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DIVERSIDAD DE ESPECIES

LÍQUENES
GERARDO GUZMÁN

Los líquenes, en términos generales, forman parte del Los líquenes de talo foliáceo y fruticuloso se denominan
mundo natural a pequeña escala. Son inconspicuos, de pe- generalmente macrolíquenes y los crustáceos, microlíquenes.
queño tamaño y suelen confundirse con el sustrato sobre el Es difícil establecer una cifra que dé cuenta del número
cual crecen. En la Antigüedad eran clasificados como un de especies de hongos liquenizados que crecen en Chile por-
grupo natural independiente; en la actualidad se incluyen que aún persisten importantes lagunas en el conocimiento
en el Reino Funji. Estos organismos carecen de clorofila, de su diversidad. Por ejemplo, algunos grupos que cuentan
por lo tanto deben resolver sus requerimientos alimentarios con numerosas especies descritas, como es el caso de los
mediante diversas estrategias. Una de ellas consiste en con- lecideoides y otros microlíquenes, han sido escasamente es-
formar una asociación estable con algas o cianobacterias. En tudiados. Sin embargo, es probable que superen las 1.500
este caso, el hongo (micobionte) desarrolla un hábito ma- especies, aunque en Quilhot et al. (1998)2 se considera que
croscópico y las algas son, por lo general, microscópicas y sería de 1.383 especies. Ahora bien, si se toma como base
alojan en la estructura interna del hongo. Esta simbiosis tiene de comparación la flora de líquenes de Nueva Zelanda (Ga-
muchas variantes, aunque la relación mutual más frecuente lloway, 1985),3 se tiene que esta incluye 966 taxa de hongos
es aquella constituida por un micobionte y un fotobionte. En liquenizados, y se trata sólo del 60 por ciento de la flora
el género Placopsis, el micobionte contiene algas verdes pero existente. Nueva Zelanda cuenta con ecosistemas y hábitat
además contiene estructuras denominados cefalodios, donde similares a los de Chile en los bosques de Nothofagus, que
el tejido fúngico rodea a un conglomerado de cianobacte- albergan numerosas especies de macrolíquenes. El género
rias. Otra variante de la simbiosis es aquella conformada por Pseudocyphellaria es uno de los más representativos de estos
un talo liquénico que contiene hongos liquenícolas. ambientes y está constituido por especies foliáceas de gran
La simbiosis le ha permitido a los hongos liquenizados tamaño, que crecen, por lo general, adheridos a los troncos
colonizar los hábitat más diversos y extremos. Algunos re- de los árboles. En Nueva Zelanda, Galloway (1985) cita 42
portes en la literatura indican que se han encontrado líque- especies y para Chile 53 (Galloway,1992)4 de las cuales 72
nes en la Antártica, creciendo varios metros bajo el nivel por ciento son endémicas. A la riqueza florística de macro-
de las mareas. Además, en la zona de los valles secos, es líquenes de los bosques templados del sur de Chile habría
posible encontrar microlíquenes (criptoendolíticos), de los que adicionar un número considerable de especies en las
géneros Acarospora, Buellia, Lecanora y Lecidea, creciendo zonas cordilleranas, litorales, oasis de neblina del norte, zo-
en los intersticios y poros de las rocas (Friedmann, 1982).1 nas de alta diversidad específica como el archipiélago Juan
Es por eso que quienes postulan la posible existencia de Fernández, entre otros. En consecuencia, la cifra antes seña-
vida en Marte señalan que la única forma viviente capaz lada puede resultar un tanto conservadora, considerando los
de soportar condiciones tan extremas serían los líquenes. insuficientes estudios florísticos actualizados, ya que la flora
La estructura morfológica de estos hongos puede ser muy chilena en ningún caso debiera ser inferior en especies a la
variada aunque existen tres formas básicas y variantes de descrita para Nueva Zelanda. Lamentablemente, la destruc-
ellas: ción o alteración de hábitat favorables para la colonización
• Los líquenes crustáceos, que crecen formando costras liquénica puede significar pérdidas en diversidad de hongos
sobre el sustrato (por ejemplo, Caloplaca spp., Graphis liquenizados imposible de dimensionar por los vacíos seña-
spp., Rhizocarpon spp.); lados anteriormente.
• Los foliáceos, que asemejan una hoja y cuentan con es- Los hongos liquenizados son poiquilohídricos, es decir,
tructuras especializadas que les permite adherirse al sus- carecen de mecanismos activos para regular el balance hí-
trato (por ejemplo, Umbilicaria, Parmelia, Menegazzia); drico, por lo tanto, son muy dependientes de la humedad
• Los líquenes fruticulosos, que son de crecimiento erecto ambiental. Estudios ecofisiológicos realizados en el desierto
o decumbente y semejan, en algunos casos, pequeños de Negev (Lange et al. 1977)5 indican que algunas especies
árboles o ramas de estos (por ejemplo, Protousnea spp., permanecen inactivas gran parte del día y que sólo el rocío
Ramalina spp., Stereocaulon spp.). matinal permite desarrollar el proceso fotosintético, el que
decae bruscamente con la deshidratación del talo. Algunas

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Capítulo II: Nuestra Diversidad Biológica

singularidades propias del metabolismo de los hongos lique- NOTAS


nizados han permitido que sean utilizados como bioindica-
1 Friedmann, 1982. “Endolithic microorganisms in the Antarctic
dores de calidad ambiental. Por ejemplo existen especies muy
cold desert”. Science, 215:1045-1053.
sensibles a niveles elevados de dióxido de azufre en el aire; 2 Quilhot, Pereira, Guzmán, Rodríguez, Serey. 1998. “Categorías
por el contrario, hay especies resistentes a este contaminante. de conservación de líquenes nativos de Chile”. Boletín del Mu-
Hawksworth y Rose (1976),6 a partir de estas características, seo Nacional de Historia Natural, 47: 9-22.
3 Galloway. 1985. Flora of New Zealand Lichens. P.D. Hasselberg,
elaboran un mapa de zonas isocontaminadas en dióxido de
Government Printer, Wellington, Nueva Zelanda.
azufre, en función a la composición de especies tolerantes 4 Galloway. 1992. Studies in Pseudocyphellaria (lichens) III. The
y sensibles a la contaminación que crecen sobre corteza de South American species. J. Cramer Berlin, Stuttgart.
árboles. Otras especies tienen gran capacidad de acumular 5 Lange, Geiger & Schulze. 1977. “Ecological investigations on
the lichens of Negev Desert. V A model to simulate net pho-
metales pesados e incluso radionuclídeos. Estas propiedades
tosynthesis and respiration of Ramalina maciformis”. Oecologia,
han permitido que los líquenes sean utilizados como excelen- 28: 247-259.
tes indicadores de contaminación atmosférica. 6 Hawksworth & Rose. 1976. “Lichens as Pollution Monitors”. Stu-
El rol de los líquenes en los ecosistemas en Chile ha sido dies in Biology, 66. Edward Arnold, Londres.
7 Guzmán, G., W. Quilhot & D.J. Galloway. 1990. “Decompo-
también poco estudiado. Los líquenes que crecen en zonas
sition of species of Pseudocyphellaria and Sticta in a southern
de influencia de aves, con sustratos rocosos enriquecidos en Chilean forest”. Lichenologist, 22: 325-331.
nitrógeno y fósforo, suelen presentar numerosas especies,
donde destacan algunas de vistosos colores, con predo-
minio de los géneros Caloplaca, Buellia, Ramalina y otras.
Estas especies compiten por el sustrato y generalmente se
presentan poblaciones de ácaros que consumen talos liqué-
nicos. Especies de líquenes como Placopsis y Stereocaulon
son colonizadores primarios en sustratos de lava volcánica.
Estas especies contienen cefalodios con cianobacterias, por
lo tanto contribuyen a la economía de nitrógeno fijando el
N2 atmosférico. Un fenómeno similar, pero que no ha sido
estudiado en Chile, es el de las especies foliáceas de Sticta
y Pseudocyphellaria, que tienen como fotobionte cianobac-
terias. Estas especies podrían estar contribuyendo de manera
importante a la economía del nitrógeno en los ecosistemas
forestales del sur de Chile. Es así como Galloway (1992) se-
ñala en su monografía que el 55 por ciento de las especies
de Pseudocyphellaria descritas para Chile y Argentina tienen
cianobacterias como fotobionte. Por otra parte, Guzmán et
al. (1990)7 aportan los primeros antecedentes sobre descom-
posición de líquenes en los bosques de Nothofagus del Par-
que Nacional Puyehue.
En síntesis, la liquenología tiene muchas tareas pendien-
tes en Chile. Ciertamente es un drama que desaparezcan es-
pecies que tal vez nunca sean descritas. Esto es absolutamen-
te válido para la flora de líquenes, todavía en nivel incipiente
de conocimiento. La urbanización acelerada del territorio
nacional y la fragilidad de algunas zonas de transición flo-
rística —como, por ejemplo, el área de Fray Jorge y Talinay,
los bosque nativos de la VII Región y áreas casi inexploradas
o de alto endemismo como el archipiélago Juan Fernández
y el sistema insular del extremo sur de Chile—, constituyen
desafíos urgentes para establecer una base de conocimiento
razonable de la flora liquénica de Chile, para luego diseñar
programas adecuados de conservación, en un espacio de
sustentabilidad, tal como lo establecen los objetivos de la
Convención de la Biodiversidad, que Chile ratificó el 9 de Páginas siguientes: Los líquenes tienen tasas de crecimiento extre-
septiembre de 1994. madamente lentas en estas frías latitudes. Se estima que los ubi-
cados en las zonas marítimas de la Antártica —como la península
Antártica y las islas Shetland del Sur— crecen alrededor de 1 centí-
metro cada 100 años; en tanto, aquellos de la Antártica continental
—los que habitan los valles secos, como en los alrededores de la
base norteamericana de McMurdo—, crecen tan lento como 1 cen-
tímetro cada 1.000 años. Foto: Nicolás Piwonka.

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Biodiversidad de Chile, Patrimonio y Desafíos

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Capítulo II: Nuestra Diversidad Biológica

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