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Las pseudociencias son un mal que aquejan a casi todas las áreas del conocimiento.

Conscientes de ello, Miguel Novillo, arqueólogo y profesor en la Facultad de Filosofía y


Letras de la Universidad de Cuenca, junto a Juan Fernando Vera, estudiante becario que
cruza la carrera de Historia y Geografía en la misma Universidad, examinan está
situación en su artículo: “De arqueologías y fantasías: el mito del padre Crespi y sus
influencias en la “arqueología” ecuatoriana”, en el analizan determinados matices de la
llamada pseudoarqueología en Ecuador. Para ello, examinan los mitos que envuelven a
la figura del famoso padre Carlos Crespi y su supuesta relación con la “enigmática”
Cueva de los Tayos, ubicada en la provincia de Morona Santiago (Ecuador). Dado que,
a partir de ciertas “hipótesis” desarrolladas por esta pseudociencia, se han creado una
variedad de mitos que van desde el contacto con Sumer, la existencia de placas de oro y
hasta el esbozo de que el espacio fue creado por seres espaciales. La intención del
artículo es desmitificar el mito, con el fin de dar conocer un trabajo serio basado en una
investigación histórico-arqueológica.

Los autores sostienen que el abandono arqueológico y en consecuencia la falta de


investigaciones serias, han sido la causa principal de la creación de los diversos mitos.
Para ilustrar esta idea, hacen memoria de como el mito de El Dorado atrajo a
conquistadores y aventureros a la zona con relativa facilidad. En el contexto
ecuatoriano, se hace notar que el padre Carlos Crespi fue uno de los personajes que
ayudó a alimentar el mito, debido a que, se creía que parte la colección “arqueológica”
venía de la cueva. Sin embargo, enseguida aparecería otro personaje Erick Däniken,
quien, publicaría El oro de los dioses, un libro en la cual se usaban de fundamento las
“reliquias” de Crespi para afirmar la existencia de seres extraterrestres. Vale destacar, la
importancia del mencionado libro, ya que, este permitió la intervención científica
(1976) de investigadores especializados en el tema. Como consecuencia de los anterior,
se llegó a dos conclusiones: se comprobó la presencia de grupos culturales
anteriormente y se corroboro que las afirmaciones de Däniken eran puras falacias.

El artículo es interesante, debido a que establece las fronteras entre lo que es


conocimiento científico y no científico. Por otra parte, se hace notar que los avances
arqueológicos en la región amazónica son todavía muy limitados, por lo que, todavía no
se tiene una versión clara y comprensible de su historia. Con respecto a las
declaraciones pseudocientíficas, se argumenta, que son la muestra de la vigencia del
mito, en áreas no especializadas en el campo arqueológico.

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