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La sexualidad es una parte trascendente de la vida de todo ser humano y que en

torno a ella se concretan muchas de nuestras ilusiones, planes y búsquedas


“Hablar de sexualidad humana es hablar de la esencia misma del ser humano”
Maurice Merleau Ponty, 1975. La educación sexual es una de las herramientas
indispensables para cimentar el proyecto de vida y por lo tanto, debe estar
siempre a disposición de cada niño, niña y adolescente. Se trata de una
responsabilidad que empieza en el hogar y se continúa a lo largo de toda la vida.
No solo los infantes reciben información de sus padres o cuidadores ni en las
escuelas sino que se ven influenciados de manera considerable por los medios de
comunicación y las redes sociales que en ocasiones brindan una información
equivoca y por ello parte de esta responsabilidad es compartida.

El hogar es el primer lugar donde el niño conoce de sexualidad, los padres son los
directos responsables de cómo afrontar las situaciones y la manera de reaccionar
ante una situación relacionada con la temática, ya sea que se maneje
directamente con el infante o se ignore, envía un mensaje que puede ayudar o
hacer más embarazoso el desarrollo sexual de un niño o una niña, es mejor
empezar a hablar con nuestros hijos sobre la sexualidad en los primeros años de
su niñez, no obstante nunca es demasiado tarde para comenzar. Los padres que
platican con sus hijos verdaderamente hacen que la práctica sea distinta. En
efecto, los adolescentes suelen contar a sus padres como la mayor influencia en
sus decisiones sobre sexo. Además, los adolescentes que comentan tener
diálogos con sus padres acerca de sexualidad son más propensos a postergar la
actividad sexual, a disminuir la cantidad de parejas y a usar preservativos y otros
métodos anticonceptivos cuando tienen relaciones sexuales.

La sexualidad contiene una extensa gama de temáticas, como el cuerpo


masculino y el cuerpo femenino y cómo funcionan, el desarrollo humano, la
reproducción, tipos de relaciones, en qué consisten una relación sana y una
enfermiza, conducta sexual, cómo impedir los embarazo y cómo advertir sobre las
enfermedades de transmisión sexual. La falta de información y conocimientos
crean experiencias nocivas en algunos niños y adolescentes que comienzan el
desarrollo de su personalidad. Ya no se debe permitir que la sexualidad sea vista
con morbo, temor y vergüenza. Ese conocimiento encubierto ocasiona que un
gran número de padres y maestros impidan o falseen información concerniente al
tema, causando con esto que los niños no obtengan la información necesaria para
enfrentar situaciones de la vida cotidiana.

El niño al entrar a la escuela primaria, trae una formación en educación sexual


lograda en su núcleo familiar. La familia es la institución donde el menor obtiene y
socializa sus primeros aprendizajes. La familia y la escuela deben colaborar para
que los niños y niñas reciban educación sexual integral, según los autores
referentes a este tema aportan sobre la importancia de los padres dentro de la
formación y la pérdida del estigma frente a la temática de la sexualidad Cardinal,
López, 2005 (Como se cito en Cevallos-Neira & Jerves-Hermida, 2014) existe un
factor positivo dentro de la educación sexual y es que los padres y las madres en
general se perciben a sí mismos como los responsables de la educación de sus
hijos e hijas, es decir, ambos padres se identificaron como los principales
educadores en sexualidad para sus hijos.

Por otro lado las escuelas como lo afirma Cardinal, 2005 (Como se cito en
Cevallos-Neira & Jerves-Hermida, 2014) sostiene que la escuela debería
complementar la educación sexual, afirmando que el hogar y la institución
deberían trabajar juntos. Enseñándoles a respetar la multiplicidad de opiniones,
haciéndoles conocer sus derechos a decir y poniendo a su dispocision la
información necesaria para tomar decisiones personales que influirán a lo largo de
su vida. La educación sexual en la escuela también es de importancia para
proteger a los niños y niñas de la violencia y promover que aprecien de manera
positiva su cuerpo, su bienestar y su salud.

Es significativo recapacitar sobre el papel que tienen los docentes y padres de


familia, obteniendo una obligación de buscar y adquirir información confiable sobre
educación sexual, así como de facilitarla a los estudiantes de manera entendible y
adecuada, de acuerdo a su edad, rompiendo el cesgo que existe sobre la
sexualidad que no es hablar de sexo. Es hablar del estilo de vida de una persona,
según el sexo al que pertenece. En una niña, por ejemplo el como se comporta en
sociedad, su forma de vestir, las expectativas que la sociedad tiene de el o ella, la
cooperación social en su grupo de amigos, el enamoramiento, el papel que cumple
en una relación sentimental, y por supuesto del papel sexual que va a cumplir en
una relación. Por ello, la sexualidad es mucho más que la vida coital de una
persona.

Bibliografía
Cevallos-Neira, A. C., & Jerves-Hermida, E. M. (2014). ¿Educación sexual para mi hijo e hija de
preescolar (3-5 años)? Percepciones de padres y madres de familia . Educare.

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