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FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS - UNCUYO

COMPRENSIÓN Y PRODUCCIÓN DE TEXTOS ACADÉMICOS MARTIN ALBARRACIN

LA SUPERIORIDAD DE LA ORALIDAD SOBRE LA ESCRITURA EN EL MITO THEUTH Y THAMUS

INTRODUCCIÓN

En el tramo final del Fedro, Sócrates lleva a cabo la narración del mito de Theud y Thamus.
En este mito, Platón deja sentado su pensamiento sobre la escritura y su deficiencia sobre la
memoria, resaltando a la oralidad como el verdadero fármaco para la memoria. Con la composición
de este mito se deja plasmada una de las críticas más importantes a la escritura de toda la obra
platónica; y la vez destaca la importancia del lenguaje hablado.

Esta crítica al discurso escrito, lleva a una comparación con otras artes, como la pintura. En
el mito Platón deja ver la imposibilidad de respuesta de un discurso escrito como también así la de
una pintura. Posteriormente, también se plantea una analogía entre la oralidad y el cultivo de un
labrador, en el que se demuestra que el lenguaje escrito es incapaz de enseñar adecuadamente la
verdad.

Dicho esto, la finalidad de este informe es abordar el juicio que Platón hace a la escritura
utilizando como recurso el mito de Theud y Thamus, también abordar su relación con la memoria y
la pintura; por ultimo distinguir el uso de la escritura y la oralidad en la vida y propósito del filósofo.

Para llevar a cabo con mayor rigurosidad el objetivo de este informe, se utilizará como
fuente principal, además del diálogo original (Edición Gredos, 274b-275c), el tomo IV de Historia
de la filosofía griega del filólogo escocés William Guthrie; quien analiza detenidamente el mito de
Theud y Thamus. Asimismo, se empleará el libro escrito por Giovanni Reale Platón, en busca de la
sabiduría secreta; en donde el autor examina el empleo de la oralidad en el filósofo para transmitir
la verdad.

En la introducción del Fedro de la edición Gredos, Iñigo Lledo señala que “ningún otro mito
expresa con mayor fuerza y originalidad el pensamiento platónico”; este trabajo se propone
finalmente lograr un análisis comprensible del mito para poder extraer esa fuerza y originalidad
mencionada por Lledó
1-La cuestión de la escritura como fármaco para la memoria

1.1. Propuesta de Theuth

El mito de Theuth y Thamus es narrado cuando la conversación entre Socrates y Fedro está
llegando a su final, en la cual ya habían tenido una conversación previa sobre la retórica. En este
tramo, Platón utiliza el mito como medio para criticar a la escritura. Este recurso, más que una
expresión de la fantasía, es expresión de fe y de creencia; se convierte en una especie de fe
razonada: el mito busca una aclaración mediante el logos y el logos busca un complemento en el
mito (Giovanni y Antiseri, 1995).

Es así como Platón -mediante Sócrates- comienza a relatar el mito. Theud y Thamus, eran
dioses egipcios, pertenecientes a Náucratis; el primero fue inventor de numerosas artes, entre las que
destacan el número y el cálculo, la geometría y la astronomía, el juego de damas y de dados, y sobre
todo y más importante, las letras; el segundo, por su parte, era el rey de Egipto y reinaba sobre todos
los dioses, como Zeus en Grecia. Así fue que, en una ocasión, Theud acudió a Thamus para
mostrarle sus artes, diciéndole que deberían ser entregadas y ser usadas por el resto de los egipcios.
Entonces, Thamus, a medida que le iban presentando las artes, preguntaba cuál era el beneficio de
cada una y dependiendo del arte, rechazaba o aprobaba su uso.

1.2. Objeción de Thamus

Una vez analizada todas las artes presentadas por Theud, le llegó el turno a las letras; las
cuales, según su inventor, eran un fármaco para la memoria: «este conocimiento, oh rey, hará más
sabios a los egipcios y más memoriosos, pues se ha inventado como un fármaco de la memoria y la
sabiduría» (274e – 275a). No obstante, Thamus no se dejó persuadir por estas palabras y rechazo el
arte de las letras. Para argumentar esta decisión, comienza explicando que hay personas que le es
dado crear arte y otras juzgarlas, para ver que daño o provecho se puede sacar en las personas que
las usan; además le recrimina que por apego a sus propios inventos, le atribuye características que
no le pertenecen. «No es, pues, un fármaco de la memoria lo que has hallado, sino un simple
recordatorio» (275a); con estas palabras Thamus dice que las letras producirán olvido en las almas
de quienes lo aprendan, a causa de dejar de ejercitar la memoria interna por confiar en la letras, que
son caracteres ajenos a ellos.
Con esto, Thamus llega a una objeción completamente apuesta a la de propuesta de Theud;
mientras que para el inventor de las letras, estas son sabiduría y memoria, para Thamus es apariencia
de sabiduría y olvido lo que producen las letras. Los que recurran a estas, darán la impresión de ser
sabios e inteligentes, a pesar de que sean ignorantes; además serán difíciles de tratar porque sean
sabios en apariencia y no en verdad. Además, comenta Reale al respecto, “la escritura se habría
revelado no como un medio para crear memoria, sino solamente por atraer a la memoria cosas
aprendidas por otra vía” (2014, p5).

1.3. La conclusión de Sócrates

Cuando Sócrates termina el relato, concluye que, quien piense que al dejar un arte por escrito
lo deja claro y firme por estar en las letras, rebosa ingenuidad. También manifiesta que quien confía
en las letras, no conoce la predicción de Ammon, creyendo que las palabras escritas son algo más,
para el que la sabe, que un recordatorio de aquellas cosas sobre las que versa la escritura (275c).

A pesar de que Platón deja claramente sentada su opinión sobre las escritura por medio del
mito de Theud y Thamus, podemos observar que también deja un elogio a las letras. En un pasaje
del dialogo, Sócrates cometa que el que siembra palabras con fundamento, capaces de ayudarse a sí
mismas y a quienes la planta, son canales por donde se transmite una semilla inmortal, que da
felicidad al que la pese (276e6-277a). Según Lledó el pasaje hace referencia a que cuando la palaba
escrita tiene sentido y fundamento, deja pasar por el esa semilla inmortal, que prolonga el tiempo
humano más allá del cerco de cada naturaleza individual (1986).

2- La incapacidad de respuesta de la escritura

2.1. La comparación de la escrituras con la pintura

Como ya vimos, el arte de las letras no es más que mera apariencia de la memoria, la palabra
escrita no puede remplazar a la memoria, “los libros no pueden responder a las preguntas ni
defenderse ellos mismos de un ataque, y los leen igualmente las personas adecuadas y las
inadecuadas” (Guthrie, 1998, p. 394).

Después de la narración del mito, Fedro se limita asentir y Socrates sigue con su crítica a la
escritura. Para sostener su tesis de que la escritura no es más que un simple recordatorio, Sócrates
recurre a comparar la escritura con otras artes; para ello acude a la pintura. Como se sabe, los
protagonistas de la pintura se nos presentan como si estuvieran vivo; pero, si se les pregunta algo,
son incapaces de responder; lo mismo pasa con el discurso escrito, parecieran que están hablan, pero
si también se les pregunta algo, son incapaces de responder y defenderse por sí mismo. También, en
los dos casos, hablan para todos; es decir, son incapaces de distinguir entre aquellos que le conviene
dirigirse y aquellos que no.

2.2. La escritura como reflejo del lenguaje hablado

Luego de que Sócrates termina su crítica la escritura, recurre a hablar de lo que para él es un
hermano legítimo de este (276a), el lenguaje hablado. Según Lledó “es el lenguaje de aquel que
piensa y que, al pensar, adquiere el fundamento y el sentido de lo dicho, está lleno de vida, y, en este
caso, la escritura no es sombra, sino reflejo de la palabra” (1986). Respecto a esto, menciona
Guthrie, que “el lenguaje hablado, del cual la escritura es sólo la imagen, acompaña al
conocimiento, está escrito en el alma de quien lo aprende y sabe hablar, o estar callado, delante de
las personas apropiadas.” (1998, p. 394). Por su parte, Reale afirma que “mucho mejor y más
poderoso que el discurso escrito el discurso oral, porque es viviente y animado, mientras que el
escrito carece de vida y es una mera imagen, copia desviada e inerte del oral” (Reale, 2014, p5). Los
tres autores, coinciden en que el lenguaje hablado es capaz de responder por sí mismo y decidir
cuándo hablar y estar callado delante de los demás, a diferencia del lenguaje escrito.

Para concluir la crítica en el dialogo, Sócrates recurre a otro mito para terminar de aclarar la
cuestión del lenguaje hablado: los jardines de Adonis. En este mito, se hace referencia a la cosecha
de un labrador; el labrador insensato llevara sus semillas en verano al jardín de Adonis (rito
funerario establecido por Afrodita en honor de Adonis, el hijo de Mirra), para gozar de verlas
hermosas en 8 días; en cambio el labrador sensato e interesado en el arte de la agricultura, la
sembrara donde debe, y estará satisfecho cuando al octavo mes, llegue a su plenitud lo que sembró.
Guthrie (1998) comenta que sobre este mito que:

Por consiguiente, el hombre que sabe lo que es justo, bello y bueno preferirá
no plantar su simiente en tales jardines de Adonis, sino, como un buen
campesino, esperar una cosecha real. Cuando escribe, será para refrescar su
memoria en la ancianidad y la de los que vengan después de él, o lo hará
como un pasatiempo preferible a otras diversiones tales como los banquetes,
un pasatiempo mejor, sin lugar a dudas, pero mejor aún es el uso serio de la
dialéctica para sembrar el conocimiento en un alma adecuada para recibirlo,
mediante palabras que pueden defenderse a sí mismas y llevar la semilla
destinada a la inmortalidad por la reproducción en otros caracteres y hacer
que el poseedor de dichas palabras sea todo lo feliz que un hombre puede
ser. (p.394)

Sin dudas, el labrador insensato es el que confía en la escritura, utilizar la escritura pensando
que así obtendrá sabiduría, confiara que las letras serán una ayuda de la memoria; mientras que el
labrador sensato sabe que es incapaz de usarse como fármaco de la memoria y que solo es un
recordatorio, prefiere no confiar de fuentes externas y ajeas como lo son las letras y ocuparse de sí
mismo.

3- El uso de la oralidad en el propósito del filósofo

3.1. La oralidad para transmitir cosas de “mayor valor”

Como ya hemos dicho, las críticas de Platón hacia la escritura son evidentes; en este contexto
se plantea el uso que el filósofo le da a la oralidad para transmitir coas de mayor valor. Reale, resalta
que “el filósofo, en cuanto tal, debe comunicar sus mensajes supremos escribiéndolos no en hojas de
papel, sino en las almas de los hombres” (2014, p5).

El filósofo es el único que no deja por escrito todo lo que tiene para decir, deja a la oralidad y
al dialogo hablado todas las cosas de mayor valor. El verdadero filósofo y escritor es el que conoce
la verdad, y solo recurre a la escritura para componer obras y usarlas como un simple recordatorio y
transmitir cosas de menor valor. Platón, como uno de los filósofos más influyentes de la historia, se
decidió a escribir simplemente diálogos, que es lo que más se asemeja a la oralidad.

3.2. La escritura antes de Sócrates y Platón

Antes de la llegada de la filósofa a Grecia, la opinión de que la escritura era un remedio para
la memoria, ya se venía difundiendo desde los autores trágicos como Esquilo y Eurípides.

Para ellos he descubierto el número, el más elevado de los conocimientos

Y más tare la composición de las palabras escritas


Memoria de todo, laboriosa madre de las musas. 1

En este fragmento de una tragedia perdida de Eurípides, podemos observar esta afirmación
de que esta que la escritura era una ayuda para la memoria. Como ya vimos, Sócrates y Platón iban
a ser encargados de derribar esta convicción antigua de que la escritura era una medicina contra el
olvido, resaltando así a la oralidad como verdadero transmisor de saber.

3.3 Escritura y sabiduría

Cuando Thamus responde a Theud que las letras no causaran sabiduría en los hombres, sino
apariencia de saber, dice que estos hombres solo serán portadores de opinión, carente de
conocimiento verdadero (Reale, 2014). De la escritura, no puede enseñar, por ende, será solo simple
opinión. Para Platón ningún discurso escrito, medido o sin medir, merece demasiado empeño en ser
escrito, ni tampoco ser pronunciado.

En las páginas finales del dialogo, Sócrates incita a Fedro a que un hombre que rechaza el
arte del discurso escrito es un hombre sabio, digno de seguir y aspirar a ser. El dialogo concluye con
que tienen que comunicar a cualquier compositor de discursos el dialogo que tuvieron. Con esto,
Fedro, buscara a Lisias para anunciarle el coloquio que ha tenido sobre la escritura; Sócrates por su
parte, ira con Isócrates, orador y retorico ateniense mayor que Lisias.

GRILLA PARA LA CORRECCIÓN DEL DESARROLLO DEL INFORME DE LECTURA


1
Esquilo, Prometeo encadenado, vv. 459ss.
CONTENIDO 50p. MB B R M

*Adecuación 15 10 5 0
Se analizan los tres textos fuente.
Se compara el tema a partir de los distintos autores.
Se construye un sujeto de la enunciació n pertinente a la situació n.

*Organización 20 10 5 0
El tema y los subtemas está n organizados en forma clara, con un avance
gradual de la informació n.
El desarrollo de la informació n guarda cierta ló gica, establece una relació n
jerá rquica de temas y subtemas.

*Corrección 15 10 5 0
La informació n es suficiente y correcta.
Las referencias a los textos fuente son pertinentes, claras, fieles, adecuadas.

TEXTUALIZACIÓN 50p. MB B R M

* Citas 10 7 4 0
El procedimiento de citado de fuentes es correcto.

* Parrafeado 6 4 2 0
La extensió n y la formació n de los pá rrafos son adecuadas.

* Construcción de oraciones 6 4 2 0
La formació n de oraciones es adecuada y correcta.
Pueden ser entendidas por los lectores y no generan ambigü edad.

* Registro y precisión léxica 6 4 2 0


El lé xico y el registro utilizados son los propios del á mbito acadé mico.

* Cohesión 12 8 4 0
Uso apropiado de sinó nimos, elipsis, repeticiones, etc.
Es claro el referente que tienen los pronombres utilizados.
Se realiza un adecuado uso de recursos ló gico-semá nticos (conectores,
marcadores del discurso).
Es adecuado y uniforme el uso de los tiempos verbales.
Mantenimiento de la persona gramatical.

* Puntuación 4 2 1 0
Uso adecuado de los signos de puntuació n.
Los títulos y subtítulos no tienen punto.

* Normativa gramatical y ortográfica 6 4 2 0


Escritura correcta de las palabras.
Uso adecuado del gerundio.
Concordancia (sujeto/verbo, sustantivo/adjetivo).
Uso correcto de los relacionantes.
Uso correcto de las mayú sculas.
Acentuació n correcta de las palabras.

CALIFICACIÓN …………. puntos = ………………….

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