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MEDICINA LEGAL

TALLER
GRUPO:
JORGE HERNÁNDEZ
RAFAEL GARCÍA
BELLAMYL DÁVILA
MAYKER VARGAS
CARLOS HERRERA
Unidad VI
SEXOLOGÍAMEDICO LEGAL
Tema 7.
SEXOLOGÍA FORENSE
QUE ES LA SEXOLOGÍA FORENSE.
La sexología se puede explicar como una disciplina científica y humanística
que estudia los problemas relativos al sexo y la sexualidad en sus dimensiones
bio-psico-sociales y culturales, en sus aspectos normales, disfuncionales y
patológicos, con los aportes de diversas disciplinas reunidas en un campo
integrador multi e interdisciplinario. Por otra parte, también se puede decir que la
sexología es una rama de la medicina que se encarga de la sexualidad humana.
Una vez entendido lo anterior, se puede explicar a la sexualidad como la
manera en la que cada persona vive el hecho sexual humano; Aunque
tradicionalmente se ha asimilado la sexualidad a relaciones sexuales, estas son
sólo una parte de todas las posibilidades de la sexualidad. Según la Organización
Mundial de la Salud (OMS), “la sexualidad humana abarca tanto las relaciones
sexuales (el coito) como el erotismo, la intimidad y el placer. La sexualidad es
experimentada y expresada a través de pensamientos, acciones, deseos y
fantasías”. También se puede explicar a la sexualidad como la manera de
satisfacer el impulso sexual.
El tema de sexualidad es muy amplio ya que, para poder comprenderla,
influye un factor muy importante, como es la identidad de género, el sexo al que
una persona siente que pertenece. Otra dimensión que influye en la salud sexual
es como se vive la orientación del deseo, hacia qué sexo se siente atracción
afectivo-sexual, si se acepta con naturalidad y no se sufre discriminación por ello.
Con todo lo anterior se puede explicar que es la sexología forense, la cual se
encarga del estudio de las conductas sexuales que van en contra de las normas
establecidas en una sociedad.
Por otra parte, la sexología forense también es conocida como sexología
médico legal o medicina legal sexológica, es la disciplina que estudia la
interrelación que existe entre un amplio abanico de problemas sexuales y la
justicia. Comprende la relación de problemáticas de distinta índole, desviaciones o
perversiones sexuales, el embarazo, el parto, el aborto, el infanticidio, los delitos
sexuales y la investigación de la paternidad-, con el marco normativo de que se
trate.
También se pude definir como la parte de las ciencias médicas que estudia
los problemas ligados a los sexos, por ejemplo, aquellos asociados a realidades
tan cotidianas como el matrimonio, el casamiento, el aborto, el parto, la
fecundación, el infanticidio o, entre otros, anomalías como "las perversiones del
instinto sexual, el contagio venéreo o la prostitución.
Concluyendo con este tema, es necesario entender qué es la sexualidad,
sexo, sexología e identidad de género, para poder entender que es la sexología
forense ya que estos conceptos suelen confundirse y creer que se tratad de lo
mismo, e inclusive muchas veces estos conceptos las personas lo llegan a
relacionar con la práctica erótica, pero va más allá de eso.
La sexología forense en pocas palabras es la disciplina que se va a
encargar de comprender y analizar todas aquellas conductas sexuales que
rompen con las normas que son establecidas en una sociedad. Dentro de estas
conductas va a analizar las violaciones sexuales, perversiones, embarazo y al
mismo tiempo el aborto, delitos sexuales, entre otros.

TRASTORNOS SEXUALES NO PUNIBLES.

NO DELITO SEXUAL.

ATENTADO AL PUDOR, BUENA COSTUMBRE Y BUEN ORDEN FAMILIAR.


Delitos contra las buenas costumbres y el buen orden de la familia
Consideraciones Generales:
En el Título VIII del Código Penal venezolano vigente están comprendidos
los delitos contra las buenas costumbres y el buen orden de las familias. Según
Maggiore, «Buenas costumbres son aquella parte de la moralidad pública que se
refiere -como criterio de apreciación- a las relaciones sexuales. La costumbre se
distingue de la moralidad, en cuanto se refiere más a la actividad externa que a la
intimidad del querer y del sentir. Puede decirse, pues, son el uso recto de las
relaciones carnales opuesto a toda práctica viciosa (mala costumbre,
desvergüenza). Consiguientemente, de los agrupados en este Título, son delitos
contra las buenas costumbres: la violación, la seducción, la prostitución y
corrupción de menores, los actos lascivos violentos, los ultrajes al pudor, el rapto y
los delitos de los corruptores (inducción a la prostitución y la facilitación y
favorecimiento de la misma); y contra el buen orden de las familias, el incesto, el
adulterio, la bigamia y la supresión y suposición de estado. Los hechos punibles
del primer grupo son todos atentados contra la corrección o licitud de las
relaciones sexuales; y los del segundo afectan en mayor o menor grado, la
organización de la familia, grupo primario y célula fundamental de la sociedad.
La Violación
El delito de violación está tipificado en el artículo 374 del Código Penal, en
los siguientes términos: «Quien por medio de violencias o amenazas haya
constreñido a alguna persona, del uno o del otro sexo, a un acto carnal, por vía
vaginal, anal u oral o introducción de objetos por alguna de las dos primeras vías,
o por vía oral se le introduzca un objeto que simule objetos sexuales, el
responsable será castigado como imputado de violación, con la pena de prisión de
diez a quince años».
Como puede observarse, el legislador no define el mencionado delito, pero
del texto de la primera parte del artículo se desprende que consiste en la
realización del acto carnal con persona de cualquier sexo a la que se haya
constreñido mediante violencias o amenazas.
No es indispensable la introducción total del pene en la vagina para que
este delito se consuma; es suficiente la introducción parcial (coito vestibular); ni
tampoco que haya desfloramiento, puesto que del propio texto de la parte
preinserta del artículo se desprende que el sujeto pasivo puede ser del sexo
masculino. Si hay constreñimiento, poco importa que el acto carnal no llegue a
completarse.
Si sujeto pasivo puede ser de uno u otro sexo, quiere decir que el acto
carnal se ejecutaría conforme o contra natura; es decir, que es admitido, tanto el
ayuntamiento carnal, según natura entre un hombre y una mujer por la vía
ordinaria, como el concúbito antinatura por la vía rectal sobre un sujeto pasivo
varón o mujer. Se incorpora el coito oral (fellatio in ore).
El sujeto activo de la violación es indiferente y puede ser hombre o mujer.
Según la fórmula del legislador venezolano -constreñir a un acto carnal- sí
se puede considerar a la mujer como posible sujeto activo de violación, si no con
respecto a un hombre adulto, ni mediante constreñimiento sí con un menor de
doce años, con el cual, previas las debidas maniobras excitantes, realice el acto
carnal; pues habría entonces violencia presunta.
Para que haya violación se requiere que el agente haya constreñido como
antes se dijo, mediante violencias o amenazas, al sujeto pasivo a la realización del
acto carnal. La violencia ha de ser la necesaria para vencer la resistencia del
último, y la amenaza debe ser de ocasionarle un mal suficientemente grave como
para que la ceda a las pretensiones del primero.
Establece la norma citada una agravante en caso de que el delito tipificado
se cometa contra una niña, niño o adolescente, en cuyo caso la pena será de
quince a veinte años de prisión.
El aparte del artículo 374 del Código Penal prescribe: “La misma pena se le
aplicará, aún sin haber violencias o amenazas, al individuo que tenga un acto
carnal con persona de uno u otro sexo:
1º. Cuando la víctima sea especialmente vulnerable, por razón de su edad o
situación, y, en todo caso, cuando sea menor de trece años. 2º. O que no haya
cumplido dieciséis años, siempre que, para la ejecución del delito, el responsable
se haya prevalido de una relación de superioridad o parentesco, por ser
ascendiente, descendiente o hermano, por naturaleza o adopción, o afines con la
víctima. 3º. O que hallándose detenida o detenido, condenada o condenado, haya
sido confiado o confiada la custodia del culpable. 4º. O que no estuviere en
capacidad de resistir por causa de enfermedad física o mental; por otro motivo
independiente de la voluntad del culpable o por consecuencia del empleo de
medios fraudulentos o sustancias narcóticas o excitantes de que éste se haya
valido.
Se ha sostenido que el fundamento del primero de los expresados ordinales
está en la presunción de inexistencia de libertad para resistir, en la persona menor
de 13 años.
En el caso contemplado en el ordinal segundo se observa que la situación
de dependencia del sujeto pasivo con respecto a los posibles agentes que el
precepto señala, son circunstancias que han de influir para atenuar o reducir en
gran parte la resistencia que pudiera oponer aquél, por el dominio y la facultad de
dirección que corresponde a los ascendientes, tutores e institutores sobre los
parientes, pupilos y educandos respectivos.
Cuando se trata de la persona que “hallándose detenida o condenada, ha
sido confiada a la custodia del culpable”, debe pensarse que el legislador tomó en
cuenta, no sólo la dependencia de tal persona al guardián o carcelero, sino
también la posibilidad de que el asentimiento de la detenida para la realización del
acto carnal esté encaminado a complacer a su custodio en la creencia de que éste
puede acordarle, en cambio, la libertad.
La incapacidad de resistirse al acto carnal puede obedecer a una
enfermedad física, a otro motivo independiente de la voluntad del culpable a
consecuencia del empleo de medios fraudulentos o sustancias narcóticas o
excitantes de que éste se haya valido.
Este delito es de acción privada, y se trata de un delito doloso. Como
expresa Núñez, “no es concebible un tipo culposo de violación”.
Castiga también el Código Penal venezolano el acto de quien “valiéndose
de los medios y aprovechándose de las condiciones o circunstancias que se
indican en el artículo 374, haya cometido en alguna persona de uno u otro sexo,
actos lascivos que no tuvieren por objeto el delito previsto en dicho artículo” La
pena será prisión de seis a treinta meses; pero “si el hecho se hubiere cometido
con abuso de autoridad, confianza o de las relaciones domésticas, la pena de
prisión será de uno a cinco años en el caso de violencias o amenazas; y de dos a
seis años en los casos de los números 1º al 4º del Artículo374”.
Se trata del delito denominado por la doctrina actos lascivos violentos, por
cuanto han de ser ejecutados tales actos valiéndose quien los ejecuta de los
medios y aprovechándose de las condiciones y circunstancias que se indican con
el artículo 374. Así, para que el acto lascivo sea punible, se requiere que se haya
cometido mediante violencia o amenazas, o sin éstas en persona menor de trece
años, o que no haya cumplido dieciséis, si el agente es su ascendiente, tutor o
institutor, o en la que hallándose detenida o condenada haya sido confiada a la
custodia del culpable, o en la que no estuviese en capacidad de resistir por causa
de enfermedad física o mental que padezca, por otro motivo independiente de la
voluntad del sujeto activo, o a consecuencia del empleo de medios fraudulentos o
de sustancias narcóticas o excitantes de que éste se haya valido. La violencia,
física o moral, debe estar encaminada a vencer la oposición de la víctima; y esta
oposición ha de ser real, no sólo aparente.
Actos lascivos son las acciones que tienen por objeto despertar el apetito
de lujuria, el deseo sexual, a excepción de la conjunción carnal. Pueden
considerarse como tales, entre otros, los tocamientos y manoseas libidinosos, los
frotamientos, el coito inter femora, o sea, entre los muslos, la masturbación,
etcétera. Se discute si debe incluirse el beso entre los actos lascivos.
Desde luego; tales actos, para que constituyan delitos, deben ser
determinados por la intención del agente de excitar el apetito carnal en sí mismo o
en otro. Y deben ser actos, no simples señales, gestos o palabras.
Los sujetos activo o pasivo son indiferentes: pueden ser hombre o mujer.
Con respecto a la edad del último, se observa que ella determinará la violencia
presunta en los casos del ordinal 1º del artículo 374.
Se exige dolo genérico: la voluntad de estimular la lujuria propia o excitar la
ajena. Ya uno de estos fines deben estar dirigidos, porque si hubiese la intención
de realizar el acto carnal y éste no llega a consumarse, habría tentativa de
violación. La circunstancia de que el Código mencione tales actos en plural -actos
lascivos- no significa que deben ser varios; con uno solo se ejecuta el delito.
Es delito material y, por tanto, admite tentativa y es de acción privada,
aunque para la formación de causa bastará la denuncia o información dada a
cualquier funcionario de instrucción.
El artículo 378 del Código Penal estatuye: «El que tuviere acto carnal con
persona mayor de doce y menor de dieciséis años, o ejecutare en ella actos
lascivos, sin ser su ascendiente, tutor ni institutor y aunque no medie ninguna de
las circunstancias previstas en el artículo 374, será castigado con prisión de seis a
dieciocho meses y la pena será doble si el autor del delito es el primero que
corrompe a la persona agraviada. El acto camal ejecutado en mujer mayor de
dieciséis años y menor de veintiuno, con su consentimiento, es punible cuando
hubiere seducción con promesa matrimonial y la mujer fue re conocidamente
honesta; en tal caso la pena será de seis meses a un año de prisión. Se
considerará como circunstancia agravante especial, en los delitos a que se
contrae este artículo, la de haberse valido el culpable de las gestiones de los
ascendientes, guardadores o representantes legales u otras personas encargadas
de vigilar la persona del menor de edad o de los oficios de proxenetas o
corruptores habituales».
Cuatro hipótesis distintas aparecen contempladas en esta disposición legal,
a saber: que el agente tuviere acto camal con persona mayor de doce y menor de
dieciséis años; que ejecute actos lascivos, en uno u otro caso sin ser su
ascendiente, tutor o institutor y aunque no medie ninguna de las circunstancias
previstas en el artículo 374; que sea el primero en corromper a la persona
agraviada; o que ejecute acto camal en mujer mayor de dieciséis años y menor de
veintiuno, con su consentimiento, cuando hubiere seducción con promesa
matrimonial y la mujer fuere conocidamente honesta. Con ella protege el legislador
la pureza, la incolumidad sexual de las personas menores de edad contra la lujuria
de los mayores y contra las acciones capaces de producir la corrupción, la
perversión de aquéllas.
El acto carnal con una virgen mayor de doce y menor de dieciséis años
constituye, sin duda, un medio manifiesto de corrupción. La ejecución del mismo
habrá de ser comprobada mediante el correspondiente examen ginecológico de la
menor, a cargo de los médicos forenses, los cuales están en condiciones de
advertir los desgarros de la membrana himen o cualquier otro signo característico
de la introducción del miembro viril en la vagina, como la presencia del semen en
la cavidad vaginal, o también el ulterior embarazo.
También debe considerarse medio de corrupción el acto carnal realizado
con una menor entre doce y dieciséis años que haya sido previamente desflorada.
Sin embargo, si esa menor demuestra con su conducta que está plenamente
corrompida, no sería punible el acto expresado. Pero conviene observar que si
después de la primera conjunción carnal continúa tal actividad, quienes concurran
a ese comercio sexual habrán contribuido ciertamente a la corrupción de dicha
menor.
Como antes se dijo, actos lascivos son las acciones capaces de producir
placer sexual, de corromper a la persona menor, y que ordinariamente tienden a la
realización del acto carnal; y aunque el legislador los menciona siempre en plural,
basta uno para que el delito se consuma, pues todos ellos son capaces de
producir la corrupción. Son actos lascivos, además de Ios indicados anteriormente,
los tocamientos libidinosos, el frotamiento del pene con los genitales de la mujer,
aun cuando ésta estuviere vestida, etc. Lo mismo que ocurre con respecto al acto
camal, si la menor ha sido corrompida, los actos lascivos en ella ejecutados no
son punibles.
El último de los casos preindicados se refiere al «acto camal ejecutado en
mujer mayor de dieciséis años y menor de veintiuno con su consentimiento,
cuando hubiere habido seducción con promesa matrimonial y la mujer fuere
conocidamente honesta».
El sujeto activo en estos delitos puede ser cualquiera, hombre o mujer,
salvo con respecto al de seducción con promesa matrimonial, en el que sólo
puede serlo un hombre, puesto que el pasivo tiene que ser, por expresa
disposición legal, una mujer entre los dieciséis y los veintiún años de edad.
Las diferentes hipótesis previstas en el artículo preinserto eran conocidas
antes en nuestro derecho positivo con la denominación de estupro, tomado de los
códigos español e italiano que sirvieron de modelos al nuestro, los cuales a su vez
la tomaron del Derecho romano, que, comprendía en este delito «todo acto
impúdico con hombres o mujeres, y por consiguiente, la unión camal con una
virgen o una viuda honesta, la pederastia y hasta el adulterio».
Sólo para la última de las hipótesis contempladas en el artículo 379 se
indica el medio de comisión, puesto que declara punible el acto camal con mujer
mayor de dieciséis años y menor de veintiuno, con su consentimiento, «cuando
hubiere seducción con promesa matrimonial». En los otros casos los medios de
comisión serán los regalos, las promesas susceptibles de estimular el afán de lujo
de la mujer, la esperanza de mejor vida que haya sugerido el agente, el propio
ofrecimiento de matrimonio y cualquier otro capaz de decidir a la menor entre doce
y dieciséis años a satisfacer la pretensión del seductor.
El sujeto pasivo ha de ser una mujer honesta, porque si no lo es, no podría
ser corrompida. Con todo, al declarar el legislador que «la pena será doble si el
autor del delito es el primero que corrompe a la persona agraviada», admite la
posibilidad de que el sujeto pasivo sea una menor ya seducida: pero entonces el
delito será menos grave, como se desprende de la diferencia de penas, porque se
sanciona la conducta capaz de aumentar la corrupción de aquélla, apenas
iniciada. Ya se dijo, en efecto, que si la menor demuestra con su conducta que
está plenamente corrompida, no sería punible el acto camal realizado en tales
condiciones.
Al igual que la violación, la corrupción es delito de acción privada y por ello
«el enjuiciamiento no se hará lugar sino por acusación de la parte agraviada o de
quien sus derechos represente». Así lo tiene establecido el artículo 379 del Código
Penal, el cual establece, además, «que la querella no es admisible si ha
transcurrido año desde el día en que se cometió el hecho o desde el día en que
tuvo conocimiento de él la persona que pueda querellarse en representación de la
agraviada».
El incesto:
El artículo 380 del Código Penal castiga con presidio de tres a seis años a
«todo individuo que, en circunstancias capaces de causar escándalo público,
tenga relaciones incestuosas con un ascendiente o descendiente, aunque fuere
ilegítimo, con algún afín en línea recta o con un hermano o hermana, hermanos,
consanguíneos o uterinos».
Se puede definir el incesto como el comercio carnal entre dos personas de
distinto sexo que estén ligadas por relaciones de parentesco que sean
impedimento del matrimonio. Se requiere, pues, la realización del acto camal, y no
bastan simples actos lascivos, por graves que ellos sean.
Se trata de un delito bilateral, pues ambos parientes son sujetos activos. El
sujeto pasivo es la sociedad, ya que es ella la agraviada por el atentado que una
relación escandalosa entre los parientes próximos indicados en la ley, implica. Las
relaciones incestuosas han de ser voluntarias, pues si fueren impuestas mediante
violencia real, física o moral, cualquier tipo de violencia, habría cúmulo ideal de
delitos y el incesto seria absorbido por la violación. Además, ambos parientes
deben conocer el vínculo entre ellos existente, pues si uno solo de ellos, o los dos,
lo desconocen, no incurrirán en delito.
Se requiere que aquellas relaciones se tengan en circunstancias capaces
de causar escándalo público. A diferencia de lo que exige el Código italiano, que
castiga con reclusión de uno a cuatro años a «el que, de modo que se siga
escándalo público, cometa incesto con… », en el nuestro basta la posibilidad de
que ese escándalo se produzca. Esta es una cuestión de hecho que el Juez
apreciará en cada caso. Pero habrá de fundar su determinación a este respecto en
motivos serios, y no en simples murmuraciones de vecinos o comadreos de
criadas más o menos fantasiosas.
Ultrajes al pudor público
De dos maneras puede cometerse este delito: mediante actos ejecutados
en lugar público o expuesto a la vista del público o por medio de escritos, dibujos u
otros objetos obscenos que bajo cualquier forma se hubieren hecho, distribuido o
expuesto a la vista del público u ofrecido en venta.
Para el tratadista argentino Ernesto J. Ure «el pudor público está
caracterizado por la compostura, la vergüenza, la reserva que la generalidad de
los miembros de la sociedad guardan en determinado momento histórico, frente a
los asuntos de índole sexual, especialmente a los que, de manera más o menos
explícita, hacen referencia a la unión de los sexos». Es un «sentimiento que alude
a la moralidad y normalidad de los actos de esa especie».
Por todo ello se explica que el legislador atribuya al pudor público categoría
de bien jurídico digno de enérgica tutela en el ámbito penal.
El Código Penal venezolano sanciona, en primer lugar, con prisión de tres a
quince meses, a «todo individuo que, fuera de los casos indicados en los articulas
precedentes, haya ultrajado el pudor o las buenas costumbres por actos
cometidos en lugar público o expuestos a la vista del público».
Los actos deben ser, pues, distintos de los estudiados anteriormente:
«violación, actos lascivos violentos, corrupción de menores, incesto. Y distintos,
también, de la falta prevista en el artículo 538 que se refiere a la conducta de
quien se haya presentado en público de un modo indecente, o que con palabras,
cantos, gestos, señas u otros actos impropios, ofenda la decencia pública».
Se diferencian de los primeros porque en todos ellos la ley penal protege la
honestidad con respecto a una persona determinada en agravio de la cual se haya
perpetrado el delito, mientras que con las disposiciones contenidas en los artículos
381 y 382 protege el pudor del grupo social, considerando como un bien jurídico,
atendiendo a su término medio de moral y de las buenas costumbres, porque,
como dice Soler, «no se trata de proteger ni un sentido muy depurado del pudor
(el de una monja) ni solamente las formas más groseras de ofensa (la que puede
sentir una prostituta). Habrá necesidad entonces de colocarse en una posición
intermedia, atendiendo las circunstancias de tiempo y de lugar, que son variables»
El artículo 382 del Código Penal estatuye: «Todo individuo que haya
ultrajado el pudor por medio de escritos, dibujos u otros objetos obscenos, que
bajo cualquier forma se hubieren hecho, distribuido o expuesto a la vista del
público u ofrecido en venta, será castigado con prisión de tres a seis meses. Si el
delito se hubiere cometido con un fin de lucro, la prisión será de seis meses a un
año».
En este delito la acción consiste en ultrajar el pudor público. Los escritos,
dibujos y otros objetos obscenos son los medios de ejecución expresamente
señalados en la ley. Ambos delitos son de sujeto activo indiferente, como que
cualquiera persona puede cometerlos. El sujeto pasivo es la sociedad, cuyo pudor
es ultrajado de alguna de las maneras previstas en los artículos 381 y 382 del
Código Penal.
En ambas figuras se requiere dolo genérico. No es posible la tentativa. Se
consuman con la ejecución del acto obsceno, la distribución y la exposición al
público o la oferta en venta de los escritos, dibujos o los otros objetos obscenos.
Conviene observar que, porque el Código mencione en plural tales elementos, no
se requieren varios actos impúdicos, o la distribución, exposición al público o la
oferta en venta de varios escritos, dibujos u otros objetos obscenos. En todos los
casos bastará uno.
En su único aparte el artículo 381 prescribe que «el que reiteradamente o
con fines de lucro y para satisfacer las pasiones de otro induzca, facilite o
favorezca la prostitución o corrupción de alguna persona, será castigado con
prisión de uno a seis años. Si este delito se cometiere en alguna persona menor,
la pena se aplicará entre el término medio y el máximo».
Son tres las acciones que la ley penal sanciona con respecto a la
prostitución o corrupción: inducir a ella, facilitarla y favorecerla.
Prostitución es, segúnla Exposiciónde Motivos del Código Penal italiano, «la
habitualidad de prestaciones carnales a un número determinado de personas, la
habitualidad de acceso promiscuo con fines de lucro».
Inducir a la prostitución significa no sólo persuadir, determinar a otra
persona a prostituirse, sino también reforzar una determinación que hubiese
tomado previamente la persona de que se trate, o hacerla desistir de su voluntad
de regenerarse. Facilitarla es hacerla posible, eliminar los obstáculos que se
opongan a su realización. Favorecerla es colaborar, estimular su práctica.
En cualquiera de estos casos, el sujeto activo puede ser cualquiera. Si lo
fuere el ascendente, el afín en línea recta ascendente, el marido o el tutor, el delito
sería el tipificado en el artículo 389. El sujeto pasivo puede serlo también cualquier
persona mayor, de uno u otro sexo; la condición de menor del sujeto pasivo tiene
carácter de circunstancia agravante, y se aplicará entonces la pena al agente
entre el término medio y el máximo.
Con la disposición legal en estudio se protege igualmente la moralidad
pública y las buenas costumbres, que tan gravemente son afectadas por el
proxenetismo.
La ley sobre la violencia contra la mujer y la familia constituye un cuerpo
normativo que plantea novedosas figuras dentro de la legislación penal
venezolana. En ella se asume un nuevo modelo jurídico-penal a partir del cual se
aborda de manera distinta el fenómeno de la violencia intra-familiar que afecta
directa e indirectamente a la mujer o a cualquier otro integrante del seno familiar,
En esta ley el legislador parte de un concepto básico de violencia que desmembra
posteriormente en cada una de sus formas, como es por ejemplo el caso de la
violencia física, moral o psicológica y sexual. Para cada tipo de violencia plantea el
legislador un tipo penal, elevando a la categoría de delito cualquier
comportamiento que se produzca o que lleve implícito el factor violencia. Entre las
novedades que plantea esta legislación penal venezolana pueden mencionarse: la
figura del acoso sexual y el reconocimiento del carácter delictivo del acceso carnal
violento entre cónyuges. Los cambios que a nivel de la dogmática jurídico-penal se
suceden a partir de la puesta en vigencia de esta ley constituyen en primera
instancia el motivo del estudio que se presenta en este artículo. Se aborda cada
una de las figuras delictivas contempladas en la ley a partir de su estructura típica,
analizando lo pertinente al núcleo, al sujeto activo, al sujeto pasivo, a la
culpabilidad, al objeto material de la acción delictiva, al bien jurídico penalmente
protegido, al iter-criminis y a la consumación de cada tipo penal. De igual forma se
plantean las posibilidades de concursos reales e ideales que se presenten en
relación con los delitos de homicidio, lesiones, y las distintas figuras delictivas que
contra las buenas costumbres y el buen orden de las familias consagra el código
penal.
El Delito de rapto
El artículo 383 del Código Penal sanciona con prisión de uno a tres años a
«todo individuo que, por medio de violencias, amenazas o engaño, hubiere
arrebatado, sustraído o detenido, con fines de libertinaje o de matrimonio, a una
mujer mayor o emancipada».
El rapto puede ser propio, cuando se comete por medio de violencias,
amenazas o engaño; o impropio o consensual, cuando interviene el
consentimiento de la raptada. El propio puede ser mediante arrebato, sustracción
o detención de la mujer mayor o emancipada. Unos pocos tratadistas han
sostenido que en el caso de detención o retención de la mujer podrá haber un
atentado a su libertad individual y hasta dar origen a otros delitos contra las
buenas costumbres, como violación, actos lascivos violentos, etc., pero no habrá
rapto, pues entienden que este delito sólo puede cometerse por sustracción. Pero
la gran mayoría de los expositores y también buen número de los códigos penales
admiten el rapto por arrebato y por detención de la mujer.
El sujeto activo de este delito puede ser cualquiera, un hombre o una mujer,
puesto que tanto el uno como la otra pueden actuar con fines de libertinaje. El
sujeto pasivo será siempre la mujer: bien sea mayor de edad o emancipada, caso
en el cual la pena será la ya señalada de prisión de uno a tres años; o bien una
menor o una mujer casada, cuando se agravará la pena, pues será de presidio de
tres a cinco años; y cuando sea menor de doce, la pena será también presidio de
tres a cinco años, aun cuando el culpable no se hubiere valido de violencias,
amenazas o engaño.
El código señala los medios de comisión: violencias, amenazas y engaño.
El rapto se consuma por el solo hecho de la sustracción o de la detención o
del arrebato, siempre que el agente actúe con la intención de cometer este delito,
aunque no se alcance el fin perseguido. Admite tentativa en cualquiera de los
casos quela Leycontempla: cuando, después de haber arrebatado a la víctima y se
dispone a llevársela del lugar del hecho, o cuando luego de haberla introducido en
un vehículo o mientras trata de introducirla en algún inmueble, no alcanza a
consumar el hecho porque lo impide la intervención de personas que se hayan
dado cuenta de lo que aquél pretende.
En los casos previstos en la primera parte del artículo 384, vale decir,
cuando el sujeto pasivo es una persona menor o una mujer casada, si una u otra
ha prestado su consentimiento, la pena será de prisión de seis meses a dos años.
Se trata aquí del rapto consensual, o sea, aquél para el cual la persona menor o la
mujer casada en cuyo agravio ha sido perpetrado el delito han prestado su
consentimiento para la comisión del mismo. Por persona menor debe entenderse
la que no ha cumplido dieciocho años.
El legislador quiso proteger, mediante la disposición del artículo 383, tanto
las buenas costumbres, como el buen orden de la familia; desde luego que
sanciona la conducta del agente cuando actúa con fines de libertinaje o de
matrimonio. Se requiere dolo genérico representado por la intención de arrebatar,
sustraer o detener alguna de las posibles víctimas del delito; y también dolo
específico determinado por uno u otro de los fines referidos.
Si alguno de los delitos de rapto se comete con el sólo fin de matrimonio, el
Juez podrá, a su arbitrio, aplicar la pena de prisión en lugar de la de presidio, por
el tiempo indicado en cada caso.
También con respecto a los diferentes delitos de rapto se requiere para su
enjuiciamiento la instancia o acusación de la parte agraviada o de su
representante legal.
Los delitos de los corruptores
El Capítulo III del Título VIII del Código Penal trata de los corruptores. El
primero de los artículos que lo integran -el 387- prescribe: «El que por satisfacer
las pasiones de otro hubiere inducido a la prostitución o a actos de corrupción a
alguna persona menor, será castigado con prisión de tres a dieciocho meses. La
prisión se impondrá por tiempo de uno a cuatro años si el delito se ha cometido: 1º
En alguna persona menor de doce años. 2º Por medio de fraude o engaño. 3º Por
los ascendientes, los afines en línea recta ascendente, por el padre o la madre
adoptivos, por el marido, el tutor u otra persona encargada del menor para
cuidarlo, instruirlo, vigilarlo o guardarlo, aunque sea temporalmente. Si han
concurrido varias circunstancias de las distintas categorías mencionadas, la
prisión será de dos a cinco años.»
La prostitución es la actividad de quien se dedica habitualmente a
conjunciones sexuales con personas más o menos determinadas que lo solicitan,
ordinariamente con un fin de lucro, porque esa actividad se tiene como un medio
de vida. Si bien son mujeres quienes acuden a esta manera de cubrir sus
necesidades, el hombre no está excluido de ella. La corrupción, aunque
frecuentemente se la confunde con la prostitución, se diferencia de ésta: y tanto la
doctrina como la jurisprudencia le asignan un sentido eminentemente psicológico y
moral. Así, Soler enseña que «la acción podrá calificarse de corruptora cuando
produce en el psiquismo de la víctima una huella profunda capaz de torcer el
sentido natural y sano de la sexualidad»
En el derecho penal venezolano no puede ser suficiente el hecho de que se
haya producido la corrupción moral para que se considere consumado el delito de
corrupción: pero es conveniente establecer esta distinción entre la corrupción,
pues sólo así podría tenerse un concepto más o menos preciso de los actos de
corrupción los cuales, según el penalista argentino Vitullo, son «los que tienden a
una alteración antinatural de las condiciones en que el acto sexual se realiza en sí
mismo, ya por inculcarse prácticas lujuriosas o depravadas o por actuar en forma
acusadamente prematura en una sexualidad aún no desarrollada».
Comete el delito en estudio el que por satisfacer las pasiones de otro
induzca a la prostitución o a actos de corrupción a una persona menor. Inducir
significa instigar, mover, excitar al menor a realizar determinada actuación. La
inducción o excitación puede ser también a actos de corrupción, como los
indicados anteriormente; y en uno y otro caso el agente se vale de halagos y
ofrecimientos capaces de estimular el afán de lujos de la joven a la cual se
propone seducir. Si ésta no llega a realizar la conjunción camal o algún acto de
corrupción, el delito queda en grado de tentativa.
Las circunstancias indicadas en los ordinales del primer aparte del artículo
388, vale decir, el hecho de que el delito de excitación a la prostitución se cometa
«en una persona menor de doce años» o «por medio de fraude o engaño» o «por
los ascendientes, los afines en línea recta ascendente, por el padre o la madre
adoptivos, por el marido, el tutor u otra persona encargada del menor para
instruido, vigilado o guardado, aunque sea temporalmente», son agravantes y en
todos estos casos «la prisión se impondrá por tiempo de uno a cuatro años». Y si
concurren varias circunstancias de las distintas categorías mencionadas, la prisión
será de dos a cinco años. La agravación de la responsabilidad obedece, en la
primera hipótesis, a la reducida edad del menor, al fraude o engaño de que se
haya valido el culpable o al irrespeto del parentesco consanguíneo, por afinidad o
del vínculo establecido por la adopción; y en la segunda, a que se han
desconocido dos o más de las circunstancias preindicadas.
La hipótesis contemplada en el aparte final del artículo que se estudia
ocurriría, por ejemplo, cuando el delito se comete en una persona menor de doce
años por uno de sus ascendientes, por su padre o madre adoptivos, por su tutor o
por cualquier otra persona que se halle encargada del menor para cuidarlo,
instruirlo, vigilado o guardarlo, aunque sea temporalmente; o bien cuando alguno
de estos posibles agentes se haya valido de fraude o de engaño para decidir al
menor a consumar el hecho delictuoso.
Facilitación y favorecimiento de la prostitución
«Comete este delito todo individuo que, para satisfacer las pasiones de
otro, haya facilitado o favorecido la prostitución o corrupción de alguna persona
menor, de cualquiera de los modos o en cualquiera de los casos especificados en
la primera parte y en los números 1º, 2º y 3º del artículo precedente». Así aparece
tipificado en el artículo 388 del Código Penal, en el que se señala la pena de tres a
doce meses de prisión, si bien para el caso del aparte final -el de que hayan
concurrido varias circunstancias de las distintas categorías mencionadas en la
primera parte y en los tres ordinales predichos- se aumenta a dieciocho meses el
término mayor.
Los verbos facilitar y favorecer precisan las formas de participación en la
corrupción o prostitución de un menor que el Código Penal declara punibles. En
cierto modo los dos infinitivos son poco menos que sinónimos, si bien el
Diccionario Académico da como significado del primero «hacer fácil o posible una
cosa», y fácil es lo que se puede hacer sin mucho trabajo. En definitiva, facilitar es
allanar obstáculos para que pueda alcanzarse un objetivo determinado. Por lo
tanto, facilitar la prostitución o corrupción de una persona menor equivale a hacer
posible que, sin gran trabajo, dicha persona- se dedique al comercio carnal.
Favorecer dice tanto como «ayudar, amparar, socorrer a uno». Y en su segunda
acepción, «apoyar un intento, empresa u opinión» por lo que favorece la
prostitución o corrupción de la persona menor quien apoya el intento de ésta de
prostituirse o corromperse; y también quien apoya la vergonzosa empresa de la
explotación de corrompidas y prostitutas.
Sujeto activo de todas y cada una de estas figuras delictivas puede ser
cualquiera, y recibe distintas denominaciones, todas ellas infamantes: alcahuete,
lenón, proxeneta, rufián, etc., las cuales corresponden al intermediario entre la
mujer pública y los hombres que desean tener trato camal con ella. El sujeto
pasivo ha de ser una persona menor, entendiendo por tal la que no ha cumplido
los dieciocho años. Y puede ser de uno u otro sexo, porque, como dice Soler,
«aunque el caso corriente es el de la mujer, no está excluido el hombre de este
género de actividades».
En lo atinente a la culpabilidad, se requiere dolo genérico en la facilitación o
el favorecimiento y dolo específico en cuanto se exige que se actúe con el fin de
saciar el apetito sexual de otro.
Prostitución y corrupción violenta o fraudulenta en la familia
«El ascendiente, afín en línea recta ascendente, marido o tutor que, por
medio de violencias o amenazas, haya constreñido a la prostitución o corrupción al
descendiente, a la esposa, aunque sea mayor, o al menor que se halle bajo su
tutela, será penado con presidio de cuatro a seis años. Si el ascendiente o el
marido hubieren empleado fraude o engaño para la corrupción del descendiente o
de la esposa, aunque sea mayor, se castigarán con presidio de tres a cinco años».
Este texto del artículo 389 del Código Penal data de la reforma de 1897 y se
ha mantenido igual en los códigos subsiguientes hasta hoy. La naturaleza de la
pena pone de manifiesto la mayor gravedad de los precitados delitos cuando son
consumados en el ámbito familiar. Y la razón de que se agrave la responsabilidad
de los distintos posibles agentes es obvia, desde luego que, con tales hechos,
éstos violan imperativos deberes morales relacionados todos con la protección y el
respeto de la familia. Y esa conducta resulta más reprochable por las violencias,
las amenazas, el fraude o el engaño de que ha de valerse el actor para alcanzar
su infame propósito.
En la prostitución y corrupción violenta serán sujetos activos y pasivos,
respectivamente, el ascendiente y el descendiente, los afines en línea recta
ascendente y descendente, el marido y la esposa, el tutor y el pupilo; y en la
fraudulenta, sólo los señalados en los lugares primero y tercero.
La acción puede ser violenta o fraudulenta, según el agente constriña por
medio de violencias o amenazas al descendiente, al afín en línea recta
descendente a la esposa, aunque sea mayor, o al pupilo a la prostitución o
corrupción; o bien el ascendiente o el marido induzcan a tales fines al
descendiente o a la cónyuge menor o mayor de edad, mediante fraude o engaño.
La pena es de presidio de cuatro a seis años en el primer caso y de tres a
cinco en el segundo. Son delitos de acción privada, a tenor de lo establecido en el
artículo 390.
El delito de Adulterio
En el Capítulo V del Título VIII del Código Penal venezolano aparecen
incriminados en los artículos 394 y 395 el adulterio consumado por la mujer y el
cometido por el marido, sancionado aquél con mayor severidad que éste, si bien
los artículos siguientes contienen disposiciones comunes a los dos.
El primero de aquellos artículos prescribe: «La mujer adúltera será
castigada con prisión de seis meses a tres años. La misma pena es aplicable al
coautor del adulterio».
No define este precepto legal el adulterio, como lo hacía el artículo 415 del
primero de nuestros códigos penales, el de 1873, el cual establecía al respecto:
«Comete adulterio la mujer casada que yace con varón que no sea su marido y el
que yace con ella sabiendo que es casada aunque después se declare nulo el
matrimonio». Maggiore lo define como «la infracción dolosa del vínculo
matrimonial, cometida por la mujer casada que concede su propio cuerpo a un
hombre distinto del marido».
Sujetos activos de este delito han de ser necesariamente un hombre y una
mujer, y ésta debe ser casada. Se trata de un típico caso de concurso necesario,
como que el delito previsto en el artículo preinserto no puede perpetrarse sino con
el concurso de la mujer casada y del amante que conoce su estado y teniendo
ambos la voluntad consciente de ejecutar el acto carnal. El sujeto pasivo es el
marido de la adúltera.
Si el hombre ignora que la mujer es casada, no incurrirá en el delito. Y si
fuere inimputable, como sería el perturbado mental o el menor de dieciocho años,
sólo podrá considerarse reo a la mujer. Puede ocurrir que la mujer sea la
inimputable y entonces se sancionará al varón exclusivamente.
Comete asimismo adulterio el marido que mantiene concubina en la casa
conyugal, o también fuera de ella, si el hecho es notorio. La pena será en ese caso
de prisión de tres a dieciocho meses, y la condena producirá de derecho la
pérdida del poder marital. La concubina será penada con prisión de tres meses a
un año. Así lo establece el artículo 395.
El verbo rector de esta figura delictiva da la idea de permanencia, como que
mantener quiere decir, precisamente, dar permanencia. Y así, el adulterio del
marido, que en el Derecho Penal español se denomina amancebamiento y
concubinato en el italiano -aunque esta última denominación carece de propiedad-
es delito de carácter permanente, vale decir que, a diferencia de lo que ocurre con
la mujer casada, la conjunción carnal del marido con mujer distinta de su esposa
no constituye adulterio, si no hace vida marital con ella.
La acción derivada de uno u otro de los delitos preindicados corresponde de
manera exclusiva al cónyuge agraviado; por eso establece el artículo 397 en su
primera parte, que «en lo que concierne a los delitos previstos en los artículos
precedentes, el enjuiciamiento no se hará lugar sino por acusación del marido o de
la mujer. Agrega el citado artículo que «la querella comprenderá necesariamente
al coautor del adulterio o a la concubina».
Fácil es observar la diferencia manifiesta establecida por el legislador entre
las sanciones señaladas por éste a los dos tipos de adulterio, de la que se deduce
que asigna mayor gravedad al de la mujer que al del marido, pues castiga el
primero de seis meses a tres años y el segundo con penas de la misma naturaleza
pero los términos menor y mayor equivalentes a la mitad de uno y otro de los de
aquél y acuerda además una rebaja a la que ha de aplicarse a la concubina, como
que el término máximo de la establecida para ésta es de apenas las dos terceras
partes de la indicada para cuando el culpable es el amante.
El artículo 398 exime de pena al cónyuge culpable de adulterio cuando
comprueba que el acusador ha incurrido en el mismo delito, en el año anterior; y
así prescribe que «el culpable de alguno de los delitos previstos en los artículos
precedentes quedará exento de pena: 1º En el caso de acusación o querella del
marido, cuando la mujer pruebe que él también, en el año anterior al hecho, había
cometido el delito especificado en el artículo 395, o había obligado o expuesto a la
mujer a prostituirse o excitado o favorecido su corrupción. 2º En el caso de
acusación de la mujer, cuando el marido compruebe que ella también durante el
tiempo arriba indicado, ha cometido el delito a que se contrae el artículo 394».
Debe observarse que, en el primer caso, la mujer deberá comprobar el
concubinato del marido, bien porque mantiene concubina en la casa conyugal, y
entonces no se requerirá la notoriedad del hecho, o que la tiene en cualquier otra
parte notoriamente. Y es bueno advertir que para que el hecho sea notorio no es
necesario que cause escándalo. Aunque acaso resulte superfluo, debe advertirse
también que la frase adverbial no significa que el adulterio del querellado haya
debido ocurrir en el año astronómico anterior, sino que debe haberlo cometido en
alguno de los trescientos sesenta y cinco días inmediatamente anteriores al en
que se haya promovido la acusación, como que, si para esta última fecha ha
transcurrido un año desde que el cónyuge ofendido tuvo conocimiento del
adulterio cometido, no será admisible la querella, conforme a lo que establece, en
su primer aparte, el artículo 397.
El delito de bigamia
Bigamia es palabra derivada del adjetivo bígamo, y este vocablo es
compuesto de dos voces: una latino: bis, que significa dos, y otra griega: gamos
equivalente a casamiento, matrimonio.
Según el articulo 400, comete el delito de bigamia «cualquiera que estando
casado válidamente, haya contraído otro matrimonio, o que, no estándolo, hubiere
contraído, a sabiendas, matrimonio con persona casada legítimamente». La pena
señalada para este delito es de prisión por tiempo de dos a cuatro años. Será de
tres a cinco de presidio «si el culpable hubiere inducido en error a la persona con
quien ha contraído matrimonio, engañándola respecto a la libertad de su propio
estado o el de ella». Y será castigado con una u otra de las penas predichas
aumentadas de un quinto a un tercio, «el que, estando válidamente casado, haya
contraído matrimonio, a sabiendas de que el otro contrayente era también
legítimamente casado».
La acción consiste, por tanto, en contraer matrimonio estando casado
válidamente; o sin estar casado, si sabe que la persona con quien lo contrae está
casada legítimamente. Se requiere, pues, para que se cometa el delito de bigamia,
la existencia de un matrimonio anterior que no haya sido disuelto conforme ala
Ley. Elmatrimonio anterior ha de ser válido.  
Se requiere además que el culpable contraiga un segundo matrimonio
formalmente válido, es decir, celebrado de conformidad con las disposiciones
legales que lo rigen, aunque sea nulo o anulable, y así será, en todo caso, el
matrimonio de una persona ya casada. Si el nuevo matrimonio se contrajere ante
un individuo que simula ser uno de los funcionarios antes mencionados, o si se
omiten los requisitos formales del contrato en referencia, no podría hablarse de
bigamia; pero la persona casada cometería adulterio, si bien tratándose del marido
seria indispensable que hiciera vida marital notoriamente con la coautora.
Para la perpetración de este delito basta con la celebración del segundo
matrimonio.
En cuanto a la participación, es admisible en todas sus formas, aunque
Rodríguez Devesa advierte que «auxiliador necesario es, sin embargo, nada más
que el contrayente doloso».
Está plenamente justificada la circunstancia agravante que consiste en
haber el culpable «inducido en error a la persona con quien haya contraído
matrimonio, engañándolo respecto de su propio estado o el de ella», porque
además de haber delinquido él, ha determinado con su engaño al otro contrayente
a cometer el delito. Lo mismo debe decirse del aumento de un quinto a un tercio
de la pena establecido en el aparte final del artículo citado, para el que, «estando
válidamente casado, haya contraído otro matrimonio a sabiendas de que el otro
contrayente era también válidamente casado». Es la llamada doble bigamia, la
cual entraña un doble desacato de las normas que regulan el matrimonio en
nuestra legislación civil.
«Los reos de bigamia deberán ser condenados, por vía de indemnización
civil, a mantener la prole menor de edad; y si la contrayente inocente es soltera y
no se ha hecho constar que no es honesta, deberán ser, además, condenados a
dotada», dispone el artículo 401 del Código Penal. No hay manera de explicar por
qué el legislador, rompiendo su costumbre, se refiere en este texto legal a todos
los reos de bigamia, y no a cada uno de ellos. La consecuencia es el absurdo de
la parte final del mismo, en la que se prescribe que «si la contrayente inocente
(singular) es soltera y no se ha hecho constar que no es honesta, deberán ser,
además, condenados (plural) a dotarla». Parecería que en cada caso en que se
trate de una contrayente inocente y soltera, de la que no se haya hecho constar
que no es honesta, todos los reos de aquel delito deben ser condenados a dotarla.
Aunque no como dote, porque no habría lugar a ella, parece justo que también las
viudas y las divorciadas inocentes, cuando no se haya hecho constar que no son
honestas, deben también ser indemnizadas.
Según el artículo 402, «la prescripción de la acción penal por el delito
previsto en el artículo 400, correrá desde el día en que se haya disuelto uno de los
dos matrimonios, o desde el día en que el segundo matrimonio se hubiere
declarado nulo por causa de bigamia».
Así queda resuelta de modo expreso por el legislador la cuestión relativa a
la instantaneidad o permanencia del delito, la cual todavía se debate. En virtud del
anterior señalamiento del día desde el cual correrá la prescripción de la acción
penal, el delito de bigamia es permanente.
Faltaría señalar ahora el bien jurídico que la bigamia lesiona; o lo que es lo
mismo: el bien jurídico protegido por el artículo 400 del Código Penal. En nuestra
América existen cuatro maneras distintas de resolver este problema. En efecto,
algunos códigos penales hispanoamericanos consideran que el bien jurídico
protegido es el estado civil, tales son los de República Argentina y Costa Rica; y
en esos países habrá que definir previamente el concepto de estado civil, acerca
del cual no se han puesto de acuerdo los tratadistas; otros, como los de Bolivia y
Haití aprecian que son las buenas costumbres las protegidas; algunos otros, entre
los cuales están los de Cuba y Panamá, aprecian que los bienes amparados son
dos: la familia y las buenas costumbres; y aún hay alguno -el dela República
Dominicana-que tiene la bigamia como un delito contra la honestidad, como
consecuencia de estimarla como delicta carnis. La clasificación correcta parece
ser, sin embargo, la de delito contra las buenas costumbres y el buen orden de las
familias como aparece en el Código Civil venezolano, puesto que afecta los dos
intereses sociales al mismo tiempo por perturbar el régimen jurídico del
matrimonio, que en los pueblos civilizados es de tipo monogámico.
Los delitos de suposición y supresión de estado
El artículo 403 del Código Penal venezolano establece: «El que ocultando o
cambiando un niño haya así suprimido o alterado el estado civil de éste, así como
el que hubiere hecho figurar en los registros del estado civil un niño que no existe,
será castigado con prisión de tres a cinco años. El que, fuera de los casos
previstos en la primera parte de este artículo, pone en alguna casa de expósitos o
en otro lugar de beneficencia, un niño legítimo o natural reconocido, o bien lo
presenta en tales establecimientos, ocultando su estado, será castigado con
prisión de cuarenta y cinco días a tres años; y si el culpable fuere un ascendiente,
la pena de prisión podrá ser hasta de cuatro años».
Los verbos utilizados por el legislador señalan tres acciones punibles, todas
ellas comprendidas en este artículo: supresión, suposición y alteración del estado
civil. La primera consiste en privar a una persona del estado civil que conforme ala
Leyle corresponde; la suposición ocurre cuando se atribuye a una persona un
estado civil que no tiene; la alteración presenta aspecto de las dos acciones
anteriores, puesto que es, al mismo tiempo, supresión y suposición.
El caso contemplado en la primera hipótesis ocurre cuando por cualquier
medio se quita a un niño su estado civil, sin crearle o asignarle otro, de manera
que quede fuera del grupo familiar del que formaba parte sin integrarse a ningún
otro. Se da el caso previsto en la segunda hipótesis cuando el culpable hace
figurar en los registros del estado civil un niño que no existe.
La suposición se produce cuando se hace figurar en el Registro Civil de
Nacimientos un niño que no existe.
La alteración del Estado civil consiste en el cambio del mismo.
Sujeto activo de este delito puede ser cualquiera, integrante o no de la
familia en el seno de la cual ha ocurrido aquél. Con frecuencia lo son los más
próximos parientes.
Los extraños pueden estar, alguna vez, interesados en la supresión o
alteración del estado civil de una persona determinada; así como también en la
inscripción en el Registro Civil de un niño que no existe; lo que quiere decir que
también ellos pueden ser sujetos activos de tales delitos.
Sujeto pasivo será el niño cuyo estado civil haya sido suprimido o alterado o
respecto del cual se haya efectuado la suposición, que bien puede ser hijo legítimo
o natural reconocido. Se requiere también que nazca vivo, pues si naciere muerto,
no alcanzaría a tener estado civil, y en tal circunstancia, mal podría serle
suprimido o alterado. En ocasiones podrían derivarse de los delitos en estudio
perjuicios económicos para terceros; pero éstos no podrán ser considerados
sujetos pasivos de aquéllos.
El mismo artículo 403, en su único aparte, prescribe: «El que, fuera de los
casos previstos en la primera parte de este artículo, pone en alguna casa de
expósitos o en otro lugar de beneficencia, un hijo legítimo o natural reconocido, o
bien lo presenta en tales establecimientos ocultando su estado, será castigado con
prisión de cuarenta y cinco días a tres años; y si el culpable fuere un ascendiente,
la pena de prisión podrá ser hasta de cuatro años». Este aparte final del artículo
403 del Código tiene el mismo texto del artículo 362 del Código italiano de 1889.
Se trata de un delito material, porque para su consumación se requiere que
el agente alcance la supresión, la alteración, la suposición o imprecisión del
estado civil del niño; o lo coloque en alguno de los establecimientos indicados,
ocultando dicho estado. Y por ser un delito material, admite tentativa y frustración.
Es instantáneo, además, porque, si bien es cierto que después de consumado
subsiste la supresión, la imprecisión o la alteración del estado civil, esta
subsistencia no es requerida para la estructuración del delito.
El momento consumativo es aquél en que el agente ha logrado que se
produzca alguna de las situaciones de hecho previstas en el artículo preindicado.
Sujeto activo del delito tipificado en el aparte del artículo en estudio, o sea, el de
exposición, puede ser cualquiera: el padre, la madre o cualquier otro pariente del
mismo. También un extraño. Si es un ascendiente, la pena se agrava.
El sujeto pasivo ha de ser un hijo legítimo o uno natural reconocido. La
exposición de un hijo ilegítimo que no haya sido reconocido como tal, no puede
alterar el estado del mismo, pues no es posible alterar lo que no existe.
El medio de comisión no es otro que la colocación del niño en la casa de
expósitos o en cualquier otro establecimiento de beneficencia. Y el agente ha de
ocultar el estado de aquél, lo que quiere decir que ya habrá sido inscrito en el
Registro Civil, como que sólo después de esa inscripción el niño tendrá estado
civil. Debe observarse también que, en el aparte dicho, se ha establecido una
referencia espacial, pues menciona los lugares en los que ha de exponerse al
niño.
Se requiere dolo: la voluntad de exponer o colocar al niño en uno de
aquellos lugares, y la de ocultar el estado civil del mismo.
La pena será prisión de cuarenta y cinco días a tres años. Cuando el
culpable sea un ascendiente, esa pena podrá ser hasta de cuatro años.
El articulo 404 estatuye: «El culpable de alguno de los delitos previstos en
el artículo precedente, que hubiere cometido el hecho por salvar su propio honor o
la honra de su esposa, de su madre, de su descendiente, de su hija adoptiva o de
su hermana, o por prevenir malos tratamientos inminentes, será castigado con
prisión por tiempo de cuarenta y cinco días a dieciocho meses».
Esta circunstancia atenuante del Código actual la contemplaba como
eximente el de 1873, cuando se trataba de la ocultación de parto, pues establecía
que «… si el hecho de la ocultación ha tenido por móvil el sentimiento del honor de
una madre o de una familia, no se incurrirá en pena alguna». Pero el de 1897 la
estableció como atenuante y así ha permanecido hasta hoy. Los únicos posibles
sujetos activos de los delitos en referencia a los que puede amparar dicha
atenuante, son la propia mujer, el esposo de ésta, el hijo o la hija, el o la
ascendiente, el padre o la madre adoptivos, el hermano o hermana.
La madre y el padre pueden ser los legítimos, los naturales o los adoptivos;
y el hermano y la hermana pueden ser también los legítimos o los ilegítimos, de
doble conjunción (hermanos germanos) o de conjunción simple (hermanos
consanguíneos o uterinos).
En cuanto al otro móvil que hace aplicable la atenuante -el de prevenir
malos tratamientos inminentes- debe ser examinado cuidadosamente, pues se
trata de una apreciación eminentemente subjetiva. Malos tratamientos inminentes
son los que amenazan en el momento o están para producirse prontamente.
Como puede observarse, nuestro legislador sólo contempla como
circunstancia atenuante de estos delitos la que se refiere al móvil del honor. En
muchos casos, sin embargo, no hay en el agente intención de causar perjuicio
alguno, sino que, por el contrario, obra movido por «sentimientos nobilísimos».
VIOLACIÓN:
Comencemos por definirla como una «Invasión física de naturaleza sexual,
incluyendo, pero no limitada a la penetración, aunque sea mínima, cometida sobre
una persona bajo circunstancias coercitivas».
Sin embargo, durante el II Simposio Internacional de Criminalística, llevado
a cabo en Bogotá, se concluyó que la definición de Violación, como: «La ejecución
del acceso carnal o acto sexual en contra de la voluntad de la víctima, utilizando
agresión física, violencia moral o presiones psicológicas».
El Código Penal en su Art. 375 se refiere a la violación como un delito
contra la libertad sexual, y es precisamente este hecho lo que el legislador
considera como «atentado al pudor». Se incluye dentro de esta definición no solo
la violación propiamente dicha sino también:
1.- El acto carnal ejecutado en una persona menor de 12 años, con o sin su
consentimiento.
2.- Cuando la víctima no hubiere cumplido los 16 años si el culpable es
ascendiente, tutor o institutor, y el hecho cause un escándalo público.
3.– Cuando hallándose detenida la victima hubiere sido confiada al culpable.
4.– Cuando la Víctima no estuviera en capacidad de resistir por causa de
enfermedad física o mental o por otro motivo ajeno al culpable.
La violación es un delito de acción privada solo enjuiciable a instancia de la parte
agraviada; sin embargo, se convierte en un delito de acción pública cuando:
1.- El delito ocasiona la muerte de la víctima.
2.- Se hace pública.
3.– El padre, tutor o funcionario público se hubieren prestado para cometer el
hecho.
** IMPORTANTE **
La violación es un delito que puede recaer:
En una persona del sexo masculino. Nuestra legislación no diferencia entre el
hombre y la mujer; de tal manera que el acto carnal realizado por una mujer sin el
consentimiento del hombre puede también ser considerado violación, aunque es
muy raro.
Violación de una niña: es la más común y frecuente, y sobre todo la realización
de actos lascivos con los órganos externos de la menor los cuales sirven al
victimario para masturbarse ocasionando irritación y enrojecimiento de los
mismos. La penetración completa en una menor es poco común y en tales casos
se necesita que el autor realice una fuerza muy grande que generalmente conlleva
a la muerte de la víctima dado el desgarramiento. En una menor de 11 años la
penetración ocasiona, además del rompimiento del himen, lesiones genitales. En
una mujer adulta, la penetración es más fácil por las proporciones de la vagina,
pero, por otra parte, es difícil porque la victima puede oponer mayor resistencia.
Violación de una adulta no virgen. En estos casos la penetración se hace
mucho más fácil pero la oposición de la víctima puede hacer que se ocasionen
lesiones a los órganos externos y del cuerpo por la resistencia y la lucha contra el
victimario.
Violación de un varón a otro varón: Puede tratarse que la víctima sea un menor
o un adulto, estos casos son frecuentes en las cárceles, realizadas por un sádico u
homosexual. En estos casos se puede ocasionar lesiones del recto por la
desfloración de la zona, así como relajamiento del esfínter. Además, se puede
ocasionar lesiones extra rectales en el cuerpo de la víctima por la defensa contra
el victimario.
TIPOS.
Si bien el concepto fundamental del acto va a ser en todos los casos el
mismo, las características de cada tipo de agresión sexual pueden ser muy
diferentes. Es por ello que es posible establecer la existencia de diferentes
tipos de violación o agresión sexual. A continuación, se mencionan algunas de
ellas.
1. Violación por parte de cónyuge o pareja
En muchas ocasiones las violaciones o agresiones sexuales son cometidas por
sujetos con quienes la víctima sostiene una relación de pareja. En estos casos el
violador suele creer poseer un cierto derecho a disponer sexualmente de su
pareja, ignorando la opinión y el consentimiento de ésta al respecto.
Se utiliza la amenaza, la minusvaloración, la manipulación, la coacción o la
fuerza bruta para consumir el acto sexual. Se trata de un tipo de maltrato físico
y psicológico a veces llevado a cabo como mecanismo de manifestación de poder
o incluso como intento de un maltratador de reconciliarse por la fuerza.
2. Agresión sexual a individuos con alteraciones de consciencia
Algunas de las violaciones que se llevan a cabo están vinculados a estados en
que el sujeto sexualmente agredido no se encuentra en condiciones de dar o
no su consentimiento por no tener el suficiente nivel de consciencia. Este tipo de
violaciones pueden ocurrir mientras la víctima duerme o se encuentra
convaleciente por una enfermedad, intoxicación en que no es capaz de percibir la
situación correctamente.
Dentro de esta categoría podemos encontrar la agresión sexual llevada a cabo
mediante el uso de sustancias. Este tipo de agresión sexual se refiere a la
utilización de sustancias (incluyendo alcohol y otras drogas) con efectos
psicoactivos con el fin de alterar el nivel de conciencia de la víctima y consumar el
acto aprovechándose de dicha alteración.
3. Agresión sexual infantil
La pederastia es un crimen en el que se un menor de edad es utilizado como
objeto sexual por parte de un adulto, aprovechándose éste de la diferencia en
edad, conocimiento, madurez y/o poder.
Generalmente es llevada a cabo por personas pertenecientes al entorno
cercano, con lo que la agresión sexual se da en un contexto de abuso de
confianza. Si bien en ocasiones se emplea la fuerza física en su mayoría se
aprovecha la vinculación existente entre víctima y atacante o entre atacante y
allegados a la víctima, utilizando la manipulación y la coacción. En el caso de la
agresión sexual infantil, el menor no es lo suficientemente consciente de lo que
supone una relación sexual como para ser capaz de dar o negar su
consentimiento.
4. Estupro
Se denomina estupro a la práctica de actividades sexuales entre un adulto y
un menor de edad en el que este último da su consentimiento a la
consumación del acto debido a la seducción y manipulación llevada a cabo por el
mayor de edad. La diferencia básica con la agresión sexual infantil es que
mientras que en esta el menor no es consciente de lo que implica mantener
relaciones sexuales, en el estupro sí.
5. Agresión sexual incestuosa
Generalmente vinculada a la práctica de la pederastia o a la agresión sexual
infantil, este tipo de abuso se lleva a cabo por las personas más significativas
de la víctima de agresión sexual, aprovechándose de dicha relación para
manipular al individuo y forzar su consentimiento. En ocasiones se lleva a cabo
por la fuerza, con el conocimiento de que es poco probable la denuncia debido a la
importancia del agresor para el agredido.
6. Agresión a personas con discapacidad
En muchos casos las personas con discapacidad pueden ser víctimas de
acoso y agresión sexual. Debido a su discapacidad, un agresor puede encontrar
mayores facilidades para forzar una relación sexual. Uno de los casos más
frecuentes de este tipo de agresión sexual se da hacia personas con discapacidad
intelectual.
Aun si pueden llegar a consentir el acto sexual, si el agresor se aprovecha de una
diferencia en las capacidades intelectuales y de la falta de comprensión del acto
para coaccionar al individuo y manipularlo estaría llevando a cabo un abuso
catalogable como violación.
7. Agresión sexual a ancianos
Las personas de la tercera edad también son víctima frecuente de abusos
sexuales. Debido a una capacidad física más reducida que en la juventud, los
ancianos son una población a la que algunos violadores pueden tener fácil acceso
y pueden ser más dominados a nivel físico.
Además, en muchos casos los abusadores pueden llegar a aprovecharse del
estado de deterioro cognitivo propio de individuos con demencia avanzada,
habiendo un abuso de poder.
8. Agresión sexual instrumental
Este tipo de violación se refiere a aquella cuyo objetivo no es
específicamente la obtención de gratificación, sea esta sexual o derivada de la
necesidad de poder, sino que se lleva a cabo con un objetivo específico. Ejemplos
de ello son la obtención de un beneficio económico o causar daños a terceros
vinculados con la víctima.
9. Agresión sexual como delito de odio
En ocasiones se emplea la violación como método de ataque o humillación
hacia una persona perteneciente a un colectivo concreto. Este tipo de
agresión sexual incorpora un componente de odio o desprecio hacia dicho
colectivo. Ejemplos de ello se puede encontrar en la violencia sexual contra
mujeres, contra personas del colectivo LGTB o contra individuos pertenecientes a
minorías étnicas.
10. Acoso sexual
En el acoso sexual el sujeto agresor procede a manifestar una serie de conductas
y actitudes que provocan en la víctima sensaciones de miedo, inseguridad o
angustia. Si bien no tiene porque conllevar la presencia de un contacto sexual
real (es decir, puede o no incluir la presencia de violación), las conductas
manifestadas afectan al desarrollo habitual de la actividad de la víctima.
El tipo de conductas llevadas a cabo incluye la solicitud de relaciones sexuales,
aproximaciones y/o tocamientos no deseados, contactos de tipo lascivo
persistentes, promesas o realización de favores a cambio o con intención de forzar
relaciones o uso de coacción directa o indirecta. Suele producirse en ambientes
académicos o laborales.
11. Violación por parte de desconocidos
Este tipo de violación es uno de los más conocidos por la mayoría de la
población, si bien es una de las menos comunes. En él, una persona sin una
vinculación previa con la víctima utiliza la fuerza, las amenazas, la coacción u
otros medios para obligarla a mantener relaciones sexuales.
El agresor puede haberse citado con la víctima con algún propósito diferente,
acabar de conocerla o incluso asaltarla directamente. La violación puede ser
llevada a cabo en la calle, un local público, un vehículo o incluso en el domicilio de
la víctima si ésta es atacada en su casa (con o sin allanamiento de morada). En
algunos de estos casos se utilizan sustancias psicoactivas.
12. Violación en grupo
Situación en el que un grupo de individuos decide forzar a una o más
personas a mantener relaciones sexuales, aprovechándose de la fuerza y el
número de individuos para intimidar o incluso forzar físicamente a acometer el acto
sexual.
13. Violación durante guerras
Se produce un elevado número de violaciones durante guerras y conflictos
bélicos. Al margen del abuso sexual cometido como método de obtención de
gratificación sexual o de dominancia por parte del abusador, en muchos casos las
violaciones son alentadas de cara a disminuir la moral de la población local, de
manera que se facilite el conflicto y se mine la resistencia por parte del bando
agredido.
14. Explotación sexual
Otro tipo de violencia sexual es la que se lleva a cabo haciendo que la
víctima mantenga relaciones forzadas con otra u otras personas, obteniendo el
explotador beneficios de dicha relación y siendo éste el que fuerza o incita a la
víctima al mantenimiento de relaciones. La prostitución forzada es uno de estos
tipos de violencia.
DIAGNOSTICO CRIMINALÍSTICA-MÉDICO LEGAL.
Diagnosticó de la violación. El artículo 34 al 37 del Código de instrucción de
Médico Forense establece como debe procederse al diagnóstico de la violación:
1-. Interrogación de la víctima.
2-. Interrogación de parientes y personas que pudieran tener conocimientos de los
hechos.
3-. Examen de la ropa que llevaba puesta la victima o cualquier otro material
donde hubiera que dado huella del delito.
4-. Examen de los genitales de la víctima estableciendo las lesiones observadas, y
la posibilidad de que hubieran sido ocasionadas por otros s o instrumentos.
5.- Examen de los genitales del supuesto victimario o agresor.
En algunos casos, se procede a realizar estudios de laboratorio en el esperma del
victimario para compararlo con el encontrado en el cuerpo de la víctima.
VIOLACION CON DESFLORACION:
Cuando se realiza el examen de los genitales, el medico debe verificar si existe
desfloración del himen porque la violación depende de su integridad. EL HIMEN es
una membrana de la mucosa vaginal que ocluye parcialmente la vagina de la
mujer virgen. La formación del orificio del himen es variable siendo su espesor de
1mm., aproximadamente, pudiendo ser más grueso o más delgado.
Formas del Himen.
Las formas más comunes del himen: ANULAR Y SEMILUNAR, según la
membrana recubra alrededor del orificio vaginal o sólo una parte del formado una
semi-luna. La orilla de la membrana también puede variar pudiendo tener bordes
lisos o irregulares. El himen puede ser también LOBULADO: tiene las
características de no ponerse tenso al ser separados los muslos, ya que es muy
elástico pudiendo, inclusive, replegarse los lóbulos hacia dentro de la vagina.
Existe también el himen LABIADO el cual se caracteriza por tener dos lóbulos
dispuestos en forma lateral y en forma vertical. El himen puede presentarse
también más de un orificio; la forma del himen es importante para determinar la
desfloración, pero el hecho de que una mujer tenga el himen en perfecto estado
ello no significa que no haya tenido nunca relaciones carnales, ya que cierta forma
de himen permite la copula sin que haya desgarramiento como en el caso del
himen LOBULADO; igualmente el tamaño del orificio central del himen puede
permitir la introducción sin rompimiento de la membrana y en estos casos se
presenta la VIOLACION SIN DESFLORACION lo cual representa un problema
médico-legal y en estos casos la forma del himen permitirán el diagnóstico del
forense.
Signo de la violación:
Los signos internos de la violación se verifican con el examen ginecológico; el
desgarro se presenta en forma de muescas irregulares, ulceradas y faltas de
revestimiento mucoso. En el himen ANULAR generalmente se produce 4 o 5
desgarro; en el SEMILUNAR varía el número de colgajos; los desgarros suelen
cicatrizar después de 3 o 4 días, pero los bordes no se vuelven a unir. Cuando ha
habido contagio de alguna enfermedad, la cicatrización dura más tiempo siendo lo
normal entre 5 y 15 días. Si sucediera que los desgarros volvieran a unirse, de
todas maneras, puede verificarse el rompimiento porque quedan cicatrices muy
finas de color blanquecino.
Los signos externos de la violación los constituyen las Lesiones que presenta la
víctima en el cuerpo como consecuencia de la lucha con el victimario.
Pruebas de la Violación:
Como la violación se ha realizado en las personas vírgenes o menores, la prueba
de la violación es más fácil que cuando la víctima es una persona adulta no virgen.
Cuando ha habido desgarros, el perito puede determinar el momento de la
violación si esta reciente, es decir, menos de 15 días, pero cuando los desgarros
han cicatrizado es más fácil.
Otras pruebas de la violación son las lesiones de los genitales por la
desproporción de los tamaños de los órganos de la víctima y el agresor, y por la
brutalidad empleada en el acto. El contagio venéreo es también una prueba de la
violación, la presencia de esperma y el embarazo, así como las lesiones
extragenitales.
Requisitos de la Violación
Según nuestra legislación son requisitos de la violación:
·La realización del acto carnal bastando la trasposición de la vulva, es decir, no es
necesarios que haya penetración total.
·Es necesario que la persona esté viva porque de otra forma se trataría de otra
figura (necrofilia).
·No es necesario que la mujer sea virgen.
·Falta de consentimiento por parte de la víctima.
·Intención del victimario de penetrar los órganos genitales
No hay violación cuando:
·No hubo intención de penetrar los órganos genitales.
·El victimario es el esposo de la víctima
·El acto carnal se realiza con cadáver
·Se realiza con un animal (zoofilia)
·La victima provocó a la victimaria (en algunas legislaciones)
VIOLACIÓN CONTRA NATURA.
Conducta antinatural o contraria a los instintos considerados «naturales». se
entendiera por actos sexuales contra natura, aquellos no destinados a la
reproducción.
Toda persona que comete un acto impúdico o contra natura con una persona de
su mismo sexo y menor de 21 años
ABUSO SEXUAL EN MENORES.
Según el Diccionario de la Real Academia Española, “abuso” es lo
siguiente: “... Acción y efecto de abusar...”. “Abusar” se define allí como: “... Usar
mal, excesiva, injusta, impropia o indebidamente de algo o de alguien...”; y cuando
se refiere específicamente a la acepción “... abusos sexuales (...) Delito
consistente en la realización de actos atentatorios contra la libertad sexual de una
persona sin violencia o intimidación y sin que medie consentimiento...”.
El artículo 259 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del
Adolescente establece: “Quien realice actos sexuales con un niño o participe en
ellos, será penado con prisión de uno a tres años. Si el acto sexual implica
penetración genital, anal u oral, la prisión será de cinco a diez años. Si el culpable
ejerce sobre la víctima autoridad, guarda o vigilancia, la pena se aumentará en
una cuarta parte”.
El delito sexual más grave que se puede cometer contra los niños es la
violación y precisamente éste, puesto que implica violencia en su forma más
característica y propia, es el delito que no está tipificado completa y
adecuadamente en este artículo 259 “eiusdem” porque, como se demuestra en la
transcripción precedente, el término “abuso” excluye todo tipo de violencia (física o
moral) y sólo incluiría (porque hasta esto es discutible cuando sí medie
consentimiento) la denominada violación presunta por causa de la minoridad de
las víctimas.
Incluso el ambiguo término “abuso”, en relación con lo sexual, se refiere a
actos distintos al coito (indispensable para que haya violación) y a pesar de que a
renglón seguido ese artículo se refiera a “actos sexuales”: y buena prueba de esto
es que a esta expresión, que por lo común se identifica más propiamente con el
coito, se le da una latitud excesiva y en todo caso inusual pues con ella se habla
también de la “fellatio” o “penetración oral”, lo cual es doblemente absurdo: por la
pena (ya que con excesiva severidad se le parangona con la pena aplicable a las
verdaderas violaciones que suponen la cópula) y por la antífrasis evidente: Se
debe hablar y se habla de penetración es en términos de coito.
Por todo ello, se hace un llamado a la Asamblea Nacional para que en una
futura reforma de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente
considere modificar el título del señalado artículo, de manera que sea cónsone con
la acción antijurídica allí tipificada.
Corrupción de Menores y la Seducción.
Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española,
corrupción viene (Del lat. corruptĭo, -ōnis). Y es la Acción y efecto de corromper.
También es la Alteración o vicio en un libro o escrito. Vicio o abuso introducido en
las cosas no materiales. En el Derecho Administrativo, En las organizaciones,
especialmente en las públicas, práctica consistente en la utilización de las
funciones y medios de aquellas en provecho, económico o de otra índole, de sus
gestores. En el Derecho Penal, es un Delito consistente en promover o favorecer
la prostitución de menores o incapaces, su utilización en actividades pornográficas
o su participación en actos sexuales que perjudiquen el desarrollo de su
personalidad.
De estas definiciones, sobre todo respecto a la primera parte ha surgido la
frase sumamente común de “tan corrupto es el que da, como quien recibe” y que
incluso haciéndose eco de ello la Ley sanciona con dureza a ambas partes, pues
es Delito Público, o sea, en contra de la Sociedad y sus buenos usos.
La corrupción de menores se ejecuta en contra de niños, niñas y/o
adolescentes, los cuales son intimados con amenazas, maltratos, promesas,
regalos, acto lascivo, dibujos, películas pornográficas y otros; todas estas
personas sin mayoría de edad son sujetos de derecho, y el débil jurídico a
proteger por el Estado a través del mandato de la Ley y por medio de los Órganos
que dispone para la efectiva realización de la Justicia, por interpuesto de los entes
que deben asegurar el bienestar de todas las personas.
Para efectos de la Ley Orgánica de Protección del Niño y del Adolescente
(LOPNA), es considerado NIÑO O NIÑA según el artículo 2 toda persona con
menos de Doce (12) años de edad cronológica cumplida. Y se entiende por
ADOLESCENTE a toda persona con Doce (12) años o más, y menor de Dieciocho
(18) años de edad. Siempre se presume la minoridad salvo prueba en contrario, y
por Ley todo menor es Niño o Niña según sea el caso, hasta que se contradiga
con evidencias.
1.- Si el acto carnal es ejecutado por adultos en contra de niños o niñas: el
artículo 259 de la LOPNA establece que el abuso sexual a niños será penado: A)
en caso de realizarse sólo actos de carácter sexual sin penetración con prisión de
uno (1) a tres (3) años. B) si el acto sexual implica penetración genital, anal u oral,
la prisión será de cinco (5) a diez (10) años. Agravante: si el culpable ejerce sobre
la victima autoridad, guarda o vigilancia, la pena se aumentará en Una cuarta ¼
parte.
2.- El acto carnal con una virgen mayor de doce (12) años y menor de
dieciséis (16) años: Constituye sin duda, un medio manifiesto de corrupción. La
ejecución del mismo habrá de ser comprobada mediante el correspondiente
examen ginecológico de la menor, a cargo de los médicos forenses o legales, los
cuales en condiciones de advertir los desgarros de la membrana himen o cualquier
otro signo característico de la introducción del miembro viril en la vagina, como la
presencia del semen en la cavidad vaginal, o también el ulterior embarazo.
Cabe destacar que según la misma LOPNA en su artículo primero (1º)
señala que tanto el Estado, como los padres y la Sociedad deben brindar a los
Niños, Niñas y Adolescentes desde el momento de su concepción, una protección
integral. Y en consonancia se ha fijado también el principio de la igualdad y no
discriminación en el artículo tercero (3º) LOPNA.
Por supuesto que la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela
garantiza los principios rectores en materia de Niños, Niñas y Adolescentes, sobre
todo se ha de resaltar el Artículo 78, que tiene concordancias con los artículos 19,
20, 21, 22, y 23 de la Carta Magna, y por tanto esta conforme al Ordenamiento
Jurídico Internacional, que tanto la Convención sobre los Derechos del Niño y la
Declaración de los Derecho Humanos contemplan, y de los cuales Venezuela es
miembro firmante y Estado que ha Ratificado estas importantes legislaciones de
interés de la Humanidad.
Todos estos instrumentos legales aplican un régimen específico de
disposiciones idóneas y eficaces de defensa y promoción de los derechos y
garantías a todos los niños, niñas y adolescentes. Entonces tanto el Estado, como
la Familia y la Sociedad tienen una inminente responsabilidad de cuidados,
guiando y observando la conducta de Niños, Niñas y Adolescentes, sus amigos,
compañeros, y sobre todo explicarles los peligros de la vida, los valores éticos y
principios morales que deben observar y cumplir, y es necesario que se les
informe y eduque de acuerdo con su desarrollo, en salud sexual y reproductiva
para que su conducta sexual vaya reforzándose y no sean objeto de
manipulaciones de ninguna índole, y en el futuro tengan una maternidad o
paternidad: responsable, sana, voluntaria y sin riesgos.
Es necesario decir que tanto La Ley Orgánica de Protección del Niño y del
Adolescente (LOPNA) y el Código Penal Venezolano (CP) tienen incongruencias
entre sus normativas, además la propia LOPNA es inconstitucional en cuanto al
tratamiento preferencial que tienen las HEMBRAS por sobre los VARONES, pues
se habla de sanciones contra de una y a los otros se los dejas desprotegidos en
un lugar vacío y segundón.
Seducción (Del lat. seductĭo, -ōnis). Acción y efecto de seducir. Engañar con arte
y maña; persuadir suavemente para algo malo. Atraer físicamente a alguien con el
propósito de obtener de él una relación sexual. Embargar o cautivar el ánimo.
Ahora bien, el artículo 374 del Código Penal reza: Quien por medio de
violencias o amenazas haya constreñido a alguna persona, de uno o de otro sexo,
a un acto carnal por vía vaginal, anal u oral, o introducción de objetos por alguna
de las dos primeras vías, o por vía oral se le introduzca un objeto que simulen
objetos sexuales, el responsable será castigado, como imputado de violación, con
la pena de prisión de diez años a quince años. Si el delito de violación aquí
previsto se ha cometido contra una niña, niño o adolescente, la pena será de
quince años a veinte años de prisión.
La misma pena se le aplicará, aun sin haber violencias o amenazas, al
individuo que tenga un acto carnal con persona de uno u otro sexo:
1. Cuando la víctima sea especialmente vulnerable, por razón de su edad o
situación, y, en todo caso, cuando sea menor de trece años.
2. O que no haya cumplido dieciséis años, siempre que, para la ejecución del
delito, el responsable se haya prevalido de una relación de superioridad o
parentesco, por ser ascendiente, descendiente o hermano, por naturaleza o
adopción, o afines con la víctima.
3. O que hallándose detenida o detenido, condenada o condenado, haya sido
confiado o confiada la custodia del culpable.
4. O que no estuviere en capacidad de resistir por causa de enfermedad física o
mental; por otro motivo independiente de la voluntad del culpable o por
consecuencia del empleo de medios fraudulentos o sustancias narcóticas o
excitantes de que éste se haya valido.
Parágrafo único: Quienes resulten implicados en cualquiera de los supuestos
expresados, no tendrán derecho a gozar de los beneficios procesales de ley, ni a
la aplicación de medidas alternativas del cumplimiento de la pena.
Por otra parte, el Dr. Hernando Grisanti Aveledo en su libro “Manual de
Derecho Penal Parte Especial”, indica que: “Actos Lascivos son las acciones
que tienen por objeto despertar el apetito de lujuria, el deseo sexual, a excepción
de la conjunción carnal. Pueden considerarse como tales, entre otros, los
tocamientos y manoseos libidinosos, los frotamientos, el coito inter femora, la
masturbación y otros,…”

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