LA SALUD UNO DE LOS DERECHOS FUNDAMENTALES MAS VULNERADOS EN COLOMBIA

La mayoría de las tutelas interpuestas en Colombia son por las barreras de acceso a la
salud. El 64 por ciento de las tutelas presentadas reclamaban derecho a servicios
contemplados en el Plan Obligatorio de Salud (POS), un fenómeno que -llama la atención
la Defensoría del Pueblo que sigue sin resolverse, principalmente, por parte de las
Entidades Promotoras de Salud (EPS).
Este es uno de los derechos fundamentales más violados en Colombia ya que
constantemente vemos la falta de atención por parte de las EPS a las personas, sobre todo
las que se encuentran afiliadas al régimen subsidiado son las más afectadas por este
sistema de salud, cada vez tienen que pasar por inclemencias poniéndolos a hacer
infinidad de trámites, demorando la atención y las autorizaciones con los especialistas,
demorando la entrega de medicamentos necesarios para gozar de un bienestar, como se
señala en el Artículo 49 “la atención de la salud y el saneamiento ambiental son servicios
públicos a cargo del Estado. Se garantiza a todas las personas el acceso a los servicios de
promoción, protección y recuperación de la salud”.
Estas normas que dicta el gobierno para regular la prestación de los servicios de salud es
difícil que las empresas prestadoras de salud (EPS) le den un total cumplimiento ya que
vienen mercantilizando este derecho y lo han vuelto más un negocio donde si no reciben
unos recursos económicos por parte del estado no brindan los servicios a los pacientes y
más aún muchas veces buscan la forma de dilatar la prestación de los servicios para las
personas y la superintendencia de salud que es la entidad encargada de regular esta
situación muchas veces se queda corta en las medidas que toma para controlar a las EPS.
A partir de este análisis el derecho a la salud debe ser garantizado a través de acciones
que aseguren que todos los miembros de la sociedad accedan a una cobertura médica
adecuada, en especial los sectores de menores recursos y con mayores riesgos de contraer
enfermedades por sus condiciones de vida, el estado debe a través de la superintendencia
de salud ejercer un mayor seguimiento a la atención de los pacientes, sancionar a las EPS
que no brinden una atención oportuna y con los medicamentos que se requieren para su
sano desarrollo y sobre todo diseñar una política que inyecte recursos a las clínicas y los
hospitales para que cuenten con los recursos necesarios para brindar un servicio eficiente
y eficaz; y por último se puede hablar de campañas de promoción y prevención para evitar
que las personas se sigan contagiando de muchas enfermedades que se pueden prevenir.
La salud se debe considerar como una inversión y no como un gasto, y también como una
responsabilidad del Estado y de las personas del común para que sea un sistema armónico
y que brinde los mejores beneficios para todas las personas.