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Angustia de los 8 meses

Encontre este articulo ojala les sirva, y si alguien le ha pasado poste su experiencia se
los agradeceremos 

¿Qué es la angustia del octavo mes?


Cuando el bebé cumple los 8 meses, y a veces incluso después del quinto mes de
vida, sucede que sin motivo aparente, el bebé comienza a llorar desconsoladamente
mientras está con su abuela o tía, durante la noche o mientras juega con otros
miembros de la familia.
No es que le estén saliendo los dientes, ni que le haya dado un ataque de mimos, sino
que está pasando por el primer desprendimiento de su vida, y eso, lógicamente, lo
angustia a él y a sus padres también.
Suele suceder que lloran mucho durante el día y se despiertan más de lo habitual
durante la noche, que quieren estar en brazos más de lo habitual y que no desean
estar más que con la madre.

¿Por qué se produce?


El principal motivo de esta angustia es que al comenzar a independizarse, el bebé se
siente separado de su mamá, a quien hasta ese momento vio como una parte de sí,
como una prolongación de su cuerpo. El pequeño ahora comienza a aprender nuevas
formas de movilización y al mismo tiempo coincide con la independencia alimenticia
ya que se complementa su mamada con comida sólida.
Estos cambios son naturales, aunque conflictivos para la criatura, ya que este proceso
de independencia lo hace sentir desprotegido. El temor hace que quiera estar más
apegado a su mamá y a veces hasta rechaza a los abuelos, tíos y amigos. Puede
mostrarse muy alterado cuando lo quieren tomar en brazos o le irrita el solo hecho de
que lo miren o hablen, ocultando su cabecita en tu hombro. Esta conducta puede
asustarte, ya que el bebé más pequeño por lo general sonríe y acepta a los extraños.
No significa que tu bebé haya tenido un retroceso, ya que esta es una etapa normal en
el desarrollo psicológico del ser humano.

¿Cómo puedo ayudar a mi bebé?


Cuando llegue este momento, te necesitará mucho. Para él la mamá es la única
persona que le puede dar seguridad y confianza, por eso es importante que estés lista
para tomarlo en tus brazos y consolarlo. También desarrollará apego por algún objeto,
un peluche, una mantita, el chupete o chuparse el dedo, se aferrará a esto buscando
seguridad cuando no esté en tus brazos.

¿Cuánto tiempo puede durar?


Como dijimos anteriormente antes que nada hay que tener paciencia ya que este
estado anímico puede durar varios días, tal vez semanas o meses dependiendo de
cada niño.

¿Qué debo tener en cuenta?


Ya mencionamos que mientras estés a su lado, tu bebé va a preferir siempre estar
contigo. Al principio tendrás la paciencia necesaria, pero con el tiempo se irá agotando
hasta crear un sentimiento negativo, ya que el niño demanda mucho, te agota y
consume. Por eso es bueno que cada tanto lo dejes con otra persona y salgas a dar un
vuelta, a cambiar de ambiente.
En cuanto al bebé, hay que tener en cuenta que está viviendo muchos cambios y por lo
tanto no es conveniente sumarle otro más, por lo tanto no planees un viaje, una
mudanza o un nuevo trabajo para esos meses.

¿Qué juegos pueden ayudar a distraerlo?


También existen algunos juegos que la madre puede hacerle para ayudarlo a superar
su angustia y para tranquilizarlo un poco. Uno es esconderse detrás de algo, aparecer
y desaparecer. Mientras lo hace, ir diciéndole que mamá no está y mamá está. Esto
sirve para que él entienda que no va a quedarse solo, que la madre siempre va a
volver. También puede jugar ofreciéndole objetos, que seguramente él tirará y la
madre se lo recogerá, es una manera de aprender que lo que se pierde se puede
recuperar.

¿Cuándo debería preocuparme?


Necesitarás mucha paciencia, pero en general es un proceso de pocas semanas. No
obstante si la angustia persiste, lo ves deprimido y no quiere comer consulta con el
médico.

Cinco trucos para calmar a su bebé:


A diferencia del reflejo de la rodilla que se desencadena de una sola forma, los padres pueden
activar el reflejo calmante de 5 formas distintas. Pueden practicar 5 trucos para activar este reflejo:
• Envolver al bebé con los brazos hacia abajo.
• Acostarlo de lado o boca abajo; aunque la posición boca arriba es la más segura para dormir es la
menos eficaz para calmar el llanto.
• Arrullarlo con un sonido blanco alto y constante.
• Acunarlo con movimientos rítmicos.
• Darle algo para chupar.

En el caso de un lactante muy inquieto, estos métodos antiguos tienen que aplicarse todos de una
vez y de una manera tan vigorosa como el llanto. (¡Debe sentir como si “estuviera bailando” con el
niño, pero es él quien marca el paso!)

Los niños pequeños tienen necesidades primarias que son esenciales para su supervivencia y
felicidad. Tan necesario como mantenerlos calentitos, limpios y secos, es hacerles sentir que son
amados y deseados. Las formas de demostrárselo son infinitas.

El contacto cuerpo a cuerpo es vital. Los arrumacos y caricias serán el inicio de un vínculo afectivo
que se fortalecerá con el tiempo y serán las primeras causales de sus expresiones afectivas.
Los recién nacidos comienzan a confiar en su madre al darse cuenta que la angustia que provoca la
sensación de hambre es aplacada regularmente por la leche que su madre le entrega. Además esta
ceremonia del amamantamiento está acompañada con caricias y miradas que rápidamente asocia
con sensaciones de bienestar.
Todos los niños deben tener infinitas oportunidades de disfrutar el mundo que los rodea, y en la
medida que vaya creciendo, es nuestra obligación como padres estimularlos e incentivarlos para
que lo exploren.

Los niños pequeños expresan sus emociones directa e inmediatamente, y el llanto es la forma más
frecuente de comunicar sus necesidades a aquellos que se encargan de sus cuidados.

Los bebés no esconden sus emociones como nosotros, los adultos. Si está con algún problema
físico o emocional, enseguida comienza a llorar.
El llanto de un bebé se caracteriza por ser potente y penetrante, por lo que es imposible de ignorar.
Un niño que llora no debe ser desatendido, porque el llanto puede estar indicando problemas
vitales importantes en su salud. Con el paso del tiempo notarás la diferencia entre el llanto que
inicialmente puede haber sido por hambre o ganas de estar en tus brazos, y que se transforma, si
no lo reconfortas, en un llanto de frustración que es mucho más difícil de calmar.
Todos los niños son únicos, pero todos tienen un mismo “lenguaje” cuando hablamos del llanto.
Hay muchas razones para explicar el llanto de un bebé, y seguramente con el tiempo te
transformarás en una experta para interpretar las señales que te envíe tu bebé. A continuación te
explicamos cuáles son esas razones:

El hambre:
Es la causa más frecuente de llanto, y la madre lo reconoce desde el primer momento. Antes de
investigar otra causa de llanto ofrécele su alimento para ver si se calma.

La inseguridad:
Un bebé que siente inseguridad se calma automáticamente al ser levantado de su cuna y arrullado.
El sentimiento de inseguridad aparece porque el bebé pasó nueve meses en una “casa” que le
proveía automáticamente de todas sus necesidades y adonde era mecido regularmente cada vez
que te movías. Además estaba en un lugar de temperatura constante y siempre muy apretadito y
contenido dentro del vientre materno. De tanto en tanto querrá volver a tener las mismas
sensaciones que le ofrecía la seguridad de tu útero que ahora, en este nuevo mundo, desconoce.
El sentimiento de seguridad es tan vital como la alimentación, y si se le brinda en abundancia
durante la infancia, redundará en muchos beneficios en la vida futura de tu bebé. Los niños que son
separados de sus madres por partos complicados o por enfermedades, son particularmente
sensibles y necesitan de cuidados especiales de sus padres hasta que recuperen su “sentimiento de
seguridad”.

Los cólicos y las flatulencias:


Muchos bebés encuentran muy perturbadoras las sensaciones que comprenden los procesos
digestivos. Muchos niños lloran antes de evacuar sus intestinos y necesitan ser alzados y
reconfortados. La eliminación de gases también puede ser causa de llanto.
Los cólicos se producen por espasmos en las paredes de los intestinos para conseguir el tránsito de
su contenido hasta ser evacuado. En los casos que estos cólicos son severos, el bebé levanta sus
piernitas y su abdomen se distiende. Las causas están relacionadas generalmente con el tipo de
alimentación. La leche materna raramente es causa de cólicos. Las formulas infantiles o los
biberones están más asociados con estos problemas.

La otitis:
Generalmente esta afección suele pasar inadvertida. El bebé siente dolor y presión es sus oídos
cuando está recostado y lo hace llorar, pero al ser levantado esta presión disminuye debido a la
posición vertical calmando su llanto. Los padres pueden confundir esto con un capricho pensando
que el bebé sólo quiere estar en brazos cuando es la posición la que le hace calmar el dolor. En
estos casos es importante que el médico haga un control de sus oídos. La otitis suele aparecer
cuando comienzan los primeros baños y le entra agua en sus delicados oídos.

La obstrucción nasal:
Durante una manifestación catarral y exceso de secreción nasal pueden obstruirse las fosas nasales.
Esto obliga al niño a respirar por la boca y hacer mayor esfuerzo para llevar aire a los pulmones,
esta molestia suele desencadenar en el niño llanto que a veces es incontenible pero ocas veces
detectable la causa, por lo que es necesario descartarla.

La incomodidad;
El calor o el frío pueden ser causa de llanto, lo mismo que el tener húmedos los pañales o irritada su
colita. Las picaduras de insectos también son otras de las causas de incomodidad, ya que el bebé no
es lo suficientemente maduro como parar rascarse o defenderse por sí solo.

Las enfermedades:
Cuando tu bebé esté enfermo lo comunicará mediante el llanto, aunque muchas veces su reacción
es mantenerse más quieto de lo habitual, cuando se siente realmente mal. El llanto de enfermedad
se caracteriza por ser muy agudo o de una forma muy diferente al llanto habitual. Comunícate con
tu pediatra en caso de notar estos cambios en tu bebé.
La demostración de emociones:
Como los adultos, los bebés también necesitan manifestar sus sentimientos y generalmente toma la
forma del llanto.
Algunos necesitan un par de meses para tranquilizarse o asentarse, y otros muchos meses más. A
veces necesitan de mucha actividad física para gastar toda su energía, y el estar quietos los
intranquiliza y los hace llorar. En estos casos son muy buenos los masajes y los juegos.
La mayoría de estos niños comienzan con el llanto a partir de las 5 de la tarde, que es cuando la
energía de los padres está en su nivel más bajo. Trata de descansar en lo posible durante las horas
de la siesta para recuperar energías. Si puedes, sácalo a pasear o báñalo antes de que llegue el
horario que habitualmente se pone más fastidioso.

El humor materno:
Las madres y sus bebés están muy relacionados, y a veces los cambios de humor son contagiosos. Si
estás triste, preocupada, tensa o irritable, tu bebé puede sentir lo mismo y expresarlo mediante el
llanto. Si estas situaciones te suceden frecuentemente, haz un esfuerzo consciente y trata de respirar
hondo varias veces y tranquilizarte. Puedes pedir ayuda transitoria a algún familiar o una amiga que
se haga cargo de tu bebé por un momento y sal a caminar un rato. Estar en contacto con otras
madres en tu misma situación a veces ayuda mucho.

Cuando el llanto se transforma en una crisis:


El llanto incesante puede llegar a hacer desesperar a los padres más amantes de sus hijos. A veces
los bebés continúan llorando aún después de que sus padres intentaron de todas formas
consolarlo. Si ya estás cansada y comienzas a angustiarte, el llanto continuo puede llevarte a un
estado de desesperación y frustración que puede ser peligroso, porque puede generar una
sensación de impotencia con tu bebé. Estos sentimientos son frecuentes en los padres primerizos y
aparecen cuando están exhaustos.
Trata de evitar llegar a este estado, descansando todo lo que te sea posible. Cuando tu bebé
duerma, descansa y recupera fuerzas para cuando esté despierto y reclamando tus atenciones. Si
tienes la posibilidad de entregar al bebé por unos momentos a otra persona (abuelos, hermanos o
amigos), tómate un breve descanso y verás que todo retoma su curso natural. Si no tienes la ayuda
de otra persona intenta llevarlo de paseo en su cochecito o en auto, esto muchas veces lo distrae y
se calma rápidamente.
Generalmente los bebés tienen sus motivos para llorar desconsoladamente, a veces cuesta
identificarlos, pero siempre está el pediatra que de ello sabe bastante y seguramente te dará una
mano en todo lo que esté a su alcance. Estos días difíciles no tienen explicaciones y en estos casos
recuerda que cuando hay una gran tormenta es importante saber sobrellevarla, ya que finalmente
pasa y un nuevo día comienza.

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