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Aristóteles: Metafísica IX
Capítulo primero
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algo, ya de hacerlo adecuadamente, de modo que también en las nociones de estas
últimas se incluyen, en algún modo, las nociones de las potencias anteriormente
definidas.
Es, pues, evidente que las potencias de hacer y padecer son, en cierto modo,
20 una (en efecto, una cosa tiene potencia, bien porque ella misma puede padecer, bien
porque otra cosa puede padecer por su acción); sin embargo, en cierto modo son
diversas. Y es que la una está en el paciente (por tener un cierto principio, y porque la
materia es un cierto principio, es por lo que le paciente padece, pacientes distintos
25 bajo la acción de agentes distintos: así, lo grasiento es combustible, y lo que cede en
ciertas condiciones es comprimible, y de modo, semejante en los demás casos),
mientras que la otra está en el agente: así, el calor y el arte de construir están, el uno
en lo que es capaz de calentar y el otro en lo que es capaz de construir. Por eso, en la
medida en que una cosa está dotada de unidad natural, no padece ella misma por la
acción de sí misma, pues es una, o otra cosa distinta.
(2) La impotencia, y lo impotente, es la privación contraria a tal potencia, de
30 modo que toda potencia es contraria a una impotencia para lo mismo y respecto de lo
mismo. La privación, a su vez, se dice tal en muchos sentidos. Así, lo que carece de
algo, y si carece de algo que naturalmente ele corresponde (tener), bien totalmente,
bien cuando le correspondería tenerlo, y bien si carece de ello de un modo
determinado, por ejemplo, totalmente, bien de la manera que sea. Y, en algunos casos,
las cosas que son impedidas violentamente de tener algo que naturalmente les
35 corresponde, decimos que están privadas de ello.
Capítulo quinto
Tipo de potencias. Modos de actualización
De todas las potencias, unas son innatas, como los sentidos, otras se adquieren
por hábito, como la de tocar la flauta, y otras se adquieren estudiando, como la propia
de las artes. Pues bien, las que se adquieren por hábito y por razonamiento, para
poseerlas es necesario haberse ejercitado previamente, pero esto no es necesario para
35 las que o son de esta clase, ni tampoco para las pasivas.
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Por otra parte, puesto que lo potente o capaz es capaz de algo determinado, en
1048a un momento determinado y de un modo determinado (y cuantas otras matizaciones
entran necesariamente en la definición), y puesto que algunos agentes son capaces de
mover de acuerdo con la razón y sus potencias son racionales, mientras que otros
carecen de razón y sus potencias son irracionales –aquéllas se dan necesariamente en
un viviente, pero éstas se dan en vivientes y no vivientes-, en el caso de estas últimas
5 potencias, cuando lo activo y lo pasivo se encuentran según su capacidad propia,
necesariamente lo uno actúa y lo otro es actuado; en el caso de aquellas potencias, por
el contrario, esto no ocurre necesariamente. Y es que todas las potencias irracionales
producen, cada una de ellas, una sola cosa, mientras que las racionales producen
10 ambos contrarios y, por tanto, producirían a la vez cosas contrarias, lo cual es
imposible. El dominio ha de corresponder, pues, ahora a otra cosa, y me refiero al
deseo o la elección. En efecto, cuando el agente esté y se encuentre con lo pasivo
conforme a su capacidad propia, realizará una de los contrarios, aquel que desee
dominantemente.
De modo que todo agente capaz de actuar de acuerdo con la razón hará
necesariamente, cuando lo desee, aquello para lo cual tiene capacidad, y en el modo
15 en que la tiene. Y tiene tal capacidad cuando lo pasivo está presente, y se halla en
determinadas condiciones. De no ser así, no será capaz de actuar. (Y no es necesario
en absoluto añadir la matización si nada exterior lo impide, ya que tiene potencia en la
medida en que es potencia de actuar, y ésta no es potencia de modo absoluto, sino
bajo determinadas condiciones en que quedarán excluidos los impedimentos
20 exteriores. Éstos, en efecto, los excluyen algunos de las condiciones presentes en la
definición.) Por ello, aun cuando quiera o desee hacer a la vez dos cosas, o las dos
cosas contrarias, no podrá hacerlas, y es que la potencia por ambos contrarios no la
tiene de esta manera. Ni es potencia para hacerlos a la vez. Actuará, más bien, según
el modo en que se potencia para ellos.
Capítulo sexto
Noción de «enérgueia»
Puesto que hemos hablado ya acerca de la potencia que se dice tal respecto del
25 movimiento, apliquemos nuestro análisis al acto: qué es el acto, y qué características
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posee. Al analizarlo, nos quedará claro, a un tiempo, lo capaz o posible: que no
solamente denominamos capaz o posible a aquello que es, por naturaleza, pato para
mover otra cosa, o para ser movido por otra cosa, ya simplemente ya en algún aspecto,
sino que también usamos tal denominación en otro sentido, con vis vistas a cuya
investigación hemos tratado también acerca de aquéllos.
30 (1) Enérgueia es, pues, que la cosa exista, pero no como decimos que existe en
potencia. Decimos que existe en potencia, por ejemplo, el Hermes en la madera y la
semirrecta en la recta entera, ya que podría ser extraída de ella, y el que sabe, pero no
35 está ejercitando su saber, si es capaz de ejercitarlo. Lo otro, por su parte, decimos que
está en enérgueia. Lo que queremos decir queda aclarado por medio de la inducción a
partir de los casos particulares, no es preciso buscar una definición de todo, sino que,
a veces, basta con captar la analogía en su conjunto: que en la relación en que se
halla el que edifica respecto del que puede edificar se halla también el que está
1048b despierto respecto del que está dormido, y el que está viendo respecto del que tiene los
ojos cerrados, pero tiene vista, y lo ya separado de la materia respecto de la materia, y
lo ya elaborado respecto de lo que está aún sin elaboras. Quede el acto (enérgueia) del
5 lado de uno de los miembros de esta distinción y lo posible o capaz, del otro.
No todas las cosas se dice que están en enérgueia del mismo modo, sino de
modo análogo: como esto se da en esto otro, o en relación con esto otro, así se da
aquello en aquello otro, o en relación con aquello otro. En efecto, unas son acto como
el movimiento en relación con la potencia, otras cosas lo son, a su vez, como la ousía
en relación con cierto tipo de materia.
10 Por otra parte, el infinito, el vacío, y cuantas cosas hay de este tipo, se dice que
están en potencia o en enérgueia de otro modo que muchas de las cosas que son, por
ejemplo, que el que ve, el que anda y lo que se ve. De estos últimos, incluso la
enunciación absoluta puede ser verdadera a veces (de algo se dice que se ve, bien
porque está siendo visto, bien porque puede ser visto). El infinito, por el contrario, no
15 está en potencia en el sentido de que vaya a ser capaz ulteriormente de existencia
actual separada, sino en el conocimiento. En efecto, el que la división no llegue a
término comporta que tal acto exista potencialmente y no, al contrario, que exista
separado.
(2) Puesto que ninguna de las acciones que tiene término constituye el fin, sino
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20 algo relativo al fin como, por ejemplo, del adelgazar lo es la delgadez, y el sujeto,
mientras está adelgazando, está en movimiento en cuanto que aún no se da aquello
para lo cual es el movimiento, ninguna de ellas es propiamente acción o, al menos, no
es acción perfecta (ya que no es el fin). En ésta, por el contrario, se da el fin y la
acción. Así, por ejemplo, uno sigue viendo (cuando ya ha visto), y medita (cuando ya
ha meditado), y piensa cuando ya ha pensado, pero no sigue aprendiendo cuando ya
25 ha aprendido, no sigue sanando cuando y ya ha sanado. Uno sigue viviendo bien
cuando ya ha vivido bien, y sigue sintiéndose feliz cuando ya se ha sentido feliz. Si
no, deberían cesar en un momento determinado, como cuando una adelgaza. Pero no
es éste el caso, sino que se vive y se ha vivido. Pues bien, de ellos los unos han de
denominarse movimientos y los otros, enérgueia. Y es que todo movimiento es
30 imperfecto: adelgazar, aprender, ir a un sitio, edificar. Éstos son movimientos y,
ciertamente, imperfectos. En efecto, no se va a un sitio cuando ya se ha ido a él, ni se
edifica cuando ya se ha edificado, ni se llega a ser algo cuando ya se ha llegado a ser o
está uno en movimiento cuando ya se ha movido, sino que son cosas distintas, y
también lo son mover y haber movido. Por el contrario, uno mismo ha visto y sigue
viendo, piensa y ha pensado. A esto lo llamo yo enérgueia y a lo otro, movimiento.
A partir de estas y otras consideraciones semejantes quédanos aclarado qué es y qué
35 características tiene lo que es en acto.
ARISTÓTELES, Metafísica IX, 1,5,6. Trad. Tomás Calvo Martínez Gredos, Madrid,
1994.
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ACTIVIDAD PARA DESARROLLAR:
ARISTÓTELES, Metafísica IX
Capítulo primero
Capítulo quinto
4. ¿Qué quiere decir Aristóteles cuando afirma que la potencia es tal en la medida que
es potencia de actuar?
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Capítulo sexto
Noción de “enérgueia”
2. ¿Qué es la enérgueia?
3. ¿En qué se diferencia para Aristóteles el acto (enérgueia) del movimiento (kínesis)?
Ejemplifique.
Trabajo obligatorio
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