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República Bolivariana de Venezuela.

Ministerio del Poder Popular para la Defensa.

Universidad Nacional Experimental politécnica de la Fuerza Armada Nacional.


UNEFA.

El Aprendizaje

Profesora: Alumna:
Gloria Ortiz Mariam Yanez
Ci 30104197
¿Qué es el aprendizaje?
Se entiende por aprendizaje al proceso a través del cual el ser humano adquiere o
modifica sus habilidades, destrezas, conocimientos o conductas, como fruto de la
experiencia directa, el estudio, la observación, el razonamiento o la instrucción

La pedagogía, en tanto ciencia del estudio del aprendizaje, distingue entre los


siguientes tipos del mismo:

 Aprendizaje receptivo. Aquellas dinámicas de aprendizaje en que el sujeto que


aprende únicamente debe comprender, entender, el contenido para poder luego
reproducirlo, sin que medie ningún tipo de descubrimiento personal.
 Aprendizaje por descubrimiento. Caso contrario al anterior, implica que el
sujeto que aprende no reciba la información de manera pasiva, sino que descubra
los conceptos y relaciones según su propio esquema cognitivo.
 Aprendizaje repetitivo. Se basa en la repetición del contenido a aprender, para
fijarlo en la memoria. Es conocido como “caletre” o “aprender a la letra”.
 Aprendizaje significativo. Aquel que le permite al sujeto poner en relación el
nuevo contenido con lo que ya sabe, incorporándolo y ordenándolo para darle
sentido según aprende.
 Aprendizaje observacional. Se basa en la observación del comportamiento de
otro, considerado modelo, y la posterior repetición conductual.
 Aprendizaje latente. En este caso se adquieren nuevos comportamientos que
permanecen ocultos (latentes) hasta que se recibe un estímulo para manifestarlo.
 Aprendizaje por ensayo y error. El aprendizaje conductista por excelencia, en
el que se prueba una respuesta a un problema tantas veces como sea necesario
para variar y encontrar la adecuada.
 Aprendizaje dialógico. Sostenido en el diálogo entre iguales, como hacían los
antiguos filósofos griegos (de allí los Diálogos de Platón).

El rendimiento de una persona es el resultado de la combinación de una serie


de factores psicológicos que son los responsables de la actitud concreta con la que
se enfrenta a los retos de su trabajo diario. Estos factores están relacionados
íntimamente con la manera en que esa persona se ve a sí misma y cómo percibe su papel
dentro del equipo o la organización de la que forma parte.
Estos seis elementos no son inmutables: muy al contrario. Una misma persona tendrá
predisposición a destacar en unos aspectos y flaquear en otros, pero aparte de esto va
atravesando diferentes niveles a lo largo del tiempo, incluso en una misma jornada
laboral. Lo interesante es conocer estos factores para aprender a controlarlos y alentar
aquellos que contribuyen positivamente al rendimiento. Así podremos alcanzar el
estado psicológico óptimo para tener un alto rendimiento, tanto de forma individual
como en equipo.
1) MOTI VA C I ÓN
Una persona motivada se caracteriza por poseer un firme deseo de conseguir algo, bien
sea para sí mismo (motivación de logro) o para compararse socialmente
(competitividad, aspecto que veremos más adelante en este artículo).
Las metas marcadas pueden ser de dos tipos: hacia la tarea (logros concretos
relacionados con la ejecución y el dominio de destrezas) y/o hacia el resultado (el
objetivo final). Las personas con un alto rendimiento se caracterizan por orientar su
motivación de logro hacia la consecución de las metas del primer tipo, las tareas. Se
marcan pequeños retos en el día a día que son perfectamente asumibles y que una vez
alcanzados les hacen un poquito mejores para llegar al objetivo final. Al mismo tiempo,
les reportan una satisfacción a corto plazo que realimenta su motivación y
autoconfianza.
No se trata de obviar por completo la meta final, sino de dedicar nuestras energías a
subir peldaño a peldaño una escalera de 100 escalones. Si desde el primer escalón
miramos hacia el último, es probable que nos desanimemos o incluso que nos
tropecemos porque no prestamos atención a dónde ponemos el pie. En cambio, si
subimos escalón a escalón seremos más conscientes de lo que hemos ido conquistando,
y finalmente, paso a paso, alcanzaremos la cima.

2) C ON C EN TR A CI ÓN
Una persona concentrada es capaz de focalizar su atención sobre los elementos
relevantes de la tarea, que en ciertos casos demandará un foco más amplio (atendiendo
varios aspectos de la misma) y en otros uno más estrecho (centrándose en uno o dos
primordiales).
En términos generales, suele contribuir al rendimiento el adoptar un espectro amplio la
primera vez que nos enfrentamos a un desafío para luego centrarnos en los aspectos
principales.

3) S E GUR I DA D
Una persona segura confía en sus propias habilidades y competencias para lograr el
éxito en la tarea que se propone. La actitud es muy importante: los primeros que
debemos creer en nuestras posibilidades somos nosotros, ya que la falta de
autoconfianza genera pensamientos limitantes que nos impiden dar lo mejor de
nosotros mismos.
No debe confundirse con ser una persona confiada. Las personas confiadas tienden a
subestimar la dificultad de la tarea, lo que conlleva con toda probabilidad una
inadecuada dedicación de atención y activación. En estos casos, el rendimiento es muy
bajo.
4) AC TIV A CI ÓN
Una persona adecuadamente activada es capaz de ajustar su estado mental a las
demandas de la tarea que se dispone a realizar, independientemente de si personalmente
es de naturaleza tranquila o inquieta. Es decir, consiste en dimensionar el esfuerzo y la
tensión: ni tan poco que no lleguemos, ni tanto que nos pasemos.
Este factor es importantísimo: si afrontamos una maratón como si fueran los 500 metros
lisos fracasaremos por agotamiento, y también a la inversa por no haber dado el
máximo. Esto es perfectamente aplicable al día a día en el trabajo: a veces tareas no
prioritarias despiertan una gran tensión en nosotros simplemente porque son urgentes,
cuando lo verdaderamente importante todavía se queda en el cajón.
5) C OMPETI TIV I DA D
La competitividad está relacionada las ganas por realizar las tareas al máximo de las
propias capacidades, independientemente de la motivación para la consecución de los
objetivos. A una persona competitiva puede no importarle el objetivo final y en cambio
desear intensamente salir victoriosa.
La competitividad conecta con otros aspectos psicológicos como la actitud, la
convicción y la autoconfianza de la que acabamos de hablar.
6) CO H ES IÓ N O P ERTEN EN CIA
Como guinda, hablaremos de la cohesión o de pertenencia. Una persona no puede dar
el máximo rendimiento si no es como parte de una entidad mayor: un equipo, una
organización. Una persona cohesionada es consciente de que no camina sola en busca
de sus metas, sino que persigue un objetivo común.

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