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Reseñas de libros 167

rismátioo de Víctor Raúl Haya


de la Torre.
PETER F. KLAREN: Moderniza- Hablar de cambios en el norte
tion, Discolation and Aprismo. es básicamente hablar de los
Origins of the Peruvian Aprista cambios que afectaron a su es-
Party, 1870·1932. University of tructura agraria. En efecto, el
Texas Press, 1973, 189 pp. colapso económico de la región
producido durante la guerra con
Chile (1879-1884) sólo pudo su-
perarse mediante la inyección de
cuantiosos capitales foráneos y
EL APRA Y LAS HACIENDAS la fusión de gran parta de las
AZUCARERAS.- 1974 es el año haciendas existentes. Este pro-
del cincuentenario de uno de los ceso de concentración fue par-
partidos que marcó el desarro- ticularmente intenso entre 1885
llo político del Perú del presen- y 1890. Como resultado de este
te siglo: el Apra. Gracias a los proceso, las haciendas de pro-
notables esfuerzos del historia- piedad de terratenientes nacio-
dor norteamericano Peter F. Kla- nales fueron absorbidas dentro
rén, disponemos ahora de uno de las tres gigantes empresas
de los estudios que nos permi- agrícolas: Casagrande, Roma y
ten comprender las bases econó- Cartavio. Los Gildemeister, Lar-
micas y sociales de la emergen- co y Grace, sus propietarios res-
cia del partido aprista. Su libro, pectivos, simbolizaban la total
La formación de las haciendas colonización de la agricultura
azucareras y los orígenes del costeña por el capital extranje-
Apra, fue publicado en 1970 por ro. La consolidación de estas ha-
el Instituto de Estudios Perua- ciendas, además, estuvo grande-
nos y recientemente acaba de mente favorecida por una coyun-
editarsé la versión inglesa bajo tura exterior excepcionalmente
el titulo de Modernization, Dis- propicia. Pero el término da la
location and Aprismo. Origins of Primera Guerra detuvo momen-
the Peruvian Aprista Party, 1870- táneamente esta expansión. Las
1932. La versión castellana, hoy ventas de azúcar que en 1920
agotada, tuvo una gran resonan- llegaban a doce millones y me-
cia, pese a que las tesis princi- dio de libras, el año siguiente
pales del autor no motivaron nin- alcanzaron apenas a cuatro mi-
guna discusión seria. La apari- llones. Este cambio en la coyun-
ción de la versión inglesa, rela- tura produjo nuevos cambios en
tivamente ampliada, ofrece una la estructura agraria de la re-
oportunidad para comentar las gión. El principal fue la virtual
ideas centrales del libro y para liquidación de los Larco, quie-
sugerir algunas lineas comple- nes se vieron obligados en 1927,
mentarias para las investigacio- a transferir sus propiedades a
nes futuras. Casagrande a cambio de trace
La tesis central da Peter Klarén millones de solas. La desapari-
es fácil da resumir. Parte de la ción de la hacienda Roma prác-
constatación de que la militan- ticamente completó la concen-
cia· aprista se recluta fundamen- tración da la tierra en el valle
talmente en ·los departamentos de de Chicama. La estructura agra-
La Libertad, Lambayeque y Caja- ria que emerge después de es-
marca, es decir lo que la lite- te proceso estuvo bajo el con-
ratura política ha denominado el trol de Casagrande, cuyas pro-
"sólido norte". Por consiguiente, piedades totalizaban cerca de
es al interior de esta área que 13.460 fanegadas. Chiclín, de los
deben buscarse aquellos cam- Larco, con 1.835 fanegadas, y
bios que se tradujeron política- Cartavio, con 2.206 fanegadas,
mente en la aparición del Apra. fueron las únicas unidades que
Este es un enfoque totalmente escaparon al control de los Gil-
distinto a aquellos que conside- demeister.
ran el nacimiento del aprismo La emergencia y la consolida-
como una consecuencia de la de- ción de Casagrande sin embar-
presión del 29 o del efecto ca- go, no implicó solamente la des-
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nacionalización y la absorción de ños en las primeras décadas del


las haciendas existentes. Los pe- presente siglo, fueron creando
queños propietarios rurales tam- los mecanismos y las bases so-
bién fueron afectados por estos ciales para las movilizaciones li-
cambios. La violenta expansión deradas por el Apra. Pero las
del azúcar, en efecto, quebró el tensiones de una estructura sólo
precario equilibrio entre aguas se expresan en los momentos de
de regadío y extensión de tie- crisis. Si bien las huelgas y pro-
rras, provocando· una aguda es- testas de los trabajadores atra-
casez de aguas para la irrigación vesaron permanentemente la his-
de los campos azucareros. Los toria de los valles del norte, es
consejos de regantes, controla- una coyuntura económica desfa-
dos ahora por las grandes plan- vorable la que otorga a estas ma-
taciones, corrigieron este proble- nifestaciones toda su explosivi-
ma despojando de los turnos de dad y dramatismo. El ejemplo ti-
agua a que tenían derecho los pico es 1921, año en que esta-
pequeños cultivadores. Sin agua llan una serie de huelgas pro-
las tierras del litoral carecen de ducidas tanto por el aumento del
valor. El resultado de este pro- nivel de vida, como por la de-
ceso fue el despojo de las tie- presión del comercio internacio-
rras de cerca de cinco mil fami- nal del azúcar. EstéiS movilizacio-
lias entre 1890 y 1930 y su ab- nes, a la vez que mostraron la
sorción dentro de las grandes combatividad de los trabajado-
plantaciones azucareras. res, comenzaron a atraer la aten-
Pero los cambios introducidos ción de aquellos que buscaron
en la región costeña por la emer- traducir ideológica y políticamen-
gencia de estas plantaciones no te el descontento de vastos sec~
sólo afectaron, como se ha vis- tares afectados por los cambios
to hasta ahora, a la estructura económicos.
de la tenencia de la tierra, sino Es, pues, este contexto el que
que también introdujeron modifi- explica el considerable impacto
caciones profundas en la estruc- que tuvo el Apra en el norte del
tura de la comercialización. El Perú. Impacto a nivel del reclu-
21 de julio de 1915 el gobierno tamiento y, en cierta manera, a
de Benavides otorgó a los Gil- nivel del contenido del mensa-
demeister el control del hasta je político del Apra. El Apra, en
entonces abandonado puerto de efecto, logró la movilización de
Malabrigo, en el valle de Chica- gran parte de la clase media ru-
ma. En la práctica esta entrega ral de comerciantes, artesanos y
significaba liberar a Gildemeis- migrantes de las serranías cuya
ter de los pagos de lc.s derechos situación económica y política
de exportación e importación de fue profundamente alterada como
insumas y de bienes introduci- consecuencia de la inserción de
dos por este puerto. Una auto- estos enclaves extranjeros en la
rización posterior para construir agricultura norteña. Muchos de
y operar un ferrocarril local en- los líderes apristas vinieron jus-
tre Malabrigo y Casagrande con- tamente de estos sectores me-
solidaba esta situación. La con- dios desplazados. En las elec-
secuencia del control comercial ciones de 1931, aproximadamen-
ejercido ahora por Gildemeister, te el 44% del total de los vo-
fue el deterioro en la condición tos apristas pertenecieron a los
material de muchos de los co- cinco departamentos del norte.
merciantes trujillanos, quienes se De este 44%, a su vez, los de-
encontraban en clara desventa- partamentos de La Libertad y
ja frente a Casagrande por te- Lambayeque, donde estuvo con-
ner que pagar elevadas tasas centrada la industria azucarera,
aduaneras en el puerto de Sala- proporcionaron más de la mi-
verry, así como altos costos de tad de la votación aprista.
transporte al ferrocarril controla- Es esta peculiar base social la
do por la Peruvian Corporation. que explica también el conteni-
En resumen, las transformacio- do de la ideología aprista. Par-
nes ocurridas en la estructura tido esencialmente de la clase
económica de los valles norte- media, el Apra buscó la movili-
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zación de los intereses afectados que esta mañana había ta y no el Apra el que tradujo
por la penetración del capital aconsejado a través de sus políticamente estas mutaciones,
extranjero en la estructura eco- varias conexiones, a toda mientras que en Lima y Callao
nómica del norte. Su prédica su gente en y alrededor fueron populismos de diverso
anti-imperialista pudo encontrar del distrito de Trujillo con- signo los que constituyeron la
oídos receptivos entre aquellos tra cualquier tipo de vio- expresión de la movilización po-
cuyos recursos productivos -tie- lencia, haciendo uso de to- lítica de estos intereses. Lo mis-
rras, pequeñas industrias y co- da su influencia para con- mo puede decirse del área de
mercio- fueron absorbidos por seguir un arreglo pacífico, Junín. El trabajo de Peter Klarén,
las emergentes y gigantes plan- aceptando con calma lo en consecuencia, constituye el
taciones extranjeras. Su naciona- inevitable . . . Mientras me primer gran aporte para pensar
lismo, al mismo tiempo que ex- hablaba, Haya de la Torre históricamente el fenómeno apris-
presaba la reivindicación y ar- me dio la impresión de es- ta en un determinado nivel, pe-
ticulaba la movilización de estos tar calmado, y entonces tu- ro se requiere todavía investi-
diferentes intereses lesionados, ve conciencia de la inten- gaciones más profundas para ela-
evitaba la formulación de una cri- sidad de sus propósitos, y borar una adecuada síntesis.
tica y de una alternativa de cla- la evidencia de los últimos Lo que no queda claro en el
se. Por esto mismo ni el anti- meses demostraban que análisis de Klarén, en cambio,
, imperialismo ni el nacionalismo era un hombre hábil que es el por qué de la militancia
del Apra fueron demasiado lejos. tenía el respeto y la adhe- aprista de los trabajadores rura-
Para Haya de la Torre, después sión de muchos de sus les. En el caso. de la burguesía
de todo, el imperialismo corres- compatriotas. No estoy aún rural y de los ··sectores medios
pondía en nuestros países a la muy seguro si es un hom- desplazados por el capital ex-
primera fase del capitalismo. Ya bre predestinado o no. Por tranjero, es perfectamente com-
en 1931, Fred Morris Dearing, lo que sé de este asunto, prensible su permeabilidad a la
Embajador de Estados Unidos sin embargo, pensaría que prédica nacionalista y anti-impe-
en el Perú, debía corroborar la si llega a ser Presidente rialista desarrollada por el apris-
postura política de Haya de la del Perú, no tendríamos na- mo. Pero en el caso de los obre-
Torre en una elocuente carta: da que temer, por el con- ros del azúcar, ¿por qué el Apra
trario podríamos esperar y no el Partido Comunista? La
El señor Haya de la Torre una excelente y beneficio- nula influencia de éste último,
me impresionó inmediata- sa administración de fuer- ¿fue debida a su creación muy
mente por lo caluroso y tes tendencias liberales, reciente, a su debilidad organi-
simpático de su carácter donde haya justicia, co- zativa, a su menosprecio por Jos
y por su aparente since- menzando un período de trabajadores del campo y a su
ridad. . . Rechazó con des- confianza y bienestar (1 ). opción por la politización del pro-
dén la idea de que era letariado minero? Pero en este
destructor o ultraradical y La correlación propuesta por Pe- último caso, la politización del
pareció tener un sincero ter Klarén entre cambios y dislo- proletariado minero, tampoco los
respeto por nuestro país, caciones en la estructura econó- comunistas alcanzaron, por Jo
al que ha visitado en va- mica de una región producidos menos en aquél momento, un
rias oportunidades . . . El por los enclaves extranjeros y la éxito de largo alcance. Todo lo
señor Haya de la Torre in- emergencia del electorado apris- cual plantea el problema de sa-
dicó claramente que si su ta parece pues convincente. Liisa ber hasta que punto el enrola-
partido tuviera éxito, espe- North en una reciente tesis doc- miento de Jos trabajadores den-
raba mucha comprensión toral, Origins and Development tro de las filas del Apra, más
y toda la ayuda posible of the Peruvian Aprista Party, en- allá de la eficacia de sus célu-
de nuestro Gobierno y cuentra una correlación similar las locales en el reclutamiento,
una real cooperación en- en áreas como Cerro de Paseo, fue el resultado de la peculiar
tre nu~stros países; él úni- lea y Ancash, donde efectivamen- estructura y. del nivel alcanzado
camente desea que nues- te la aparición de otros encla- por la conciencia de la clase tra-
tro Gobierno sea modera- ves produjeron cambios de la bajadora. En otras palabras,
do, considerado y justo... misma naturaleza que en la cos- ¿cuál fue la exacta posición del
Por el momento, la situa- ta norte. Sin embargo, como la Apra en la estructura, la con-
ción en los campos mine- misma autora lo reconoce, la ciencia y la ideología del prole-
ros de la Northern Peru emergencia del Apra no puede tariado rural y urbano del Perú?
Mining and Smelting Com- ser explicada solamente a tra- La respuesta a esta cuestión fun-
pany era activa, y el señor vés de la aplicación mecánica damental exige el re-examen en-
Haya de la Torre me dijo de un modelo bastante simple, tero de la historia del proletaria-
-algo de lo que puede ser pese al importante rol que jue- do peruano, desde su formación
considerado como una evi- gan dentro de él los factores eco- hasta su configuración actu~1,
dencia de lo que siente por nómicos y sociales. En Piura, por pasando por el examen de sus
los intereses americanos- ejemplo, fue el Partido Socialis- combates exitosos y de sus de-
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rrotas pasajeras. En este senti- rias" (p. 11 ), especie de "retrato rario de reconocida solvencia, no
do la reflexión comparada de las hablado" (p. 35) como las llama adopta en veces ante su interlo-
tesis políticas de Mariátegui y Pablo Macera. cutor un tono muy reverencial y
de Haya de la Torre, ilumina con En efecto, desde hace veinticin- defiende hasta con pugnacidad
fuerza el problema planteado, al co años Basadre viene publican- su diferente criterio; los identifi-
mismo tiempo que brinda una de do lo que podríamos llamar sus ca, a pesar de todo, su fe en la
las claves para comprender el memorias por capítulos sueltos literatura. En el segundo caso,
proceso politico del Perú con- de un libro que se anunció pri- aunque no puede hablarse de mo-
temporáneo. mero como Un peruano en la pri- nólogo, porque Macera desarrolla
mera mitad del siglo XX, luego in extenso su punto de vista en
Heraclio Bonilla
como Un peruano en el siglo vein- la "Presentación" (27 pp.), en la
te y ahora con un nuevo titulo: formulación de algunas de sus
( 1) Dearing, 7 de setiembre La vida y la historia. El capítulo preguntas, en comentarios a va-
1931, al Secretario de Esta- "En la Universidad de San Mar- rias respuestas y en respuestas
do, D. S. 810.43 APRA/102. cos de 1920 a 1927" apareció en propias a dos o tres preguntas
Citado por Thomas Davies Turismo; "Reforma Universitaria de Basadre, es evidente que la
Jr., "The Indigenismo of the en 1919", primero en Letras Pe- mayor parte del libro está dedi-
Peruvian Aprista Party: a ruanas y acaba de reaparecer cada a detenidas exposiciones de
Reinterpretation", The His- ampliado en Historia y Cultura (n. Basadre, ampliadas en algunos
panic American Historical 7, 1973, pp. 5-42); Infancia en casos con memoranda especial-
Review, vol. Ll, n. 4, no- Tacna se publicó primero en Mar mente redactados y que con todo
viembre 1971, pp. 626-645. del Sur (n. 16, 1951) y luego, am- ese material se ha hecho un
pliado también, en un librito edi- "montaje", como dice Macera (p.
tado por P.L. Villanueva, el año 11 ), para ordenar las confidencias
1959; en el Mercurio Peruano en torno a temas e inquietudes
han aparecido tres capítulos de presentes a lo largo de la vida y
Jorge Basadre - Pablo Macera, estas memorias: "En Alemania" de la obra del historiador tacne-
CONVERSACIONES, Lima, Mosca (octubre de 1951, pp. 458-476) y ño: el oficio del historiador, sus
Azul Editores, 1974, 180 pp. allí anuncia en una nota inicial profundas motivaciones, historia
los temas de los restantes capí- y marxismo, la obra' de algunos
tulos: "En la Biblioteca Nacional" historiadores peruanos, la función
(n. 375, julio de 1958, pp. 284- social de la inteligencia en el Pe-
302), que luego también amplia- rú moderno, la intervención de
Más extenso, pero acaso menos do se convierte con el mismo Basadre en la pol!tica (y la no
contrapuesto que el sostenido en- título en otro librito editado por intervención de Macera) y el pro-
tre Luis Alberto Sánchez y José P.L. Villanueva (1968); y finalmen- ceso histórico peruano. El con-
Miguel Oviedo, el diálogo de Jor- te, "En el Colegio Alemán y Gua- traste principal entre estos inter-
ge Basadre con Pablo Macera, dalupe" (1972). Con esos textos, locutores está no sólo en las casi
segundo de la serie Conversacio- aún dispersos, el lector de este opuestas motivaciones que los
nes de Mosca Azul Editores, cons- libro podrá acrecer las referen- han llevado a la historia o la dis-
tituye un testimonio apasionante cias de varias de las páginas tinta visión que tienen de nues-
que a cada página incita a con- autobiográficas de estas Conver- tra historiografía (patente en las
frontaciones y ampliaciones. Es- saciones. páginas brillantes y polémicas de
tas pueden encontrarse en la vas- La primera tentación de esta re- la "Presentación" de Macera), ni
ta producción de Basadre, sin seña es comparar las Conversa- siquiera en sus diversas ideolo-
duda el más importante historia- ciones Basadre-Macera con las gias pollticas, no suficientemen-
dor peruano desde hace varios anteriores Sánchez-Oviedo. Los te explicitadas, sino sobre todo
lustros, figura señera de su gene- maestros a los que se somete a en su íntima y vital actitud ante
ración; exponente excepcional en este original reportaje pertene- la historia misma: de fe sincera
nuestro medio de disciplina cien- cen a la misma generación, la en Basadre; de incertidumbre o
tlfica y de entrega a la vocación del centenario, que es, desde el perplejidad acerca de la eficacia
intelectual. punto de vista de las letras perua- de la historia, en el caso de Ma-
Basadre no sólo ha escrito dece- nas, la generación de los mayo- cera (p. 57).
nas de libros y centenares de ar- res, de los "patriarcas", pues la Sobre su vocación, Basadre rei-
tículos sobre temas históricos, generación anterior, sin supérsti- tera un dato decisivo: su condi-
sino que ha cultivado también, tes, puede decirse que ha con- ción de tacneño nacido en los
con fruición evocadora, el recuer- cluido su ciclo histórico. El diá- primeros años de este siglo, en
do ordenado de su experiencia logo Sánchez-Oviedo es más bre- una ciudad ocupada por Chile y
vital, lo que constituye un amplio ve que el de Basadre con Mace- en una región sin latifundios, ban-
material disponible para ampliar ra, pero más vivaz, directo y con- doleros ni grandes presiones so-
cuanto nos dice en estas Con- trapuesto; las preguntas y las ré- ciales, factores que sin duda han
versaciones, "género confiden- plicas son constantes; podría de- estimulado inicialmente su anhe-
cial a mitad del camino entre el cirse que el tono es polémico y lo de integración peruana, forta-
reportaje y los libros de memo- que el reportero, un crítico lite- lecido luego con el estudio cons-

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