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La misión del escritor

Selección de
Textos de La
Misión del
escritor
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Introducción En estos ensayos podemos establecer como eje principal la importancia de la


literatura y de cómo encauzarla e integrarla a un proyecto naciente, o en progreso,
El letrado en el siglo XIX es muy importante por las actividades que desempe- o sea el de una nación. Observaremos las posturas que abordan acerca del tema y
ña, ya que éste es necesario para el momento histórico por el que pasa el país. completaremos la información sobre el autor y el texto, por medio de enlaces a otras
Son hombres completos que van de la literatura a la política, de ahí corren a las páginas que puedan ofrecer una idea mucho más vasta del momento histórico en el
ciencias y se internan en debates que resultarán importantes para las sociedades que el autor se encuentra enmarcado además de agregar el desarrollo en otros sitios
latinoamericanas. Es notable el papel que jugó éste en el establecimiento de un de algunos temas presentes en los ensayos.
proyecto de nación en México, donde tanto liberales como conservadores se Ahora es preciso mencionar algunos aspectos de las autores, así como una
unieron para exaltar la nacionalidad, con base en las culturas prehispánicas. breve semblanza de sus textos presentes en La misión del escritor, comenzaremos
La encomienda por parte del gobierno de establecer una cultura oficial con Tadeo Ortiz de Ayala e Ignacio Ramírez y posteriormente Francisco Zarco y
le dio la pauta al letrado para arraigarse en su nación. Para buscar en ella su his- José Tomás de Cuéllar.
toria, sus costumbres y así reivindicar lo que es ser mexicano, tuvo que surcar
todos los aspectos, el económico, el social, el político, el histórico y el literario. Tadeo Ortiz de Ayala fue una figura intelectual y diplomática comprometida con
De hecho la literatura sería una fuerte arma para dicha argumentación. La reco- el progreso del país. No sólo participó en la lucha de Independencia informando,
pilación de ensayos que hace Jorge R. de la Serna toma en cuenta el papel que por medio de cartas enviadas desde Europa, a los insurgentes Morelos y Rayón de
la importancia del quehacer literario tuvo en el siglo XIX, y cada ensayo es un la situación por la que España atravesaba en los altercados con Francia y así señalar
ejercicio de reflexión, tal como lo dice en la presentación acerca de los textos el momento preciso para la sublevación del pueblo mexicano sino que, entre otras
que incluye: cosas, al modo de Jean-Jacques Rosseau y su Discurso sobre las ciencias y las artes,
En conjunto, sin embargo, prueban que la actividad literaria mexicana del siglo presenta varios proyectos como la creación de instituciones de diversa índole para
pasado estuvo acompañada por una amplía reflexión, o podríamos decir “auto- impulsar las ciencias y las artes y así poner en marcha la integración de la nación.
rreflexión”, de quienes ejercieron el oficio de escritor y contribuyeron a darle Aparte de poseer conocimientos de geografía, estadística y economía política,
una especial dimensión entre las actividades humanas, mayormente resaltando era un “hombre con ambición” pero ambición de progreso y por ende de conoci-
su utilidad y su importancia para mejorar a la sociedad, depurar sus costumbres, miento. Su estancia en Europa le proporcionó una mayor visión acerca de lo que las
robustecer la moral pública, revalorar nuestro patrimonio geográfico y cultural, naciones necesitaban para consolidarse y por ello propone a Francia como modelo
afirmar nuestra identidad y, con todo ello, fortalecer la conciencia nacional.. de nación, cuestionando a España la atrocidad con que accionó sobre los indígenas,
(RUEDAS: 8-9) denostando su arraigada postura acerca de la incidencia del clima “tórrido” en el
Los cuatro textos que aparecen en este documento pertenecen al libro entendimiento de sus hombres y exaltando su ignorancia en materia de los avances
La misión del escritor, un conjunto de ensayos recopilado por Jorge Ruedas de que en las mismas ciencias y artes las civilizaciones prehispánicas habían alcanzado,
la Serna y que digitalizamos en esta ocasión con la esperanza de poder poner al pre-hispanizarse. Asimismo Tadeo Ortiz de Ayala remarca que México contaba ya
alcance del público una excelente obra que actualmente es difícil de encontrar con “el documento que más estiman las naciones, que es la literatura” al ser cuna de
en bibliotecas y que amplía el panorama de las visiones que los intelectuales del la flor y canto de Nezahualcóyotl.
siglo XIX tenían sobre su realidad.
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Por todo lo anterior Ortiz de Ayala reúne los argumentos suficientes un poco diferente, en el “Discurso sobre el objeto de la literatura”, en el que este autor
para demostrar a una América civilizada y no conforme con ello proyecta mo- explaya su gusto por las letras, misma que se nota por los grandes autores que cita y sus
delos para las instituciones en apoyo a la ruta de la civilización y el progreso: grandes conocimientos de historia, filosofía y política Pero no sólo nos comenta sobre
las ciencias y las artes. Por el lado de las ciencias proyecta la necesidad de un esto sino que por ser un texto concebido para ser pronunciado, conserva una estructura
jardín botánico, de un observatorio y un laboratorio de química. Por el lado de retórica clara; eso es lo que claramente nos muestra Rosaura Hernández Monroy. O sea,
las artes proyecta la universidad, la biblioteca pública, la academia de las artes y que este autor demuestra en un escrito la preparación que tiene y la manera de abordar
el museo. los temas. Como su nombre lo dice, el texto exalta la literatura e intenta esclarecer un
Ignacio Ramírez hace notar en “La desespañolización” la necesidad de tema que siempre ha estado en la boca de todos; ¿cuál es el objeto de la literatura?
configurar una identidad original, sin tener que acudir para ello al modelo es- Partiendo de una rápido repaso de la literatura antigua y su propósitos, hace una
pañol, que ya está desgastado y que no cumplirá con las necesidades de los genealogía de los escritores más sobresalientes y expone la causa por la que los incluye,
mexicanos. Hace patente en la polémica que sostuvo con el español Castelar ya sea por el uso de las ideas (tema muy desarrollado en el discurso) o por su estética;
una idea que circulaba entre varios hombres ilustres, romper las cadenas que aunque deja de lado un poco ésta última. Después nos lleva de la mano por el desarrollo
los unen con España, con una tradición, una lengua. Esta independencia cultu- de los géneros literarios para acabar aclarándonos que el quehacer literario y la política
ral tiene sus bases en frases concretas y muy duras que a lo largo de su ensayo no son enemigos, más bien son aliados frente al gobierno. Además, concibe a la literatura
va exponiendo, no sólo a Castelar, sino a un público más amplio, que ve en como una construcción universal ya que el mayor propósito de las letras es instruir, cons-
España a un explotador y al que le urge una regeneración social. Su ensayo es truir y dar carácter al pensamiento, para así legitimar un camino hacia la civilización.
la expresión del pensamiento de una época, en donde el conocimiento de la Nos aclara que él no concibe aun una literatura conformada, que es tarea de los
Historia está presente para dar cuenta de dos cosas, uno, la magnitud del hom- literatos cumplir con dar armas al conocimiento, o sea, pide que la producción de litera-
bre que es Ramírez y dos, la enseñanza que dejan los hechos para generar una tura sea aún más prolifera que antes.
conciencia histórica y crítica del presente. Y por último, “La Literatura Nacional” de José Tomás de Cuéllar plantea la necesi-
Representante legítimo de su tiempo, Francisco Zarco innovó en materia dad de construir una literatura mexicana que no se base en copiar modelos europeos sino
política, en el periodismo encontró mucho de su desarrollo intelectual y como que tome las raíces de su propia historia, que hable de sí misma, que cante sus propias
historiador, hizo Historia y formó parte de ésta. Ya que hombres como Ma- glorias e incluso sus derrotas.
nuel Gutiérrez Nájera enaltecen su figura: “Ser periodista ―¡periodista como Cuéllar hace un recorrido por la literatura hasta sus días. Según Cuéllar México no
él lo fue!― ¿no es ser caudillo? ¿no es librar una batalla diaria?, ¿no es recibir tuvo una literatura nacional hasta la formación de la República. La literatura antes de la
una herida cada día más?... Ser periodista como Zarco, ¿no es dar la vida poco Independencia no era más que un remedo de esteticismo, de mal gusto, nos dice el autor.
a poco a la libertad y a la República?... En las luchas por la libertad, Zarco fue La literatura mexicana era la copia de la literatura española, que a su vez, era la copia de
el Aquiles de la prensa. El joven que a los veintiséis años defendió con tal brío toda la demás literatura europea. El inicio de la Independencia marca el inicio de la litera-
en El Siglo XIX y en la tribuna del Congreso Constituyente la libertad de im- tura nacional, pues México comienza a ser dueño de su historia. Sin embargo, la literatura
prenta, la libertad de conciencia, todas las libertades, bien merece una estatua
porque fue héroe. Ya que le quitamos la vida poco a poco, démosle en cambio
la vida e los mármoles y bronces” . Pero es aquí en donde veremos una etapa
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nacional logró cobrar fuerza años después de consumada la Independencia.

Nuestro propósito es que este texto sirva como una herramienta de estudio para
futuros alumnos de la materia, y que además puedan acceder a él libremente los
usuarios de internet, es preciso que documentos tan importantes como éste, que
reflejan el complejo tejido social del siglo XIX, puedan ser descubiertos y repen-
sados desde la actualidad.

Todos los ensayos fueron digitalizados a partir del texto original, se respe-
tó el orden original de las notas y la forma de cada uno de los textos.

TADEO ORTIZ DE
RUEDAS DE LA SERNA, Jorge A. (coord.). La misión del escritor. Mé-
xico: UNAM. 1996

AYALA
(1788-1833)
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O
rtiz de Ayala fue un político ilustrado de familia pudiente, lo que mexicano como movimiento nacionalista. 1

le facilitó tener estudios sólidos de latín y filosofía, que cursó en De los temas que David Brading señala como antecedentes directos del na-
la Ciudad de México. Para su orientación académica, fue impor- cionalismo mexicano , sólo el guadalupanismo no se menciona en la obra de
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tante su experiencia en España, como miembro de la sociedad Ortiz; pero la revaloración del elemento indígena y el repudio a la conquista
llamada los “Caballeros Racionales”, así como su estadía en el puerto francés predominan en el fragmento seleccionado.
de Burdeos, a donde fue enviado como cónsul de México, nombrado por el El rector de Instituto de Oaxaca recomendaba en la época de Juárez el
presidente Vicente Guerrero en 1829. libro de Tadeo Ortiz, porque “predica un liberalismo tolerante y sano, y trata
Este estudioso de geografía, estadística y economía política, tuvo las bases generalmente con tino y cordura problemas que, aun ahora, no están resueltos
suficientes para analizar concienzudamente los problemas socioeconómicos del todo”. Creo que todavía podríamos repetir esas palabras como nuestras;
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de México; Ortiz de Ayala fue un político ilustrado de familia pudiente, lo que Para consulta de la porque algunos de esos problemas, aumentados o disminuidos gracias a nues-
le facilitó tener estudios sólidos de latín y filosofía, que cursó en la Ciudad de obra completa: tra circunstancia, persisten en nuestros días.
México. Para su orientación académica, fue importante su experiencia en Es- Es interesante que un pensador ilustrado como Tadeo Ortiz intentara
paña, como miembro de la sociedad llamada los “Caballeros Racionales”, así rescatar las aportaciones de la cultura indígena, en los elementos en que se te-
como su estadía en el puerto francés de Burdeos, a donde fue enviado como nía la intención de hacer una literatura “auténticamente mexicana”; pero esto
cónsul de México, nombrado por el presidente Vicente Guerrero en 1829. mueve a otra reflexión, sobre la aportación real de las obras indigenistas en la
Este estudioso de geografía, estadística y economía política, tuvo las bases reivindicación del indio, y en qué medida el escritor formaba parte de la otre-
suficientes para analizar concienzudamente los problemas socioeconómicos dad, de esa “instancia revelante” a la que se refiere Luis Villoro cuando señala:
de México Para consulta de la obra completa:http://www.bicentenario.gob. “El indigenismo se presenta como un proceso histórico en la conciencia, en
mx/bdb/bdbpdf/Mexico_Considerado/MEXICO_CONSIDERADO_pri- el cual el indígena es comprendido y juzgado (´revelado´) por el no indígena
meras.pdf; producto de ese estudio son sus obras: La estadística del imperio (la ´instancia revelante´) [y aclara:] La ´instancia revelante´ de lo indígena está
mexicano (1822), Bases sobre las que se ha formado un plan de colonización constituida por clases y grupos sociales concretos que intentan utilizarlo en
en el Istmo de Coatzacoalcos… (1823) y México considerado como nación su beneficio”. 4

independiente y libre o sean algunas indicaciones sobre los deberes más esen- ¿Qué importancia tuvo el indigenismo en la conformación de la literatura
ciales de los mexicanos, escrita en Burdeos (1832). De esta última obra inclui- nacional que se propusieron algunos escritores del XIX, ¿acaso ese movi-
mos un fragmento del capítulo “De los beneficios del cultivo de las ciencias miento no fue sólo un recurso más para autentificar a través de la literatura a
y las artes”. Para conocer más la nación mexicana oficial de ciernes? Más material para reflexionar.
¿En qué podemos reflexionar al leer este texto de Ortiz de Ayala? Fundamen- acerca de la vida y: 1  Entre estos tópicos destacan: la conquista como destrucción, la apología del mundo prehispánico, la función
talmente en el papel preponderante que el autor confiere a la educación y a civilizadora de la literatura y de la cultura en general, la cultura francesa como modelo ilustrado, la influencia del clima en el
la cultura dentro del proyecto nacional mexicano en el siglo XIX y, en este espíritu creativo mexicano, la necesidad de una nueva administración liberal, la vuelta a los orígenes, la modernidad contra
la barbarie, el ideal de un gobierno ilustrado que proteja las artes y las ciencias, la riqueza legendaria de México, la libertad
marco, en la importancia del ideario cultural ilustrado que propone, sin duda, como condición para el florecimiento de las artes y las ciencias, y la búsqueda de los orígenes de la literatura mexicana en el
como producto de su contacto con el programa de la Ilustración francesa del mundo prehispánico.
2  David Brading, Los orígenes del nacionalismo mexicano, 2ª ed., México, Era, 1988 (Problemas de México).
siglo XVIII. Hay que reflexionar también sobre la búsqueda de los orígenes 3  Justo Sierra, Juárez. Su obra y su tiempo, Barcelona, Oliva impresor, 1905-1906, p. 43.
4  Luis Villoro, Los grandes momentos del indigenismo mexicano, México, SEP, 1987 (Lecturas Mexicana. Segun-
de nuestra literatura nacional en los textos indígenas. En fin, encontraremos da Serie, 103), pp. 9-10.
en esta lectura la presencia, de la mayoría de los tópicos del romanticismo
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Es realmente innegable la aportación de Ortiz, ilustrado que se preocupó por TADEO ORTIZ DE AYALA (1832)
escribir para el vulgo y la juventud porque “prescinden de los adornos y abando- De los beneficios del cultivo de las ciencias y las artes
nan la censura, y cuando leen sendas verdades, no se ocupan de su análisis sino Si los griegos no se hubieran aplicado con un ardor admirable al estudio de las be-
Al parecer Tadeo Ortiz de
de la exactitud de los principios y las consecuencias de las máximas sanas”. 5
llas letras y al cultivo de las artes nobles, ni la reducida península de Grecia habría
Ayala toma algunas cuestiones de
Jean Jacques-Rosseau y su Discurso
podido resplandecer e inmortalizarse en los fastos de la historia, ni el magnánimo
MARGARITA ALEGRÍA DE LA COLINA Pericles embellecer Atenas con los majestuosos e inimitables monumentos de
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sobre las ciencias y las artes:

mármol y bronce que se admiran; pero ¿hasta dónde la fama de estos ingeniosos
peninsulares no se extendió, y hasta qué grado remontaron su gloria y esplendor
por haber perfeccionado las ciencias y las artes? La escuela de la ciudad, consa-
grada al culto a Minerva, se constituyó escuela del género humano, cuna de la
sabiduría, fuente de las bellas artes y el centro del buen gusto y de la perfección
de la música, arquitectura, escultura, pintura y parte de la mecánica, que tanto
contribuyeron a dulcificar las costumbres y a civilizar los pueblos antiguos, desa-
rrollando a la vez asombrosamente los sublimes pensamientos y luminosas ideas
de esos genios prodigiosos que, sin el cultivo del entendimiento y el auxilio de los
principios de la sabiduría desenvueltos, hubieran dejado de brillar y relucir en la
refulgente aurora, y eclipsándose entre las tinieblas de la barbarie, que solamente
es dado a las ciencias y a las artes disipar con sus fulminantes resplandores.
A medida que los pueblos abandonan o se aplican a las ciencias y a las artes,
se embrutecen o civilizan; véanse si no el África y en particular a Egipto, en 7

otras épocas tan fecundas en grandes hombres, obras colosales y conocimientos


sólidos; considérese a la misma Grecia, en el día sumergida en la más crasa igno-
rancia y vergonzosa estupidez, por haberse abandonado las artes y descuidado
el cultivo intelectual, al paso que otras naciones del septentrión y occidente de
Europa, groseras en otro tiempo, a proporción que se han dedicado al estudio
de las ciencias y las artes, se han civilizado, florecen, han producido y están pro-
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duciendo grandes hombres y obras sapientísimas en todo género, patentizando


con estos hechos que la filosofía y desarrollo del entendimiento humano pro-
ducidos de las ciencias y las artes , transformando las sociedades, causan en las
6  Con frecuencia el autor emplea la preposición “a” ante objeto directo aun cuando no debiera hacerlo, como aquí.
7  Aquí se ve un uso indistinto del objeto directo sin y con preposición respectivamente, cuando no debiera llevarla
en ninguno de los casos. Parece que el autor no respetaba una norma precisa al respecto.
5  Tadeo Ortiz de Ayala, México considerado como nación independiente y libre, o sean algunas indicaciones 8  Se encontrará con frecuencia en el texto un empleo para nosotros inadecuado de las preposiciones. Es obvio que
sobre los deberes más esenciales de los mexicanos, Burdeos, Imprenta de Carlos Lavalle Sobrino, 1832, p. 7. en este caso emplearíamos la preposición “por”, ya que se trata del sujeto agente de una oración pasiva
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costumbres y en la inteligencia del género humano una saludable metamorfosis, europea, y el genio de los italianos y franceses, el entendimiento humano, las
y que en todos los climas y regiones, los espíritus tienen iguales disposiciones, y ciencias y las artes hicieron tantos progresos, reflexionando al mismo tiempo
el método y el estudio son los que regulan y nivelan las diferencias. La jovialidad sobre la actividad y los adelantos que, no obstante la rudeza del clima, en materia
y la alegría de los franceses, su cultura en el trato, su afabilidad e hidalguía, la de comercio y mecánica se palpan en Norteamérica, juzgad mexicanos, ¡cuáles y
hospitalidad y el respeto que dispensan al extranjero en lo general, su franqueza cuán grandes serán los progresos de estas ciencias y las artes útiles y de buen gus-
y hasta su ligereza para olvidar agravios y transigir querellas, y por último, su to- to, cuando formalmente se enseñen, fomenten y protejan en el país más benigno
lerancia y delicada decencia en sus maneras, son sin duda 9

de la tierra, cuyo brillante cielo y magnífica naturaleza están convidando a un


cualidades debidas en parte a los efectos de la educación y al cultivo de las cien- pueblo dócil, vivaz y sensible, a cultivar unas bellezas no desconocidas, que a pe-
cias y artes nobles de esta nación generosa, destinada a grandes empresas. sar de los obstáculos de la tiranía, las preocupaciones de la ignorancia, los vicios
Cuando por consecuencias de la decadencia del imperio romano la invasión de la legislación, la parálisis y el aislamiento, produjeron el catálogo de hombres
de los pueblos bárbaros del norte sumergió a la Italia en la desolación y ruinas, 10

distinguidos y escritores ilustres de que os presentamos el modelo! 11

que destruyeron las luces y los monumentos de las artes y cultura de este vasto
edificio social, parecía que las ciencias y las artes, reducidas ya con mucho en su Como, según nuestro plan, escribimos para la juventud y el vulgo, nos parece
tierra natal clásica, habían desaparecido para siempre del mundo, la expulsión inexcusable hacer una reseña y al mismo tiempo tributar un homenaje de reco-
que las rápidas conquistas de los turcos impulsaban en el oriente, de algunos nocimiento y respeto debido a la memoria de los brillantes genios y sabios escri-
artistas griegos inteligentes, y la favorable acogida que los Médicis dieron en tores mexicanos, cuyas infatigables tareas honraron el tiempo en que vivieron, y
Florencia a estas familias, apresurándose a protegerlas, resucitaron las ciencias y prestando servicios a la patria, contribuyeron con sus luces, estímulo y ejemplo,
especialmente las nobles artes en Toscana, y difundiéndose como por encanto, a la ilustración de sus conciudadanos, a las mejoras sociales, y a dar un impulso y
en casi toda la Italia, no tardaron en salir a brillar en este bello cielo los inmorta- extender la esfera de los conocimientos humanos y el fomento de las ciencias y
les Migueles Ángel, los Rafeles, los Tizianos, Perucienes, Dominicanos, Tintore- las artes, no en magníficas academias abastecidas de elementos científicos, y au-
tos, al lado de los Tasos, Ariostos, Dantes, Petrarcas y Alfieres, que comparables xiliadas con los inventos y doctrinas de la concurrencia y roce de mil sabios, sino
a Fidias, Praxíteles, y a Homero, Virgilio y Esquiles, recordando los hermosos en sus reducidos gabinetes, sin el comercio del mundo culto, sin obras clásicas,
tiempos de los Pericles y Augustos, esparcieron luces de buen gusto, que al fin sin instrumentos perfectos, y arrastrando peniblemente embarazos, escaseces y
llegaron a penetrar y a hacer más o menos progresos en España, Inglaterra, Ale- aun sobrados temores, y contra el torrente de las prevenciones, susceptibilidades
mania y particularmente en Francia en el brillante reinado de Luis XIV, siglo de de la ceñuda política e intolerancia inquisitorial, luchando cual atletas, dieron
los Bossuet, Massillon, Fenelon, Colbert, Racine, Moliére, Lafontaine, Riquet, a luz obras apreciables y algunos inventos ingeniosos, que a pesar de ser poco
Turenne, Condé, Vauban y otra porción de autores clásicos que iluminaron sin conocidos del mundo literario, una que otra obra, rodada por casualidad, tuvo fa-
descarriar la razón; y si en estos climas sombríos comparados con el despejado vorable acogida y aun se admiró en la amena Italia y en la culta Francia. Las obras
de México, bajo la influencia del despotismo, en fuerza de la energía y aplicación e inventos de muchos historiadores, la mayor parte indígenas, casi desconocidas
9  Son frecuentes en el texto estas enumeraciones largas que no favorecen la concreción en las ideas.
Este tipo de discordancias es también constante en el presente texto. El artículo (singular 11  Párrafos farragosos como éste dificultan la lectura; problema que se agudiza por el empleo inadecuado de los signos de
10  Este tipo de discordancias es también constante en el presente texto. El artículo (singular), que no se repite ante el puntuación; sin embargo hay que rescatar las varias ideas importantes que encierran estas líneas.
segundo sustantivo, exigirá una concordancia numérica.
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en Europa y aun entre nosotros, reconocidas como clásicas por los eruditos ex- Pero aun cuando el copioso catálogo de autores y artistas eminentes, que
tranjeros Boturini, Nuix, Carreri, Gemelli y nuestro crítico historiador Clavijero, forman el inventario honorífico de la esclarecida literatura mexicana, no hubiese
la nobleza de los pensamientos de los dos reyes aztecas legisladores, poetas y sido conocido en Europa en la época de los escritores que trataron a nuestros
oradores, Netzahualcóyotl y Netzahualpilli, la brillante imaginación de los varios ascendientes de bárbaros, y acaso hasta el día se ignora según nos consta, por
poetas heroicos y líricos, las observaciones exactas de los filósofos, especialmen- una mayoría inmensa, ¿cómo es posible que el prusiano, autor de las reflexio-
te en astronomía, aplaudidas en las academias de ciencias de París, y honrados nes, el inglés redactor de la historia de América, y los franceses en sus Incas y
por Luis XIV; el conocimiento sólido de las matemáticas por los profundos las historia filosófica de los Establecimientos ultramarinos, por otra parte tan
Sigüenza, Velázquez, Gama y Alzate; la vasta instrucción en la botánica de los apreciables, después de haberse publicado las excelentes obras sobre las cosas de
célebres Moziño, Lallave y Montaña; la química, la medicina, la literatura, aun en México de los críticos epañoles (muchos contemporáneos) Torquemada, Ovie-
el difícil arte dramático, y finalmente la jurisprudencia, teología y la moral, y has- do, Acosta, Hernández, Argensola, Herrera, Solís y otros, hayan escrito de bue-
ta la música, la pintura, escultura, arquitectura, agricultura y mecánica han sido na fe tantas vaciedades e inexactitudes, e ignorado que los mexicanos antiguos
cultivadas en México, no solamente con éxito, sino con perfección por muchos hablaban un idioma bello, copioso y armónico, que habían tenido monarcas
de nuestros compatriotas escritores, sin haberse desconocido la metalurgia, las instruidos, filósofos y legisladores, sabias ordenanzas y leyes de policía admira-
antigüedades y la economía política, y digan lo que dijeren los extranjeros Paw, bles, establecimientos científicos y de instrucción regulares, colosales, grandioso
Robertson, Raynal, y los peninsulares Martí y Delgado, lo cierto es que nuestra y científicos monumentos, como las pirámides de Teotihuacán, Cholula y Zem-
patria se debe gloriar de contar antes de que los Estados Unidos produjeran a poala (bien que esta última se ha descubierto después), soberbios palacios de
sus escritores Jefferson, Madison, W. Irving, el sublime poeta Cooper, Warden, arquitectura bellísima, sólida y con todas las reglas simétricas del curioso orden
Hamilton, treinta y seis historiadores, la mayor parte clásicos, de los cuales ca- azteco, según los restos que a cada paso se encuentran en las excavaciones de
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torce aztecas; treinta y cinco poetas, muchos de ellos sublimes, de los cuales dos las ciudades de México y Texcoco, y los admirables existentes en Mitla, inme-
latinos, dos épicos, dos heroicos, seis dramáticos, y un compositor de música diaciones de Oaxaca, el magnífico Teocalli de Tenochtitlán, el suntuoso panteón
y óperas, y seis poetisas, de las cuales una divina y justamente calificada por el de Chalcatongo, reunión de tantas preciosidades de escultura, pintura y arqui-
erudito Feijoo y otros sabios críticos españoles, como un genio y la única musa tectura, que se puede reputar como el museo de los aztecas (este soberbio mo-
moderna; catorce matemáticos, de los que cuatro profundos; nueve astrónomos, numento fue destruido por el fanático Hernández, que hizo pedazos la hermosa
de los que tres clásicos, y uno rey de Texcoco; nueve botánicos, mineralogistas o esmeralda o ídolo llamado corazón del pueblo), el famoso mercado de Tlatelol-
naturalistas, tres de los primeros célebres; geógrafos, agrimensores, hidráulicos, co, las sólidas calzadas y acueductos de la capital de Anáhuac, el delicioso jardín
mecánicos y músicos compositores de nota diez; literatos críticos y satíricos, botánico de Huaxtepec, el cultivo y el uso de la cochinilla o grana, y el tinte de
agrónomos veintitrés; jurisconsultos, legisladores y economistas siete; médicos, púrpura, el conocimiento de la medicina, puesto que se aplicaban a la cura de las
dieciocho; teólogos, moralistas y gramáticos seis; artistas eminentes y de reputa- enfermedades las virtudes específicas de las plantas simples, el uso de las sales
ción cuarenta y uno; cuyas obras se han publicado en México, Puebla, Madrid,
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especialmente del azúcar de caña-miel, extraída del maíz, aplicado a la benéfica


París, Roma y Venecia, y aunque raras en el día, no dejan de encontrarse, y para bebida del cacao o chocolate inventado por los mexicanos, el conocimiento y
que no quede duda a los europeos, que nos suponen y aun exageran nuestros procedimientos de los metales comunes y preciosos, aplicados a la agricultura,
atrasos más allá de lo que el pundonor nacional debe permitir y es en realidad, como el cobre, y el lujo y bello gusto, como lo acreditan los instrumentos y baji-
nos ocuparemos de esta reseña, examinándola formal y compendiadamente por llas ingeniosas e inimitables de que hace mención Cortés en sus cartas a Carlos
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centurias. […] 13
Para continuar leyendo: 14  Empleada como adjetivo, Ortiz imprime marca de género a esta palabra.
15  La palabra “bajilla” aparece en la Enciclopedia del idioma de Martín Alonso con el significado de “cesto de dos asas o
12  Este numeral y el veintitrés referente a los literatos críticos, satíricos y agrónomos, el autor los apuntó con dígitos; en canastillo”. Ortiz de Ayala pudiera estarse refiriendo a canastillas de metal; pero es más probable que aluda a las vajillas de oro en
función de uniformar el texto, y como predominan los numerales escritos a la letra, se hará así siempre.
13 A partir de aquí el autor hace una relación de personalidades (que no se incluye en este fragmento) en los terrenos literario,
científico y artístico, desde el siglo XV, encabezado por Netzahualcóyotl, hasta el XIX, que
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V, y vieron todos los conquistadores, el pulimiento de las piedras comunes y lados que se encuentran por todas partes, no solamente prueban la extensión de
preciosas, el bello grabado y relieves de muchos trofeos, y sobre todo el cultivo pensamientos nobles e ideas grandiosas de los antiguos y modernos mexicanos,
de las ciencias exactas, geometría y astronomía, que se descubre y manifiesta en sino que inmortalizan a unos, colocándolos entre los pueblos inventores y civiliza-
el ingenioso e inmortal calendario mexicano, monumento eminente y superior dos de la tierra, y honran a los otros puesto que aun antes de su existencia política,
a cuanto dejó la venerable antigüedad de este género, y en fin la invención del cuentan con el documento que más estiman las naciones, que es la literatura obra
papel de agave macerado, el delicado y artificioso arte del mosaico de plumas del genio y la virtud; y si los antiguos en medio de tantas virtudes que los caracte-
de diversos colores, y la curiosa colección histórica de las sesenta y tres pinturas rizaron, aun con los verdugos de sus príncipes y usurpadores de su independencia
originales de jeroglíficos mexicanos, orientadas con sus explicaciones, reunidas y propiedad natural, ejercían una barbarie ciertamente inhumana y execrable en
y enviadas a España por el primer Virrey de México don Luis [léase Antonio su culto, ¿qué pueblo de la tierra se escapó de semejantes manchas? ¿No vimos a
de] Mendoza, que apresadas en la travesía por un corsario francés, por mil ro- los romanos exponer a los gladiadores en lid con las fieras en los anfiteatros, cuya
deos fueron a parar en manos de Tehebet, geógrafo del rey de Francia, de cuyos costumbre, según un historiador, tenía origen en la práctica de los antiguos euro-
herederos compró a gran precio Hakuit, capellán del embajador inglés en París, peos de inmolar a los manes de los héroes, los esclavos y prisioneros de guerra?
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habiéndose publicado en aquel tiempo, y después pasaron por incidentes, parte ¿Y en cierto modo no eran estas escenas más horrorosas y desmoralizadas, puesto
al Vaticano, en donde hemos visto cuarenta, y parte a Viena, regaladas por un que no fueron efecto del fanatismo, sino objeto de una diversión pública? ¡Mas en
cardenal al emperador Leopoldo, y no debieron desconocer Paw, Raynal, Mar- fin, este espectáculo pasó entre gentiles idólatras y aislados, y no deshonra tanto a Otro gran testimonio
montel y especialmente Robertson, que después de afirmar que los mexicanos la humanidad, como las hogueras de millares de hombres sacrificados en Europa que pone en tela de
dieron la idea del establecimiento de los correos en forma, desusados antes de y en América, a nombre de un Dios de piedad y tolerancia, por los inquisidores juicio si la barbarie se en-
contraba en América o vino
la conquista de México en Europa, sienta que el entendimiento de éstos es tan europeos, mucho tiempo después que la luz del evangelio debía haber dulcificado de Europa es la Brevísima
limitado, que no son capaces de formar ideas abstractas, y que es tan estéril su sus costumbres…! Con respecto a la suposición gratuita de algunos de los autores relación de la destrucción de
las Indias de Fray Bartolomé
idioma, que no tiene voces para explicar sino las cosas más groseras y sensibles, que nos ocupan, sobre que la influencia de nuestro clima delicioso, bello cielo y de las Casas y la descripción
y esto ya cuando en la Monarquía indiana de Torquemada aparecía una bella y
16
magnífica naturaleza, inclinan a la molicie, a la ociosidad, no son menos contra- que da cuenta de los maltratos
y torturas a los que fueron
sublime oda al rey de Texcoco, Netzahualcóyotl, y corrían traducidos en lengua dictorios sus asertos, y se conoce que hubo pasión, envidia o ignorancia, pues sometidos los indios:
mexicana en una elegante versión, El Kempis y otros catecismos, obras teoló-
17
debieron tener presente, ya que ignoraban tantos testimonios corroborantes de lo
gicas y no pocas comedias vertidas del latín y el castellano al fecundo y culto contrario, que los grandes hombres, las bellas y admirables producciones, las luces,
idioma azteca, por muchos peritos y sabios humanistas españoles e indígenas, las ciencias y las artes, florecieron y vinieron de la India, Media, Egipto, Palestina
entre otros el padre Sahagún, y dos descendientes de los reyes, que probaron la y Grecia, y que hoy prosperan en Italia las artes nobles, y ciertamente todas estas
armonía y afluencia del mexicano, y en cuanto a su riqueza numeral, ya el erudito regiones son análogas a nuestros climas, porque la providencia justa en sus decre-
Clavijero, que llegó a enumerar hasta cuarenta y ocho millones, lo demostró en tos, distribuye proporcionalmente sus dotes a todos los mortales, sin diferencia
su Historia antigua? 18
de razas, aunque por lo común impenetrable en sus secretos, ha permitido que
Los monumentos y hechos auténticos que citamos, y otros muchos que el los países templados hayan sido los primeros en la carrera de la civilización y la
espíritu de vandalismo y barbarie destruyó, como lo confirman los restos muti- práctica de las virtudes sociales. Si hubieran escrito imparcialmente los defectos
que comía Moctezuma, puesto que a ellas hace mención Cortés en sus cartas a Carlos V.
16  Las cursivas son nuestras.
de los antiguos mexicanos, serían cuando más, del cargo de su aislamiento, y los
17  Las cursivas son nuestras. ponderados vicios de los segundos, la legislación colonial europea, su intolerancia
18  Nótese que esta interrogación se abrió sesenta y nueve renglones antes. Éste es el párrafo más largo del fragmento.
19  Entre los romanos se llamaba “manes” a las almas de los muertos considerados como divinidades.
La misión del escritor La misión del escritor

n n

Acerca de los prejuicios


y desorganización complicada y contradictoria, sus aberraciones, la escasez de que se tenían acerca de tedral. Esta biblioteca, monumento de la generosidad, no de los canónigos, sino
imprentas, la dificultad de hacerse de buenos libros, los exorbitantes costos y tra- la incidencia de la natu- de los ilustres americanos hermanos, don Cayetano y don Luis Torres, que la
raleza y el clima de Améri-
bas que se oponían para llegar a publicar una obra que, o se perdía manuscrita, ca en el entendimiento de sus
fundaron para utilidad del público el año 1787, legando sus libros particulares,
o se extraviaba en su remisión a España, la arbitrariedad, la injusticia y la falta de hombres véase lo que dicen comprando otros muchos, y dejando considerables dotaciones para su fomento
Los frailes criollos: Agustín y cuidado, es la más clásica y sobre todo la más rica en manuscritos curiosos e
protección, las únicas causas responsables. de Betancourt, Francisco
Concluiremos excitando a nuestros compatriotas sobre la necesidad que tie-
20 Javier Clavijero y Rafael Lan- interesantes, pues aunque existen otras quince, se forman en la mayor parte de
ne la nación de reunir en forma y con autoridad legal, un cuerpo de sabios y dívar en Cultura y naturaleza: obras teológicas, vidas de santos y crónicas de las respectivas órdenes religio-
textos novohispanos como
literatos, o sea el constituir una academia de ciencias consagrada a su cultivo, fuentes para el estudio sas; de ella deberá el gobierno disponer, extraer copias y aun originales, a fin de
extensión y protección, con el cargo de dirigir la instrucción pública, y cuidar de historia ambiental, proporcionar al público científico su lectura y evitar su pérdida, como sucedió
siglos XVI-XVIII :
de las mejoras y fomento de los establecimientos científicos existentes y los que con las depositadas en la Universidad, que pertenecieron a los colegios de San
convenga crear; y supuesto que en el párrafo de la instrucción gratuita se indi- Pedro y San Pablo y Tepozotlán; por lo demás, la impresión de muchos de es-
caron el edificio de la Universidad y las fincas y rentas del colegio de Santos y tos manuscritos, y la reimpresión de las obras raras y muy escasas de nuestros
exinquisición para su morada y sostén, nos ocuparemos de los establecimientos sabios escritores, con la compra de las mejores obras extranjeras modernas, un
que más falta hacen en la ciudad federal, y son indispensables y dignos de tomar- surtido de planos, globos y esferas, formarían a poca costa y trabajo, una biblio-
Para saber más acerca de la edu-
se en consideración por una administración ilustrada y creadora. teca digna de la metrópoli.
cación pública superior en México
La Universidad de México, fundada el año de 1533, conforme al plan gótico de El edificio más acomodado por su situación es sin duda el departamento des-
durante el siglo XIX véase:
la Salamanca, contando con seis cátedras de teología, cinco de cánones, dos de ocupado en Palacio, con la titulación de la cárcel a la Acordada, puesto que en
leyes, cuatro de medicina, dos de artes o filosofía, una de matemáticas, una de este punto céntrico los agentes de las oficinas, los representantes y el público
retórica, y dos de idiomas patricios, careció de profesores de griego, de derecho encontrarían a mano dónde instruirse y satisfacer sus dudas en los momentos
natural y de gentes, de historia y de antigüedades, y esta grave falta y la inobser- de desahogo, y más si establece a la vez un gabinete de lectura, abastecido de
vancia absoluta de sus constituciones y completo abandono de la instrucción, todos los periódicos, diarios y revistas de Inglaterra, Francia, Alemania, Italia y
pues sólo era ya un curso de fórmula la concurrencia escolar, han sido sin duda América, y en el departamento bajo, la oficina del correo.
la causa de los atrasos de la juventud y escasez de literatos de mérito tan emi- La Academia de Nobles Artes de México, fundada en 1781, es sin duda la
nentes en otro tiempo; mas supuesto que la Universidad, conforme al plan del más antigua y completa del Nuevo Mundo, y su colección de vaciados mitológi-
gobierno presentado a las cámaras en 1830, queda reducida justamente a confe- cos e históricos, una de las más ricas y bellas; no así su galería pinacoteca, pues
rir según parece, los grados de doctor sin necesidad de rentas, ellas deberán ser aunque se ven pinturas de gusto, y no faltan modelos de Murillo y Rubens; y
aplicadas a la creación y sostén de una buena biblioteca pública, reuniendo a la si no nos equivocamos, un San Juan Bautista del Españoleto, y otros cuadros
que existe en dicha Universidad, la de los excolegios de Santos y San Gregorio, de los artistas españoles más célebres, desgraciadamente se buscan en vano las
la de los conventos suprimidos, muchos de los manuscritos de historia y litera- obras de nuestro ilustre Cabrera y demás autores nacionales, cuyo conjunto se
tura del archivo y copias ya que no sean los originales, de los muchos curiosos e debe llamar justamente escuela mexicana. Una administración celosa del honor
interesantes que se hallan en varios conventos y en la biblioteca pública de la ca- y gloria nacional, está en el deber de formarla a toda costa, y antes de que se ex-
20  Es evidente que esta palabra está fuera de contexto, pues obviamente no se trata de estimular “sobre las necesidades travíen y extraigan algunas buenas y raras pinturas que se dice existen en ciertos
que tiene la nación”; sino de concientizar acerca de ellas.
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conventos de monjas, y evidentemente en los religiosos, estropeándose por la a su pronta recomposición por manos inteligentes y responsables, acaban por
intemperie y el polvo, como Las sibilas y otros cuadros que se hallan en una esca- arruinarse: también notamos la falta de un portero que se presente con mo-
lera y salón de San Francisco y otras en el Carmen de México, las pinturas del Via dales y decencia a la introducción de los forasteros, y un conductor instruido
crucis en la catedral de Puebla y en el salón de recreaciones del Carmen de esta es indispensable en estos establecimientos, a fin de que no desconceptúe a la
ciudad, que por su mérito suponemos ser de Zendejas, solicitarlas y exponerlas nación y evite en una Academia pública ese desorden y ninguna policía que se
(con otras varias que se encontrarían) al público en la pinacoteca o galería de la advierte desde la entrada en ellos.
Academia; y a fin de estimular los adelantos de la pintura y las artes, establecer La colección del museo mexicano es ya de interés en cuanto a curiosidades;
el sistema de exposiciones y premios anuales, conforme al uso recibido en todos Para conocer más
pero si el gobierno hace esfuerzos y escoge un director instruido, celoso y de
los países civilizados. El Congreso General tiene un expediente muy sencillo para acerca de la historia de la gusto se arreglará mejor y enriquecerá progresivamente en los artículos de an-
estimular y extender a poca costa el gusto y florecimiento de las bellas artes, con Academia de Nobles Artes tigüedades aztecas, producciones de los tres reinos, curiosidades, fenómenos
de México visitar:
sólo ordenar a la Academia en forma de liceo, de manera que cierto número de naturales y objetos de artes; hasta ahora dos años, carecía de dos ramos de que
alumnos encuentren asistencia e instrucción dentro de ella, invitando a los Esta- abundan nuestra tierra y mares, existía de la parte zoológica muy poco, y de la
dos a que envíen cinco jóvenes pensionados por cuenta de su tesoro, aplicados a perlaría casi nada, siendo tan rica de estas preciosidades las costas de Califor-
la escultura, pintura, arquitectura, grabado y música, y aun si fuera posible, en la nia. Si su director establece relaciones con los que cuidan de enriquecer estos
mecánica e hidráulica, cuya sola medida formaría una reunión de ciento y veinte establecimientos en Europa, encontrará por medio de los cambios y permutas
jóvenes que, agregados a los que los territorios y el distrito destinen por cuenta formales, con tal que haya exactitud y delicadeza, los medios más eficaces de
de la Unión a este interesante objeto, constituirían un almácigo de artistas que 21
abastecer el museo de muchas cosas que le faltan, y por la inversa sobran en
pronto difundirían en todos los Estados los conocimientos y el buen gusto, y los de Europa.
sobre todo proporcionarían una útil y decorosa subsistencia a muchas familias Convendría también que este establecimiento desde un principio se colocara
honestas; por cuyas razones no dudamos se prestarán a concurrir gustosos todos en un edificio exclusivo y cómodo, en atención a que si se fomenta por una
los magistrados de los Estados. junta dedicada a ello, y se protege por el gobierno, llegará a ser uno de los más
Si el edificio que fue de la Inquisición, se destina como esperamos, exclusiva- vastos y copiosos, y por su naturaleza exige estabilidad, por cuanto con sólo
mente a la Academia de bellas artes, y si al verificarlo se adopta una buena policía una mudanza, muchos de sus objetos se deteriorarían: en vista de esto parece
y orden en su administración interior, no solamente dotando competentemente pues indispensable que continúe en la Universidad, puesto que ya no existirán
a los directores y maestros, sino proporcionando una asistencia completa en allí cátedras, ni los paseos escolares, y están colocados la clásica estatua ecuestre
común a los alumnos pensionistas, y un empleado conservador responsable de mexicana, algunas antigüedades colosales de mérito, que aumentarán con las
los objetos preciosos que, como las estatuas, pinturas, y especialmente los vacia- investigaciones del Palenque, Mitla, panteón de Chalcatongo y la traslación allí
dos exigen, a fin de que se conserven limpios sin deteriorarse o mutilarse, pues del incomparable calendario azteco, que debe embellecer el museo y libertarse
hemos visto por esa falta algunas averías, que si son reparables, no atendiéndose con esta medida de las intemperies del tiempo a que está expuesto en donde se
halla. El departamento alto puede destinarse a las producciones de las artes y
21  En sentido figurado Ortiz señala a ese grupo de artistas como el semillero de donde surgirían más valores; ya que se
llama almácigo a la simiente de las plantas nacidas en almáciga, nombre del lugar en que se siembran semillas de árboles, para la naturaleza, y las piezas y corredores bajos, a las antigüedades mexicanas cuya
transplantarlas más tarde.
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inteligencia necesita un preceptor estudioso. Aunque México cuenta con un la- El proyecto de un nuevo jardín botánico en la metrópoli de la Confederación y de
boratorio químico, que necesita mejorarse en el Colegio de Minería, carece de un las capitales de los estados, no solamente debería combinar lo útil sino tender a lo agra-
observatorio. Los manes de los profundos Sigüenza, Alzate, Gama, Velázquez y dable, conforme al uso recibido de todas las capitales y no capitales de Europa, esto
otros distinguidos amantes profesores de la sublime ciencia celeste, exigen este es, proporcionar a la vez a los vecinos y amantes de Flora, un paseo ameno y deleitoso.
templo astronómico que a la vez excitará el estudio de los astros a la juventud. Ya hemos indicado en otra ocasión, como paraje oportuno, al exido denominado de
Muchos son los puntos que se podían indicar; pero como el más culminante es Concha, que corre desde la acequia por donde termina el llano en donde se está cons-
la cima o cúspide del cerro de Chapultepec, esperamos que sea preferido. truyendo un monumento a un héroe de la patria, y aunque parece que el terreno no
El jardín botánico del palacio federal, aunque curioso y muy reducido, carece es feraz, con sólo disponer abonarlo con los desechos de la ciudad, que se amontonan
de casi todas las plantas preciosas, exóticas y de las más interesantes peculiares en los muladares diariamente se fertilizarían, y sin gastos prepararía la tierra para el
a México; y cuando aun en las ciudades de provincia de Francia, como en Lyon, establecimiento definitivo de este útil y agradable jardín, que sin saber por qué causa
Marsella, Tolosa y especialmente Montpellier, vimos la piña, vainilla, plátano se pensó erigir en el reducido cementerio del hospital de indígenas, o en el retirado y
musa paradisum, el café, caña-miel, la pimienta de Tabasco, canela, clavo y otras estrecho jardín de Chapultepec, sitio cuando más a propósito para semillero, aclimata-
plantas curiosas y delicadas, como el árbol de las manitas mexicano, el mango y ción y conservatorio de plantas.
el guayabo; el de México, si se exceptúa el de las manitas, parece que carece de
estas plantas, y no conserva ni aun la memoria de las preciosas que en tiempo
del antiguo imperio enriquecieron el jardín de Oaxtepec, conocidas por el natu-
ralista Hernández, denominadas huacanas, mariponda, el pánuco, que produce
el opolbalsamo, que según Clavijero, es tan estimado como el de Palestina, y se
vendió en Roma, enviado de México a precio de oro, el estoraque, las gomas
laca, copal, cuapinoli o sudcino vegetal, liquidámbar u ocosote, la acacia o goma
arábiga, que es el mezquite, y finalmente el drago, el mechoacán, la jalapa, es-
pinosilla y otras drogas, los hermosos árboles del tamarindo y cañafístola, del
género de las acacias, la acacia rosa de Virginia, tan común en Europa, y el jobo,
paqui, ojoche, castaño o almendro de Goazacoalco, el mamey, chicozapote, 22

aguacate, chirimollo, nanci, ceiba, caoba, gateado, granadillo, bálsamo, campe-


che, moral y una infinidad de árboles preciosos y plantas que debían embellecer
el jardín, y es preciso plantar y dar a conocer en un nuevo y vasto vergel digno
de la Flora mexicana, así como el platanus orientalis que nos parece haber visto
entre Xalapa y la Banderilla, sobre el camino de Veracruz, y como el maroner
esculus hipocasante o castaño de Indias, la amelica acedraca, el olmo y otros ár-
boles exóticos tan abundantes en los caminos y paseos de Europa y los Estados
Unidos, desconocidos en los de México.
22  No sabemos si quiso referirse aquí el autor a Coatzacoalcos, porque en su Plan de colonización… sobre este itsmo,
escribe “Hoazacoalco”.
La misión del escritor La misión del escritor

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Francisco Zarco fue parte de esa pléyade de pensadores que descollaron nota-
blemente a mediados del siglo XIX. Con una precoz inteligencia, Zarco se hizo
notar desde los doce años n que pronunció un discurso público para conmemo-
rar el 16 de septiembre. Luis de la Rosa, titular de la Secretaria de Relaciones lo
nombró oficial mayor. Su trayectoria en el periodismo fue relevante: escribió en
el Álbum Mexicano, fundó El Demócrata, fue director de El Siglo Diez y Nueve;
de 1851 a 1855 se encargó de la revista literaria La Ilustración Mexicana; en 1852

FRANCISCO inició la publicación de Las Cosquillas, periódico satírico, desde donde Zarco
combatió la administración del presidente Mariano Arista. Francisco Zarco en
sus escasos cuarenta años de vida, destacó como funcionario, orador, periodista

ZARCO
político y literato.
Permaneció al Liceo Hidalgo, asociación literaria que desde 1849 se con-
1
virtió en el más importante centro de reunión de escritores mexicanos de la épo-
ca. Zarco e Ignacio Manuel Altamirano fueron quienes impulsaron y sostuvieron

(1829-1869) esta asociación. Es importante recordar que la Universidad en México mantuvo


el control de la cultura hasta el siglo XIX; una vez disminuida esta institución,
surgen las asociaciones literarias como espacio de discusión y análisis. La impor-
tancia del Liceo Hidalgo radica en que fue la primera asociación con reconoci-
miento oficial, lo cual nos habla de proyecto cultural ya manifiesto.
Los trabajos que aquí analizaremos pertenecieron a la primera etapa del Liceo,
la cual usualmente de le ubica desde 1859, año en que el presidente de la Repú-
blica inauguró sus sesiones ofreciéndole toda su protección, hasta el periodo del
Segundo Imperio.
El órgano publicitario durante esta etapa fue La Ilustración Mexicana (1851-
1855) revista de arte y literatura editada por Ignacio Cumplido y dirigida por
Francisco Zarco; esta publicación destaca por su perfección tipográfica y por
las excelentes litografías de Casimiro Castro. Siguiendo el estilo de los periódicos
literarios de su tiempo, La Ilustración…, recopilaba artículos leídos en el Liceo,
sátiras de costumbres a la manera de Mariano José de Larra, bajo el seudónimo
  de “Fortún”.
Visita la biografía o si así lo prefieres, puedes visitar la edición digital
Los trabajos de Zarco que a continuación presento son: “Discurso sobre el obje-
para niños
La misión del escritor La misión del escritor

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to de la literatura” y “Estado de la literatura en México”, en ambos encontramos los diferentes quehaceres del hombre con su finalidad última: la Kaloskagadía (lo
presentes las preocupaciones de Zarco; ¿Qué es y para que sirve la literatura?, bellos y bueno) griega, entendida hoy igual que ayer, como la virtud moral que
cuestionamientos capitales en un país que con muchas dificultades llevaba ade- nos lleva a la búsqueda e la belleza y la verdad. Concepto retomado también por
lante un proyecto político; si la nación acaba de nacer era vital saber hacia qué Hegel: lo bello es bueno, lo bueno es verdadero. Por todo lo anterior para Zarco,
derroteros culturales conducirla. la literatura tiene una misión: redimir a la humanidad y buscar la verdad.
El “Discurso sobre el objeto de la literatura” fue pronunciado por Zarco cuan-
do tomó posesión de la presidencia del Liceo Hidalgo el 1º. De junio de 1851; d) Conclusión. Zarco termina la argumentación con la idea de que los grandes
este discurso es una verdadera pieza oratoria porque presenta: unidad temática, genios que cultivan las letras en los dos hemisferios, han comprendido perfec-
variedad de recursos retóricos e interés para ser oída de principio a fin. tamente el destino que les ha preparado la Providencia: realizar los principios
Su estructura también cumple los requerimientos formales de una pieza ora- inmutables de la verdad y la justicia.
toria clásica; a través de la lectura se puede distinguir claramente el exordio, la
proposición, la argumentación, la conclusión y el epílogo los iremos analizando e) Epílogo. El autor vislumbra para México un esperanzador futuro y que el
uno a uno: Liceo Hidalgo está consciente de su alta misión: generalizar los principios de la
a) Exordio, como sabemos es la introducción al discurso, en él, Zarco agra- virtud y así vencer la supervisión y el fanatismo.
dece el honor de ser nombrado presidente de esta naciente asociación y confiesa En su artículo el “Estado de la literatura en México” Zarco se propone dar un
el temor de dirigir la palabra ante tan selecto auditorio, sobre todo por recordad diagnóstico de la situación de nuestra literatura. Parte de tres opiniones comunes:
la erudición de sus predecesores. a) No hay literatura nacional mexicana.
b) Proposición. Aquí el autor nos expone cuál es el tema o asunto del discur- b) La literatura es naciente, imperfecta y plagada de defectos.
so. Zarco declara que ama las bellas letras, no sólo porque son entretenimiento, c) La literatura mexicana está completa y ha llegado a su pleno desarrollo.
sino también por ser un medio poderosísimo de civilización y adelanto para la Para Zarco, ninguna es cierta ya que las dos primeras son producto de la envidia
humanidad y porque a través de ellas triunfan la moral y la virtud. Por la impor- y el rencor y la última, del patriotismo. La realidad es una: nuestra literatura está
tancia que ha alcanzado universalmente es ineludible entonces preguntarse ¿cuál en su infancia, ¿por qué? porque México fue colonia tres siglos, estando sometida
es, cuál debe ser el fin de la literatura? no había tradición que cantar y aun así brilló Ruiz de Alarcón, Sor Juana Inés de
c) Argumentación. Zarco desarrolla los argumentos necesarios para mostrar la Cruz, Alzate y Clavijero; prueba fehaciente de la inteligencia novohispana.
qué es la literatura: expresión de ideas y sentimientos, por lo tanto arte que imita Así a través del artículo, Zarco muestra que no podía haber literatura en Nueva
la naturaleza (mímesis aristotélica), dando muestra de una gran habilidad orato- España y que la literatura mexicana es de ayer. De tal manera que haciendo una
ria, Zarco nos lleva a inferir cuál es el fin grandioso de las letras: generalizar la evaluación justa, podríamos estimar sus adelantos, rápidos si no es que extraordi-
verdad y la moral. narios. Cierra el autor su disquisición con el reto al cual se enfrenta nuestra litera-
Para persuadirnos que este fin ha estado presente en todas las culturas, haca tura: buscar originalidad cuando la tendencia en el exterior era la universalización.
un repaso de diferentes sociedades desde la antigüedad hasta el sigo XIX. El Como podemos apreciar ambos trabajos con bastante interesantes; sin embargo,
autor nos muestra cómo los filósofos, poetas, científicos literatos, economistas por la cortedad del espacio, me es imposible analizar todos las vertientes con-
y políticos destacados buscan la verdad y el bien. Magistralmente Zarco articula
La misión del escritor La misión del escritor

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ceptuales que hay en ellos. Sólo me resta señalar algunas ideas nodales,
presentes en ambos escritos, que el lector no debe dejar pasar, sin hacer
alguna reflexión: el repudio a la conquista; la idea de un gobierno ilustrado
D
Señores:
iscurso sobre el objeto de la literatura 23

que proteja las artes; el rechazo al barroco, negación de la Colonia; visión Pocos meses hace que tuvisteis la bondad de admitirme como so-
idealista de la historia, que considera al espíritu humano como una ema- cio del Liceo. Desde entonces es grande mi gratitud hacia vosotros, que
nación de la divinidad; y por último, equiparamiento entre fecundidad de sin manifestaros ávidos de vuestros ricos conocimientos, los comunicáis
ingenio y feracidad de la tierra. generosos a la juventud que se consagra al importante estudio de la lite-
ratura. Pero mi gratitud crece inmensuradamente al verme honrado con
ROSAURA HERNÁNDEZ MONROY vuestros sufragios, que me han elevado a un puesto honrosísimo, y que,
sinceramente confieso, es muy superior a mis escasos conocimientos.
Un sentimiento de amistosa benevolencia ha podido más en vosotros,
que el deseo de dar lustre al Liceo, a esta asociación naciente, que cuenta
ya en su seno nombres estimados en la república de las letras. Recibid
pues, señores, la expresión de mi agradecimiento, que nunca podré pro-
bar con hechos que puedan seros de alguna utilidad.
La confusión y el temor se apoderan de mi espíritu al dirigiros la pa-
labra, por la seguridad que siento en mí mismo de mi insuficiencia para
cautivar vuestra atención, y porque recuerdo la pasmosa erudición de
algunos de mis antecesores, que han presentado memorias instructivas y
completas sobre puntos de alto interés literario.
Ni el poco tiempo que he podido consagrar a la lectura; ni mis
estudios; ni las circunstancias de mi vida; ni en fin, el estado actual de
mi espíritu y de mi corazón, que sufren recientes y agudos pesares, me
permiten dilucidar cualquier cuestión importante, ni hacer la historia de
la literatura de cualquier pueblo…por otra parte, venir a presentaros las
reglas de tal o cual género de composición sería empresa superflua y
temeraria, porque conocéis demasiado esas reglas, y más aún, tenéis la
facultad que se llama criterio para saber seguirlas o abandonarlas de una
23  Francisco Zarco pronunció este discurso el 1º. De junio de 1851 al tomar posesión de la presidencia
del Liceo Hidalgo. Se publicó en La Ilustración Mexicana, México, 1851, t. I, pp. 161-168; El Siglo Diez y Nueve,
24 de junio de 1851, en El Eco de Ambos Mundos, 1873, t. II, núm. 2, pp. 151-157 y Las Letras Patrias, núm. 5,
1957, pp. 124-138.

Sobre esta nota es necesario dar un


acercamiento al lector sobre el Liceo
Hidalgo:
La misión del escritor La misión del escritor

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manera conveniente a cada asunto, a cada obra. no; porque obraríamos con la misma ligereza, y con tan poco tino, como si
Incompletos como son mis conocimientos en la literatura antigua y mo- suprimiéramos el estudio de la texicología y consideráramos al ilustre Orfila
derna, y sin haber estudiado profundamente ni las bellezas en que abundan las como maestro de envenenadores. El literato es hombre, y puede cometer
producciones de nuestros compatriotas, repito que no me atrevo a bosquejar grandes extravíos; pero sea la sana razón la que nos guíe en el juicio general
el cuadro de la historia del movimiento intelectual en ningún pueblo. Pero os que formemos de estudio tan vasto, y que ennoblece tanto el entendimiento.
aseguro que impotente como soy para juzgar con tino, y para inventar algo No puedo concebir, señores, la existencia, no digo de un gran pueblo, no
nuevo, hay en el fondo de mi alma una veneración a todo lo bello, y que amo de una tribu que comience a gozar de civilización, sin una literatura, naciente
con entusiasmo las bellas letras, no sólo porque son el más dulce solaz, el más o vigorosa, perfecta o imperfecta, oral o escrita, porque la literatura no es más
agradable entretenimiento, sino porque miro en ellas un medio poderosísimo de que la expresión del pensamiento; de esa noble facultad que distingue y eleva
civilización y de adelanto para el género humano, y de hacer triunfar los princi- al hombre sobre los otros seres; porque no es más que el estudio del senti-
pios eternos e inmutables de la moral y de la virtud. miento del corazón de una raza condenada a sufrir a llorar. ¡Ah! La literatura,
Nuestra época, más que ninguna otra, está llamada a revestir la literatura de el canto del poeta, la reflexión del filosofo, fue el único consuelo que quedó a
una universal. Los pueblos de la Tierra ya no viven aislados; ni hay nación que la humanidad; fue la sola luz que brilló en la tenebrosa senda se su existencia.
llame bárbaras a las demás; los intereses mutuos producen una unión que hace En un número reducido de familias que vivan bajo el gobierno patriarcal,
de los hombres una misma familia; y así las obras del poeta, del historiador o del el hombre ama a la mujer, ama a sus hijos, respeta al guerrero encanecido
filosofo, no están destinadas al estrecho límite de una ciudad o de una provincia, en los combates, llora al saber la muerte del héroe que luchaba por la patria,
sino que auxiliado el genio por la maravillosa invención de la imprenta, derrama admira la belleza de la naturaleza; ya viva en risueñas praderas; ya vague en
sus producciones por el mundo entero, por donde quiera que haya corazones bosques sombríos, o en montes escarpados; ya se oculte en escondidas grutas,
que sientan, cerebros que discurran. o en regiones cubiertas perpetuamente de nieve. Y todos estos sentimientos
La importancia, pues, de las letras es mucho mayor que la que alcanzara en conducen a la adoración de un Ser creador y omnipotente; de que al principio
las primeras edades del mundo, y su universalidad actual debe movernos a estu- se tienen imperfectas ideas. Theut o Jehovah, Jove o Minichú, todo es lo mis-
diar, aunque sea someramente, cuál es, cuál debe ser el fin de la literatura. mo en los pueblos primitivos.
¿Será ella un lujo de la inteligencia, un entretenimiento pueril que deba con- Y la expresión de tales sentimientos es una necesidad para el labio que
denarse severamente, siguiendo la opinión vulgar de que el literato no es útil al encuentra sonidos groseros, que se vale de ellos puliéndolos, y que después
Estado; de que el que paga un tributo a las musas, no puede jamás penetrar al los perfecciona, dando a la multitud una lengua rica y armoniosa, que excede
santuario del foro, ni tomar parte en los consejos legislativos de las naciones? al escaso número de ideas que entonces se tienen de todas las cosas.
¿Seguiremos viendo con desdén el que hace versos; juzgándolo incapaz de lle- El recuerdo apacible de épocas de ventura; la veneración hacia el que hizo
nar sus deberes sociales, y hasta los que a todo hombre imponen la familia y el algo en favor del pueblo, descubriendo una planta medicinal, o el antídoto
hogar doméstico? Al contemplar los errores de inteligencias extraordinarias, las para un veneno; la esperanza de que cese el infortunio; el ardor belicoso de
faltas de escritores de primer orden, ¿condenaremos el estudio de las letras
24
vencer a enemigos despiadados, son siempre el asunto de las primeas poesías,
como contrario a la religión a la moral y aun al reposo público? No, mil veces odas sin arte, sin refinamiento; pero bellas por su sencillez y por su naturali-
24  Voltaire, Rousseau, los enciclopedistas en Francia y otros muchos en cada nación. Tantos nombres pudieran citarse dad.
de esta escuela como de su contraria, y se vacilaría en decidir quiénes han inculcado más errores; quiénes pueden hacer más
males a la humanidad. Entre el ateo y el fanático, entre el que grita “No hay Dios” y entre el que refiere milagros, y pinta al Ser
La tradición de las hazañas de los valientes, se va alterando de generación
Supremo con las mismas pasiones que al último de los hombres, ¿pueden la moral y la verdadera filosofía pronunciar un fallo
decisivo? (Ésta y las siguientes notas son del autor).
La misión del escritor La misión del escritor

n n

en generación; la admiración de la multitud no sabe explicarse algunos grandes conservan añejas instituciones que los enervan y los debilitan, y ciegos adoran
acontecimientos, y los atribuye a causas misteriosas en que tiene parte la divi- al que puede ofrecerles grandes espectáculos. No basta entonces al poeta el
nidad. Hay entonces semidioses a quienes erigir altares, y comienza la historia apólogo sencillo de Esopo, ni Fedro, para corregir a los hombres.
naciendo entre fábulas y superstición. Cuando se mira triunfante el vicio, hollada la virtud, una raza entera la-
En un combate, pueden temblar los guerreros, pueden aterrarlos los ala- brando su ruina y su infamia, ¿podrán las almas nobles y virtuosas encontrar
ridos de dolor que lanzan sus esposas y sus hijos, y entonces, más fuerte que el una manera risueña y apacible de expresar sus sentimientos y de aconsejar a
choque de las armas, resuena la voz de un jefe exhortado el valor de sus amigos, pueblos que, según la expresión del Evangelio, tienen ojos y no ven, tienen
amenazándolos no sólo con la infamia y con la muerte por su cobardía, sino con oídos y no oyen? No, el acento del poeta es entonces la indignación y el des-
el desprecio de la posteridad y con penas eternas para el ama. Después, el odio precio; la ironía, el sarcasmo sangriento y doloroso. Perseo, Marcial, Juvenal, no
profundo al enemigo, hará sentir a la multitud la necesidad de sangre; el deseo podían menos de ser duros y a veces iracundos al contemplar la degradación
de bárbaros sacrificios, y cuando la víctima esté cerca de la hoguera, o sienta ya de los romanos, porque retirados de una sociedad decrépita, no podían como
sobre su cuello la cuchilla del verdugo, tal vez al acento de un anciano encor- el cortesano Horacio, buscar palabras que no hiriesen, que no lastimasen la
vado y venerable, que pronuncie las palabras compasión, generosidad, amor, el susceptibilidad de sus favorecedores. La sátira amarga y pesada, que necesita
pueblo enternecido abrazará a sus prisioneros, dejándoles la vida y la libertad. sin embargo de formas agradables que provoquen una risa maligna, es, pues,
He aquí, en mi concepto, el origen de la elocuencia, y de todas esas leyes de la propia de épocas de corrupción y de aniquilamiento, y precursora a menudo de
retórica, presentadas hoy en las escuelas, bajo una forma confusa, y envuelta en grandes revoluciones, de los cambios que naturalmente se verifican en pueblos Francisco Zarco nos dice
un caprichoso tecnicismo. gastados, que expiran para dejar lugar a nuevas instituciones, a nuevas creencias, que la sátira es la expresión
Las pasiones, no contenidas por la verdadera religión, producen vicios y y a veces a distintas razas. del pueblo acerca de la deca-
dencia de un gobierno. Durante
defectos, que el que se interesa por la humanidad conoce que merecen censura Sin intentar dar a comparación más extensión que la puramente literaria, el siglo XIX, abundaron los
y represión. Pero decirlo voz en cuello, gritar que tal cosa es vicio, que tal otra encuentro una grande analogía entre el espíritu que ha guiado los escritos de periódicos satíricos, como en el
es perjudicial, sublevaría los ánimos, y de aquí la necesidad de recurrir a inven- que escribió, Las Cosqui-
los principales poetas satíricos en la antigua Roma y en Atenas, y entre la indig- llas. He aquí el link:
ciones más o menos ingeniosas; de aquí el origen del apólogo, de la fábula, de la nación y el terror de los acentos de los profetas del pueblo de Israel, cuando
parábola, que encontramos en toda su sencillez en el desgraciado e ilustre escla- anunciaban la destrucción de la deicida Jerusalén.
vo de Xanthus; que vemos después empleada poética y profundamente por el Esa misma solemne gravedad encontramos en varios autores satíricos, y
Dios sacrificado en el Gólgota; y que si bien se reflexiona es el germen de todas el escritor de costumbres debe procurar no abandonarla jamás, para no descen-
las obras de pura invención: así el cuento, la leyenda, la novela, y aun el drama, der al terreno del dicterio, ni de las inventivas personales. Cuando en tal vicio
pueden considerarse como su desarrollo. Enseñar son pretensiones; corregir incurre, es seguro que no gobierna su pluma el espíritu del bien general, sino
sin aire autoritario; dar reglas de moral y de sabiduría son erigirse en legislador, que se deja arrastrar por pasiones vergonzosas, como el odio de partido o la
era el grande, el sublime fin del apólogo, y éste es sin duda en nuestros días, el envidia del mérito ajeno.
objeto de las composiciones que de él se derivan. Hemos visto pues, que todos los géneros de composición literaria se
Cuando los pueblos han adelantado y han llegado al mayor grado de poder, encuentran desde los siglos más remotos; que todos se deben a la necesidad de
comienzan a decaer, y embriagados con su riqueza se entregan a la indolencia, expresar ideas y el sentimiento, derivándose todas las formas de la naturaleza,
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en cuyo estudio, y en cuya imitación, consiste lo que llamamos arte. le inspira obras inmortales, poemas de fuego; mientras la cortesana griega sólo
Creo poder inferir de la observación del nacimiento de la literatura en puede, unir con el vino, inspirar insípidas anacreónticas en que se ensalce el pla-
cualquier pueblo, que siempre ha tenido por objeto generalizar la verdad y la mo- cer sensual. La justa estimación de la mujer es un paso importante en la carrera
ral. He aquí el fin grandioso de las letras; he aquí su alta y filosófica misión, que de la civilización, u mirar en ella un ser pensador en nada inferior al hombre, se
dígase lo que se quiera, ha sido mejor comprendida por los modernos que por los reconoce su influencia social, influencia bienhechora y generosa. Hay una muestra aquí
antiguos. El movimiento de la inteligencia comenzando en Italia, se extiende des- de la educación que recibía la
En la literatura griega y en la latina hay muchos nombres de esclarecidos pués en los otros países de Europa, de los cuales cada uno conserva obras es- mujer en el siglo XIX, tenien-
filósofos, y de almas sublimes amantes de la humanidad. Platón y Cicerón serían critas hace siglos, que llevan el sello de la verdadera sana filosofía. do en cuenta un proyecto
civilizatorio:
bastantes para la gloria literaria de aquellos pueblos. Pero la fisonomía, el aspecto No intentaré trazar ni ligeramente cuál ha sido el adelanto del espíritu
general de la literatura antigua es demasiado variado; los espíritus vacilaban entre humano en todos esos pueblos, y señalar los nombres de Dante y de Petrarca,
mil sistemas distintos, y las verdades que hoy se reconocen universalmente esta- de Chaucer y de Shakespiare y de don Al[f]onso el Sabio y de Camoens, de Cor-
ban todavía a discusión. neille y de Moliére, de Schiller y de Klopstrock , mirar que después no bastan
26

Desde el renacimiento de las letras en Europa, se nota más filosofía y volúmenes para registrar los títulos de las obras que por todas partes parecen,
miras más elevadas en el escritor. La poesía, la historia y todos los otros géne- prueban bastante que la Italia, la Francia, la España, la Inglaterra y la Alemania,
ros aparecen con galas de juventud, con vigor y brillantez, al mismo tiempo que no han permanecido estacionarias, y han contribuido igualmente al bien de la
aprovechan los tesoros de ciencia y de sabiduría que les había legado los antiguos. humanidad.
La literatura toma entonces ese carácter compuesto, en cuya formación tienen Desde el siglo XV podemos observar un espíritu de indagación, que no se
parte la gracia y el adelanto de os griegos y de los romanos; la luz vivificadora detiene ante el valladar que al talento quieren imponer los soberanos y los
del cristianismo; la nobleza de los tiempos caballerescos, origen de la poesía de concilios. Podéis descubrir una unión íntima entre la ciencia y la literatura, para
los trovadores, de aquellos hombres que siempre hablaban de amor, como dice derrocar el imperio de la superstición y del fanatismo. Ni la censura, ni la ho-
Petrarca, y que en el canto erótico no ensalzan como los antiguos la belleza y la guera, ni el cadalso, ni la infamia regalada por los déspotas a la descendencia de
gracia, sino la virtud y la generosidad. 25
un hombre, son suficientes a detener la marcha de la inteligencia iluminada por
Una de las primeras y más notables diferencias de la literatura moderna la fe, y por una justa estimación de sí misma.
compartida con la antigua es que reconoce la excelencia de la mujer, que eleva el Locke, Bacon, Leibnitz, Newton y otros muchos cuyos nombres os son
amor a un grado de sublimidad y de abnegación, de espiritualismo y de desinterés, familiares, no se detienen ante obstáculos artificiales; estudian la naturaleza, go-
que no pudo nunca alcanzar un pueblo en que un poeta como Ovidio, escribía biernan el entendimiento y despiden una luz sobre la humanidad; luz que brilla-
su Arte de amar. El amor, ese sentimiento puro, inmaculado, que suaviza las cos- rá son extinguirse, porque ahora es ya imposible que lo pueblos vuelvan a caer
tumbres, reemplaza pues la lubricidad antigua; la dama cantado por el trovador jamás en la barbarie. La Inquisición y la curia lanzan sus rayos exterminadores,
25  Sobre esta literatura de los trovadores, particularmente de los de Provenza, hay curiosísimas noticias, bajo el punto de
que caen sobre frentes casi divinas; la Inquisición y la curia tiemblan al ver que
vista histórico y literario, en las obras de Mrs. Jamieson, mujer de brillante imaginación y llena de conocimientos. Me propongo hay quien son osadía estudie y profundice los fundamentos de su poder, y se
dar a conocer dentro de poco, algunos de sus escritos.
26  Al ver estos nombres, no se busque orden cronológico, ni analogías entre ellos; se ha escogido al acaso entre otros
muchos, que resaltan en la literatura moderna.
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ocupe de los derechos del hombre por tanto tiempo conculcados. esta verdad.
Nada importa, sólo se aceleraron resultados grandiosos. ¡La reforma y la Pero una vez conquistada la libertad, la marcha de la literatura debe seguir,
libertad! sin retroceder jamás, y entonces adquieren la mayor pompa, la mayor majestad
Deploremos después los extravíos del siglo XVIII; que si fueron tan fuer- y es la luz que ilumina los otros conocimientos. Las gracias y los encantos de la
tes, es porque debieron su origen al exceso del fanatismo, de ignorancia y de poesía se derraman por todas las ciencias, aun por aquellas que los ergotistas ha-
opresión contra la que tuvieron que combatir, y veamos que después de una re- bían querido sepultar bajo la más desconsoladora aridez.
volución que ha cambiado la faz del mundo, los pueblos, sintiendo la necesidad Hablo de esa poesía que consiste en la percepción de lo bello y en el entusiasmo
de la fe, no verifican una reacción como la llaman algunos, sino que estimado y 27
de las pasiones generosas. ¿No hay poesía en esas obras de Condillac y de Des- Una de las tareas de Zar-
venerando las verdades religiosas y morales, erigen altares a la virtud, y gozan de tutt de Tracy, que analizan las operaciones del entendimiento con tanta precisión, co era tratar de universa-
ventajas que le arrancaron antes sus pérfidos opresores. Para que no se crea que lizar la literatura, es por eso
con tanta exactitud, como la que alcanza la química de nuestro siglo? ¿No hay que consideraba casi cualquier
exagero al atribuir todos estos grandiosos resultados a las letras, suprímase en los poesía y de la más noble, de la más sublime, en los escritos de Montesquieu, de corriente de pensamiento como
móviles de las revoluciones útiles el adelanto de la filosofía y de la literatura, y Vattel, de Beccaria de Filangieri, de Benjamin Constant, de Jovellanos, de esos expresión y confirmación de la
literatura. La liga es un extracto
no habrá espíritu humano que pueda comprender sus causas, su marcha, ni sus hombres que han generalizado las más luminosas verdades; que han enseñado a del modo de pensamiento que
prodigiosas conquistas. los pueblos y a los gobiernos lo que bebe ser la legislación, y que han aliviado la tenían los anteriores autores
Causa asombro contemplar la influencia de la literatura en los siglos mo- suerte que antes pesaba sobre las masas, presas de la miseria y de la ignorancia?
dernos; y ella, si quiere ser grande y útil, debe tender a conservar esa misma ¿No hay poesía en los escritos de Smith, de Blanqui, de Say y de todos los econo-
influencia, que es fecunda en provechosas consecuencias, y que pone bajo su mistas modernos, que con tanto afán procuran mejorar la situación del hombre,
dominio la inmensa suma de conocimientos que forman lo que se llama ciencia como ser único, y de las sociedades en general? Sí, hay en todas esas obras mu-
universal. cha belleza y verdadera, sublime poesía, esa poesía que se figura la felicidad del
En épocas de abyección y de triste servidumbre la literatura decae; sólo género humano, esa poesía que se llaman locura y delirios los ávidos opresores
deja oír la adulación al magnate opresor, o los cantos insultos de un amor inno- de los pueblos.
ble, de ese amor que no se alimenta con puros sentimientos, ni con el culto de la Gibbon en su obra inmortal sobre la decadencia de los romanos, dando leccio-
libertad de ese amor envilecido de un esclavo, que no piensa en la suerte de sus nes a todas las generaciones del mundo; Buffon estudiando la naturaleza y sor-
hijos. Esa frialdad de los sentimientos, esa insipidez de los afectos, esa falta de prendiendo sus más recónditos misterios: Cuvier siguiendo tan nobles huellas;
inspiración y de entusiasmo, acaban por corromper el lenguaje, por alambicar las Humboldt recorriendo los mares, trepando a las montañas más elevadas de la
ideas, y por convertir, en fin, la literatura en mero entretenimiento de cortesanos Tierra, y refiriendo en su Cosmos hechos que sólo su inteligencia divina pudo
ignorantes o depravados. Estudiad a un mismo tiempo la historia del gobierno y descubrir, son poetas inspirados por Dios, son poetas tan grandes, tan dignos de
de la literatura de alguna nación, por ejemplo de la España, y os convenceréis de veneración, como aquellos vates que el consentimiento unánime de los siglos ha
27  Chateaubriand y sus imitadores, son los que han empeñado en sostener que las necesidades religiosas de la Francia, han distinguido con el nombre de profetas.
sido una verdadera reacción; es decir, un retroceso al estado que la nación tenía antes de la revolución de 99 [sic]. No es así, y El
genio del cristianismo, esa producción inmortal de Chateaubriand, hubiera sido condenada en aquellos tiempos de tinieblas y de
Y el filósofo, el naturalista, el publicista, el economista, son literatos. Se ha ex-
intolerancia. Las naciones son hoy, y quieren ser, cristianas; mientras que en la época del filosofismo, no había religión, sino clero-, tendido, pues, este círculo que se creía reducido por algunos al número insig-
no había fe, sino opresión; no había libertad, sino tiranía ejercida en nombre del derecho divino.
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nificante de tristes versificadores sin inspiración y entusiasmo, y vemos que la del escritor. Ese deseo ardiente, esa ambición, esa necesidad imperiosa de ex-
literatura abraza todos los conocimientos útiles y sirve de poderoso auxiliar al que presar las propias ideas, que se siente desde los primeros años, es seguramente
se entrega a investigaciones científicas y al que es llamado a dirigir los destinos de la primera cualidad del escritor. Las obras del genio son por decirlo así, una
las naciones. emanación natural, son como el perfume que exhalan las rosas en los jardines,
En nuestros tiempos, ni los tronos se apoyan en el derecho divino, ni las como los vapores de los lagos, o buscando comparaciones menos risueñas,
asambleas legislativas son soberanas; la razón de las leyes no es ya un yo lo quiero, como las ígneas materias que brotan del cráter de los volcanes, como los true-
y así al dictar una medida, al recomendar algo en nombre del gobierno, es menes- nos de la tempestad, como los bramidos del océano.
ter persuadir no sólo de la justicia, sino de la conveniencia de la utilidad que a los Sin esa vocación, nunca habrá belleza, ni verdad en los escritos, serán des-
pueblos debe resultar de las leyes que se les imponen. carnados, descoloridos, serán un esfuerzo trabajoso del arte; pero jamás con-
Se ve, pues, que la política no es un terreno extraño a la literatura; y si bien el moverán el corazón, ni persuadirán el entendimiento.
escritor huye las más veces los puestos públicos, debe con su pluma dilucidar las La independencia y tal vez la altivez noble del carácter es otra circunstan-
cuestiones graves, los puntos de que depende la suerte y la existencia de los pue- cia indispensable en el escritor, sea cual fuerte el género a que se dedique. Sin
blos. No hay ahora congresos ni gabinete en que no se haga oír la voz poderosa ella no puede jamás servir a la causa sagrada de la verdad ni la moral.
del literato, y el cúmulo de estudios que expresa la sola palabra política ocupa gran No sé si a todos sucede lo mismo, pero me deleitan menos las obras de
parte de la vida del que se consagra a las bellas letras. algunos poetas del siglo de Augusto, cuando pienso que se prosternaban humil-
No se mire son desdén la política, ni se crea que es un terreno árido, sin des ante este amable tirano; no me entusiasman los escritos de los que rodeaban
flores ni perfumes. No, también en ella hay belleza, también en ella hay nobles a Luis XIV prodigándole el epíteto de grande; disminuye mi admiración hacia
sentimientos, también en ella es menester disipar errores, desarraigar funestas algunos italianos cuando los miro de corte en corte mendigando el amparo de
preocupaciones, generalizar interesantes verdades, y derribar altares en que el cri- los potentados; y compadezco las pequeñeces del hombre cuando miro al filó-
men se hace adorar, y las aras en que se sacrifica al género humano. El festivo es- sofo de Ferney tributando un culto al tirano del antiguo Brandemburgo, para
critor de costumbres, el desdichado Larra, sabía en sus producciones más ligeras después oírse comparar a la naranja, cuyo jugo se chupa para arrancar la cáscara.
a primera vista, prodigar serias reflexiones sobre difíciles puntos de legislación, Y por el contrario, qué grandes aparecen los nombres de los ilustres escritores
sobre cuestiones económicas de un interés vital para su patria. Entre nosotros, la que supieron conservar su independencia sin humillarse jamás, sin halagar las
prensa política ha tenido épocas de verdadero esplendor, y Mora, Quintana Roo pasiones de un partido, sin prostituir su inteligencia. En España, miro descollar
y La Rosa ocupan sin duda un lugar eminente entre esa clase de escritores, sin la figura bizarra y caballeresca de Cervantes, el valiente manco de Lepanto, que
desdeñar por eso el cultivo de las bellas letras propiamente dichas. con la creación de su hidalgo de la Mancha dejó más gloria a su país que todos
Creo haber presentado un bosquejo del carácter que hoy tiene la literatura, y sus grandes capitanes, y que sin embargo, ¡al escribir sus obras filosóficas y pro-
después de haberla contemplado en la altura en que ha sabido colocarse, casi es fundas vivía en las mazmorras de la prisión! Miro en Francia a Fenelon perder la
natural considerar a los que a ella se consagran. gracia de los reyes, porque severo y virtuoso se atreve a dar lecciones de moral,
Las ideas de los antiguos sobre el numen político, y sobre la inspiración, si son y Cervantes y Fenelon me encienden en entusiasmo de veneración y de respeto.
figuradas como las más de sus alegorías, no dejan por eso de expresar la vocación En Inglaterra, en el país clásico de la libertad, es donde casi todos los escritores
han gozado siempre de mayor independencia, y por esto en la literatura inglesa
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encontramos tantas verdades tan enérgicamente expresadas. imperial han confesado que temen la literatura moderna, y el fuego sagrado de la
En nuestros tiempos es mucho más fácil no perder esa independencia; poesía, porque ven una propaganda literaria contra su poder y contra la bárbara
prescindir de ella por un pedazo de pan, es un delito a los ojos de la humanidad, iniquidad con el que oprimen a pueblos enteros. Nadie podía hacer más grande Una de las garantías
individuales que defendía Zarco
porque hay una inteligencia que se emplea en engañarla, ensalzando el crimen o elogio de la literatura. era la libertad de prensa, he aquí
la imbecilidad que suelen asaltar el poder en todas las naciones. Los déspotas del Norte han confesado que os temen, ¡Poetas y escritores un fragmento:

Figaro, además de su vasta instrucción y de su prodigioso talento, tiene el del mundo entero! oíd la voz del Austria que tiembla a vuestro acento podero-
mérito de haber sido uno de los escritores más independientes, y Espronceda, el so, y seguid con ardor y con entusiasmo esa lucha de la razón contra la fuerza
entusiasta lírico, participa de ese mérito, pues vemos que en sus patrióticos rap- brutal: del genio contra la opresión; de la verdad y de la moral contra la tiranía
tos no vacila en lanzar el odio del mundo sobre el despreciable Fernando VII, sin y contra el despotismo. Vuestra misión es un verdadero apostolado, los pueblos
pensar que su hija es el fantasma que queda del poder de los antiguos soberanos que gimen esclavizados, de vosotros esperan que minéis el poder de sus bárbaros
de Castilla. Entre los autores contemporáneos son abundantísimos los nombres señores.
que pudieran citarse, de aquellos que, sin temor ni bajeza jamás han inclinado su La literatura no tiene, pues, un carácter pueril, ni de mera diversión; sus miras
frente ante el poder, ni han empleado su pluma en lisonjear a ruines mandarines. son elevadas, santas y salvadoras. Las letras intentan redimir a la humanidad, y
Entre nosotros estoy muy seguro de que sólo pasará a la posteridad, pura sin en esta generosa empresa no son estériles sus afanes. En todo género de com-
mancha, la memoria de los que han observado tal conducta. posición se busca la verdad y la filosofía, y las que de esta circunstancia carecen,
Nada hay tan contrario al adelanto y al desarrollo de la literatura, como son trivialidades inservibles en la época presente. Enseñar verdades luminosas,
la ambición de honores, como el encono y la envidia entre los dedicados a las corregir los vicios nocivos a la humanidad, dar un poco de fe y de esperanza a los
letras. Déjense esas pasiones bastardas a las oscuras medianías, y sean un día que padecen en la Tierra, es la misión grandiosa de la literatura de nuestros días.
hermanos los poetas y los filósofos, los historiadores y los que trabajaban en los La más rápida ojeada sobre su estado actual, convence de que el poeta más lírico
descubrimientos científicos. Todos llevan por objeto la verdad y la moral, todos tiene que ser filósofo si quiere llamar la atención del mundo.
corren tras de la gloria, todos quieren el adelanto del género humano; únanse, La historia ha dejado de ser una lista de fechas y de nombres (muchos de ellos
pues, y sus esfuerzos no serán aislados, ni estériles. dignos de memoria), y es sólo una lección severa para los pueblos y los gobier-
A pesar de las ventajas que el mundo debe a la literatura, no se puede todavía nos. Los sabios que cultivan las ciencias exactas y las naturales, no se divagan ya
abandonar el campo, ni dormir sobre los laureles; no, porque los enemigos de en extravagantes abstracciones, ni en forjar especulativas teorías; se ocupan, sí,
todo adelanto, aprovecharían el primer momento para uncir a los pueblos a sus de aplicaciones prácticas, de instruir al hombre de todo lo que en la naturaleza ha
pies con cadenas de fanatismo y de superstición. Debe, pues, la literatura vivir sido creado para hacer menos dura la peregrinación de la vida. El gran número
constante, imperecedera y vigorosa, y conservarse como conservan los antiguos de genios que cultivan las letras en los dos hemisferios, han comprendido per-
sacerdotes de las Galias el fuego sacro. fectamente los grandes destinos a los que prepara la Providencia:
Hace pocos días que en uno de mis desaliñados escritos refería yo la alarma 28
Sin erudición, sin fluidez en mi pobre estilo, tal vez he abusado de vuestra in-
causada en la autoridad austriaca de Venecia por un periódico literario publicado dulgencia al expresarnos hoy estas ideas. Las abrigáis sin duda, y por eso entre
en Turín por los hombres doctos e ilustrados. Aquellos agentes del gobierno vosotros hay poetas que en sus armoniosas y sonoros cantos decís
verdades sublimes, os irritáis contra el vicio y contra nuestros des-
28  La biografía de Carlos Alberto, publicada en el número 4 de La ilustración Mexicana
A realizar los principios inmu-
tables de la verdad y de la justicia.
(Como un apoyo integral para la civili-
zación e instrucción de los mexicanos,
Zarco liga la ciencia, el quehacer
político y la literatura. Aquí un
breve estudio:
La misión del escritor La misión del escritor

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órdenes, y dais, en fin, a la poesía de nuestro siglo el mismo carácter instructivo,


moral, religioso y útil que vemos en los más antiguos monumentos de poesía
que conocemos: la Biblia, y los poemas de Homero.
Antes de concluir, señores, permitidme expresar la halagadora esperanza de
que México, antes de mucho, puede enorgullecerse con una literatura propia, de
IGNACIO
RAMÍREZ
que ella lleve el sello filosófico de muestra época, y de que los primeros resplan-
dores de esa vivísima luz, manen puros y deslumbrantes del Liceo Hidalgo, de
esta asociación patriótica y franca en que la inteligencia es el vínculo de unión
y de la amistad entre la juventud ansiosa de ser útil al país, y de generalizar los
principios de la virtud y de la civilización entre la mayoría de nuestros conciuda-
danos. Tenéis todavía grandes obstáculos que vencer, pero luchad, luchad con
constancia y valor, y aunque no venzáis en tan noble empresa, vuestros afanes
(1818 - 1879)
os granjearán el aprecio de las generaciones venideras.
Dije.

Aquí pueden encontrar una biografía de Ignacio Ramírez


que pertenece a una colección realizada por el INEHRM
(Instituto Nacional de Estudios Históricos de la Revolución
Mexicana) especialmente dirigida al público infantil. Su propósito era
transmitir las vidas de los hombres y mujeres ilustres del país al futuro
de México, para servir así al compromiso presidencial de “hacer honor
a los mexicanos de ayer y ser dignos ante los mexicanos de mañana”.
Esta serie de biografías se publicó durante el gobierno de
Miguel de la Madrid (1982-1988).

*Tomado de la Biblioteca Digital


Bicentenario

* Y aquí está la biografía, de un tono mucho más


formal, que presenta el Congreso de Sinaloa en su
página web, dirección que anexamos:
La misión del escritor La misión del escritor

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¿Y seremos nosotros el modelo de los humanos débiles?


Un día nos dispersaremos con incierto vuelo
tras los caprichos de la suerte impía. Margo Glantz escribió un artí-
IGNACIO RAMÍREZ culo parta la revista Fractal sobre
jero, El Monitor Republicano, El Precursor, El Semanario Ilustrado, entre otros, desta- Altamirano, en él hace una ligera
El origen del nombre descripción de la Academia de
del Nigromante: En cándose siempre en su afán por conseguir una verdadera libertad de expresión. Letrán, que citamos a continua-
1845, siendo redactor Formó parte de la Academia de Letrán, donde se identificó con el romanti- ción:
En 1836 se fundó la Academia
Ignacio Ramírez, conocido en el ámbito literario como “El Nigromante” o
29 de Don Simplicio, esto
cismo y con la idea de “mexicanizar la literatura emancipándola de toda otra y de Letrán, la primer asociación
es, a la edad de vein-
también entre sus contemporáneos como el Voltaire mexicano, fue uno de los tisiete años, adoptó el
dándole carácter peculiar”, a decir de Guillermo Prieto.
literaria de importancia en el México
independiente. Desde su inicio tuvo
ideólogos más destacados de la Revolución y las leyes de Reforma, su figura seudónimo de Nigromante,
que hizo célebre y conservó Dentro de las diversas discusiones ideológicas que se desarrollaron a lo largo
como finalidad la de impulsar una litera-
tura que fuera expresión de lo nacional.
se enmarcó en el desarrollo del periodismo, la docencia y la política de nuestro toda su vida. Su divisa era
del siglo XIX, sobre el progreso cultural y el nacionalismo, la polémica Ramírez- En ese proyecto participó la primera
tremenda: “Recedant omnia generación romántica: Andrés Quintana
país. vetera; nova sint omnid”; Castelar jugó un papel importante, en donde el concepto de “desespañolización” Roo, Guillermo Prieto, Ignacio Ramírez,
Ignacio Rodríguez Galván, Fernando
Se sabe que a lo largo de sus estudios se caracterizó por un particular ta- quería abolir todo lo pasado y
no sólo se vio como parte de la independencia política, sino también como una Calderón, José María Lafragua, Manuel
que no quedara en pie sino lo
lento, además de su carácter escéptico y sarcástico, por los numerosos embates nuevo.
metáfora de un anhelo de vida.
Payno, José y Juan Nepomuceno Lacunza,
Fernando Calderón. En Memorias de mis
contra sus maestros y estadistas del momento. Su trayectoria política lo llevó José López Portillo y Rojas.
“Ignacio Ramírez”. En Maciel Emilio Castelar, contendiente de Ramírez, fue un tenaz crítico de la monar-
tiempos, Prieto avisa: “...para mí, lo gran-
de y trascendental de la Academia, fue
a ocupar diferentes cargos, en los cuales trató de llevar a la práctica sus ideas
30 R. David y Rosen Jélomer,
quía y se erigió su tendencia a mexicanizar la literatura,
Boris. Ignacio Ramírez “El emancipándola de toda otra y dándole
democráticas y progresistas. Sus preocupaciones giraron en torno al modelo Nigromante” Obras com- Como cabecilla de diversas sublevaciones en España: buscó establecer la carácter peculiar...”(En Prieto, La litera-
liberal, sobre todo en lo que respecta a la necesidad de realizar profundos cam- pletas. Tomo VIII. Páginas
República, a través de la “democracia!. El debate iniciado con El Nigromante
tura Nacional) La Academia de Letrán y
otras instituciones de ese tipo, primero
sobre Ignacio Ramírez.
bios en la estructura socioeconómica de la nación, buscó la reivindicación de México: Centro de
culminó con la publicación del artículo “La desespañolización”, (único texto
en la época de la anarquía (1823-
1853) y, más tarde al restaurarse la
la población indígena y el abandono de la herencia colonial; la igualdad jurídica Investigación Científica
“Ing. Jorge L. Tama- conservado del debate y que se presenta en esta antología), a raíz del cual, Cas- República después de la derrota de
Maximiliano, tuvieron un carácter
de hombres y mujeres; se manifestó por una reforma educativa que alcanzara yo”.1989. Pp. 131-152.
telar hizo patente su derrota ante la elocuencia y argumentación de Ramírez. colectivo y político.
p.134 Ignacio M. Altamirano: Los
todos los niveles sociales, y la cual tomara en consideración una partida pre- Esta discusión causó un fuerte impacto, lo cual propició que varios residentes géneros literarios de la nación.
supuestal importante para educación; asimismo, fundó la primera escuela para en Nueva York, procuraran su difusión impresa. Para la segunda publicación del
Fractal n° 31, p. 95, 2003
Tomado de:
sordomudos, creó la Biblioteca Nacional y desarrolló un proyecto para abrir artículo en El Semanario Ilustrado el editor agregó la siguiente nota que plasma, en
una galería para las obras de pintores jóvenes. mucho, el sentir de la época:
Dentro de su ideario, es importante resaltar su total desacuerdo con la inje- El célebre publicista español D. Emilio Castelar ha consagrado a algunos de nuestros compatriotas, expresiones de estimación
rencia extranjera en asuntos nacionales aunque, por otro lado, emprendió una al enviarles su retrato que han recibido por el último paquete inglés. Nuestro colaborado el señor licenciado D. Ignacio Ramírez
se encuentra entre los favorecidos, y el señor Castelar le consagra un recuerdo tan galante como honrosa para el señor Ramírez,
de las políticas colonizadoras de emigrantes extranjeros, que cabe aclarar era de una polémica literaria entre ambos, en los términos siguientes: “A D. Ignacio Ramírez, recuerdo de una polémica en que la
una idea común, concebida como la gran panacea para el desarrollo del país. elocuencia y el talento estuvieron siempre de su parte, el vencido. Emilio Castelar”.

Ramírez creyó siempre en la efectividad y la necesidad de la desamortización


de los bienes eclesiásticos, pero reconoció como un elemento importante para
la sociedad la tolerancia religiosa. Emilio Castelar, el hombre con el que D. Ignacio Ramí-
rez sostiene una disputa, era un personaje brillante de la
A pesar de la persecución de la que fue objeto por su pensamiento radical, sociedad española. Charles A. Hale hace una artículo para
Letras Libres sobre la relación que tuvo Castelar con México y cuál
colaboró en diversas publicaciones como Don Simplicio, El Federalista, El Mensa- fue su importancia en España, hace breve referencia a la polémica
que sostuvo con Ramírez, que citamos a continuación:
Castelar había irritado al hispanófobo Ignacio Ramírez cuando exhortó a la “unión de España
y América”; con todo, incluso Ramírez reconoció que si bien en España Castelar no era
29  Nació en 1818 en la villa de San Miguel el Grande, hoy San Miguel Allende, Guanajuato, y murió en 1879 en la “sino el bastardo de la opinión pública”, en México “es, desde hace tiempo, uno de nues-
Ciudad de México. tros hermanos”. Ramírez en principio justificaba el panhispanismo de Castelar
30  Se puede apreciar en su formación la influencia de las ideas ilustradas, entre las que resalta el cuestionamiento sobre Sobre la polémica Ramírez-Castelar anexamos también la con sus sólidos antecedentes liberales y republicanos.
alusión que hace Francisco Sosa en Biografías de Mexica- Y el link del artículo completito, aquí:
lo religioso. nos Distinguidos (1884) y que se encuentra en las Obras
Completas, dice así:
Al emigrar el gobierno republicano en 1836, a consecuencia de la guerra con los franceses,
Ramírez salió para Sinaloa,su estado predilecto. En el mismo año pasó al de Sonora, con el objeto de
trabajar por la restauración. Allí fue en donde sostuvo una polémica con el gran tribuno español Emilio
Castelar, en la que, con un estilo chispeante y altamente satírico, demostró lo conveniente, lo justo de la
emancipación de los pueblos hispanoamericanos, de las tradicionales costumbres de la antigua metrópoli
y de la servil imitación de lo europeo. Terminada la polémica, recibió Ramírez un retrato de Castelar
con la siguiente honrosa dedicatoria: A don Ignacio Ramírez, recuerdo de una polémica en que la
elocuencia y el talento estuvieron siempre de su parte, el vencido, Emilio Castelar. p.64
La misión del escritor La misión del escritor

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Por lo que respecta al clima político-social en el cual se desarrolló el debate Francisco Sosa. “Ignacio
del norte, y del repudio a aquellos que sólo han traído aislamiento e ignorancia
Ramírez-Castelar, México había visto pasar ya la presidencia fallida de Comon- Ramírez”. En Maciel R. a América.
David y Rosen Jélomer,
fort, la ascensión de Juárez al poder, las guerras intestinas entre liberales y conser- Boris. Ignacio Ramírez “El Cuando se refiere a las llamadas naciones civilizadoras, pone en tela de juicio
vadores, la redacción de las Leyes de Reforma; se enfrentaba a la inminente inter- Nigromante” Obras comple- este concepto, y a través del ejemplo de las conquistas de pueblos bárbaros a
tas. Tomo VIII. Páginas sobre
vención francesa y a la entrada de Maximiliano cobijada por los conservadores. Ignacio Ramírez. México: Cen- regiones con una cultura propia, se debe recordar que Ramírez sostiene en su
Mientras, en España, Castelar publicaba en El Rasgo un agudo artículo en el cual tro de Investigación Científica
“Ing. Jorge L. Tamayo”.1989.
ideario que la cultura mexicana tiene como cimiento la historia indígena acosada
criticaba severamente el reinado de Isabel II, y también preparaba una subleva- pp. 59-68 por la avaricia de los españoles.
ción contra la monarquía española, en defensa de sus ideas republicanas. Por último, cuando se hace referencia a las calamidades de la guerra a las
Sobre las tesis expuestas a lo largo de “La desespañolización”, Ramírez iniciará que se ven sometidos los pueblos —según señala Ramírez en otro artículo— “si
rememorando los abusos y atrocidades cometidos por los conquistadores, y que México quería conservar su nacionalidad, cultura, valores tradicionales, no podía
nos remiten a la leyenda negra sustentada por ingleses y franceses: El Nigromante dar muestra de impotencia. Por ende, el único camino a seguir era la guerra”
anota: esto era importante en función de que al conseguir la libertad, se puede llevar al
Creyendo descubrir en la frente de Colón un camino seguro para robar a los hombre a alcanzar por fin la fraternidad universal, sobre todo en un continente
portugueses las Indias orientales, tropezó con nosotros, y desde entonces se ha joven donde realmente se lucha por la libertad.
complacido en devorarnos. ¿No podría ser entonces “La desespañolización” de Ramírez una metáfora
Se cuestiona, por otro lado, la validez del argumento de Castelar sobre la llama- dentro de la cual germinan ideas tales como la búsqueda de identidad y libertad,
da ingratitud de los mexicanos a un país que les heredó lengua y religión; Ramírez válidas en todas las naciones, incluso en la del señor Castelar?
hará patente su idea sobre la desamortización de los bienes eclesiásticos como una
necesidad para que la religión católica no atentara contra los intereses y derechos MARÍA ELENA VICTORIA JARDÓN
del pueblo, y de la soberanía popular:
Nos dejaron templos; y ha sido necesaria una revolución para derribarlos, porque
el ídolo que ha extendido desde el Vaticano una mano para bendecir los robos de
Jecker y las iniquidades de la Francia.
Otro aspecto es el que pondrá en entredicho la imitación y permanencia que se
debía obtener de la tradición hispánica, ideas opuestas al espíritu liberal de Ramí-
rez, y que reflejan el pensamiento del núcleo conservador mexicano, que veía en
la clase criolla conservadora, la sustitución del poder peninsular. He aquí el cues-
tionamiento de El Nigromante al liberal Castelar: “Renegamos los mexicanos de
la patria de usted señor Castelar, del mismo modo y por las mismas razones que
usted reniega de ella. ¡Henos aquí fieles a sus inspiraciones!”.
Ramírez habla de su afán libertario que se apoya en el tener una expresión
propia y auténtica, en una emancipación mental y literaria influida por los aires
La misión del escritor La misión del escritor

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L a desespañolización 31 en su indignación, entregó al pueblo ibérico toda la Tierra, para probarle sola-
mente que era indigno de regirla. ¿Qué monumento pusieron esas gentes sobre
el mundo cuando lo tuvieron en sus manos? la hoguera de la Inquisición; y lo
El brillante escritor Emilio Castelar, ha dejado correr de su pluma estas palabras: dejaron caer, fatigados de su peso. ¿Nos designará usted, por ventura, la Edad
Renegáis, americanos de esta nación generosa que tantos timbres tiene en su historia, tantas prendas en su carácter, tantos
fulgores en su civilización. Renegáis de este país, el único que supo leer en la frente de Colón el enigma de vuestra existencia.
Media? El tipo más puro de aquella época nos lo conserva Don Quijote; el más
Renegáis de este país que ha fundado vuestros puertos, que ha erigido vuestros templos, que os ha dado su sangre, que ha puro, porque este caballero siquiera es un loco, y no un bandido.
difundido su alma en vuestra alma, que os ha enseñado a hablar la más hermosa, la más sonora de las lenguas, y que por civilizar Reniega usted confiéselo, de esa nación generosa, que tantos timbres tiene
al Nuevo Mundo se desangró, se enflaqueció como Roma para civilizar el Antiguo.
en su historia, tantos fulgores en su civilización. La España que usted ama, no
¡Mueran los gachupines! fue el primer grito de mi patria: y en esa fórmula
existe ni ha existido jamás; el talento de usted la engendra en su alma demo-
terrible se encuentra la desespañolización de México. ¿Hay algún mexicano que
crática; la ve usted en el porvenir, la dota usted con las prendas de su propio
no haya proferido en su vida esas palabras sacramentales? Yo, uno de los más
carácter, la adorna con los timbres que descubre en las naciones más gloriosas,
culpados, debo al señor Castelar, a quien admiro, una explicación razonada, so-
y se deslumbra usted con los fulgores de la civilización que le desea; peo entre
bre por qué, en unión de mis conciudadanos, reniego de la nación que, creyendo
tanto, para sus paisanos, usted no es más que el Don Quijote del progreso.
descubrir en la frente de Colón un camino seguro para robar a los portugueses
No hay que hacerse ilusiones; el último pueblo a quien desearían parecerse
las Indias orientales, tropezó con nosotros, y desde entonces se ha complacido
las demás naciones de la Tierra, es el pueblo español, y el mismo señor Castelar
en devorarnos.
trabaja por una metempsicosis, esperando que ese pueblo querido trasmigre al
Renegamos los mexicanos de la patria de usted, señor Castelar, del mismo
fin de las fieras a los hombres. Lejos de mí negar el relevante mérito de muchos
modo y por las mismas razones que usted reniega de ella. ¡Henos aquí fieles a
ilustres españoles; ¡pero cómo han pasado por su patria! Ellos no han sido más
sus inspiraciones! ¿A qué época de la España quiere usted que nosotros perte-
32

grandes que el Dante, que Maquiavelo, que Galileo, que Miguel Ángel, que
nezcamos? ¿Imitaremos a la España actual, donde usted, admirable escritor, es
Campanella; y aquéllos como éstos, según la frase del señor Castelar, no han
visto como un paria? No, usted no canoniza el robo del guano, ni los asesinatos
pasado por su suelo desgraciado sino como los fuegos fatuos por un cemen-
de Santo Domingo, ni la esclavitud de Cuba llamándose usted demócrata, ha
terio. Una sola gota de sangre española, cuando ha hervido en las venas de
dicho sobre la España de hoy : ¡anatema! ¿Imitaremos a la España de Carlos II
33

un americano, ha producido los Almontes y los Santaannas, ha engendrado los


el Hechizado, una especie de Maximiliano por derecho hereditario, abandonada
traidores; y no es extraño este fenómeno, porque para darnos su sangre no han
como un cadáver a los buitres de Austria y de la Francia? No, hasta los mismos
venido a la América los Quintanas ni los Castelares, sino los frailes que ustedes
españoles se avergüenzan de esos tiempos que para la religión y el despotismo
han asesinado, y los galeotes que ustedes cargan de cadenas.
aparecen como los más envidiables. Tampoco nos designará usted como mo-
Si el señor Castelar viniera a la América, vería lo que quieren decir para no-
delo, la España de los Reyes Católicos, de Carlos V y de Felipe II, cuando Dios,
31  Este artículo, después de su primera edición hecha en La Estrella de Occidente de Ures en 1865, se reprodujo en sotros sus injustas reconvenciones; nos ofrece el lecho de rosas en que expiró
1868 en El semanario ilustrado, en las Obras de Ignacio Ramírez que publicara la Secretaría de Fomento, en 1944 se incluyó en Cuauhtémoc. Los que nos han dado su sangre, nos la quieren dar todavía: la
Ignacio Ramírez. El Nigromante, antología preparada por Francisco Monterde editada por la SEP, en 1960 apareció la reedi-
ción de Obras de Ignacio Ramírez, esta vez impresa por Editora Nacional S. de R. L., y por último en 1984 en Ignacio Ramírez. sangre del adulterio, del estupro, de la violencia. Nos dejaron templos: y ha sido
EL Nigromante. Obras completas, edición preparada por David Maciel y Boris Rosen para el CIC Jorge L. Tamayo. Para este necesaria una revolución para derribarlos, porque el ídolo que en ellos se adora-
ensayo, se trabajó con la edición de La Estrella de Occidente de Ures.
32  En la edición de El Semanario Ilustrado se cambia la palabra inspiraciones por aspiraciones (N. del E.) 33  En la edición de El Semanario Ilustrado se cambia la palabra hervido por servido. (N. del E.)
La misión del escritor La misión del escritor

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ba, era el mismo que el señor Castelar fulmina en Roma; ídolo que ha extendido del señor Castelar, y sin embargo, el señor Castelar reniega de la Edad Media.
desde el Vaticano una mano para bendecir los robos de Jecker y las iniquidades ¡Qué ruin sería la América a los ojos de nuestro ilustre antagonista si no
de la Francia. Los españoles no han hecho en nuestros puertos sino una cosa aspirara sino a remedar a la España! Un astro más noble descubre la inteligencia
buena: salir por ellos. Y, en cuanto a la más hermosa, a la más sonora de las len- entre las tempestades que rodean al mundo; con sus rayos descubrimos el trono
guas, ¿no es verdad que el señor Castelar compite con nosotros cuando se trata conservado para la libertad y el altar para la ciencia; no es el orgullo español ni
de desfigurarla? ¿Habla el señor Castelar como las Partidas? ¿es castizo como la ambición francesa quienes hacen desaparecer los Pirineos y precipitan al mar
Fray Luis de León? ¿es purista como los Argensolas? Apenas si recuerda a Santa las columnas de Hércules; es la fraternidad universal: lo que hay de más puro,
Teresa, y eso en el romanticismo místico de aquellas palabras: “ha difundido de más noble, de más sublime, pertenece a todos los pueblos, todas la glorias
su alma en vuestra alma”. Es un anacronismo recomendarnos un idioma en un se confunden en una, Homero y Confucio, Washington y Voltaire, Bolívar y
siglo en que se pretenden tantos, y todos ellos tienden a confundirse: despójese Lutero, todo hombre que se apellida grande, lo mismo pertenece a la China que
el señor Castelar de algunos arreos españoles, y en vez de parecerse a Saavedra a la España, y en México son igualmente queridos los nombres de Castelar y
Fajardo, lo confundiremos con Victor Hugo, con Pelletan o con cualquiera otro de Hidalgo. La electricidad, el vapor, la imprenta, lo mismo hablan, se deslizan,
francés moderno. Si es una ingratitud desespañolizarnos, debemos españolizar- vuelan cuando de lo pide un español que cuando se lo demanda un azteca; para
nos de nuevo. ¡Qué felicidad para la América convertirse en Santo Domingo! entenderse no es necesario hablar castellano: los que vieron en Babel confun-
La protesta que hacemos contra la España, comprende a todas las naciones didas, extraviadas sus lenguas, han recobrado la voz y emprenden de nuevo la
que se llaman civilizadoras, y que para bien de los pueblos los entregan a las cala- conclusión de la torre prodigiosa, el escalamiento del cielo.
midades de la guerra. Si Roma se enflaqueció, culpa fue de su codicia; modelo de Uno de estos temerarios es usted, como nosotros, señor Castelar, y lo que
naciones civilizadoras, por un ensayo de filibusterismo destruyó a Cartago, que usted desea no es más que desespañolizarse: la América va con sus costumbres,
se encontraba en camino para el Nuevo Mundo. Llevó en seguida sus agentes le- con sus instituciones, con sus luchas, con sus sacrificios, adonde usted se dirige
gionarios a la Grecia por civilizarla, y el Partenón y el Pireo, estremecidos todavía con sus discursos: cuando los Cacios de la monarquía y del clero nos enclavan
con las palabras de Platón y de Demóstenes, brillando con la espada de Milcíades un puñal alevoso, tu quoque?
y animándose bajo el genio de Fidias y de Praxíteles, hoy, en este momento cla- Y, pues si se trata de confundirnos en uno, tanto cuesta ir a España como
man profanación contra los que en Corinto fundieron las estatuas sagradas para venir de ella. Americanícese usted, señor Castelar. Los americanos comprende-
entregarlas al comercio de la soldadesca como monedas de cobre. Vuelven de mos a usted a usted más que los españoles, más lo amamos, más lo admiramos;
nuevo al África y borran la sabiduría de Egipto. Se aventuran al Asia ¿y qué en- aquí hasta el bello sexo le consagra a usted sus miradas y sus simpatías; aquí se
señaron, cuando la nación más despreciable les ha revelado el cristianismo? Los lucha en verdad, pero los traidores, los españolizados, ya no se confunden con
bárbaros a su vez quisieron ser civilizadores; y eso de intento, vamos, decían los los buenos; el triunfo en los Estados Unidos será para la humanidad; el triunfo
unos, a castigar la corrupción del Imperio Romano; somos los azotes de Dios, en México para la independencia y el progreso; el triunfo en el Perú para la justi-
decían los otros. Esos mismos bárbaros han fundado en Europa las ciudades, cia, de la independencia, del progreso, de la humanidad, de la gloria, venga usted
han abierto sus puertos, han erigido templos, han difundido su alma en el alma amigo nuestro donde no faltarán olivas y laureles para su frente; en España lo
del orgulloso continente, y por civilizarlo estropearon de diversos modos el latín, espera a usted el cura de su parroquia para negarle un sepulcro. En España no
y se desangraron y enflaquecieron como Roma. Esos bárbaros son los abuelos es Castelar, sino el bastardo de la opinión pública; aquí en México es, desde hace
tiempo, uno de nuestros hermanos.
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1. En los siguientes links podrán encontrar la


digitalización de las Obras de Ignacio Ramí-
rez, que pone a nuestra disposición la UNAM:
Tomo I:
Tomo II:
Tomado de la Biblioteca Digital de la UNAM

JOSÉ TOMÁS DE
2. El siguiente link es un homenaje que hace
la Revista del AAPAUNAM a Ignacio Ramírez
CUÉLLAR
(1830-1894)
y su trabajo dentro del campo educativo. Inicia con una
anécdota interesante sobre el mural que Diego Rivera
pintó en el Hotel del Prado, en él Ignacio Ramírez tenía
un cartel que decía: “Dios no existe”, decía, porque
suscitó protestas y tuvo que modificarlo.

3. Por último, dejamos a su disposición un


ensayo de Guillermo Prieto, “El debut de Ignacio
Ramírez”, donde habla de la elocuencia y el carácter de
el Nigromante. Léanlo, es muy divertido.

Relato de Cuéllar por Angel Pola


Moreno en la Revista Nexos.

Y si les interesa la
correspondencia
que estos dos
hombres ilustres
tuvieron, pueden
bajar Las cartas
nigrománticas del
siguiente link:
La misión del escritor La misión del escritor

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C
uando José Tomás de Cuéllar publicó su artículo “La literatura nacio- otras influencias extranjeras, como de la poesía italiana y musulmana que surgían
nal” para La Ilustración Potosina en 1869, del cual nos ocuparemos, quienes integraban la Arcadia mexicana.
tenía una relativa trayectoria en el terreno literario de nuestro país. El extenso y minucioso recorrido que hace Cuéllar en el ensayo de la literatura
Para entonces había sido secretario del Liceo Hidalgo con Mariano mexicana, desde la conquista hasta el periodo de la República Restaurada, advierte
Morali (1850), y colaborado en algunos órganos periodísticos como el Semana- del fervor mexicanista contenido en los escritores, el cual solamente pudo ser ca-
rio de las Señoritas, La Ilustración Mexicana y El correo de México, y se había editado nalizado hasta cuando el país contó con una historia propia, una vez lograda la In-
su Obra poética en la imprenta de Ignacio Cumplido. dependencia. De ahí la considerable cantidad de obras, de empresas editoriales, de
Es pertinente tomar en cuenta en este espacio el desarrollo que va siguiendo creación de asociaciones literarias y de búsquedas que manifestaran el sentir nuevo.
Cuéllar en su realización como escritor, porque mucho de lo que apunta en el Sólo había un impedimento para que los jóvenes escritores pudieran llevar a cabo
ensayo mencionado, como indicador de la evolución de la literatura, es el re- su cometido, se dolía el autor: el continuo estado de guerra civil e inestabilidad po-
sultado de su experiencia directa y de su participación en la consolidación de la lítica en el país, pero hay que tomar en cuenta también que gracias a ese momento
nueva forma de apreciar a la literatura mexicana. Cuéllar como de la historia mexicana los poetas ya “tenían misión que llenar” y “glorias que
Antes de que Cuéllar editara su famoso semanario La Ilustración Potosina, en parte fundamen- cantar”. Pues como señala Cuéllar al inicio de su artículo: la literatura no sólo es
cuyo primer número se publica “La literatura nacional”, él junto con otros tal de la publica- la expresión del estado de la civilización de un pueblo, según Larra, sino también,
escritores había llevado a cabo reuniones semanales (1867), denominadas “Ve- ción periodística es el reflejo de la historia de los pueblos, “Es como la voz inmoral de las grandes
ladas Literarias” y que tenían como objetivo dar a conocer las obras de los en el México del catástrofes y de las transformaciones seculares, es el acento expresivo de los sacu-
escritores del momento y promover la literatura nacional. En estas reuniones, siglo XIX dimientos y de las revoluciones…”
anota Belem Clark, Altamirano señala las metas a nuestra reciente literatura.
34 “La literatura nacional” sería el único ensayo de carácter cultural e histórico que
Cuando las veladas concluyeron los escritores siguieron reuniéndose en la casa escribiera Cuéllar. Muy probablemente lo hizo por la necesidad que observó de
de Altamirano y formaron el círculo de amigos que se conocería como la “Bo- dejar registro de la pasión nacionalista con la que los escritores asumieron su inter-
hemia Literaria”. vención en la nueva empresa cultural.
Ahora bien, es muy probable que en el texto de Cuéllar hayan cristalizado Poco después de la aparición del artículo se advierte una vigorización en todas las
las prolongadas polémicas que entablaron los románticos mexicanos, pues su actividades literarias que emprendió Cuéllar. Hasta 1870 publica La Ilustración
escrito pareciera ser la perspectiva del grupo: a Cuéllar le toca apuntar sobre Potosina, posteriormente aparece la primera época de su colección La Linterna
a actitud con la que aquellos escritores asumirían su quehacer literario: como Mágica, con seis novelas en dos (1871-1872), y la segunda, entre 1889 y 1892, con-
misión. formada por 24 volúmenes, con 10 novelas, 5 de artículos y 2 de poesía. Además
Para el autor, únicamente se podía cumplir ese compromiso cuando los escri- de sus diligencias periodísticas, teatrales y como diplomático.
s
tores mexicano estuvieran conscientes de que la literatura debía surgir del
propio medio, por eso no se podía hablar de una expresión auténticamente PILAR MANDUJANO JACOBO.
mexicana hasta después de 1829, cuando Andrés Quintana Roo guiaba a la
juventud, Martínez de la Rocha daba a conocer su arte poética y Francisco
Ortega abría la senda de los estudios serios, anota el autor. Antes, continúa, du-
rante la Colonia las letras mexicanas sólo eran imitación de las españolas o de
34  “Estudio preliminar” a la Ilustración Potosina, México, UNAM, CEL, 1989, p. 92.
La misión del escritor La misión del escritor

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L a literatura nacional tos de una raza que se envilecía, y parte de una raza dominadora que subyugaba,
35

imponiendo, con el poder del vencedor, la fe, las costumbres, el idioma y las
trabas del pensamiento?
La literatura es la expresión del estado de la civilización de un pueblo, ha dicho Así pasaron los siglos XVII y XVIII sin más asomos de literatura que coplas in-
el célebre escritor español don Mariano José de Larra; y esta verdad se pone sustanciales de asuntos frívolos, alabanzas de carácter puramente místico, casi la
de Manifiesto en la historia de la literatura en México. La literatura es, no sólo Aquí única senda abierta al pensamiento, controversias en los colegios sobre asuntos
el termómetro de la civilización, sino el reflejo de la historia de los pueblos. Es encontraremos
el artículo de de muy poca importancia y en las que no escaseaban desahogos vergonzosos
como la voz inmortal de las grandes catástrofes y de las transformaciones se- Larra donde y ridículos.
culares, es el acento expresivo de los sacudimientos y de las revoluciones, que enuncia el papel El estudio de las bellas letras era considerado, todavía en el siglo pasado, como
resuena desde los siglos más remotos hasta la más remota posteridad. de la literatura
un juego de ingenio, como un pasatiempo despreciable y de ninguna utilidad.
Las letras, en el rico, floreciente, y libre imperio azteca recibieron en el siglo No se concebía al poeta sino como al hombre que sabe hacer reír, como al sal-
XV el tremendo golpe que había de ahogar para siempre, en la noche del olvi- timbanqui que sabe hacer suertes; de manera que era ajeno de toda gravedad
do, los cantos de nuestros ascendientes. e incompatible hasta con la posición social entretenerse en cosas de literatura,
La más sangrienta de las revoluciones, la más estruendosa y memorable trans- vagatela propia de estudiantes y de ingenios frívolos.
formación, la conquista, borró con todo el poder de una nación guerrera los No por eso faltaban talentos que bajo la influencia de época mejor hubieran
jeroglíficos mexicanos, y la tea de los soldados de Cortés lanzó al espacio en sobresalido a un grado eminente, pues apareció Arreola en Guanajuato, Muñoz
espirales de humo el inestimable tesoro de la literatura primitiva. de Molina, admirable improvisador, que podía hablar tan de corrido en verso
La raza invasora edificó sobre las cenizas, destrozando en su avance cuanto como en prosa, y por último Sor Juana Inés de la Cruz, monja del convento de
pudiera revelar vida del pueblo conquistado; y no contentos los conquistado- San Jerónimo.
res con la tela de los monumentos, con borrar las costumbres y las tradiciones, Las obras de esta fecunda poetiza son un testimonio de la implantación de la
se atrevió a arrancar el buril de las manos de la historia, para lanzar al olvido literatura española con todos sus vicios, hinchazón y gongorismo, si bien es
toda traza de valimiento de los vencidos. preciso reconocer las dotes de un ingenio superior y extraordinario en esta
La literatura española venía a implantarse con las nuevas costumbres de la raza moja que llegó al más alto grado de erudición y cultura en su época.
mixta, y la nueva aurora de la vida intelectual de México tenía por sol al siglo Al siglo XVIII pertenece nuestro gran Ruiz de Alarcón [sic] pero es bien sabido
XVII de España, en el que reinaba la hinchazón, la puerilidad y la perversión que floreció en España donde la envidia y la bajeza amargaron tanto los días de
del gusto. este ingenio mexicano, nacido en Taxco, hoy invocado universalmente como
Y si en España, donde el poeta bebía inspiración en las fuentes vírgenes de la cimiento y lumbrera del teatro español.
tradición, de las glorias y de los recuerdos, teniendo auditorio propio y propias Florecieron también el padre Alzate, Amable, Velázquez, Clavijero, Ganancia,
glorias, se contagiaban los más esclarecidos ingenios con la gangrena del mal Mendoza, Gama y otros varios; pero ya en esta época el movimiento intelectual
gusto y la decadencia de las letras ¿qué sucedía en México, en donde el poeta ensanchado si esfera de acción y elevándose más, se lan-
no tenía misión que llenar, ni glorias que cantar, entre los vagos recuerdos de zaba en busca de lo desconocido, investigaba, estudiaba,
las generaciones que se perdían y la nueva forma de la sociedad naciente; res- recopilaba los apuntes de la historia y daba un paso en el Francisco Xavier Clavijero es uno de los huma-
35  La Ilustración Potosina, t. I, 1869. Estos mismos apuntes aparecieron después en El Domingo, núms. 6 y 7, 19 y nistas más destacados de la Colonia, dedicó su
26 de enero de 1873; en El Artista, t. III, 1875, pp. 209 y ss; en El Libro y el Pueblo, núm. 5, jun, 1965, pp. 3-11. vida a la literatura y al compendio de la historia de
la Nueva España. Entre sus obras destacan: Historia Anti-
gua de México e Historia de la Baja California. En nuestros
días es muy conocido su breve ensayo: Carácter y costum-
bres de los mexicanos. Audio:
La misión del escritor La misión del escritor

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terreno de las ciencias. y Lizardi escribía bajo el seudónimo de “El Pensador Mexicano”, seudónimo que
A las décimas glosadas, al villancico, al estribillo, a la loa y a la jácara sucedían las El pensador
en esta época parecía pretensioso y pedante, pero que en los tiempos a que nos Mexicano
traducciones de la Ilíada de Homero por el padre Alegre y la Eneida de Virgilio referimos no dejaba de ser la expresión del estado de las letras en México, si se
por Larrañaga. atiende a que Lizardi con el valor de Larra y la intención de Cervantes, en medio
Aunque la restauración de las letras se verificaba en España a mediados del siglo de la rudeza de su estilo, puso, el primero, el dedo en las llagas sociales con sus
XVIII con Iriarte y Moratín, y ya el soplo de la reforma difundiera la luz de las escritos en los que sobrevivirá la intención filosófica a despecho del estilo que
ideas nuevas y el empuje de la gran revolución abriera un ancho campo a la litera- condena el buen gusto.
tura moderna, aunque ya la Inglaterra y la Alemania abrazaban ansiosas la liber- El título de la primera reunión literaria dará también idea de lo lejos que estaban
tad del pensamiento, España, que surgía siempre de lejos el espíritu reformista, los poetas de espaciarse en los campos vastísimos de la inspiración y del progreso
no podía romper los diques, ni de la tiranía religiosa, ni de la tiranía política; y el intelectual. Predominando el género bucólico, y circunscrita la poesía, influencia-
progreso intelectual, en reducido campo, satisfacía su anhelo en la esfera de la da ya hacía mucho tiempo en España por la poesía italiana, y por los musulma-
imaginación y la poesía, sin penetra en el terreno vedado de la verdad razonada y nes, se llamó la primera academia la Arcadia mexicana, y fray Manuel Navarrete,
la filosofía. De aquí la multitud de poetas del parnaso español y el cortísimo nú- Ochoa y don Francisco Ortega tienen en sus obras marcadas la índole de la lite-
mero de los prosistas y escritores filósofos, con excepción, se entiende, del gran ratura nacional; Navarrete escribía hasta diez o seis odas a las flores de Clorilla y
Cervantes, de Solís y de Mariana. once a la polilla de Clori, otras tantas a la música de Celia; sobre un mismo asunto
De manera que la España del siglo XVIII no podía transmitir a sus colonias el escribía: Juguetillo 1, Juguetillo 2 etc., o a Clori y Silvio comiendo durazos, o Endechas al
movimiento literario de Europa; y los escritores mexicanos de principios de este canario de Celia.
siglo, si bien con dotes de ingenio, eran presa del marasmo de la Colonia, ya no Como una muestra de los resabios del mal gusto se lee al frente de las obras de
sólo por la maliciosa lentitud que procuraban los dominadores oponer al desa- Navarrete, impresas en París, con el título de Prólogo ingenuo, una décima taberna-
rrollo intelectual, sino por la dificultad de comunicación directa con las naciones ria y asquerosa.
que iban a la vanguardia del progreso humano. Pero Ortega, saliendo ya del círculo mezquino de sus contemporáneos, se elevaba
Todavía en la tercera década de este siglo, el poeta era considerado como un ente a otros asuntos y abría la senda de los estudios serios, de las obras clásicas, ya en
extraño y ridículo, sobre el que caía el escarnio de lo que en México se llamaba la paráfrasis, en los asuntos sacros, ya en la epopeya, al primer soplo de libertad y
nobleza y aristocracia. El carácter distintivo que los aventureros enriquecidos de las glorias nacionales, o ya en fin traduciendo a Lamartine.
dieron a nuestra sociedad, era el de una riqueza ostentosa y de mal gusto; riqueza En las poesías de Ortega empezaba a sentirse el ensanche de la poesía nacional,
oligárquica, cuyos blasones eran la vajilla de plata maciza; y el nombre de poeta y en una colección publicada por Ojeda en 1839, hay exquisita variedad en los
sonaba como sinónimos de pobre y sucio en aquellos altos círculos. asuntos, figurando entre ellos la crítica, que en todas las épocas de decadencia
La poesía, reducida en un corto límite, vergonzante y humilde aparecía detrás del literaria, ha sido la precursora del buen gusto y del renacimiento. El padre Ochoa
anónimo; y los poetas mismos no osaban levantar el vuelo, sino que, en lo gene- fue inimitable en el epigrama.
ral, ensayaban su ingenio en asuntos triviales, en piezas fugitivas y como dando a Las altas dotes literarias de don Francisco Tagle, le hacían digno de presidir el
sus tareas sólo el carácter de mero pasatiempo; u no obstante, sobresalían enton- movimiento y el progreso de las letras; pero aún no estaba generalizada a idea de
ces don Francisco Tagle como émulo de fray Luis de León y de Rioja, aparecían la importancia de su desarrollo; y el mismo poeta se resiente de ello, en el desaliño
composiciones sin firma de don Juan de Lacunza, de Barquera y de Bustamante
La misión del escritor La misión del escritor

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de algunas de sus composiciones ligeras. a vivir en una esfera más amplia de porvenir.
Gorostiza, en más fecundo terreno, floreció en el teatro y dejó imperecederos Aparecía también don Andrés Quintana Roo guiando a la juventud estudiosa por
Me
monumentos de su ingenio en El amigo íntimo, en la comedia Contigo pan y cebolla pare- el buen sendero, dándole a conocer a Martínez de la Rosa en su Arte poética, que
y en otras cuyo apogeo vio el teatro español. ce pertinente hacer fue en México la primera obra de este género que precedía al buen gusto.
referencia en la El Arte poética
La literatura, vegetando apenas a la sombra de la calma bochornosa de la colo- Era acogida con entusiasmo por Prieto, por Payno, por Mauel Tosiat Ferrer y por Poética de Mar-
Independencia ya
nia, enmudeció repentinamente en 1810. La revolución gloriosa, que había de que Cuéllar a lo Rodríguez Galván, y se fundó la Academia de San Juan de Letrán en 1836. En tinez de la Rosa,
esta útil institución florecieron además de los arriba anunciados Alcaraz, Aran- fragmento
cambiar la faz de México, sofocó con sus detonaciones y su sangre los nacientes largo de su ensayo
la mencionará con go y Escandón, Casimiro Collado, Navarro, Lafragua, Esteva, Franco, Castillo
impulsos de las bellas letras, durante once años. El destino, preparaba desde dolor una y otra
entonces, al desarrollo intelectual, el vasto campo de la emancipación y de las vez. Ya que como Lanzas, Escalante, Esteva y Ulíbarri, Lozano, los Orozco y Berra, Segura y otros
libertades públicas. él dice las armas muchos.
sofocan a las letras En la década que terminaba en 1850, la Academia de San Juan de Letrán
El viento que arrojaba de nuestras playas al último de los virreyes y disipaba las
nubes vespertinas del régimen colonial, llevando hasta la historia el humo del cosechaba sus más óptimos frutos: brillaba don Fernando Calderón y Rodríguez
combate, abría a las musas mexicanas los anchos horizontes de la poesía y ofre- Galván, y vio México por primera vez las ediciones de semanarios de literatura
cía, por primera vez a los vates oprimidos por tres siglos, la trompa épica para como El Mosaico, El Liceo Mexicano, y especialmente El Museo, que es una precio-
cantar las glorias de la patria. sa colección de producciones literarias y que revelaba desde entonces el porvenir
Pero no había de ser ésta todavía la época de desarrollo de nuestra literatura. de la literatura nacional.
Conmovida profundamente la sociedad por la revolución, en 1821 México aún En 1851 se funda el Liceo Hidalgo, reanimando el espíritu de asociación litera-
no entraba de lleno en el goce de todas las ventajas conquistadas con la Indepen- ria, y aparecía don Francisco Granados Maldonado, don José Sebastián y don
*El Mosaico
dencia: la política comenzó a llenarlo todo y a sembrar divisiones, odios y con- Vicente Segura, los hermanos don Fernando y don Manuel Orozco y Berra, don
troversias: los mismos héroes de la patria veían empeñarse el brillo de su gloria Francisco González Bocanegra, don Marcos Arróniz, don Luis G. Ortiz, don * El Liceo Mexi-
al influjo de la política; y la lucha de las ideas viejas con la luz de la revolución Florencio M. del Castillo, don Francisco Zarco y otros varios a cuyo lado tuvi- cano, y especial-
mente El Museo
salvadora, engendraban el malestar en las sociedades. mos el gusto de dar nuestros primeros pasos en la senda literaria.
Era necesario que México acabara de disipar las sombras del coloso dominador, Podemos señalar otra década hasta 1860, en la cual se preparaba el movimiento
interpuestas entre la nación joven y la ilustración europea; era preciso el libre y surgían empresas literarias en más grande escala.
curso de las idas regeneradoras, la circulación de libros, la expansión libre de los Aparecían editores como don Juan R. Navarro, don C de las Cagigas y don A.
colonos, la apreciación justa del bien conquistado y destruir definitivamente las Boix, que hacían jugar las prensas mecánicas y circulaban con una profusión,
trascendentales consecuencias de la dominación, enseñoreada por tres siglos. nueva entonces, multitud de publicaciones, ya en forma de semanarios de litera-
Como síntomas precursores de la transformación, aparecieron los periódi- tura o ya como bibliotecas, que abrazaban un conjunto de materias. Tales eran
cos El observador y la Minerva, en los que se leían las producciones de Tagle y del La Semana de las Señoritas, la Civilización y las bibliotecas nacional y extranjera, la
esclarecido ingenio de José Ma. Heredia. Biblioteca Universal y la Económica de don V. García Torres. De la antigua y constante
Escribían entonces Ortega, Lacunza, don José María, Fernando Calderón, imprenta de Cumplido salía La Ilustración Mexicana, acogida
Olaguíbel, Carpio, Pesado y Couto; y ya en 1829 la literatura nacional comenzaba con general aceptación y que forma hoy una obra preciosa
de cinco volúmenes. Es notable la relación del escritor con
el editor. La imprenta es indispensable
para el desarrollo de la literatura. Es por ello
que Cuéllar también incluye la propagación de
las editoriales en su “literatura nacional”, ya
que quiere decir que también hay una
detonación en la literatura nacional
La misión del escritor La misión del escritor

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De la misma manera que en 1810, la literatura nacional enmudeció con la guerra instructor de los niños, por el mismo señor Pizarro. Cartilla del sistema métrico decimal,
extranjera, y durante los cuatro años del Imperio, a excepción de algunos enérgi- En dicha revista Cué- escrita por don Manuel Ruiz Dávila. Lecciones de Geografía, por don José Ma. Barada
cos desahogos patrióticos lanzados por la noble indignación de los vencidos, la llar también colaboró y Geografía universal, por García Cubas.
prensa nacional no volvió a reproducir casi nada digno o notable. Se han publicado, sobre todo, algunas obras de gran mérito literario y científico,
Pero con la restauración de las libertades vino el renacimiento de las letras, que merecen un lugar preferente en la bibliografía actual. Tales son los trabajos del
abriendo una nueva era de verdadero progreso intelectual, y por primera vez en señor don Francisco Pimentel, y los del señor don Manuel Orozco y Berra, cuyo
la República se nota el sorprendente movimiento literario que agita hoy a todos nombre es honra de México, pues de una de sus obras se han hecho dos traduccio-
los hombre de letras. La prensa en México presenta hoy un aspecto de vida y de nes en Alemania.
animación muy notable; y bastará a nuestro propósito indicar sólo algunas de las Se han publicado también las poesías de Rivera y Río, las de Casimiro Collado, las
muchas publicaciones que han visto la luz en la nueva era política. de Emilio Rey y otras muchas obras originales, que renunciamos a enumerar por
Sin mencionar el extraordinario número de periódicos políticos, en mucho supe- no hacer demasiado largo estos apuntes, que no han tenido otro objeto que dejar
rior al de cualquier otra época, contamos entre otras publicaciones literarias, con consignada en las páginas de este semanario, la primera época verdaderamente flo-
el Semanario Ilustrado, La Vida de México, El Renacimiento, El Anáhuac, periódico reciente de las letras en México.
que publica la sociedad literaria de Nezahualcóyotl, las novelas de don Vicente ¡Ojalá que esta fuente de vida y de prosperidad de la patria no sea jamás cegada por
Riva Palacio, tituladas: Monja y casada, Virgen y mártir, Calvario y Tabor, Los piratas la destructora y aborrecida mano de la guerra civil!
del Golfo, Las emparedadas, y Martin Garatuza. Las de Juan A Mateos: El Cerro de las
Campanas, Sacerdote y caudillo, El sol de mayo, y Los Insurgentes. Las de Rivera y Río:
Los dramas de New York, El hambre y el otro. Las de Olavarría: El tálamo y la horca y
Venganza y remordimiento. La de Justo Sierra: El ángel del porvenir. Una rosa y un ha-
rapo, por José María Ramírez. La Zahorí por Nicolás Pizarro y El libro rojo de los
señores Payno y Riva Palacio. Se han publicado en edición separada las revistas
políticas del señor don José Ma. Iglesias; las revistas literarias del señor don Ig-
nacio Altamirano; la obra de don Juan de D. Arias: Reseña histórica del Ejército del
Norte, durante la intervención extranjera. El Memorandum de los defensores de Maximilia-
no, los Ensayos políticos del señor Elízaga; Reseña sobre la campaña de Puebla por don
Pantaleón Tovar; Historia de la intervención y el Imperio, por Monsieur Lefebre.
Una obra del señor Payno, titulada: Cuentas, gastos, acreedores y asuntos del tiempo de la
Intervención. Las Memorias sobre la Independencia de México, por el licenciado Anasta-
cio Zerecedo. La historia de Xalapa. Ensayo de un estudio comparativo entre México y los
Estados Unidos por don José Díaz Covarrubias. Apuntes para un sistema militar
para la República, por don Manuel Balbotín. Nuevos métodos astronómicos, por don
Manuel Payno, Memorias de Maximiliano, y de los Príncipes de Salm Salm, Querétaro, Me-
moria de un oficial francés. Compendio de la gramática española, por don Nicolás Pizarro.
Una biblioteca universal, de don Mariano Villanueva, un catecismo bíblico y un
La misión del escritor

Este PDF fue realizado por:

Corona Agúndez, Raquel


Ríos Ruíz, Daniela Bangladesh
Vargas Osorio Estefanía Belém
Ventura González Jesica Pamela
FFyL/UNAM

Con la colaboración indispensable de Anai Isidoro. ENAP

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