -una prueba que finalmente se convirtió en el más
importante instrumento de diagnóstico forense y la identificación de los
pacientes cuya enfermedad autoinmune fue seguida de una inyección
de escualeno mezclada con la vacuna contra el ántrax.

Matsumoto alerta que “ el adyuvante escualeno es un ingrediente clave


en toda una nueva generación de vacunas destinadas a la vacunación
masiva en todo el mundo."

El sistema inmune, de hecho, "ve" al escualeno como una molécula de


petróleo nativo al cuerpo, pero la clave es "la vía de administración".
Aunque de forma habitual existe en el cuerpo, Matsumoto dice que
cuando se inyecta en el cuerpo, el sistema inmune lo ve como un
enemigo al que debe atacar y eliminar.

Este fenómeno es conocido también como “ mimetismo molecular” , en


donde el sistema inmune forma anticuerpos contra una de sus propias
estructuras y atacará a la molécula 'libre' en el organismo que se
asemeja a la natural, como es el caso de escualeno, idéntica a la
sustancia que se presenta de forma natural en el cuerpo. Una vez que
este proceso destructivo libre comienza, nunca se detiene.

El AS04

El 9 de febrero de 2005 salió al mercado un nuevo adyuvante para


aumentar la potencia de la vacuna contra la hepatitis B, que sería
administrado a personas con pobre respuesta inmune (como pacientes
sometidos a diálisis) y personas de alto riesgo para el desarrollo de la
hepatitis B. La fórmula contiene un nuevo adyuvante que puede
"mejorar significativamente la eficacia de las vacunas". El AS04, se
compone de fosfato de aluminio y monofosforil lípido A (MPL) que se
encuentra en las bacterias Gram negativas, y que es extraído de las
paredes de las células bacterianas. Además, es el sucesor del ASO3
que es un escualeno. Según sus vendedores, "aumenta la potencia
inmune de la nueva vacuna, permitiendo dos dosis en lugar de tres. Se
ha demostrado clínicamente ser más eficaz que el alumbre, el más
usado en el tratamiento adyuvante de vacunas."

De acuerdo con Matsumoto, el MPL está identificado en documentos


desclasificados como uno de los dos emulsores escualeno utilizados
en el ejército en la nueva vacuna contra el ántrax (rPA). El otro
escualeno adyuvante que se utilizó fue Chiron's MF59.

MPL

Parece que la vacuna Fendrix es sólo la primera de toda una nueva


generación de "mayor potencia" que bajan las dosis de las vacunas
utilizando el nuevo gasoducto de alta potencia de lípidos adyuvante,
MPL, y que también es utilizado en la vacuna contra la malaria, siendo
un componente de la GSK Bio, la vacuna contra el herpes genital, así
como un componente de la vacuna contra el cáncer de cuello uterino y
de una nueva vacuna contra la tuberculosis.

Adyuvante de FREUND

El adyuvante incompleto de Freund (FIA) consiste en una solución


acuosa con el aluminio, junto con un aceite mineral y un agente
dispersante (p. ej., el manoleato). El adyuvante completo de Freund es
como el incompleto, pero incorpora una suspensión de Mycobacterium
muertas por calor.

Ambas versiones liberan lentamente el aluminio, con lo que se logra un


estímulo persistente.

El Dr Jules Freund, creador de esta base de aceite adyuvante, advirtió


en 1956 que los animales inyectados con su formulación desarrollaban
incurables condiciones: alergia, espermatogénesis (paralización de la
producción de espermatozoides), encefalomielitis alérgica
experimental, neuritis alérgica (inflamación de los nervios, que puede
conducir a la parálisis) y otros graves trastornos autoinmunes.

El adyuvante completo de Freund (FCA) ha sido utilizado durante más


de 50 años en la producción de antisueros en animales y es empleado
con frecuencia cuando se dispone de cantidades limitadas de
antígenos o cuando presentan una baja inmunogenicidad. La
gravedad de su toxicidad fue reconocida inmediatamente, pero los
esfuerzos por encontrar opciones igualmente efectivas y menos tóxicas
no han resultado del todo exitosos. Con los avances alcanzados en
numerosas áreas de las ciencias biológicas y el creciente interés por el
bienestar de los animales de experimentación, existe una
considerable presión para restringir el uso del FCA, y aunque no se
cuenta en la actualidad con alternativas definitorias para este
adyuvante, en diferentes estudios comparativos se informan resultados
estimulantes en cuanto a eficiencia, menor número de efectos adversos
y mayor facilidad en la manipulación.

ISCOM

Los complejos inmunoestimulantes (ISCOM) pertenecen al grupo de los


sistemas de administración de vacunas de partículas. Estas partículas
han recibido considerable atención en el campo de los sistemas de
administración de vacunas, especialmente para las vacunas de
subunidades. ISCOM tienen una estructura esférica, abierta y forma de
jaula y un tamaño de partícula de aproximadamente 40 nm. Contienen
un adyuvante (Quil A o QS 21) y un antígeno incorporado en o
asociado con su estructura coloidal, lo que hace que los sistemas de
administración de antígenos en partículas ISCOM permitan la co-
entrega de antígeno y adyuvante.

Representan un acercamiento interesante al estímulo humoral y celular


mediante la contestación inmune hacia los antígenos. El espectro de
antígenos virales y los no virales de relevancia para la vacunación
humana, incorporados en los ISCOM, comprende la influenza, el
sarampión, la rabia y otros.

Se ha mostrado que los ISCOM pueden inducir citotoxicidad en la


administración oral, además de actividad hemolítica y algunas
reacciones locales.

P40

El P40 es una fracción de partículas aisladas del Corynebacterium


granuloso, asociada con una glicoproteína. En los animales, muestra
una serie de actividades tales como la estimulación del sistema retículo
endotelial, aumento de la fagocitosis y la activación de los macrófagos.

El P40 suprime la inmunosupresión inducida por fármacos y aumenta la


resistencia no específica a bacterias, virus, hongos e infecciones
parasitarias. Induce la formación de L- 2, el factor de necrosis tumoral,
y el interferón alfa y gamma. En los ensayos clínicos, el P40 es eficaz en
el tratamiento de las infecciones recurrentes del tracto genito-urinario y
respiratorio. Los alérgenos acoplados a P40 se emplean como
instrumental en desensibilizar los pacientes.

LPS

El lipopolisacárido LPS es un adyuvante para la inmunidad humoral y


mediada por células. Se aumenta la respuesta inmune a los antígenos
de proteínas y polisacáridos. Es demasiado tóxico y pirogénico, incluso
en pequeñas dosis y a los pocos minutos, como para ser utilizado como
un adyuvante en seres humanos.

MDP

Curiosamente, el Mycobacterium y sus componentes, tal como se


formula originalmente, eran demasiado tóxicos para ser utilizados
como adjuvantes en los seres humanos. Sin embargo, los esfuerzos
para desintoxicarlos resultaron en el desarrollo de la N-acetil muramil -
L-alanil -D-isoglutamina, o dipéptido de muramilo (MDP). Cuando se
administra sin antígeno, aumenta la resistencia no específica contra las
infecciones con bacterias, hongos, parásitos, virus, e incluso contra
ciertos tumores. Sin embargo, los MDP son pirógenos potentes (tal vez
por eso que puede ser eficaz contra ciertos tumores) y su acción no se
conoce completamente; por lo tanto no son aceptables para uso en
seres humanos.

LIPOSOMAS

Los liposomas son partículas compuestas de membranas lipídicas


concéntricas que contienen fosfolípidos y otros lípidos en una
configuración bicapa separadas por compartimentos acuosos. Se han
utilizado parenteralmente en personas como portadores de sustancias
biológicamente activas y se consideran seguros.

Manipulación política

Las conclusiones que siguen al estudio de literatura médica e


inmunológica pertinente, nos llevan a que el tratamiento con vacunas
elaboradas con adjuvantes, no permite garantizar la seguridad
absoluta de estas substancias. Según Gupta (médico estadounidense)
en 1993, “ la toxicidad de los adjuvantes puede atribuirse en parte al
estímulo imprevisto de varios mecanismos de la contestación inmune.
Por eso la seguridad debe ser equilibrada para conseguir el estímulo
inmune máximo con los mínimos efectos.

Este equilibrio es imposible lograr, aun cuando nosotros entendemos el


sistema inmunológico y los efectos deletéreos de los antígenos
extraños y otras substancias tóxicas como los adjuvantes y las
medicaciones que afectan al sistema inmunológico de los humanos, y
particularmente en el sistema inmunológico inmaduro de bebés y niños
pequeños. Inyectar cualquier substancia extraña en el torrente
sanguíneo causará con frecuencia anafilaxia y reacciones de
sensibilización. La naturaleza, durante los miles y miles de años de
evolución, ha desarrollado las adecuadas contestaciones inmunes
eficaces; perder el respeto a la naturaleza y pretender enmendarla, es
una prepotencia que causa más daño que bien” .

La insistencia en la vacunación es utilizada políticamente para dar la


impresión a los ciudadanos que la sanidad se preocupa por ellos, por
eso cuentan con el apoyo económico de los laboratorios fabricantes y
su máquina de propaganda sesgada. La idea es inyectar millones de
vacunas y cuidar mucho la divulgación de opiniones contrarias por sus
efectos secundarios.

El hecho de que las enfermedades infecciosas naturales tienen un


efecto beneficioso en la maduración y desarrollo del sistema
inmunológico infantil, se ignora o deliberadamente se suprime.

Por consiguiente, los padres de niños pequeños y cualquier


destinatario potencial de vacunas y cualquier medicación ortodoxa,
deben ser cautos antes de acudir a un establecimiento médico, pues
allí le exaltarán las virtudes inexistentes de la vacunación. Aunque la
ley exige a los doctores que adviertan a los pacientes los posibles
efectos secundarios de todas las medicaciones y procedimientos
médicos, cuando el paciente pregunta le recuerdan que él no es
médico.

CAPÍTULO SEIS
HOSTIGAMIENTO MÉDICO

Coacciones

Llegado a este punto, creemos que si suficientes personas dijeran no a


las inmunizaciones, habría una notable mejora en la salud general. La
vacunación de los niños debería ser una elección de los padres, no un
requisito imprescindible para ser admitido en la escuela.

Cuando las políticas gubernamentales requieren que los niños estén


vacunados antes de entrar en las escuelas, se establece una coacción
hacia los padres, a pesar de que estos no estén conformes con su
eficacia ni seguridad.

Si usted se siente obligado a vacunar a sus hijos para que puedan ir a


la escuela, deberá obtener una declaración notarial del director de la
instalación en la cual acepte toda la responsabilidad financiera de las
reacciones adversas de la vacuna. Si están tan seguros que son
inocuas ¿por qué ni el director del colegio, ni el pediatra le firman tal
documento?

A pesar de que consta oficialmente que al menos un 2 por ciento de las


personas vacunadas tienen riesgo de una reacción adversa grave, las
vacunas se imponen por ley. Tal es así, que en un país como los EE.UU.,
en el cual existen las mayores libertades del mundo, se ha aprobado
una ley que otorga el poder de encarcelar a personas que se nieguen
a ponerse una vacuna en su cuerpo (viruela, ántrax, etc.) Parece ser
que el juicio de Núremberg, en el cual se condenó a los médicos nazis
por inyectar medicamentos a las personas en contra de su voluntad, no
ha servido de mucho. ¿Qué ocurriría si un gran número de ciudadanos
se negaran al mismo tiempo a ser inyectados con esos medicamentos?
¿Les llevarían a la cárcel, les atarían y les pondrían las vacunas? ¿Es
posible tal horror en el siglo XXI?

Estas historias han sido extraídas de la asociación Libertad para


Vacunar perteneciente al National Vaccine Information Center. 01 de
abril 2015

En primer lugar, he luchado mucho y duro para tener un parto vaginal


natural. Toneladas de papeles, visitas y explicaciones al Departamento
de Administración de la Salud y después de un montón de llamadas /
cartas / solicitudes a los funcionarios políticos electos, insistí que mi
cobertura de seguro médico debía amparar mi decisión de tener un
parto natural. Me negué a la inyección de vitamina K porque investigué
y decidí comer alimentos ricos en vitamina K en su lugar. Ahora mi bebé
está creciendo sano y estamos viendo un pediatra en el sur del
Condado de Orange.

Allí expresé mis serias preocupaciones sobre el riesgo de la


vacunación sobre todo en lo que respecta a la forma en que se
elaboran, el impacto de los materiales tóxicos, y el aumento actual de
enfermedades, lesiones y problemas neurológicos que padecen los
niños a nivel nacional. Aunque el médico entendió cómo nos
sentíamos, y hasta nos dijo "off the record" que si estuviera en nuestra
posición, como padre iba a hacer exactamente lo mismo que hacíamos,
explicó que tenía las manos atadas, ya que el grupo pediátrico
recientemente había impuesto una política de vacunaciones forzosas
para todos los pacientes que buscaban ayuda a través de su grupo.
Nos habíamos inclinado por la no vacunación todo el tiempo que
pudimos, pero en el chequeo de los 6 meses básicamente nos
echaron, y nos vimos obligados a buscar atención pediátrica en otros
lugares. Encontramos otro médico que es verdaderamente despierto y
respeta nuestro derecho individual, para elegir lo que es realmente
mejor para nosotros, nuestros hijos y nuestra familia. A la luz de la
legislación reciente que está sobre la mesa en California (SB 277),
estoy en una vehemente oposición a cualquier entidad (persona,
grupo u organización) que intente eliminar la libertad personal de
elección, especialmente cuando se trata de procedimientos médicos.
Esto es una violación directa no sólo de la ética médica (Código de
Núremberg), sino también de nuestros derechos constitucionales. Estoy
una vez más en mi lucha mediante el teléfono, y con escritos, para
ponerme en contacto con estos funcionarios electos que se supone me
representan a nivel estatal y nacional. No me siento muy apoyada por
legisladores, pues las respuestas que he recibido son muy generales y
no parecen dispuestos a escuchar lo que tengo que decir, escuchando
brevemente y diciendo que lo estudiarían. Quiero una mejor
representación, aunque estoy dispuesta a acudir personalmente al
parlamento y no voy a dar marcha atrás en mi lucha. Voy a perder el
sueño por esto porque realmente es importante. Esto está más allá de ir
a votar, y por lo que he leído el actual proyecto de ley en casi todos los
estados de este país está tratando de eliminar por completo nuestros
derechos individuales y de los padres. Pero nuestros hijos no
pertenecen al Estado.
31 de marzo 2015

Tengo lupus y en la clínica de mi empresa nos dieron tres días para


vacunarnos contra la gripe a través del departamento de enfermería.
Me dijeron que cualquier que no se vacunase sería suspendido de su
cargo. Dijeron que no quieren que los empleados pongan en riesgo a
los pacientes. Esta es una clínica de atención primaria, no hacen
tratamiento contra el cáncer o del S DA. Nuestra higiene en el trabajo
es ejemplar, incluida la mía. Llevo años sin tener gripe.

03 de abril 2015

Pedí una cita con un neumólogo en Worcester, MA para mi hijo. Le dije


a la recepcionista por adelantado que no le había vacunado. Esperé 3
meses para hablar con este médico. Incluso le dije a la enfermera que
tomó el peso y la tensión en el momento de la cita, que no le había
vacunado. Nos hicieron una prueba de función pulmonar, y finalmente
vimos que el médico, después de hablar con él en profundidad sobre
el historial médico de mi hijo, nos preguntó sobre las vacunas. Le dije
educadamente que no nos habíamos vacunado. Su boca se abrió y su
rostro se puso blanco. Dijo que no trataría a mi hijo a menos que yo
estuviera de acuerdo en vacunarle en los próximos meses.

Hablé con él durante varios minutos sobre por qué había elegido la
opción de no vacunarle, y le pregunté cuál sería una buena razón
para no vacunarle. Dijo que sólo si tenía una enfermedad autoinmune.
Le dije acerca de mis creencias naturistas y no dijo nada
absolutamente. Le dije, que ya había avisado al personal sobre este
dato y que llevaba esperando 3 meses para esta cita. Al final, salió y me
dio una mirada sucia por encima del hombro.

29 de marzo 2015

Cuando mi nuera con su hijo de 9 años de edad, visitó al pediatra para


una recomendación para la prueba académica en octubre de 2014, el
pediatra después de mirar el historial y darse cuenta de que él (un
niño muy sano, con un mínimo de enfermedades de la infancia) no
estaba inmunizado, dejó el archivo, le miró a los ojos y dijo: "Lo siento
por ti…" Mi nuera, una mujer muy serena y respetuosa, se quedó allí
con incredulidad ante las palabras sorprendentes.
29 de marzo 2015

He sido ATS durante 30 años. Hace 2 años el hospital en el que trabajo


realizó una campaña obligatoria contra la gripe. Nunca he estado tan
nervioso por mi trabajo en toda la vida. Me había puesto la vacuna
contra la gripe una vez hace unos 10 años y tuve una reacción grave a
la misma, con dolores articulares intensos durante unas 2 semanas.
Echaba de menos el trabajo. Durante los siguientes meses tuve fatiga,
dolor en las articulaciones y rigidez. Me propuse no volver a ponerme
nunca una vacuna. Nunca he estado enfermo en todos mis años de
cuidado de las personas enfermas. Así que... busqué un médico que
estuviera de acuerdo con mis opiniones y me dieran una exención
médica. Mi jefe aceptó después de un acuerdo y no sin antes acosarme
con advertencias de mil peligros, incluso con el despido. Ahora tengo
que usar una máscara en todo momento desde noviembre a marzo. De
hecho, me gusta usarla pues todo el mundo, los vacunados, están
siempre tosiendo y estornudando. Así que me pongo mi máscara y me
lavo las manos con frecuencia. En los últimos 2 años no me he perdido
un día de trabajo durante la temporada de gripe. Cada vez que los
otros miembros del personal se dan de baja por enfermedad, me miran
con respeto. Si la idea es mantener el personal sano, seguro que su
sistema no está funcionando. Somos tan diferentes en el interior como
en el exterior y lo que está bien para algunos puede no serlo para
otros. Tenemos que presionar para hacer valer nuestro derecho a
rechazar las vacunas y no ser acosados.

27 de marzo 2015

Mi hijo mayor Sam sufrió de reacciones adversas (gritando durante más


de 6 horas, y luego cayendo en un sueño del que no pudo ser
despertado durante tres horas), a causa de las vacunas infantiles. Su
pediatra literalmente se rió de mí cuando le dije que estaba
reaccionando así a las vacunas, insistiendo en que no era una
reacción. Después de las siguientes vacunaciones durante 15 meses,
desarrolló un autismo regresivo. El pediatra negó cualquier relación,
pero yo no quería que Sam recibiera más vacunas. Antes de entrar en
el jardín de infancia, le pusieron una triple vírica, y solamente conseguí
evitar la dosis de refuerzo. Nunca supe durante todo ese tiempo, que
yo tenía derecho a decir no a las vacunas. No hubo "consentimiento
informado". Cuando tenía 5 años me enteré de que yo pudiera decir
que no, y decidí que no iba a ser vacunado más. Pedí una exención
médica.

Cuando nació nuestro siguiente hijo, Luke, el pediatra aumentó la


presión para que le vacunásemos, y aunque me daba miedo, accedí.
Después de las vacunaciones de los 4 meses, Luke comenzó a vomitar,
y sufrió de diarrea severa durante 11 semanas. En ese momento, yo
estaba molesto conmigo mismo por ceder a la presión, y me negué a
vacunarle más. El pediatra se enojó conmigo, así que traté de pedir la
cita con otro pediatra.

Cuando mi hija nació poco después, y que me negué a vacunarla,


nuestro pediatra se puso rojo, comenzó a temblar, y me gritó delante
del bebé debido a mi negativa a vacunar a mi hija. Salí de allí y
encontré otro pediatra que me cobró por adelantado para aceptar mis
opciones de vacunación.

Después de un par de años, dijeron que mi hijo mayor debía ponerse


un refuerzo DTAP para pasar a sexto grado. Cuando me negué, el
pediatra amenazó con llamar al sheriff por "incumplimiento" (todo este
drama justo en frente de mis 3 hijos). Nos fuimos, y obtuvimos una
exención religiosa para mi hijo mayor, y decidimos educar en casa a
nuestros otros 2 niños. Ahora estamos con un médico de familia, que ha
respetado nuestros derechos hasta el momento, en los últimos 4 años.

26 de marzo 2015

Tuve que llevar a mis 2 hijas menores a un médico porque fui


demandado por no haberlas vacunado y querían comprobar que los
niños estaban sanos, ya que tampoco les llevaba a las revisiones
obligatorias. Nunca he entendido por qué tenemos que acudir al
médico para que nos confirme lo que ya sabíamos: que estamos bien
sanos. Ojalá la gente acudiera al médico solamente si se sintiera
enfermo. Además, mis hijas nacieron en casa. En el momento en que
esto sucedió nuestras chicas tenían 5-2 años de edad y el médico no
encontró nada malo a pesar de no haber acudido nunca al médico, ni
ser vacunadas de nada. Bueno, yo dije que eso se debía a que no
había sido vacunadas, ni habían tomado antibióticos.

El Dr. Mikes de la Clínica en Barstow, California, comenzó un largo


sermón de una hora diciendo que estaba poniendo en peligro a mis
hijas y al resto de los niños, por lo que tenía que denunciarlo. Dijo que
debía encerrarlas en casa hasta que fueran vacunadas y le expliqué
lo que sabía sobre la Ley de las vacunas de California y él insistió en la
denuncia. Aguanté hasta que comenzó a gritar y decirme delante de
mis hijos que era un padre horrible para colocar mis hijos en tal
peligro.

Finalmente he encontrado una pediatra que aunque no está de


acuerdo en nuestra elección, la respeta y lo único que me pidió era
que llenase un formulario diciendo que nos negamos a vacunar a
nuestros hijos y que no hablásemos de ello a otras personas.

Yo había sido anteriormente infante de marina y me vi obligado a


ponerme varias vacunas, siendo la peor de ella la del Ántrax,
desarrollando como consecuencia una migraña intensa dentro de las
24 horas, que se agudizó por las dosis de refuerzo.

Ahora las padezco cada 2-3 veces a la semana y también tengo


problemas de atrofia cerebral y déficit cognitivo, erupciones en el
cuerpo completo que vienen y van. Por lo que pude averiguar, esa
vacuna fue empleada utilizando a los soldados como conejillos de
indias durante el período 1991-2000 y que más de 400 hombres y
mujeres murieron a causa de esa vacuna y más de 44.000 tuvieron
reacciones adversas graves a ella, aunque nuestro maravilloso
gobierno se niega a reconocer que esa vacuna haya perjudicado
nunca a nadie. También he averiguado que muchas de las vacunas se
cultivan en diploides humanas, células renales y pulmonares de fetos
abortados).

26 de marzo 2015

En 1996 mi hijo de 2 meses estaba sano cuando acudió al médico.


Pocas horas después de recibir sus vacunas dejó de responder,
pálido, con los labios azules, cojera, gritaba fuertemente, y tuvo
convulsiones en su asiento de coche para ir al hospital. En la sala de
emergencias se mencionó que acababa de recibir unas vacunas, y el
médico dijo que no tenía relación.

Un paramédico ATS continuó observando a mi hijo que por suerte


volvió a la normalidad sin ayuda. Al día siguiente su médico se negó a
informar sobre esta reacción, y que no había ninguna razón para no
ponerle la siguiente dosis de vacunas. Cambié de médicos.

Sin embargo, mi hijo tiene ahora 19 años de edad, y durante casi dos
décadas he sido acosado cada vez que había una nueva enfermera y
en sus visitas al médico. Cada vez que tenía que ir por enfermedad o
lesión (jugaba en muchos deportes), le recriminaban lo de las vacunas
y le avisaban de todas las terribles enfermedades que iba a tener.

Y ese mismo problema intimidatorio lo tengo con mi hijo más joven.


Ambos son alérgicos a la penicilina, a muchos insectos, y tienen una
larga historia de enfermedades autoinmunes y problemas
neurológicos. Tengo miedo por mis futuros nietos. La idea de que mis
hijos adultos pueden tener que pasar por esto con sus propios hijos,
es desgarrador.
25 de marzo 2015

Cuando estaba embarazada la enfermera me preguntó si quería ser


vacunada con la TDAP. Procedí a decirle a la enfermera que me
gustaría ver más información sobre la vacuna antes de aceptar. El
médico entró en la habitación, y de inmediato preguntó por qué no
quería la vacuna, y le dije que estaba en contra de mi creencia
introducir nada en mi cuerpo que tenga toxinas dañinas como el
mercurio, o cualquier cosa que no esté 100% segura de lo que haga
en mi cuerpo, especialmente al estar embarazada.

A continuación, pasó a contarme acerca de cómo han progresado con


las vacunas y cómo han muerto un montón de niños en otros países,
incluyendo a África por no vacunarse. Le respondí que yo había tenido
anteriormente una mala reacción a una vacuna antigripal. Me preguntó
si me hospitalizaron por la reacción a esa vacuna, le dije que no fue
necesario, aunque tuve que permanecer en cama en mi casa.

Me explicaron que ahora ya no contenía mercurio y que mi hijo podría


morir si no me vacunaba. Le manifesté que me gustaría hacer una
investigación antes de aceptar la vacuna, pero insistió ahora con
amenazas de que mi hijo no iba a poder entrar en ningún tipo de
escuela, cuando tengan la edad suficiente. En este momento me sentí
como que me estaba diciendo que voy a matar a mi hijo porque no voy
a estar de acuerdo con todo lo que él quiere que yo haga.

25 de marzo 2015
Tengo dos hijos afectados por las vacunas. Cuando volví a California
después de haber estado ausente durante 20 años, los nuevos
médicos que encontraba comenzaron una campaña "pro vacuna" y,
básicamente, me echaron de la consulta (en sentido figurado) por no
haber vacunado a mis hijos hasta fecha. Les hablé que mi hija padecía
un trastorno de integración sensorial (bajo nivel de autismo) y artritis
reumatoide juvenil, inmediatamente después de recibir la vacuna triple
vírica cuando tenía un año de edad. El médico escuchó, y dijo que si no
les vacunaba debía buscar otro médico. Le dije que esas eran tácticas
de matón y que yo no creía que debía intimidar a los pacientes.

Entonces le pregunté preguntas simples de las que no obtuve


respuestas: ¿Sabía que tenemos una de las peores tasas de
mortalidad infantil en el mundo y el más alto nivel de las vacunas
obligatorias?

¿Sabía que un bebé de 2 meses de edad puede obtener más de


NUEVE vacunas en una sola visita, sin tener en cuenta si el niño
parece enfermo o no?

¿Sabía que mi hijo, el tercer hijo, es aún más propenso a ser afectado
por las vacunas, ya que tiene dos hermanas mayores que resultaron
afectadas?

¿Sabía que 1 de cada 36 niños son autistas?

Es mi elección como madre vacunar a mis hijos o no. Casi perdí a mi


primera hija por una meningitis después de recibir la vacuna HIB, que
es para la meningitis. Eso fue hace 21 años y no la han vacunado
desde entonces. También hablé de mi segunda hija, que todavía usa
una pierna ortopédica, tiene brotes y no puede hacer deporte sin
dolor. ¿Por qué querría correr el riesgo sobre el bienestar de mi tercer
hijo, si ya lo he sufrido dos veces? Soy la madre y mi marido opina lo
mismo. Es nuestra elección como padres, la elección no es del
gobierno ni del médico. Ellos están ahí para recomendar, no para
imponer. Ahora estoy sin un médico para mis hijos.

CAPÍTULO SIETE
ACCIÓN Y EFECTOS NOCIVOS

Las leyes sanitarias en general requieren que los médicos u otros


profesionales de la salud que proporcionan vacunas informen de:

Efectos secundarios que hayan dado origen a: hospitalizaciones,


lesiones y muerte producidas dentro de los 30 días siguientes a la
vacunación, incluidas las convulsiones, shocks, parálisis y otros graves
acontecimientos adversos a las vacunas. Sin embargo, no siempre
sucede así y es probable que los efectos adversos no sean
relacionados con la administración de la vacuna, no existiendo por
tanto el deber de informar.

Hay un formulario, denominado VAERS (Vaccine Adverse Event


Reporting System federal), que trata de evaluar la relación de causa-
efecto. En 1986 se encomendó la presentación de informes de
determinados acontecimientos adversos tras la vacunación para
ayudar a garantizar la seguridad de las vacunas. Esta ley dio lugar a la
creación en noviembre de 1990 de este informe elaborado por el
Departamento de Salud, al menos en los EE.UU.

En promedio, alrededor del 17% de los informes reflejaron eventos


adversos con resultado de peligro para la vida o enfermedad que
requirió hospitalización o incapacidad permanente. El restante 83% de
los informes principalmente describen eventos como fiebre, reacciones
locales transitorias, llanto o irritabilidad leve, menos grave y otras
experiencias.

El Cuadro Eventos notificables específicamente se esbozan al


notificarse después de la vacunación, y en los plazos en los cuales
suelen ocurrir, a fin de calificar como notificables. No suelen
considerarse como potencialmente preocupantes aquellos
acontecimientos que figuran en el prospecto del fabricante como una
contraindicación para dosis posteriores de la vacuna.

La FDA examina cada uno de los informes, la evaluación de si el


informe no está adecuadamente reflejado en la etiqueta del producto, y
también muy de cerca las tendencias de presentación de informes no
debidamente documentados. También archiva la fecha de fabricación y
los lotes de vacunas.

Después hay una vigilancia de la seguridad que incluye el análisis de


los informes por parte de los epidemiólogos, y reuniones para
examinar con detalle los posibles riesgos que requieren una
investigación más a fondo.

Reacciones de las vacunas

El informe de la OMS puede sentir que hay muy poca evidencia para
sacar conclusiones sobre los efectos secundarios inducidos por la
vacuna, pero se puede hacer una conclusión mediante la lectura de
todo el informe.

También se pueden revisar los informes de eventos adversos de


vacunas hechas por los médicos y los pacientes o los mismos padres
que se han publicado en VAERS, la base de datos nacional de
vigilancia en la que cualquiera puede publicar un informe sobre las
reacciones de las vacunas. La VAERS se creó en 1986 bajo la Ley
Nacional de la Infancia relativa a los daños ocasionados por las
vacunas, y que se insta a los profesionales de la salud para que
informen de problemas de salud graves, incluyendo hospitalizaciones,
lesiones y muertes, que se producen después de la administración de
las vacunas recomendadas rutinariamente. Un aspecto importante de
la VAERS es que cualquiera puede leer y publicar eventos adversos de
la vacuna a esta base de datos. Así que si el médico no atiende las
preocupaciones de los padres o se desvincula los daños acaecidos en
los niños, las personas pueden verificar o reportarlos ellos mismos. La
dirección es: http://vaers.hhs.gov/index y también dispone de una base
de datos en http://www medalerts.org/index.php.

Hay más de 70 vacunas incluidas, por lo que supone una excelente


herramienta que puede ayudar a leer las descripciones de reacciones
a la vacuna e identificar qué vacunas se asocian con la mayoría de los
efectos secundarios. Es importante saber, sin embargo, que sólo una
pequeña fracción de los graves problemas de salud que se producen
después de la vacunación son denunciados. Los estudios han
estimado que menos de un 10 por ciento, hasta un mínimo de uno por
ciento de los efectos secundarios de la vacuna llegan a la VAERS, por
lo que los efectos secundarios verdaderos superan cualquier
estadística.

Todas las vacunas son diferentes

Todos los gérmenes son diferentes, de modo que todas las vacunas
son diferentes, y sus efectos son diferentes en las personas. Algunas
serán más sensibles a sus efectos que otras. Las vacunas están
hechas ya sea bacterias, que están muertas, o virus, aunque el día de
hoy, algunas se hacen utilizando fragmentos de ADN Viral, o,
fragmentos de la membrana externa de bacterias tóxicas.

La peor es la vacuna DPT, debido a que la "P" se hace de órganos de


bacterias, que aportan más de una docena de toxinas. Va directamente
a la sangre de los bebés.

La sensación de quemazón de estos venenos se centra en las puntas


de las dendritas (las neuronas del cerebro) que ya no pueden
transmitir mensajes y mueren. Las cicatrices de las quemaduras sellan
los extremos. Y, por desgracia, la toxicidad es lo que se necesita para
crear una fuerte respuesta inmune… que es el objetivo de la
inmunización. Así que se añaden más toxinas a todas las vacunas
bacterianas para obtener una respuesta. Así, un niño terminará con
más de una docena de dosis de difteria en el primer año de su vida, a
pesar de que, sólo 1 dosis es lo suficientemente tóxica para una
respuesta inmunitaria que dura 10 años.

Las vacunas virales por otra parte son mucho más complicadas y
peligrosas, porque no hay una "Lucha contra los bióticos" para
detenerlas. Esto se debe a que los virus no tienen cuerpo, pues no son
más que material genético con piernas. Sin embargo, los virus pueden
permanecer vivos, o revivir, y causar problemas, como en el caso de la
vacuna contra el sarampión. Esta vacuna no se puede dar antes del
año de edad por una buena razón: la columna vertebral está expuesta
de manera espectacular al no disponer de mielina. Los científicos
piensan que son seguras después de un año, pero el peligro sigue
ahí. El virus del sarampión vive naturalmente en los nervios en la
espina dorsal, y puede seguir colonizando, ya que todavía está vivo.

Todas las vacunas virales debe ser "atenuadas", que significa que sus
colonias deben crecer en un nuevo huésped. Esto se hace que se
"olviden" de su antiguo huésped humano, y sólo anhelan colonizar el
interior de su nuevo medio, que es la proteína de algunos seres vivos.
Estas colonias serán atenuadas, y, a continuación se conservan al ser
"absorbidas" por Hidróxido de Aluminio, y, a veces, mercurio
(timerosal), que están siendo utilizados como conservantes en todas
las vacunas, con excepción de las vacunas virales vivas (poliomielitis,
MMR).

Efectos secundarios

Además de la introducción de proteínas extrañas en su cuerpo e


incluso de virus vivos en la corriente sanguínea (los mismos que usted
quiere evitar), cada vacuna tiene su propio conservante, y lleva un
agente neutralizador, ninguno de los cuales son orgánicos. Por
ejemplo, la triple vírica DPT (Difteria, Tos ferina, Tétanos), contiene los
siguientes venenos: Formaldehido, mercurio (thimersol), y fosfato de
aluminio. La vacuna contra la poliomielitis contiene células de riñón de
mono, lactoalbúmina hydrozylate, antibióticos y suero de terneros. La
vacuna triple vírica (SPR) para el sarampión, las paperas y la rubéola,
se hacen en embrión de pollo y con neomicina.

Tanto el embrión de pollo, las células de riñón de mono y el suero de


ternera, son todas proteínas extrañas que entran directamente en el
torrente sanguíneo y pueden convertirse en parte de nuestro material
genético. Este dato es quizá el más grave. Estas proteínas extrañas, así
como los vehículos y otros productos reactivos añadidos, son
alérgenos potenciales y pueden producir shock anafiláctico.

La toxina de la tos ferina no crea una respuesta inmune por sí misma y


sin embargo la Difteria posee los tóxicos más poderosos de todas ellas
y por eso se añade a todas las vacunas bacterianas. Sólo un fragmento
de su material genético es lo que se necesita para crear una fuerte
respuesta inmunitaria. Incluso la vacuna del Tétanos nunca es
administrada sola y al mezclarla con las toxinas de la difteria hay una
fuerte respuesta inmunitaria. Todas las vacunas bacterianas pierden
efectividad, pero la de la difteria dura 10 años (la tos ferina, 3 años).

Además, hay una Immuno-Globulina contra la tos ferina, que funciona a


la perfección, al igual que la situación de emergencia se emplea la del
tétanos, incluso aunque el germen del tétanos ya haya entrado en el
cuerpo.

Otro problema con las vacunas es que van directamente al torrente


sanguíneo sin ser filtradas por el hígado, nuestra maravillosa máquina
de neutralización de sustancias tóxicas. El Dr. William Albrecht dice: “Si
usted introduce agua en su cuerpo, como una bebida, va a la sangre
directamente desde el estómago, pero si toma grasas, se mueven a
través de su sistema linfático. Cuando usted toma otras sustancias
como hidratos de carbono y proteínas, llegan al intestino y de allí
pasan al hígado para ser filtradas antes de salir a la sangre y circular
por el cuerpo. La mayor parte de las proteínas de sueros y vacunas no
son filtradas por el hígado, en consecuencia, la vacunación puede ser
una tremenda conmoción para el sistema. Inyecciones de sustancias
extrañas, como virus, toxinas y proteínas extrañas en la corriente
sanguínea a través de la vacunación, se han asociado con
enfermedades y trastornos de la sangre, el cerebro, el sistema
nervioso y la piel. Vinculadas a enfermedades producidas por las
vacunas tenemos, entre otras muchas, envejecimiento prematuro,
alergias, cáncer, leucemia, parálisis, esclerosis múltiple, artritis, y el
síndrome de muerte súbita del lactante".

Estos son algunos de los efectos secundarios, a corto plazo, de las


vacunas que la profesión médica y sus fabricantes admiten:

Elevaciones severas de la temperatura.


Colapso con rápida recuperación.
Colapso seguido de postración prolongada en estado de shock.
Episodios de gritos.
Convulsiones con o sin fiebre.

Encefalopatía, con cambios en el nivel de conciencia, signos


neurológicos focales, convulsiones con o sin neurológicos
permanentes y/o déficit mental.
Las vacunas múltiples o polivalentes

Las vacunas múltiples -varios gérmenes administrados a la vez- son


responsables de un gran porcentaje de graves reacciones adversas a
las vacunas. De hecho, no existen estudios científicos válidos para
apoyar la seguridad de dar varias vacunas al mismo tiempo. Las
vacunas se administran simultáneamente por conveniencia, y no por
seguridad, porque los encargados de la política sanitaria se dan
cuenta que hacer varias visitas al médico satura las consultas, así que
mejor un cóctel en una sola sesión.

Las alergias post-vacunales

Otros efectos de todas las vacunaciones son el híper-estímulo


consecuente de los sistemas inmunológicos de los niños, lo que
generará el desarrollo de muchas alergias a elementos sencillos que
en circunstancias normales no causarían problemas. Estas reacciones
suelen ser temporales a las vacunas bacterianas (porque las bacterias
están muertas), y una respuesta permanente a las vacunas virales
(porque son proteínas vivas, o poderosas) creando el fenómeno
moderno de tantas alergias.

Las alergias son una consecuencia durante las horas que siguen a la
vacunación, cuando se lanzan los sistemas inmunológicos en
contestación a la captura de cada proteína extraña que entra en el
cuerpo a quien consideran una enemiga.

Hay proteínas extrañas en la crema de cacahuete, y hasta en las


leches que damos a los niños. El sistema inmunológico hace bien el
trabajo, atacando a todas las proteínas extrañas que
desgraciadamente se encuentran también en las comidas habituales, o
las esporas en el aire, o las colonias microbianas en la caspa. El
problema mayor es cuando estas proteínas entran directamente en el
cuerpo mediante una inyección. Estos elementos se marcarán para
siempre como enemigos, pues es una contestación natural del sistema
inmunológico. Esto ocasionará la mayoría de las enfermedades
alérgicas que hoy conocemos, especialmente si aplicamos vacunas a
sistemas inmunológicos inmaduros.

OMS

A pesar de los resultados concluyentes de la OMS que vinculan ciertas


vacunas a la inflamación del cerebro, las convulsiones febriles y al
desarrollo de infecciones potencialmente mortales como la neumonía y
la meningitis en individuos susceptibles, la mayoría de los titulares de
los medios sobre el informe de 600 páginas de la OMS están girando
dentro de las conclusiones que declaran que "hay pocos efectos
adversos demostrables por las vacunas revisadas en este informe” .

En otras palabras, para la mayoría de los efectos secundarios y las


condiciones de salud que se han producido en relación con las
vacunas, simplemente no saben si fueron producidos por la vacuna. De
hecho, el Comité de la OMS advirtió que no debería haber ninguna
mala interpretación del hecho de que no saben si los más de 100
problemas muy graves de salud reportados, están vinculados a las
ocho vacunas que se estudiaron. En la mayoría de los casos, el Comité
no pudo llegar a una conclusión, porque hay muy pocos estudios
científicos que investiguen los eventos adversos relacionados con las
vacunas.

CNTV
Barbara Loe Fisher, fundadora del Centro Nacional de Información
sobre Vacunas (CNTV), declaró:

"La verdad es que nadie sabe cuántas víctimas hay sobre las vacuna
en América, cuántos de los niños discapacitados, con asma, o los que
padecen autismo, o los que se convierten en diabéticos o padecen
enfermedades autoinmunes, lo son por los efectos secundarios de las
vacunas y que sus médicos lo han atribuido a "una coincidencia". O, si
no son referidos como coincidencia, se les dice que no hay suficientes
datos disponibles para establecer una "relación causal". Esta es
exactamente la razón por la cual los estudios de seguridad imparcial
hacia las vacunas son tan inexistentes .

La CNTV emitió el siguiente comunicado en relación con el nuevo


informe de la OMS señalando este hecho:

"El Comité [OMS] se vio obstaculizado por las mismas lagunas de


conocimientos acerca de los efectos adversos de las vacunas que
obstaculizaron a los Comités de la OMS que realizaron la misma tarea
en 1991 y 1994. Este Comité, llegó a la conclusión de que el
mecanismo biológico y las pruebas epidemiológicas publicadas en la
literatura médica son simplemente insuficientes para aceptar o
rechazar una conclusión.

Las pruebas científicas no son suficientes para hacer una llamada


acerca de si ciertas vacunas causan o no una amplia gama de
condiciones de salud graves, como encefalitis, encefalopatía, derrame
cerebral, asma, autismo, SIDS, esclerosis múltiple, artritis, lupus y otras
enfermedades de la sangre. El problema es que estas vacunas son
obligatorias por ley en algunos países y se utilizan especialmente en
niños, aunque también se recomiendan para muchos adultos.
La Comisión reconoce que hay una falta de comprensión científica
adecuada sobre la forma en que las vacunas actúan en el cuerpo
humano, incluyendo cómo, cuándo, por qué y para quién son
perjudiciales".

Efectos secundarios graves

Después de una revisión de más de 1.000 estudios de la vacuna, que


tenía la intención de evaluar la evidencia científica en la literatura
médica sobre los eventos adversos específicos asociados con ocho
vacunas contra el sarampión, paperas, rubéola (MMR); varicela;
influenza; hepatitis A; hepatitis B; VPH; difteria, tétanos, tos ferina
acelular (DTaP); y meningocócica, se llegó a las siguientes
conclusiones:

Se encontró una relación causal convincente para 14 eventos


adversos graves y ciertas vacunas.

Seis tipos de vacunas -MR, varicela zoster (varicela), la gripe, la


hepatitis B, meningococo, y vacunas que contienen tétanos-, están
vinculadas a la anafilaxia (reacción grave alérgica, potencialmente
mortal). La vacuna contra el VPH también se vinculó a la anafilaxia en
personas con sensibilidad a las levaduras.
La inyección de cualquier vacuna en general puede llevar a desmayos
repentinos (síncope) y los síntomas de bursitis del deltoides, o
inflamación en el hombro.

Dos vacunas contra la gripe estaban vinculadas con el síndrome óculo-


respiratorio caracterizado por conjuntivitis, inflamación de la cara, y
síntomas respiratorios leves.

La investigación científica sugiere que muchas personas, que


experimentan una reacción adversa a las vacunas, tienen
susceptibilidad individual que pueden hacer que tengan un mayor
riesgo de experimentar problemas de salud agudos y crónicos
después de la vacunación debido a la biodiversidad (variaciones
genéticas) dentro de las poblaciones: la edad en el momento de la
vacunación; inmunodeficiencias; coincidiendo con infecciones /
enfermedades; y otras exposiciones ambientales (tales como toxinas,
traumas).

Se reconoce que hay muy pocas pruebas disponibles para evaluar de


manera efectiva la mayoría de los efectos secundarios.

En la primera revisión integral de seguridad en casi dos décadas, el


Instituto de Medicina encontró evidencia científica convincente para
una relación causal entre ciertas vacunas y los resultados de salud
adversos graves. Estos incluyen:

Sarampión-paperas-rubéola (MMR)
Convulsiones febriles, un tipo de ataque que se produce en los
lactantes y niños pequeños en asociación con fiebre.
A corto plazo, dolor en las articulaciones (artralgia) en niños y mujeres.

Otros hallazgos revelaron:


Vacuna contra la varicela

Infección vacunal de la cepa de la varicela zoster y la posterior


infección resultante en neumonía, encefalitis, meningitis o hepatitis en
personas con inmunodeficiencias demostradas.

VPH (virus del papiloma humano)

La incorporación obligatoria de la vacuna del papiloma humano para


la prevención del cáncer de cuello de útero al calendario vacunal
español, preocupa a profesionales del Sistema Nacional de Salud
(SNS), que consideran que la medida es de naturaleza política, al
margen de los expertos, y dilapidará el 50% de todo el presupuesto
destinado a la Salud Pública en España.

El Consejo Interterritorial del SNS aprobó la vacunación contra el


papiloma humano en todo el Estado español que se implantó desde
2010. No se trata de una vacuna más, pues cuesta 300 euros por
paciente. En total, supondrá gastarse el 50% de todo el presupuesto
que se destina en España a políticas de Salud Pública. Multipliquen los
beneficios que recibirán los productores de esas vacunas.

Y no sólo es una cuestión monetaria, profesionales del SNS también


cuestionan su eficacia y que su inclusión responda a criterios técnicos
en lugar de políticos. Las autoridad sanitarias españolas esperan que
en los próximos años el 90% de las adolescentes reciban la vacuna
tetravalente recombinante que se supone que protege de algunos
tipos de virus de papiloma humano.

La realidad de esta vacuna, para que los padres o las mujeres tomaran
una decisión basada en el consentimiento informado, debería
explicarse por parte del médico de esta forma: “ La vacuna
probablemente protegerá contra el virus del papiloma humano que
puede contraerse por contacto sexual (se transmite de otros modos
también), pero la investigación no ha aclarado cuánto tiempo durará
dicha protección o si tendrá efectos secundarios nocivos para tu salud”

Profesionales de la medicina y de este campo particular tales como


Lawrence Gostin, Catherina De Angelis o Diane M. Harper, han
manifestado en numerosas ocasiones su oposición a la recomendación
masiva de esta vacuna y mucho menos a su obligatoriedad por muchas
y contundentes razones:

a) Los datos sobre su seguridad y eficacia son muy escasos, y eso que
dicen haber realizado pruebas en 12.000 mujeres durante un periodo
de seguimiento de 5 años (muy poco tiempo para observar una
evolución estadística de la enfermedad, de su prevención y efectos
nocivos) y nunca se ha probado en jóvenes de 9 a 15 años.

b) Los tipos de virus de alto riesgo, el tipo 16 y el 18, representan sólo


el 3.4% de todas las infecciones de virus, de forma que no se justifica
en absoluto la urgencia por vacunar, especialmente teniendo en
cuenta el anterior punto.

c) Más del 90% de las personas que contraen el virus no contraen


cáncer de cerviz y se libran del virus del papiloma bajo tratamiento
después de 2 años, no siendo correcto decir que el papiloma causa
(en todos los casos) el cáncer.

d) El coste para el Sistema Sanitario Español, al convertir esta vacuna


en obligatoria entre las niñas de entre 11 a 14 años, teniendo en
cuenta el actual censo, es de 245.000.000 millones de euros. Buen
negocio para la industria farmacéutica.

e) Su aplicación masiva puede contribuir a desarrollar un falso sentido


de la seguridad. Vacunar no significa en absoluto inmunizar a una
persona contra la posibilidad de contraer una enfermedad (ni ésta, ni
ninguna otra), pues la higiene y los hábitos de consumo son
fundamentales y es lógico pensar que estas niñas y jóvenes no
comprendan de forma clara la diferencia, exponiéndoles por tanto a un
riesgo mayor.

f) No se trata de una vacuna para el cáncer ni para su cura.

g) La vacuna funciona sólo si la niña no está ya infectada de ese virus,


¿se analizará a toda la población de niñas a las que se vacune?

h) Se calcula que puede ser efectiva sólo durante 5 años, aunque no


se sabe con seguridad debido a la escasa investigación y los cortos
estudios que se han realizado. Pasado este tiempo y justo cuando los
contactos sexuales comienzan a ser ya más frecuentes, no tiene
efectividad.

i) Algunos especialistas piensan que debido a un error de percepción


más que probable entre la población joven, aumentará el cáncer de
cerviz, pues las pacientes dejarán de hacerse sus chequeos regulares
de prevención, llevadas por la falsa idea de que no pueden contraer la
enfermedad.

Pero, probablemente, lo más evidente es que no se conocen


suficientemente los efectos adversos secundarios. Los potenciales
efectos, reconocidos y publicados por los laboratorios fabricantes son
fiebres, nauseas y picores, pero realmente no se conocen la amplitud
de sus efectos adversos, especialmente a largo plazo.

Según Judicial Watch, Agencia de Vigilancia de la Corrupción en


Estados Unidos, en mayo del 2007 ya había más de 1.600 informes de
reacciones adversas a la vacuna.

Dijo Tom Fitton, Presidente de Judicial Watch:

“Cualquier estado o gobierno local presionado (política y


económicamente por grupos de presión) por las campañas agresivas
de los laboratorios de las vacunas en chicas jóvenes, tendría que
echar un vistazo a los informes de efectos adversos secundarios.
Parece que una vacuna que no ha sido probada con efectos
secundarios peligrosos estuviera siendo presentada, con ayuda de las
presiones, como un fármaco milagroso .

Al menos 3 muertes parecen estar relacionadas directamente con la


vacuna, por coagulación de sangre y problemas de corazón (jóvenes
de entre 12 y 19 años).

Muy probablemente, la finalidad de esta vacunación es seguir


comercializando vacunas justo cuando se acaba la etapa de la
vacunación infantil. El negocio no puede parar. Llegará un día, no muy
lejano, que el 100% de la población, tenga la edad que tenga, será
vacunada de una u otra forma. La técnica consiste en el miedo y la
coacción.

Aquí están unos informes:

Las autoridades australianas están investigando los efectos adversos


de la vacuna después de que varias chicas cayeran enfermas tras la
vacunación.

El Centro Nacional de Información sobre Vacunas NVIC informó a


comienzos de agosto que según los datos proporcionados por el
VAERS, existe una correlación estadística clara entre la vacunación y el
síndrome de Guillain-Barre (GBS) y otros síndromes, especialmente
cuando se administra junto con otras vacunas. En España un médico
manifestó su opinión contraria a la vacunación masiva en nuestro país
en una conferencia en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.

Alegó que “las farmacéuticas están empleando datos engañosos para


defender la venta de su vacuna, pues presentan unas cifras de
mortalidad en el mundo que se pueden interpretar de muchas formas,
ya que en países pobres “donde sí haría falta la vacuna , la incidencia
es elevadísima, al contrario que en España, de modo que la alarma
que se ha creado es desmesurada a tenor de los números reales que
hay en nuestro país .

Lo peor de todo, coinciden en señalar muchos médicos, es que se


puede crear un precedente en el que algo tan importante como las
vacunas salte al debate político y no se rija escrupulosamente por
criterios técnicos, lo que contribuiría a devaluar las vacunas y la
medicina.

Es posible que hablar de vacuna contra el cáncer de cuello de útero,


sea una tomadura de pelo a la salud de las mujeres. Además, no está
demostrada la eficacia en el grupo que se propone vacunar, niñas de 9
a 12 años, pues sólo está demostrada la capacidad inmunogénica, la
producción de anticuerpos en sangre.

Para su información

Los virus del papiloma humano (VPH), o papilomavirus, son un grupo


de más de 150 virus relacionados. Se les llama papilomavirus porque
algunos de sus tipos pueden causar verrugas, o papilomas, las cuales
son tumores benignos (no cancerosos), aunque algunos tipos de los
virus del papiloma humano están relacionados con ciertos tipos de
cáncer.

Entre los más de 150 tipos de VPH, más de 40 pueden pasarse de una
persona a otra por medio del contacto sexual. La transmisión puede
suceder en la región de los genitales, del ano o de la boca. Aunque los
VPH son transmitidos generalmente por contacto sexual, los médicos
no pueden decir con certeza cuándo ocurre la infección. Casi 6
millones de infecciones genitales nuevas por VPH ocurren cada año en
los Estados Unidos. La mayoría de las infecciones por VPH aparecen
sin síntomas y desaparecen sin algún tratamiento en el transcurso de
unos pocos años. Sin embargo, algunas veces la infección por VPH se
mantiene por muchos años, causando o no anomalías celulares que se
pueden detectar.
Miguel Jara publicó en abril del 2015:

En las últimas semanas se ha publicado que hay disponible una nueva


vacuna contra el papiloma humano que protegería contra nueve
serotipos del virus, en vez de los cuatro actuales. La Agencia Europea
de Medicamentos ha dado el visto bueno a su comercialización bajo la
marca Gardasil 9. Mientras, niñas y jóvenes de diferentes países y
continentes, están teniendo problemas de salud con sintomatología
muy similar. Lo único que tienen en común es el haber recibido la
vacuna del papiloma. Se trata de niñas que no tienen historial previo
de enfermedad, eran niñas sanas y habían recibido la vacuna
nonavalente que está indicada para la inmunización activa de mujeres
y hombres a partir de los nueve años de edad, para prevenir las
lesiones precancerosas y cánceres que afectan al cuello de útero,
vulva, vagina y ano y verrugas genitales (codiloma acuminata),
causadas por algunos tipos del VPH.

Está bastante claro que la vacuna puede ser la causante del estado de
muchas de esas jóvenes, y el problema es el escaso interés de las
diferentes autoridades sanitarias en investigar a fondo este asunto.

No deja de ser paradójico que en donde se han preocupado por


estudiar bien esa relación de causalidad, como es Japón, su gobierno
ha dejado de recomendar esta inmunización. Además y esto es lo más
grave, no existe ninguna prueba real de que las mujeres vacunadas
en la adolescencia queden protegidas realmente de esa enfermedad
al entrar en la madurez. El seguimiento de su efectividad a largo plazo
(10 y más años), nunca ha podido ser efectuado ni confirmado.
Los mecanismos por los que la vacuna puede estar afectando a la
salud podrían ser variados, aunque ya se especula con daños serios
al sistema inmune.

Meningococo

La vacuna conjugada contra el meningococo (MCV4) se recomienda


para personas menores de 55 años.

La vacuna polisacárida contra el meningococo (MPSV4) ha estado


disponible desde los años setenta y es la única vacuna contra el
meningococo autorizada para personas mayores de 55 años. La
Neisseria Meningitidis es una bacteria que vive en las narices y
gargantas del 10% de la población, pero raramente causa una
enfermedad seria.

La invasión "seria" sólo ocurre cuando el sistema inmunológico falla


drásticamente. Si hay un aumento de esta enfermedad, es debido a un
aumento en el fracaso del sistema inmunológico, no un aumento de la
virulencia del germen que habita en los humanos naturalmente sin
causar problemas. Existiendo naturalmente, puede extenderse a
través del cuerpo vía circulación sanguínea, después de penetrar en
las membranas mucosas de la nariz y garganta (ambas con un sistema
inmunológico local poderoso).

Solamente es posible si existe falta de sueño, pues el cuerpo se cura y


restaura a media noche, entre las 12 y las 2, coincidiendo con la
máxima actividad de la hipófisis y el declive de los corticoides
adrenales. Los gérmenes no son importantes, sino el sistema
inmunológico. ¿Se ha preguntado alguna vez porqué los laboratorios
diseñan docenas de antibióticos, en lugar de sacar al mercado
productos que mejoren el sistema inmunitario?

El desarrollo de esta vacuna muestra cómo los sistemas inmunológicos


de la población general se están debilitando, especialmente contra las
bacterias que habitualmente están dentro, en sus gargantas. Esto es
como la vacuna HIB (Haemophilus influenzae tipo b), elaborada contra
otra bacteria que vive naturalmente en la garganta sin causar
problemas, hasta que falla el sistema inmunológico.

Cada superficie del cuerpo humano, dentro y fuera, está cubierta de


bacterias, en cada parche de piel, o el tracto intestinal. Estos
microorganismos mantienen la flora intestinal con bacterias buenas
que ayudan a la digestión, evitando que proliferen las bacterias malas
que evitarían la absorción de los nutrientes. Los Bifidus en cápsulas,
reemplazan a las bacterias buenas y se comportan como elementos
extraños para el sistema inmune.

Polio

La Polio se elaboraba de virus muertos (crecidos en los riñones del


mono, destruidos con formaldehido). El formulario de esta vacuna fue
considerado como demasiado peligroso, y se reemplazó por la vacuna
oral mejorada durante muchas décadas, demostrando que también era
eficaz así. Su eficacia erradicó la enfermedad.

El retorno a usar el formulario inyectable ya rechazado ( PV) utilizando


virus inactivos es un retroceso. Durante décadas esta vacuna se dio
oralmente, y funcionó como una buena vacuna, porque enseñaba al
sistema inmunológico en la garganta a cómo luchar contra la polio. Esta
vacuna sólo necesitaba dar una vez, y confería inmunidad para toda la
vida.

La atenuación significa el crecimiento un virus dentro de nuevas


especies para que se olviden del anterior. El nuevo organizador
siempre es una especie diferente (huevos, riñones de mono).

La atenuación es un método del laboratorio para controlar los virus


vivientes, engañándolos. Esto se hace haciéndoles crecer dentro de
un medio diferente al tejido humano (las proteínas), para que
adquieran virulencia.

Todas las vacunas primero crecen en un medio (una proteína), como


los virus del sarampión en los huevos del pollo, las bacterias de la
Pertusis en el queso, la polio en los riñones del mono, y la varicela en
las células del pulmón embrionarias humanas. En el caso de la Polio, el
virus crecido en el nuevo organizador, el mono, se olvidan del anterior
organizador, el humano. Como estas bacterias son muy agresivas, se
matan con formaldehido, y sus toxinas se usan para crear una
contestación inmune.

En estudios anteriores con la vacuna crecida en células primarias de


riñón de mono, se observaron reacciones locales transitorias en el sitio
de la inyección. El eritema, induración y dolor se produjo en 3,2%, 1%
y 13%, respectivamente, de los vacunados dentro de las 48 horas
después de la vacunación. Temperaturas de ≥39 C se reportaron en
38% de los vacunados. Otros síntomas incluyen irritabilidad,
somnolencia, irritabilidad y llanto. Debido a que la IPV (Vacuna
Antipoliomielítica Inactivada) fue dada en un sitio diferente, pero al
mismo tiempo, con toxoides diftérico y tetánico y la vacuna contra la tos
ferina (DTP), estas reacciones sistémicas no pueden atribuirse a una
vacuna específica. Sin embargo, estas reacciones sistémicas fueron
similares en frecuencia y gravedad a la reportada para la DTP cuando
se administró sola sin IPV. Aunque no se ha establecido una relación
causal, las muertes se han producido en asociación temporal después
de la vacunación de los lactantes con PV.

Es interesante saber que la vacuna crece en células de riñón de mono


y no sabemos el impacto que esto tiene en nuestros hijos. En este
estudio, la compañía farmacéutica nos dice que los efectos secundarios
experimentados no pueden ser atribuidos a las vacunas contra la
polio, ya que se puso a prueba mediante la mezcla de la vacuna contra
la poliomielitis y luego comparada con la mezcla de otras dos vacunas.

Tétanos

La antitetánica es una vacuna inactivada (no es una vacuna viva) y


contiene la toxina que fabrica la bacteria. Las immuno-globulinas
existen para el Tétanos, y dado que las bacterias del Tétanos,
Clostridium tetani, no pueden vivir en el aire, sólo están bajo la tierra,
no tiene sentido administrarlas a un niño recién nacido. El tétanos
neonatal sólo viene de dar a luz en un suelo sucio cubierto con
excrementos de animales. Se trata de una de las toxinas más
poderosas conocidas, y son la causa de SIDS, pudiendo paralizar la
habilidad de respirar. Aquellos niños que son sensibles y sobreviven
un ataque de SIDS, sufrirá síntomas de Autismo y la severidad depende
de las sensibilidades de sus genes.

Esta vacuna es una mezcla de tres vacunas contra la difteria, tos ferina
y tétanos, y es administrada en 5 dosis: a los 2 meses de edad, a los 4
meses, a los 6 meses, a los 18 meses (éstas van incluidas en la vacuna
llamada pentavalente), y a los 4-6 años.

Existen tres variantes:


Monovalente: toxoide tetánico aislado (TT)
Bivalente: combinación de toxoide tetánico con toxoide diftérico
(difteria-tétanos (DT) o tétanos difteria tipo adulto (Td))

Trivalente o DPT: Combinación de toxoide tetánico y diftérico, con


vacuna contra Bordetella pertussis (difteria-tétanos-tos ferina (DTPw,
DTPa y dTpa).

Daños cerebrales
Nunca vacunar ANTES de los 2 años de edad.

Daños en las dendritas, los terminales de las neuronas, que sirven


como receptores de los impulsos nerviosos provenientes desde un
axón perteneciente a otra neurona. Se atribuyen a ciertos
componentes de las vacunas:

1) Toxinas de las bacterias (difteria / DPT).


2) Virus que hacen que el sistema inmune destruya la mielina, la vaina
que se forma alrededor de los nervios, y que permite la transmisión
rápida y eficiente de impulsos a lo largo de las neuronas.
3) Metales pesados utilizados como adyuvantes.
4) La reacción alérgica de cada vacuna que crea una respuesta
inmune hacia todas las proteínas extrañas, incluso días o meses
después de la vacunación.
A estos efectos no deseables, hay que añadir los propios de los
gérmenes que queremos evitar. Como ejemplo, tenemos a China,
donde el autismo apenas era conocido, hasta que después del año
1999, cuando se comenzó la vacunación masiva, los afectados ya son
millones.

Hay un factor genético que determina cómo le afectarán las toxinas de


las vacunas y este es imposible de determinar.

Algunos metales pesados se utilizan para mantener a los gérmenes en


suspensión, lo que se consigue con el aluminio y el mercurio, de
manera que permanezcan en todo el vial, no en la parte inferior, para
evitar que los médicos ¡tengan que agitar el vial! Hay que evitar que se
fatiguen.

Cualquier niño puede ser sensible a cualquiera de estas peligrosas


posibilidades, no es previsible, pero el problema es que sin
conexiones cerebrales perfectas nada funcionará.

Mientras tanto, las toxinas de la difteria, el tétanos, la tos ferina y todas


ellas juntas en un cerebro en desarrollo, efectúan su efecto
necrotizante.

La vacuna en sí es una reacción alérgica, así que por cada proteína


extraña que entra en el cuerpo hay una hiperreactividad. Toda esta
manipulación de los bebés se hace en su momento más vulnerable,
antes de los 2 años, una edad en la cual su sistema nervioso es
especialmente vulnerable.

Fisiología
Las dendritas son los brazos de las neuronas y permiten que se
comuniquen con las células cerebrales.

Las células de Schwann son el envoltorio de aislamiento


imprescindible para la integridad estructural y funcional del axón y
tardan 24 meses en crecer. Son afectadas especialmente por las
vacunas de la Dipteria, Tétanos y DTaP.

Algunas personas son más sensibles a los venenos de ciertas


bacterias, como algunas personas lo son al veneno de abeja, mientras
que otras no lo son. Las más sensibles acusarán Síndrome de Atención
y autismo, como reacción inmediata.

En la actualidad, la dosis de recuerdo de Boostrix (difteria, tétanos y


tosferina) y Adacel (Tdap), que anteriormente se efectuaba después de
los 4 años, se empiezan a recomendar exclusivamente para adultos. Y
eso que hasta hace poco no se recomendaba a personas de más de 7
años. Es fácil ver que la única pretensión era seguir en el mercado.

El cerebro infantil

Bien ¿debemos recordar a los médicos que los bebés no tienen vaina
de mielina? Esa es la razón por la cual no se mueven mucho y cuando
ese aislamiento crece, su capacidad de movimiento aumenta. Cuando
llegan a los 2 años, ha terminado el crecimiento de la mielina, y la
corriente eléctrica es ahora óptima. Muchos animales en la naturaleza
pueden levantarse y caminar derecho después de su nacimiento,
porque han terminado la envoltura de mielina y sus cuerpos pueden
manejar la corriente eléctrica para la circulación.

Los seres humanos nacen con un cerebro mayor que debe


desarrollarse dentro de una envoltura ósea en principio pequeña, así
que comienzan a vivir dentro de un ambiente físico hostil.

Efectos adversos

Los síntomas de un daño neurológico en los primeros 7 días después


de recibir una dosis de DPT, podrían llegar a ser permanentes.

Tosferina

La Bordetella pertussis es una bacteria que se adhiere a los flagelos


(pequeñas extensiones parecidas a vellos) que recubren parte de las
vías respiratorias altas. Dichas bacterias liberan toxinas, las cuales
dañan los flagelos y causan inflamación. La vacuna se elabora
mediante bacterias muertas que han crecido en un caldo de caseína
(queso). Contiene cuerpos muertos de bacterias de la pertusis que
producen (excretan) docenas de toxinas del patógeno. Las primeras
vacunas eran entero-celulares (DPT), ahora se llaman uni-celulares
(DTaP).

El SIDS o síndrome de muerte súbita del lactante se cree está causado


por las toxinas en la vacuna contra la tos ferina (Pertusis) elaborada
con bacterias muertas (DTaP). Como reconoce el fabricante de la
vacuna, "el 85% de los casos de SIDS ocurren a las edades entre 1-6
meses, con un desarrollo máximo a las 6 semanas" Esto se debe a que
les falta la vaina de mielina para proteger sus nervios que es rota por
los venenos de la pertusis.

Durante el desarrollo de la enfermedad, la vacuna posee una


toxicidad similar a una mordedura de serpiente, pues sin el aislamiento
proteccionista en las dendritas y nervios, el impacto es intenso y
detienen la respiración.

Meningococo

La Neisseria Meningitidis es una bacteria que vive en las narices y


gargantas del 10% de la población, pero raramente causa una
enfermedad seria.

La invasión "seria" sólo ocurre cuando el sistema inmunológico falla


drásticamente. Si hay un aumento de esta enfermedad, es debido a un
aumento en el fracaso del sistema inmunológico, no a un aumento de la
virulencia del germen que habita en los humanos naturalmente sin
causar problemas. Existiendo naturalmente, puede extenderse a
través del cuerpo vía circulación sanguínea, después de penetrar en
las membranas mucosas de la nariz y garganta (ambas con un sistema
inmunológico local poderoso).

Solamente si existe falta de sueño, pues el cuerpo se cura y restaura a


media noche, entre las 12 y las 2, coincidiendo con la máxima actividad
de la hipófisis y el declive de los corticoides adrenales, es cuando el
cuerpo no reacciona adecuadamente a las infecciones. Los gérmenes
no son importantes, sino el sistema inmunológico. ¿Se ha preguntado
alguna vez porqué los laboratorios diseñan docenas de
antibióticos, en lugar de sacar al mercado productos que mejoren
el sistema inmunitario?

El desarrollo de esta vacuna muestra cómo los sistemas inmunológicos


de la población general se están debilitando, especialmente contra las
bacterias que habitualmente están dentro, en sus gargantas. Esto es
como la vacuna HIB (Haemophilus influenzae tipo b), elaborada contra
otra bacteria que vive naturalmente en la garganta sin causar
problemas, hasta que falla el sistema inmunológico.

Cada superficie del cuerpo humano, dentro y fuera, está cubierta de


bacterias, en cada parche de piel, o el tracto intestinal. Estos
microorganismos mantienen la flora intestinal con bacterias buenas
que ayudan a la digestión, evitando que proliferen las bacterias malas
que evitarían la absorción de los nutrientes. Los Bifidus en cápsulas,
reemplazan a las bacterias buenas y se comportan como elementos
extraños para el sistema inmune.

Sarampión

En Europa, la vacuna del sarampión se administra formando parte de la


vacuna conocida como triple vírica (SRP), que va asociada a los
componentes de las paperas (parotiditis) y la rubeola.

La vacuna del sarampión puede afectar al cerebro en la parte superior


del tallo y luego, su sistema inmunitario destruir las colonias de
sarampión adheridas a la mielina, muriendo las dendritas por falta de
uso. Si tenemos en cuenta que en los menores de 2 años la mielina
envolvente no ha crecido todavía (las dendritas no han terminado su
desarrollo), este cableado en el interior del cerebro del bebé está sin
terminar, y no debe ser manipulado durante 24 meses.

Haga estas preguntas:

¿Por qué la vacuna contra el Sarampión no se da a los bebés menores


de un año?
¿Todas las otras vacunas que se dan a los recién nacidos, no deberían
seguir el mismo razonamiento?
¿Hay alguien que sepa qué pasaría si se administrase antes?
¿Quién sabe los efectos adversos si se administra después del primer
año?

Cuando esta vacuna salió en 1960 se administraba a los 18 meses por


una razón. Y, su razonamiento para esperar estaba en la vaina de
mielina, pues se creía que la podía perjudicar irreversiblemente
creando una enfermedad autoinmune.

El sarampión es un virus, y por ello se administra atenuado en las


vacunas. La vacuna inactivada se retiró en 1967 debido a que no
protegía contra la infección contra el virus del sarampión. Más aún, si
posteriormente la persona se infectaba con el virus silvestre del
sarampión, esta vacuna con frecuencia inducía el desarrollo de un
síndrome único, el sarampión atípico. La panencefalitis esclerosante
subaguda también se relacionó con la aplicación de dicha vacuna.
Se probaron otras vacunas, pero no fue hasta 1971 que se avaló la
aplicación de la vacuna contra el sarampión Enders-Edmonston
combinada con los virus de la rubéola y de la parotiditis.

En el mercado internacional se encuentra esta vacuna sola


(monovalente), combinada con el virus de la rubéola (bivalente) o con
rubéola y parotiditis (trivalente o MMR). El virus del sarampión se
atenúa en fibroblastos del embrión de pollo.

El peligro es que la naturaleza del virus del Sarampión puede afectar


de modo concluyente a las células de Schwann (neurolemocitos) que
acompañan a las neuronas durante su crecimiento y desarrollo de su
función. Estas células recubren a los axones de las neuronas
formándoles una vaina aislante de mielina. Allí, escondidos del sistema
inmunológico, los virus vivientes crecen y desarrollan colonias que un
día, muchos años después de la vacuna, crecerán y formarán una
colonia grande que atacará la superficie de la mielina, el aislamiento
en los nervios. Una vez que aparecen, atacarán al propio sistema
inmunológico que intentará destruirles, dejando amplias secciones de
nervios sin aislamiento. Esta podría una de las causas de la esclerosis
múltiple.

Con el tiempo, los virus colonizarán otros nervios, incluidos los


cerebrales y dendritas. El sistema inmunológico seguirá intentando
destruir al virus, pero destruirá al mismo tiempo las propias células del
cerebro en el proceso. El autismo es una destrucción de células
cerebrales durante el período de desarrollo, y varios de los
componentes tóxicos dentro de las vacunas pueden hacer esto. La
alternativa son las inmunoglobulinas.

Antitetánica

La antitetánica es una vacuna inactivada (no es una vacuna viva) y


contiene la toxina que fabrica la bacteria, pero desprovista totalmente
de su toxicidad (se llama toxoide); de forma que, una vez inyectada, no
puede producir la enfermedad, pero sí mantiene su capacidad de
estimular la producción de defensas (anticuerpos) contra ella.

La vacuna del tétanos siempre forma parte de vacunas combinadas


que incluyen, además, otros componentes, de manera que no está
comercializada como vacuna individual por separado.

Forma parte de la vacuna hexavalente y la pentavalente que se


administran en el primer y segundo años de vida, con pautas de 2, 4, 6
y 15-18 meses, y también se incluye en el preparado trivalente de los
4-6 años (Tdpa/DTPa). Asimismo, está incorporada en la vacuna de
refuerzo de los adolescentes, junto con el componente de difteria y en
ocasiones también con el de la tosferina (Td/Tdpa).

Realmente, el tétanos no puede vivir en el aire. El aire los mata, por eso
se les llama bacterias anaeróbicas. Los soldados americanos en la I
Guerra Mundial se encontraron con esta bacteria cuando excavaron
las trincheras en los campos de los granjeros antiguos. La bacteria
crece en las heces de los animales de granja como el caballo, vaca, y
oveja.

Dado que los caballos eran los únicos medios de transporte, las
personas constantemente entraron en el contacto con él, pero no les
hacían daño cuando eran deglutidos, y sólo cuando el estiércol a
causa de una herida profundas, entraba en contacto con la sangre,
aparecía el problema pues las toxinas llegaban al sistema nervioso.

La vacuna contra el tétanos trabaja de modo similar a la de la tos ferina


natural (pertusis): hace daño solamente cuando se la inyecta. El
tétanos en el estiércol del caballo no es ningún problema, salvo que se
empleen las uñas para escarbar la tierra. La mayoría de los casos en
los Estados Unidos todos los años son personas que cultivan un huerto
o jardín viejo pequeño.
Un caso real:

“ Mi hijo se quedó paralítico cuando le administraron la vacuna


antitetánica DPT. Cuando recibió la primera vacuna en 1984, se quedó
paralítico durante 3 días. Por suerte, él tenía cuatro años y todavía
pudo respirar, pues si hubiera sido más pequeño habría muerto y los
médicos habrían hablado del SIDS (o muerte súbita del lactante).
Cuando investigué, tomé la decisión de no vacunar a ninguno de mis
cuatro niños en la vida. Ellos nunca se enfermaron, no padecen
alergias, y no tienen ningún problema neurológico” .

Hepatitis B

En Nueva Zelanda, la incidencia de la diabetes tipo 1 en los niños


aumentó en un 61% después de un agresivo programa de la vacuna
contra la hepatitis B. Similar aumento de la diabetes tipo 1 ha sido visto
en España, talia, Suecia, Dinamarca después de los programas de
vacunación contra la hepatitis B.

Riesgos

En los EE.UU. niños de edades comprendidas entre los 2 y 6 meses


comenzaron a recibir vacunas contra la hepatitis B en diciembre de
2000, mucho antes de que se revisaran sus posibles efectos adversos.
Desde esa fecha, se han registrado más de 36.000 reacciones
adversas con 440 muertes en niños vacunados, pero la verdadera
incidencia es mucho mayor, pues la presentación de informes es
voluntaria por lo que sólo aproximadamente el 10% de las reacciones
adversas fueron admitidas. Esto significa que posiblemente unos 5.000
recién nacidos mueren anualmente de la vacuna contra la hepatitis B.
Los departamentos de epidemiología reconocen que la frecuencia de
reacciones graves a la vacuna contra la hepatitis B es 10 veces mayor
que otras vacunas.

La hepatitis B es una enfermedad de transmisión sexual y por sangre


contaminada, por lo que la incidencia de esta enfermedad debe ser de
cero en los recién nacidos. Un experto en vacunas, el Dr Philip Incao,
establece que "la conclusión evidente es que los riesgos de la vacuna
contra la hepatitis B es muy superior a los beneficios . Sin embargo,
una vez que la vacuna ha sido inyectada, el fabricante ya no es
responsable de las reacciones adversas.

Hay una importante observación poco divulgada, y es que apenas se


ha encontrado cáncer en personas no vacunadas, lo que exige una
explicación. Todas las vacunas producen durante un corto espacio de
tiempo una depresión del inmaduro sistema inmunológico del bebé,
básicamente por el agotamiento de la glándula timo y sus jóvenes
células inmunes. Cada una de estas células podría haberse
multiplicado y convertirse en un ejército de células valiosas para
combatir las infecciones y el crecimiento de células anormales.

La Fundación Arthur en Tucson, Arizona, estima que hasta un 60% de


nuestro sistema inmunológico puede quedar agotado por las múltiples
vacunas (36 actualmente en los niños), quedando un 10% de ellas
irremediablemente perdidas. ¿Pueden los usuarios probar que estas
vacunaciones en masa están perjudicando a los niños? Obviamente
no, y solamente recibirán una reprimenda de los médicos si dudan de
su eficacia e inocuidad.

Se dispone de pruebas fehacientes de que el desarrollo natural del


sistema inmunitario después de la infección por bacterias y virus
habituales en la infancia, hace que madure y aprenda a ser capaz de
combatir las infecciones y las células malignas en el futuro.

El cáncer era una enfermedad muy rara en los años 1890, aumentando
exponencialmente después de las vacunaciones masivas. Esta
evidencia acerca de la lesión del sistema inmunológico por las
vacunas, ofrece una explicación plausible para el doctor Clarke según
la cual sólo las personas vacunadas tienen cáncer. Algunos
cambios desfavorables en la salud se produjeron a principios de 1900
que permitieron los aumentos de casos de cáncer.

Las vacunas son un fenómeno no natural, y supone una alteración al


orden orgánico. El daño también es extensible al asma y las alergias,
pues un estudio efectuado en Nueva Zelanda se reveló que el 23% de
los niños vacunados desarrollaron asma, en comparación con cero en
los niños no vacunados.

En el estudio pivotal, aleatorizado, multicéntrico, se asignaron 882


recién nacidos en una proporción de 3:1 para recibir COMVAX o
PedvaxHIB más RECOMBIVAX HB en distintos lugares de inyección a los
2, 4 y 12 a 15 meses de edad. Los niños también podían haber
recibido las vacunas pediátricas rutinarias. Los niños fueron
controlados diariamente durante cinco días después de cada inyección
en el lugar de la inyección para comprobar las reacciones adversas
sistémicas. Durante este tiempo, las experiencias adversas en los
lactantes que recibieron COMVAX fueron generalmente similares en
tipo y frecuencia a los observados en los lactantes que recibieron
PedvaxHIB más RECOMBIVAX HB.

En este estudio, el laboratorio fabricante imaginó que sería mejor


comparar su vacuna contra la hepatitis B a una mezcla de otras dos
vacunas. ¿Por qué hacen esto? Porque si una sola vacuna se compara
con una mezcla de vacunas, la probabilidad de reacciones adversas
en la "mezcla del grupo de vacunas" es probable que sea mayor, por lo
tanto terminan diciendo que la vacuna contra la hepatitis B parece
relativamente más segura. Esta es la manipulación en su mejor
momento.

Hepatitis b

Si los investigadores querían saber la verdad acerca de los efectos de


las vacunas, sería bastante fácil de descubrir. Echemos un vistazo a la
metodología que utilizan las industrias farmacéuticas para obtener los
resultados que desean. Aquí está, como se explica en los prospectos
de la vacuna contra la hepatitis B:

Diez estudios doble ciego que incluyeron 2 252 sujetos que no


mostraron diferencias significativas en la frecuencia o la gravedad de
las reacciones adversas entre ENGERIX-B y vacunas derivadas de
plasma. En treinta y seis estudios clínicos, se administraron un total de
13.495 dosis de ENGERIX-B a 5.071 adultos sanos y niños inicialmente
seronegativos para los marcadores de la hepatitis B y recién nacidos
sanos. Todos los sujetos fueron controlados durante cuatro días
después de la administración.

Lo que la empresa farmacéutica debería haber hecho es inyectar un


grupo con la vacuna y el otro grupo con un placebo no vacuna (es
decir, solución salina). Lo que la empresa farmacéutica hizo, en cambio,
fue inyectar un grupo con la vacuna contra la hepatitis B, y el otro
grupo con una vacuna diferente. Luego monitorearon ambos grupos y
se encontró que los destinatarios de su vacuna no tuvieron "ninguna
diferencia significativa en la frecuencia o la gravedad de las
reacciones adversas en comparación con los receptores de otras
vacunas” . ¿Qué nos dicen en realidad? Nada. Imagínese que
McDonald pregonan que sus Big Macs "no son más letales que el
Whopper".

Esto es exactamente lo que la compañía farmacéutica ha hecho,


evitando formular la pregunta real acerca de las reacciones adversas a
las vacunas con el anuncio de que su vacuna provoca reacciones más
adversas que... otras vacunas. Pero no nos equivoquemos al
respecto... las reacciones adversas se produjeron en ambos grupos.

Vamos a echar un vistazo de cerca a los prospectos de diversas


compañías farmacéuticas y las vacunas que fabrican. Más importante
aún, vamos a ver cómo las compañías farmacéuticas manipulan los
resultados de seguridad.

Vacuna HIB
En un estudio aleatorizado, doble ciego en EE.UU. se analizó la
vacuna ActHIB, que actuará contra el Haemophilus influenzae tipo b,
responsable de meningitis, y septicemia, y que se administra
concomitantemente con la DTP (difteria, tos ferina y tétanos). Los niños
deben recibir 5 dosis de DPT: a los 2 meses de edad, luego a los 4
meses, a los 6 meses, a los 18 meses (éstas van incluidas en la vacuna
llamada pentavalente), y a los 4-6 años solamente como DPT. En el
estudio realizado a más de 5.000 infantes, se comparó con otro grupo
similar al que se le administró la vacuna contra la hepatitis B. En este
amplio estudio, se observaron las muertes por síndrome de muerte
súbita del lactante (SMSL) y otras causas, pero no fueron diferentes en
los dos grupos. En las primeras cuarenta y ocho horas siguientes a la
vacunación, se observaron dos convulsiones definitivas y tres posibles
después de la vacuna ActHIB y DTP en comparación con ninguno de
los que habían recibido la vacuna de la hepatitis B y DTP.

El estudio correcto debería haber sido comparar quienes recibieron las


vacunas, y quienes recibieron un placebo. Sólo entonces podríamos
saber qué seguras son las vacunas en realidad, a corto plazo. Pero
con el fin de enturbiar los resultados, no sólo no compararon la vacuna
HIB con un placebo, sino que combinaron la vacuna H B con otra
vacuna, y luego probaron contra otras dos vacunas combinadas.
Imagínese una compañía farmacéutica que quisiera probar la
seguridad del Tylenol infantil, mezclándolo con otro medicamento y
luego comparándolo con una mezcla de otros dos fármacos. ¿Cómo
podríamos alguna vez ser capaces de decir si Tylenol es seguro para
nuestros hijos?
CAPÍTULO OCHO
ACCIONES LEGALES

Exenciones legales

No hay duda: la medicina científica ha impuesto su ley y su único


criterio, con la complacencia y el apoyo de los gobiernos. Como si de
una inquisición nueva se tratase, toda materia o conclusión que no sea
la basada en la química y la cirugía, es criticada, eliminada y con
frecuencia perseguida.

Hay tres posibilidades de la exención en los EE.UU.:

1) Exención Médica: Todos los 50 estados en los EE.UU. permiten una


exención médica. Unos estados permiten la naturopatía autorizada o la
quiropráctica, además del trabajo de sus profesionales. Sin embargo,
los pocos pediatras que se atreven a cuestionar la eficacia y hablan
del riesgo de las vacunas, no son escuchados. La epilepsia, las
alergias severas, y las reacciones adversas no se consideran como
una señal de alerta a tener en cuenta.

2) Exención Religiosa: Casi todos los estados permiten una exención


religiosa. Esto permite que los creyentes de alguna organización
religiosa establecida, no tengan que acatar criterios médicos
obligatoriamente.

3) Filosófica o personal: Un número creciente de estados en donde no


se puede vulnerar la libertad de vacunarse o no. Generalmente, no
puede prohibirse que los niños no vacunados acudan a las escuelas
públicas y universidades, exceptuando durante la fase eruptiva.

Lograr una exención legal

El Gobierno de Clinton puso en marcha un acelerado programa de


vacunación masiva. Todos los días salieron –y salen- historias de las
diversas leyes estatales obligando a los estadounidenses a inyectarse
estos medicamentos en sus venas, y siempre bajo presión psicológica y
médica, condicionamientos que olvidan que nadie, absolutamente
nadie, puede obligar a otra persona a inyectarse una sustancia.

Ese gobierno y otros muchos, amenazan con no permitir que sus hijos
vayan a la escuela, o no conseguir un trabajo, o cualquier otra cosa
que se pueda imaginar; pero eso no es legal, es una imposición
rayando en las costumbres nazis. Por eso, si nadie habla nunca y se
defienden, es posible que todos nos veamos obligados a soportar
estos horribles venenos.

A menudo, todo lo que se necesita para evitar las vacunaciones, es una


simple forma escrita por uno mismo y dirigida al Senado
norteamericano (cada país tiene su procedimiento) sobre el proyecto
de ley 942 # 3380, con el título: Exención de Inmunizaciones. La
inmunización de una persona no será necesaria para la admisión en
una escuela u otra institución, si el padre o tutor adulto ha asumido la
responsabilidad de su custodia o cuidado en el caso de un menor, o
cuando una persona que solicita la exención mediante una carta o
declaración jurada indica que dicha vacunación es contraria a sus
creencias.
Otra cosa que se puede hacer es ir al médico y solicitar una garantía
de vacunación. Básicamente, lo que está diciendo en este formulario es
que necesita una garantía de que la vacunación le protegerá contra
los males que se pretende, y que no le causará ningún efecto
secundario desagradable, o en caso contrario recibirá un millón de
euros. Y si un médico se niega a firmar este documento, que
seguramente así será, puede negarse a la vacunación.

Estar preparado para la confrontación

Si su médico amenaza o menosprecia, si se niega a tratar la posibilidad


de una opción alternativa a las vacunas, si no le dedica tiempo a
hablar de sus preocupaciones con respecto a las vacunas, o si le
amenaza con quitarle la custodia de sus hijos si no les vacuna, sepa
que tiene derecho a defenderse, incluso legalmente. Usted no es
quien pone las vacunas, no lo olvide; pero sí es quien las rechaza.
Usted no va a hacer daño al médico, pero el médico sí puede hacerle
daño. Recuerde, es su elección y su responsabilidad de educarse
acerca de la vacunación, y su médico le debe tratar con respeto y
trabajar con usted en esto.

Si necesita apoyo, esta página le ayudará:


https://nvicadvocacy.org/members/Home aspx

Si su pediatra o médico se niega a brindar atención médica a usted o


su hijo a menos que se comprometa a poner las vacunas que no
desea, le animo encarecidamente a que tenga el coraje de buscar otro
médico. El acoso, la intimidación y la denegación de asistencia médica,
se está convirtiendo en el modus operandi de la clase médica en un
esfuerzo por detener el cambio de actitud de muchos padres acerca de
las vacunas.

Sin embargo, hay esperanza.

Al menos el 15 por ciento de los médicos jóvenes recientemente


encuestados admiten que están empezando a adoptar un enfoque más
individualizado a las vacunas en respuesta directa a las
preocupaciones de los padres en relación a la seguridad de las
vacunas. Es una buena noticia que hay un número creciente de
médicos jóvenes inteligentes, que prefieren trabajar como socios con
los padres en la toma de decisiones de vacunas personalizadas para
los niños, incluyendo retrasar las vacunaciones hasta que el sistema
inmunitario sea eficaz, o dar a los niños un menor número de vacunas
en el mismo día o seguir prestando la atención médica para esas
familias, que rechazan el uso de una o más vacunas.

CAPÍTULO NUEVE
TESTIMONIOS

Historias reales

Las siguientes historias se refieren a daños relatados por los padres


de niños afectados después de recibir múltiples vacunas. Quisiéramos
saber quién es el responsable y quién debe asumir las consecuencias.

Historia uno

“ La semana pasada mis hija de 5 años de edad, recibió la DTP


(Difteria, tétanos y tosferina), MMR (Sarampión, paperas y rubéola), otra
para la varicela y la vacuna IPV (Polio). Dos días después tuvo al
menos dos crisis parciales complejas que obligó a su hospitalización y
aunque se recuperó el mismo día, tuvo que permanecer allí durante
dos días en observación. El pediatra, así como los médicos de
hospitales, desestimaron nuestra preocupación de que las vacunas
podrían haber sido la causa.

Un día o dos después de regresar del hospital mi hija tenía fiebre alta,
vómitos y diarrea. Se nos dijo que era consecuencias de la enfermedad
anterior, de etiología imprecisa. Se recuperó y ahora parece normal,
capaz de leer y hacer aritmética. Sin embargo, nuestra investigación
acerca de las vacunas nos tiene muy preocupados. ¿Cómo podemos
saber si: a) habrá afecciones neurológicas a largo plazo, incluso
después de la recuperación total, b) si la medicina alternativa puede
ayudar a aliviar otros problemas de las vacunas?”

Respuesta: Su hija recibió una combinación de 8 poderosos fármacos


simultáneamente. Cada fármaco contiene una enfermedad atenuada
(bacterias y virus), además de los estabilizadores y conservantes
tóxicos, como thimerosol (un derivado del mercurio). Lo raro es que no
hubiera reacción en un organismo tan joven. Los médicos se protegen
entre ellos, y aunque alguno quisiera ser sincero no puede hacerlo. La
diarrea y los vómitos fue probable un esfuerzo del organismo para
expulsar los venenosos inyectados a través del aparato digestivo. Si lo
consiguió y ahora está bien, debe felicitarse por ello, aunque debe
alertar a los organismos de sanidad.

Es difícil saber ahora si su hija puede tener o no un daño permanente,


sea físico, mental, neurológico o autoinmune. Si aparecen, ningún
médico lo relacionará con el efecto secundario de las vacunas.

Su segunda cuestión preocupa mucho, puesto que seguramente


querrá impedir que le sigan vacunando en un futuro y desee una
alternativa inocua. Debe poner su caso en manos de un abogado si es
necesario para exigir una protección acorde con sus deseos. Hay
casos que hablan de daño cerebral permanente e incluso de muerte a
raíz de una 2 ª o 3 ª serie de vacunas, a menudo en niños que
reaccionaron ya mal duramente la anterior dosis.

Historia dos

“ Soy madre de un niño de 2 años con autismo. Sus síntomas


comenzaron casi inmediatamente después de una serie de vacunas en
14 meses (9 enfermedades atenuadas se introdujeron en su pequeño
cuerpo en pocos días -el sarampión, la parotiditis, la rubéola, la difteria,
la tos ferina, el tétanos, la poliomielitis, la varicela, y Hib). Nuestras
vidas cambiaron literalmente al revés por el hecho de que antes de ello
nuestro hijo, que estaba sano, ahora padece asma, enfermedad
celíaca, y autismo. Tan pronto como su primer diagnóstico fue
confirmado, busqué información en Internet, algo que a los médicos les
molesta, pues prefieren a los pacientes ignorantes. Mi deseo era
encontrar datos para ayudar a mi hijo.

Hasta ahora, está en terapia ocupacional, del habla, y de grupo. La


próxima semana comienza la musicoterapia, y la semana siguiente va a
comenzar la terapia conductual.
Mi hijo tiene vómitos y diarrea crónica que son atribuibles a su
enfermedad celíaca (vómitos hasta cinco días a la semana, a menudo
más de una vez al día), y ha retrocedido en su desarrollo. He perdido
el uso del idioma y el pasado fin de semana he escuchado la palabra
"Mamá" ¡por primera vez en nueve meses! Y para dolor de mi esposo,
que no ha escuchado "Papá" en un año. Me enfurece el
comportamiento de los médicos por no querer asumir su
responsabilidad por lo que han hecho a mi hijo, sobre todo porque no
encuentro modo de demostrar lo que es evidente. Ellos siempre
pretenden demostrar que mi hijo era innato del autismo, aunque se
había desarrollado normalmente durante los primeros 14 meses de
vida, justo antes de la vacunación masiva” .

Historia tres

“ Mi hijo ha tenido el ojo de color rosa en el momento de sus


inmunizaciones. Sin embargo, cuando le pregunté al médico si las
advertencias en letra pequeña que llevan los prospectos relativas a
personas inmunodeprimidas se podían aplicar a mi hijo, y sobre el
hecho de que se le habían aplicado las vacunas cuando acababa de
recuperarse de una infección del oído, se me dijo que ese texto era
referido a las personas con cáncer y a los ancianos.

Inmuno comprometidos significa que su sistema inmunológico no está


funcionando al máximo rendimiento, es decir, que no está enfermo,
pero puede estarlo mañana mismo. Siguió explicando que el ojo rosa
no es mortal, aunque era un indicio que su sistema inmunológico no
estaba normal y que todavía se estaba recuperando. Tras haber
obtenido su historial médico del pediatra (no sin algunos problemas
"¿Para qué lo quiere?" "No importa, tengo derecho a verlos". "Bueno,
llevará 5 a 7 días laborables obtener una fotocopia, y ahora no se los
puedo enseñar en la pantalla".)

Fugazmente veo una nota de la enfermera que atendió a mi hijo dos


semanas anteriores a sus inmunizaciones por la infección del oído. Ella
había escrito en letras mayúsculas que yo había REHUSADO darle las
vacunas correspondientes a pesar de que ya tenía una cita
programada dentro de dos semanas. Mi razón para ello es que en ese
momento tenía una infección del oído y no quería darle ninguna otra
cosa que le fuera a empeorar. Era mi derecho y mi intuición.

Historia cuatro

“ Algo en mi mente siempre se ha opuesto a las inyecciones, y no por el


hecho de ver a mis hijos llorar, porque sé que el dolor de una inyección
es momentáneo y los beneficios compensan ese dolor momentáneo.
Más bien, lo único es que no me siento segura de estar haciendo lo
correcto. Los médicos operan bajo su hipótesis de que "uno entre
millón" tiene complicaciones, pero si vacunan a un millón de niños al
día, entonces cada día un niño tendría complicaciones. De cualquier
modo, creo que esa estadística de los millones se la han inventado
para tranquilizarnos” .

Historia cinco

“ Me he negado a permitir que la vacuna Hep B, que se administra


ahora a todos los niños, se la pongan a mis hijos. Las dos veces que lo
intentaron alegué que sus cuerpos eran demasiado inmaduros como
para asumir ese medicamento. ¿Qué si tiene que ver la inmadurez de
su sistema inmunitario con el peligro de las vacunas? Totalmente, pues
esos medicamentos es ahí donde actúan. Como no hay estudios fiables
sobre los efectos de las vacunas, no quiero exponer a mis hijos a una
enfermedad inoculada.

Sin embargo, no seguí mi instinto inicial contra las vacunas hasta que
fue demasiado tarde. Ahora he rechazado nuevas dosis de vacunas y
quiero investigar primero. Me gustaría saber la forma en que pensaban
que mi pequeño hijo iba a contagiarse de la Hepatitis B o la difteria, si
obviamente no era sexualmente activo (¿no es eso la principal fuente
de Hepatitis B?), ni viven en la miseria (creo que mi casa es
higiénicamente saludable). Después de permitir que le vacunaran
anteriormente, parece tonto no permitir su posterior dosis. Quizá es que
soy consciente de lo que significa acumulación o sobredosis.

Mi pregunta es la siguiente: ¿Por qué el gobierno paga para vacunar a


miles de niños y subvenciona la investigación de nuevas vacunas, y
luego tiene que pagar millones en indemnizaciones por los daños,
además de dedicar tiempo y dinero en cuidar a los miles de niños que
necesitan atención toda la vida por esos daños? Además, hay millones
de adultos y especialmente personas mayores, afectados por las
vacunas que recibieron de pequeños. Que alguien me lo explique:
¿Por qué no hay investigación sobre los efectos perjudiciales de las
vacunas?”

Historia seis

“ Hola, soy homeópata y quis iera hablar de un tema que ha tocado a mi


propia familia. Mi hermano y mi hermana habían tenido recientemente
un bebé. Este bebé recibió dosis de vacunas cuando tenía 3 ½ meses.
Los padres nunca fueron informados sobre los posibles efectos
secundarios; algunos potencialmente tan peligrosos como el daño
cerebral o la muerte.

Recibí una llamada de la madre tres días después de las vacunas: Mi


hijo está enfermo. Tiene vómitos, está irritable, no ha dormido en tres
días, grita, lloriquea, tiene convulsiones del lado derecho, y se niega a
tomar el pecho.

Le hice sólo dos preguntas: ¿Está vacunado, y cuándo? Ella dijo, "Fue
vacunada de la poliomielitis, la meningitis, la hepatitis y DPT.
Inmediatamente después, todos los síntomas se empezaron a
desarrollar. En la 3 ª día, fueron más violentos". Le dije que la vería en
el hospital de emergencia. Me reuní con ellos y allí estaban los informes
sobre las vacunas que el bebé había en los archivos del hospital.

Se realizaron pruebas (sangre, orina, y un TAC). El escaneo cerebral


mostró una hemorragia cerebral del tamaño de una pelota de golf,
pero todos los doctores de los dos hospitales (El Centro Médico y del
Hospital de Niños) negaron que el daño cerebral fuera de las vacunas,
alegando que nació con él. Le quisieron hacer cirugía cerebral ASAP,
pero los padres se negaron.

Con el consentimiento de los padres se les administraron remedios


homeopáticos y a los 20 minutos hubo un cambio notable. El bebé cayó
en un profundo sueño (después de convulsionar 24 horas) y cuando
se despertó todo fue como la seda. Todos los TAC demostraron que la
hemorragia cerebral había cesado, pero los médicos no lo atribuyeron
a la homeopatía. También se volvieron mudos en cuanto a la relación
entre las vacunas y las patologías” .

Historia siete

“ Le escribo porque tengo un problema inusual. Mi hija de 5 meses de


edad, recibió la segunda serie de vacunas el viernes. El lunes, la fiebre
sobrepasó los 40º, permaneciendo casi igual el martes por la mañana y
por la noche nueva subida. Le dimos más Tylenol y un baño para bajar
la temperatura corporal. Quince minutos más tarde su fiebre se redujo
un poco, pero 15 minutos más tarde, volvió a subir. Fuimos a urgencias
y le hicieron un análisis de sangre, radiografía de tórax y pruebas de
orina. Nos volvimos con ella a casa, pues dijeron que probablemente
había un virus.

Bueno, el lunes su fiebre siguió alta, lo mismo que el martes. Pero


entonces, cuando le cambié el pañal me di cuenta de que había un
sarpullido en toda su espalda, el estómago y la cabeza. Llamé al
médico y dijo que es roséola. Dijo que se trataba de un virus, y que
podría haber causado la fiebre y que la mayoría de las reacciones a
las vacunas suceden dentro de 72 horas. Sin embargo, dijo que no
había manera de estar seguros de que las vacunas no eran las
responsables de la fiebre. Dijo que si le provocó una fiebre de 40,
podría ser peor con otra dosis. Sin embargo, también dijo que si se
administrara la vacuna de la tos ferina, podría ser mortal. Dijo que era
una decisión dura y que me la dejaba a mí.

La niña no ha vuelto a recibir vacunas, pero estoy tratando de


conseguir toda la información y asesoramiento que pueda recibir antes
de tomar la mejor opción. Siendo sincera, debo decir que tengo cinco
niños mayores y la peor reacción a las vacunas fue dolor en las
piernas” .

Historia ocho

“ Mi sobrina se ha tenido que vacunar para poder ser admitida en el


jardín de infancia y la semana pasada tuvo una reacción que nos dio
miedo. Tras salir de la oficina de salud y subir al coche, le dijo a su
madre que se sentía enferma en el estómago y luego se desvaneció.
Dejó de respirar y se orinó encima. A continuación, su cuerpo comenzó
a convulsionarse. Su madre corrió de nuevo a la consulta médica y allí
no pudieron encontrarla el pulso. Se prepararon para iniciar RCP y
llamaron al servicio de emergencia. Entonces se despertó. Sus
palabras fueron incoherentes y tenía arritmias. Se la llevaron al
hospital y allí dijo que tenía miedo de las vacunas, pero la dijeron que
esa no fue la causa. Posteriormente, otros especialistas nos
aseguraron que había sido una reacción a las vacunas y que existía
un grave riesgo si volvía a vacunarse” .

Historia nueve

“ Quisiera haceros saber que casi se muere mi hija, al insistir su


pediatra que la vacunásemos. Al nacer, mi bebé ya movía su cabeza y
miraba alrededor. Tenía muchas señales de ser una niña con talento y
obtuvo un 10 en el test de APGAR.

Cuando tenía dos meses de edad, la llevé a su chequeo mensual y lo


que sucedió allí no lo olvidaré nunca, y voy a decirle a todo el mundo
los peligros de estas vacunas. La primera cosa que hicieron a mi pobre
bebé fue darle una vacuna contra la poliomielitis y luego otra que le
pusieron en su pierna derecha y, a continuación, hundieron otra aguja
en su pierna izquierda. Ella gritó como nunca antes y este grito era muy
diferente a cualquier grito anterior. Aun así, volvimos a casa creyendo
lo que el doctor nos había dicho, que todo era normal. Esa noche,
comenzó a actuar de manera muy diferente a lo habitual. Lanzó gritos
de manera dolorosa, y sus pequeñas lágrimas podría haber hecho un
río. Su respiración era superficial, y apenas era perceptible. Llamamos
al "médico" (utilizo este término con ligereza), y nos dijo que esto era
normal, y que solamente le llamásemos durante las horas de oficina
normales.

Sólo quiero decir esto, y que tenemos suerte de que nuestra hija siga
aquí con nosotros, donde ella pertenece. Huelga decir que ahora
estoy bien informada sobre las vacunas, y nunca permitiré otro médico
que ponga en peligro su vida preciosa. Espero que todos los padres
se informen sobre este tema para poder tomar una decisión sobre la
aprobación de poner vacunas a sus hijos.

Historia diez

“ Mi bebé nació a término y fue un perfecto niño lactante durante los


dos primeros meses de su vida. A los dos meses de edad, recibió sus
primeras inmunizaciones. Me acuerdo de su muslo derecho con una
horriblemente hinchazón y la salida de un gran bulto duro durante
semanas. Desde ese momento comenzó el llanto inconsolable. Pensé
que eran cólicos. A los cuatro meses, nuestro hijo recibió otra ronda de
pinchazos. En ese momento es cuando los verdaderos problemas
comenzaron y empezó a tener problemas para respirar. Pensé que
estaba teniendo una reacción alérgica a las vacunas y llamé al médico
que me recomendó tylenol. Alrededor de las 2:00 horas (después de
aproximadamente 12 horas de constante llanto y tomando únicamente
agua), le llevé a urgencias. Allí prácticamente se rieron de mí y las
enfermeras dijeron que todos los bebés tienen problemas con las
inyecciones, pero me permitieron ver a un médico. El doctor quiso
descartar neumonía, por lo que hicieron una radiografía de tórax y
confirmaron ese diagnóstico. Volvimos a casa con los antibióticos y
pronto informé al médico de familia y una semana más tarde le hicieron
otra radiografía de tórax, confirmando lo de la neumonía, sin cambios.

Nuestro hijo estaba aún muy irritable, básicamente lloraba hasta que
se desvanecía de agotamiento, a pesar de que comía. Después de una
2 ª visita a la consulta del médico, y otro de rayos X, el médico dijo que
todavía no había cambios en el pulmón derecho y que aún tenía
neumonía. Me recomendó ir a un especialista de pulmón quien nos dijo
que pensaba que era algo que tenía en el pulmón derecho, que
podría ser un hematoma. Hemos tenido un broncoscopia, pruebas de
asma, y también se han buscado bacterias en su pulmón derecho. Le
pusieron tratamiento durante 21 días y hasta tuvo respiración asistida
por el asma. La recomendación siguiente fue visitar a un especialista
del aparato digestivo” .

Historia once

“ Un viernes llevé a hija de 16 meses de edad al médico para un


examen de rutina. Fue allí que el médico le administró la MMR y el
último refuerzo de la DTaP. Menos de dos semanas después tuve que
llevarla al hospital por tener una fiebre muy alta. La dieron de alta y la
fiebre continuó una semana y después un día se despertó con un dolor
agonizante y altos gritos. También tenía la cabeza congestionada.
Llamé al médico y le recetó ibuprofeno para niños, y baños templados
cada 5 horas. Cuando la llevé a la consulta estaba más juguetón y sus
síntomas fueron tratados como una infección del oído. Esa noche se
acostó bien, pero se despertó a media noche llorando y de nuevo
subió la fiebre. Entonces le di el ibuprofeno, un poco de agua y una
cookie que rechazó con la mirada perdida. Así continuó un tiempo que
me pareció una eternidad, sin responderme, sin llorar ni hablar. Llamé
al servicio de emergencias médicas y la ingresaron. Sin embargo, me di
cuenta de su extraño respirar y el bajo nivel de oxígeno que
mostraban las máquinas. Llegaron los médicos y vieron que había
dejado de respirar. Poco a poco comenzó a respirar, se despertó y fue
trasladada al hospital infantil. Se sometió a pruebas para saber el
origen de las convulsiones y la falta de respiración, pero no lo
averiguaron, aunque alegaron que sería un virus o tal vez "algo"
hereditario combinado. Su TAC, las pruebas de laboratorio de sangre y
orina, así como el EEG eran normales, pero seguía con la fiebre y el
malestar que manifestaba con los llantos. Ella nació un bebé sano, y le
di el pecho durante 13 meses. Cuando le administraron las vacunas de
“ rutina” comenzó la fiebre, diarrea, malestar, etc. Los médicos me
dijeron que los beneficios superan a los riesgos, pero no sé a qué
beneficios se refieren. Los pediatras se ríen de nosotros cuando les
manifestamos nuestro temor y se quitan responsabilidades cuando
aparecen los efectos secundarios. Yo, lo único que sé, es que mi bebé
era feliz, estaba sano, pero ahora, está siempre irritable y no puede
mantener su atención sobre una cosa durante demasiado tiempo” .

Historia doce
“ Nuestra hermosa hija nació en febrero y murió en abril. Lo más notorio
fue que el día en que murió, la había llevado al hospital para su
chequeo de dos meses. El médico me dijo que estaba perfecta y le
pusieron cuatro inyecciones de vacunas. Le dije que cuatro me parecía
mucho y me dijo que era normal y que era mejor darle todas en una
edad tan temprana. Esa noche, después de su alimentación, se durmió
y murió 45 minutos más tarde. Le dije a la policía, al médico forense y a
los investigadores que antes de esas vacunas estaba perfectamente.
Pero después de tres semanas, cuando hubo los resultados de la
autopsia, dijeron que esas muertes súbitas eran habituales en los
niños pequeños, pero lo cierto es que mi hija murió el día de las
vacunas” .

Historia trece

“ Soy el padre de un niño de 3 años de edad que está afectado del


Síndrome de Guillain-Barré (GBS). Mi pregunta es acerca de la posible
relación con las vacunaciones que se le han puesto seis semanas
antes y que le han dejado casi totalmente paralizado. Ha recibido en la
misma ocasión, la vacuna de la poliomielitis, la hepatitis B, y DPT. En ese
momento tenía 13 meses. Nosotros, como padres, estamos convencidos
de que la vacunación causó un desequilibrio neurológico que más
tarde apareció después de la vacuna de la gripe estacional y porcina.
Ahora estamos preparando una demanda judicial, si es que podemos
tener fuerzas, pero necesitamos algunas pruebas neurológicas para
demostrarlo”
Respuesta: Los trastornos neurológicos son comunes después de la
administración de estas las vacunas. Habitualmente se declaran
también después de la vacuna de la hepatitis B que está asociada a la
esclerosis múltiple, y similares diagnósticos (es decir, GBS).

CAPÍTULO DIEZ
LA ALTERNATIVA NATURAL

Bien, usted ha decidido no vacunarse nunca más e incluso puede que


necesite tomar esta misma determinación ante las vacunas de sus hijos
menores. Lo que ahora le proponemos es similar a lo que los
defensores de las vacunas le han dicho, en el sentido de mejorar su
sistema inmunitario para que sepa defenderse ante las posibles
agresiones bacterianas. La diferencia estriba en la efectividad y la
inocuidad.

Con los elementos que a continuación le describimos estará


reforzando eficazmente su sistema inmunitario, no solamente contra un
pequeño número de enfermedades infecciosas, sino contra todas,
incluso contra aquellas aún desconocidas. Sus células inmunitarias no
necesitan poner nombre a un agente patógeno; simplemente la atacan
y destruyen.

Los nutrientes, plantas y alimentos que a continuación le describimos,


se encuentran en venta libre y la mayoría pueden ser utilizados por
cualquier persona, ajustando la dosis según la edad. Sin embargo, la
parte más sugestiva es que no causan efectos secundarios y, muy al
contrario, reforzarán todo su conjunto orgánico.
Todavía no entendemos por qué no se pueden comprar con cargo a
los servicios estatales de salud.
REFORZAR EL SISTEMA INMUNITARIO

Vitaminas y minerales

Vitamina C
Funciones principales:

Es necesaria para la elaboración del cemento intercelular, para el


crecimiento y la regeneración de tejidos, estimulando, por tanto, la
cicatrización en las heridas.

Posee un efecto estimulante de la actividad fagocitaria de los linfocitos,


ayuda a la formación de los anticuerpos y es componente esencial de
las fibras colágenas. Mejora la resistencia orgánica en caso de
infecciones y estimula la formación de hormonas suprarrenales.

Posee actividad inhibidora en los procesos alérgicos y es antitóxica


frente a numerosos agentes patógenos, ya sean medicamentosos,
ambientales o alimentarios.

Ayuda al mantenimiento del tejido conectivo, tejido osteoide del hueso


y la dentina de los dientes.
Es necesaria para la recuperación de la piel en las quemaduras. Actúa
sobre todas las glándulas endocrinas y se la encuentra a nivel del
hígado y los músculos.

Estimula el metabolismo intermedio y la respiración celular y favorece la


hematopoyesis.
Mejora la coagulación de la sangre haciendo más activa la trombina y
obra en sinergia con la vitamina P en la protección de la pared
vascular.

Estabiliza las sales ferrosas.


Posee una moderada acción diurética.

Cobre
Funciones principales:

Refuerza el sistema inmunitario a través de su acción sobre los


leucocitos.
Favorece la formación de anticuerpos y antitoxinas en sinergia con la
vitamina C.

Interviene junto al hierro en la síntesis de la hemoglobina, siendo


imprescindible para la absorción, metabolización y disponibilidad de
este mineral.

Interviene en el desarrollo y mantenimiento de los huesos.


Imprescindible en la formación de la melanina a través de su acción en
el metabolismo del aminoácido tirosina.
Necesario para la coordinación muscular y la fuerza motriz. Interviene
en el metabolismo de las proteínas y la producción del RNA.
Protege a la vaina de mielina ayudando al metabolismo de los
fosfolípidos.
Estimula el crecimiento sano del cabello y su pigmentación.

Es un potente antiinflamatorio y estimula la producción de corticoides


orgánicos.
Aumenta la resistencia de las articulaciones y el tejido cartilaginoso a
las inflamaciones.

Es co-factor de numerosas enzimas, entre ellas algunas que impiden la


acción de los radicales libres, teniendo así una función antioxidante
indirecta.

Favorece la respiración celular.


Incrementa la producción de hormonas suprarrenales y tiroideas.

Controla el exceso de colesterol y evita la excesiva coagulación


sanguínea.

Zinc
Funciones principales:
Estimula el sistema inmunitario a través de los linfocitos T-4. Es decisivo
para el crecimiento de los niños.

Es necesario para el correcto funcionamiento del aparato genital,


especialmente el masculino, interviniendo en la formación del líquido
seminal y el buen funcionamiento de la próstata.

Protege a los ácidos nucleicos ADN y RNA, así como a la membrana de


las células.

Favorece la utilización del ácido láctico y es antagonista del cobre.


Regula el páncreas, la hipófisis y los órganos genitales.

Mantiene las glándulas suprarrenales en buen estado y su capacidad


de adaptación.
Mantiene los órganos del gusto, el olfato y la visión en buen estado.
Previene del envejecimiento prematuro.

Selenio
Funciones principales:
Como preventivo de la muerte súbita infantil.
Intoxicaciones medicamentosas, alcohólicas o por drogas. Síndrome de
inmunodeficiencia.
Es un potente y eficaz antioxidante.

Mantiene en buen estado las funciones hepáticas, cardiacas y


reproductoras.
Colabora en la elasticidad cutánea y tendinosa, así como en el buen
estado de las articulaciones.

Es necesario en la síntesis de las prostaglandinas, la formación del


semen, la formación de la coenzima Q y las defensas orgánicas
inespecíficas.

Por su acción antioxidante previene del cáncer, el envejecimiento


prematuro, las alteraciones de la piel y el cabello, la diabetes, así como
la falta de vigor muscular.

Glutatión
Funciones principales:

Protege a la célula contra la acción de los radicales libres H2 O2,


además de proteger a los lípidos de la membrana celular de la
peroxidación.
Decisivo en la recuperación de las vitaminas C (ácido ascórbico) y E
(alfa-tocoferol), después de participar en la eliminación de radicales
libres generados in situ o a distancia.
Interviene además en la detoxificación de compuestos xenobióticos,
aquellos generados en un laboratorio y que son extraños para el
cuerpo.

En el almacenamiento y transporte de cisteína.


En la regulación del balance redox de la célula, el equilibrio entre
radicales libres y antioxidantes.

En el metabolismo de los leucotrienos y las prostaglandinas. En la


síntesis de los desoxirribonucleótidos.
Importante en la función inmunológica y la proliferación celular.

Plantas medicinales

Té verde

Posee elementos químicos llamados alquilaminas, que se encuentran


presentes también en algunos virus y bacterias, por lo que consumirlo
prepara al sistema inmunológico para poder enfrentarlos
adecuadamente.

Actúa sobre los telómeros, impidiendo su acortamiento.

Astrágalo
Propiedades medicinales:
Intensifica la fagocitosis de los sistemas retículo-endoteliales
Estimula la producción natural de interferón por el cuerpo humano y,
además, potencia la actividad de este importante inmunomodulador.
Aumenta la actividad de los Linfocitos T.

Puede disminuir la hiperactividad inmune en pacientes con lupus


eritematoso sistémico, esclerosis múltiple y miastenia gravis. Estimula la
producción de interferón y mejora la movilidad de los espermatozoides.
Se recomienda en cualquier enfermedad que cause daños en el
sistema linfático, hepático y defensivo en general.
También, y de modo especial, en Cáncer y SIDA.
Es la planta más importante para la longevidad, al actuar sobre el
acortamiento de los telómeros cromosómicos.

Equinácea
Propiedades medicinales:
Antibiótica y antitérmica.

Es un excelente antibiótico natural que estimula, además, el sistema


defensivo.
Baja la fiebre, es antiinflamatorio y analgésico, pudiéndose emplear
incluso en afecciones vírales.

Estimula la producción de interferón


Inhibe las enzimas hialuronidasas en las bacterias

Aumenta la actividad de los fagocitos séricos y tisulares, acelera y


refuerza los fibroblastos, y eleva los niveles de properdina, indicador
de la respuesta del organismo ante una infección.

Es eficaz en la inflamación de los ganglios linfáticos, los abscesos,


mastitis, fiebre puerperal, erisipela, úlceras varicosas.

Uña de gato
Propiedades medicinales:
Inflamaciones en general
Infecciones víricas, enfermedades autoinmunes.

Se le reconocen, especialmente, importantes acciones sobre el sistema


inmunitario y en el aumento de los leucocitos. Los últimos estudios
demuestran efectos benéficos en la mitosis celular y retrasa o impide la
implantación de células tumorales.

Orégano
Propiedades medicinales:
Carminativo, expectorante y antiséptico.

Mejora las digestiones, impide la formación de gases y tiene efecto


tónico general.
Ayuda a producir la menstruación y suaviza las vías respiratorias. Su
aceite esencial posee propiedades antibióticas.

Tomillo
Es el mejor antibiótico natural disponible.
Es estimulante, balsámico y carminativo.

Eficaz en infecciones de vías respiratorias, especialmente amigdalitis,


enfisema, bronquitis y tos irritativa.
Insuficiencia biliar, digestiones lentas, gases intestinales, parásitos y
falta de apetito.
Estimulante nervioso y cerebral, cansancio.
Externamente para curar infecciones de piel, vaginitis, estomatitis y
contra la caída del cabello.

Ajo
Es antiséptico, balsámico, antihelmíntico, hipotensor y diurético.

Se le reconocen propiedades como rejuvenecedor y restaurador


arterial.

Es eficaz por su efecto antibiótico en las enfermedades del aparato


bronquial ya que al eliminarse por el aliento ejerce un efecto local muy
poderoso como bactericida.

Se le reconocen propiedades contra el cáncer.


Mejora también la diabetes, la gripe y los enfriamientos, teniendo en
estos casos un efecto bactericida potente.
Elimina los parásitos intestinales, previene la trombosis y alivia la
claudicación intermitente.
Jengibre

Alivia las náuseas y los mareos producidos por los viajes, también los
vómitos matutinos de embarazada, y aquellos que son ocasionados por
intolerancias medicamentosas.

Es antiespasmódico, mejora la digestión de las grasas, y se emplean en


las enfermedades producidas por frío, pues genera calor interno. Se le
atribuyen propiedades para estimular las defensas.
Como antiinflamatorio y para reducir el colesterol y la hipertensión.

Otros
Propóleos
Acción sobre el sistema inmunitario:

Uno de los mejores índices de la respuesta inmunológica del


organismo es la reacción plasmocitaria, y en este sentido los
experimentos han demostrado que el extracto de Própolis estimula
esta reacción y con ella la formación de anticuerpos en los órganos
linfáticos, tanto regionales como periféricos.

Es probable que estimule la actividad de los macrófagos, factor que


contribuye a la desaparición de las bacterias del lugar de la infección.

Cuando se administra Própolis conjuntamente con antibióticos las


defensas naturales quedan menos afectadas e incluso en algunos
casos aumentadas y, por tanto, más eficaces.

Asociándolo con antitoxinas específicas se potencia la formación de


anticuerpos (específicos y no específicos), la acción fagocitaria y el
contenido de gammaglobulinas.

La acción inmunológica del Própolis depende mucho de su forma


galénica y en este sentido son más eficaces los extractos
hidroalcohólicos, mientras que mezclado con etanol pierde parte de
sus propiedades, aunque parece que conserva su acción
antibacteriana.

La absorción, asimilación y disponibilidad del Própolis es muy alta,


comprobándose que aumenta la fagocitosis (proceso por el cual las
amebas y los fagocitos engloban y digieren otros cuerpos), que
produce un equilibrio en los monocitos y un aumento de los linfocitos
T3.
En resumen, sabemos casi con seguridad que estimula la desaparición
de los microorganismos patógenos y que después de un tratamiento,
preventivo o curativo, quedan reforzadas las defensas naturales para
un tiempo prolongado.

Reishi
Propiedades medicinales:

Su acción sobre las defensas orgánicas es bastante enérgica,


permitiendo desencadenar un proceso autocurativo eficaz en diversas
patologías.

En 1990, investigadores del Centro de Ciencias de la Salud de la


Universidad de Texas en San Antonio, encontraron que el Reishi
mejora sensiblemente enfermedades como la tortícolis, hombros
rígidos, conjuntivitis, bronquitis y reumatismo, lo que indudablemente se
logra gracias a la complejidad de su composición química.

Es igualmente importante su efecto antiinflamatorio, quizá debido a su


acción sobre las prostaglandinas, unas sustancias que regulan los
procesos que dan lugar a la inflamación.

De igual modo, sus propiedades como adaptógeno son notorias, lo


que le convierte en un suplemento nutritivo para ser empleado incluso
sin una enfermedad orgánica manifiesta.

Cordyceps sinensis
Propiedades medicinales:
Para tratar el asma, insuficiencias de riñón y pulmón, tuberculosis,
enfisemas pulmonares, carcinomas de pulmón, hemoptisis, sudoración
espontánea y sudoración nocturna, impotencia, espermatorrea, dolor
lumbar, psoriasis, cansancio crónico, anemia.

En el sistema inmunitario, se comporta como un antibiótico natural muy


efectivo.
Es inmunomodulador y aumenta la resistencia contra los agentes
patógenos.

Homeopatía

La homeopatía actúa de modo especial sobre el síntoma, obligando al


sistema orgánico e inmunitario a que reaccione ante la enfermedad.

Los siguientes remedios, por tanto, serían adecuados para controlar


los efectos secundarios de las vacunas, incluso aquellos que
sospechamos se han declarado con el paso de los años.

Calcárea carbónica
De aplicación en niños que padezcan problemas de garganta, otitis,
bronquitis, trastornos del crecimiento y eczemas.
En el raquitismo, espasmos infantiles, tuberculosis cutánea, sudores en
la cabeza.
Heces ácidas, vómitos ácidos, menstruaciones prolongadas y
abundantes, y tumefacción de los ganglios linfáticos.
En los adultos obesos, especialmente si padecen gota, diabetes,
hipertensión, pólipos, migrañas y/o artrosis.
Para el exceso de flujo en las niñas, en la menstruación prematura y la
leucorrea.

Silícea
Para casos de raquitismo y poco desarrollo óseo y dental. Parásitos
intestinales y reacción posvacunal.
En la tendencia al enfriamiento y las infecciones invernales. Aumento
de los ganglios linfáticos.

Para mejorar el carácter y el rendimiento escolar, lo mismo que para


corregir el miedo y la timidez.
En las afecciones de piel, uñas y fístulas, en los pies helados y
sudorosos.
Parotiditis, forúnculos y acné.
Tuberculosis cutánea, dermatitis, fístulas anales, ganglios linfáticos
aumentados.
Mercurius
En los problemas de garganta como amigdalitis, gingivitis, paperas y
estomatitis.
En las afecciones urinarias y genitales.
Trastornos emocionales.

Belladona
Dificultades en la deglución.
Dolores cólicos que mejoran al inclinar el tronco hacia atrás.

Dolor de cabeza pulsátil y especialmente durante las enfermedades


con fiebre o después de la exposición al sol.
Fotofobia, conjuntivitis sin lagrimeo, dolores del oído derecho que se
extienden al rostro.
Garganta seca con dolor al tragar y amigdalitis del lado derecho.
Espasmos por fiebre, con pesadillas.
Enfermedades eruptivas infantiles.

Hepar sulphur
Sinusitis, amigdalitis supuradas, pielonefritis.

Conjuntivitis, edemas, inflamaciones de los párpados y de la conjuntiva.


En el mal olor corporal y en general, en los problemas de piel crónicos
y recurrentes.
Dolor de cabeza en el lado derecho y la base de la nariz,
especialmente causado por el viento frío.

Dolor de oídos que se alivia con el calor, sensación de tener una astilla
clavada en la garganta con ronquera, y amigdalitis que se alivia al
tomar líquidos calientes.

Úlceras cutáneas y ampollas muy sensibles al tacto, y fiebre ligera con


mucho sudor.
Kalium bichromicum
Es eficaz en las patologías de vías respiratorias altas, incluida la
amigdalitis.

En las lumbalgias, ciática y tendinitis.


Afecciones de piel que cursen con eczemas, úlceras y varicosas.
Trastornos de la mujer tipo leucorrea o metritis.

Sales de Schüssler
Actuarían modificando el terreno, esto es, la predisposición mórbida a
padecer determinadas enfermedades. En este sentido, puede
emplearse como preventivo de la agresión bacteriana.

Ferrum phosphoricum comprimidos: 1/2 a 1 comprimido / 3 veces al


día (por la mañana, al mediodía y por la noche) / durante 1 mes.

Magnesium phosphoricum comprimidos: 1/2 a 1 comprimido / 3 veces


al día (por la mañana, al mediodía y por la noche) / durante 1 mes.

Kalium sulfuricum comprimidos: 1/2 a 1 comprimido / 3 veces al día


(por la mañana, al mediodía y por la noche) / durante 1 mes.
No he escrito este libro pensando en molestar o agradar a los
médicos. Mi único interés son los enfermos.

También podría gustarte