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-Vacunas contra el tétanos y la difteria (Td)

-Vacunas contra el tétanos, la difteria y la tosferina (Tdap)

.El tétanos neonatal se puede prevenir inmunizando a las mujeres en edad reproductiva con VCTT,
ya sea durante el embarazo o fuera de él. Además, también pueden prevenir el tétanos las buenas
prácticas médicas, como el parto limpio y el cuidado del cordón umbilical durante el parto, o el
cuidado adecuado de la herida en los procedimientos quirúrgicos y dentales.

Tétanos respuesta de la OMSLa Iniciativa de eliminación del tétanos materno y neonatal fue
lanzada por el UNICEF, la OMS y el Fondo de Población de las Naciones Unidas en 1999,
revitalizando la meta de eliminación del tétanos materno y neonatal como problema de salud pública.

A fecha de abril de 2018, hay 14 países que no han logrado la eliminación del tétanos materno y
neonatal.

HAEMOPHILUS INFLUENZAE TIPO BSon las provocadas por la bacteria Haemophilus, agente
causal de infecciones graves como neumonía, meningitis, artritis, otitis y sepsis. El Haemophilus
influenzae tipo b provoca enfermedades invasivas en niños, sobre todo en menores de 2 años.

SíntomasComo esta bacteria puede producir distintas enfermedades, los síntomas varían según el
tipo de patología:

Neumonía: fiebre, tos secretora, dificultad para respirar, decaimiento, inapetencia, dolor torácico, en
ocasiones con compromiso del estado general.

Artritis: fiebre, dolor localizado según la articulación afectada y movilidad reducida.

Meningitis: fiebre, dolor de cabeza, vómitos, intolerancia a la luz. Puede llegar al cuadro séptico en el
cual hay compromiso sistémico.

TRANSMISION
La enfermedad se transmite de persona a persona, a través de las secreciones respiratorias que
expulsan los pacientes infectados tras un estornudo o acceso de tos. También puede transmitirse
por personas sanas que actúan como portadoras de la bacteria en las fosas nasales o fauces y son
asintomáticas.

DIAGNOSTICO
Cultivo de una muestra de sangre u otros líquidos corporales

A veces, examen de una muestra de líquido cefalorraquídeo (obtenido por punción lumbar)

Para diagnosticar la infección, los médicos toman una muestra de sangre, pus u otros líquidos
corporales y la envían al laboratorio para realizar un cultivo bacteriano. Si aparecen síntomas de
meningitis, los médicos realizan una punción lumbar para obtener una muestra líquido
cefalorraquídeo; la identificación de la bacteria en una muestra confirma el diagnóstico.

Una vez identificadas las bacterias, se examinan para ver qué antibióticos son efectivos (un proceso
denominado prueba de sensibilidad).

TRATAMIENTO
Antibióticos
Las infecciones por Haemophilus influenzae se tratan con antibióticos. La decisión acerca de qué
antibióticos utilizar depende de la gravedad y la localización de la infección y de los resultados de las
pruebas de sensibilidad.

Si los niños sufren una infección grave, son ingresados en el hospital y mantenidos en aislamiento
para evitar que otras personas se expongan a las gotitas infectadas presentes en el aire (lo que se
conoce como aislamiento respiratorio) durante 24 horas después del inicio del tratamiento con
antibióticos.

La meningitis debe tratarse tan pronto como sea posible. Se administra por vía intravenosa un
antibiótico, por lo general, ceftriaxona o cefotaxima. Los corticoesteroides ayudan a evitar el daño
cerebral.
La epiglotitis también debe ser tratada tan pronto como sea posible. Las personas afectadas pueden
necesitar ayuda para respirar; se recurre en estos casos a una vía aérea artificial, como puede ser
una sonda respiratoria o, en casos poco frecuentes, se practica una abertura en la tráquea (un
procedimiento llamado traqueotomía). Se administra un antibiótico, como ceftriaxona, cefotaxima o
cefuroxima.

Otras infecciones por Haemophilus influenzae se tratan con diversos antibióticos administrados por
vía oral. Entre estos se incluyen amoxicilina-ácido clavulánico (amoxicilina-clavulanato), azitromicina,
cefalosporinas, fluoroquinolonas y claritromicina.

PREVENCION
Los niños son sistemáticamente vacunados contra Haemophilus influenzae tipo b (ver Vacunación en
lactantes y niños). La vacuna es muy eficaz, especialmente en la prevención de la meningitis, la
epiglotitis y la bacteriemia.
Si en el hogar de una persona con una infección grave por Haemophilus influenzae tipo b reside un
niño menor de 4 años de edad no totalmente inmunizado contra esta bacteria (Haemophilus
influenzae), debe ser vacunado. Además, todos los miembros de la familia, excepto las mujeres
embarazadas, deben recibir un antibiótico, como la rifampicina, por vía oral, para evitar la infección.

Si dos o más niños de una guardería o centro de cuidado diurno sufren infección por Haemophilus
influenzae de tipo b en un periodo de tiempo inferior a 60 días, a los adultos y a los niños que han
estado en contacto con ellos se les debe administrar un antibiótico.

COMPLICACIONES
La bacteria causa dos infecciones graves, y a menudo mortales:

Meningitis

Epiglotitis (infección del tejido que cubre la entrada de la laringe)

Algunas cepas pueden causar infecciones del oído medio en los niños, de los senos paranasales en
niños y adultos y de los pulmones en adultos, especialmente en afectados por enfermedad pulmonar
obstructiva crónica (EPOC) o sida.

Los síntomas varían según cuál sea la parte del organismo afectada.

EPIGLOTITIS
Es una infección bacteriana de la epiglotis y los tejidos circundantes.

CAUSAS
En algunas ocasiones, la epiglotis se infecta por bacterias, habitualmente Haemophilus influenzae
tipo b.

La epiglotitis causada por Haemophilus influenzae era frecuente en los niños, pero la vacunación
sistemática contra Haemophilusha conseguido eliminar casi por completo la incidencia de esta
infección en los niños. Ahora ocurren más casos de epiglotitis en los adultos. Sin embargo, los niños
pueden tener epiglotitis causadas por otras bacterias, y los adultos y los niños no vacunados pueden
ser infectados por Haemophilus influenzae tipo b.

La inflamación producida por esta infección puede obstruir las vías respiratorias y provocar ahogo y
la muerte. Como las vías respiratorias de los niños son más pequeñas que las de los adultos, la
epiglotitis es mucho más peligrosa en ellos, pero también puede ser mortal en los adultos.

Los niños con epiglotitis suelen tener bacterias en el torrente sanguíneo (bacteriemia), lo que a veces
propaga la infección a los pulmones, las articulaciones, los tejidos que recubren el encéfalo
(meninges), el saco que rodea el corazón (pericardio) o el tejido que se encuentra bajo la piel.

SINTOMAS
En los niños, los síntomas aparecen de repente y el estrechamiento mortal de la laringe puede
ocurrir en pocas horas desde el inicio de los síntomas, que consisten en dolor de garganta intenso,
dificultad y dolor al deglutir, fiebre, babeo y voz gangosa. Puesto que la infección afecta la epiglotis,
la parte posterior de la garganta no suele estar infectada. Cuando la hinchazón de la epiglotis
comienza a estrechar las vías respiratorias, el niño primero emite un sonido estridente al respirar
(estridor) y luego evoluciona hacia una dificultad respiratoria cada vez más grave. La afección
progresa rápidamente.

En los adultos, los síntomas son similares a los de los niños, incluyendo dolor de garganta, fiebre,
dificultad para deglutir y babeo, pero suelen tardar más de 24 horas en aparecer. Como la vía
respiratoria del adulto es mayor, la obstrucción de la vía aérea es menos común y menos repentina.
Aun así, la vía aérea puede bloquearse y los adultos pueden morir si el diagnóstico y el tratamiento
se demoran. A menudo no hay inflamación visible en la garganta. Por lo tanto, cuando una persona
tiene un dolor de garganta intenso, pero esta tiene un aspecto normal, los médicos pueden
sospechar que presenta una epiglotitis.

DIAGNOSTICO
Los médicos basan el diagnóstico en la exploración de la epiglotis en el quirófano, con ayuda de una
luz flexible.

TRATAMIENTO
Lo más importante que deben hacer los médicos es asegurarse de que la vía respiratoria del
afectado está abierta: se traslada al niño al quirófano y se le inserta un tubo de respiración de
plástico, a través de la nariz, hasta la tráquea (intubación nasotraqueal). El tubo evita que la vía
respiratoria se cierre a causa de la hinchazón. También puede colocarse un tubo de respiración en
los adultos que tengan dificultad para respirar, cuya vía respiratoria está muy bloqueada, o ambas
cosas. Sin embargo, los adultos sin dificultad para respirar no necesitan un tubo de respiración y
pueden ser estrictamente monitorizados en una unidad de cuidados intensivos. Si no se puede
insertar un tubo de respiración, los médicos pueden hacer una traqueotomía (crear un agujero en la
tráquea para que la persona pueda respirar).
A todos los adultos y niños con epiglotitis se les administran antibióticos (como ceftriaxona).

PREVENCION
La epiglotitis causada por Haemophilus influenzae tipo b puede prevenirse eficazmente con la
vacuna contra Haemophilus influenzae tipo b (Hib).

POLIOMELITIS
Es una infección vírica muy contagiosa, a veces mortal, que afecta los nervios y causa debilidad
muscular permanente, parálisis y otros síntomas.

CAUSAS
La causa de la poliomielitis es el poliovirus, un enterovirus que se contagia al ingerir comida o agua
contaminadas por materia fecal procedente de una persona infectada, o tocando una superficie
contaminada y tocándose después la boca. A veces la poliomielitis se transmite por la saliva de una
persona infectada o por las gotas expulsadas cuando una persona infectada estornuda o tose. Las
personas se infectan al inhalar gotitas en el aire o al tocar algo contaminado con la saliva o las
gotitas infectadas.
La infección suele empezar en el intestino. Después puede diseminarse a las partes del cerebro y la
médula espinal que controlan los músculos.

A principios del siglo XX, la poliomielitis era una enfermedad habitual en Estados Unidos y en el resto
del mundo. Actualmente, debido a la vacunación sistemática, los brotes de poliomielitis
prácticamente han desaparecido en los países desarrollados, y la mayoría de los médicos no han
conocido un nuevo caso de esta enfermedad.

El último caso de infección por poliovirus natural en Estados Unidos data de 1979. Se certificó la
erradicación de la poliomielitis en el hemisferio occidental en 1994. Está en desarrollo un programa
de erradicación mundial de la poliomielitis, pero siguen dándose casos en el África sub-sahariana
(principalmente en Nigeria) y el sur de Asia (principalmente en las zonas tribales de Pakistán y
Afganistán). Parte de los motivos por los que la poliomielitis no se ha erradicado en el planeta es a
causa de la guerra civil y la actividad militar en el Oriente Medio.

Las personas no vacunadas de todas las edades están expuestas a la poliomielitis. En el pasado, los
brotes de la poliomielitis se daban principalmente en niños y adolescentes, porque muchas de las
personas mayores ya habían estado expuestas al virus y habían desarrollado inmunidad.

POLIOMELITIS SINTOMAS
POLIOMELITIS MAYOR
Las personas no vacunadas de todas las edades están expuestas a la poliomielitis. En el pasado, los
brotes de la poliomielitis se daban principalmente en niños y adolescentes, porque muchas de las
personas mayores ya habían estado expuestas al virus y habían desarrollado inmunidad.

La polio tiene una forma leve y una forma grave (denominada poliomielitis mayor).

Solo entre el 25 y el 30% de las personas infectadas desarrollan síntomas. Casi todas las personas
afectadas solo presentan síntomas que consisten en fiebre, ligero dolor de cabeza, dolor de
garganta, vómitos y malestar. Estos síntomas evolucionan entre 3 y 5 días después de la exposición
al virus.

Los síntomas, que suelen aparecer entre 7 y 21 días después de la infección, consisten en fiebre,
dolor de cabeza intenso, rigidez del cuello y de la espalda y profundo dolor muscular. Algunas veces,
se perciben sensaciones raras en diversas zonas de la piel, como hormigueo y sensibilidad no
habitual al dolor.

La enfermedad puede estacionarse o bien progresar y producir astenia o parálisis en ciertos


músculos, dependiendo de qué parte del encéfalo y de la médula espinal esté afectada. Por lo
general, la parálisis afecta los músculos de los brazos y las piernas, que se debilitan y son incapaces
de contraerse (llamada parálisis flácida).

DIAGNOSTICO
Análisis de una muestra de heces o secreciones de la garganta

Análisis de sangre

Punción lumbar

PRONOSTICO
Las personas con la forma más leve de la poliomielitis se recuperan por completo.
Alrededor de dos tercios de las personas con la forma grave sufren algún tipo de debilidad
permanente. Algunas personas, incluso aunque aparentemente se hayan recuperado del todo,
vuelven a sufrir debilidad muscular (o bien empeora si ya la sufren) años o incluso décadas después
de un brote de poliomielitis. Este trastorno (llamado síndrome pospoliomielítico o secuelas tardías de
la poliomielitis) produce frecuentemente discapacidad grave (ver Síndrome postpolio).

Entre el 4 y el 20% de las personas con la forma grave mueren

PREVENCION
La vacuna es eficaz en más del 95% de los niños.
Dos tipos de vacunas están disponibles mundialmente:

Se administra mediante inyección una vacuna que contiene el poliovirus inactivado (vacuna de Salk)

Una vacuna de poliovirus vivo (vacuna Sabin) tomada por vía oral

TRATAMIENTO
Reposo
Fármacos para aliviar el dolor y bajar la fiebre

La poliomielitis no se cura y los medicamentos antivíricos no afectan el curso de la enfermedad.

Los tratamientos consisten en reposo, analgésicos y medicamentos para bajar la fiebre.

Sin embargo, en caso de astenia de los músculos respiratorios, se utiliza un respirador artificial. La
necesidad de un respirador suele ser temporal.

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