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II Nota Formativa

Fundamentos de Gestión Humana.

Brayan Stiven Vasquez Benitez

Juan Galvis Gelvez

Corporación Universitaria Americana

Facultad de Administración de Empresas, Corporación Universitaria Americana.

Barranquilla-Atlántico

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Contenido
¿QUE ES LA DISONANCIA COGNITIVA?...................................................................3

EXPERIMENTO DE LEON FESTINGER...................................................................3

TEORÍA DE LA DISONANCIA COGNITIVA...........................................................5

CONCLUSIONES.........................................................................................................7

EL EXPERIMENTO DEL MUÑECO BOBO...................................................................9

LA INVESTIGACIÓN DE BANDURA.......................................................................9

EL EXPERIMENTO DEL MUÑECO BOBO.............................................................10

CONCLUSIONES.......................................................................................................12

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¿QUE ES LA DISONANCIA COGNITIVA?

¿Alguna vez has experimentado la sensación de pensar una cosa y luego en realidad

hacer otra, sin darte cuenta de que mantenías dos ideas incompatibles? Por ejemplo, todo

fumador sabe que el acto de fumar es perjudicial para la salud, pero aun así siguen

fumando. En este caso hay contradicciones entre lo que piensan sobre el tabaco y la

conducta de fumar, lo habitual es que la persona intente tratar con más o menos suerte

racionalizar sus pensamientos contradictorios con el objetivo de evitar que esta

contradicción le provoque malestar, diciéndose a sí mismo que tampoco fuma tanto. Es

decir, haciendo que sus pensamientos sean más coherentes.

La disonancia cognitiva es la tensión, incomodidad y malestar que percibimos cuando

mantenemos dos ideas contradictorias o incompatibles, o cuando nuestras creencias

no están en armonía con lo que realmente hacemos.

EXPERIMENTO DE LEON FESTINGER

Leon Festinger y su colaborador Merrill Carlsmith diseñaron un experimento en 1959

para demostrar que, si tenemos pocas razones externas para justificar un comportamiento

contradictorio, tendemos a cambiar de opinión para racionalizar nuestras acciones.

Convocaron a 71 estudiantes de la Universidad de Stanford para participar en una serie

de experimentos. Informaron de que el experimento se centraba en “medidas de

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desempeño”. Pidieron a los participantes que realizaran una serie de tareas monótonas,

intencionalmente aburridas y sin sentido. Concretamente, se les pidió a los sujetos que

pusieran una serie de piezas en un tablero y que luego los sacaran con una sola mano

durante media hora y que la siguiente media hora giraran esas piezas en sentido de las

manecillas del reloj de a cuartos.

Una vez que terminaran con las 48 piezas, debían iniciar el ciclo nuevamente. Pretendían

generar en los estudiantes una actitud extremadamente negativa hacia la tarea.

Cuando los sujetos terminaron, los experimentadores les pedían un favor objetando que

faltaba su ayudante habitual, que se encargaba de ello, les preguntaban si podían decir al

sujeto que estaba esperando para entrar y realizar el experimento (que en realidad era un

actor) que la tarea que iban a realizar era interesante y divertida. A la mitad de los

participantes les obsequiaron con 1 dólar y a la otra mitad con 20 dólares.

La disonancia cognitiva surge del hecho de que en realidad la tarea era muy aburrida y 1

dólar no era cantidad suficiente para mentir. La mayoría de los participantes que recibieron

un dólar se convencieron de que el experimento era divertido después de tomar su decisión

para reducir la disonancia entre sus creencias prioritarias y su comportamiento, acabaron

creyéndose una gran mentira por un incentivo insignificante. Por otro lado, los del grupo de

20 dólares no sufrieron la disonancia ya que se sintieron a gusto mintiendo solo por dinero.

Festinger dio una explicación sobre esto, el participante que cobra 20 dólares sabe que la

tarea es monótona pero también sabe que contaba con la justificación suficiente para decir

que no lo era. Pero, ¿qué ocurre con los sujetos que cobraron 1 dólar? Sabe que el

experimento es aburrido, pero tiene dos pensamientos discrepantes, también sabe que no

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contaba con la suficiente justificación para decir que no era aburrido. Para ellos es aquí

donde surge la disonancia, la persona reduce su disonancia cambiando su opinión al

respecto al aburrimiento de la tarea.

La disonancia cognitiva aparecerá cada vez que la recompensa (sea cual sea la situación)

llegue a ser insuficiente. El principio general parece basarse en que las personas llegan a

creer y amar las cosas por las cuales tienen que sufrir.

TEORÍA DE LA DISONANCIA COGNITIVA

Cómo bien dije antes la disonancia cognitiva es la existencia de cogniciones no

coherentes entre sí, produciendo en la persona un estado psicológico de contradicción, que

resulta incómodo, tenso y que intentará paliar buscando el modo de hacerlas más

coherentes.

Festinger llama “cogniciones” al conocimiento que una persona tiene sobre sus

sentimientos, pensamientos, su conducta o su entorno. Son creencias, pues la persona las

entiende como reales.

 Cogniciones consonantes: Sé que fumar perjudica y no fumo.

 Cogniciones disonantes: Sé que fumar perjudica y fumo.

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La disonancia puede surgir por múltiples causas.

 Inconsistencia lógica entre creencias contradictorias: Sé que fumar perjudica y sé

que soy fumador.

 Inadecuación de la propia conducta a las convenciones sociales: Actuar de modo

distinto a lo que la sociedad considera “normal”.

 Actuación contradictoria con actitudes previas: Uno actúa de un modo distinto al

que piensa.

 Actuación contradictoria con actuaciones previas: Uno actúa de un modo distinto

a como lo hacía antes.

 Actuación contradictoria con opiniones expresadas: Uno hace cosas

contradictorias con lo que dice.

 Actuación en contra de una actitud concreta que está incluida en una actitud más

general: soy ecologista y no reciclo los residuos.

 Relaciones con personas que mantienen actitudes contrarias a la propia en

aspectos relevantes: mi pareja tiene ideas completamente contrarias a las mías.

La magnitud de la disonancia es el grado de tensión, malestar psicológico asociado a esa

disonancia.

La disonancia, igual que sucede tiene un componente de activación fisiológica que

produce sensaciones adversas. La disonancia cognitiva motiva al cambio para buscar la

coherencia y reducir tales sensaciones.

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La disonancia puede reducirse de diferentes formas:

 Cambiando uno de los elementos disonantes. Es decir, cambiando la conducta

(no fumar) o cambiando los pensamientos (“fumar no es tan malo”)

 Cambiando la importancia otorgada a los elementos, de forma que se considere

que son más importantes las creencias que apoyan la conducta elegida (“fumar

me provoca placer” vs. “fumar daña mi salud”: “disfrutar de la vida es más

importante que la salud”).

 Buscando y añadiendo nuevas cogniciones que sean consonantes con la conducta

elegida (“tal persona con 65 años fuma y está muy sano”; “si prohíben el tabaco

es por intereses políticos”).

 La elección de una forma u otra dependerá de cuál sea más factible y eficaz.

Cuando hay disonancia entre actitudes y conducta suele modificarse el elemento

actitudinal (pensamiento). El cambio actitudinal será más probable:

– Cuando la conducta disonante es ya inevitable.

– Cuando la conducta consonante es muy difícil de llevar a cabo para la persona.

– Cuando la conducta disonante es muy satisfactoria

– Cuando la conducta consonante supone grandes costes.

– Cuando la conducta disonante no está bajo el control de la persona.

CONCLUSIONES

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Las personas no soportamos mantener dos ideas contradictorias, automáticamente

justificamos dicha contradicción, aunque tengamos que recurrir a argumentos de lo más

absurdo, es necesario sentir que nuestros pensamientos, creencias e ideas son coherentes.

¿Es la disonancia cognitiva la teoría del autoengaño? es muy importante, saber que estamos

utilizando el mecanismo de la disonancia cognitiva, para no llegar al autoengaño, la crítica

y la mentira.

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EL EXPERIMENTO DEL MUÑECO BOBO

Entre los años 1961 y 1963, el psicólogo canadiense Albert Bandura realizó un

experimento para analizar el comportamiento de los niños al ver a modelos adultos

mostrando conductas agresivas hacia un muñeco. De hecho, el experimento del muñeco

Bobo es la demostración empírica de una de sus teorías más conocidas, la teoría del

aprendizaje social.

Esta teoría plantea que buena parte del aprendizaje humano se da por el contacto con el

medio social. Al observar a otros, se adquieren determinados conocimientos, habilidades,

estrategias, creencias y actitudes. Así, cada individuo aprende sobre la utilidad,

conveniencia y consecuencias de diversos comportamientos fijándose en determinados

modelos y actúa de acuerdo con lo que cree que debe esperar como resultado de sus actos.

“El aprendizaje es bidireccional: nosotros aprendemos del entorno, y el entorno aprende

y se modifica gracias a nuestras acciones”.

-Albert Bandura-

LA INVESTIGACIÓN DE BANDURA

Albert Bandura está considerado una de las mayores eminencias en el campo del

aprendizaje social. Ha recibido el título de Doctor Honoris Causa en universidades de

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distintos países por sus contribuciones a la psicología. Una investigación realizada en el año

2002 situó a Bandura en el cuarto puesto entre los psicólogos de referencia más citados de

todos los tiempos, después de Skinner, Freud y Piaget.

Bandura no estaba de acuerdo con la postura de los conductistas porque consideraba que

subestimaba la dimensión social del comportamiento humano. Por ello, enfocó su estudio

en la interacción entre el aprendiz y el entorno para explicar los procesos de aprendizaje. 

En 1961, este investigador empezó a analizar diferentes métodos para tratar a niños

excesivamente agresivos, identificando el origen de la violencia en las conductas que

presentaban. Para ello, puso en marcha su famosa y mundialmente conocida

investigación: el experimento del muñeco Bobo. Veamos de qué trata a continuación.

EL EXPERIMENTO DEL MUÑECO BOBO

Albert Bandura con el objetivo de proporcionar una base empírica a su teoría desarrolló

este experimento. Los resultados obtenidos cambiaron el curso de la psicología de la

época, ya que el experimento del muñeco Bobo fue pionero en cuanto a la conducta de

agresividad en los niños.

La base sobre la que se sustentaba el proceso experimental consistía en demostrar que

ciertas conductas eran aprendidas por los más pequeños a partir de imitar acciones de

modelos adultos. En el estudio participaron 36 niños y 36 niñas, de entre 3 y 5 años de

edad. Todos eran alumnos de la guardería de la Universidad de Stanford.

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Los niños se organizaron en 3 grupos: 24 fueron expuestos al modelo agresivo, 24 al

modelo no agresivo y los restantes al grupo control. Los grupos fueron a su vez divididos

por sexos (niños y niñas). Y los investigadores se aseguraron de que la mitad de los niños

estuvieran expuestos a las acciones de adultos de su mismo sexo y la otra mitad a algunos

del sexo opuesto.

De forma individual, tanto en el grupo agresivo como no agresivo, cada niño era

observador de la conducta de un adulto hacia el muñeco Bobo (un muñeco hinchable de

plástico de un metro y medio de alto, que al ser balanceado recuperaba de nuevo su

equilibrio).

En el escenario del modelo agresivo, el adulto comenzaba jugando con los juguetes de la

sala durante aproximadamente un minuto. Después de este tiempo el modelo iniciaba un

comportamiento agresivo hacia el muñeco, pegándole o utilizando un martillo de juguete

para golpearlo en la cara.

En el modelo no agresivo, el adulto jugaba sin más con el muñeco. Y, por último, en el

grupo control no existía observación previa de interacción con ningún modelo.

Más adelante, los niños fueron pasando uno a uno a la sala con los juguetes y el muñeco

Bobo. Estos fueron grabados con cámaras para registrar su comportamiento tras haber

contemplado las formas de actuar de los modelos adultos.

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CONCLUSIONES

Bandura determinó que los niños expuestos al modelo agresivo eran más propensos a

actuar con agresiones físicas que los que no fueron expuestos a dicho modelo.

En cuanto a los resultados referidos a las diferencias de género, estos apoyaron

firmemente la predicción de Bandura de que los niños estaban más influenciados por los

modelos de su género.

Además, entre los niños que habían estado presentes en el escenario del modelo

agresivo, el número de ataques físico exhibidos fue mayor en los niños que en las niñas. Es

decir, los niños mostraron más agresividad cuando se expusieron a los modelos masculinos

agresivos.

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Por otro lado, en 1965 se llevó a cabo algo similar al experimento del muñeco Bobo para

establecer los efectos de premiar o castigar el comportamiento erróneo y violento. Las

conclusiones que se obtuvieron validaban la teoría del aprendizaje por observación; y es

que cuando los adultos son recompensados por sus conductas violentas, los niños son más

propensos a seguir golpeando al muñeco. Sin embargo, cuando los adultos son reprendidos,

los niños, consecuentemente, dejan de golpear al muñeco Bobo.

«En toda sociedad y en toda colectividad existe o debe existir, un canal, una puerta de

salida por donde puedan liberarse las energías acumuladas en forma de agresividad».

-Frantz Fanon-

Como vemos, los niños tienden a imitar aquello que ven en sus modelos o figuras de

referencia, por esta razón es muy importante cuidar los comportamientos y actitudes que

llevamos a cabo tanto en el ambiente familiar como educativo.

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