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DECLARACIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD Y DERECHOS

HUMANOS
Jaime Rubén Sapolinski

● LOS DERECHOS FUNDAMENTALES​: La consagración de los derechos


fundamentales tiene base constitucional, su reconocimiento se encuentra en la
cúspide del ordenamiento jurídico. Incluso aquellos derechos fundamentales que no
estén, puntualmente, reconocidos a título expreso, son presupuestos por el
ordenamiento constitucional (artículo 72 de la Constitución nacional). E l propósito
de esa proclamación es consagrar la dignidad de la persona humana.
● Los derechos fundamentales se tienen ante todos, y por lo tanto, también ante el
legislador. Son derechos subjetivos, que implican la ubicación de las personas en una
situación activa que corresponde al correlativo deber de todos los demás, a
respetarlos.
● Su caracterización puede hacerse:
- En primer lugar, destacando la eficacia de su vigencia, aún en forma directa y
sin necesidad de reglamentación alguna, a la que estuviera supeditada.
- En segundo lugar, están garantizados frente a todos, lo que comprende a las
entidades públicas, incluyendo a los órganos legislativos.
- En tercer lugar, por el hecho de que sean naturalmente eficaces, es menester
que su vigencia esté garantizada mediante mecanismos idóneos tales como el
control de constitucionalidad.
● Los derechos fundamentales o humanos, suelen estar consagrados en cartas o
declaraciones que aparecen contenidas en la Constitución.
● Se entiende que la protección constitucional alcanza a lo que se ha denominado
“Bloque de constitucionalidad". Son aquellos derechos que, aunque no estén
explícitamente enunciados por el texto constitucional, deben tenerse por asumidos
como de rango constitucional.
● El artículo 72 ​de nuestra norma permite, fácilmente, dar por incorporada ese tipo de
protección cuando enuncia que "​la enumeración de derechos, deberes y garantías
hecha por la Constitución, no excluye los otros que son inherentes a la personalidad
humana o se derivan de la forma republicana de gobierno​".

CONSTITUCIÓN Y DERECHOS HUMANOS


● La efectiva vigencia de los derechos humanos depende de las garantías que los
aseguren, y no, meramente, de la buena voluntad a pesar de que el consenso cultural
constituye una garantía en sí mismo.
● La existencia de controles, frenos y contrapesos, evita el desborde del poder. L a
violación de los derechos humanos acecha desde diversos ángulos. Por cierto, no sólo
puede provenir del abuso de los agentes estatales sino provenir desde cualquiera que
disponga de poder suficiente para afectar al hombre en su individualidad.
● El constitucionalismo es un capítulo esencial en la historia de la libertad humana y la
historia del hombre es la de su lucha por la libertad.
DEFENSA DE LA CONSTITUCIÓN
● Orden jurídico es el conjunto de normas jurídicas que rigen en una sociedad
determinada. Su jerarquización tiende a ubicar en la cúspide del sistema conformado
a las normas fundamentales.
● La Constitución es, ala vez, la carta o estatuto de constitución del Estado y, una
norma que sirve de fundamento a todo el sistema que se tiñe, cuando las cosas
funcionan como es debido, de constitucionalidad.
● La Constitución es por un lado, la regulación del funcionamiento del gobierno. Más
que eso, es un estatuto que establece reglas de operación y que consagran derechos
básicos de los habitantes. El Estado y sus agentes deben respetar esos derechos y,
además, deben actuar para asegurar su efectividad. En clave de derechos humanos, la
Constitución consagra a los mismos y los garantiza.
● La defensa de la constitución no es, simplemente, la defensa de un texto. Supone la
protección del sistema constitucional y esto comprende los derechos fundamentales.
● Cuando la Constitución consagra un Estado de Derecho, la supremacía constitucional
es una garantía de la vigencia de ese tipo de Estado y de los principios que lo
conforman.
● ¿Qué supone el Estado de Derecho?
- La sumisión de los agentes públicos a las normas;
- la existencia de reglas permanentes, preestablecidas y de vigencia general e
igualitaria;
- la garantía de los derechos fundamentales conjugando la libertad y la
solidaridad;
- la existencia de controles que comprende la separación o división de poderes;
la confrontación respetuosa de las ideas;
- la admisión de que diversos grupos aspiren a acceder al gobierno en
condiciones similares, institucionalizadas y reconocidas.
● El Estado de Derecho se basa, en la efectiva vigencia de los principios de
constitucionalidad, democracia, garantía de los derechos fundamentales, igualdad,
independencia de los jueces y seguridad jurídica.

MECANISMOS DE CONTROL CONSTITUCIONAL


● Mencionemos en primer lugar, el control derivado de la actuación de mecanismos u
órganos de control político. En el plano político, la interacción y equilibrio entre los
poderes y las autoridades habilita a establecer dispositivos tendientes a preservar la
​ orma constitucional.
eficacia de la ​ n
● Un Estado de Derecho asegura la primacía y eficacia de sus normas fundamentales y
la existencia de las garantías, incluyendo el control constitucional, permiten la
permanencia de un Estado de Derecho.
EL CONTROL JURISDICCIONAL
● El control jurisdiccional les atribuye a los jueces el examen de la constitucionalidad
de las leyes.
● En este plano se distingue entre situaciones en que el órgano jurisdiccional es parte
del Poder Judicial, o es ajeno al mismo y, cuando dicho control se atribuye a un
órgano determinado o en forma difusa permitiendo que cada Juez al fallar pueda
resolver la cuestión de constitucionalidad.

ASPECTOS DIGNOS DE MENCIÓN EN TORNO AL CONTROL DE


CONSTITUCIONALIDAD
● Inconstitucionalidad por omisión e inconstitucionalidad por acción:​
- La Inconstitucionalidad por acción se da cuando los actos jurídicos de
inferior jerarquía, contravienen las normas constitucionales.
- La inconstitucionalidad por omisión se verifica cuando no se cumple el
dictado de aquellas disposiciones que la Constitución ordena.
● El juicio sobre la inconstitucionalidad comprende un caso determinado y hasta
podría plantearse que una ley, que en general no cabría considerar inconstitucional,
en determinada circunstancia pudiera serlo, al vulnerar un derecho (EE.UU)
● Esta solución no opera en otros sistemas. En Francia, por ejemplo, el Consejo
Constitucional analiza, automáticamente, las leyes orgánicas, antes de su
promulgación y los reglamentos, antes de su aplicación, se someten automáticamente
al Consejo Constitucional que se pronunciará previamente sobre su conformidad con
la Constitución.
● Las leyes ordinarias pueden remitirse al Consejo, antes de su promulgación, pero no
llegan automáticamente sino que se necesita del impulso del Presidente de la
República, del Primer Ministro o del Presidente de las Asambleas. Por reciente
reforma se habilitó a que el justiciable, por intermedio de la Corte de Casación o del
Consejo de Estado, pueda llegar a plantear que no se le aplique una ley que considere
inconstitucional.
● Disponer de semejante poder, el de desaplicar una ley, entraña riesgos. Se ha
mencionado el peligro de instaurar "el gobierno de los Jueces”. En realidad se trata
de dilucidar un conflicto de valores.

Control difuso o control concentrado


● El sistema difuso, presupone de algún modo, que la cuestión de inconstitucionalidad
se plantee por vía de defensa, en presencia de un procedimiento judicial instaurado.
En cambio, la existencia de un órgano concentrado, faculta el accionamiento de
inconstitucionalidad, independiente.
● El sistema norteamericano es el modelo clásico de control difuso: cualquier juez
puede resolver la cuestión de inconstitucionalidad de las leyes. Por oposición, en el
sistem a concentrado la competencia p ar a declarar la inconstitucionalidad radica en
un solo órgano.
● Ese órgano concentrado puede integrar el Poder Judicial, como sucede en la solución
uruguaya o, puede atribuirse a un tribunal especial, ajeno al Poder Judicial.
Principales características de nuestro sistema nacional
● La vigencia de la Constitución de 1934, en el Uruguay, acontecida para superar l a
ruptura institucional del 31 de marzo de 1933, consagró por primera vez, en forma
expresa, la posibilidad de defender la supremacía constitucional, ante las leyes que la
contrariasen, atribuyéndole competencia exclusiva a la Suprema Corte de Justicia. No
fue prevista, en esa oportunidad, la vía autónoma o de acción.
● En la reforma constitucional de 1942, se mantuvo la solución anterior, aunque se
agregó a la competencia de la Asamblea General la de "​interpretar la Constitución sin
perjuicio de la facultad que corresponde a la Suprema Corte de Justicia, de acuerdo
con los artículos 229 a 232​".
● El texto de 1952, agregó a las leyes pasibles de ser controladas "los decretos de los
gobiernos departamentales que tengan fuerza de ley en su jurisdicción". Además,
previó expresamente, la vía de acción o directa, para el caso en que no hubiera un
juicio sustanciándose.
● En Uruguay, rige el sistema de control de constitucionalidad concentrado, con
competencia atribuida al órgano judicial que se encuentra en la cúspide del Poder
Judicial, la Suprema Corte de Justicia.
● Los actos objeto del control son:
- Las leyes​, actos formales que siguen un procedimiento determinado de
sanción por parte del Poder Legislativo, sistema primordialmente bicameral, y
que, una vez segmdo dicho procedimiento, son promulgadas por el Poder
Ejecutivo.
- Los "Decretos de los Gobiernos Departamentales que tengan fuerza de ley en
su jurisdicción" o sea los actos sancionados por la rama legislativa de los
Gobiernos Departamentales, las Juntas Departamentales que, luego de
sancionados, son promulgados por el Intendente.
● La competencia exclusiva de la Suprema Corte de Justicia, que entraña el
procedimiento referido, para relevar la contradicción entre una norma de superior, la
Constitución y una de inferior jerarquía, la legislativa, presupone que la norma
legislativa sea posterior a la Constitución.
● En el caso contrario, habría una derogación superveniente que parte de la base de que
la Constitución puede derogar las normas inferiores que se le oponen.
● Los actos administrativos, aunque sean actos regla, es decir actos generales y
abstractos por lo que podrían ser considerados leyes en sentido material, aunque no
formal, no son susceptibles del control de constitucionalidad por la Suprema Corte de
Justicia. Sí son susceptibles de control de regularidad jurídica por medio de la vía
contencioso administrativa y, en definitiva, susceptibles de ser anulados por el
Tribunal de lo Contencioso Administrativo.
● Las leyes pueden ser declaradas inconstitucionales total o parcialmente​: Los
motivos pueden consistir en razones de forma, como cuando se sanciona una ley por
un número menor de legisladores que el exigido, dada su materia. También pueden
ser declaradas inconstitucionales por razones de contenido o sustanciales.
● El fallo se dicta en única instancia y "con los requisitos de las sentencias definitivas".
Esto significa que se pronuncia p or los cinco miembros de la Suprema Corte de
Justicia, pero puede haber hasta dos votos discordes.
● A partir de 1952, como se ha dicho, tenemos tres posibles vías de declaración de la
inconstitucionalidad:
1. La vía de acción o principal​: es un juicio autónomo que se deduce ante la
Suprema Corte de Justicia, por todo aquel que se considere lesionado en su
interés directo, personal y legítimo.
2. La vía de excepción o incidental​: La puede deducir cualquiera que, siendo
parte en un juicio, entiende que la causa está regida por una ley
inconstitucional. La deducción tiene efecto suspensivo y las actuaciones se
remiten a la Suprema Corte de Justicia para que resuelva. Producida la
decisión, el juzgado aplicará la ley si se declara su constitucionalidad y la
desaplicará en caso contrario. Se aplica el mismo requisito de legitimación
que en la vía de acción: considerarse lesionado en el interés directo, personal y
legítimo.
3. La vía de oficio:​ Están legitimados todos los Tribunales que integran el Poder
Judicial y el Tribunal de lo Contencioso Administrativo. La propia Suprema
Corte de Justicia podrá resolver la cuestión de constitucionalidad, cuando esté
considerando una causa. Evidentemente, el Juez que plantea la
inconstitucionalidad de oficio, está sosteniéndola en forma provisional. No
tiene, salvo que se trate de la misma Suprema Corte, la potestad de resolver la
cuestión por sí mismo.
● Los efectos del fallo que declara la inconstitucionalidad, trae aparejado la no
aplicación de la ley para el caso concreto y sólo en los procedimientos en que se haya
pronunciado.
● En el caso de la vía de acción le brinda al actor, una suerte de inmunidad ante la ley
que no podrá aplicarse al que hubiera obtenido la sentencia. La misma puede ser
empleada como defensa en un eventual juicio en que se intentara aplicarla.
● Tres posibilidades se plantean en torno a los efectos temporales de la sentencia que
declara la inconstitucionalidad. En realidad el problema se suscita en el caso de la vía
de acción en que nos encontramos ante un juicio independiente. E n los otros dos
casos-vías de excepción y de oficio - la ley en cuestión, deja de tener aplicación en el
caso que está siendo juzgado por lo que habrá una aplicación retroactiva de la
sentencia que resuelve desaplicar una norma que se encontraba vigente antes de
iniciado el juicio y, por tanto, antes de que se formule la objeción de
inconstitucionalidad.
● Los efectos de la sentencia son constitutivos y se verifican a partir del momento en
que se dicta la misma. Esta posición encontraría fundamento en que las leyes siguen
vigentes y se aplican hasta que la Suprema Corte de Justicia proclama la
inaplicabilidad. Se parte de la visión de que, en realidad, la protección que brinda el
sistema nacional, no es, en forma directa, a la Constitución sino al derecho subjetivo
de que no se nos aplique una norma inconstitucional que está afectando un interés
directo, personal y legítimo. Antes del planteamiento de inconstitucionalidad, el
interesado, habría tolerado la aplicación de la ley impugnada.
● La proclamación de los derechos fundamentales se ubica en el más alto rango
normativo. Muchas veces las normas de rango constitucional que los consagran .
adolecen de un grado de indeterminación que debe concretarse por intermedio de los
aplicadores e intérpretes.
● Los jueces son los aplicadores e intérpretes por excelencia del derecho y, en
particular, de las normas consagratorias de los derechos fundamentales. Para que los
derechos tengan efectividad, no basta con proclamarlos en un plano teórico. Deben
ser aplicados. Para que lo anterior sea efectivamente cierto, constituye condición
esencial la independencia de los jueces.

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