Está en la página 1de 2

COMO LA CONOCÍ

Hablar hoy de religión, educación y política, muchos creemos que son temas de mucha
importancia, ya sea porque crecimos desde nuestra casa y nos han enseñado una razón para vivir.
Cuando hable de un tema, no me refiero solo a política, educación o religión; lo que quiero decir,
es que al parecer todo esto hace a una persona. Pero si analizamos desde nuestro interior; acaso,
no somos una persona con solo nacer, entonces, porque la insistencia en tener que aceptar
ideales ya posesionados que ha escogido creer, defender según sus experiencias y aquí es donde
me quiero posesionar. El creer que porque encontré lo que para mí es felicidad, para el otro puede
ser lo mismo; ahora viene a mi mente cada sábado en la casa con mi familia. Veo como mis padres
ponen lo mejor de sí para que ese día tan especial, escogido como sagrados desde el inicio de su
vida, sea agradable al ser supremo que nos dirige cada día a realizar nuestros sueños. Hechos
realidad un momento tranquilos no hablare de religión, pero si, de mi historia con la persona que
en este momento creo haber hallado mi felicidad; para empezar, no es como cualquier historia
que estamos acostumbrados a escuchar o ver todos los días en nuestras calles de la cuidad o sitios
de trabajo, también como en nuestro lugar de estudio.

Todo empezó con mis padres; comenzamos a indagar de nuestra situación religiosa. Para este
momento mis padres y yo habíamos empezando con una tarea, algo tenue puesto que les habían
dado un lugar. Campo Blanco para pastorear, en un lugar totalmente aislado de lo que nos
rodeaba comúnmente, pero empezamos a encontrar cosas que no cuadraban bien; según lo que
se enseñaba a lo escrito, mis padres terminaron entregando dicho lugar y renunciando a ese
liderazgo. Empezaron en casa con un grupo de estudio, no es una tarea fácil pero quien dijo que lo
era. Así por esta razón me empecé a sentir en medio de toda una soledad profunda; tanto así, que
en las noches mi mente, corazón e interior no se hallaban; era como si estuviera tratando con algo
desconocido, de mismo luego comprendí que así lo era; en una tarde de un domingo, navegando y
revisando mi plataforma de Facebook, sentía que necesitaba amigos que compartieran ese mismo
sentimiento de encontrar la verdad, pero cero religión. Estaba algo sediento después de haber
visto todo lo que había en Israel, ¿lo agregaba? conocía hasta el momento unos artistas, como
ven, así que se medió por ingresar al perfil de ese último, me di cuenta de la gran cantidad de
gente que comentaba sus temas y diario vivir, sin mirar quienes eran, solo veía hombres y de que
trataban algunos perfiles; pero un solo clip cambio mi vida; resulte enviando la solicitud a una
chica de Perú, supuse que era judía mesetica.

Me impacto de primera vista su rostro, forma de vestir y los 2 niños que aparecían con ella. Se
notaba un gran amor por Israel y todo lo relacionado con ello, a la hora me acepto, fue tan extraño
que en el momento que nos conocíamos hubo un temblor, dije: esto no es normal, además de lo
raro que sentía cuando empecé a hablar con ella. Pasaron los primeros día bien y luego de una
semana, empezamos a tratarnos temas de la vida, si no también religiosos; me sorprendió su
posición algo madura pero resultábamos de pelea sin querer, ella se disculpaba conmigo y yo con
ella como si hubiera algo más, sentí desconectarme por dos meses, cuando el día de mis
cumpleaños recibí su mensaje de felicitaciones, en ese momento volvió esa cosa rara, duramos
después de ese día dos semanas y llegamos a concluir que necesitábamos de los dos. Ese 18 de
octubre hace dos años iniciamos una relación por internet, es cierto que no es fácil, pero cuando
amas a alguien no te importa nada, solo ser feliz con aquella persona así estés en la distancia;
quisiera seguir contándote el resto pero será en otra oportunidad, solo te digo; que si quieres ser
feliz tomes esa decisión y no otros por ti.

Brandon Quiroga 101249

También podría gustarte