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Baró n munchausen

Julián Flórez 11-C

Karl Friedrich Hieronymus Freiherr von Münchhausen (11 de mayo de 1720 – 22 de


febrero de 1797), más conocido por Barón von Münchhausen, fue un militar alemán
que vivió en el siglo XVIII. Nació en el Electorado de Hannover, uno los múltiples
estados alemanes que dibujaban la geografía europea del momento, muy cerca de
Hamelín, población con ecos literarios.

A lo largo de su dilatada vida profesional participó en numerosas campañas militares


dentro de las filas rusas, donde sirvió como corneta, teniente y capitán de caballería,
participando en dos campañas militares frente a los turcos. Cuando se cansó de
guerrear regresó a su Alemania natal y no tardó en ser conocido por sus
excentricidades y su fanfarronería. El motivo: se dedicó a rememorar sus hazañas
bélicas aderezándolas con todo tipo de exageraciones y detalles inverosímiles, que
causaban fascinación entre la aristocracia teutona.

Entre sus múltiples ocurrencias se incluían, por ejemplo, cabalgar sobre una bala de
cañón, viajar a la Luna, matar a un oso para cubrirse con su piel y pasar
desapercibido entre los otros osos o salir de una ciénaga pestilente tirando de su
propia coleta. Incluso el barón llegó a contar cómo pudo vivir durante meses en el
estómago de una ballena. Es evidente que todas estas historias eran absolutamente
imposibles y, como tal, eran entendidas por su concurrida audiencia.

El personaje adquirió cierta notoriedad cuando sus aventuras fueron recogidas en


forma de relato por dos escritores. Rudolf Erich Raspe (1737-1794) escribió en inglés
"Historia de los maravillosos viajes y de las campañas de Rusia del barón de
Münchausen". Y el alemán Gottfried Bürger publicó poco tiempo después
"Maravillosos viajes por tierra y por mar, guerra y divertidas aventuras del barón de
Münchausen".

Versiculo:
Mateo 8:23-27 Dios Habla Hoy

Jesús calma la tormenta


23 
Jesús subió a la barca, y sus discípulos lo acompañaron. 24 En esto se desató sobre el lago
una tormenta tan fuerte que las olas cubrían la barca. Pero Jesús se había
dormido. 25 Entonces sus discípulos fueron a despertarlo, diciéndole:

—¡Señor, sálvanos! ¡Nos estamos hundiendo!


26 
Él les contestó:

—¿Por qué tanto miedo? ¡Qué poca fe tienen ustedes!

Dicho esto, se levantó y dio una orden al viento y al mar, y todo quedó completamente
tranquilo. 27 Ellos, admirados, se preguntaban:

—¿Pues quién será éste, que hasta los vientos y el mar lo obedecen?

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