Está en la página 1de 2

Ejemplo de carta de adiós para alguien que ha muerto

Querido X, 

Siempre he tenido claro que este día podía llegar, supongo que como todo
el mundo que sabe que la vida, al final, es un ciclo. Pero una cosa quizás
sea saberlo y otra muy distinta vivirlo. Jamás pensé que se iba a quedar
tan grabado el día que nos dejaste. Sin embargo, lo más duro para
mí no es recordar ese tipo de cosas, es pensar en todo lo que estoy
viviendo y en qué dirías o qué comentarías con cada experiencia o
acontecimiento que me sucede. Quizás un “el mundo está loco”, “sabía
que lo lograrías” o “me alegro mucho por ti”. 

Pero qué te voy a contar si sé que desde ahí arriba lo ves todo. Sabrás
también que aquí no hay día o semana que no te recordemos y te llevemos
en nuestros corazones. Todos te echamos de menos aunque a veces nos
cueste reconocerlo en voz alta. A mí me cuesta reconocer también que me
quedaron muchas cosas que hacer contigo, muchas visitas, muchas
meriendas, muchas anécdotas que contarte. Nadie habla de lo difícil
que es saber que no vas a estar más o que no voy a tener más
oportunidad de hacer todos esos planes que acechan por mi mente
contigo. 

Aun así, sé que el tiempo, las anécdotas, las reuniones familiares, las risas,
los abrazos y las noches que pasamos juntos van a estar ahí para siempre,
guardaditos en mi memoria, para hacerme mejor persona, para
recordarme lo que es querer de verdad. También es un aprendizaje
para tener presente cada día que tengo que aprovechar el tiempo con los
que realmente quiero y aprecio. 
Tengo la sensación de que se me queda una cosa más en el tintero: TE
QUIERO. Es importante decirlo muchas veces durante la vida porque
después te arrepientes. TE QUIERO, TE ECHO DE MENOS y te doy las
gracias por hacerme mejor persona durante toda tu vida. 

Adiós.

Siempre en mi mente.

También podría gustarte